Fortaleza Germana

Vamos niña...porque la cara larga? dije mientras caminaba con paciencia a través del gran salón principal de la ultima fortaleza Germana que quedaba en pie. Hacia unos días atrás que habíamos eliminado al “Rey” para que luego me asignaran la misión de eliminar a los últimos focos de rebelión que todavía quedaban latentes… ahora tan solo estaba jugando con la princesita germana y esperando a ver cuando se dignaba a hablar…si, apenas habían entrado mis fuerzas a la fortaleza, habíamos encontrado un patético intento de resistencia final…cosa que me traía sin cuidado y hasta me divertía sobremanera, dado que…que más podía hacer una chiquilla con unos pocos soldados a su disposición si ya antes la fuerza principal de su padre (y por ende la mas experimentada y peligrosa) había sido diezmada? No era mucho…tan solo me tomaba aquella fase como un juego, tan solo quería ver que pasaría a continuación Declárate vencida niña…ese último asalto fue una estafa total…mis aprendices lo hacen mucho mejor, de seguro con un poco más de práctica podrías lograr muchas cosas, lástima que seas una princesita mimada que solo sirve para ser víctima de violaciones por parte de seres como yo o como mis chicos comente, mientras daba un paso hacia delante y dejaba caer todo el peso de mi enorme hacha en el suelo de piedra, declarando mi victoria total y absoluta sobre la pequeña, que se encontraba apoyada en la pared, arrinconada y sin ninguna posibilidad de escape a la vista, después de todo, los miembros de mi Legión se encontraban allí exterminando a los últimos bárbaros locales que aún respiraban o se movían víctimas de espasmos involuntarios…

Una última petición antes de que te lleve a mi tienda a pasar la noche? en ese instante mi sonrisa se ensanchó de manera temible, augurando lo que se acercaba en el destino de la rubia

Huhu…las damas primero princesita susurré al tiempo que mi cara se acercaba a la de ella, nuestras narices separadas por unos pocos centímetros una de la otra…si no fuera porque aquella cara se me hacia extrañamente familiar, de plano ya la habría tirado al suelo y pateado incontables veces por su insolencia, pero… …no tenemos tiempo que perder en este sitio, no crees? En lo particular mis muchachos y yo estamos bastante ocupados, así que te haré caso y daré el primer paso en esto… dije al tiempo que levantaba mi mano y la acercaba a la cara de la rubia, esperando cualquier tipo de reacción por parte de esta… Que piel tan suave y tersa…y solo hablamos de tu cara…me pregunto que tal se sentirá en otras partes murmuré por lo bajo, frotando ligeramente mi palma contra su mejilla izquierda por unos instantes antes de retirarla con cuidado.

Ya los últimos soldado bárbaros habían muerto, bien por las heridas, el exceso de dolor o simplemente por haber sido empalados por mis hombres, finiquitando su estancia en este mundo, en síntesis, ya la princesa estaba completamente sola y sin nadie más que la apoyara…sin embargo, la mirada de fiereza y decisión no abandonaba su rostro, sus ojos felinos seguían retándome a que hiciera algo más aparte de hablar y tal como lo pedía, le daría el gusto…

Estos tipos eran tus soldados de reserva, cierto? Lo siento, pero ya han muerto todos…tus doncellas están- en ese instante volteé la cara desinteresadamente, viendo como los soldados “desocupados” arrastraban a varias de las mujeres que aún quedaban vivas y se las llevaban entre gritos y llantos, sin siquiera moderar su actitud, y realmente, para que lo harían? -siendo transferidas…y tal parece que te rehúsas a cooperar…las costumbres romanas son bastante claras en este aspecto, si una chica no se deja aprovechar simplemente las matamos sin más…así que- en ese instante tomé de nuevo mi enorme hacha, empuñándola con el brazo izquierdo y levantándola con rapidez para lanzar un corte horizontal que de dar en el blanco habría de separar de un tajo la cabeza de la chiquilla -terminemos con esto~

Uh?~ Fue lo único que pude decir, dado que la chica había evitado el embate del hacha con relativa facilidad, algo que estaba calculado dado que realmente no esperaba acabar con ella de manera tan estúpida…lo que siguió fue algo que tampoco se salía del plan original y eso fue el ataque a una de mis rodillas, un intento de hacerme perder el equilibrio que sin embargo no fue menos doloroso de lo que me imaginaba…

…lo realmente molesto fue la posterior caída debido a un golpe en el torso que terminó por tirarme con un sonoro “plaf”

No me lo tomo a mal chiquilla…pero dime algo- comenté todavía con mi usual sonrisa confiada, después de todo la princesa no lograría sostener por mucho tiempo aquella arma que me había “robado” sin que sus brazos terminaran extenuados e inutilizados por un rato debido al extremo esfuerzo y a la poca costumbre de cargar con semejante armatoste -actualmente hemos eliminado a las tropas de tu papi, no te quedan soldados en pie ni de reserva y el único “obstáculo” que queda frente a nosotros eres tu misma…viéndolo de esta manera tus opciones son: Matarme y llevarte por el medio a cuantos quieras, pero eventualmente serás atrapada e inutilizada, te imaginas lo que vendrá después? Sí, puedo verlo en tus ojos y asegurar que no pasarás por alto el hecho de que quien mantiene en el cauce a estos niños soy yo, qué harán contigo? Algo mucho peor de lo que te imaginas…sin su medio de control, dudo que tus peores pesadillas se acerquen a lo que ellos te podrían hacer…actualmente se conocen bastantes afrodisíacos y drogas que te impedirían dormir además de mantenerte prisionera en tu propia mente mientras ellos hacen cualquier cosa con tu cuerpo…uno o dos, tres o cuatro, qué importa cuantos de ellos participen al mismo tiempo? Nada, en especial cuando tienen algo tan atractivo como tú para satisfacerse- dije con calma y claridad, realmente no quería repetir cosas estúpidamente obvias en aquel punto del asunto, de seguro que ya la enana estaría analizando poco a poco todo lo que decía. En ese instante levante mis palmas de manera conciliadora, sin dejar de mostrar aquella sonrisa siniestra que de seguro ya la princesa se había grabado en la mente -interesante, cierto? En lo personal es un tema bastante curioso, huhu…pero bien, volvamos a nuestros asuntos…tu otra opción es rendirte y aceptar que te lleve yo personalmente, tienes que aceptarlo niña…soy el ser más, como decirlo apropiadamente? Ah si, decente que has visto entre todos los Romanos hasta ahora y después de todo eres realeza…

…a lo sumo tengo que “poseerte” al menos una vez por reglas de conquista elementales, pero fuera de eso, serías tratada con sumo respeto…a mi jefe no le gustaría que me portara de manera tan barbárica…si algo he aprendido de él, ha sido a portarme relativamente bien…algo bueno se me tenía que pegar, no?...así que nada más te lo pediré amablemente: ríndete y déjate escoltar hasta mi tienda…estás cansada, se nota porque ya tus bracitos tiemblan y no durarás más de un minuto sosteniendo mi hacha y créeme…yo también estoy cansado de esto, no te parece mejor terminar por las buenas? Pregunté finalmente, sin moverme de mi posición mientras levantaba una de mis cejas en modo inquisitivo y agotado…la verdad es que ya había tenido bastante, y prefería terminar con aquello del mejor modo, tanto para mi como para la chiquilla que tenía encima mío… Y bien?

Usualmente mi función no es ir al campo de batalla… comenté sin disimulo alguno ante la frase que siguió al largo suspiro de la chiquilla, después de todo mis funciones como General se limitaban a mantenerme dentro de mi tienda y planear estrategias mientras que los monigotes como Kardia o Manigordo se encargaban de llevarlas a cabo, y en raras ocasiones me inmiscuía en ellas, dado que el grado de planeación con el que detallaba todo daba pie a mi propia falta en el campo de batalla…si un montón de monos amaestrados podían hacer el trabajo, debía yo unirme a la refriega y arriesgarme inútilmente? No…la verdad era que no… Es por eso que me he ganado un título de lo más particular, pero eso no viene al caso actualmente… dije, mientras posaba mis palmas sobre el suelo con mis brazos doblados, ejerciendo fuerza para luego usar mis piernas y finalmente levantándome del suelo con un movimiento perezoso, sacudiéndome el polvo con descaro.

”Hasta la muerte”, cierto? El honor es algo tan sobreestimado en estos días… mis ojos se habían posado de nuevo en los de la enana, que de seguro no había reaccionado ante mis deliberadas aperturas con las que seguramente me hubiera podido degollar sin esfuerzo alguno. Aunque supongo que el orgullo es algo que le enseñan a una princesita como tú desde que nace, se cría, se casa, folla y…finalmente muere, en serio, ese asunto lo tienen bastante sobreestimado… mi mirada se había tornado un tanto más aburrida, aunque tampoco se había separado de la de la chica…Bien bien bien… creo que ya debería terminar con esto, en cuestión de minutos terminaré cayendo producto del cansancio, y eso sería mal visto, cierto? sin más bostecé y empecé a frotarme la panza usando mi mano derecha con desinterés, siguiendo un recorrido con el cual terminé rascándome la axila izquierda sin el menor atisbo de cortesía…

…al instante usé esa misma mano en un movimiento más rápido y preciso, lanzando un plumbata que rozó la mejilla de la princesa, dicho dardo lo tenía escondido en la parte trasera de la hombrera de mi armadura de reglamento junto a otros más, que había preparado por si tenía la necesidad de usarlos…y vaya que de verdad habían sido útiles para situaciones que requerían de la falta de fuerza mortal. Un pequeño rasguño ensangrentado se había formado en la cara de la chiquilla, algo que no se pudiera remendar con algo de tiempo y paciencia, y tal vez con algo de hierbas medicinales para que no dejara marca, pero el truco no estaba en eso…no, más bien era otra cosa…

Listo…he ganado la partida dije, ya sin más disimulo y tomando de nuevo mi hacha con una facilidad irrisoria, sin molestarme siquiera en estar al corriente de los movimientos que pudiera intentar la chica para atacarme, porque simplemente, ya estaba incapacitada. No puedes moverte, cierto? Recuerdas que hace unos minutos te hablé de drogas que te dejan atrapada en tu mente mientras que tu cuerpecito se vuelve vulnerable e inútil? Eso es lo que acaba de entrar a tu sistema…usualmente hubieras tardado unos cuantos minutos en quedar inmóvil, pero yo uso la forma sin diluir del veneno, un solo roce es el equivalente a varios dardos comunes perforando tu piel al mismo tiempo…si te hubiera impactado directamente con este estarías tirada en el suelo babeando y en poco tiempo quedarías como un zombie por una semana o algo así, pero tan solo estarás en ese estado por…2 o 3 horas a lo sumo, tiempo suficiente para llegar al campamento e iniciar la retirada hacia Roma…ugh, ya tengo ganas de regresar… en ese instante me apoyé en mi hacha, esperando a que la chica finalmente cediera ante su propio peso y cayera al suelo por el efecto de la droga…

Y…listo comenté, viendo como la princesita caía con un sonoro golpe, quedando ladeada y con su cabello dispersado en cualquier dirección posible… con aquello quedaba demostrada mi victoria de manera realmente cómica. Con un suspiro prolongado deje de apoyarme en mi enorme hacha, para acuclillarme cerca de la chica y viendo que vestía una armadura bárbara, que tenía muchas marcas, de seguro le había servido para bloquear numerosos embates directos, así como golpes de caídas y quien sabía que más…eso me hizo pensar que si iba a convertirse en mi prisionera, no necesitaría tal protección así que tan solo empecé a quitársela pieza a pieza, sin demasiada delicadeza, dado que si estaba inconsciente, para que andarse con ridiculeces?

Después de algunos minutos de tirar los fragmentos de metal a un lado la chiquilla había quedado con una prenda mugrienta que apenas si tapaba las partes que debía cubrir en toda mujer… Listo con esto, así que… suspirando de nuevo tomé a la enana y me la cargué al hombro como si fuera un vulgar saco después de equiparme la pesada hacha de guerra al cinto y… miré de nuevo la armadura que le había quitado a la princesa, realmente era una pila de pedazos de metal inservibles ahí tirados, pero de seguro que tendrían algún tipo de valor histórico, así que de un grito ordené que los guardaran en un saco de piel que tomé con mi brazo libre.

Ahora tan solo tocaba salir y ver que tanto ruido hacían el par de imbéciles que tenía a mi cuidado, los llamados hermanos ladrones de Roma conocidos como Kardia y Manigoldo...un duo tan disparejo que la verdad era difícil imaginar que fueran hermanos...con un suspiro tan resignado como cansado empecé la marcha, abriendo de una potente patada la puerta del salón principal donde me encontraba, vislumbrando una escena de lo más agradable más allá de esta...

...agh...