El encuentro

El tiempo iba pasando mientras la noche caía mas alla del horizonte, se sentía la brisa surcar mi rostro mientras el aire puro ingresaba por mi nariz para purificar mis pulmones de alguna extraña manera, mi perro me acompañaba aún un poco asustado pero tenía que reconocer que era bastante valiente al volver conmigo, pues desde que lo conocí estuvimos paseando de un lado a otro y no le di descanso al pobre animal, pero se veía que me tenía aprecio, o al menos eso me parecía notar a mi. El equipaje me estaba pesando demasiado así que decidí sentarme para reponer fuerzas antes de continuar el camino hacia las cabañas de Orpheo, pero algo me decía que me quede en ese lugar, como si fuera una fuerza sobrenatural que me estaba convenciendo de quedarme ahí como si supiera que algo vendría hacia mi, lo cierto era que estaba muy cansado y no tenía ánimos para pararme y seguir el camino, mi sueño me estaba ganando y de a poco entre cabeceos me terminé quedando dormido en aquél banco junto a mi perro que se durmió al lado mio todo acurrucado junto al bolso con mis pertenencias.

Un fuerte ruido me despertó, como se tratase de la ruptura de la rama de un árbol o algo parecido, mis ojos se abrieron de golpe e intentaron visualizar lo ocurrido pero tan solo observó a un hombre talando arboles y juntando los troncos para guardarlos en una especie de mochila o algo por el estilo, daba la sensación que buscaba leña, entonces le hablé:

Oiga! ¿ que esta haciendo señor ?
El sujeto pasó de mi y sin hacerme caso y sin responder mi pregunta siguió con su labor.

Un viaje bastante largo para el sujeto de cabellos plateados, quien no se mostraba muy cansado luego de tanto caminar, mas bien se veía molesto por alguna razón inexplicable, a media que avanzaba vió a un sujeto durmiendo en un costado quien provocó en su cuerpo una sensación de nostalgia y de familiaridad en el que no pudo ignorar, así que decidió acercarse a el para ver de quien se trataba, al verlo notó que era uno de los soldados que el mismo había delatado y entregado a el ejercito Egipcio, entonces se sentó a su lado y respaldando su espalda tiró la cabeza hacia atras y cerró los ojos esperando que el otro individuo se despertara.

Pasaron unas horas y Kain no veía indicios de que su ex compañero de guerra se despertara, pero un sujeto que estaba ahí cerca comenzó a hacer ruido y finalmente Genas se despertó para hablarle al culpable de tanto alboroto, pero como ese tipo lo ignoraba Kain le respondió:

* Oye muchacho, callate la gente intenta descansar ¿sabes?
Exclamó mientras se ponía derecho quitando su cabeza de la posición anterior para luego esbosar una tenebrosa sonrisa mientras miraba a Genas
* sabes... siento que te conozco de algún lugar..
Replicó antes de que el futuro caballero del Fénix conteste a lo primero que le había dicho.

El silencio se apodero del lugar, aquél hombre de cabellos plateados se veía extraño, la expresión de su cara generaba cierta desconfianza de la cual yo estaba advertido, las intenciones de ese hombre no eran buenas, se notaba a la legua con tan solo mirarlo a los ojos pero no era para preocuparse, si bien su actitud demostraba frialdad y generaba dudas al respecto no se veía en las intenciones de ese hombre hacerme daño, en realidad parecía buscar algo de mi y se veía muy astuto a simple vista.

¿ Quien eres ? Pregunté mientras miraba a los ojos de esa persona un poco confundido ante su mirada, sentí como sus ojos penetraban mi mente y mi cuerpo se paralizaba, como si se tratase de un depredador ante su víctima, me sentía acongojado, era realmente tenebroso aquél hombre, pero algo muy dentro mio me daba total confianza con el, como si recuerdos del pasado, recuerdos que no recuerdo pero que existen muy dentro mio escondidos en mi subconciente, pequeños instantes, olores, recuerdos auditivos en mi cabeza volvían como flashes sin darme la oportunidad de procesar nada de eso, era algo sumamente extraño.
¿Quien eres? Replique cuando volví en si. ese hombre era muy misterioso y me inquietaba no saber su identidad, mas aún cuando sentía que lo conocía de alguna parte, era realmente molesta esa sensación.

La mirada de Kain estaba clavada, fija en los ojos de Genas quien parecía tener un lapso en su mente perdido en ella apartado de la realidad, pero el peliplateado ni se mosqueaba ante la pregunta del hombre de pelos azulados, quien parecía confundido ante la presencia de Kain, éste aburrido se paró y sacó su daga del bolsillo mientras miraba a Genas, y cuando éste creyó que corría peligro El en algún futuro caballero de Neptuno llevó la daga a su mano e hizo un corte en ella para luego pasar la parte cortada por la hoja de la daga exparsiendo su sangre en ella así luego la llevaría a su boca para lamer la sangre que había en ella, tras hacer esto la sangre continuó fluyendo de la palma de la mano así que con esto Kain la apoyó en el banco y comenzó a escribir con sangre su nombre dejando la inscripción “Kain” en ese lugar, luego volvió a mirar a Genas

*No te olvides... ese es mi nombre... Genas..

Exclamó para luego esbosar nuevamente su sonrisa tan tétrica clavando su mirada en el pobre joven que estaba descansando tranquilamente hasta que llegó el a molestarlo.
Rápidamente se fué de ahi con su cara seria como de costumbre, guardando la daga en el bolsillo para luego sonreir y marcharse pensando en aquél encuentro tan peculiar.

“ jaja imbécil... te pareces tanto a mi hermano... no... mi hermano no sería tan idiota”
Pensaba para sus adentros mientras se marchaba de aquél lugar hacia quien sabe donde...

Sentía como si conociese a ese hombre de alguna parte, la nostalgia que sentía era mas fuerte que la que tuve con otras personas, esto era realmente fuerte, una sensación de familiaridad que me causaba un vacío tremendo en mi pecho, dejé que se marchara pues tras ver las locuras que éste hacía creí que sería mejor perderlo que encontrarlo ya que no me sentía con ánimos como para lidiar con un loco, no otra vez, pero ya había descansado demasiado así que tenía que irme de ahí, debía ir hacia la posada de mi viejo amigo Orpheo para poder dejar a Pancho, dormir un poco tranquilo y continuar mi búsqueda por el imperio, debía encontrar a mis hermanos a como diera lugar, recogí a mi perro y a mi equipaje y me pare para seguir rumbo hacia las villas donde encontraría las cabañas de mi amigo, mi perro se despertó cuando intente cargarlo y se bajó de un salto al suelo, entonces recordé que tenía algo de alimento para perro así que aparte su plato en un costado y vertí el alimento en el para que luego el can coma su comida moviendo la cola, tras terminar su alimento guardé las cosas y marché hacia las villas, no estaba muy lejos, calculaba que en una media hora estaría ahí si no había complicaciones en el camino, pero como tenía fe en que no iba a pasar nada fui decidido que llegaría en media hora.

.- Bien ahora si... vamos allá
Exclamé mientras emprendí viaje hacia las cabañas de Orpheo para dejar a mi amigo en un lugar seguro antes de salir de viaje.