Paseo Nocturno

por Aixa Mar Feb 01, 2011 5:53 pm

El tenue sonido de las olas rompiendo contra la costa era lo único que podía oírse en medio de aquella noche despejada y con el cielo lleno de estrellas. La tranquilidad podía respirarse en el ambiente, algo raro en los últimos tiempos. Una jovencita de figura hermosa y aspecto etéreo caminaba por la orilla, su corto cabello de tono lila parecía brillar con destellos plateados contra la espesura de la noche, y sus bellos orbes como vibrantes cuarzos rosados, brillaban con ansia. Aspirando profundamente, inundo su pecho de aquel aire con aroma a salitre y cerró los ojos para compenetrarse con el lugar, aquella paz profunda y adormecedora solo era capaz de transmitírsela el mar. Casi por inercia se llevó una mano al cuello para palpar la preciosa cadena de platino que acaba en un dije que descansaba en el valle entre sus senos.

- Hace mucho que no estaba así de tranquila – pensó a la vez que una pequeña sonrisita aparecía en sus labios.

Era una costumbre que adquirió con el tiempo, el acudir por las noches hasta la playa en la que varios años atrás había despertador tras un extraño sueño, con su dije de zafiro prendido en el cuello. Por más que le daba vueltas al asunto una y otra vez, no le encontraba alguna explicación razonable, lo cual durante todas las noches siguientes al suceso la llevo a explorar el lugar una y otra vez.

- Hay sucesos que no tienen una explicación terrenal…quizá ocurrió algo más que no puede ni aún puedo ver, después de todo recuerdo que al contarle a mi madre se sorprendió por algunos momentos y luego dibujo en su rostro una sonrisa misteriosa que nunca supe descifrar – la joven frunció el ceño levemente – tras eso se fue al templo del Dios Poseidón a orar.

Todo era confuso a decir verdad. No entendía más de la mitad de lo que pasaba y quizá era porque intentaba buscarle un significado a hechos que no eran humanos, que podían realmente no tener una explicación coherente. Se trataba sobre creer ¿cierto? Pero ella nunca había sido capaz de creer en alguna fuerza superior.

- ¿Qué tal si se trata de una especie de prueba? – Sacudió la cabeza alejando aquel pensamiento en voz alta– No, vine aquí a relajarme, no a seguir dándole vueltas al tema.

Sacó de una suave funda de terciopelo su flauta travesera y con aquella gracia característica que acompañaba todos sus movimientos, comenzó a tocarla. Cada nota la alejaba más de la realidad y se dejaba llevar por la melodía, por la triste y misteriosa melodía que sin saber de que forma había aprendido a tocar. Tenía un tono entre melancólico mezclado con peligro que podría engatusar a quien sea que la escuchase.

por Aixa Mar Feb 01, 2011 7:07 pm

Luego de dejarse llevar por la música durante algunos minutos, la joven dama volvió a abrir los ojos. Había algo que la había sacado de aquel trance y era que repentinamente se había largado a llover. ¿En que momento había ocurrido aquello…? No lo había notado hasta ahora que su cuerpo estaba empapado. Las gruesas gotas de agua caían sin piedad, estrellándose contra su nívea piel y perdiéndose en ella o salpicando su vestido. Con lentitud, bajo el instrumento que sostenía cerca de los labios, para guardarlo en su funda de terciopelo.

- Estaba tan despejado…que extraño que la lluvia se largara repentinamente.

Estaba a punto de dar la vuelta para volver a su palacio, cuando repentinamente un rayo ilumino el cielo, cayendo en el mar, a algunos metros de donde Aixa se encontraba. En el preciso momento en el que este rozo la superficie del agua, nuevamente como ocurrió años atrás varios flashback pasaron por la mente de la joven, rápidamente, dándole apenas tiempo de asimilar lo que veía.

Estaba ataviada con un sencillo vestido de lino, parecidos a los que usaba la servidumbre en el castillo Khrisomallys, y llevaba el corto pelo lila recogido. Se encontraba en un precioso jardín, lleno de una gran variedad de flores. Recordaba ese lugar, era… ¡Villa del Casale! Había estado allí cuando era una niña ¿acaso debía volver a ese lugar? Algo en su interior le decía que sí.

Apresurada, corrió hasta el castillo donde se deshizo de las finas vestimentas que traía y lo reemplazo por una túnica impecable pero que denotaba un rango social menor que aquel al que realmente pertenecía. Cuando estuvo preparada y hubo tomado oro suficiente como para sobrevivir algunos meses, sus piernas la llevaron hasta el establo donde escogió a su mejor caballo, uno de pelaje negro llamado irónicamente, ángel. Era el más veloz que poseía y también el más fuerte.

Una vez listo todo, monto a ángel y a todo galope comenzó a alejarse de la costa, directo a su destino: Villa del Casale.

por Michiru Vie Mayo 13, 2011 11:03 pm

Al parecer el tiempo se Había ido volando Michiru no se percato de que ya estaba oscureciendo la luna se veía hermosa era tan enorme y brillante se reflejaba en el agua del mar, las estrellas comenzaron a salir poco a poco brillando como pequeñas luciérnagas era una noche hermosa y Michiru se encontraba recostada sobre la arena observando cada estrella que aparecía -vaya pero que noche mas hermosa no recuerdo haber visto las estrellas de este modo es muy inspirador quizás ... Pueda escribir nuevas notas mientras observo las estrellas hay esta piscis, capricornio y ..... Acuario - Michiru parecía haber quedado embrujada al observar esa constelación pasaron minutos cuando volvió en si -Que me paso? estoy algo distraida- los grillos comenzaron a hacer su sonido y Michiru se puso de pie ya que no quería sufrir lo mismo de la otra noche y terminar en el Tíber el pensar en ese lugar su piel se erizo - Fue realmente un día muy difícil pero tranquilo- Michiru tomo su violín y lo guardo en su estuche y camino hacia la ciudad colocando sus zapatos en sus pies, el viento sacudio su cabello, giro su cabeza por ultima vez para contemplar la luna y las estrellas que cubrian aquella playa tan romantica y hermosa

por Nia Dom Jul 03, 2011 7:06 pm

Despues de ver como el Juez de Garuda se iba del lugar al ver que nuestro señor no necesitaba a ninguno de sus espectros decidi el irme tambien de ese sitio pero me dirigi hacia una zona cercana al bosque que nuestro señor habia reclamado como su zona entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Era una playa bastante hermosa en ese instante puesto que estaba siendo bañada por la luz de la luna que habia aparecido en aquellos instantes, esta imagen me recordaba en cierto modo algo que paso con la ex-alraune que vivio en un principio dentro de mi persona, al ver esos recuerdos vi cuando se conocio con el dios de la muerte el señor Thanatos y algunos acontecimientos que ya nada tenian que ver conmigo pero me sorprendi un tanto al saber que habian tenido un hijo en el pasado. Seguramente ese hijo o hija habia desaparecido luego de haberse terminado la anterior guerra por lo cual no me importaba mucho su paradero, yo no era alraune era el pecado de la envidia, ese tipo de cosas no me interesaban mucho menos sentia que debia darle importancia puesto que esas cosas tuvieron que ver con alraune y no conmigo. Camine largo rato por aquella playa portando mi armadura en todo momento puesto que no deseaba que me molestaran con cualquier nimiedad asi que usarla haria que se alejaran de mi como siempre, cosa que me gustaba hacer alejar a la gente, hacerlas sufrir todo ese tipo de cosas me gustaban hacerlas.

- Espero y nuestro señor pida nuestra presencia pronto para divertirme un rato masacrando imbeciles... -murmura viendo el mar frente a si-

por Nia Dom Jul 10, 2011 9:00 pm

Habian pasado un par de horas desde que me habia puesto a ver el mar en aquella playa, me aburria y bastante viendolo sin poder hacer nada puesto que a menos de que me dieran ordenes debia comportarme como un estupido mortal. Pude sentir la presencia de gula apagandose hasta desaparecer lo cual me decia que habia vuelto a su primer tarea la cual era proteger las puertas del tartaro, esa pobre gula le habian dado esa tarea desde hace siglos atras por proteger siempre a la que antes fue nuestra señora la diosa Persefone, fue un castigo y retribución por no haber hecho caso al llamado de los espectros y de los pecados en la anterior guerra solo por querer proteger a esa mujer que termino traicionando a nuestro señor. Se tenia merecida la tarea que le habian dado por haber pensado que esa mujer volveria al lado de nuestro señor pero era obvio que no volveria asi nada mas y que se aliaria con otros dioses para destruir a nuestro señor asi fuera lo ultimo que pudiera hacer lo cual ni me sorprendia, esa mujer estaba loca si pensaba destruir a nuestro señor ella sola mas aun por haber perdido casi todo su poder por traicionarlo quedando solo con el titulo de Kore al ser solo la diosa de la primavera, ella ya no era la esposa de nuestro señor o al menos el ya no la consideraba como tal luego de su traición. Pasaron unos minutos mas antes de decidir el irme de aquel sitio a paso calmado viendo el cielo con seriedad.

- Si los dioses se atreven a hacerle algo a mi señor...sufriran como nunca por mi mano... -murmura con seriedad caminando calmadamente por la playa hasta desaparecer en un fulgor oscuro-

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