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Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
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Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Subiendo de prisa por las escalinatas, un par de féminas buscaban con desesperación a su señora, quien se les había escapado en un segundo de descuido, vestían ambas túnicas de lino blanco con ciertos detalles carmines, ropajes propios de la gente de clase media, sus ojos rosados, piel blanca como la nieve y cabelleras rubias denotaban que no eran oriundas de la zona, aun así, lo en verdad sorprendente y llamativo eran las gigantescas lanzas que sostenían, resultaban ser de plata autentica y a pesar de sus tamaños colosales el par de mujeres no se veían ni cansadas, ni agobiadas por el trabajo.
Pronto llegaron a un ala de la mezquita cubierta por velos negros, eso las aliviaba, caminando pausadamente miraban disimuladamente cada cuarto entreabierto hasta que en la penúltima puerta a la izquierda divisaron su silueta frente al candente sol.
Señorita!!!
Gritaron ambas al ver a su ama expuesta a los mortales rayos UV, pero la joven hacía caso omiso, como si no le interesara su seguridad, su permanencia frente a la ventana que daba al patio central hubiera sido eterna si no fuera por las jóvenes rubias que intentaban taparla con los velos oscuros más próximos.
Ya un tiempo después en otra habitación oscura, descubrieron que el cuerpo de su señorita Serafina yacía intacto y sin lleno de esas ronchas que le habían aparecido cuando llegaron recién de las frías tierras de Bluegard.
Un milagro!?
Aclamaron mientras Serafina ensimismada solo veía con cierto deleite su mano blanquísima, sus ojos rojos pasaron a los rosados de sus nodrizas paralizándolas de inmediato.
No creo que fuera eso, solo me acostumbre...
Dijo sin siquiera verlas más, pasando de largo para servirse ella misma de algo de agua, vestía de la misma forma que el par de señoritas que le acompañaban desde su lejano reino, pero ella era distinta, su melena azulada la hacía ver de otro plano distinto al natural, sus iris color pasión aun más.
Un par de musulmanes aparecían invocando a Ala, estaban listos para acribillar a quien oso penetrar en sus instalaciones fuera quien fuera, vieron a Serafina y sin control fueron hacía ella cuando de pronto un par de poderosas estocadas de parte de las gemelas acabaron con su vidas. Serafina apenas vio como corría la sangre del par de hombres y con poca gracia dijo...
Ustedes dos, dejen ya de hacer eso...
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Ya más tarde ese mismo día, Serafina yacía por sobre un elegante mueble, solo la luz de un pequeño farol iluminaba su rostro, el cuerto estaba vedado de cualquier otro que no fueran sus ayudantes, toda un ala cedida a la fuerza por el jefe de aquella mezquita, Serafina comenzab a inpacientarse nuevamente tocandose con furia las piernas, apretando sutilmente sus garras por su jugosa piel de nieve.
El par de doncellas no se atrevian de pasar por el dintel de la puerta a escasos metros de dodne estaba su princesa, sabian que su silencio y quietud solo representaban su creciente enfado.
Pero para extrañar, Serafina no musitaba ni una sola silaba, aun pasando los minutos, levantandose de aquel trono se acerco directo a los ventanales para de un sarpazo arrancar las tunicas negras que la separaban de la luz del sol. Su piel desnuda yacia incomparable ante los primeros rayos, las nodrizas de inmediato pasaron a vestirla, dejandola, tal como lo que era, una muñeca perfectamente adornada.
Serafina solo se dejo agarrar todo lo que quisieran, ni un solo quejido, ni antes, ni ahora, ni nunca. Pero el afanoso quehacer de las mujeres era detenido por un gigantesco estruendo que paralizaba sus corazones...algo sucedia en la parte externa de la mezquita, parecian las voces al unisono de la multitud. Serafina sin esperarlas avanzo para ver lo que sucedia para salir de inmediato de la mezquita como estuviera vestida.
El par de doncellas no se atrevian de pasar por el dintel de la puerta a escasos metros de dodne estaba su princesa, sabian que su silencio y quietud solo representaban su creciente enfado.
Pero para extrañar, Serafina no musitaba ni una sola silaba, aun pasando los minutos, levantandose de aquel trono se acerco directo a los ventanales para de un sarpazo arrancar las tunicas negras que la separaban de la luz del sol. Su piel desnuda yacia incomparable ante los primeros rayos, las nodrizas de inmediato pasaron a vestirla, dejandola, tal como lo que era, una muñeca perfectamente adornada.
Serafina solo se dejo agarrar todo lo que quisieran, ni un solo quejido, ni antes, ni ahora, ni nunca. Pero el afanoso quehacer de las mujeres era detenido por un gigantesco estruendo que paralizaba sus corazones...algo sucedia en la parte externa de la mezquita, parecian las voces al unisono de la multitud. Serafina sin esperarlas avanzo para ver lo que sucedia para salir de inmediato de la mezquita como estuviera vestida.
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Venían las tres mujeres de su posible encuentro con la muerte cuando un par de espadas apuntaban en contra suya, era una pequeña tropa de 7 personas, hombres de pelo en pecho con varias cicatrices en el abdomen, los dirigía un tuerto de cabello cenizo que altanero les hablaba en su extraña lengua, la cual entendían a la perfección las doncellas de Bluegard.
Que hacen en nuestro camino¡
Lárguense ¡
Exclamaban las nodrizas guardianes de Serafina, mientras que este permanecía en mutis total mirando a sus espaldas, el camino que la llevaba de vuelta al mercado, presentía algo, como si hubiera sido engañada por una extraña visión.
Nosotros, no volveremos a permitir el ingreso de sus sucios pies a la mezquita, es territorio sagrado que ustedes, demonios, no volverán a pisar.
Pronto, se agacharon al unisonó para agarrar lo que pudieran, piedras, masas, palos. Serafina sin inmutarse dio la vuelta sin mayor sorpresa anteponiéndose a lo que sus criadas dirían.
Piensan matarnos...con palos y piedras.
Así es.
Una vez más, en fuerza conjunta, los hombres lanzaron lo que tenían en manos sin lograr ningún tiro a dar en el blanco por las lanzas gigantescas de las nodrizas que de inmediato y sin darles tiempo, acabaron con las vidas de los protectores de la mezquita.
Basuras.
Entonces y solo entonces prosiguieron avanzaron, dando pequeños brincos por encima de sus cadáveres, desde lo alto, Serafina logro distinguir la mirada perpleja y aterrada del hombre santo del lugar, la mujer vio la sangre puesta en las lanzas y dijo.
Ustedes, limpien esa sangre, antes de entrar, merecen respeto, pese a ser lo que son.
Pero señorita ¡
Siendo reprendida a tiempo por su hermana, una réplica en contra del monstruo que llevaba Serafina dentro sería su fin. Mientras tanto, Serafina se hacía de oídos sordos, entrando por el portón principal de la mezquita para reclusorio.
Que hacen en nuestro camino¡
Lárguense ¡
Exclamaban las nodrizas guardianes de Serafina, mientras que este permanecía en mutis total mirando a sus espaldas, el camino que la llevaba de vuelta al mercado, presentía algo, como si hubiera sido engañada por una extraña visión.
Nosotros, no volveremos a permitir el ingreso de sus sucios pies a la mezquita, es territorio sagrado que ustedes, demonios, no volverán a pisar.
Pronto, se agacharon al unisonó para agarrar lo que pudieran, piedras, masas, palos. Serafina sin inmutarse dio la vuelta sin mayor sorpresa anteponiéndose a lo que sus criadas dirían.
Piensan matarnos...con palos y piedras.
Así es.
Una vez más, en fuerza conjunta, los hombres lanzaron lo que tenían en manos sin lograr ningún tiro a dar en el blanco por las lanzas gigantescas de las nodrizas que de inmediato y sin darles tiempo, acabaron con las vidas de los protectores de la mezquita.
Basuras.
Entonces y solo entonces prosiguieron avanzaron, dando pequeños brincos por encima de sus cadáveres, desde lo alto, Serafina logro distinguir la mirada perpleja y aterrada del hombre santo del lugar, la mujer vio la sangre puesta en las lanzas y dijo.
Ustedes, limpien esa sangre, antes de entrar, merecen respeto, pese a ser lo que son.
Pero señorita ¡
Siendo reprendida a tiempo por su hermana, una réplica en contra del monstruo que llevaba Serafina dentro sería su fin. Mientras tanto, Serafina se hacía de oídos sordos, entrando por el portón principal de la mezquita para reclusorio.
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Con suma prudencia y silencio casi sepulcral, la jovencita de ojos rojos se aproximaba al cuarto donde había visto al anciano mortificado, toda la planta superior de la mezquita yacía aun cubierta por los largos velos, por lo cual, al llegar al dintel de la entrada su silueta era oscura resaltada apenas por esos extraños iris sobrenaturales.
Allí estaba él, acuñado en una de las esquinas, aferrado de sus piernas en posición fetal, se le veía tan calmo, Serafina avanzo sigilosamente mientras dejaba su túnica para que se dejara ver su piel color leche, su desnudez hacía temblar aun más al octogenario de barba gris que no veía a la mujer con ojos de lujuria, si no de miedo, solo eso.
Ante tus ojos, que vez…?
Pregunto tranquila mientras sacaba los estorbos del medio, ya sean sillas y mesillas; el hombre se negaba a responderle, temblaba como un niño al sospechar la golpiza de su madre.
Que vez!
Pregunto nuevamente con mayor fuerza y autoridad, le reclamaba mientras pasaba su larga cabellera al frente tapando sus abultados senos de virgen. Pronto se sentó, dejando que su abdomen estuviera frente a los ojos del senil quien ya dudaba de las verdaderas intenciones de Serafina.
Veo a un…monstruo.
Dijo finalmente mascullando débilmente, la joven no mostró ira, ni siquiera un atisbo de enojo por aquel insulto, ya estaba acostumbrada al rechazo.
Tienes razón, no debí vivir, ni siquiera existir, pero es lo que me ha tocado.
Se levantaba nuevamente, así mismo, el viejo quien en contra de su voluntad se alzaba por sobre el suelo, algo, una fuerza invisible lo tenía retenido del pecho ahogándole lentamente.
Sufro por dentro, deseo desesperación, ahora lárgate con el resto de tu gente o serán otras las que se sacien con tu sangre.
Dejándole caer mágicamente, el anciano se retiro aun más aterrado que al principio, no pensaba rendirse, ni huir, creía en su fe. La jovencita lo noto y con la misma rapidez que la de sus hermanas el cuerpo sin vida del anciano salio disparado por el ventanal, Serafina no le había tocado en lo absoluto, pero un agujero en medio del pecho del hombre ya había dado el golpe fatal.
Su cuerpo pronto llego a oírse por todas las recamaras de la mezquita, entre tanto las doncellas llegaban para ver a su ama, quien justo se tomaba la molestia de ponerse su túnica.
Expulsen a todos…no deseo a nadie.
Malhumorada se retiraba a la habitación del occiso.
Allí estaba él, acuñado en una de las esquinas, aferrado de sus piernas en posición fetal, se le veía tan calmo, Serafina avanzo sigilosamente mientras dejaba su túnica para que se dejara ver su piel color leche, su desnudez hacía temblar aun más al octogenario de barba gris que no veía a la mujer con ojos de lujuria, si no de miedo, solo eso.
Ante tus ojos, que vez…?
Pregunto tranquila mientras sacaba los estorbos del medio, ya sean sillas y mesillas; el hombre se negaba a responderle, temblaba como un niño al sospechar la golpiza de su madre.
Que vez!
Pregunto nuevamente con mayor fuerza y autoridad, le reclamaba mientras pasaba su larga cabellera al frente tapando sus abultados senos de virgen. Pronto se sentó, dejando que su abdomen estuviera frente a los ojos del senil quien ya dudaba de las verdaderas intenciones de Serafina.
Veo a un…monstruo.
Dijo finalmente mascullando débilmente, la joven no mostró ira, ni siquiera un atisbo de enojo por aquel insulto, ya estaba acostumbrada al rechazo.
Tienes razón, no debí vivir, ni siquiera existir, pero es lo que me ha tocado.
Se levantaba nuevamente, así mismo, el viejo quien en contra de su voluntad se alzaba por sobre el suelo, algo, una fuerza invisible lo tenía retenido del pecho ahogándole lentamente.
Sufro por dentro, deseo desesperación, ahora lárgate con el resto de tu gente o serán otras las que se sacien con tu sangre.
Dejándole caer mágicamente, el anciano se retiro aun más aterrado que al principio, no pensaba rendirse, ni huir, creía en su fe. La jovencita lo noto y con la misma rapidez que la de sus hermanas el cuerpo sin vida del anciano salio disparado por el ventanal, Serafina no le había tocado en lo absoluto, pero un agujero en medio del pecho del hombre ya había dado el golpe fatal.
Su cuerpo pronto llego a oírse por todas las recamaras de la mezquita, entre tanto las doncellas llegaban para ver a su ama, quien justo se tomaba la molestia de ponerse su túnica.
Expulsen a todos…no deseo a nadie.
Malhumorada se retiraba a la habitación del occiso.
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Ya pasado el mal humor, se habia tomado el tiempo necesario para meditar las cosas, busco el mejor asiento de la planta alta, nadie se interpuso más a su paso, la mezquita yacia vacia, algunos habían huido y otros sencillamente habian muerto, gracias al aporte de sus fieles siervas de las cuales ni conocia sus nombres.
El sol moria, dejando que el naranjo crepuscular cubriera su cuerpo desnudo por uno de los ventanalas de la sala, la cual se hallaba bellamente decorada, vasijas finas e incienzo de la mejor calidad, uno que otro objeto de oro y gemas, un verdadero tesoro que resultaba eclipsada facilmente por el divino cuerpo de la jovencita sentada sobre el mueble, practicamente tirada como un marioneta, Serafina, poseia una belleza excepcionalmente extraña para ser solo una copia de alguien más.
Entre sus pensamientos estaba la razón verdadera de su arribo a tierras tan aridas y desprovistas de lo que ella necesitaba...agua.
Su garganta estaba seca, y si no lo hacía mención a sus siervas era por el simple hecho de que no le importaba su cuerpo, es más, deseaba en secreto morir.
Ojala aquella vez no hubieran fallado, padre, perdoname.
Sus inertes ojos posaron sobre los arboles del jardin, los cuales, ante el ocasa, brillaban como si de fuego tratase, Serafina deseo acercarse, pero algo la dejaba sin energias, quizas era la tristeza de saber que no tenía ningun fin su vida, ni siquiera le interesaba ya investigar a los seguidores de aquel hombre autoproclamado hijo de Dios. Entonces la presintio, alguien ajeno se presentaba a la entrada a sus espaldas, no era alguien comun y corriente.
Quien eres
Pregunto despreocupadamente, sabia que sus doncellas estaban cerca y que no demorarian en acabar con la extraña, ni siquiera se preocupada en dar la vuelta. Era una mujer tapada por infinidad de velos, llegandole a cubrir todo el cuerpo salvo la parte baja del rostro.
Soy Medea, o algun dia conocida como Suky, aunque eso ya no interesara para ti, pues vengo a acabar con el clon de la futura reina.
Serafina, por primera vez sorprendida dio vuelta tan rapido como pudo, cuando sus ojos llegaron a alcanzarle, justo estaban las hachas de sus doncellas por acabar a la intrusa.
El sol moria, dejando que el naranjo crepuscular cubriera su cuerpo desnudo por uno de los ventanalas de la sala, la cual se hallaba bellamente decorada, vasijas finas e incienzo de la mejor calidad, uno que otro objeto de oro y gemas, un verdadero tesoro que resultaba eclipsada facilmente por el divino cuerpo de la jovencita sentada sobre el mueble, practicamente tirada como un marioneta, Serafina, poseia una belleza excepcionalmente extraña para ser solo una copia de alguien más.
Entre sus pensamientos estaba la razón verdadera de su arribo a tierras tan aridas y desprovistas de lo que ella necesitaba...agua.
Su garganta estaba seca, y si no lo hacía mención a sus siervas era por el simple hecho de que no le importaba su cuerpo, es más, deseaba en secreto morir.
Ojala aquella vez no hubieran fallado, padre, perdoname.
Sus inertes ojos posaron sobre los arboles del jardin, los cuales, ante el ocasa, brillaban como si de fuego tratase, Serafina deseo acercarse, pero algo la dejaba sin energias, quizas era la tristeza de saber que no tenía ningun fin su vida, ni siquiera le interesaba ya investigar a los seguidores de aquel hombre autoproclamado hijo de Dios. Entonces la presintio, alguien ajeno se presentaba a la entrada a sus espaldas, no era alguien comun y corriente.
Quien eres
Pregunto despreocupadamente, sabia que sus doncellas estaban cerca y que no demorarian en acabar con la extraña, ni siquiera se preocupada en dar la vuelta. Era una mujer tapada por infinidad de velos, llegandole a cubrir todo el cuerpo salvo la parte baja del rostro.
Soy Medea, o algun dia conocida como Suky, aunque eso ya no interesara para ti, pues vengo a acabar con el clon de la futura reina.
Serafina, por primera vez sorprendida dio vuelta tan rapido como pudo, cuando sus ojos llegaron a alcanzarle, justo estaban las hachas de sus doncellas por acabar a la intrusa.
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Las manos desnudas de aquella extraña habían sido capaces de detener el brutal golpe del par de homúnculos, quienes asombradas intentaban poner sobre sus brazos mayor presión, siendo el resultado igual de inútil. Serafina avanzo un paso, no creyendo lo que sus ojos atestiguaban.
Imposible, nunca un humano...
La extraña llamada Medea apenas sonrió, un aura violeta comenzó a rodearle pasando rápidamente a la palma de sus manos, un rayo fulminante que arrojaba fácilmente las afiladas hachas de las sirvientas.
Cometen un error. Y lo pagaran.
Una fuerza invisible jalo el cuerpo de ambas hacía el de la bruja, dejando expuesto su pecho al tacto de Medea quien no tardaba en formar un círculo con su índice sobre extrayéndoles el corazón. Ambas caían a los pies de su señora.
Eres de Bluegard?
No, no pertenezco a esta época, solo vine por ti.
Por mi?
Así es.
La luz plateada de las estrellas ingresaba alumbrado el escenario oscuro.
Tu no debes estar en este mundo, aun no, eres imperfecta, un experimento que debe terminarse.
Medea volvió a subir su mano en contra de Serafina, pero esta, mas lista se arrojo de espaldas contra el ventanal rompiéndolo en mil pedazos, un fuerte choque sonó, a consecuencia de la caída del cuerpo. La bruja comenzó a avanzar, seguro de su victoria.
Te di la libertad de tu muerte, será que me vuelvo débil de corazón?
Pero al asomarse por el balcón solo hallo madera vieja sobre el piso de la primera planta, intrigada trato de regresar pero algo ya la tenía de la cintura, sus esfuerzos eran inútiles, Serafina yacía pegada a la pared inferior, quien superando la fuerza de gravedad comenzó a correr en vertical a la parte superior de la cúpula jalando a Medea con ella, quien luego de un rato, lograba liberarse sin recibir mayor daño.
Dices que no es mi tiempo, pero yo quien así lo decide, no me importa de parte de quien vengas, pero, espero estés preparada para tu muerte...
Imposible, nunca un humano...
La extraña llamada Medea apenas sonrió, un aura violeta comenzó a rodearle pasando rápidamente a la palma de sus manos, un rayo fulminante que arrojaba fácilmente las afiladas hachas de las sirvientas.
Cometen un error. Y lo pagaran.
Una fuerza invisible jalo el cuerpo de ambas hacía el de la bruja, dejando expuesto su pecho al tacto de Medea quien no tardaba en formar un círculo con su índice sobre extrayéndoles el corazón. Ambas caían a los pies de su señora.
Eres de Bluegard?
No, no pertenezco a esta época, solo vine por ti.
Por mi?
Así es.
La luz plateada de las estrellas ingresaba alumbrado el escenario oscuro.
Tu no debes estar en este mundo, aun no, eres imperfecta, un experimento que debe terminarse.
Medea volvió a subir su mano en contra de Serafina, pero esta, mas lista se arrojo de espaldas contra el ventanal rompiéndolo en mil pedazos, un fuerte choque sonó, a consecuencia de la caída del cuerpo. La bruja comenzó a avanzar, seguro de su victoria.
Te di la libertad de tu muerte, será que me vuelvo débil de corazón?
Pero al asomarse por el balcón solo hallo madera vieja sobre el piso de la primera planta, intrigada trato de regresar pero algo ya la tenía de la cintura, sus esfuerzos eran inútiles, Serafina yacía pegada a la pared inferior, quien superando la fuerza de gravedad comenzó a correr en vertical a la parte superior de la cúpula jalando a Medea con ella, quien luego de un rato, lograba liberarse sin recibir mayor daño.
Dices que no es mi tiempo, pero yo quien así lo decide, no me importa de parte de quien vengas, pero, espero estés preparada para tu muerte...
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Las palabras de Serafina eran duras e inflexibles, estaba astiada de los continuos asesinos enviados por parte de aquel grupo de sabios ancestrales de Bluegard, mezquinos, solo buscando satisfacer sus propios deseos de glorio, jamas habian soportado la idea de que "su padre" se les adelantara al dar vida a algo que ya no lo poseia.
Pero existia algo muy distinto en aquella mujer, no parecía reflejar la idea de asesino a paga o fanatica religiosa. Serafina contuvo sus brazos, cerrando sus puños y metiendolos de forma cruzada por debajo de sus codos.
No entiendes aun la verdadera importancia del alma y cuerpo que albergas.
A que te refieres?. Se bien que no soy humana, pero...
Medea o Suky comenzo a levitar mientras mantenia aun la serena sonrisa, como si la conociera de toda la vida, quien diantres era en verdad?
Quien soy?
Serafina se detuvo de pensar al saber que la extraña mujer leia su mente, no era una asesina despues de todo.
Ya te lo dije, soy tu fiel subdita.
Si lo eres, entonces...
Vengo a matarte para evitar la catastrofe del futuro, aquella hermosa ciudad jamas debio ser destruida...
Ciudad?
Suficiente de palabras...resignate copia!
De la palma de sus manos miles de rayos purpura comenzaron a brotar siendo lanzados al cuerpo de la princesa, quien al verlo comenzo a ir en contraofensiva con sus brazos desplegados, anclando cada extrimidad en el suelo frio para agarrar mayor impulso se lanzo a gran velocidad contra la lluvia de meteoritos.
Tonta, humunculo o humano, tu destino es el mismo.
Peligro o no, Serafina no temia a la muerte, puntos invisibles frente suyo detonaban las esferas de energía, librandose de ellas hasta llegar a estar frente a Medea, un golpe fatal propinado de su parte y esquivado por Suky mediante aquel extraño escudo magico.
Medea lucia sorprendida de ver la capacidad de la joven, pero estaba convencidad que su victoria estaba garantiza.
Sabes que tu vida terrenal terminara aun más rapido al descargar el mana que guardas.
Le dijo justo antes de que la doncella cayera por la gravedad al suelo, tan sutilmente, como lo haria un minino.
Lose y aun asi no me importa.
Un coro angelical de muerte se pudo oir en toda la ciudad, algo sucedia, varias construcciones caian, más, estaban aun muy lejos.
La muerte esta cerca...no temes a la muete?
No, y si, la muerte esta cerca, no solo para mi, si no, para ambas.
Me llamo la atención el extraño truco que usaste para librarte de la furia de meteoros que te envie, acaso es magia o un arma?
Eso lo sabras pronto.
Un minuto exacto paso mientras ambas rivales a muerte se divisaban, una del cielo y otra de la tierra. Amparadas bajo el cielo nocturno y el ocaso de muchas vidas.
Pero existia algo muy distinto en aquella mujer, no parecía reflejar la idea de asesino a paga o fanatica religiosa. Serafina contuvo sus brazos, cerrando sus puños y metiendolos de forma cruzada por debajo de sus codos.
No entiendes aun la verdadera importancia del alma y cuerpo que albergas.
A que te refieres?. Se bien que no soy humana, pero...
Medea o Suky comenzo a levitar mientras mantenia aun la serena sonrisa, como si la conociera de toda la vida, quien diantres era en verdad?
Quien soy?
Serafina se detuvo de pensar al saber que la extraña mujer leia su mente, no era una asesina despues de todo.
Ya te lo dije, soy tu fiel subdita.
Si lo eres, entonces...
Vengo a matarte para evitar la catastrofe del futuro, aquella hermosa ciudad jamas debio ser destruida...
Ciudad?
Suficiente de palabras...resignate copia!
De la palma de sus manos miles de rayos purpura comenzaron a brotar siendo lanzados al cuerpo de la princesa, quien al verlo comenzo a ir en contraofensiva con sus brazos desplegados, anclando cada extrimidad en el suelo frio para agarrar mayor impulso se lanzo a gran velocidad contra la lluvia de meteoritos.
Tonta, humunculo o humano, tu destino es el mismo.
Peligro o no, Serafina no temia a la muerte, puntos invisibles frente suyo detonaban las esferas de energía, librandose de ellas hasta llegar a estar frente a Medea, un golpe fatal propinado de su parte y esquivado por Suky mediante aquel extraño escudo magico.
Medea lucia sorprendida de ver la capacidad de la joven, pero estaba convencidad que su victoria estaba garantiza.
Sabes que tu vida terrenal terminara aun más rapido al descargar el mana que guardas.
Le dijo justo antes de que la doncella cayera por la gravedad al suelo, tan sutilmente, como lo haria un minino.
Lose y aun asi no me importa.
Un coro angelical de muerte se pudo oir en toda la ciudad, algo sucedia, varias construcciones caian, más, estaban aun muy lejos.
La muerte esta cerca...no temes a la muete?
No, y si, la muerte esta cerca, no solo para mi, si no, para ambas.
Me llamo la atención el extraño truco que usaste para librarte de la furia de meteoros que te envie, acaso es magia o un arma?
Eso lo sabras pronto.
Un minuto exacto paso mientras ambas rivales a muerte se divisaban, una del cielo y otra de la tierra. Amparadas bajo el cielo nocturno y el ocaso de muchas vidas.
Serafina- Cantidad de envíos : 13
Re: Jerusalem: Mezquita de Al Qasa
Serafina
Pensamientos de Serafina
Suky, General de las marinas, *Medea*
Pensamientos de Suky,Medea
-----------------------------------------------------
Serafina apretó con fuerza sus dientes haciéndoles rechinar mientras que con su brazo jalaba con todas sus fuerzas. El mismo lazo invisible parecía atrapar nuevamente a Suky quien en el cielo estaba.
Considérate muer...
Muerta? hahaha
Un brillo purpura, aun más fuerte que el anterior apareció rodeándole, liberándole claramente del lazo mágico e invisible producido por Serafina quien permanecía incrédula y asombrada en la tierra. Medea se había liberado con suma facilidad.
Soy una bruja del mar, crees que no podía defenderme de tus cadenas invisibles.
Con una mano traspasaba su propia defensa mágica tocando con la yema de los dedos el aire, de inmediato un brillo dorado hacía aparecer largas cadenas, las cuales, tenían como punto de partida el abdomen de la princesa asgariana quien seguía sorprendida.
Siempre lo supiste?
Siempre lo supe, desde el instante en que arrojaste a ese anciano por la ventana.
Serafina comprendió que aquella rival era demasiado fuerte, hábil e inteligente, le había estudiado desde ese momento o incluso desde su llegada a la mezquita. No cabía duda, aquella bruja que se decía del futuro era superior a ella. Pero su tiempo de pensar acababa, Suky suspiraba intermitentemente, se notaba el cansancio en su cuerpo.
No parece agotada por mis ataques o la invocación de su defensa, de donde viene?...de que instante del futuro?
Conocía bien que leería su mente, pero, esta vez, Medea actuaba como si no fuera así, sencillamente no mencionaría su verdadera procedencia cronológica. Súbitamente levanto sus brazos al cielo conjurando algo en un idioma cantado, el cielo oscureció, una chispa de luz verdosa fue creciendo dramáticamente entre sus palmas.
Muere y permite que mi rey obtenga la victoria.
Bajando con fuerza sus brazos, la energía era liberada, Serafina a pesar de haber perdido el factor sorpresa de sus cadenas invisibles no perdía la confianza de poder destruir la técnica antes que siquiera la tocase, una vez más se lanzo al aire con total orgullo, hecha una total fiera, envió las filosas puntas de sus cadenas para partir la esfera. A medida que se le acercaba la luz comenzaba a cubrirlo todo, no sabiendo si era porque le esfera crecía o un efecto óptico, ya no había paso hacía atrás.
Las puntas penetraron juntas el medio de la energía colosal dejándole paso a su delicado cuerpo de traspasarlo, el plan salió a la perfección, pero no tenía en cuenta que Medea iba tras su esfera al encuentro de Serafina.
Serafina!
Otra fuerte ráfaga luminosa paso por los carmines ojos de la doncella, luego, sus cuerpos se juntaron, quedando pegadas por segundos...
Debiste dejarte morir con paciencia y serenidad.
Suky se separaba aun levitando, un daga arcoíris quedaba incrustada en el vientre de la Serafina, al poco rato sus cadenas perdían la vitalidad, el cuerpo de Serafina hacía lo mismo.
Lamentable es ver que el cuerpo de mi señor caiga tan bajo. Quédate allí y déjame darte una muerte digna.
Como muñeca, Serafina comenzaba a levantarse tomando con fuerza los mandos de sus cadenas muertas. Un humillo claro salía de la parte alta de su rostro oculto por su cabello.
Ha...ha...
De nada sirve que cargues con el peso muerto de tus cadenas, ahora son solo metal pesado, la daga que te incruste te elimino la posibilidad de usarlos, además estas ciega..así q...
Serafina se paro recta, orgullosa pese al dolor que le producía el corte y la quemadura de sus preciosos ojos que ahora eran cenizos. Suky retrocedió al ver el infatigable espíritu de Serafina. Un cetro aparecía entre sus manos, estaba dispuesta a terminar con ella lo más rápido posible.
Porque te levantas, debo regresar con mi señor o todo terminara, simplemente resígnate, jamás debiste nacer, solo eres una copia, nada más que eso.
Una muñeca?
Respondió la doncella quien seguía tratando de revivir a sus preciosas cadenas de plata. Medea volvió a levitar, ya no se sorprendía de oír a una casi muerta.
Soy, fui y seré eso para todos... y quizás tengan razón, pero, pero no tienen derecho a decidir extinguir la flama de mi alma, aun cuando esta sea solo prestada.
Imposible que es esto, esta mujer debería estar agonizando, de donde brota este poder, acaso tiene otro recurso aparte de sus cadenas?
Medea levantaba una vez más aquella aura mística que traería aquella esfera a sus palmas, pero una ráfaga tan pesada como un pared iba contra ella de repente, no dejándole tiempo para reaccionar, el polvo dejado a su paso le impedía ver el cuerpo de Serafina quien ya no estaba más ahí.
Imposible.
Suky volvió para todas partes de la tierra, hasta que un fuerte estallido de energía blanca aparecía por encima suyo, a cientos de metros de distancia.
Qué es eso?
Una estrellas con alas blancas, una luz que rápidamente tomaba la forma de un caballo alado en el cual yacía montada Serafina.
Pegaso...el hijo mítico de Poseidón...aquí?...acaso esta mujer es más que una simple copia.
Su sorpresa desapareció abruptamente al recordar la situación de su amo, no tenía tiempo para perderlo, se alzaba a los cielos, aun más alto que su contrincante, su báculo relucía en purpura concentrando más y más su poder. Estaba segura que aquella invocación de Serafina sería su último intento en tratar de sobrevivir.
Por otro lado, Serafina tomaba con dulzura el rostro de la bestia, aun en tan difíciles momentos su rostro mostraba absoluta tranquilidad, como si lo vivido recientemente le hubiera traído el equilibrio que siempre había buscado.
Se que me escuchas Medea, y quiero que sepas que no me importa la situación de tu futuro, ni lo deseo conocer, si existe alguna otra Serafina, guárdatelo, pues aquí, la única, soy yo...
Tomando las riendas con fuerza, conocía que su estado era grave, un hilo de sangre brotaba de sus labios siendo evaporado por el calor irradiado del Pegaso. Medea así mismo se rodeaba de infinidad de esferas a su alrededor, no tenía porque esperar a que se armara aun más, tomando más altura, pretendía ganar con la fuerza cinética de la caída, su cabellera se volvía blanca, así mismo su cuerpo.
Belerofonte!!!
El fuerte chillido desprendido por el viento cortado auguraba la fuerza colosal de su ataque, el cual quizás resultaba ser el último. Medea, estaba segura de su victoria, daba vueltas al báculo que traía en manos para luego apuntar en dirección de la estrella que venía en frente.
Las imágenes del padre de Serafina venían a su cabeza mientras su cuerpo se iluminaba más y más.
Por la vida que me toco.
Por tu miseria...Lluvia de Meteoros!!!
El cielo oscuro de pronto se iluminaba, la poca gente en los alrededores, pastores en su mayoría pudieron ver el espectáculo muy lejos de la orgia de sangre, parecía la caída de un ángel alado que desaparecía entre millares de estrellas. Un silencio absoluto, en el cual ni el aleteo de una paloma se percibía, luego, minutos más adelante la onda expansiva llegaría derrumbando arboles y casas.
Medea resultaba ilesa, protegida por su escudo, viendo como Serafina desaparecía entre las esferas, dejando una ala suyo que logro traspasar el cuerpo de Suky terminando en formación de diminutas partículas doradas. La bruja sonrió mientras veía en aquella estela a su espalda el rostro de la asgariana.
A fin de cuentas, te volviste solo luz...jejejejejejjajajajajajajajjajajajajajajaja
La figura de la bruja se ensombrecía mientras el polvo dorado le envolvía, la luz del sol comenzaba a emerger luego en el horizonte, dejando ver el cuerpo blanco de Medea, una estatua de sal puro en el cielo que pronto termino cayendo rompiéndose en dos. Ambas murieron, una lágrima caía del rostro cuarteado de la marina quien dejaba solo a su señor Poseidón en el futuro, justo cuando la Atlántida flotante era destruida por la flecha de Sisiphus y Edward.
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Serafina On Rol muerta
Pensamientos de Serafina
Suky, General de las marinas, *Medea*
Pensamientos de Suky,Medea
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Serafina apretó con fuerza sus dientes haciéndoles rechinar mientras que con su brazo jalaba con todas sus fuerzas. El mismo lazo invisible parecía atrapar nuevamente a Suky quien en el cielo estaba.
Considérate muer...
Muerta? hahaha
Un brillo purpura, aun más fuerte que el anterior apareció rodeándole, liberándole claramente del lazo mágico e invisible producido por Serafina quien permanecía incrédula y asombrada en la tierra. Medea se había liberado con suma facilidad.
Soy una bruja del mar, crees que no podía defenderme de tus cadenas invisibles.
Con una mano traspasaba su propia defensa mágica tocando con la yema de los dedos el aire, de inmediato un brillo dorado hacía aparecer largas cadenas, las cuales, tenían como punto de partida el abdomen de la princesa asgariana quien seguía sorprendida.
Siempre lo supiste?
Siempre lo supe, desde el instante en que arrojaste a ese anciano por la ventana.
Serafina comprendió que aquella rival era demasiado fuerte, hábil e inteligente, le había estudiado desde ese momento o incluso desde su llegada a la mezquita. No cabía duda, aquella bruja que se decía del futuro era superior a ella. Pero su tiempo de pensar acababa, Suky suspiraba intermitentemente, se notaba el cansancio en su cuerpo.
No parece agotada por mis ataques o la invocación de su defensa, de donde viene?...de que instante del futuro?
Conocía bien que leería su mente, pero, esta vez, Medea actuaba como si no fuera así, sencillamente no mencionaría su verdadera procedencia cronológica. Súbitamente levanto sus brazos al cielo conjurando algo en un idioma cantado, el cielo oscureció, una chispa de luz verdosa fue creciendo dramáticamente entre sus palmas.
Muere y permite que mi rey obtenga la victoria.
Bajando con fuerza sus brazos, la energía era liberada, Serafina a pesar de haber perdido el factor sorpresa de sus cadenas invisibles no perdía la confianza de poder destruir la técnica antes que siquiera la tocase, una vez más se lanzo al aire con total orgullo, hecha una total fiera, envió las filosas puntas de sus cadenas para partir la esfera. A medida que se le acercaba la luz comenzaba a cubrirlo todo, no sabiendo si era porque le esfera crecía o un efecto óptico, ya no había paso hacía atrás.
Las puntas penetraron juntas el medio de la energía colosal dejándole paso a su delicado cuerpo de traspasarlo, el plan salió a la perfección, pero no tenía en cuenta que Medea iba tras su esfera al encuentro de Serafina.
Serafina!
Otra fuerte ráfaga luminosa paso por los carmines ojos de la doncella, luego, sus cuerpos se juntaron, quedando pegadas por segundos...
Debiste dejarte morir con paciencia y serenidad.
Suky se separaba aun levitando, un daga arcoíris quedaba incrustada en el vientre de la Serafina, al poco rato sus cadenas perdían la vitalidad, el cuerpo de Serafina hacía lo mismo.
Lamentable es ver que el cuerpo de mi señor caiga tan bajo. Quédate allí y déjame darte una muerte digna.
Como muñeca, Serafina comenzaba a levantarse tomando con fuerza los mandos de sus cadenas muertas. Un humillo claro salía de la parte alta de su rostro oculto por su cabello.
Ha...ha...
De nada sirve que cargues con el peso muerto de tus cadenas, ahora son solo metal pesado, la daga que te incruste te elimino la posibilidad de usarlos, además estas ciega..así q...
Serafina se paro recta, orgullosa pese al dolor que le producía el corte y la quemadura de sus preciosos ojos que ahora eran cenizos. Suky retrocedió al ver el infatigable espíritu de Serafina. Un cetro aparecía entre sus manos, estaba dispuesta a terminar con ella lo más rápido posible.
Porque te levantas, debo regresar con mi señor o todo terminara, simplemente resígnate, jamás debiste nacer, solo eres una copia, nada más que eso.
Una muñeca?
Respondió la doncella quien seguía tratando de revivir a sus preciosas cadenas de plata. Medea volvió a levitar, ya no se sorprendía de oír a una casi muerta.
Soy, fui y seré eso para todos... y quizás tengan razón, pero, pero no tienen derecho a decidir extinguir la flama de mi alma, aun cuando esta sea solo prestada.
Imposible que es esto, esta mujer debería estar agonizando, de donde brota este poder, acaso tiene otro recurso aparte de sus cadenas?
Medea levantaba una vez más aquella aura mística que traería aquella esfera a sus palmas, pero una ráfaga tan pesada como un pared iba contra ella de repente, no dejándole tiempo para reaccionar, el polvo dejado a su paso le impedía ver el cuerpo de Serafina quien ya no estaba más ahí.
Imposible.
Suky volvió para todas partes de la tierra, hasta que un fuerte estallido de energía blanca aparecía por encima suyo, a cientos de metros de distancia.
Qué es eso?
Una estrellas con alas blancas, una luz que rápidamente tomaba la forma de un caballo alado en el cual yacía montada Serafina.
Pegaso...el hijo mítico de Poseidón...aquí?...acaso esta mujer es más que una simple copia.
Su sorpresa desapareció abruptamente al recordar la situación de su amo, no tenía tiempo para perderlo, se alzaba a los cielos, aun más alto que su contrincante, su báculo relucía en purpura concentrando más y más su poder. Estaba segura que aquella invocación de Serafina sería su último intento en tratar de sobrevivir.
Por otro lado, Serafina tomaba con dulzura el rostro de la bestia, aun en tan difíciles momentos su rostro mostraba absoluta tranquilidad, como si lo vivido recientemente le hubiera traído el equilibrio que siempre había buscado.
Se que me escuchas Medea, y quiero que sepas que no me importa la situación de tu futuro, ni lo deseo conocer, si existe alguna otra Serafina, guárdatelo, pues aquí, la única, soy yo...
Tomando las riendas con fuerza, conocía que su estado era grave, un hilo de sangre brotaba de sus labios siendo evaporado por el calor irradiado del Pegaso. Medea así mismo se rodeaba de infinidad de esferas a su alrededor, no tenía porque esperar a que se armara aun más, tomando más altura, pretendía ganar con la fuerza cinética de la caída, su cabellera se volvía blanca, así mismo su cuerpo.
Belerofonte!!!
El fuerte chillido desprendido por el viento cortado auguraba la fuerza colosal de su ataque, el cual quizás resultaba ser el último. Medea, estaba segura de su victoria, daba vueltas al báculo que traía en manos para luego apuntar en dirección de la estrella que venía en frente.
Las imágenes del padre de Serafina venían a su cabeza mientras su cuerpo se iluminaba más y más.
Por la vida que me toco.
Por tu miseria...Lluvia de Meteoros!!!
El cielo oscuro de pronto se iluminaba, la poca gente en los alrededores, pastores en su mayoría pudieron ver el espectáculo muy lejos de la orgia de sangre, parecía la caída de un ángel alado que desaparecía entre millares de estrellas. Un silencio absoluto, en el cual ni el aleteo de una paloma se percibía, luego, minutos más adelante la onda expansiva llegaría derrumbando arboles y casas.
Medea resultaba ilesa, protegida por su escudo, viendo como Serafina desaparecía entre las esferas, dejando una ala suyo que logro traspasar el cuerpo de Suky terminando en formación de diminutas partículas doradas. La bruja sonrió mientras veía en aquella estela a su espalda el rostro de la asgariana.
A fin de cuentas, te volviste solo luz...jejejejejejjajajajajajajajjajajajajajajaja
La figura de la bruja se ensombrecía mientras el polvo dorado le envolvía, la luz del sol comenzaba a emerger luego en el horizonte, dejando ver el cuerpo blanco de Medea, una estatua de sal puro en el cielo que pronto termino cayendo rompiéndose en dos. Ambas murieron, una lágrima caía del rostro cuarteado de la marina quien dejaba solo a su señor Poseidón en el futuro, justo cuando la Atlántida flotante era destruida por la flecha de Sisiphus y Edward.
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Serafina On Rol muerta
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