[ Escondite y Refugio ]

por Astrid Vie Oct 14, 2011 1:53 am

Sin necesidad de detenerme a examinar el camino la llevaba por la zona más segura que encontraba, los relatos de lo que alguna vez fue el rey de Germania mencionaron que existían caminos y refugios colocados de una manera estratégica para sorprender a las tropas romanas, tanto servían como escondites para aquellos que escapaban del bélico imperio como usados en una trampa mortal. Después de todo aquel hombre que escondía su identidad bajo una máscara de hierro no estaba tan equivocado, Stern haló la oreja de su gemelo invitándolo a caminar a su lado o al menos retomar el vuelo, el único que parecía incómodo de tener que soportar la idea de soportar más compañía era Cheshire que un tanto huraño opto por seguir las huellas que dejábamos ambas ofreciéndonos algo más de privacidad o lo más seguro una distancia prudente para poder vigilarme.

Llegando finalmente a la parte más profunda localizaba casi como en un golpe de suerte el sitio dispuesto para las hazañas de emboscadas, el manto de nieve cubría todo que podría decirse que estaban en un callejón sin salida. Alejándome de ella apoyaba mi mano palpando cualquier zona del suelo, descubriendo finalmente la herradura donde daba acceso a la colina retiraba con fuerza la puerta para acceder.. en el fondo el camino de un pasillo de salientes de roca se presentaba.. no faltaba mucho para que la tormenta se desatara. Tomando la mano de su compañera accedieron juntas dejando que todos entraran para finalmente cerrarla, creando un destello de energía carente de chispa fue capaz de encender la antorcha iluminando el camino corto a la enorme habitación, se notaba que jamás fue usada para sus propósitos ya que las tropas romanas cambiaban de rumbo constantemente.

Teniendo la noción de que existía la posibilidad de pedirle a Stern que las llevará a cualquier sitio deseaba al menos pasar más tiempo a lado de Selene, por alguna razón algo le indicaba que no era buen momento de separar sus caminos como tanto acostumbraban. Apoyando la antorcha sobre la pared no era necesario llevarla encima, todo se iluminaba tenuemente dejando a la vista una mesilla al centro, sobre la esquina una cama preparada entre más pieles mientras que al extremo una reserva de armamento, justo en una estantería se encontraban frascos con polvo y unos artículos en madera como lo eran unos tarros, platos, etc.

Descansemos en lo que pasa la tormenta.. también necesitas descansar, veré si hay prendas en aquel baúl… una que te cubra mejor.

por Selene Dom Oct 16, 2011 1:02 am

- Esta bien. - Respondió Selene a la oferta de ropas más adecuadas. Pensó si tal vez debería haberle dicho "gracias", pero la reina de Egipto no daba las gracias a nadie. Y Selene, la dama de la Ira, menos lo haría. No iba con ella eso de los modales y las cortesías con espectros. Era seca, acida, ruda, arrogante y antipática. Astrid la había conocido así, y así permanecería siempre. - Este lugar apesta a moho.

Miró de reojo de un sitio a otro, esperando que saliera alguna cosa extraña, que todo eso fuera una especie de trampa. No confiaba en nadie, menos en Astrid con la cual tenía una disputa sin resolver. Ir a ese lugar le hacía sentir que todo aquello era una emboscada de esa mujer para encontrarla con la guardia desprevenida.

Pero Cheshire no se veía incomodo para nada. Como todo buen gato holgazán, a lo que primero saltó fue a las pieles y se cobijó entre estas haciendose un lulo en ellas, acurrucando su cabeza entre sus patas para dormir. ¿Estaría cansado? A Selene no le importaba. Sid jugaba con Stern, lo cual la irritaba. Sid era demasiado alegre para alguien tan amargada como lo era ella. Ver como ambas criaturas se lamían una a la otra le producía nauseas.

Dio unos pasos mirando el lugar. La verdad, para la pocilga que podría haber resultado ser, no estaba tan mal. Había algunas comodidades y al menos se protegerían de la nieve todo lo que quisieran.

- Lo que no entiendo, ¿Por qué quedarnos aquí si te quieres proteger de la nieve? Sid y Stern nos podrían llevar a cualquier lugar que queramos.

Selene se sentó sobre la cama, retirando las prendas que había encontrado en el campamento romano por sobre sus hombros. Su torso estaba desnudo pero parecía no importarle. Se podía ver algunas manchas de sangre por su cuerpo... lo cual por permanecer mirando a Astrid no se percató. Se debía al golpe que había recibido en la cabeza cuando se encontraba con Wyvern, la sangre había escurrido por su cuerpo desde el rostro y ya que la tunica que portaba era roja, no se había dado cuenta de que había manchado su cuerpo tambien.

- Ire al grano, no somos estúpidas. - Dijo sacandose las botas que portaba y lanzandolas a un costado. - ¿Que quieres hablar conmigo que sea tan importante que no nos podamos ir de este lugar¿ ¿Que hay aún pendiente aquí que nos obliga a quedarnos? ¿Necesitas algo de mí? Porque si es así, agradecería que tuvieras las agallas de decirlo deu na vez y dejar de hacerme perder el tiempo.

por Astrid Dom Oct 16, 2011 2:24 am

Caminando hasta el baúl notaba como este no poseía ningún cerrojo, lo único que se consideraba como tesoro eran los alimentos proporcionadas por las tropas, lo exclusivamente necesario para subsistir. Las palabras de Selene no tenían demasiado impacto para mí, tenía mis motivos para escoger dicho lugar, hasta para alguien como ella era estrictamente necesario tomar un reposo.

Lo sé.

Dándole la razón examinaba el interior para encontrar un camisón a lado de otros abrigos y prendas, buscando más en el fondo hallaba un vestido que no debía desagradarle del todo pero por el momento guardaría el secreto pues si se lo daba seguramente optaría por marcharse encontrando cualquier excusa. Al dar la vuelta notaba la semidesnudes de esa mujer, acercándome lo único que pude ver en ella fue el rastro de sangre que poseía. Arrojaba el camisón a lado de la cama pues no me tomaría la molestia de vestirla pero al igual moviendo uno de los tantos barriles descubría tres contenedores de agua por lo que tomando un recipiente lo llenaba para también rasgar la manga de mi prenda y sentarme a su lado. El sonido de las botas me hicieron saber que por mucho que le molestara no se negaría a tener un poco de tiempo liberándose de todas sus preocupaciones, quedándome a su lado remojaba la tela para pasarla a rozar sobre su piel, quitando esas manchas y limpiarla lo que más podía su cuerpo.

No existe nada pero como cualquier ser vivo, forzosamente por más que luchemos en aumentar nuestras fortalezas, existen los momentos que debemos detener todo para descansar y cargarnos de nuevas energías para continuar. Yo necesito descansar y tú también, tu cosmos no es tan fuerte como lo he percibido otras veces…

El cuidado que mantenía en tocar su cuerpo para limpiarlo se notaba a primera vista, le resultaba extraño todo ello más no parecía querer detenerme, cuando al menos retiraba el exceso suspiré para colocar la prenda y cubrirla.

Lo que necesito es que por un momento dejes pasar todo a tu alrededor, olvida quien eres al menos hasta que pase la tormenta, es un consejo.

por Selene Dom Oct 16, 2011 7:14 pm

- Mi cosmo es el mismo de siempre, es mi cabeza la que esta en otro lugar.

Estaba con Wyvern, estaba en sentir como de la nada la cosmoenergía del espectro subía a niveles ridiculo para luego volver a apagarse. Le preocupaba, sentía de una forma u otra que debía ir con él y enseñarle como controlarlo. Pero su orgullo era mas grande, no podía volver a él, nunca.

- ¿Olvidar quien soy? - Astrid tenía algo de razón en lo ultimo que decía. Si quería ser solo un espectro de Hades iba siendo hora de que se olvidara de quien había sido en vida y comenzara a enfocarse en quien podía ser.

<< Sólo un espectro... sólo la sombra de un dios... uno de los privilegiados humanos escogidos por Hades para formar parte de su ejercito. ¿Eso es lo que soy? ¿Eso es lo que quiero ser? >>

A decir verdad, ni si quiera Selene sabía si quería olvidar sus raices. Como Egipcia, amaba su tierra... pero como Espectro sabía que si Hades surgía como el único dios al liderazgo, no habría más remedio que destruirlo todo, incluso la tierra en que nacio.

- Ni si quiera se bien quien soy.

Mirando al frente ni si quiera prestó mucha atención en el hecho de que estando casi desnuda Astrid se sentaba a su lado y le limpiaba el cuerpo con un trapo con agua. No se lo agradecería, ella estaba acostumbrada a bañarse en agua de flores mientras los pajarillos cantaban a su alrededor en una acción casi ritual. Eso, era denigrante. Sin embargo, tambien era refrescante sentir como el sudor y la sangre se iban desprendiendo de su piel.

Astrid colocó una prenda de ropa bastante poco digna de ella para que se vistiera, ni si quiera se molestó en ver que había elegido. El mero roce cn su piel la hacían saber que era un lino viejo y aspero, casi andrajoso.

- Lo que si se es que spy una guerrera, y en vez de estar pensando en dormir debería estar fortaleciendo mi cuerpo para luchar.

por Astrid Lun Oct 17, 2011 4:19 pm

Terminaba de colocar la prenda en esa chica, no sabía que hacer esos momentos pues nada inspiraba a consolarla o reconfortarla, posiblemente la sombra de aquella mujer de antaño la acogería entre sus brazos para deshacerse de su dolor, apartar cada momento de angustia y problemas que la llevaran a sufrir pero más que eso… luchar contra su constante resistencia de presentar un papel que no deseaba llevar. Hasta cualquier ciego se hubiera dado cuenta de la carga enorme que llevaba Selene. Alejándome también me deshacía de las prendas dándole la espalda, vistiéndome también con un camisón sencillo y quedar solo de pie, ya no era del tipo de personas que estaban al pendiente de ayudar a otras a sobrellevar su carga.

Mantuve la postura para notar como la luz de esa cueva acondicionada se difuminaba en distintas tonalidades, como un recuerdo se abrían las memorias de Astrid. Mis parpados se cerraban lentamente por todo lo que tuvo que soportar, sin más opción que dejarse llevar por su destino.. entre más escuchaba las palabras de mi acompañante, más fuerte se volvían las memorias que bloqueaba de ese cuerpo.

En mi particular opinión es un desperdicio… era tras era tener que pasar por todo esto. A veces uno creería que el desempeño de nuestros papeles en esta vida serían algo que merecieran la pena pero ¿para qué?, una farsa al final de todo, nada merece la lucha… ni el esfuerzo, ni la persistencia.

De verdad espero que todo lo que he dicho ahora sean puras blasfemias, quejas, lamentos, sería más sencillo verlo de esa forma que como lo hago en estos momentos.

Llevé mi mano justo cerca del corazón, este seguía palpitando para mantener algo que no tenía vida misma. El ardor de mi pecho demostraba el recordatorio de Hades cuando me atravesó para sellar mi orgullo en un estado de inconsciencia y lanzarme en destino a Germania. Sin ánimo alguno dejaba posar mi mano en ese sitio, deseaba romperme como cualquier persona: enfadarme, llorar, desquitarme pero sobre todo vivir; el orgullo que me fue arrebatado nadie lo devolvería y resultaba irónico pues era el pecado que representaba dicho sentimiento. El silencio se produjo de una manera algo tensa, respiraba de manera incontrolable a pesar de no sentir nada, entre más recapacitaba en los hechos no llegaba a trascender como esperaba, nada podía hacer bien… no tenía sentido seguir luchando por una causa perdida pero al final de la historia debía estar de pie para cuando se me llamara como una herramienta, una pieza para conseguir los objetivos de aquella divinidad. Ahora sin dirigirme a Selene hablaba conmigo misma o en lo posible a ambas… o quizá a muchos más.

Una vez en Egipto, cuando comenzaba esta lucha no solo entre nosotras sino para con el resto del mundo recuerdo que mencionaste que yo no ponía empeño en nada, que si peleábamos era para tener esa sensación de vida, una que nos hacía sentir al límite a través de las batallas. Ya no es suficiente…

Llega un momento que debes elegir, ese tipo de pensamiento es un arma de doble filo, tanto puedes morir por obstinación en una meta sin alcanzar como puedes sobrevivir bajo ese ideal. Hermoso fuera que al ser humanos viviéramos exclusivamente para nuestras convicciones pero somos espectros, no hay finales felices.

Como pecado del Orgullo debería de sentirme humillada por todo. Por ti, por Hades, pero más que nada me siento humillada de ser yo la que tenga que conformarse con lo mínimo… debería decir que lo que me llevo a estar en esta posición fueron mis decisiones.

Avanzando terminaba por recostarme a un lado de la cama, cubriéndome con las pieles… hablar de ello me hacía algo predecible. Colocándome de lado notaba que no deseaba dormir y lo peor que el cosmos de Hades se había apagado pero lo que nadie sabía es que por mucho que se alejará tuve la precaución de mantener contacto con la parte humana de su cuerpo, la mente de Vergilius y lo que lograba ver… no era nada alentador el panorama que veía.

Una guerrera… ni eso alcanzamos a ser… me conformaría con formar parte de algo no simplemente la conversión de un capricho divino.

por Selene Mar Oct 18, 2011 3:06 pm

Selene había escuchado todo lo que Astrid había dicho en esos momentos. Aún no entendía bien cual sería el punto de esa mujer para quedarse en ese lugar... ¿La estaría distrayendo de algo tal vez? No lo sabía. Astrid no solía ser tan abierta con sus propios pensamientos, todo se le hacía bastante sospechoso.

Se puso de pie en cuanto Astrid se recostó en la cama y se cubrió de pieles. Lo último que queria era quedarse ahí cerca de ella y que de alguna forma tomara atribuciones que no le correspondian, como por ejemplo, que la tocara o algo por el estilo.

No habló más. Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para haber hablado de la nada. Prefirió guardar silencio y que su silencio hablar por si mismo.

Todo alrededor de esa habitación se veía burdo e incípido. Rustico... demasiado rústico para alguien que había vivido en un palacio toda su vida. Lo único que realmente llamó su atención fue un estante con armas de todo tipo, armas de estilo germana, pero aún así eran armas.

Tomó algo que parecía ser una ballesta y lo puso sobre su hombro, para ver que tan bien alineada estaba. Era bastante primitiva, no era una arma que realmente estuviese bien hecha, pero notó que si alguien con experiencia se le ocurría lanzar una flecha con ese aparato sería bastante letal.

por Astrid Jue Oct 20, 2011 3:48 am

Las cosas parecían tan distintas, todo se volvía cada vez más lejano, el motivo por el cual el destino me había arrastrado a su lado parecía desvanecerse.

Cada reencarnación repetía la misma historia no solo entre las estrellas infernales sino también conmigo misma como pecado, la esencia del Orgullo.. lo que yo era realmente seguía dormitando sin despertar en su totalidad, nadie en la actualidad era capaz de reconocer realmente la reencarnación de tal poder que se ocultaba en mi interior, ni yo misma que me nombraba como tal reconocía mi propia fuerza, pensando en ese motivo despertaba una curiosidad en mi interior, ¿qué pasaría en el momento en que llegara a tomar con fuerza mi posición como tal?.. la forma que veía el mundo seguramente cambiaría y lo volvería más interesante.

Hundiéndome en el calor que proporcionaban las pieles percibía la inquietud en el cuerpo destinado a Hades, aguardando en mi sitio quería ignorar dichos sentimientos pues estos azotaban con fuerza inmovilizándome, casi sintiendo la agonía misma de lo que vivía.. cerrando los ojos era capaz de visualizar su silueta, una de total desesperación donde se manifestaba con odio y confusión. Debía de informar esto a Selene pero el único objetivo de aquella mujer era superarse y superar a los demás, vivir luchando y fortalecerse se convertía en sus metas.

No me cansaría innecesariamente por lo que terminaba durmiéndome, el ronroneo de Cheshire al pie de la cama parecía ser como una nana que atraía el sueño.

~ SUEÑO ~

Y ahí de pie se encontraba una mujer de cabellos rubios, contemplando a su vista se hallaba todo un inmenso valle de nieve que recubría bellamente la tierra. Pero tal belleza cobraba un costo y dicha cuota era la muerte, todo a su alrededor parecía marchitarse más lo que no terminaba de cambiar era aquel manto blanco que ocultaba las huellas del paso de Hades.

Una sombra parecía rodearla, marcándola por completo y acabar en soledad más no parecía ser afectada por ello, aceptaba la carga que portaba esperando al menos algo que la atrajera con fuerza durante todos estos siglos. No… aún no existía nadie con el poder suficiente para despertarla, solamente podía seguir contemplando con apatía lo que le rodeaba terminando por conformarse. Su energía y sus ganas de vivir se desgastaban, ya no estaba tan segura de permanecer a lado de su Señor a pesar de haber jurado fidelidad absoluta, pocas personas existieron para marcar una ínfima diferencia en su persona.

Si al menos alguien…

Era imposible, mis ojos se abrieron cuando escuchaba en esa inmensa desolación los pensamientos de la mujer, volteando sin temor alguno hacia atrás se notaba como su mirada a pesar de ser distante desafiaba con fervor aquello que anhelaba esperar, la sombra seguía cerniéndose sobre ella para atraparla, encerrarla nuevamente más esta vez volvía a aceptar dicha energía que la conducía en un mundo donde no pudiera sufrir ni tampoco sentir.

Al menos.. crearé a alguien que exista por mí…

******************************

No tomaba en cuenta el tiempo que había pasado, simplemente me ocupaba en el sueño que poco antes fui capaz de ver. Levantándome veía a Selene curiosear tomando las armas sobre el estante, sin mencionarle nada volvía a vestirme casi de una manera apresurada.. recordaba que justo en el lugar que veía en mi sueño existía un indicio de lo que debía concluir en esa vida. Sin tratarse de una cuenta pendiente de una era o algo por el estilo tomaba mis botas negras al igual que el vestido satinado de cuero para vestirme.

Stern. –llamándolo una sola vez la criatura se posicionaba cerca de mí, no estaba conforme de separarse de su gemelo. Sacando del baúl y nos ropas más apropiadas de una princesa le mostraba otro vestido negro de pequeño encaje que la resguardaría en su regreso, los movimientos tanto espectros como otras personas con las que logré conectarme anteriormente recibían más fuerza de lo normal.

El cuerpo de Hades se encuentra inestable, más allá de estas tierras el hijo del César ha vuelto a su hogar con un objetivo pero a este paso el golpe que recibirá por negar su naturaleza lo llevara a su destrucción. No obstante parece no ser el único con tener problemas de esa índole.. también Wyvern…

Deteniéndome buscaba algo en particular.. al menos para Selene, tras una pausa terminaba por descubrir una pequeña bolsa que contenía unas monedas pero poco podía ofrecerle cuando éramos capaces de eso y más. Cobrando un poco la memoria había notado sus recuerdos sobre el encuentro que tuvo con ese hombre, algo particularmente decepcionante más no juzgaría la forma en como llevaba a cabo las cosas y sabía que lo admitiera o no estaba preocupada por él.

Aquí nos separamos Selene… tu sitio es Egipto, no te diré lo que tienes que hacer pero la tormenta no puede detenerte si es que decides marcharte. Yo volveré a un sitio en especial… si lo que creo es correcto entonces el alma de Hades podría encontrarse en peligro.. cuando termine con esto me reuniré con Vergilius con la ayuda de Stern, me mantendré en contacto si sucede cualquier cambio inesperado.. si es así Sid te indicara el camino.

Cubriéndome con otro abrigo cogía la capucha para salir del sitio y marcharme, mi dirección ahora se hallaba en el castillo donde solía vivir Astrid.

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