Mar Egipcio

por Selene Lun Ene 02, 2012 10:22 pm

La ruta comenzaba y el mar era lo único que había por delante de Selene y su flota. Hang estaba ahí con ella pero sinceramente le importaba muy poco lo que ese hombre tuviera que decir. Era un Juez, claro que lo era, pero hasta ese momento era demasiado ruido y pocas nueces. Selene prefería que un hombre mostrara su valía con acciones y no con palabras.

- ¿Preocuparme yo por tí? - Le preguntó con frialdad mirandolo sobre sus hombros desnudos. - Por favor. Si no puedes sobrevivir en la batalla muere y quítate del camino de aquellos que sí pueden cuidarse por sí mismos. Este mundo esta hecho de espadas afiladas y brazos fuertes, nunca lo olvides.

Volvió a mirar a hacia adelante en su propia recamara, en donde grandes y cómodos cojines rellenos con plumas de ganso esperaban para que hundiera su cuerpo sobre ellos. Se podía sentir la forma en que las olas subían y bajaban haciendo de aquel primer viaje de la Flota Real de Selene algo placentero.

- Este viaje no es sólo diversión, Garuda. - Dijo Selene mientras se dejaba caer sobre un cojin negro y cerraba los ojos. - Cuando mandé a construir esta flota pensé con cuidado cada detalle. Un barco de madera es facil de hundir, ¿Sabes?... Pero, quien mejor que yo para darle vida a lo que esta muerto... Y luego de darte vida, entras tú. Sabía que mi felicidad llamaría la atención de tu asqueroso cosmo. Para mí que estes aquí, es sólo una indicación más de que el juego esta planteandose como yo lo esperaba. Me alegra de hecho, me pone de muy buen humor que tu estes aquí. Cuando te encontré en El Fayum muriendote de hambre, un pobre diablo, sabía que algun día me serías útil.

Estiró la mano y dejó caer la pluma negra con la que había estado jugando para alcanzar una copa vacía.

- Sírveme vino y te contaré en que vas a servirme. - Apuntó la copa en dirección del juez Garuda, que se veía tan amenazador bajo ese casco que brillaban con frialdad.

Selene no permitía que nadie estuviese cerca de ella cuando estaba tranquila, por lo cual no habían esclavos que le pudiesen servir vino. Le correspondía entonces a Garuda hacerlo, sin mencionar que pisotearle el orgullo la divertía bastante. Ver a un juez como él seguirla, depender de ella, era encantador. Como jugar con un perrito sin dueño.

De pronto entre los cojines se escuchó un maullido y Selene movió lentamente sus ojos para darse cuenta que Cheshire estaba ahí durmiendo. Era lógico, la bola de pelos la seguía a todos lados, aunque siempre su compañía era apreciada, mucho más que la compañía de los ineptos que estaban cerca de ella.

por Hang Miér Ene 04, 2012 11:01 pm

Jajaja no te alteres tanto. Yo solo respondo a tus palabras, enfrentarme a simples humanos no es nada. Desearía que no me rebajaras a un nivel tan bajo…Además las armas es algo en lo que no confió, ya que en el momento menos inesperado acabaran rotas justo como el cuello de quien la porta. Hang mostraba una sonrisa fría, aun que el tono de voz que estaba usando era prácticamente seco.

En esos momentos el gran juez del inframundo estaba reconsiderando su decisión. No tenia que soportar los caprichos de una chiquilla, mucho menos si era una dama de los pecados. Sin importar que ahora fueran “espectros” para el tan solo eran hibridas creadas con el fin de servir como chivos expiatorio, ellas jamás serian espectros del todo y mucho menos podrían superar a los jueces.

Pero aun así escuchaba con atención las palabras que le estaba diciendo. ¿Asqueroso cosmos?...hahaha Eso solo le saco una sonrisa aun mas grande, ya que si su cosmos era asqueroso ¿Cómo seria el de ella? Un ser que abandono a su diosa para ponerse del lado del inframundo no era algo muy honorable y “limpio” que digamos, pero daba igual mientras sirvieran esta vez fielmente a Hades.

En resumen…en estos momentos yo, uno de los tres reyes infernales es tu peón jum… Ese definitivamente era un insulto para su persona. Que alguien que esta por debajo de su nivel se atreva a utilizar a un mas a darle ordenes…miraba la copa que estaba sosteniendo la joven mientras le pedía servirle vino. Sin decir más el joven juez poso sus manos a ambos lados de su casco para retirarlo de su cabeza, dejando ver con ello que tanto habían crecido sus cabellos en el tiempo que llevaban de conocerse. Ahora pequeños mechones de el oscuro cabello de Han cubrían su frente, mientras un poco de este cubría parte de su espalda mientras era liberado de la prisión que era su casco.

Coloco aquel amenazador casco sobre la mesa que se encontraba a su lado antes de tomar la botella de cristal que albergaba a aquel oscuro líquido carmín, reposo levemente la boquilla del recipiente sobre la copa para que su líquido se vertiera en esta. Poco a poco se fue llenando con aquel liquido, Hang retiro la boquilla justo antes de que llegara a un poco mas de la mitad de capacidad de la copa. Él había renacido como un campesino, pero al despertar recordó varias cosas y una de ellas era que jamás se tenían que llenar más de tres cuartas partes de la copa, eso era algo de mal gusto.

Aun no podía comprender Hang el porqué del trato tan extraño de la dama de la ira, debería de comprender que aquel campesino ya no existía, que ahora se encontraba frente al rey Aiacos. Por más que le disgustara su trato no había razón para perder los estribos y la educación. Ni mucho menos hacer un berrinche como lo acostumbraba esa joven, los reyes por mas que fueran poderosos jamás tenían que mostrar sus verdaderas emociones a los demás, eso era algo estúpido. Un rey siempre tenia que calcular el próximo paso que darían los demás, eso era lo único en lo que concordaba con ella.

La luz que se filtraba a trabes de las cortinas de la entrada, oscurecían levemente el cuarto de la reina Y en que mas me estarás utilizando, Selene?, Ya que eso es lo que vas a hacer utilizarme, o por lo menos así lo veo yo. Pero da igual es mejor que estar en la Antenora. Aunque me agrada la sinfonía de los vientos oscuros, es mejor que escuchar las olas del mar, son tan aburridas. Bueno, regresando al tema principal de la conversación ¿Qué tendré que hacer? La sonrisa que mostraba el rostro del juez se disipo, ahora lo único que se podía apreciar era la duda en su rostro además de una gran serenidad.

por Selene Miér Ene 04, 2012 11:26 pm

Selene sonrió cuando escuchó que su copa estaba siendo llenada. Ese sujeto no tenía nada de orgullo. O tal vez, también estaba jugando a algo con ella. De cualquier forma, no le interesaba, podría haber sido una mula orgullosa como Noah o un lame piso como lo había sido alguna vez Arianne, ¿Era importante para sus planes? No. Que hiciera lo que quisiera mientras colaborara para el Rey Hades.

- Así me gustan las mascotas del Rey Hades, obedientes. - Dijo burlona mientras le daba un sorbo al vino sin poder evitar sonreír. Ella misma caía en esa categoría, pero los jueces eran mucho más cercanos a Hades que ella misma en cuanto a jerarquía. Al menos Garuda no la aburría. La mayoría de los hombres con que se había rodeado la aburrían, excepto a Kisame, quien había sido el único capaz de provocar interés en ella. - Bien, como te dije, este viaje no es sólo placer. Quería alejarme de la tierra y encontrar la paz en el mar para concentrar mi cosmoenergía.

Su sonrisa desapareció, pues cuando volvía a ser seria sobre alguna cosa podía demorarse lo que le diera la gana en responder. Jugó con la copa entre sus manos pensando en que cómodos eran esos cojines. Su rostro aun permanecía maquillado con toques de cristales cerca de sus ojos perfectamente delineados en negro, su cabello negro y liso caía hasta sus hombros, aunque también pensó que era momento de retirarse su peluca y los emblemas reales, para portar algo más cómodo. Aunque, por ahora estaba bien. Cuando le diera la orden a Garuda de retirarse de su presencia tomaría un baño para empezar su entrenamiento.

- Verás… mi plan con esta flota es darle vida nuevamente. – Lo dijo tan despreocupadamente, que por un segundo olvidó que Garuda seguramente no entendería de que rayos estaba hablando. – Mis poderes, son dar órdenes a la vida que me rodea. De seguro te has dado cuenta que siempre parecen perseguirme las rosas, fue así desde que era pequeña… esa flor representa todo lo que soy. – Bajó la mirada en nostalgia, pensando en los lirios que representaban a la difunta Orgullo. – Siempre pensé que las toxinas, el veneno y las espinas eran mi maestría, esta vida y la anterior. Pero eso era un error, una mala pasada que el tiempo jugó conmigo, a decir verdad. – estiró la mano y justo sobre ella apareció una rosa blanca que lentamente se fue tiñendo de negro. Selene sacó un pétalo de ésta y lo comenzó a pasar sobre sus labios. Era el único beso que deseaba para toda la vida. – Scarlett de la Ira era una niña cuando estalló la guerra. Nunca alcanzó a desarrollar por completo sus poderes. Los recuerdos vagos que tengo de esa época era la forma en que manipulaba a las rosas, sin entender la esencia del poder atrás de ello… lo que realmente puedo manipular es la vida, completa a mí alrededor. Eso me hace… uno de los seres más peligrosos que puedas conocer, Garuda.

Estaba hablando en serio, pero supuso que Garuda pensaría que estaba pecando de soberbia. No le importaba. De hecho no esperaba que nadie, ni si quiera Orgullo, hubiese podido ver la capacidad que había entre sus manos al poder manipular toda la vida.

- Y si puedo manipular la vida de todo lo que está a mi alrededor… ¿Puedo darle nuevamente? ¿Puedo animar cosas que ya han muerto y darles voluntad? La respuesta, es sí. – Sonrió con profundidad. – Me di cuenta en un viaje, en ese viaje te conocí, de hecho. Estaba mirando una rosa que estaba marchitándose… y pensé… los que trabajan con la necromancia pueden dar muerte a las cosas vivas, entonces, sólo es lógico que yo que trabajo con la vida… pueda dar vida a las cosas muertas. ¿Entiendes ahora? – Le dio un sorbo a su vino nuevamente. – He venido a este lugar con la mera intensión de concentrar mi cosmo de tal forma, de poder darle vida a estos barcos hechos con madera muerta. Haré la flota más grandiosa que ha visto el mundo no por su número, sino, porque tendrán voluntad propia… mi voluntad. Haré un milagro que nunca nadie ha visto en esta tierra, Garuda. – Sonrió, cerrando los ojos, imaginando su flota de undeads, siendo tripulada por el ejército de ANubis al que traería de vuelta a la vida también. – Y lo único que pido de parte tuya, es que me prestes tus alas para hacer mi flota volar… que unamos mi habilidad y la tuya para hacer de esta flota una que surca el cielo trayendo muerte y desolación a la tierra en nombre de Hades y de Egipto. Si me ayudas te regalaré un barco que volará para siempre sobre tus alas oscuras, un barco imposible de dañar. ¿Qué dices?

por Hang Jue Ene 05, 2012 9:02 pm

¿Mascota? Esa chiquilla se había atrevido a llamarlo ¿mascota? En un principio había sido divertido la forma en que lo trataba, como si ella fuese mas importante que él. El juez Garuda tenía cierto nivel de tolerancia y si las cosas seguían de esa manera no tendría más opción que ponerla en su lugar. Dio un pequeño suspiro antes de seguir escuchándola, mientras mostraba una cara llena de serenidad, aun en su interior se librara una batalla mental. Selene le agrada, pero no demasiado como para permitirle tantas libertades y mucho menos para dejarla menospreciarlo.

Pero las cosas se estaban tornando un tanto interesantes. Concentrar tu cosmos... EL joven se recargo sobre la pared de madera que no se encontraba muy alejada de donde se encontraba, mientras esperaba pacientemente a que la joven reina se le dieran ganas de nuevo para hablar y seguir hablando de su plan, el viento que entraba a través de la puerta provocaba que los cabellos del juez se balancearan al son del viento. Cruzo sus brazos sobre el pecho mientras esperaba, al parecer iba a ser un plan bastante interesante como para que la pequeña mente de la dama de la ira se tardara tanto en formar las palabras que necesitaba como para seguir informando a Hang.

Dar vida a lo que esta muerto… Hang, tenia conocimientos de que Selene era capaz de controlar la vida de las rosas, pero… ¿Acaso si poder se extendía aun mas que solo unas simples florecillas?. De hecho ahora que el juez lo pensaba mas profundamente, era posible de que así fuera, por lo menos con todas las plantas. Pero dar vida a lo que ya estaba muerto…De un momento a otro las palabras de la joven resonaron en la mente de Hang. Entonces comenzó a mirar todo la habitación con un simple movimiento fugaz de sus ojos.

Seguramente había una posibilidad de que pudiese regresar a la vida la madera que se había usado para construir los barcos, por mas mínima que fuese la posibilidad pero existía. Pero seguramente seria algo tremendamente agotador, ya que regresarle la vida a algo que ya la perdió, no era lo mismo que hacer crecer unas cuantas rosas. Se necesitaba una gran cantidad de poder cósmico, mental y sobre todo tener una gran resistencia física ¿Acaso ella podría tener todo eso?. Enseguida escucho que Selene le decía que ella podría ser una persona demasiado peligrosa, y sinceramente eso podía ser verdad.

Lamentablemente…si lo creo, tu potencial es horriblemente bueno. Mucho mas ahora que estas comprendiendo mejor tus habilidades. Pero...dar vida es muy diferenta a tan solo acelerar el crecimiento de las rosas El rosto del joven se torno completamente serio, ya que si se descuidaba esa mocosa consentida podría ser un gran problema si se enemistaba con el. Matar, destruir era algo que se podía hacer con una gran facilidad pero en cambio ¿Dar vida? Eso era otra historia completamente distinta, ya que para ello se necesita un gran poder y por supuesto conocimientos para poder usar ese poder.

Lo entendí desde tus primeras palabras gracias… EL juez miraba como la joven tomaba vino con tanta tranquilidad. Después de unos segundo el juez hizo un sonido de risa con su garganta sin necesidad de abrir su boca. Pero entonces supongo que estas preparada para que alguno de tus súbditos toque tu cuerpo destinado para los dioses, para traerte de vuelta al cuarto una vez que te desmalles ¿Verdad? Hang no se estaba burlando ni mucho menos, lo único que estaba haciendo era advertirle a Selene que ese orgullo suyo no le seria de utilidad una vez que entrenara aquella técnica. Después de todo tal a saña pondrá su cuerpo al límite.

Prestarte mis alas… Era algo que le llamo la atención. No, mas bien que le convenía bastante ya que con el deseo de ella, él podría entrenar mas su control. Ya que su poder era tan grande que era desbastador, por ello mismo una técnica que lo hiciera controlar a la perfección el flujo de su cosmo-energia no seria una mala idea. Esta bien, te prestare mis oscuras alas para que tu flota alcance el cielo Pero claro no la dejaría reinar el en, ya que el único que podía y tenia permitido eso era el. El rey Garuda, aquel que puede reinar los cielos si así lo desea. Nadie lo podría detener, ni Wyvern o Griffon, ninguno de ellos podría impedirle reclamar lo que le correspondía por derecho. Supongo que ¿prepararemos? O…prepararas algunas cosas antes de comenzar ¿no es así?

EL joven, de cabellera negra tomo una pequeña silla de madera forrada con terciopelo para sentarse en ella. Al sentarse se cruzo de brazos y piernas mientras esperaba la próxima respuesta de la dama de la ira.-Las cosas serán bastante interesantes. Claro, mientras nadie mas se entrometa.-Esas fueron las ultimas palabras antes de cerrar sus ojos mientras esperaba pacientemente la…arrogante y sobre todo despectiva respuesta de su anfitriona.

por Selene Jue Ene 05, 2012 9:47 pm

- No recuerdo haberte autorizado para sentarte ante mí, mascota. Ponte de pie, insolente.– Le increpó con el ceño fruncido. Por muy juez del inframundo que fuese, ella seguía siendo la Reina de Egipto y él sólo un pobre campesino que se había encontrado en el camino. Le debía todo a ella. Si no lo hubiese recogido bajo su amparo ese sujeto hubiese muerto de hambre o hubiese sido daño colateral en la guerra. Más le valía comenzar a recordar su lugar frente a ella y mostrar su agradecimiento. – Este sigue siendo mi barco y la corona la llevo yo.

Selene no dijo mucho ante las palabras imprudentes de Garuda que tan confianzudamente se sentaba frente a ella sin que le hubiese dado permiso para ello, pero sí reflexionó sobre el asunto de que pudiese morir realizando tal concentración de cosmoenergía. Esa era una preocupación constante en su mente pero que no permitiría que ese sujeto conociera.

- A diferencia tuya, yo si he entrenado mi cuerpo y alma para una situación como esta a través de los años. No moriré. – Le dio un sorbo más al vino con seriedad, terminando la copa y dejándola caer entre sus dedos mientras se hundía cada vez más en esos esponjosos cojines. – Mis súbditos me tocan todo el tiempo Garuda. ¿Crees que yo me visto, me baño o me arreglo sola? No, para eso hay esclavos y hombres y mujeres privilegiados de tocarme. Pero a lo que se refiere mi estado de pureza, mi cuerpo le pertenece a Hades o al hombre que Hades escoja. No dejaré que nadie lo deshonre de esa manera.

Cerró los ojos y dejó que la oscuridad la cubriera de pies a cabeza. Le gustaba estar así, entre los cojines rellenos de pluma en que su cuerpo pequeño pudiese descansar para lo que sería tal vez una de las aventuras más peligrosas en que se embarcaría. Su deseo, su ansia de ver las calles persas teñirse en rojo no se comparaban con nada. Estaba ansiosa, hasta excitada, por observar la culminación de sus deseos de destrucción.

Por un momento, le asustó la idea de estarse convirtiendo en Diva, en su hermana mayor que había ascendido a la cumbre de Roma sólo para caer en la deshonra de la muerte. Había llorado su muerte, no porque la amara, sino porque no había sido ella misma quien había terminado su vida. Aquello la tenía frustrada por mucho tiempo ya.

- Dar vida es algo tan peligroso. Ni si quiera se si le complacerá al señor Hades que lo haga. – Confesó de pronto sintiendo como sus mejillas se hundían cada vez más entre los cojines como si fuera arena movediza. – Después de todo, darle vida a algo que él ha decidido debe morir es un pecado horrible. Por ello es que debes comprender que traer de vuelta objetos a la vida no es darles su antigua alma… se trata más bien de reanimarlos con la mía. Es como… fraccionar mi alma en miles de pedazos cada vez que lo haga para darle vida a lo que está muerto. No será nada fácil y es por ello que necesito tiempo y energía para ello, preparar mi cuerpo para que soporte la perdida de mi propia vida sin disminuir en fuerza. – De pronto se sentó de golpe, deseaba hacer algo más en ese lugar tan aburrido. Miró para todos lados buscando a sus sirvientas… pero seguramente Garuda las había espantado. – Garuda, ¿Me masajeas los hombros? – Sabía que dicha petición lo terminaría por irritar. Había notado como se tensaba cuando le sirvió vino. Sonrió profundamente por la malicia de sus intensiones de quebrar el espíritu de ese sujeto para que le sirviera para sus propios propositos. – Los siento un poco cansados. Anda… siéntete honrado. No sabes el privilegio que es que alguien que no está en mi séquito me toque. – Se rió sin abrir la boca, esperando que el orgullo de por si pisoteado de Garuda siguiera cayendo hasta perderse por completo.

Para ella, ese sujeto, era sólo un juguetito con el cual le divertía jugar. Al igual que Wyvern, al igual que Griffon... al igual que Orgullo. Todo era un juego en el tablero de los dioses y ella sabía exactamente como mover las piezas a su favor.

por Hang Vie Ene 06, 2012 9:11 pm

Quizás sea una mascota, como tú dices. Pero por ello seré “tú” mascota Ya estaba arto, no le importaba si era la reina de Egipto o del mundo. No estaba dispuesto a tolerar tanta insolencia de su parte. Ella era la que debería de conocer su lugar y no el juez. No importa que sea tu barco, que lleves corona o no. Además deberías de saber que aquel estúpido chiquillo, al que según tu acogiste con gran piedad. No existe ya, además hubiera dado lo mismo que nos encontráramos o no, de igual forma hubiera despertado como juez. Incluso me atrevería a decir que lo hubiera hecho mucho antes. La guerra…hubiera sido un perfecto escenario.

En esos momentos ya no le importaba la opinión de una simple dama de los pecados, ya que después de todo él era el rey Garuda. Por eso mismo no tenía que dejar que alguien lo denigrara de tal manera, y mucho menos alguien que fácilmente podría ser su mucama. Ya que ni siquiera serbia para dama de compañía ¿Quién querría estar con una mocosa mimada? La respuesta era obvia…Nadie, ahora no comprendía la razón por la cual Wyvern la soportaba. Aun eran tal para cual, una mocosa mimada con un estúpido guerrero que se deja llevar por el espíritu del dragón que yace en su interior.

Y ¿en serio crees? Que con un simple entrenamiento mortal ¿podrás dominar la vida? No me hagas reír, ya que detrás de toda esa arrogancia tuya puedo ver el miedo reflejado en tus ojos y alma. Y no me puedes decir que es mentira, ya que después de todo. Soy un juez, y una de nuestras habilidades principales es ver a través del alma de las personas, sin importar que sean espectros o no… Hang, se estaba conteniendo por educación, pero Selene ya había sobre pasado la raya que delineaba el limite. Un limite que no debía de cruzar, sin una reina el seguía siendo su superior, y le importaba poco si lo respetaba o no.

Y a lo que me refería hace unos momentos con lo de tus súbditos era. Que los únicos que podrían estar cerca en esos momentos serian tus estúpidos soldados. Y me imaginaba que no dejarías que te tocaran para llevarte a donde te pudiesen tratar. Estoy seguro que antes preferirías morir a que eso pasara. Y en cuanto a tu “pureza” eso no me concierne, ni importa Al juez le importaba poco con quien demonios se revolcara, después de todo a él no le tenia que dar cuentas acerca de lo que hacia con su cuerpo o no.

Era extraño, pero mientras le decía todo eso a la reinecita. El rostro de Hang mostraba una gran calma, no mostraba molestia o enojo ya que no valía la pena mostrar físicamente lo que estaba sintiendo. Al contrario mostraba una gran sonrisa ya que esperaba la respuesta de la próximamente enfadada Selene. Si ella se había estado divirtiendo con el, por que no hacer lo mismo con ella.

En cuanto a lo de tu masaje, hazlo tu misma o si prefieres puede llamar a una de tus…sirvientas para que lo haga por ti EL juez mostraba una arrogante sonrisa mientras le respondía a Selene su pedido. ¿Honor?...tu eres la que te deberías sentir honrada, eres la primera a la que trato con tanta educación sin ser necesaria. Además ¿que puede significar tocar a alguien como tu?. Nada…eres un espectro con delirio de poder, al parecer te sentó de más renacer como reina. Ante mis ojos eres una simple humana, ya ni siquiera espectro, mucho menos diosa como la mayoría te suele llamar. Lo que veo es a una humana que renació con el poder de la antigua dama de la ira…

Selene debía de entender con quien estaba tratando. Ya que en esos momentos se estaba jugando un juego un juego de intelecto, Hang probaría si Selene se dejaba llevar por su propio pecado o simplemente le seguiría el juego. Fuera la respuesta que fuera él ya había hecho el primer movimiento en el tablero, y las piezas no eran precisamente soldados o espectro simples y corrientes. Este juego iba mucho mas haya de eso. Si Selene quería conocer al verdadero juez Garuda, el rey de los cielos, amo de los vientos oscuros. Lo había logrado. La única que debe de comprender su lugar aquí, eres tu. Me importaba poco que me respetes o no, eso cosa tuya. Pero no cambia el hecho de que su tu superior…y ahora que lo pienso la única mascota aquí eres tu…

por Selene Vie Ene 06, 2012 10:27 pm

- No hay nada más adorable que un campesino malagradecido. – Selene sonrió escuchando las palabras que con tanta calma le dirigía ese sujeto.

Tal vez Hang no lo supiera, porque de verdad aparte de Astrid y Noah nadie más lo podía haber constatado, pero en su viaje a Germania había aprendido a controlar la Ira y la ocupaba a su favor como fuerte de cosmoenergía, no como un medio para perder el control. Había aprendido aquello gracias a la insolencia de Wyvern que estuvo a punto de destruirla por completo cuando estuvo a punto de quebrar el sello de su alma y despertar como la estrella celestial de la Furia.

- No tengo que justificar mi fuerza ni emociones ante basura como tú. Mírate, estas en el peor estado de la decadencia. Apenas y puedes soportar el peso de tu sappuri. ¿Cómo pretendes enfrentarte a mis deseos en ese estado? – Dijo Selene acariciando el pelaje de Cheshire que se había acomodado entre sus piernas moviendo la cola de un lado a otro. – ¿Es que nadie te lo dijo HANG? El más fuerte le pone encima el pie al más débil.

En un instante, los ojos de Selene brillaron mientras una sonrisa sádica se formaba en su rostro y lo próximo que supo Garuda fue que estaba en el piso con la pierna de la mujer sobre su pecho. Cheshire se encontraba en su hombro, maullando como si se estuviese riendo de la desgracia de ese sujeto. Era débil, demasiado débil para tener una boca tan grande. Selene no amenazaba en vano, cuando algo se le cruzaba en el camino lo dominaba.

- Hoz de la Ira – Susurró y en su mano apareció una hoz de metal frío que fue rápidamente posicionada contra el cuello de Hang. Hablaba con normalidad, sin mostrarar ira en su voz. Selene sabía lo que estaba haciendo. – Esa es la diferencia entre la basura y lo grandioso. Perro malagradecido. Puedes estar portando una surplice pero sigues siendo un sucio campesino humano que no sabe su lugar. El poder no es un delirio, el poder es algo que se puede palpar y tu no lo tienes. Tu eres simple basura y te aseguro que le estaría haciendo un favor al señor Hades si me deshaciera de ti. – Sonrió más profundamente mordiendo sus labios, humillar a los jueces parecía excitarla, recordaba a Wyvern. - Sólo hay uno que logra despertar la ira en mi Garuda, y es el rey de los dragones, no un pajarraco como tú... Si no fuera porque necesito tus poderes te cortaría el cuello.

Aun asi, enterró el filo de la hoja de la hoz lo suficiente para dejarle un tajo, una marca, era el símbolo de que Hang el Juez Garuda había sido herido por Selene de la Ira, la principal dama de los pecados. Esa cicatriz nunca se borarría, siempre la llevaría como una muestra de su debilidad y un recuerdo de como Selene había pisoteado su orgullo.

- Muy bien, no seas mi mascota. Tengo bastantes ya… No querría que Cheshire se pusiera celoso. – Sacó la hoz de su cuello y acarició a Cheshire en la cabeza. - Pero que tal…¿Si adornas mi barco? Es tu oportunidad para saber cuál es tu lugar Hang. Enfríate y cuando vuelvas a la vida agacha la cabeza ante mí y morirás de verdad esta vez.

Y justo frente a Hang, Selene dejó caer una especie de amuleto cuyo cabello se movía con el movimiento de mil serpientes.

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ATAQUE OBJETO HABILIDAD ONROL
Mar Egipcio E84lq9

Si se utiliza como objeto puede volver a tu enemigo en piedra hasta que saque dado de cosmos 40.

por **Dados** Vie Ene 06, 2012 10:27 pm

El miembro 'Selene' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Objeto' : 8

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#2 'Ataque medio' : 1

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#3 'Cosmos' : 18

por Hang Vie Ene 06, 2012 10:57 pm

Hang, escuchaba atentamente las pretenciosas palabras que le estaba dedicando Selene, ya que al parecer por nada del mundo aceptaría su lugar. No pronunciaba ninguna palabra ya que sus…declaraciones y aires de grandeza eran divertidos. Después de decir tantas cosas el juez esperaba otra reacción de su parte, pero las cosas estaban tomando un rumbo interesante. No seria aburrido aparentar una debilidad ficticia después de todo que podía perder contra una dama de los pecados.

De un momento a otro el joven juez acabo en el suelo, con un simple empujón por parte de Selene. EL joven sintió la manera en que se ladeo la pequeña silla en la que se encontraba tranquilamente sentado, antes de caer impactado de lleno en el suelo, pero eso no le importaba ya que aunque la joven reina mostrase su fuerza y “superioridad” a Hang, el seguía sínicamente mostrando una sonrisa llena de auto satisfacción.

Cada palabra que estaba saliendo de su boca, ya la sabia ya que después de todo era un juez que tenia que sobre ponerse ante los demás, por eso el único lazo que podía haber entre los espectros era de amo y sirviente…nada más. En un pasado le hubiera demostrado el verdadero significado del miedo a la dama de la ira. Ya que esa era la única manera que tenia para tratar a los demás, intimidarlos hasta el punto en que harían lo que fuera por el, incluso dar sus propias vidas.

Esa era la única forma en que se podía tratar a los demás. Selene tenía toda la razón, los más fuertes pisotearan y le ordenaran a los demás y por consecuencia los más débiles tenían que obedecer sin chistar. En esos momentos el joven juez se encontraba en esa categoría, pero aunque fuese alguien sumamente débil jamás lo aceptaría frente alguien de un rango mas bajo que el de el. Esta bien, durmiere un poco jajaja… Hang no era del tipo de persona que se rinde a los demás tan fácilmente asi que por lo menos fastidiaría un poco a la joven reina.

Sentía la manera en que pequeños hilos de su sangre comenzaban a correr por su cuello a causa de la fina hoja que Denia la oz de la ira. Miro el pequeño objeto que callo no muy lejos de donde se encontraba, al mirarlo detalladamente de percato de que este se parecía mucho a una Gorgona, aquellos míticos seres que podían convertir a los mortales en piedra. Y al escuchar las palabras de Selene el solo dijo… Buenas noches El joven sonreia ampliamente ya que el juez en su interior no dejaría que una simple dama del pecado lo viera con miedo o algo parecido. Además, como podría sentirlo, ya que por muy fuerte que fuera la dama no lo intimidaba.

Poco a poco su cuerpo se fue transformando en piedra, lo curioso fue que a la sapuri que estaba portando no le pasaba lo mismo, lo único que se estaba transformando era su cuerpo. Pero eso no le extrañaba, ahora lo único que podría hacer era dormir…y pensar en su próximo movimiento.

por **Dados** Vie Ene 06, 2012 10:57 pm

El miembro 'Hang' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Defensa' : 50

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#2 'Cosmos' : 18

por Selene Dom Ene 08, 2012 10:32 pm

- Que sujeto tan molesto… - Susurró Selene frunciendo el ceño observando como a sus pies se volvía piedra Hang el Juez garuda. – Pero así es el destino cuando juegas con algo fuera de tu alcance.

Sacó su pie del lugar en donde se encontraba pensando que haría con él. Hades le había otorgado la habilidad de jugar con vida a su antojo, pero no así de jugar con el viento. Si quería llevar su flota por el cielo TENIA que encontrar una forma de conciliar ambas cosas. No podía lanzarlo al mar, ni romper la estatua, lo necesitaba aun con vida.

- Espero que eso sirva para darle a entender quien manda. – No tenía una sonrisa en su rostro, pensó que hubiese sido mucho mas divertido verlo patalear y enfurecerse al notar lo que ocurría con su cuerpo. - Domina o se domina. Se fuerte o se débil… me da igual. Hoy por hoy, mi castillo es más alto que el tuyo.

Se sentó sobre él con las rodillas flexionadas. Aun se sentía algo de su cosmoenergía en esa armadura. Lo miró profundamente pensando que haría con ese ser… ¿Decorar su barco? ¿Ponerlo en la proa? Hasta Cheshire se acercó a olfatearlo como si no confiara mucho en que estuviese petrificado. Selene puso una de sus manos en el rostro petrificado del espectro, tocándolo ahora que sabía que ni si quiera notaría aquello y pensó en Noah. Ese humano insolente… ¿Dónde estaría? ¿Habría seguido su consejo de alejarse de Roma? ¿Estaria escondido para evitar que los ojos de Hades lo hicieran despertar a ese mundo de perdición?

- Wyvern… tu nunca hubieses permitido que hiciera esto. Habrías muerto antes de ello. Por tu orgullo… - Suspiró y tocó la sangre que había en la madera, sintiéndose irritada de que hubiese manchado su nueva adquisición. – Uhm… - Saboreo la sangre de Hang de su dedo, el olor y el sabor de la sangre lograba siempre excitarla. – Creo que tendré que poner una alfombra sobre esta mancha, ¿No crees Cheshire? Que molesto...

por Selene Vie Ene 13, 2012 9:40 pm

Selene estaba a punto de tirarse en sus cojines un rato para fumar algun alucinogeno que la tranquilizara un rato despues de haberse alterado de dicha manera. Era menester para ella buscar una forma ahora de comenzar a juntar su cosmoenergía para darle vida a esa flota. Estaba empezando a quemar un poco de semillas de belladonas cuando de pronto se dio cuenta de una enorme cosmoenergía en la distancia. No había duda de que era un cosmo divino y la mera sensación la hizo tiritar. Pero no fue solo aquello lo que le llamó la atención sino que tambien la respuesta que ese cosmo divino tenía.

- ¿Señor Hades? - preguntó Selene en voz alta atragantandose con el humo. - Uhmm... siento su presencia.

Miró a la estatua de Garuda y sonrió, la guerra santa empezaba y él se la perdería. Se puso de pie con su pipa sobre los labios inhalando el humo calmante y un tanto alucinogeno de las semillas.

- Lo siento garuda, creo que es mejor que te quedes a cuidar el barco. Enfría tu cabeza un poco, es menester que te fortalescas y que guies esta flota al cielo. - se rió en voz alta. - De cualquier forma nadie querría que un inutil como tu manchara el honor del inframundo en el campo de combate.

De un momento a otro, Cheshire saltó sobre el hombro de Selene y desaparecieron ambos en una sombra. Era hora de volver al inframundo.

por Hang Sáb Ene 21, 2012 9:20 pm

“Asi que no tengo mas opción que quedarme aquí tirado…A la merced de una estúpida chiquilla…Bueno, este tiempo me servirá para descansar y plantearme un mejor plan” El juez Garuda se encontraba atrapado por el hechizo de la dama de la ira, en esos momentos no había manera de que se liberara de aquel encanto, así que lo único que le quedaba por hacer era dormir plácidamente hasta que su cosmos se encendiera lo suficiente como para liberarlo de aquella prisión en la que se encontraba.

El cuerpo del juez se encontraba convertido en piedra y su alma se encontraba vagando en medio de las sombras, esperando el momento indicado para levantarse de entre aquella oscuridad. Una vez mas sus alas tendrían que batir con la misma fuerza de antes. Aquellas oscuras alas que traían la destrucción, y desesperación de sus enemigos y aliados. El ser en que se había convertido era uno débil he inútil, un ser que no le seria de utilidad al señor del inframundo. Por esa razón el cosmos maligno del alma del rey Garuda tenía que fortalecer el cuerpo de aquel mortal. Aquel campesino egipcio.

La guerra estaba a punto de comenzar nuevamente y lo único que podía hacer el juez era esperar, esperar a que sus poderes regresaran. De no ser por los designios del señor Hades en cuanto recuperara sus poderes acabaría con esa mocosa insolente…pero era mayor su respeto por Hades que su disgusto hacia la dama de la ira, por eso mismo se contendría hasta que llegara el momento indicado de descargar su furia en los cuerpos de sus enemigos.

por **Dados** Sáb Ene 21, 2012 9:20 pm

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'Cosmos' : 31

por Hang Mar Ene 24, 2012 8:05 pm

Lo único que lo separaba de la muerte era que su cuerpo aun seguía con vida. Algo interesante ya que al estar en un estado en que su cuerpo físico debería de aversivo convertido en piedra y fallecido, no ocurrió. Seguramente fue a su cosmos infernal y a la protección de la sapuri que portaba, pero eso daba igual mientras siguiera vivo.

“De cierta forma es interesante estar atrapado en un cascaron de piedra…me pregunto cuento tiempo tardare en librarme de esta estúpida prisión… ¿horas? ¿Días?¿Quizás mas tiempo?...Bueno en cualquier caso eso dependerá de que tan rápido recupere mis poderes”

El juez ni siquiera se podía sumergir en un estado de sueño, ya que seguramente si lo hacia acabaría despertando hasta la próxima era o…terminaría en el fondo del océano si no es que ya lo estaba. Era difícil saberlo con el carácter tan cambiante que poseía la dama de la Ira.

“Me pregunto…¿Qué es el respeto? Ya que eso no existe en el inframundo, por lo menos no entre los espectros. De eso me había estado dando cuenta desde hace algún tiempo. Ahora ni siquiera nos respetaban a los jueces…tendría que enseñarles yo una lección a todos esos bastardos. Deben de entender cual es su lugar”

Hang, se comenzaba a sumergir cada vez más en sus pensamientos. Mientras que su cosmos era alimentado por las sombras y por el enojo que estaba comenzando a sentir. En un principio la idea de que los espectros no le tuvieran respeto era divertida ya que en cualquier momento les podría cortar la cabeza.

por **Dados** Mar Ene 24, 2012 8:05 pm

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'Cosmos' : 15

por Hang Miér Ene 25, 2012 8:57 pm

Una cosa era que los jueces mantuvieran sus poderes lo suficientemente controlados como para no afectar a los demás y no fueran inservibles. El cosmos de los jueces era demasiado poderoso incluso para los más fuertes espectros, nadie lograba soportar aquella inmensa presión, por eso mismo los poderes de los jueces eran suprimidos por ellos mismos. Aiacos prefería aparentar ser débil a que los que lo rodeaban se volvieran completamente inútiles.

“Al parecer tanto tiempo sin sentir nuestro poder provoco que los demás espectros se comenzaran a sentir superiores a nosotros..jjajaja…Es hora de mostrarles nuevamente cual es su lugar, el único sitio que podría ocupar en el infierno…”

El cosmos del juez comenzó a elevarse con brusquedad, una inmensa oscuridad comenzó a cubrir el cuerpo del ahora petrificado juez. Varias fisuras se comenzaron a observar en aquel cascaron de piedra, una luz purpura comenzó a salir de estos mientras se comenzaban a extender mas y mas, hasta que terminaron por recorrer toda la roca solida que cubría al juez. Se podía escuchar con fuerza el sonido de la piedra mientras se resquebrajaba.

Plumas de una hermoso negro brillante comenzaron a salir de entre aquellas fisuras que se habían formado, de un momento a otro, varios fragmentos de piedra salieron disparados y se dispersaron en el interior de la habitación. Al parecer esa cosa no era mas que una baratija..haaa…aunque fue poco tiempo aun me siento entumido. La posición que tome no fue la mejor para quedar petrificado.

El juez se levanto del lugar en donde yacía tirado mientras movía su cuello con lentitud, ya que le dolía levemente. Levanto el pequeño banco en el que se encontraba originalmente sentado y recargo su codo sobre la mesa que se encontraba al lado. Donde podrá estar esa chiquilla….bueno no importa…

por **Dados** Miér Ene 25, 2012 8:57 pm

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'Cosmos' : 46

por Hang Jue Ene 26, 2012 9:57 pm

Ahora me pregunto que es lo que debería de hacer… Sentía en mi rostro la manera en que la brisa marina chocaba contra el, entrando a través de aquellas blancas cortinas de seda. Cerré mis ojos mientras pensaba que hacer, quedarme en aquel barco seria algo aburrido sin Selene para que la molestara. Aunque no tenía nada que hacer aun tenia que recuperar mis verdaderos poderes y no los podría recuperar si me quedaba en ese lugar sin moverme.

Haaaa…si sigo aquí me moriré de aburrimiento, además me servirá de algo salir un rato a explorar… Era cierto lo que estaba diciendo, ahora que no estaba la reina de Egipto no tenia razón para quedarme. Seguramente se encontraba en el inframundo con sus hermanas planeando alguna tontería. Después de todo…el cosmos del señor Hades es evidente…Seguramente fue a buscar a las demás para planear una estrategia de guerra o algo parecido.

Fuera o no, lo que estaba pensando. Era mejor que me moviera, no pensaba seguir los mandatos de una dama del pecado ahora que Hades había despertado por completo, y mucho menos le aria caso en sus estrategias. Lo mejor era alejarme y esperar a que nuestro señor me llamara, a partir de ahora mis alas solo le servirían a él y a nadie más.

Me levante de donde estaba sentado, camine con lentitud hasta llegar a las cortinas las cuales aparte con mi brazo derecho. La luz proyectada por el sol lastimo mis ojos, antes de que estos se acostumbraran a su luminosidad. Camine por la proa ignorando por completo a los siervos de Selene, el sonido de mis botas rasgando el suelo de madera, se perdía entre el ruido generado por el movimiento de las cuerdas de los mástiles, las cuales a su vez eran movidas por las cambiantes corrientes marinas

Mis pasos se encontraban dirigidos hacia la punta o nariz del barco. Todos aquellos que me rodeaban y seguramente me estaban mirando con desconcierto no me importaban en lo mas mínimo. No eran mas que basura, a la cual ni valía la pena mirar me dirigí directamente a la punta del barco. Una vez posicionado en ese lugar, eleve mi cosmos lo cual causo que las alas de mi sapuri crecieran lo suficiente como para soportar mi peso.

Con un leve batir de estas Salí disparado hacia los cielos causando que el balance que tenia el barco se perdiera. Lentamente mi figura se fue perdiendo en medio de los cielos…

por Selene Vie Feb 03, 2012 9:38 pm

La Divina Reina Selene, su barco, estaba aun en alta mar. Al parecer nadie había notado su ausencia y nadie tampoco notaría su llegada, pues lo habían hecho dentro de sus habitaciones privadas. Sid era bastante exacto cuando se trataba de la locación en que Selene quería aparecerse.

La chica suspiró, retirandose la capa de hilo que se había puesto para no ser reconocida en Alejandría. Una cosa era andar dando vueltas de un lado a otro por la ciudad que tanto la reclamaba y otra era estar en su propio barco con toda su flota intacta ahí dentro.

- Anhai, estamos en medio del mar, lo que significa que nadie nos molestará. Tu entrenamiento comienza ahora.

Selene no sabía realmente como podría hacer que esa niña tuviera mejor control de su cosmoenergía, ni si quiera sabía si había alguna especie de cosmoenergía con que ella fuese en mejor en especial, o tal vez era buena manipulando algun elemento como ella podía manipular la vida. El señor de la muerte les había dado regalos bastante extraños despues de todo, y si su don era manipular la vida, quien sabía que dones pudiesen haber abajo de esa cara de niña de Anhai.

- Quiero ver tu poder, asi que, quiero que me ataques. - Dijo Selene, cruzandose de brazos y con rostro impaciente. - Anda, muevete, te advierto desde ya que la paciencia no es una de mis virtudes.

___________
OFF:
No necesitas tirar dados ni nada, solo ataca a Selene con rol, muestrale que eres especialista en fuego.

por Anhai Sáb Feb 04, 2012 1:21 pm

Todas las cosas que estaban pasando me parecían increíbles, me había sostenido del ala de aquel animal extraño y también esta asombrada por la ultima oración pronunciada por Selene, sinceramente eso me asombro y a la vez me alegro, pues como yo era un “pecado capital” viviente y si habría de servirle a hades tendría por obvias razones ir de vez en cuando al inframundo. El animal empezó a brillar con lo que cerré mis ojos por un momento, para cuando los abri me di cuenta de que ya habíamos llegado a nuestro destino.
Habíamos aparecido dentro de una habitación muy bellamente decorados, todo el lugar se veía acogedor, y dentro se respiraba un perfume fresco, me gustaba mucho pero no podía distraerme con eso, así que puse toda mi concentración en mi maestra.
Selene me había pedido que le atacara, para conocer mi poder, estaba algo preocupada porque no quería lastimarla pero avi me interrumpió
“obedece y no te preocupes por ella, siendo una de mis hermanas no le pasara nada”
Confié en sus palabras y mire con algo de seriedad a Selene, mis manos empezaron a aumentar de temperatura y unas llamas surgieron de estas, cuando alce un poco mis manos a la altura de mi pecho este fuego empezó a tomar forma de unas navajas en forma de estrellas, tenia 6 en la mano derecha y otras 6 en la izquierda, mirando fijamente a mi maestra le lance las navajas a la altura de la cabeza, hombros y piernas, mientras que en mis manos empezaba a formar otras para continuar lanzando a la altura del estomago.
Al terminar el ataque aun quedaban navajas en mis manos pero miraba atenta para ver el resultado final y la acción de Selene

por Selene Jue Feb 09, 2012 7:04 pm

<< ¿Fuego? ¿Esta chica es capaz de dominar el fuego? Maldición... >>

La defensa de Selene no surtiría mucho efecto si la utilizaba contra esta chica en ese caso. Era conocido que si algo podía afectar a la flora era precisamente el fuego. Haber hecho que las rosas la protegieran sólo habría terminado quemandolas en esa situación.

El ataque era debil, demasiado debil a decir verdad. Tambien era posible que si levantara una barrera de espinas su propia cosmoenergía extinguiera el fuego. Pero por otro lado... prefirió no arriesgarse comenzando un incendio innecesario en su barco más importante.

Juntó las manos y concentró su cosmoenergía para paralizar los shurikens en el aire justo antes de que la pudiesen tocar. Aún así, haber tenido que tomarse ese tipo de molestias irritó a Selene. Si esa chica se volvía fuerte era muy probable que le pudiese vencer a base de fuego.

Sonrió. Era justo lo que necesitaba. Eso si era un desafío. Podría aprender junto a ella los secretos del fuego y así poder contra atacar técnicas de ese tipo.

- No lo has hecho tan mal como esperaba. - Dijo Selene mientras los shukirens caían al suelo extinguiendose las flamas en el aire. - Pero aun estas al mismo nivel que un esqueleto inexperto y eso es decir mucho. Creo que sabes que tienes que entrenarte si no quieres ser considerada un estorbo en el campo de batalla. - Selene la miró con seriedad. Realmente no le interesaba si hería sus sentimientos de esa forma. - En este momento, eres muy inferior a lo que se espera de una dama de los pecados. ¿Quieres mejorar, o serás un estorbo toda tu vida?

por Anhai Jue Feb 09, 2012 9:46 pm

*Mi mente y mi mirada estaban concentradas en observar el resultado de mi ataque, el cual termino con el resultado esperado, siendo yo apenas un aprendiz y aquella una dama del pecado en toda la extencion de la palabra pues no me molestaba en lo absoluto que mis armas de fuego parecieren unos juguetes.
Estaba sorprendida de como mi tutora se libraba de mi ataque y a decir verdad me senti algo mal por sus palabras.
Pero tenia razon en ellas, a duras penas sabia atacar y defenderme pero eso no me ayudaria si no entrenaba lo suficiente, ademas si se suponia que le teniamos que servir a un dios, tendria que superarme para no combertirme en un estorbo en batallas.
-no quiero ser un estorbo en las batallas, deseo superarme en el arte del combate, acepte entrenar a este esqueleto inservible para asi servir a la causa de las damas del pecado
lo habia dicho en tono serio y decidido en el momento en que desenvainaba mi katana enfrente de selene para sellar mi juramento de superarme y obedecer a mi maestra, al terminar me arrodille frente a ella coloque mi arma a un lado mio y espere

por Selene Miér Abr 04, 2012 10:19 pm

- Te lo diré de esta forma, y aun creo que sonaré demasiado amable.... - Selene se cruzó de brazos. - Llevamos un mes entrenando en alta mar, y de ser un esqueleto inexperto, pasaste a ser un esqueleto torpe. Creo que el tiempo para entrenarte se acabó.

Selene suspiró, llevaba un mes y algunos días con esa cica pero, todo tenía un limite. Estaba segura que su señor Hades estaría de acuerdo con la desición de quitarle la armadura del pecado de la avaricia. Esa chica sólo moriría en batalla si alguien era lo suficientemente estúpido como para dejarla combatir.

- Por lo cual, vete de aquí. - Sid movió su cabeza y la chica desapareció con un destino incierto. - Me pregunto... que se supone que tengo que hacer ahora.

Sabía que tenía que perfeccionar su nueva técnica, pero no estaba realmente segura de como lo haría. Tenía que tener cuidado pues los elementos bélicos para esa nueva guerra se estaban moviendo a una velocidad inesperada. Por otro lado, necestiaba al homosexual de Garudo y éste había decidido retirarse. Tal vez ella tambien debía dejar el alta mar y volver a tierra firme.

¿Pero por qué lo haría? Tenía todo lo que necesitaba en ese lugar. Lo mejor era estar perdida al os ojos del mundo, nadie la iría a molestar ahí... y aun podía dirigir sus barcos al territorio Persa en cualquier instante, sólo por la diversión que ello le causaría.

Sus pasos ligeros la hicieron caminar hacia el exterior de sus recintos en el barco, encontrandose ahí con sus hombres que durante los ultimos días se habían vuelto un tanto vagos sin nada que hacer excepto observar el mar.

- Cambien el rumbo al este aprovechando este viento. Nos dirigimos a Persia. Ordenen a los hombres prepararse para entrar en combate.

por Selene Dom Abr 15, 2012 7:15 pm

Los dias en alta mar no le caían para nada mal, de hecho le gustaba la tranquilidad que se respiraba con el viento soplando sobre su rostro. Pensar en todo lo que había que hacer y todo lo que aun podía conquistar en su situación era agradable. No, no sólo era "agradable" era completamente excitante hacerse con su imaginación en las nubes, considerando que el imperio más grande que el mundo hubiese visto fuese gobernado por ella y su decendencia.

El mundo se había vuelto un lugar silencioso y ajeno. A veces incluso se preguntaba si había un lugar para ella ahí. Pero la respuesta no importaba, pues si no había un lugar apropiado para la señora de las rosas, al igual que los arbustos de espinas, se abriría paso matando cualquier forma de vida que se interpusiera en su camino. Esa era su naturaleza, había nacido como una depredadora, no una simple observadora. Parte de su destino era ponerse en acción aunque tuviera que destruir ciudades completas para alcanzarlo.

- Mi señora. - Una voz interrumpió sus pensamientos.

- Habla. - Lo apresuró Selene poniendose de inmediato impaciente.

- Tenemos tierra a la vista. ¿Cuales son sus ordenes?

- Las ordenes siguen siendo las mismas, prepara a los hombres para desembarcar y una posible batalla. Tenemos una cita con nuestro destino y tambien con la muerte.

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