Callejón de artículos variados

Recuerdo del primer mensaje :

Al fin…llegamos… dije en voz normal, por fin llegando a la capital del enorme imperio en el cual había nacido: Roma, considerada la cuna de la civilización actual, un epicentro de avances en todos los campos: políticos, religiosos, sociales y toda esa clase de mierda que en verdad, me importaba un rábano…siempre y cuando pudiera vivir tranquilamente y de vez en cuando satisfacer las necesidades propias que asolaban a cualquier hombre común y corriente me mantendría enteramente feliz con la vida que me había tocado hasta ahora: la de ser un simple guardián de los límites de una Villa a las afueras de una ciudad ajetreada y llena de porquerías como ninguna otra. En ese mismo instante, me encontraba caminando por un amplio callejón que mostraba una amplia selección de cuchillos: ceremoniales, seccionadores, rebanadores y especiales para empalar…toda una gama de donde escoger, aunque por los únicos dos puestos que había inspeccionado, no tenían lo que yo requería en esos instantes

A ver, ese puede durar mas que un solo mes sin tener que sacarle el filo? Y mas importante, podría yo afilarlo sin temer a que se rompa??? inquirí con una ceja levantada al dependiente de la tienda, quien por lo visto no tenía ni la más mínima idea de que era lo que le pedía…Sabe que? Olvídelo… finalicé, apartándome del puesto para dar unos cuantos pasos y fijarme en otra muestra de cuchillos, estos con aspecto más frágil aunque más cuidados…Es que ahora tan bajo hemos caído que ni siquiera pueden hacer unos buenos cuchillos? Comenté con un resoplido indignado para posar mis manos sobre mi cintura y estirarme lo más que pude……esto es una mierda total…tal vez debería ir a buscar por los platos y tal vez algo para almacenar agua de beber… Sin más, me dirigí al otro lado del callejón, esperando encontrar al menos una clase de artículos del hogar que necesitaba...aunque fuera tan solo un mísero plato hondo…

Al final Fye aceptó que la chica nos acompañase,cosa que me alegro muchisimo, a pesar de que la ''invitó'' a acompañarnos de una manera algo fria, pero yo ya conocia a mi hermano bien, y sabia que simplemente era su forma de expresarse. Estaba bastante feliz de que la chica pudiese acompañarnos, ya que no podria estar tranquilo si la dejabamos alli, una chica tan bella como ella acabaria muy mal en un lugar como aquel, cosa que todos habiamos comprobado ya, pues acababamos de salvarla de varios acosadores...bueno, mas bien Fye acababa de salvarla. Ibamos caminando en silencio por las calles, yo miré a la chica y la sonreí para tratar de tranquilizrla, parecia algo asustada aun por lo que le habia ocurrido hace un momento, pero me preocupaba que solo la pusiera peor contagiandole mi nerviosismo, aun estaba histerico por los cinco homicidios que presencié antes, pero de todas formas aquella sonrisa no duro mucho en mi rostro ya que Fye le dijo a la chica que no se separase de mi y que yo era el responsable de cuidarla, en primer lugar em sonrojé un poco al mirar a la chica, cuidar de ella me haria quedar como todo un caballero, pero ...¿y si de verdad ocurria algo? No pude evitar preocuparme...un cobardica como yo protegiendo a una damisela, probablemente ella sola supiese defenderse mejor que yo...

-Esto...no quisiera preocuparla pero...mucho me temo que no se nada de protección. Dije a la chica en voz baja para que Fye no lo oyese, aunque probablemente el ya supiese que no me veia capaz de proteger a nada ni a nadie, seguramente me estaba poniendo a prueba o queria darme una lección sobre responsabilidad ya que fui yo quien le dijo que deberiamos llevarla con nosotros, aunque me despreocupé bastante una vez salimos de aquellos callejones oscuros para volver a la calle principal del mercado, un lugar mucho mas seguro, al llegar allí suspiré aliviado

La respuesta era más que clara, no me permitiría dejar que los siguiera y mi pretexto de poder quedarme con ellos se iba, lo miré con tranquilidad al rostro como si de verdad no me preocupara ante su desplante. El hombre daba por terminado ese encuentro pasando de largo rebasándome hasta que para sorpresa de ambos el joven que lo acompañaba intervino con cierto miedo, en mis labios solo se dejaron articular unas palabras con gran dulzura sin dejar que mi voz se delatara respondiendo al sonido- Gracias…

Al verse atado por culpa de Gelum no tuvo más opción que aceptar que me quedara a su lado, contuve la sonrisa para no mostrarme irrespetuosa esperando su respuesta, fue solo hasta entonces que se presento y tras esto una amenaza indirecta de que si representaba algún problema me abandonarían sin pensárselo dos veces. Alzaba mis cejas notando un poco de asombro pero no era por lo grosero que resultaba su frase sino que estaba tan acostumbrada últimamente conocer hombres que mostraban desinterés por lo que les rodeaba que no le daba verdaderamente importancia, para esto me presentaba a su hermano diciendo que ahora él se encargaría de mí, la actitud que me mostraba era completamente opuesta a la de su hermano. Asentí con la cabeza de que me encontraba de acuerdo con todo ello, sin nada más comenzamos a avanzar, la vista siempre se posaba sobre el suelo sin querer realmente tomar atención por dónde íbamos. Mi mente comenzaba a divagar recordando el frío de mi país, podía resultar absurdo pensar necesariamente en eso cuando debía mantenerme ocupada de que era lo que haría después cuando no tuviera más alternativa que separarme de esos dos, fruncía ligeramente el ceño ya que mi brazo seguía molestándome, sin saber que expresión tenía en el rostro Gelum me regalaba una pequeña sonrisa hasta que en voz demasiado baja se acercaba el chico con cierta pena por lo que había mencionado su hermano, sin que se diera cuenta notaba como Fye nos observaba, admití que me resulto gracioso la forma tan sincera en que se confesaba.

Reí ligeramente dándome la libertad de tomar su brazo y acercar mi cuerpo al suyo apoyándome en él, tenía que pasar por alguien realmente amable si quería encontrar la forma de quedarme y mucho más que Fye no sospechara que no tuviera una intención realmente mala al no conocerme realmente. Gelum era de mi estatura, para un chico de su edad era demasiado alto, acercaba mis labios a su oído para susurrarle.- Te diré algo… me estas protegiendo aunque te sea difícil de creer… desde el momento en que pediste a tu hermano que los acompañara… así que no se dé que me hablas cuando dices que no conoces nada de “protección” ya que me demostraste lo contrario hace unos momentos...- Después de eso separaba mi rostro haciendo que apenas me di cuenta como nos observaba Fye, le sonreí con ternura a pesar de que no le agradaba totalmente, mis manos sujetaban el brazo de Gelum.

Le estaba agradeciendo a tu hermano el dejarme que los acompañara… es un buen chico…-ladeaba mi cabeza ahora viendo directamente a mi acompañante- debo de estar agradecida por ser ustedes quienes me hayan encontrado…

Observe que Fye se preocupaba por su hermano y que gracias a este había aceptado su petición y también me di cuenta que Gelum no resistía la idea de ayudar a las personas que más lo necesitaban. Si estaba en lo correcto debía ser demasiado cuidadosa para no desagradar a Fye a pesar de que tratara de acercarme a su hermano para convencerlos de que me ayudasen mucho más de lo que había pedido como encontrar una salida en una ciudad que realmente no conocía… - No quiero entrometerme demasiado ya que dejaron que los acompañe pero noto que no son solo ciudadanos de Roma…- mi expresión cambiaba cuando encaraba a ese chico rubio, podía ser ante ellos lo que quisieran pero tonta no era, habíamos salido de esas calles encontrándonos en un mejor lugar…- puedo saber realmente quienes son ustedes caballeros?… solo para mostrar apropiadamente mis respetos…

Para ser una extranjera era demasiado raro el expresarme así frente ellos, la intención era demostrarle a ese hombre frío que también trataba con alguien realmente especial, sin querer parecer brusca me excuse de inmediato con una voz demasiado agradable – Es que en el lugar de donde vengo… más al norte… acostumbramos a entablar una relación de amistad a aquellos que procuran por el bienestar de los demás sin tener la responsabilidad de hacerlo… en este caso… tu me salvaste Fye y me gustaría recompensar tu acción…- Debían de notar que al decir eso no era con la intención que realmente expresaba sino que se dieran cuenta que no hace mucho legiones romanas habían anunciado una clara victoria sobre mi país dejando levemente entre ver quien era la chica que podría acompañarlos, además que así indirectamente sabría donde se podían encontrar mi hermana y Ekaitz…- aunque Gelum no se queda atrás… si no fuera por ti seguiría atrapada en esos callejones…

El sol caía de lleno, mis ojos centellearon de un color casi oro, los cerré velozmente recuperando el color miel de antes. Si no era suficiente la forma en cómo me expresaba debían darse cuenta que por mi aspecto era algo mucho más de lo que podían imaginar. Alzaba mi rostro fingiendo que buscaba algo, mi mano se apoyo contra mis labios en forma de preocupación al no encontrar nada..- No puede ser… mi padre no me dijo que Roma era bastante grande…- murmuraba en tono de angustia mientras mi cuerpo se estremecía, el chico podía realmente sentir cada reacción de mi cuerpo. Un tanto angustiada me dirigí a Fye..- Mi padre es el que ha venido a Roma… esta vez me pidió que lo acompañase a su viaje… es mi primera vez aquí…