...>Esparta<...

por Ada Jue Ene 06, 2011 9:04 pm

Narro - voz de Ada - voz de madareth
------------------------------------------------------------

Ya habia pasado la noche, el sol salia por el horizonte el cambio de la oscuridad a la luz del dia pintaba el cielo de unos tonos violetas a unos naranjas, el astro rey se encontraba subiendo por el cielo, pero aun no llegaba a su punto mas alto lo que indicaba que aun era de mañana, Ada cabalgo en lo poco que quedaba de noche y hasta aquellas horas del dia habia arribado a los limites de Esparta, la tierra era mas arida en aquella region que en el resto de Grecia, mas adversa... mas peligrosa como lo eran los procedentes de aquel lugar, durante el recorrido Ada mantenia su mente en blanco tan solo recordar las palabras del anciano, de que siempre habia sido el juguete del destino, el instrumento de Madareth para consumir se sed de venganza y que todo lo que tuvo que sufrir a lo largo de tantos años.... solo por el capricho de un berseck?

...>Esparta<... Platges-de-compte1

La pelorroja se detuvo en una playa la cual ya era territorio espartano, debia aclarar sus pensamientos, no podia dejarle las cosas tan faciles a Madareth, debia pagar el mismo precio que ella habia pagado... de alguna manera...la señora de la guerra no era la unica desquisiada que se jactaba con el sufrimiento ajeno y Ada sabia donde herirle profundamente. El mar irrumpia suavemente sobre la arena de la playa en forma de olas, las pisadas de Ada dejaban huella mientras se acercaba a un acantilado en el cual habia una enorme cueva, la mujer no decidio entrar sino que se quedo a las faldas de la montaña, suspiro profundamente, y empezo a concentrarse llamando a su otro yo... el berseck que siempre habia dormido dentro de ella como una extraña vision la figura de una mujer se formaba frente a la espartana, era un reflejo de si misma, pero su mirada tenia ese extraño brillo rojizo y esa expresion de superioridad y sadismo encerrada en su bello rostro

- Que es lo que quieres?... por que aun no estamos en la ciudad de Esparta... Ada! que planeas?... somos la misma persona aunque te nieges a aceptarlo, esto es tu verdadero yo, que lo hayas ocultado dentro de años es tu problema pero dejame poseer ese cuerpo... dejame volver a donde es mi lugar... acaso no entiendes lo estupida que me siento al haberle fallado a Ares hace tanto tiempo? El titulo que ostento ahora me queda demasiado grande debido a mis acciones, Ada deja de dudar y aceptame! -

- Reivindicarte Madareth?... arreglar tus estupidos errores del pasado, y yo donde quedo? Aunque sea una parte tuya todo ese maldito sufrimiento que senti durante años, llorar a una madre que me fue arrebatada vilmente y era la unica persona que me amaba en este mundo.... ver que quien lo causo fue mi padre, las persona por quien dia tras dia, pelea tras pelea... llorando cada noche por el y enterarme que todo fue una mentira! que tu lo casusaste y no tienes el menor remordimiento! No me importa si fue roma o quien haya causado tales muertes pero se que tu inculcaste esos sentimientos en los corazones de las personas que me amaban... siempre rechazada siempre... ser obligada a un destino que tal vez no era el mio.. Madareth!! ESo NUNCA TE LO PERDONARE!!! -

La chica intensifico su cosmos el cual ardia mas y mas, la tierra a su alrededor se desquebrajaba causando que la arena se levantara y revoloteara alrededor de Ada violentamente, la chica dio unos pasos hacia atras y callo de rodillas al piso, era como si una lucha se desarrolada en su interior, golpeaba el piso violentamente con sus puños, mas fuerte en cada golpe rompiendo la tierra hasta causandose daño a si misma, sus puños chorreaban sangre, pero habia algo mas que caia al piso proveniente de la mujer, calidas y saladas lagrimas caian al piso, mientras su rostro demostraba una expresion de dolor en el rostro.

- Eso es a lo que me quieres llevar? A ser tan... tan debil a sentirme derrotada por que no pude cambiar mi destino!!! Eso es lo que quieres Ada!! Eso es lo que realmente quieres!! Si tanto me detestas, vengate de mi! cusa un tremendo dolor en nuestras almas y haz que este lado mas profundo que hay en ti desaparezca en medio de la desesperacion... pero te vas a rendir llorando por algo que no puedes cambiar, lo hecho ya esta... vamos destruyeme... matame... desaparezce este dañino ser de tu vista y de tus pensamientos -

- Eso es lo que hare! buscare lo que realmente quiero y en estos momentos te quiero lejos de mi sucia Madareth y no te dare el gusto de renacer esta era! permaneceras cautiva para siempre y esa desesperada sensacion que tienes por servir a tu dios te comera para siempre.... no sere el juguete del destino que quieres forjar para mi, no sere de ti ni de nadie! Y te juro que te hare sentir mas miserable cuando nuestras propias manos acaben con la vida de tu dios -

- ADA!!!!!!!! -

Fue lo ultimo que Ada escucho de la voz de Madareth, con lo escaso que habia escuchado y compartido con ella sabia como sellarle y aquellas marcas en su brazo eran la clave, su cosmos le permitia eso, los sellos estaban casi intactos, pero el mas importante, el de Madareth no estaba roto completamente, ir a Esparta habia sido un error, pero si lo que en realidad queria era ser libre tenia que dirigirse a otra direccion, donde la leve luz de una vela se esta encendiendo aun mas y mas

por Ada Mar Ene 11, 2011 8:25 pm

----------------------------------------------------

Que es lo que pretendes Madareth? llevarme a Esparta seguir siendo un titere tuyo? Ada caminaba hacia Esparta por mas que habia intentado alejarse de aquel lugar perdia el control de su cuerpo, Madareh queria que viera algo... o que sintiera algo.. demonios quien entendia a aquel demente berseck sediento de sangre y muerte...

Madareth no podia estar mas impresionada al ver el estado en que esparta se encontraba, donde estaba aquella gloria de los tiempos de antaño? la grandiosa ciudad? los templos? los orgullosos hombres y mujeres que caminaban considerandose como dioses por su poder y fuerza en batalla?, ahora era una ciudad perdida sumida en la miseria y bajo el yugo romano, habian pasado docientos años y la ciudad era como si su mismisimo dios les hubiese abandonado.... Ares por que castigabas asi a tu pueblo? Acaso que habiamos hecho para ser los mas orgullosos guerreros a convertirnos en las cucarachas que Roma pisoteaba.... Madareth movia a su merced el cuerpo de Ada mientras buscaba en la ciudad algun despojo de la gloria de antaño... donde estaban los Hoplitas? donde estaban las grandes compañias que alguna vez dirigio? ese basto ejercito? ese basto imperio que con tan solo el ruido de sus lanzas sobre el piso hacia temblar a todo ser humano sobre la tierra?

Aunque Ada y Madareth compartieran la escencia los recuerdos de la actual Esparta estaban bloqueados en la señora de la guerra, la pelirroja sentia verguenza al ver como estaba su pueblo, en las clases de historia que habia recibido en la academia espartana era notable la tristeza que sentian sus maestros al hablar de la gloria espartana, el rey leonidas, cada una de las conquistas de los fieros batallones, ahora se consideraban historia.... desde hace doscientos años cuando esparta sufrio un grave incidente donde su ejercito fue reducido a cenizas el poderio espartano nunca mas volvio a lo que alguna vez fue...

En la mente de Madareth perduraba el recuerdo del templo de Ares... su desesperacion aumentaba, tal vez Esparta hubies declinado, pero el recuerdo del dios de la guerra hubiese perdurado, el magnifico templo se hallaba eregido en una de las montañas de la ciudad, estaba compuesto por una serie de escalinatas que llevaban a una norme estatua del dios de la guerra y una serie de templos dedidados a adorarle, tantas veces habia observado el atardecer y a la hermosa ciudad de Esparta desde aquel alto lugar... sus muros recordaban las hazañas de cada uno de sus poderosos reyes, todo el lugar exaltando el poder de la guerra, de la fuerza, del combate a espada y escudo, pero al llegar alli solo habian ruinas, despojos, suciedad... olvido, que demonios habia pasado? ARES!!! donde demonios estaba la representacion de tu gloria! Madareth apretaba fuertemente los puños y sus dientes sentia una ira incontenible.

- Y pensar que yo era la debilidad.... ja ja ja... Madareth, que sientes al ver todo lo que alguna vez te causo orgullo vuelto trizas? Donde esta tu dios ahora? Ese motivo que segun tu nos llevaria a pelear y a sembrar el terror en los corazones de todas las personas?... Vamos! dime para que te esforzaste tanto planeando tu despertar y ves que todo tu mundo esta en ruinas.... DIME MADARETH VALIO LA PENA DESTRUIR MI VIDA Y VOLVERLA UNA MISERA MIERDA CUANDO AHORA LLORAS POR UN DIOS QUE TE HA ABANDONADO! -

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Que era ese extraño liquido que corria por las mejillas de Madareth, era calido, no era tan pesado como la sangre pero sentia que su propio corazon se desgarrara por dentro... acaso todo habia sido una vil perdida de tiempo? Madareth no lo podia creer... desde cuando todo se habia vuelto cenizas... desde cuando se sentia vilmente engañada por la ilusion de seguir a un dios caido?, acaso asi de profundo y doloroso era sentirse decepcionado, el pecho de la pelirroja ardia fuertemente, era peor que el dolor causado por una espada, por una lanza, por un golpe, su sangre ardia sentia como si su corazon fuese a salir de su pecho, fue en ese momento cuando sintio que algo mas le llamaba... era un calido cosmos que le guio hasta las ruinas de uno de los templos de Ares, alli como si le hubiese estado esperando se encontraba su armadura, una vieja compañera de batallas, reluciente, el color rojizo que le adornaba ... era suya, le llamaba... su armadura d Berseck... de Madareth, la señora de la guerra, su rostro aun derramaba lagrimas de dolor, dolor el cual se intensificaba cuando estaba cerca de ella, podria salir corriendo, pero debia ser una cobarde? Claro que no... era una orgullosa berseck... recuperaria el orgullo de su ciudad, el orgullo de su dios... que todos volvieran a temer al escuchar las palabras de un berseck... pero por otro lado seria una señal? Aquel inmenso dolor?

No importaba lo que sintiese, debia llegar con su armadura, pero sentia que el camino era mas y mas largo, acaso le rechazaba? debia luchar con todas sus fuerzas...

- CLARO QUE VALIO LA PENA!!! YO SOY MADARETH SEÑORA DE LA GUERRA ORGULLOSO BERSECK DE ARES!!!!!!!!! -

Un tremendo cosmos emanaba del lugar, las imagenes de la anterior vida de Madareth se unian con los recuerdos de Ada, acaso tuvo que ser tan testaruda de jugar con si misma para llegar a esto... debia explotar su propia debilidad para recordar lo que en verdad era... no un ser humano sino un instrumento de la guerra, pero porque debia hacerlo?... su mano estaba aun mas cerca de su armadura, mientras aquellos recuerdos se iban borrando poco a poco... el recuerdo del amor, de la compasion... de la derrota... de sentirse engañada... todos como si fuesen arena al viento se iba disolviendo mientras la armadura se dividia y cada una de esas partes se iba uniendo a su cuerpo, hasta que en un instante un monton de recuerdos que no eran suyos empezaron a golpear su mente, para un ser humano normal una carga emocional como esa no lo soportaria... pero aquellas imagenes eran algo trascendental para el despertar de madareth y para el del mismisimo Ares....

Esparta ardia, dos dioses se enfrentaban en medio de la devastacion, uno era la representacion de la muerte, el otro de la guerra... pero que les hacia diferentes... uno era derrotado y sellado mientras el otro se marchaba, en uno rondaba la misma debilidad que embargaba el corazon de Madareth... pero en vez de enfrentarle dejo que esta le poseyera.... que debil y patetico fuiste.... Ares....

Las ruinas de uno de los templos estallaron por una enorme explosion de cosmos, los recuerdos de aquella batalla haban poseido la mente de la señora de la guerra, era como un fiero animal que batallaba contra si mismo, sentia odio, sentia ira... sentia venganza...

Era como si estuviese batallando contra su propia armadura, como si esta quisiese que hiciera algo mas, la mirada de la pelirroja estaba perdida, su rostro se desfiguraba del enojo, sus cabellos revoloteaban aun mas por el poder de aquel cosmos, aun no se dominaba a si misma y era peor con lo que causaba su armadura en ella, sentia como si su brazo se fuera a caer del cosmos concentrado en el, todo a causa de la liberacion del sello de Madareth en aquel cuerpo, pero faltaba algo... solo la sangre podria liberar a aquel ser, su armadura llamo a un par de espadas, las cuales brillaban respondiendo al cosmos, eran espadas que estaban atadas a unas cadenas, sus hojas rojizas habian absorvido la sangre de sus victimas a lo largo de los siglos... pero justo ahora le faltaba una ofrenda mas... las espadas del caos servivrian a su señora pero solo cuando esta ofreciera su sangre para ser instrumento de la guerra.

El cosmos de Madareth dibujo un extraño simbolo sobre el piso, era tan fuerte su poder que ada una de las lineas que la formaban eran cavadas profundamente, el cosmos se movia por ellas como si fuese lava hirviente, Madareth tomo la espada de su mano izquierda y la lanzo hacia el frente con una descomunal fuerza, usando su cosmos de ayuda, como si esta fuese una espada en llamas, luego uso su fuerza para traer de nuevo la espada, pero no para recibirla sino para atacarse a si misma, la espada atraveso a la mujer lo que causo que la sangre se desparramara sobre el circulo formado por cosmos, este brillo intensamente como si el sol estuviese presente en ese lugar....

Pasaron unos segundos y la figura de una mujer se diviso, esta empuñaba sus armas, vestia su brillante armadura rojiza y plateada, sus cabellos ondeaban descrontrolados, sonreia sadicamente mientras su armadura estaba impregnada de sangre mas no habia ninguna herida...

- Ares.... -

por Ada Jue Ene 13, 2011 4:53 pm

El sol caia en el horizonte, una leve brisa hacia que un poco de polvo, huella del paso del tiempo se levantara y se arrastrara por las ruinas del templo de Ares, en la entrada del templo, en total calma Madareth observaba el atardecer, siempre le habia agradado los matices y la infinidad de degradados que el cielo tomaba cuando el dia moria, tal vez por que era como la representacion de una batalla del dia y la noche, de como el tiempo pasaba lentamente y la muerte se manifestaba en el cielo, y la sangre derramada del sol fuese aquella paleta de colores.

Sus ojos se posaron sobre las ruinas del templo, especialmente sobre la destruida estatua de Ares, despues de haber liberado ese sello que le mantenia cautiva y lograr que el aspecto mortal de su yo y el verdadero berseck que era se uniesen sentia una total calma, extrañamente aquel lugar podia calmar al demonio de la sangre, miro el rostro de la estatua y no pudo evitar mostrar una expresion de desagrado, por que Ares habia sido tan debil en la batalla... por que habia dejado que todos esos sentimientos le dominasen, si bien ella misma recordo todas esas batallas que compartia con su dios fue el primero que le ordeno olvidar que alguna vez fue un humano y que seria un instrumento para la guerra... un arma que el usaria para sembrar el caos sobre la tierra y ahora sus palabras eran polvo que el viento arrastraba y esparcia en el olvido.

Ligeramente su larga cabellera rojiza ondeaba con el viento, coloco una de sus rodillas en el piso y acaricio la cabeza de la estatua como si estuviese haciendolo con el rostro del verdadero Ares, su mirada cambio totalmente demostraba una gran entrega, como si desease tener a su dios cerca, pero algo detuvo sus pensamientos... era un leve recuerdo del pasado lo que hizo que recuperara su severa mirada, deseaba totalmente que Ares volviera... pero, si volvia como un humano que habia absorvido el poder de un dios... no dudaria en darle muerte, por que asi no era el dios de la guerra a quien servia con total lealtad, ella misma se encargaria de arrancar esa humanidad y que Ares fuese ese dios que deseaba traer el caos, la muerte y la destruccion a este mundo.

Un ruido le alerto que no estaba sola, por las escalinatas del antiguo templo un grupo de soldados espartanos subian, el despertar de Madareth no habia sido pasado desapercibido ya que su inmenso cosmos causo que haces de luz salieran del templo, el gobernador de la ciudad ordeno que una tropa fuese a investigar que era lo que pasaba, aunque los espartanos fuesen grandiosos guerreros el yugo de roma los habia llevado a convertirsen en perros del ejercito y a guardaespaldas de sus dirigentes, el grupo estaba compuesto por una decena de soldados, liderados por capitan romano.... basura simplemente basura. Los hombres se sorprendieron al ver a Ada con su armadura y empuñando las espadas del caos, no habia nada bueno que podria traer aquella emisaria de la guerra.

- Es el momento de limpiar a Esparta de escoria - sonrio Madareth mientras empuñaba fuertemente sus espadas, las cadenas hacian un ruido como si llevasen un gran peso al ser armas empuñadas por la pelirroja.

- Espartanos! Cual es vuestro oficio!? - pregunto esperando una respuesta que solo un verdadero guerrero podria dar, todos se quedaron callados mientras se miraban un poco confundidos, algunos soldados sabian a lo que se referia la mujer, pero al tener a ese capitan romano en sus filas debian mantenerse callados al respecto.

- De que demonios hablas estupida loca? - interrumpio el capitan romano.

- Que este pueblo... no es esclavo de nadie sucia escoria -

La mujer inmediatamente infundio de cosmos sus armas mientras extendio totalmente las cadenas que ataban sus espadas, armas mortales las cuales le daban un rango de ataque en batalla, los soldados espartanos empezaron a protegersen con sus escudos mientras el capitan romano se escondia tras estos como una vil rata, la mujer arremetia con sus espadas contra aquellos soldados, sus espadas por el poder de su cosmos parecian que estuviesen cubiertas por las llamas, a pesar de que se supondria que necesitaban un gran manejo la chica saltaba y giraba rapidamente dandole a sus ataques mas fuerzas, la falange compuesta por los espartanos fue fragmentada dejando al descubierto aquel capitan romano, Madareth sonrio sadicamente pego un tremendo salto y en el aire aparecio un arma de asta, su hoja estaba totalmente rojiza tenia unos finos acabados, la mujer la tomo en sus manos y sin ningun temor la clavo en el pecho de aquel hombre, un profundo grito de dolor se escucho en el lugarel hombre herido fue levantado ppor el arma de Madareth, la sangre escurria por el lugar mientras es espacio frente a la berseck se rompia como una ventana de cristal.

- Espartanos... CUAL ES VUESTRO OFICIO! -

los soldados sin temor tomaron sus lanzas y las hizieron resonar contra la tierra acompañado de un grito de guerra AU!! AU!! respondieron los soldados.

- Quien realmente ame la guerra estara deseoso de servir a Ares... espartanos los mas grandes guerreros sobre la tierra, escuchar mi llamado! -

La mujer desaparecio en medio de esa anomalia del tiempop y del espacio llevandose consigo al moribundo capitan romano.

por Contenido patrocinado

...>Esparta<...

...>Esparta<...

Re: ...>Esparta<...

Re: ...>Esparta<...

Re: ...>Esparta<...