-Entre las Ruinas-

por Pandora1 Lun Oct 18, 2010 6:22 pm

Caminaba por medio de los escombros y ruinas del antiguo templo de la discordia, buscando una salida, ya que por sin había obtenido mi armadura de la muerte, lo único que quería era ir al encuentro de mi diosa y mis compañeros fantasmas, ya que supuestamente era la primera que había despertado. A cada paso, iba pateando piedras y levantando polvo. La única luz que me dejaba ver el camino era el leve destello índigo de la armadura, pero nada más, lo demás era absoluta oscuridad.

Había altas filas de escombros que daban la impresión de que se estaban apunto de derrumbar. Inspeccionaba con mi vista cada lugar. Por mi mente pasaban muchos pensamientos. -Esto si que es verdaderamente peligroso... lo sería para cualquier persona normal...- Pensaba mientras avanzaba por medio de un camino cubierto de polvillo. Estaba tranquila, hasta que escuché una enorme explosión, como que algo se cayera, algo enorme y estridente. Miré al frente, y noté que una de las pilas de escombros se había derrumbado, había millones de piedras y ladrillos quebrados en el suelo, bastante lejos de mí. -¡Mierd....!- Pero algo interrumpió mis palabras. Había escuchado unos leves quejidos, como maullidos de un gato a lo lejos. Supuse que venía de los escombros derrumbados, entonces no dudé en acercarme, después de todo, con mi nueva armadura, nada iba a poder lastimarme.

Llegué al lugar, los sonidos comenzaban a escucharse con mayor intensidad cuando ya estaba en el lugar. Revisé con mi vista, hasta que bajo una piedra logré notar lo que parecía una patita negra, como si fuera de un pequeño animal atrapado, se movía mucho. -¿Que...? Cielos...- Me agaché y golpee la gran piedra con mi mano, un arco índigo se formó alrededor al momento que la piedra se rompía en miles de pedazos. Entonces vi que allí se encontraba tirado un pequeño gato, pero con un aspecto un tanto extraño, parecía estar sin fuerzas y muy lastimado. Él solo me miraba. Entonces apoyé una mano sobre su lomo, y un aura oscura lo cubrió, pude curar sus heridas, me pareció extraño, y comencé a sospechar que no era una animal cualquiera sino que era una especie de espectro o algo así, era misterioso. El gatito se paró y brincó hasta mi pecho, lo atajé con las manos y lo sostuve un momento, mientras lo miraba. El animal maullaba como agradecido, estaba muy inquieto desde aquel momento. Entonces sonreí. -¿Que? ¿Eso significa que quieres venir conmigo? De acuerdo, pequeño...yo voy a cuidarte. Te llamaré Ruffo ¿De acuerdo?- Lo levanté entre mis brazos y me paré derecha nuevamente, y comencé a caminar -Vámonos de aquí...- Caminaba mientras pensaba que quizás aquel pequeño animal podría tener poderes sobrenaturales al ser, tal vez, un gato fantasma o algo así.

por Sheznarda Mar Ene 04, 2011 11:59 am

Sheznarda llegó al fin a las ruinad del templo de la discordia, para nada era como lo recordaba porque nunca recordó un templo en ruinas, todo estaba devastado, nadie adoraba a la diosa Eris al parecer y todos los que habían pasado por ese lugar habían dejado su marca indeleble de destrucción y maldad, era como si de pronto todo lo construido por la diosa hubiera desaparecido, ahora sólo quedaban ruinas y escombros que difícilmente dejaban que la ladrona pudiera caminar.

Lentamente los ojos de la ladrona se llenaron de lágrimas al verla situación del templo en donde debería habitar su diosa y donde estaba aguardando su preciosa armadura por ella. Un sentimiento de odio hacia los humanos embargó su corazón y la rabia terminó por ocupar el escenario que se veía en frente y las lágrimas de indiganción hicieron que la fantasma del hambre mojara el piso en donde había caído de rodillas al ver tal escenario desolador.

-Esos malditos humanos la pagarán! En Roma caerá el hambre y la desolación, todos pasatán tanta hambre que ni todo el grano de Egipto los alimentará, eso seganarán por abandonar el culto a la diosa Eris, y por hacer este lugar un desastre.

Sheznarda dejó de llorar y lamentars para ponerse de pie, dentro de este templo en ruinas estaba su armadura y tenía que ir a buscarla, no importaba nada más que eso, los humanos pronto la iban a pagar.

La ladrona dejó de maldecir y ahora secó sus lágrimas y esperó por su hermano quien aún no estaba en se lugar, tenía la esperanza de que ambos pudieran cobrarse a cada caballero de Athena cada cosa que les había pasado porque ellos eran los que vilipendiaban a su diosa haciendo que el culto a Eris desapareciera y prevaleciera el de la insoportable Athena.

-La sangre olímpica de Athena limpiará la suciedad de los humanos que dañaron este templo.

por Aramse Mar Ene 04, 2011 12:19 pm

Aramse se aproximaba aquel recinto donde estaba el templo de eris un lugar muy hermoso para el, esperaba que ese culto siguiera allí y los alabaran a el y sus hermanos junto a su diosa, pero antes debía encontrar el camino ya que había perdido de vista a su hermana, pero sin importa cerro los ojos y concentrándose logro sentir su cosmos siguiendo el camino y haciendo logrando ver el templo en ruinas de eris, no lo podía creer lo habían destruido por completo y allí se podía ver a su hermana y acercándose a ella logro escuchar sus palabras sobre athena y sus caballeros por lo que se acerco a ella y colocando su mano sobre el hombre de su hermana le dijo.

-No te preocupes hermana lo volveremos a reconstruir y luego nos vengaremos contra los caballeros de athena, pero antes debemos volvernos mas fuertes y para eso debemos entrenar y así ganarnos nuestras armaduras, por lo tanto ven levántate y lucha conmigo aun no eh olvidado mi objetivo al venir aquí-

Dijo con un tono frió y serio ya que se sentía algo resentido al ver el templo de su diosa en ruinas y ninguna persona alabándola ni siquiera intentando arreglarlo.

por Sheznarda Mar Ene 04, 2011 1:06 pm

Sheznarda escuchó las palabras de su hermano, era cierto lo que el decía, su misión ahora era esa, buscar su armadura ye entrenar, en cuanto al templo, la misma Eris con una fracción minúscula de su poder podía reconstruirlo sin problema alguno, por lo que ya no tenía que lamentar pérdinas materiales, después de todo las cosas como esas eran perentorias y no era necesario reparar mucho en ellas.

-Es cierto. Eris igual prevalecerá así su templo sea destruido mil veces, las mil veces se levantará más fuerte y nosotros los fantasmas de Eris haremos que la humanidad pague su afrente poco a poco.

En acto de verdadera hermandad la fantasma abrazó a su hermano y recargó la cabeza en su hombro pensando en lo duro que sería todo esto, pero también pensando en la gran recompensa que los esparaba al final del camino, la que venía con la venganza contra Athena y la satisfacción recompensa de la diosa Eris.

-Bueno ya está suficiente- dijo la joven ladrona mientras se separaba de su hermano y caminaba lentamente hacia el templo sin poder evitar tropezar con los escombros de lugar, haciendo que su humor se viera un tanto afectado.

-Esto si que es un desastre! No podré caminar bien en este lugar?- dijo muy molesta mientras proseguía su camino esperando eso sí a su hermano, el fantasma el sufrimiento, con el quería ver la capacidad que tenía como fantasma y qué era lo que tenía que mejorar o en qué no tenía que mejorar pero eso sí pulir más para que fuera más útil; no podía eso sí dejar de pensar en Jabranth, pero la verdad era que ahora se encontraba demasiado lejos de el, no podría verle hasta dentro de seis días o más, tenía miedo de que no la esperara pero si eso pasaba, ella misma lo iría a buscar a otro lugar, sin importar donde o quien estuviera.

-Humanos tontos me las pagarán una a una.

por Aramse Mar Ene 04, 2011 5:28 pm

Aramse sentía un total rencor contra todas las personas que estaban a las ordenes de eris y la habían abandonado, quería castigaros por traicionar a su diosa y descuidar este templo en vez de reconstruirlo esperando su llegada en eso escucho las palabras de shezznarda lo que lo hizo ponerse un poco mas tranquilo sin embargo aun tenia aquel resentimiento así esos hombres y mujeres, aramse sintió como shezznarda le abrazaba y recostaba su cabeza en su hombro por lo que le acaricio un poco el cabello con su mano pera tratar de calmarla un poco y escuchando sus palabras nuevamente la dejo y observo como esta caminaba entre los escombros.

Eso no importa, como fantasma de nuestra diosa deberías tener un gran cosmos, úsalo para romper todo lo que este en tu camino y crearlo completamente lizo, de esta forma-

Dicho esto le dio un ejemplo y dando un paso hacia adelante los escombros debajo de sus pies se destruyeron creando un camino lizo. Aramse lo había hecho sin saber que funcionaria solo el vino la idea a la mente y al intento sin embargo aun no sabia como controlar el fuego negro espectral.

por Sheznarda Miér Ene 05, 2011 6:36 pm

Sheznarda observó a su hermano de cosmos, al parecer el era un poco más cruento para avanzar, con el sólo uso de su cosmos había logrado aplanar el camino sobre el cual ella hubiera caminado gustosa de no haber sido porque ya había avanzado bastante entre los escombros y no estaba de humor para regresar sobre sus pasos en ese sinuoso trayecto otra vez tropezando como una borracha con cada roca en ese lugar.

-Así que usar el cosmos de esa manera hermanito? - Sheznarda avanzó con dificultad hacia las las escaleras destruídas del templo de la discordia y una vez que pegó un brinco para evitar la espcie de zanja que estaba entre las escaleras y el sitio donde ella había saltado, la joven ladonra se paró mirando hacia la entrada del templo, este lucía bastante ruinoso también, pero ya pagarían los demás por esa afrenta.

-Yo pienso qeu ese cosmos debería guardarse un poco por si hay alguna emergencia, pero tampoco es malo el uso que le has dado, tengo que reconocer muy a mi pesar. - Sheznarda dio media vuelta para ver a su hermano y luego de reir al verlo de pie aún lejos del templo dijo en voz alta:- Bueno hermanito te espero adentro, allá está nuestra armadura, allá está lo que nosotros buscamos con tanto ahínco y empeño.

por Aramse Miér Ene 05, 2011 7:22 pm

Aramse continuaba caminando usando su cosmos para crear un camino para el mismo, mientras lograba ver que su hermana se adelantaba pero aun tropezándose entre las ruinas de la entrada del templo y escuchando sus palabras la logro ver subiendo unas escaleras dándole así el camino pero enseguida termino de escuchar sus ultimas palabras y este le respondio con las siguientes palabras.

-Pues hermana yo veo esto como un entrenamiento de como usar mi cosmos y no te preocupes, no me cansare tan solo por hacer esto el cosmos me sobra y puedo entrenarlo como quiera, aunque deberías ser tu la que hiciera esto ya que aun no sabes controlarlo para atacar-

Termino de decir aquellas palabras y la vio desaparecer dentro del templo y luego se dirigió a las escaleras que había visto que su hermana shezznarda había subido, y dando un gran salto de una sanja a las escaleras llego a el toro lado sin problemas, pero enseguida sintió como ese pedazo se desprendía y subió rápidamente provocando un gran escándalo y luego siguió adentrándose en el templo.

-Vaya esto si que esta hecho polvo la escalera no me soporto y a shezznarda si.. bueno que mas da mi diosa eris luego lo arreglara todo en un parpadeo-

por Pandora1 Lun Ene 17, 2011 12:07 am

Tras un intenso fogonazo de luz cosmica las figuras de dos mujeres se hizo presente en el lugar, una pequeña y otra más imponente aparecían. Era la diosa de la discordia y yo, su fiel fantasma de la muerte, que en un parpadeo aparecíamos por fin en nuestro hogar aunque en ruinas, el gran templo de la Discordia que muy pronto iba a renacer de entre los escombros e iba a ser el mismo de antes.

La energía cosmica de la diosa Eris se hacía presente con intensidad en aquel sitio, aun tomaba de su mano estaba, mientras nuestros cuerpos terminaban de aparecer por completo en el suelo polvoriento del templo entre las ruinas. A lo alto se aalzaban algunas columnas a medio destruir y los ladrillos a montones por todos lados en derredor de nosotras. Aunque en principio no le presté mucha atención a eso, pues luego de aquel extraño viaje me sentía un poco rara a decir verdad, nunca me había transportado de esa manera ni presenciada tal explosión de energía tan potente. Mi cabeza daba vueltas por lo que solté la mano de Samantha sabiendo que ya habíamos llegado y me lancé de rodillas al suelo por a penas unos escasos segundos hasta que me sentí mejor.

Levanté por fin mi vista, fijando todos aquellos escombros de piedra que había por todos lados, no podía creer la destrucción de aquel sitio, nuestro hogar, había que levantar los simientos, volver a revonstruir el templo de la discordia para que nuevamente en el pueda reinar la diosa Eris y sus seguidores, los fantasmas de la discordia. Entonces me puse de pie nuevamente y mire más detenidamente ell lugar, podiendo luego dirigir mi vista hacia mi diosa para poder decirle unas cuantnas palabbras.

-Parece que llegamos al fin... nuestro hogar... estube algún tiempo aquí, ya hace varias semanas... le hace falta un arreglo... ¿Cree , mi diosa, que podamos reconstruir esto?- Dije con intriga poensando si Samantha podía hacer que todo esto este listo antes que la guerra de comienzo de verdad y que los dioses y sus guerreros despierten por completo.

por Samantha Lun Ene 17, 2011 10:24 pm

De repente, en aquel escabroso lugar un portal abruptamente se abrió, arremolinándose, haciendo nacer una terrible luz que inundaba todo escombro que perduraba en el suelo. De inmediato se proyectaba entre aquel manto luminoso, las siluetas de dos mujeres una mas pequeña que la otra, para que tras un rugido ensordecedor, Flori y Samantha aparecieran descendiendo lentamente del cielo hasta el suelo, sus pies por fin tocaba lo solido.
La brisa que se había alterado, por el porta abierto de espacio y tiempo, una vez mas cesaba su rabia, dejando expuesto el verdadero clima reseco que recorría entre los cascotes, que alguna vez fueron las paredes pulidas del palacio del Caos y la Discordia.
De inmediato Samantha sentía un tirón, encorvando así levemente su cuerpo hacia el frente. Flori soltaba su mano cayendo abruptamente al suelo, pues no había nunca viajado de esa manera, por lo que sus nervios sensibles se ponía. De rodillas estaba por el frente de su Diosa, a lo que simplemente Eris ladeo el rostro y sonrió.

La vista del fantasma de la muerte, danzaba por doquier un poco sorprendida por tan terrible holocausto que invadía la belleza, de lo que alguna vez fue su hogar… en eras pasadas. Flori se levantaba y dirigía su mirada a Samantha, hablando y cuestionando que si existía algún remedio para arreglar los estragos. Eris suspiro y camino hacia ella, tomando su mentón y sonriéndole le dijo:

-No te preocupes mi niña, de eso me encargo yo… con el simple hecho de que ya este de nuevo en el suelo del templo, lentamente se reconstruirá, pues mi cosmos nutre estos lares. Ahora Flori tu tarea es la siguiente, en lo que esto se alza mágicamente… Ve y busca a tus hermanos, reúnelos mientras esto se edifica por si solo, después cuando por fin este las paredes alzadas, busquen la sala principal, yo ahí estaré esperándolos sentada en mi trono, tenemos que planear el que hacer… ve, apresuraos y no te espantes, pues en cada paso veras como las piedras se suspenderán en el aire acumulándose y haciendo formas, como si esto se retrocediera a un pasado mas hermoso… ve Flori.

Después de eso, Samantha le soltó, alejándose de aquel lugar, mientras que lentamente el suelo comenzaba a temblar, de arriba hacia abajo acumulando así los escombros y alzando una paredes enorme en medio de Samantha y Flori.

La diosa se detenía y simplemente giraba su rostro viendo de reojo aun la sombra de Flori, aquella simplemente exclamo:

-Y ten cuidado que esto esta un poco inestable…

Después de eso siguió caminando a un lugar en particular que ella deseaba ver… un lugar amado por ella en sus eras pasadas.

por Pandora1 Miér Ene 26, 2011 2:51 pm

Mi diosa se acercó a mi presencia y rápidamente tomó mi mentón con una de sus manos, como acostumbraba a hacer siempre. En ese mismo instante sin más comenzó a dirigir unas palabras hacia mi. Respondía cada una de mis dudas expresadas anteriormente. Por lo que oía con atención el templo iba a ser reconstruido por el mismo cosmos que liberaba la diosa de la discordia mientras otro trabajo era encomendado a mi. Mi querida diosa quería que fuera en busca de mis dos compañeros fantasmas que estaban en otro sitio del templo de la discordia, podía sentir incluso sus cosmos. Me quedé callada luego de la respuesta de Samantha, mientras que ella me soltaba y se alejaba, me llamó la atención lo que comenzaba a ocurrir, los escombros y piedras amontonadas en el suelo se iban elevando por los aires como si fuera magia, comencé a observar en todas direcciones, pues me llamaba mucho la atención lo que mi diosa podía hacer. Llegué a distraerme con eso hasta que ella me dirigió unas últimas palabras, la miré mientras se alejaba entonces me paré firme nuevamente.

-Si, mi señora, como usted desee...- Seguía dirigiéndome con mucho respeto hacia ella aunque sea mi amiga también, porque siempre lo había hecho, desde que era sirviente de la propia humana Samantha; desde un principio, y ya era una costumbre no podía evitarlo. Entonces me encaminé en dirección opuesta a donde mi diosa iba, ahora iría en busca de Aramse y Shezznarda, como había ordenado Eris. No tenía más que hacer que concentrarme en ese único objetivo, entonces comencé a caminar, aunque con un paso bastante rápido mientras que colgada en mis hombros llevaba aquella oscura caja que contenía mi armadura.

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