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Callejones
Despues de ver a aquella mujer, me dirigi a buscarla, juraria conocerla, pero al no saber por donde fue me toco mirar por todos los lugares, uno de los lugares mas peligrosos en toda Roma, aqui se podia encontrar de todo incluso yo diria que venden asta muertos, cosa no comprensible, quien con dos dedos de frente querria tener un muerto de compañia, no lo se no lo comprendo.
Vallal que aburrido es esto de buscar a la gente, no veo a la mujer ni al hombre que la acompañaba, aunque dudo que marcharan muy lejos bueno, da igual me centrare en seguir buscando, todo sea por despejar mis asquerosas dudas
Segun andaba, iba tirando las pequeñas mesas de estas calles tan estrechas, la gente me echaba la bronca, pero francamente me daba igual lo que me dijeran por mi podrian morirse y dejarme tranquilo un rato.
Me aburria mucho y no sabia que hacer, la mujer que buscaba habia desaparecido como por arte de magia y la verdad era algo que me resultaba poco posible, sali a una gran calle, donde difrenciaba tiendas de armas, de animales, comidas y una tienda de armaduras en la que yo recuerde solo admitian a soldados entrar, miraba entre las tiendas, todo esto me hacia perder la paciencia bastante tanto que si en un rato no encontraba a la mujer acabaria quemando Roma.
Aaaaahhh joder, donde esta la maldita mujer esto es una mierdaaa, con lo agusto que estaria yo durmiendo y tube que salir definitivamente soy un imbecil aaaahhh
La gente me miraba, les extrañaba el que hablara solo y un poco los gestos, no la encontraba y me aburria, en lo ultimo que me fije fue en un hombre encapuchado marchandose del lugar a una prisa bastante grande, me fije tambien en que al hombro, llevava una ardilla, despues salio otro con pelo azul mas oscuro y por ultimo vi a una mujer de pelo rosa marchar, entre a la tienda a mirar que vendian.
Vallal que aburrido es esto de buscar a la gente, no veo a la mujer ni al hombre que la acompañaba, aunque dudo que marcharan muy lejos bueno, da igual me centrare en seguir buscando, todo sea por despejar mis asquerosas dudas
Segun andaba, iba tirando las pequeñas mesas de estas calles tan estrechas, la gente me echaba la bronca, pero francamente me daba igual lo que me dijeran por mi podrian morirse y dejarme tranquilo un rato.
Me aburria mucho y no sabia que hacer, la mujer que buscaba habia desaparecido como por arte de magia y la verdad era algo que me resultaba poco posible, sali a una gran calle, donde difrenciaba tiendas de armas, de animales, comidas y una tienda de armaduras en la que yo recuerde solo admitian a soldados entrar, miraba entre las tiendas, todo esto me hacia perder la paciencia bastante tanto que si en un rato no encontraba a la mujer acabaria quemando Roma.
Aaaaahhh joder, donde esta la maldita mujer esto es una mierdaaa, con lo agusto que estaria yo durmiendo y tube que salir definitivamente soy un imbecil aaaahhh
La gente me miraba, les extrañaba el que hablara solo y un poco los gestos, no la encontraba y me aburria, en lo ultimo que me fije fue en un hombre encapuchado marchandose del lugar a una prisa bastante grande, me fije tambien en que al hombro, llevava una ardilla, despues salio otro con pelo azul mas oscuro y por ultimo vi a una mujer de pelo rosa marchar, entre a la tienda a mirar que vendian.
Ace- Cantidad de envíos : 10
Re: Callejones
La princesa de Roma llego al mercado otra vez, era la segunda vez en el día que se aparecía en ese lugar tapando su rostro, para no llamar la atención, pero al final podría resultarle en contra, porque no era normal que para el calor que hacía en ese lugar una mujer llevara un rapo en la cabeza que no haría más que hacer que la portadora se muriera de calor.
Por quinta vez se confundió en esos callejones, pero al final luego de tanto trabajo la princesa al fin logró llegar a la zona del mercado en donde había una gran cantidad de frutas, ya no iría al primer puesto al que se acercó puesto que al dejar definido un sitio específico donde comprar las frutas, la gente podría descubrir que se trataba de ella y así lograr venderle frutas envenenadas y matarla así como murió su madre; claro que en el fondo sabía que eso era algo exagerado, puesto que nadie iba ponerse en pos de matar a la princesa de ROma pudiendo tener de blanco a la emperatriz, quien ella estaba segura no tenía tantos ataques de histeria y síndromes de persecución como ella.
Luego de pasar quince minutos tratando de escoger el puesto más indicado para comprar su canasta de frutas, la princesa terminó por escoger el puesto que estaba al frente del puesto en el que había comprado anteriormente. Luego de pagar las dos canastas que había comprando se fue caminando otra vez con paso ligero, ahora iba a comprarse algún brazalete para lucirlo en sus hermosos brazos, puesto que hacía tiempo que no compraba uno bonito para ella.
Por quinta vez se confundió en esos callejones, pero al final luego de tanto trabajo la princesa al fin logró llegar a la zona del mercado en donde había una gran cantidad de frutas, ya no iría al primer puesto al que se acercó puesto que al dejar definido un sitio específico donde comprar las frutas, la gente podría descubrir que se trataba de ella y así lograr venderle frutas envenenadas y matarla así como murió su madre; claro que en el fondo sabía que eso era algo exagerado, puesto que nadie iba ponerse en pos de matar a la princesa de ROma pudiendo tener de blanco a la emperatriz, quien ella estaba segura no tenía tantos ataques de histeria y síndromes de persecución como ella.
Luego de pasar quince minutos tratando de escoger el puesto más indicado para comprar su canasta de frutas, la princesa terminó por escoger el puesto que estaba al frente del puesto en el que había comprado anteriormente. Luego de pagar las dos canastas que había comprando se fue caminando otra vez con paso ligero, ahora iba a comprarse algún brazalete para lucirlo en sus hermosos brazos, puesto que hacía tiempo que no compraba uno bonito para ella.
-
Eso es linda... Cómprate y hazme lucir aún más hermosa.-
Lydia se asustó al escuchar esa voz en su cabeza otra vez mientras caminaba, tenía miedo, esta vez parecía que se estaba volviendo loca, como si hubieran dos personas en una sola, como si hubiera dos almas en su cuerpo, y esa otra le daba bastante miedo, porque no la conocía.
-¿Quién eres? Porqué siempre me estás hablando?- dijo Lydia en voz baja mientras daba vuelta en la esquina para ir al mercado de las joyas, aún esperando escuchar la voz que sonó en su cabeza, pero esta ya se había ido.
Lydia se asustó al escuchar esa voz en su cabeza otra vez mientras caminaba, tenía miedo, esta vez parecía que se estaba volviendo loca, como si hubieran dos personas en una sola, como si hubiera dos almas en su cuerpo, y esa otra le daba bastante miedo, porque no la conocía.
-¿Quién eres? Porqué siempre me estás hablando?- dijo Lydia en voz baja mientras daba vuelta en la esquina para ir al mercado de las joyas, aún esperando escuchar la voz que sonó en su cabeza, pero esta ya se había ido.
Narro/ hablo/ Existencia aún dormida de la diosa
Lydia- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo de Afrodita
Ataques :
AD - Flama de Lujuria (4400)
AD - Ovillo de Espinas Rojas (4500)
AM - Canto de la Lamia (4900)
AM - Renacer de la titania (5000)
AF - Jardín de Rosas Negras (*6200)
AF - Penitencia (5700)
AFa - Encanto de lo oscuro (6600)
AFa - Esencia de feromona (6700)
Defensa :
Laberinto de Lujuria
DE - Danza de los cinco tokens
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Re: Callejones
Acaba de salir de aquella zona con puestos repletos de joyas y estaba tan inmiscuida en sus pensamientos, que aún no notaba que estaba en zona más peligrosa del mercado: los callejones. A lo lejos en el horizonte, el sol comenzaba a ponerse, iluminando todo con tonalidades que iban del amarillo-anaranjado al morado. Se veía precioso y deslumbrante.
Aixa poco a poco fue fijándose en los alrededores y notó que algo no marchaba bien, mientras más caminaba más se acrecentaba la oscuridad de aquel sitio y las personas que andaban ahí no poseían ninguna pinta de tener buenas intenciones. Respiro profundamente por algunos minutos, mentalizándose para que sí pasara algo pudiera al menos defenderse. No era ninguna debilucha y su hermano mayor le había enseñado algunos movimientos para bloquear golpes, además tenía mucha agilidad para esquivar.
El tiempo pasaba lentamente, aún sin sobresaltos y a medida que seguía avanzando, volvían a aparecer los puestos, pero todo tenía un aire más oscuro, como si las cosas que allí se veían no fuesen obtenidas por los mejores métodos.
Aquel lugar en el que estaba a punto de adentrarse parecía ser el rincón más despreciable de todo el mercado, donde las personas más viles y también ricos con oscuras intenciones, comerciaban
Aixa poco a poco fue fijándose en los alrededores y notó que algo no marchaba bien, mientras más caminaba más se acrecentaba la oscuridad de aquel sitio y las personas que andaban ahí no poseían ninguna pinta de tener buenas intenciones. Respiro profundamente por algunos minutos, mentalizándose para que sí pasara algo pudiera al menos defenderse. No era ninguna debilucha y su hermano mayor le había enseñado algunos movimientos para bloquear golpes, además tenía mucha agilidad para esquivar.
El tiempo pasaba lentamente, aún sin sobresaltos y a medida que seguía avanzando, volvían a aparecer los puestos, pero todo tenía un aire más oscuro, como si las cosas que allí se veían no fuesen obtenidas por los mejores métodos.
Aquel lugar en el que estaba a punto de adentrarse parecía ser el rincón más despreciable de todo el mercado, donde las personas más viles y también ricos con oscuras intenciones, comerciaban
Re: Callejones
Tras haber desaparecido de los alrededores del Santuario sin noción alguna de donde ir además del hecho de que su mente andaba algo liada y la meditación si bien la ayudaba le causaba sueño en algunas ocasiones, así que su mente divagó entre diversos lugares pareciéndole el mejor lugar para al menos relajarse el mercado en Roma, un leve resplandor se hizo presente en un lugar apartado lejos de la luz pública del mercado apareció la joven lemuriana en los callejones de estos, que generalmente estaban vacíos de la muchedumbre que surcaba el mercado conocidos por ser el nido de ratas de la sociedad y en donde jugaban los niños hijos de los mercaderes, miró a los alrededores vacíos sin ni un alma y suspiró al ver que pasó desapercibida su aparición en aquel lugar, de haber sido vista lo más seguro es que la gente escaparía atemorizada o intentarían capturarla para ser vendida como esclava por sus habilidades, ordenó sus cabellos con las manos mientras comenzaba a caminar en el intrincado laberinto de callejones del mercado, llegando en varias ocasiones a pasajes sin salida que eran ocupados para dejar los restos destrozados de mercadería que se han roto al ser movidas o tiradas por la marea de gente, entre los objetos pudo distinguir un trozo de tela de tonalidad verde casi azul la cual tomó con delicadeza con sus dedos, la sacudió para quitarle el polvo y la guardó en su morral por si la necesitaba a futuro.
- Ahora como salgo de aquí - se preguntó a sí misma en voz alta miro a todas partes hasta que pudo divisar grandes cantidades de personas - ¡la calle principal! - exclamó con felicidad mientras se dirigía a aquel lugar para librarse de los callejones.
- Ahora como salgo de aquí - se preguntó a sí misma en voz alta miro a todas partes hasta que pudo divisar grandes cantidades de personas - ¡la calle principal! - exclamó con felicidad mientras se dirigía a aquel lugar para librarse de los callejones.
Enya- Amazona Dorada
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Re: Callejones
Sheznarda el fantasma del hambre se encontraba ahora caminando por las calles del mercado, aunque no lo creyera esa era la manera más sencilla de llegar al palacio de su diosa, porque desde ahí podía tomar el camino empedrado que la llevaba hacia el mismo. Había hecho bien en salir a la hora que lo hizo, porque las veinti cuatro horas aúno no se habían cumplido, puesto que ella se fue a eso de casi el medio día, pero igual quería llegar algo temprano para que la próxima su diosa no dudara en darle el permiso para ver a Jabranth.
-Heero pon atención por si algún día tu estás perdido y tienes que regresar sólo, porque yo no puedo estar pendiente de tí todo el día.
Sheznarda miró hacia sus pies y vio con alegría que Heero estaba dando vueltas al rededor de los mismos bastante feliz, es más parece que la mujer de la posada había limpiado y peinado el pelaje de ese hermoso animalito, puesto que el mismo se veía más brillante y suave, riendo alegremente Sheznarda caminó unos pocos pasos más mientras miraba a la gente ir y venir en ese lugar, recordando que un día como ese ella había conocido al prometido de su amiga y la había alentado a seguir con su amor; se entristeció por no haber estado antes con ella, pero en serio Sheznarda estaba despertando como fantasma, y por ello era que no estuvo para apoyarla antes.
-Bueno Herro vamos que no tenemos todo el día!! Aunque ahora que lo pienso sí, pero bueno no podemos hacerle esperar... SI lo hago esa persona se enojará mucho.
Sheznarda siguió su rumbo con lentitud y tomó su camino hacia el sendero empedrado para poder ir al templo de Eris, de donde ya emenaba su cosmos mortal haciendo que ella lo sintiera desde ahí.
Sheznarda- Amazona Dorada
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Re: Callejones
Caminando a través de los callejones, dejándose perder entre estos mientras los maleantes, las personas y los vagabundos la rodeaban, la adivina ambulante conocida como Trista había visto que sus esfuerzos por utilizar al avatar actual de la Codicia como ayudante eran inútiles. Si bien el Pecado tenía la voluntad para aplastar los últimos retazos de humanidad que se mantenían anclados a ese cuerpo, se notaba que todavía no quería hacerlo por completo…o simplemente, el destino no lo dejaba actuar con libertad. El destino, cosa curiosa y caprichosa…había sido el quien se había encargado de hacer que Athena venciera a Hades en la guerra santa de hacía doscientos años antes, mientras que por su parte, la había colocado como guardiana de uno de los portales hacia el Tártaro, impidiéndole participar en los últimos sucesos en persona. Pero no importaba, los designios del destino aunque crueles, eran totalmente indomables e impredecibles…y la única persona en el Inframundo aparte de sí misma que lo sabía era el Orgullo ya que como ella, ella podía manipular de cierta forma las corrientes más simples que se tejían en el enorme tapiz que representaba al mundo actual.
Conociendo esto, además del factor de que todavía no tenía ni una pizca de sus habilidades originales en la palma de la mano, la mujer de larga melena decidió que el momento de actuar había llegado…sí. En otro lado del mundo el señor del Inframundo estaba por ascender al plano humano y ella como una de sus servidoras, no podía retrasarse más…contara o no con la ayuda de Codicia. Suspirando y entrecerrando los ojos, Trista se perdió en un callejón para dirigirse a su próximo objetivo, siguiendo las señas y designios que el destino le presentaba conforma avanzaba…su destino ahora yacía al noreste de Roma.
Conociendo esto, además del factor de que todavía no tenía ni una pizca de sus habilidades originales en la palma de la mano, la mujer de larga melena decidió que el momento de actuar había llegado…sí. En otro lado del mundo el señor del Inframundo estaba por ascender al plano humano y ella como una de sus servidoras, no podía retrasarse más…contara o no con la ayuda de Codicia. Suspirando y entrecerrando los ojos, Trista se perdió en un callejón para dirigirse a su próximo objetivo, siguiendo las señas y designios que el destino le presentaba conforma avanzaba…su destino ahora yacía al noreste de Roma.
Trista- Cantidad de envíos : 21
Re: Callejones
Volviendo a los callejos, de un gran mercado, que parecía no tener, fin drakins caminaba muy alegremente por las calles, estaba feliz porque lo que sus ojos, observaron en el herbolario, estaba aun un poco divagando, entre luz y oscuridad, aun estaba entre esos mundos, no sabía el por qué y no entienda la razón y menos la respuesta, era algo tan complejo, como sencillo, era algo cotidiano de la humanidad, que venía desde los tiempos del mito, eran eras impresionantes, pero aun así su mente no comprendía, aquello, sería su camino en aquella oscurita que la luz de la luna bañaba con su brillo. Parecía que la humanidad no tenía ni idea de lo que podría ocurrir, pero ni el mismo sabía que podía pasar, era un caballero de bronce, al servicio de athena, aun no sabía cuántos dioses avían en el mundo, cuantas legiones se estaban formando, cuantos guerreros tendría que matar por el bien y la justicia, no sabía si viviría mucho, avía tantas cosas que , podía ocurrir, y al mismo tiempo que no, era algo que parecía tener en un desequilibrio a drakins apenas lo pensaba, pero como el mismo era una persona que no se mortificaba por esas cosas, de momento volvía a su tranquilidad y dejaba de pensar en aquello mientras pasaba por los callejones. Su mente parecía un poso de oscuridad y de luz al mismo tiempo era algo tan raro.
A será que me estaré volviendo loco, o son ideas mías nada mas, pero en fin aun no comienza nada y aun no me eh ganado mi armadura del fénix, que pronto será mía, en ese momento le abre cumplido la promesa a mi mama, espero que ese día no tarde mucho pero como ella dijo tiempo al tiempo del pairo solo queda el cansancio
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Esfera Espectral
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Re: Callejones
Michiru había salido corriendo de aquel lugar de perdición y muerte estaba completamente exhausta con su respiración agitada se dejo caer de rodillas como muestra de alivio suspiro
- ¡Ah! Gracias a los dioses que salí de ese lugar o habría encontrado la muerte segura pero... como es posible que haya llegado hasta allá, no recuerdo haber entrado en este callejón ni mucho menos pasar por aquella plaza mugrienta, No lo se como llegue pero eso me da un mal presentimiento- La chica de cabellos verdes se puso de píe Lentamente no se había percatado de que tenia lastimado su brazo - ¡Auch! este pequeño raspón sin que duele demasiado no logro entender porque estos tan pequeños duelen mas, creo que si me cortara el brazo no me dolería tanto jaja, Bueno me iré a comprar algún vestido parezco una indigente- Michiru camino hacia lo que parecía ser la salida, pero era un poco mas larga de lo que parecía ya que camino por algunos minutos - Vaya si que esta largo este camino parece como si nunca tuviera fin o acaso ¿me estaré volviendo loca? jajajaja si no me conociera yo diría que no, pero si fuese otra persona juraría que dudo de mis facultades mentales- Así Michiru al fin logro salir de aquel oscuro callejón
- ¡Ah! Gracias a los dioses que salí de ese lugar o habría encontrado la muerte segura pero... como es posible que haya llegado hasta allá, no recuerdo haber entrado en este callejón ni mucho menos pasar por aquella plaza mugrienta, No lo se como llegue pero eso me da un mal presentimiento- La chica de cabellos verdes se puso de píe Lentamente no se había percatado de que tenia lastimado su brazo - ¡Auch! este pequeño raspón sin que duele demasiado no logro entender porque estos tan pequeños duelen mas, creo que si me cortara el brazo no me dolería tanto jaja, Bueno me iré a comprar algún vestido parezco una indigente- Michiru camino hacia lo que parecía ser la salida, pero era un poco mas larga de lo que parecía ya que camino por algunos minutos - Vaya si que esta largo este camino parece como si nunca tuviera fin o acaso ¿me estaré volviendo loca? jajajaja si no me conociera yo diría que no, pero si fuese otra persona juraría que dudo de mis facultades mentales- Así Michiru al fin logro salir de aquel oscuro callejón
Michiru- Amazona Dorada
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Re: Callejones
Volviendo a los callejones, realmente, drakins estaba perdido, no sabía por dónde ir pero a pesar de todo, se la tomaba con calma, sabía que más temprano que tarde saldría de ese lugar. Pero ahora iba más calmado dando el lujo de mirar bien por donde estaba así no volver a pisar el mismo lugar, dos veces, como en esta ocasión. Su mirada ya era fija en el horizonte, ni en el suelo , ni en el cielo, tenía que estar concentrado esta vez si quería salir de ese lugar, que era tan grande, caminado poco a poco miraba a las personas, a una viejita en particular, que tenía un cosmo grande, inclusive se podía notar que estaba a nivel de un caballero pero dicha señora, no era una, parecía algo raro como una persona normal podía tener ese cosmo, por qué tanta energía, y al mismo tiempo verse tan indefensa de la vida misma, parecía blanco fácil, para cualquier ladrón, ya que era una de las más ricas de todo el imperio, portando sus joyas, pero estaba sola, no poseía compañía ninguna, esto llamo también la atención de drakins, como era posible tal como no entendía el por qué de eso, su miraba se fijaba al frente del, inclusive cuando la señora paso por un lado no la miro, pero siento un gran cosmo de ella, era mayor al de antes, pero desidia ignorar eso y seguir su camino.
Bueno creo que por este lado llegare a la salida, vamos drakins tu puedes jjejejeje. Vamos tengo que salir de aquí!
Bueno creo que por este lado llegare a la salida, vamos drakins tu puedes jjejejeje. Vamos tengo que salir de aquí!
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Re: Callejones
Tras haber dejado atrás el bosque sin noción alguna de donde ir deje que mis pies me guiaran inconcientemente a un lugar apartado lejos de la luz pública nuevamente me encontraba cerca del mercado precisamente en los callejones de estos, que por lo general estaban vacíos de la incesante muchedumbre que surcaba el mercado como si fuese una marea de gente, miré a los alrededores vacíos sin ni un alma y suspiré al ver que el día se estaba nublando al parecer el astro rey estaba perdiendo contra las nubes dejando que el calor del sol se esfumara lentamente, ordené mis cabellos con las manos mientras comenzaba a caminar en el intrincado laberinto de callejones del mercado la verdad desde que había llegado a Roma no entendía porque hacían laberintos de las calles, seguí caminando llegando en varias ocasiones a pasajes sin salida que eran ocupados para dejar los restos destrozados de mercadería que se han roto al ser movidas o tiradas por la marea de gente. Si lo pensaba bien el hecho de ser construidas así las calles podría ser una estrategia de defensa en caso de ataque a la ciudad, aunque quien en su sano juicio atacaría Roma, atacar al enemigo en su propia casa si uno lo pensaba objetivamente puede tener sus ventajas y desventajas, la desventaja mayor es no conocer el terreno al que te metías cayendo en trampas o perdiéndote, además del factor de que pueden haber más adversarios de los pensados, la ventaja se podría dar en caso de que tuviesen poco ejército o este estuviese fuera la mayoría de las veces.
Enya- Amazona Dorada
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Re: Callejones
- O quien sabe - dije al viento tras mis últimos pensamientos que si bien eran totalmente racionales, me hacía desear que no existiese la guerra ni la muerte, pero la vida no era perfecta ni nada lo era así que no quedaba más que aceptar la situación que nos dieron los dioses y ver como salir de ella de la mejor manera posible, evitando el derramamiento de sangre de inocentes que no tenían nada que ver en las guerras entre los dioses. A veces me preguntaba a mi misma porque tenía este tipo de vida errante casi totalmente sola, desde pequeña mi vida paso desde lo pacífica a lo intranquila cuando a mi madre se le ocurrió que la mejor manera de mantenerme ocupada era entrenando tradición que era común en mi familia todas las mujeres eran entrenadas desde el momento que comenzaban a demostrar sus habilidades básicas con mejor control, aunque desde la anterior Guerra Santa no hubo una elegida por la Armadura de Aries, igualmente el entrenamiento era obligatorio para mejorar las habilidades psicoquinéticas y las mentales. El entrenamiento comenzó a los cuatro años de edad en los cuales generalmente me escapaba lejos de mis maestros que cansados de buscarme dejaban su búsqueda y se concentraban en sus demás alumnos, en esos ratos "libre" por no decir de escapada hacía algunas ligeras bromas a la gente que no pasaban de una simple travesura infantil. Mis pasos siguieron a otra parte del mercado mientras mi mente distraída en sus propios pensamientos seguía su rumbo propio.
Enya- Amazona Dorada
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Re: Callejones
El inicio del mercado vaya que raro llegar a un lugar así cuando Bárbara generalmente frecuentaba lugares más vacíos como lo era el Tiber, por no decir mas sucios, el mercado de Roma para mí era el lugar en el cual podía hacerme rica sin mucho esfuerzo demasiada gente estúpida y descuidad eran víctimas ideales para el hurto de monedas y joyas que llevase despreocupadamente a la vista, pero por ahora no era momento de pensar en mi ambición sino de en la búsqueda de aquella dama que conocía desde hace mucho tiempo, nuevamente eleve mi cosmos intentando encontrarla aunque sea su cadáver me serviría, el pensar en ello hizo que mi cosmos visible para mí se tornase rojo intenso como el fuego que había utilizado anteriormente en el bosque para salvar mi vida irónicamente de quemarme, me aleje de la muchedumbre no quería causar líos en la masa al menos no por ahora llegue a un lugar alejado de las tiendas los callejones allí concentre mi energía en la presencia de ella pero aún nada.
- Maldita puta ¿dónde estará? - pregunté sin esperar respuesta alguna a aquella interrogante, no la esperaba solamente debía de encontrarla por mí misma no importaba cuanto me demorase debía de hacerlo, mi cosmos se descontroló al hacer lo mismo con mis emociones la rabia no me llevaría a nada por el momento solamente a provocar daños que por mi parte no me importaban para nada, lentamente ropas colgadas en las afueras de una casa comenzaron a prenderse por sí solas al parecer mi alteración ya había provocado algo, simplemente me di la vuelta de allí haciéndome la que no sabía nada y me aleje un poco para que no resultase sospechosa de aquel incidente, mi cosmos aún emergía de mi cuerpo sin control hasta para eso mis emociones eran catalizadoras sino era para desmanes provocados por mi ira era para esto - El colmo, y se supone yo controlo el fuego - solté esto sin importarme si alguien me escuchaba o no, la gente en esta ciudad hacía oídos sordos a lo que decía la plebe, esto hizo que me enojase un poco más provocando que mi mano se rodease de fuego obviamente sin quemarme, la miré tranquilizándome con lentitud hasta que el fuego se apagó, no tenía tiempo para estupideces sino para acciones.
__________________________________- Maldita puta ¿dónde estará? - pregunté sin esperar respuesta alguna a aquella interrogante, no la esperaba solamente debía de encontrarla por mí misma no importaba cuanto me demorase debía de hacerlo, mi cosmos se descontroló al hacer lo mismo con mis emociones la rabia no me llevaría a nada por el momento solamente a provocar daños que por mi parte no me importaban para nada, lentamente ropas colgadas en las afueras de una casa comenzaron a prenderse por sí solas al parecer mi alteración ya había provocado algo, simplemente me di la vuelta de allí haciéndome la que no sabía nada y me aleje un poco para que no resultase sospechosa de aquel incidente, mi cosmos aún emergía de mi cuerpo sin control hasta para eso mis emociones eran catalizadoras sino era para desmanes provocados por mi ira era para esto - El colmo, y se supone yo controlo el fuego - solté esto sin importarme si alguien me escuchaba o no, la gente en esta ciudad hacía oídos sordos a lo que decía la plebe, esto hizo que me enojase un poco más provocando que mi mano se rodease de fuego obviamente sin quemarme, la miré tranquilizándome con lentitud hasta que el fuego se apagó, no tenía tiempo para estupideces sino para acciones.
Primer Post Ataque Débil Maestría Fuego
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Feuriges Feuer
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Re: Callejones
No sé cuánto tiempo llevaba caminando o en qué lugar en especifico me encontraba en la actualidad, solo sabía y estaba segura que estaba en el centro del Imperio: Roma.
Me adentré por unas calles por donde no había transitado ni siquiera cuando estaba pequeña o ahora en la visita que nos trajo a Roma, la enfermedad de Nicole. Aquella calle estaba más sucia de donde venía, arqueé una ceja e hice una mueca de repulsión al ver la zona donde me encontraba, seguí caminando buscando una posible salida de ese lugar que tenía aspecto de todo pero de nada bueno y ya había tenido suficiente por lo que llevaba ya del día.
Proseguí la marcha, mirando de un lado algo que indicara un cambio de escenario, pero aún no encontraba tal posibilidad. A medida que avanzaba comenzaba a escuchar voces, llantos y lagrimeos, apresuré el paso, por un momento pensé: - Si hay gente, hay una salida ... por lo que caminé con prisa sin darme cuenta que había pateado un par de botellas, me detuve un par de metros de donde había pasado tal efecto y me dije: - No está de más llevar algo conmigo por si las cosas se ponen algo ..... agitadas
Sonreí con malicia, regresando por la botella, tomándola, quebrándola por la base y llevándomela conmigo, retomé la marcha ahora llevando algo que me podría ser bastante útil. Las voces se escuchaban con más fuerzas y los llantos parecían provenir de un par de niños. Ya me encontraba lo bastante cerca, reduje el paso y me escondí detrás de unas cajas y barriles que habían amontonados a unos cuantos metros del lugar de los hechos.
Permanecí oculta escuchando con atención lo que pasaba, sin dejar de observar a los dos pequeños que lloraban.
- ¿Qué tienen ahí? .... Ya les dije que me dieran todo lo que tienen ahí a no ser tu pequeño valiente que tu hermana pague por ello
- No... no señor, no podemos dárselo es la comida para nuestra madre
- Qué me lo des!!!!!
El sujeto haloneo al chiquillo haciendo que este tropezara con su hermana y ésta cayese al piso, el tipo levantaba la mano para propinarle una bofetada al pequeño, en ese momento salí, tomé una de las cajas una pequeña y llevándola en mis brazos ocultando la botella. A paso firme y con mirada desafiante, con un tono de voz intimidante dije: - Será mejor que no se atreva a tocar a alguno de ... hice una pausa a medida que me acercaba donde se encontraban ellos, terminando de decir: - .... mis hijos!
Los chiquillos se giraron mirando que pasaba, les guiñé un ojo a ambos y les dediqué una dulce sonrisa, ya me encontraba al lado de la pequeña, la miré y le dije: - Hija mía ponte detrás de tu madre... la pequeña sin reparo se levantó y se ocultó detrás de mí, continué acercándome más y más al tipejo enclenque que tenía ahora en frente, el sujeto palideció mientras veía que me acercaba más a él, ya estaba al lado del chiquillo y el hombre instintivamente no sé si producto de la sorpresa o tal vez del miedo lo soltó, él chiquillo iba a protestar en ese momento lo miré fulminantemente y dije: - No digas nada hijo mio, no es tu culpa que esta escoria te moleste ..... eres como tu padre .... defendiendo y protegiendo a tus seres queridos. El niño se quedó sin palabras con la boca abierta, en ese instante tomé la caja y golpeé al sujeto con ella en su pecho sin mirar a los infantes les dije: - Toma a tu hermana y vayan caminando a casa, su madre se ocupará del resto. El jovencito agarró a su hermanita y comenzó al inicio correr, ya no los sentía lo suficientemente cerca y me acerqué al tipo empujando la caja que tenía en su pecho, la solté y llevé la botella a su cuello, con voz delirante le dije: - Será mejor que te portes bien ... porque sino, te aseguro que mi dulce voz y mi hermoso rostro será lo ultimo que verás en tu repugnante vida, y no te molestes ..... esos chiquillos están a salvo conmigo HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA
Me alejé de él pasándole una de las puntas de la botella contra la carne de su cuello y la sangre no tardó en emanar, no lo maté, simplemente lo asusté. Llevé la botella ensangrentada a mi rostro, apoyándola delicadamente sobre mi mejilla derecha, incliné hacia la izquierda y miré al bastardo: - Y tú aún sigues aqui? ... no me digas que quieres sentir esto en tus entrañas .....
Sonreí mientras observaba como la escoria esa salía huyendo de allí, me dí la vuelta y los chiquillos se encontraban parados a mitad de la calle un par de cuadras adelante, sonreí con maldad al verlos, apresuré el paso para estar junto con ellos, mantuve la botella en mis manos, ocultándola en mi espalda. Ya estaba frente a ellos, la chiquilla seguía sollozando por un momento pensé: - Será que todos los malditos niños tienen que llorar tanto, deberías estar feliz .... te salvé la vida .... mocosa!!!!. Incliné mi cuerpo hacía ellos y le sonreí maternalmente a la niña y con voz angelical le dije: - Ya estás a salvo... puedes regresar a casa con tu hermano. Dirigí la vista hacia el jovencito que aún sostenía la manita de su hermana y le dije: - Eres un hombrecito ya!!! ... tus padres deben de estar orgullosos.
Los dos se me quedaron mirando y en un coro ambos esbozaron: - Gracias Señora!!!!
Me miraron casi con lágrimas en sus ojos, sonriendo de felicidad, por un momento sentí pena de ellos y cierto instinto maternal haciéndome recordar a Nicole.
Los niños seguían agradeciéndome, hubo un momento en donde me ofrecieron ir a su casa a cenar, me quedé pensando sobre aquella preposición, sonriendo acepté, tiré la botella y los dos chiquillos me tomaron de la mano en dirección a su casa.
Me adentré por unas calles por donde no había transitado ni siquiera cuando estaba pequeña o ahora en la visita que nos trajo a Roma, la enfermedad de Nicole. Aquella calle estaba más sucia de donde venía, arqueé una ceja e hice una mueca de repulsión al ver la zona donde me encontraba, seguí caminando buscando una posible salida de ese lugar que tenía aspecto de todo pero de nada bueno y ya había tenido suficiente por lo que llevaba ya del día.
Proseguí la marcha, mirando de un lado algo que indicara un cambio de escenario, pero aún no encontraba tal posibilidad. A medida que avanzaba comenzaba a escuchar voces, llantos y lagrimeos, apresuré el paso, por un momento pensé: - Si hay gente, hay una salida ... por lo que caminé con prisa sin darme cuenta que había pateado un par de botellas, me detuve un par de metros de donde había pasado tal efecto y me dije: - No está de más llevar algo conmigo por si las cosas se ponen algo ..... agitadas
Sonreí con malicia, regresando por la botella, tomándola, quebrándola por la base y llevándomela conmigo, retomé la marcha ahora llevando algo que me podría ser bastante útil. Las voces se escuchaban con más fuerzas y los llantos parecían provenir de un par de niños. Ya me encontraba lo bastante cerca, reduje el paso y me escondí detrás de unas cajas y barriles que habían amontonados a unos cuantos metros del lugar de los hechos.
Permanecí oculta escuchando con atención lo que pasaba, sin dejar de observar a los dos pequeños que lloraban.
- ¿Qué tienen ahí? .... Ya les dije que me dieran todo lo que tienen ahí a no ser tu pequeño valiente que tu hermana pague por ello
- No... no señor, no podemos dárselo es la comida para nuestra madre
- Qué me lo des!!!!!
El sujeto haloneo al chiquillo haciendo que este tropezara con su hermana y ésta cayese al piso, el tipo levantaba la mano para propinarle una bofetada al pequeño, en ese momento salí, tomé una de las cajas una pequeña y llevándola en mis brazos ocultando la botella. A paso firme y con mirada desafiante, con un tono de voz intimidante dije: - Será mejor que no se atreva a tocar a alguno de ... hice una pausa a medida que me acercaba donde se encontraban ellos, terminando de decir: - .... mis hijos!
Los chiquillos se giraron mirando que pasaba, les guiñé un ojo a ambos y les dediqué una dulce sonrisa, ya me encontraba al lado de la pequeña, la miré y le dije: - Hija mía ponte detrás de tu madre... la pequeña sin reparo se levantó y se ocultó detrás de mí, continué acercándome más y más al tipejo enclenque que tenía ahora en frente, el sujeto palideció mientras veía que me acercaba más a él, ya estaba al lado del chiquillo y el hombre instintivamente no sé si producto de la sorpresa o tal vez del miedo lo soltó, él chiquillo iba a protestar en ese momento lo miré fulminantemente y dije: - No digas nada hijo mio, no es tu culpa que esta escoria te moleste ..... eres como tu padre .... defendiendo y protegiendo a tus seres queridos. El niño se quedó sin palabras con la boca abierta, en ese instante tomé la caja y golpeé al sujeto con ella en su pecho sin mirar a los infantes les dije: - Toma a tu hermana y vayan caminando a casa, su madre se ocupará del resto. El jovencito agarró a su hermanita y comenzó al inicio correr, ya no los sentía lo suficientemente cerca y me acerqué al tipo empujando la caja que tenía en su pecho, la solté y llevé la botella a su cuello, con voz delirante le dije: - Será mejor que te portes bien ... porque sino, te aseguro que mi dulce voz y mi hermoso rostro será lo ultimo que verás en tu repugnante vida, y no te molestes ..... esos chiquillos están a salvo conmigo HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA
Me alejé de él pasándole una de las puntas de la botella contra la carne de su cuello y la sangre no tardó en emanar, no lo maté, simplemente lo asusté. Llevé la botella ensangrentada a mi rostro, apoyándola delicadamente sobre mi mejilla derecha, incliné hacia la izquierda y miré al bastardo: - Y tú aún sigues aqui? ... no me digas que quieres sentir esto en tus entrañas .....
Sonreí mientras observaba como la escoria esa salía huyendo de allí, me dí la vuelta y los chiquillos se encontraban parados a mitad de la calle un par de cuadras adelante, sonreí con maldad al verlos, apresuré el paso para estar junto con ellos, mantuve la botella en mis manos, ocultándola en mi espalda. Ya estaba frente a ellos, la chiquilla seguía sollozando por un momento pensé: - Será que todos los malditos niños tienen que llorar tanto, deberías estar feliz .... te salvé la vida .... mocosa!!!!. Incliné mi cuerpo hacía ellos y le sonreí maternalmente a la niña y con voz angelical le dije: - Ya estás a salvo... puedes regresar a casa con tu hermano. Dirigí la vista hacia el jovencito que aún sostenía la manita de su hermana y le dije: - Eres un hombrecito ya!!! ... tus padres deben de estar orgullosos.
Los dos se me quedaron mirando y en un coro ambos esbozaron: - Gracias Señora!!!!
Me miraron casi con lágrimas en sus ojos, sonriendo de felicidad, por un momento sentí pena de ellos y cierto instinto maternal haciéndome recordar a Nicole.
Los niños seguían agradeciéndome, hubo un momento en donde me ofrecieron ir a su casa a cenar, me quedé pensando sobre aquella preposición, sonriendo acepté, tiré la botella y los dos chiquillos me tomaron de la mano en dirección a su casa.
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Re: Callejones
Mire para observar los alrededores de aquel callejón pero nada, hasta que escuché alboroto a lo lejos al parecer alguna rencilla o asalto, común en aquel lugar en el cual se disputaban los grupos de ladrones el territorio y en le cual se aprovechaban de cualquier persona distraída o débil, preferí pasar de largo no quería meterme en una pelea no ahora tenía que encontrarla, el hecho de pensar en ella hacía que mi energía se descontrolara, no entendía que pasaba conmigo, pero debía de averiguarlo a como de lugar, aunque claro sin tomar en cuenta futuros problemas ígneos en el mercado producto de mi propio descontrol.
- ¿Dónde estará? - seguía soltando la misma pregunta una y otra vez al viento, mi preocupación se acrecentó no me gustaba estar así ni sentirme débil, detestaba las emociones no podía tenerlas no ahora que faltaba tan poco para que... mis pensamientos se detuvieron en aquello ¿para qué faltaba tan poco? no entendía, Avaricia había dejado de comunicarse conmigo es más no sentía su presencia en mi mente, que demonios estaba pasando a menos que ella - No puede ser seria una locura - solté en voz baja casi susurrando era posible acaso que Avaricia se haya acoplado a mi cuerpo para ser una sola, pero como lo habría hecho y no me di cuenta, que demonios estaba pasando conmigo. Aquel lapso de descontrol provocó que mi cosmos se descontrolara provocando que lentamente comenzara a caer fuego en pequeños pedazos como chispas crepitantes de una fogata haciendo que comenzara a quemarse telas y madera seca por el calor del día, esto obviamente provocó pequeños focos de incendio que alertó a la gente la cual veía aquel suceso con miedo y terror, por mi parte no me percaté de eso hasta que escuche el grito de una mujer la cual asustada salió corriendo, la miré con un poco de sorpresa para luego calmarme un poco esto hizo que dejara de caer aquella lluvia de chispas ígneas, por el momento lo mejor sería dejar aquel lugar no quería hacerme notar ni levantar sospechas no era el momento aunque aún me encontraba desconcertada por lo que acababa de hacer, dejando que las emociones me controlaran provoque un pequeño alboroto, solamente esperaba que no volviese a ocurrir.
- ¿Dónde estará? - seguía soltando la misma pregunta una y otra vez al viento, mi preocupación se acrecentó no me gustaba estar así ni sentirme débil, detestaba las emociones no podía tenerlas no ahora que faltaba tan poco para que... mis pensamientos se detuvieron en aquello ¿para qué faltaba tan poco? no entendía, Avaricia había dejado de comunicarse conmigo es más no sentía su presencia en mi mente, que demonios estaba pasando a menos que ella - No puede ser seria una locura - solté en voz baja casi susurrando era posible acaso que Avaricia se haya acoplado a mi cuerpo para ser una sola, pero como lo habría hecho y no me di cuenta, que demonios estaba pasando conmigo. Aquel lapso de descontrol provocó que mi cosmos se descontrolara provocando que lentamente comenzara a caer fuego en pequeños pedazos como chispas crepitantes de una fogata haciendo que comenzara a quemarse telas y madera seca por el calor del día, esto obviamente provocó pequeños focos de incendio que alertó a la gente la cual veía aquel suceso con miedo y terror, por mi parte no me percaté de eso hasta que escuche el grito de una mujer la cual asustada salió corriendo, la miré con un poco de sorpresa para luego calmarme un poco esto hizo que dejara de caer aquella lluvia de chispas ígneas, por el momento lo mejor sería dejar aquel lugar no quería hacerme notar ni levantar sospechas no era el momento aunque aún me encontraba desconcertada por lo que acababa de hacer, dejando que las emociones me controlaran provoque un pequeño alboroto, solamente esperaba que no volviese a ocurrir.
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Segundo Post Ataque Débil Maestría Fuego
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Re: Callejones
Los callejones, sin duda su elemento un buen lugar para mi ya habia perdido la cuenta de cuantas cosas habia destruido y cuantas personas habia matado en este lugar, todas ellas habian sufrido una muerte lenta y dolorosa, miro a través de la oscuridad hacia el callejón del norte pero que haces tu aqui -si- la mujer parecia desorientada, asi que decidio seguirla un rato y talvez despues matarla, pero ella se metio en el marcado y decidio esperarla hasta que saliera, el sonido de la destruccion un sonido que tanto ama, venia del mismo mercado, un joven que al pasar por este destruia los puestos, talvez sin querer, lo vio parar de su inquieta caminata, -niño tonto, jajajaja- mejor espero otro rato, no, nome gusta esperar, mejor buscare como divertirme recordo las gloriosas batallas en las que se habia peleado, las grandes masacres que habia encabezado en los alredeores de tenoshtitlan, sinduda eso lo reljo un poco y siguio su camino. llego a la parte mas lejana del mercado -jajajaja si que me diverti en el camino-, habia roto los juguetes de unos niños y los habia espantado, habia golpeado hasta csi matar a un joven, jajajajaja, eso fue solo un calentamiento
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