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[Villa Rodorio] Callejones
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[Villa Rodorio] Callejones
Era una tarde fresca y relajante en la villa Rodorio. Los cielos se notaban nublados y una extraña iluminación bañaba todo el terreno. Ya no habían señales del sol, sombras sutiles se apegaban a sus propietarios, dibujándose con delicadeza en las superficies.
Se escuchaban los murmullos de la gente desde la Plaza principal, los mercaderes se preparaban para retirarse a descansar después de una larga jornada de trabajo. Era un ambiente bastante tranquilo y pasivo, la gente con sonrisas y rostros satisfechos, saludando amablemente y ayudándose entre sí. Rodorio era simplemente una villa tranquila, dónde, a pesar de la cercanía con el Santuario, podían vivir con calma, confiando siempre en los Santos de Athena.
No obstante, parecía que ésta se volvería una tarde ajetreada para alguien en especial. Una joven de cabellos largos, sedosos, lisos y de un color claro, de tonalidad azul verdoso, caminaba despreocupada por uno de los callejones de la Villa. Cargaba algunos cajones con frutas, mas una mochila abultada en su espalda y, en la cintura, un pequeño bolsillo de piel, que seguramente tenía algo de oro en su interior. La joven parecía tranquila, sostenía una serena sonrisa en sus labios y cargaba sin problemas aquellos tres cajones. - La venta de hoy fue buena... incluso se terminaron las manzanas y los vegetales. Espero que mañana sea igual.- Mencionó mientras seguía caminando.
Se escuchaban los murmullos de la gente desde la Plaza principal, los mercaderes se preparaban para retirarse a descansar después de una larga jornada de trabajo. Era un ambiente bastante tranquilo y pasivo, la gente con sonrisas y rostros satisfechos, saludando amablemente y ayudándose entre sí. Rodorio era simplemente una villa tranquila, dónde, a pesar de la cercanía con el Santuario, podían vivir con calma, confiando siempre en los Santos de Athena.
No obstante, parecía que ésta se volvería una tarde ajetreada para alguien en especial. Una joven de cabellos largos, sedosos, lisos y de un color claro, de tonalidad azul verdoso, caminaba despreocupada por uno de los callejones de la Villa. Cargaba algunos cajones con frutas, mas una mochila abultada en su espalda y, en la cintura, un pequeño bolsillo de piel, que seguramente tenía algo de oro en su interior. La joven parecía tranquila, sostenía una serena sonrisa en sus labios y cargaba sin problemas aquellos tres cajones. - La venta de hoy fue buena... incluso se terminaron las manzanas y los vegetales. Espero que mañana sea igual.- Mencionó mientras seguía caminando.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Seguir el camino de las estrellas había resultado ser una odisea de los más extraña para Milanor, quien curiosamente había partido desde las montañas ubicadas más el norte del continente para terminar en una tierra caliente y arenosa, con incontables estructuras de belleza singular y unas noches casi perfectas donde las constelaciones eran fácilmente visibles en el cielo nocturno. Después de vagar durante unos cuantos días y perder lo poco de dinero que le quedaba de la reserva que había sacado de su “depósito” personal con los demás miembros de su banda había llegado a un pueblito animado y por demás…agradable de recorrer. En las últimas horas de la tarde en las que se había ocupado de caminar por las incontables calles y callejones del poblado (que supuestamente se llamaba Rodorio, según pudo escuchar por ahí) había notado que aparte de otras ciudades corruptas aquel sitio desbordaba alegría y una buena vibra que le llegaban hasta los mismos huesos. Poco rato después ya empezaba a anochecer y sin una sola moneda, no podría pagar ni una noche en alguna de las tantas posadas que había podido distinguir en todo el reconocimiento de la zona que había hecho hasta los instantes, lo que lo llevaba a una simple conclusión: tendría que pedirle “prestado” a cualquier incauto, no por maldad…sino que realmente, el peliplateado tenía la urgente necesidad de un poco de dinero. Como fuera el caso, ya se había apostado en los tejados que daban hacia un callejón que le serviría para tomar algo rápido y salir huyendo sin que la pobre víctima lo notara, así que lo único que quedaba por hacer era esperar a que alguna “presa” se presentara frente a él. Ni siquiera habían pasado cinco minutos para cuando pudo avistar justo lo que quería: una simple chica llevaba una bolsa que se bamboleaba con el sonido de monedas…las suficientes como para pasar una semana sin preocupaciones en las posadas del asentamiento y sobrevivir hasta encontrar algo que hacer, curiosamente, el lugar lo había atraído como una polilla al fuego…aunque esa comparación no le gustara del todo al pequeño ladrón. Sacando su particular arma y apuntando en dirección a la chica, simplemente lanzó aquella hacha tan especial que con un movimiento rápido y contundente, enganchó la bolsa para posteriormente llevarla a manos de Milanor, quien simplemente salió corriendo para iniciar a saltar de tejado en tejado.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Pensar que aquel día terminaría pronto era algo demasiado apresurado, pues algo interesante estaba por pasar. Mientras la chica caminaba aún por el callejón, un atento chico le observaba desde el techo, parecía que ella se había topado en su camino y eso parecía ser algo de lo cual se tenía que arrepentir.
No obstante, de un momento a otro, de manera totalmente sigilosa y casi imperceptible, el chico de cabellos claros que miraba a la otra con curiosidad desde el techo, sacó un curioso artefacto, el cual maniobró y logró arrebatarle el pequeño bolsillo que la joven llevaba en su cintura para simplemente echarse a correr. Curiosamente justo después de eso Yulij se detuvo, frunció su ceño y miró la dirección en la que había estado el otro chico. Se había sentido ligeramente observada, algo le molestaba y, casi instintivamente llevó su mirada hacia dónde se supone estaría aquel bolsillo.
Había jurado que en un instante estaba ahí, pero entonces recordó que se había sentido ligeramente incómoda unos pocos segundos, se sentía acechada, vigilada. Apretó sus labios y comenzó a correr fuera del callejón. En la próxima esquina se encontraba el pequeño puesto que tenía su madre, el cual estaba recogiendo. La mujer le miró con algo de preocupación. -Tranquila, sólo creo que tiré algo. Te dejo esto. - dijo con una sonrisa a la vez que corrió de regreso al callejón. Rápidamente, casi en un instante una luz carmesí rodeó las piernas de la chica, revolviendo sus cabellos y su vestimenta. Aquella luz pareció solidificarse y formaron un par de botas de un color mucho más oscuro.
Aquellas botas le proporcionaban a la chica grandes habilidades, en el talón un par de alas de mariposa se abrieron a la vez que ella saltaba con asombrosa rapidez. Duró en el aire un par de segundos, suficientes para ver al aún fugitivo chico que había robado su dinero. La joven sonrió y, apenas tocó el tejado, comenzó a perseguir al chico aproximándose en cuestión de instantes y poderle ver el rostro para sólo sonreírle - Hey chico, lindo bolso - Dijo burlona mientras se detenía frente a él.
No obstante, de un momento a otro, de manera totalmente sigilosa y casi imperceptible, el chico de cabellos claros que miraba a la otra con curiosidad desde el techo, sacó un curioso artefacto, el cual maniobró y logró arrebatarle el pequeño bolsillo que la joven llevaba en su cintura para simplemente echarse a correr. Curiosamente justo después de eso Yulij se detuvo, frunció su ceño y miró la dirección en la que había estado el otro chico. Se había sentido ligeramente observada, algo le molestaba y, casi instintivamente llevó su mirada hacia dónde se supone estaría aquel bolsillo.
Había jurado que en un instante estaba ahí, pero entonces recordó que se había sentido ligeramente incómoda unos pocos segundos, se sentía acechada, vigilada. Apretó sus labios y comenzó a correr fuera del callejón. En la próxima esquina se encontraba el pequeño puesto que tenía su madre, el cual estaba recogiendo. La mujer le miró con algo de preocupación. -Tranquila, sólo creo que tiré algo. Te dejo esto. - dijo con una sonrisa a la vez que corrió de regreso al callejón. Rápidamente, casi en un instante una luz carmesí rodeó las piernas de la chica, revolviendo sus cabellos y su vestimenta. Aquella luz pareció solidificarse y formaron un par de botas de un color mucho más oscuro.
Aquellas botas le proporcionaban a la chica grandes habilidades, en el talón un par de alas de mariposa se abrieron a la vez que ella saltaba con asombrosa rapidez. Duró en el aire un par de segundos, suficientes para ver al aún fugitivo chico que había robado su dinero. La joven sonrió y, apenas tocó el tejado, comenzó a perseguir al chico aproximándose en cuestión de instantes y poderle ver el rostro para sólo sonreírle - Hey chico, lindo bolso - Dijo burlona mientras se detenía frente a él.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Para Milanor, el Lobo Plateado, no era nada extraño tener que enfrentarse a un montón de sujetos que lo perseguían una vez que este robara sus pertenencias, pero la forma en que aquella chica había llegado a alcanzarlo resultaba ser de lo más…curioso. En el momento en que menos se lo había esperado, esta simplemente había saltado frente a el para cortarle el paso mientras decía algo en un tono obviamente burlón. Si detenerse, el albino simplemente continuó con su carrera para saltar y posar una mano en la cabeza de la fémina, girando sobre sí mismo usando aquella extremidad como eje y así revolverle el pelo a la otra, mientras el mismo le guiñaba un ojo y apretaba el agarre de mano enguantada con cuero reseco.
Sí, es una bonita bolsa, eh? Gracias por aportar al fondo de emergencia de Milanor, el Lobo Plateado! exclamó el pequeño ladrón, finalmente pasando por encima de la mujer y caer sobre sus dos pies mientras reunía una gran cantidad de energía en estos, de forma casi natural…al instante, una ráfaga de viento parecía haber suplantado a las extremidades del albino ya que este había salido disparado, pegando un enorme salto en dirección a varios edificios ubicados al menos unos cincuenta metros de distancia del sitio donde la de pelo oscuro lo había alcanzado…ahora la persecución se hacía más interesante. A menos que esta sea otra de esas mujeres histéricas… murmuró de pronto el chico de diecisiete años, dando otro salto que en comparación al anterior, era mucho más largo y contundente…de a poco, se alejaba de la dueña original de la bolsa que llevaba colgando de su cinturón.
Sí, es una bonita bolsa, eh? Gracias por aportar al fondo de emergencia de Milanor, el Lobo Plateado! exclamó el pequeño ladrón, finalmente pasando por encima de la mujer y caer sobre sus dos pies mientras reunía una gran cantidad de energía en estos, de forma casi natural…al instante, una ráfaga de viento parecía haber suplantado a las extremidades del albino ya que este había salido disparado, pegando un enorme salto en dirección a varios edificios ubicados al menos unos cincuenta metros de distancia del sitio donde la de pelo oscuro lo había alcanzado…ahora la persecución se hacía más interesante. A menos que esta sea otra de esas mujeres histéricas… murmuró de pronto el chico de diecisiete años, dando otro salto que en comparación al anterior, era mucho más largo y contundente…de a poco, se alejaba de la dueña original de la bolsa que llevaba colgando de su cinturón.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Lo último que le faltaba era que un pequeño bufón le robara algo. Aquel chico se había equivocado en escogerla como su presa. No era porque le gustase buscar peleas o andar de rebelde por ahí, pero tampoco le permitiría irse con el dinero que le costó reunir, al menos, no tan fácilmente.
El albino hizo rápido sus movimientos al igual que con limpia agilidad. La chica entonces sonrió, aquello se volvería una divertida carrera. Pronto el chico, quién se identificó como Milanor, saltaría al techo de la casa de enseguida, cosa que le sorprendió a Yulij, y continuó así par alejarse a una distancia considerable. Ella se agachó un poco para flexionar sus rodillas para poder saltar y hacer lo que el chico.
Yulij nuevamente activó aquellas botas color carmesí y pegó un gran salto al aire en dirección al chico. Rápido saltó, apenas tocando con la punta de su pie los tejados de los edificios y alcanzó al chico nuevamente, pero esta vez se quedó detrás, extendió su brazo y lo sujetó del cuello de su camisa para jalarlo y levantarlo, de forma que sus pies seguramente dejarían de tocar el techo, después colocó su mano libre en su cintura y soltó un suspiro pesado. -No creas que te dejaré ir, mocoso. Devuélveme mi dinero, no gusto de arrebatarle las cosas a la gente como tú. Si quieres dinero trabaja por él. Imagina lo que sentirías si estuvieras en mi lugar.
El albino hizo rápido sus movimientos al igual que con limpia agilidad. La chica entonces sonrió, aquello se volvería una divertida carrera. Pronto el chico, quién se identificó como Milanor, saltaría al techo de la casa de enseguida, cosa que le sorprendió a Yulij, y continuó así par alejarse a una distancia considerable. Ella se agachó un poco para flexionar sus rodillas para poder saltar y hacer lo que el chico.
Yulij nuevamente activó aquellas botas color carmesí y pegó un gran salto al aire en dirección al chico. Rápido saltó, apenas tocando con la punta de su pie los tejados de los edificios y alcanzó al chico nuevamente, pero esta vez se quedó detrás, extendió su brazo y lo sujetó del cuello de su camisa para jalarlo y levantarlo, de forma que sus pies seguramente dejarían de tocar el techo, después colocó su mano libre en su cintura y soltó un suspiro pesado. -No creas que te dejaré ir, mocoso. Devuélveme mi dinero, no gusto de arrebatarle las cosas a la gente como tú. Si quieres dinero trabaja por él. Imagina lo que sentirías si estuvieras en mi lugar.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
La huida era fácil...incluso se podía hasta decir que no tenía demasiado chiste el saltar de un tejado al otro, pero Milanor se equivocaba totalmente, la chiquilla a la que le había robado el dinero había mostrado ser persistente e incluso mucho más hábil de lo que se esperaba: en poco tiempo y de un simple salto lo había alcanzado para aparecerse detrás de él, tomarlo por el cuello de su abrigo de piel de lobo y jalarlo para finalmente posar su mano sobre su cabeza y levantarlo unos centímetros sobre el suelo…aquello era indignante. Sin soltar la bolsa que le había robado a la de cabello oscuro, Milanor tan solo escuchó que era lo que tenía que decir…para suspirar, mecerse y dar una vuelta para tomar a la muchacha por el brazo y así lanzarla al suelo mientras el mismo se giraba y quedaba parado sobre sus dos piernas y una mano enguantada posada sobre el tejado en que se encontraban.
Lo siento señora, pero no puedo hacer eso…vivir en los bosques y andar de allá para acá ha sido mi forma de vivir siempre, y apenas veo dinero me toca tomar prestado un poco…lo puede tomar como una importante tradición familiar, por así decirlo. comentó el albino, pegando una carrera en dirección a la mujer y de un salto, pisarla en la cabeza para caer sobre otro tejado e iniciar la carrera en dirección contraria…hasta que se dio cuenta de que si lo habían atrapado en los tejados, su mejor opción sería entonces perderla en los callejones de abajo que en realidad, se asemejaban más a un laberinto que a otra cosa. De un salto, Milanor cayó en una de las calles más estrechas posibles…desde allí, la chica no podría usar sus extrañas botas y su seguimiento se le haría, esperanzadoramente, difícil sino imposible.
Lo siento señora, pero no puedo hacer eso…vivir en los bosques y andar de allá para acá ha sido mi forma de vivir siempre, y apenas veo dinero me toca tomar prestado un poco…lo puede tomar como una importante tradición familiar, por así decirlo. comentó el albino, pegando una carrera en dirección a la mujer y de un salto, pisarla en la cabeza para caer sobre otro tejado e iniciar la carrera en dirección contraria…hasta que se dio cuenta de que si lo habían atrapado en los tejados, su mejor opción sería entonces perderla en los callejones de abajo que en realidad, se asemejaban más a un laberinto que a otra cosa. De un salto, Milanor cayó en una de las calles más estrechas posibles…desde allí, la chica no podría usar sus extrañas botas y su seguimiento se le haría, esperanzadoramente, difícil sino imposible.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
¿Señora? decía el albino. ¿Acaso se veía tan mayor? Qué más daba, lo que le importaba era que le regresara su dinero. Cayó en el tejado de sentón y se mantuvo escuchando lo que el chico decía. Si que él andaba perdido ¿Robar como tradición familiar? vaya estupidez.
Milanor, como se había presentado, volvió a escabullirse por los tejados, pero luego bajó a las calles lo cual hizo sonreír a Yulij.
Era bobo, intentar escapar por las calles en el lugar donde vivía, calles que había recorrido más de cinco veces en su vida. Se tomó todo con calma, se levantó y se sacudió. Tomó su cabello y comenzó a trenzarlo para sujetarlo con un listón que traía en una de sus bolsas. Ladeó un poco la cabeza y se quedó viendo hacia la dirección en la que el chico había huido y volvió a sonreír. - Increíble, veremos qué tanto duras fuera de mi vista, pequeño lobo.- Musitó divertida.
La chica de cabellos oscuros nuevamente saltó, siguiendo la dirección en la que el rufián se había ido, esta vez le seguía sobre los tejados. A penas saltó un par de casas y pudo verlo abajo. Se inclinó un poco más hacia adelante para disminuir la fuerza del viento en su contra, lo pudo alcanzar nuevamente pero seguía en los tejados. Con una de sus manos sacó un abanico de mano de colores oscuros y detalles blancos. Lo abrió y con un par de movimientos diagonales hacia el albino, un par de delgadas y filosas espinas se clavaron en el suelo frente a él, rápido sacó dos de las placas del abanico y las lanzó, una hacia el brazo del chico con el que sostenía la bolsa y la otra para clavarse al frente de él en el suelo. Con algo de suerte soltaría el pequeño paquete.
De un salto bajó del tejado, en su mano sostenía otras tres placas que estaba lista para lanzar y caminó hacia él. - Vamos, Milanor, no me incites a hacerle más agujeros a esa piel que traes encima.- Dijo con una sonrisa.
Milanor, como se había presentado, volvió a escabullirse por los tejados, pero luego bajó a las calles lo cual hizo sonreír a Yulij.
Era bobo, intentar escapar por las calles en el lugar donde vivía, calles que había recorrido más de cinco veces en su vida. Se tomó todo con calma, se levantó y se sacudió. Tomó su cabello y comenzó a trenzarlo para sujetarlo con un listón que traía en una de sus bolsas. Ladeó un poco la cabeza y se quedó viendo hacia la dirección en la que el chico había huido y volvió a sonreír. - Increíble, veremos qué tanto duras fuera de mi vista, pequeño lobo.- Musitó divertida.
La chica de cabellos oscuros nuevamente saltó, siguiendo la dirección en la que el rufián se había ido, esta vez le seguía sobre los tejados. A penas saltó un par de casas y pudo verlo abajo. Se inclinó un poco más hacia adelante para disminuir la fuerza del viento en su contra, lo pudo alcanzar nuevamente pero seguía en los tejados. Con una de sus manos sacó un abanico de mano de colores oscuros y detalles blancos. Lo abrió y con un par de movimientos diagonales hacia el albino, un par de delgadas y filosas espinas se clavaron en el suelo frente a él, rápido sacó dos de las placas del abanico y las lanzó, una hacia el brazo del chico con el que sostenía la bolsa y la otra para clavarse al frente de él en el suelo. Con algo de suerte soltaría el pequeño paquete.
De un salto bajó del tejado, en su mano sostenía otras tres placas que estaba lista para lanzar y caminó hacia él. - Vamos, Milanor, no me incites a hacerle más agujeros a esa piel que traes encima.- Dijo con una sonrisa.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Y producto del extraño ataque de la chica, Milanor había tirado la pequeña bolsa llena de monedas de oro que originalmente la había robado. Y lo había hecho porque debía admitir que la había puesto en grande. A último minuto fue que se dio cuenta, como diablos iba a perder a una habitante de aquel pueblo si su propia experiencia allá era casi nula? No había pensado demasiado en los detalles cuando había decidido moverse, pero eso ya no tenía importancia. Ya lo habían atrapado…o tal vez no. Sonriendo con calma, el ladrón retrocedió con las manos en el aire para observar directamente a la chica de cabellos oscuros mientras resoplaba con calma y así, dirigirse a ella con su tono de voz más casual, como si en lugar de una perseguidora y perseguido, fueran un par de viejos amigos que se habían reunido después de un largo tiempo.
Buen movimiento, debo admitirlo. No has pensado en ser un oficial de la ley o algo así? Con tal y no comas muchos dulces y se te baje el pecho. dijo el albino con ambas cejas levantadas una sonrisa amistosa. Pero bueno, supongo que debo admitir que me has atrapado. Puedes hacer lo que quieras, es tu decisión señorita…eh…como te llamas? inquirió el pequeño, adquiriendo una expresión de intriga que realmente mostraba que si bien hasta ahora se encontraban como el gato y el ratón, le parecía curioso que no hubieran avanzado más allá de un intercambio casual de nombres y que de hecho, el único que se había dignado a presentarse había sido el mismo. Que mala educación no decir siquiera como se llama, doña saltitos.
Buen movimiento, debo admitirlo. No has pensado en ser un oficial de la ley o algo así? Con tal y no comas muchos dulces y se te baje el pecho. dijo el albino con ambas cejas levantadas una sonrisa amistosa. Pero bueno, supongo que debo admitir que me has atrapado. Puedes hacer lo que quieras, es tu decisión señorita…eh…como te llamas? inquirió el pequeño, adquiriendo una expresión de intriga que realmente mostraba que si bien hasta ahora se encontraban como el gato y el ratón, le parecía curioso que no hubieran avanzado más allá de un intercambio casual de nombres y que de hecho, el único que se había dignado a presentarse había sido el mismo. Que mala educación no decir siquiera como se llama, doña saltitos.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Finalmente, por fin había logrado quitarle de las manos aquel bolso. Yulij caminó tranquila hacia él para pasar por su costado y tomar el pequeño saco de piel. Lo guardó bien en su cintura mientras escuchaba lo que Milanor decía, cosa que le hizo gracia y soltó una leve risa. Pero ciertamente había olvidado presentarse, vaya descortecía la suya, de no haberlo mencionado no lo hubiese recordado.
Sonrió amistosa y tranquilamente, eso porque no sentía peligro proviniente del chico. Extendió su diestra hacia Milanor, esperando que le pudiese estrechar, de no hacerlo, no se preocuparía tampoco, la verdad era algo que pudiese esperarse. -Mi nombre es Yulij. Un gusto haberte conocido Milanor. - Esperaba poder hacer algo por él, ayudarle de alguna forma ya que no era agradable el hecho de saber que alguien andaría robando por ahi sin que la gente pudiera evitarlo.
Ya había entrado la noche, las calles apenas iluminadas por las luces producidas por el interior de las casas, muestran su lado desolador y algo siniestro. La luz nocturna pronto despierta a los grillos que cantan sin cesar, algunas luciérnagas, que andan perdidas por seguir el olor del lejano río, danzan curiosas destellando, apareciendo aleatoriamente en las calles. El viento de la noche también comenzó a recorrer la aldea, pronto llegaría la hora de irse. - Bueno, si necesitas encontrar algun lugar en especial dentro o en los alrededores de la aldea, puedes preguntarme, conozco muy bien el lugar, justo hasta después del santuario son los lugares que conozco.
Sonrió amistosa y tranquilamente, eso porque no sentía peligro proviniente del chico. Extendió su diestra hacia Milanor, esperando que le pudiese estrechar, de no hacerlo, no se preocuparía tampoco, la verdad era algo que pudiese esperarse. -Mi nombre es Yulij. Un gusto haberte conocido Milanor. - Esperaba poder hacer algo por él, ayudarle de alguna forma ya que no era agradable el hecho de saber que alguien andaría robando por ahi sin que la gente pudiera evitarlo.
Ya había entrado la noche, las calles apenas iluminadas por las luces producidas por el interior de las casas, muestran su lado desolador y algo siniestro. La luz nocturna pronto despierta a los grillos que cantan sin cesar, algunas luciérnagas, que andan perdidas por seguir el olor del lejano río, danzan curiosas destellando, apareciendo aleatoriamente en las calles. El viento de la noche también comenzó a recorrer la aldea, pronto llegaría la hora de irse. - Bueno, si necesitas encontrar algun lugar en especial dentro o en los alrededores de la aldea, puedes preguntarme, conozco muy bien el lugar, justo hasta después del santuario son los lugares que conozco.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Y por supuesto, después de la ronda de diversión, cacería y algo de extrañeza que se sucedió en los callejones de Rodorio, Milanor debía admitir que la chica de las extrañas botas era una persona bastante particular y por demás, agradable. La verdad, no le molestaría que aquella muchacha fuera su guía ya que en realidad, necesitaba una muy urgentemente. Así que accediendo a su oferta y estrechándole la mano cuando esta se la ofreció, el pequeño ladrón simplemente levantó una ceja y le echó un rápido vistazo al cielo nocturno, notando la particular luna y viendo como las estrellas empezaban a aparecer en este poco a poco, dejando que su brillo le iluminara el camino a todos y cada uno de los viajeros que se encontraran a la intemperie. Suspirando con algo de cansancio, el albino inició la marcha por un callejón cercano intentando tomar la delantera en la comitiva pero dándose cuenta de que en realidad, estaba perdido.
Eh...nos vamos marchando, Yulij? preguntó Milanor con ambas manos sobre la cintura, esperando a que la muchacha de cabello oscuro empezara a moverse. Ahora que el ladrón germano se daba cuenta, estaba hambriento. Eh…y si no es mucha molestia, hay algún buen lugar donde comer por aquí? Y de ser posible, un sitio donde tengan manzanas. aclaró el chico, dándose una ligera palmadita en la barriga y dejando que esta hablara por sí misma con un gruñido algo ruidoso. Si no comía algo pronto, terminaría por desmayarse.
Eh...nos vamos marchando, Yulij? preguntó Milanor con ambas manos sobre la cintura, esperando a que la muchacha de cabello oscuro empezara a moverse. Ahora que el ladrón germano se daba cuenta, estaba hambriento. Eh…y si no es mucha molestia, hay algún buen lugar donde comer por aquí? Y de ser posible, un sitio donde tengan manzanas. aclaró el chico, dándose una ligera palmadita en la barriga y dejando que esta hablara por sí misma con un gruñido algo ruidoso. Si no comía algo pronto, terminaría por desmayarse.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
La noche ya había hecho su entrada, seguida por vientos frescos y algunos insectos, y con ella la hora de cenar se acercaba.
Yulij comenzó con la caminata, al principio pensó en el lugar indicado para guiar a Milanor a una posada en la que pudiese descansar, sin embargo recordaba que había escuchado que muchas de las que habían en el pueblo, estaban llenas ya que en las últimas semanas había aumentado el número de viajeros que pasaban por ahí por lo que las capacidades y disponibilidad de alguna habitación, por más barata y pequeña que fuera, sería algo muy difícil de encontrar.
-Sígueme, conozco un lugar en el que podrás descansar y comer mucho más que sólo manzanas- Musitó claramente con una amplia sonrisa mientras avanzaba para alcanzar al albino. - Y dime, Milanor, ¿De dónde vienes? - preguntó con curiosidad volteándole a ver bajando un poco la mirada por la diferencia de estatura.
De alguna forma le causaba interés saber sobre el muchacho, le parecía que tenía cierto aire misterioso, pero más por la anterior persecución que tuvo lugar. Aquella agilidad no era de un simple aldeano, menos de alguien tan joven, quería saber qué era, quería saber si él también entrenaba como ella o algo parecido.
Yulij comenzó con la caminata, al principio pensó en el lugar indicado para guiar a Milanor a una posada en la que pudiese descansar, sin embargo recordaba que había escuchado que muchas de las que habían en el pueblo, estaban llenas ya que en las últimas semanas había aumentado el número de viajeros que pasaban por ahí por lo que las capacidades y disponibilidad de alguna habitación, por más barata y pequeña que fuera, sería algo muy difícil de encontrar.
-Sígueme, conozco un lugar en el que podrás descansar y comer mucho más que sólo manzanas- Musitó claramente con una amplia sonrisa mientras avanzaba para alcanzar al albino. - Y dime, Milanor, ¿De dónde vienes? - preguntó con curiosidad volteándole a ver bajando un poco la mirada por la diferencia de estatura.
De alguna forma le causaba interés saber sobre el muchacho, le parecía que tenía cierto aire misterioso, pero más por la anterior persecución que tuvo lugar. Aquella agilidad no era de un simple aldeano, menos de alguien tan joven, quería saber qué era, quería saber si él también entrenaba como ella o algo parecido.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Vengo de los bosques que se encuentran más al norte de Germania…es un bonito lugar, si te gusta acampar y ver las estrellas cada noche. contestó Milanor con calma, levantando la vista para fijarse en la chica…era curioso saber que aún teniendo 17 años su estatura no hubiera aumentado demasiado, seria que los hombres se desarrollaban más lento que las mujeres? Probablemente, ya que viendo la diferencia entre él mismo y Yulij… levantando una ceja y levando su mano instintivamente hacia su arma y su bolsa de provisiones, el albino simplemente cruzó ambos brazos por detrás de su cabeza y continuó caminando junto a la de pelo verde, recordando que todavía tenía que hacerle una pregunta…sí, de hecho, era una de esas interrogantes que se quedaban pegadas en la cabeza hasta el mismo momento en que se resolvían…por tanto, el germano tan solo miró de frente a su interlocutora para ladear ligeramente la cabeza y soltar lo que tenía en mente. Y dime algo, como es que eres capaz de dar semejantes saltos? Nunca había algo como eso…o al menos, no una particularidad de ese tipo. murmuró el de ojos azules, refiriéndose por supuesto a la forma en que el anciano aquel que vivía en un pueblito perdido por las montañas y más específicamente a como lanzaba los cuchillos…una experiencia que lo había llevado a ajustar su modo de ver las cosas, ni hablar de que ahora era capaz de controlar en parte el viento…o algo por el estilo. Además...no pareces un conejo como para tener piernas tan potentes.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Primer post: Defensa (Maestría en Manipulación de )
Con curiosidad y atención Yulij miraba y escuchaba a Milanor mientras caminaba por las calles del pueblo. Reía y sonreía por las palabras del chico, por alguna razón le caía bastante bien, sentía que era fácil hablar con él y se sentía bastante tranquila con su compañía. Eran pocos los jóvenes que hablaban con tanta naturalidad en el pueblo, algunos eran cerrados o hablaban de cosas sin mucha importancia, mientras que sus compañeros de entrenamiento sólo hablaban de las ganas que tenían de portar una armadura. Hasta cierto punto se aburría de aquello, siempre eran las mismas charlas, por ello no dejaba de frecuentar a su madre y ayudarle en lo que podía.
Y entonces surgió la pregunta de Milanor sobre aquellos saltos de antes. Se detuvo a pensar unos instantes, incluso hizo una mueca extraña, sus labios se curvaron hacia arriba y sus ojos miraron al lado contrario del chico, su mano diestra tomó su barbilla y la izquierda cruzó su torso. Nunca antes le habían preguntado tal cosa por lo que no tenia las ideas en orden para responder. - Pues... nunca antes me habían preguntado- confesó - mn... se deben a las botas rojas que puedo hacer aparecer en mis piernas.- dijo mirando al chico a la vez que sus piernas se vieron iluminadas por una luz rojiza debajo del faldar del vestido que traía. Su altura cambió y se alcanzaban a ver aquellas botas color rojo sangre. Yulij detuvo su andar y se inclinó un poco para levantar el faldar hasta las rodillas.- La verdad... nunca me he preguntado de dónde salieron... y ahora que recuerdo -dijo bajando el faldar a la vez que aquellas botas se esfumaban dejándola volver a su estatura normal y restableciendo su calzado original- Mi madre mencionó algo de Hermes... bueno, no importa, mi madre suele creer mucho en ese tipo de historias.- Dijo con una sonrisa- Y hablando de ella, seguramente ya debe haber preparado la cena. Vamos, debes tener mucha hambre- Mencionó aún manteniendo su sonrisa para tomar el brazo de Milanor y comenzar a andar con paso apresurado hacia su hogar.
Y entonces surgió la pregunta de Milanor sobre aquellos saltos de antes. Se detuvo a pensar unos instantes, incluso hizo una mueca extraña, sus labios se curvaron hacia arriba y sus ojos miraron al lado contrario del chico, su mano diestra tomó su barbilla y la izquierda cruzó su torso. Nunca antes le habían preguntado tal cosa por lo que no tenia las ideas en orden para responder. - Pues... nunca antes me habían preguntado- confesó - mn... se deben a las botas rojas que puedo hacer aparecer en mis piernas.- dijo mirando al chico a la vez que sus piernas se vieron iluminadas por una luz rojiza debajo del faldar del vestido que traía. Su altura cambió y se alcanzaban a ver aquellas botas color rojo sangre. Yulij detuvo su andar y se inclinó un poco para levantar el faldar hasta las rodillas.- La verdad... nunca me he preguntado de dónde salieron... y ahora que recuerdo -dijo bajando el faldar a la vez que aquellas botas se esfumaban dejándola volver a su estatura normal y restableciendo su calzado original- Mi madre mencionó algo de Hermes... bueno, no importa, mi madre suele creer mucho en ese tipo de historias.- Dijo con una sonrisa- Y hablando de ella, seguramente ya debe haber preparado la cena. Vamos, debes tener mucha hambre- Mencionó aún manteniendo su sonrisa para tomar el brazo de Milanor y comenzar a andar con paso apresurado hacia su hogar.
Última edición por Yulij el Dom Jul 10, 2011 2:53 am, editado 1 vez
Re: [Villa Rodorio] Callejones
...Hermes? Y ese quien se supone que es? preguntó Milanor con una ceja levantada mientras que su mente se ponía a toda marcha, después de todo no tenía ni la más mínima idea de que era a lo que se refería su compañera. Capaz incluso fuera un héroe o algo por el estilo, pero sinceramente no estaba seguro. Al tiempo que la luz de las estrellas se hacía visible en el cielo nocturno, el albino pudo observar las luces de las diferentes viviendas al frente de las cuales se encontraban transitando. Resoplando y dejando que un hálito saliera de su boca (de forma sorpresiva, ya que por lo visto la temperatura de todo el lugar había descendido bastante comparado al tiempo que había hecho en la tarde), el pequeño ladrón posó ambos brazos por detrás de su cabeza mientras se ajustaba con propiedad los guantes de piel de lobo.
En ese instante, un murmullo distrajo al peculiar dúo: al final de la calle se hallaban un par de sujetos que parecían de lo más sospechosos, eso sin contar claro, que habían unos cuantos ciudadanos comunes y corrientes persiguiéndoles y gritándoles para que volvieran con algo que parecían haberse robado…el que? No se podía estar totalmente seguro, aquella ocurrencia era de lo más rara. Ladeando ligeramente la cabeza, el Lobo Plateado tan solo se volvió en pos de la peliverde para preguntarle con un tono algo curioso: Usarás tus botas para saltarles encima? mientras que sus ojos azulados mostraban cierto desafío…aún si aquel asunto pareciera mucho más serio de lo que sugería el tono del germano, eso no cambiara el hecho de que la pregunta de este sonaba a un desafío, un desafío que por su parte, le tocaba a Yulij ya fuera aceptar o rechazarlo de plano. Y bien?
En ese instante, un murmullo distrajo al peculiar dúo: al final de la calle se hallaban un par de sujetos que parecían de lo más sospechosos, eso sin contar claro, que habían unos cuantos ciudadanos comunes y corrientes persiguiéndoles y gritándoles para que volvieran con algo que parecían haberse robado…el que? No se podía estar totalmente seguro, aquella ocurrencia era de lo más rara. Ladeando ligeramente la cabeza, el Lobo Plateado tan solo se volvió en pos de la peliverde para preguntarle con un tono algo curioso: Usarás tus botas para saltarles encima? mientras que sus ojos azulados mostraban cierto desafío…aún si aquel asunto pareciera mucho más serio de lo que sugería el tono del germano, eso no cambiara el hecho de que la pregunta de este sonaba a un desafío, un desafío que por su parte, le tocaba a Yulij ya fuera aceptar o rechazarlo de plano. Y bien?
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Re: [Villa Rodorio] Callejones
Tomaré eso como un sí…perfecto. dijo Milanor con voz apreciativa, mientras daba un paso hacia delante y de esa forma pegaba un poderoso salto que lo hizo recorrer media calle en un ínfimo momento. Pero como por supuesto aquel reto no era suyo, sino más bien de Yulij lo que le tocaba al germano hacer era quedarse a un lado mientras veía que era lo que podía hacer la chica griega, más que todo porque se encontraba intrigado por aquellas misteriosas botas negras. Asegurándose de que tenía todo afianzado en su espalda, el albino tan solo cayó detrás de un barril de madera algo oscura que se encontraba cubierto por un perfecto manto de oscuridad que le facilitaba el escondite. Era un lugar no tan apropiado o el mejor que pudo haber pedido pero la realidad de la situación era que se encontraba improvisando…algo era algo, se murmuró el Lobo Plateado al tiempo que levantaba una ceja y desviaba un poco la mirada y apartaba la cabeza, quedando en un ángulo perfecto para observar pero no así, ser observado por los demás. Sí, aquel lugar era más que perfecto como para ver de lo que era capaz su compañera, aquella chica de cabellos verdes que en aquellas horas del día, bien se podía confundir con un negros de ébano.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Y bien...que es lo que anda esperando esta chica ahora? preguntó el albino mientras observaba la escena que se desataba a unos metros de su persona…de verdad, cual era el plan de la chica de pelo verde oscuro que se había presentado como Yulij? Hasta el momento el par de sujetos andaban como si nada cargando un par de bolsas que de seguro contenían algún tipo de tesoro…monedas de oro, comida o cualquier otro objeto valioso que pudieran revender en algún otro sitio. Fuera como fuera, la acción se desarrollaba con algo de lentitud…o al menos, no presentaba demasiado cambio para el chiquillo: los ladrones se movían como si el mundo fuera a acabarse en cualquier momento mientras que varios aldeanos los perseguían bajando la calle en dirección a una plaza cercana en la cual por cierto, los esperaban unos dos aldeanos que parecían bastante molestos. A ese ritmo, finalmente los mismos habitantes de la aldea se encargarían de todo sin siquiera tener que esperar por la mujer. Resoplando el germano posó sus manos sobre el barril ya sin molestarse en ocultarse para así vislumbrar con una cara de aburrimiento total como era que terminaba la acción. Debía admitirlo…estaba decepcionado.
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Re: [Villa Rodorio] Callejones
Mientras esperaba a que la chica llamada Yulij hiciera algo referente al par de ladrones, violadores, bellacos, villanos o lo que fueran, Milanor terminó por sucumbir al sueño para así cabecear con pereza mientras que su frente golpeaba el barril. Era que el tiempo pasaba muy lento o que el se encontraba demasiado cansado…y ese último detalle no era por demás descabellado. Había saltado, había huido y finalmente se había acostado en un lugar que a pesar de lo peculiar resultaba bastante cómodo para él. Pero pasados unos pocos segundos espabiló para despertarse con algo de apuro: debía empezar a moverse…como diablos se había quedado (parcialmente) dormido en un lugar como ese? Era una tontería así que tan solo se levantó de un salto y se aseguraba de que todo estuviera en su sitio. Si Yulij no actuaba entonces lo haría él. Estando perfectamente despierto el germano tan solo empezó a caminar en dirección al final de callejón para detener él mismo a los ladrones que ya empezaban a tomarle la delantera a los demás habitantes de Rodorio y por tanto, estaban a punto de escapar. Dando un potente salto que se asemejaba a aquello que había hecho anteriormente con Yulij por los tejados, el albino tan solo aterrizó con algo de gracia por delante de los aludidos y de esa forma terminó por cortarles el paso. Había sido bastante sencillo.
Les gané...y eso que les di bastante ventaja, como cinco minutos si no me equivoco. dijo Milanot con tono triunfante y un tanto aburrido. Ahora faltaba ver que era lo que hacían aquellos pequeños perdedores…y ver si finalmente la chica de las coletas se dignaba a aparecer.
Les gané...y eso que les di bastante ventaja, como cinco minutos si no me equivoco. dijo Milanot con tono triunfante y un tanto aburrido. Ahora faltaba ver que era lo que hacían aquellos pequeños perdedores…y ver si finalmente la chica de las coletas se dignaba a aparecer.
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Re: [Villa Rodorio] Callejones
Segundo post: Defensa (Maestría en Manipulación de )
Aquello que había comenzado como un pequeño reto se convertía en algo más grande para la chica de cabellos verdes. Se había dispuesto a contestarle a Milanor pero algo captó su atención, muy lentamente sintió sus extremidades un poco más "pesadas", las sentía como acalambradas, algo que no pudo explicarse. Decidió pasarlo de largo y volvió su atención a los extraños que seguían corriendo.
Fuera o no algo extraño, no podía quedarse ahí de pie sin hacer nada mientras aquella pareja de extraños hacía de las suyas. Fue entonces que, total y realmente dispuesta a hacer algo, Yulij se preparó para lanzarse, literalmente, al ataque pero algo sucedió. Al tratar de dar aunque fuese un solo paso cayó de bruces al suelo sólo alcanzando a meter uno de sus brazos. Se sintió de lo más inútil, aquella escena había sido bastante vergonzosa pero supo que no había simplemente tropezado con alguna piedra o con su propio pie. La verdad era que ni siquiera los sentía. Ni adormecidos, ni acalambrados, no sentía nada. Se golpeó las piernas con sus manos pero no sentía nada y el temor se apoderaba de ella.
No obstante aquel par de... rufianes seguían su escape, pudo ver también que Milanor, posiblemente cansado de que no se hubiera lanzado tras ellos, les seguía dando un salto para interrumpirlos. Yulij trató de incorporarse pero no podía, se aferró a los ladrillos fríos de la pared que estaba a un lado suyo para levantarse pero sólo así pudo hacerlo. Aunque asustada, no podía dejar a los otros irse como si nada. Sacó de su bolsillo dos de las navajas del abanico y las lanzó hacia el par directo a una de sus piernas para hacerlos caer de lleno al suelo. Obviando su situación la chica perdió el equilibrio y cayó al suelo también sólo que a diferencia de los vándalos, si alcanzó a meter las manos. Nerviosa se repetía a sí misma que no perdiera la calma, tal vez era una especie de efecto secundario por usar aquellas botas pero otra parte de sí misma le decía que era algo más que un simple "efecto secundario". Se llevó las manos a la cabeza y comenzó a pensar mientras citaba en voz alta parte de las cosas que había aprendido a lo largo de su entrenamiento.
Llevaba ya varios meses entrenando para lograr algún lugar en el santuario, al principio lo hacía por diversión, pero después fue tomando algo de interés, comprendió entonces que con aquello era algo con lo que no se podría simplemente presumir. -¡Muévanse malditas piernas!- Chilló mientras se mecía hacia adelante. Recordó las palabras "Universo", "Átomos", "Cosmos" y algo se le ocurrió. Comenzó a concentrarse en sus piernas y en el pensamiento de que se movieran mientras recordaba las sabias palabras de su tutor. Con aquella misma concentración que antes le había ayudado a romper pilares con sus puños, moverse ágilmente, llenarse de aquel extraño poder, Yulij empezó a verse rodeada por un aura extraña, pequeñas motillas de un color brillante casi blanco comenzaron a levitar “danzando” a la vez que aquella aura se teñía de un color dorado muy pálido. Se sentía una armoniosa calidez que le brindaba mucha tranquilidad pero aún así siguió concentrándose mientras ponía sus manos por sobre sus piernas las cuales muy poco a poco comenzó a sentir otra vez.
Una vez recuperada la chica se levantó tambaleante y cuando hubo encontrado su equilibro sonrió hacia Milanor para asegurarle que todo estaba bien. Su cuerpo aún era adornado por aquella luz semi blanca y esas bolillas destellantes. Su cuerpo se sentía mucho más ligero de lo normal, ni cuando tenía aquellas botas puestas se había sentido así. –Seguramente- pensó -era un efecto secundario nada más.-
Fuera o no algo extraño, no podía quedarse ahí de pie sin hacer nada mientras aquella pareja de extraños hacía de las suyas. Fue entonces que, total y realmente dispuesta a hacer algo, Yulij se preparó para lanzarse, literalmente, al ataque pero algo sucedió. Al tratar de dar aunque fuese un solo paso cayó de bruces al suelo sólo alcanzando a meter uno de sus brazos. Se sintió de lo más inútil, aquella escena había sido bastante vergonzosa pero supo que no había simplemente tropezado con alguna piedra o con su propio pie. La verdad era que ni siquiera los sentía. Ni adormecidos, ni acalambrados, no sentía nada. Se golpeó las piernas con sus manos pero no sentía nada y el temor se apoderaba de ella.
No obstante aquel par de... rufianes seguían su escape, pudo ver también que Milanor, posiblemente cansado de que no se hubiera lanzado tras ellos, les seguía dando un salto para interrumpirlos. Yulij trató de incorporarse pero no podía, se aferró a los ladrillos fríos de la pared que estaba a un lado suyo para levantarse pero sólo así pudo hacerlo. Aunque asustada, no podía dejar a los otros irse como si nada. Sacó de su bolsillo dos de las navajas del abanico y las lanzó hacia el par directo a una de sus piernas para hacerlos caer de lleno al suelo. Obviando su situación la chica perdió el equilibrio y cayó al suelo también sólo que a diferencia de los vándalos, si alcanzó a meter las manos. Nerviosa se repetía a sí misma que no perdiera la calma, tal vez era una especie de efecto secundario por usar aquellas botas pero otra parte de sí misma le decía que era algo más que un simple "efecto secundario". Se llevó las manos a la cabeza y comenzó a pensar mientras citaba en voz alta parte de las cosas que había aprendido a lo largo de su entrenamiento.
Llevaba ya varios meses entrenando para lograr algún lugar en el santuario, al principio lo hacía por diversión, pero después fue tomando algo de interés, comprendió entonces que con aquello era algo con lo que no se podría simplemente presumir. -¡Muévanse malditas piernas!- Chilló mientras se mecía hacia adelante. Recordó las palabras "Universo", "Átomos", "Cosmos" y algo se le ocurrió. Comenzó a concentrarse en sus piernas y en el pensamiento de que se movieran mientras recordaba las sabias palabras de su tutor. Con aquella misma concentración que antes le había ayudado a romper pilares con sus puños, moverse ágilmente, llenarse de aquel extraño poder, Yulij empezó a verse rodeada por un aura extraña, pequeñas motillas de un color brillante casi blanco comenzaron a levitar “danzando” a la vez que aquella aura se teñía de un color dorado muy pálido. Se sentía una armoniosa calidez que le brindaba mucha tranquilidad pero aún así siguió concentrándose mientras ponía sus manos por sobre sus piernas las cuales muy poco a poco comenzó a sentir otra vez.
Una vez recuperada la chica se levantó tambaleante y cuando hubo encontrado su equilibro sonrió hacia Milanor para asegurarle que todo estaba bien. Su cuerpo aún era adornado por aquella luz semi blanca y esas bolillas destellantes. Su cuerpo se sentía mucho más ligero de lo normal, ni cuando tenía aquellas botas puestas se había sentido así. –Seguramente- pensó -era un efecto secundario nada más.-
Última edición por Yulij el Dom Jul 10, 2011 2:53 am, editado 1 vez
Re: [Villa Rodorio] Callejones
La razón por la cual la chica de cabello verde se había tardado tanto en actuar había sido un poco más simple (y tonta) de lo que el albino germano se hubo imaginado en primer lugar: se había caído y aparentemente las piernas parecían pesarle. Era extraño ya que antes había podido jurar que aquellas dos extremidades se encontraban plenamente funcionales…tal vez se trataba de un calambre o una herida de último minuto, Milanor no estaba seguro pero de seguir así tampoco es que iba a presionar a su compañera y después de todo, el aporte que había hecho al hacer caer a los villanos era más que suficiente. Preparándose para actuar y dando un paso hacia delante mientras le levantaba un pulgar en una seña afirmativa a Yulij para dar a entender que había captado el mensaje, el peliplantino se puso en movimiento, sacando su Luna Plateada y bloquear a uno de los ladrones que se había puesto en movimiento y sacado un pequeño cuchillo que saltó de su mano al instante en que el germano lo golpeo con su arma, provocándole además un ligero corte en la extremidad. Dando un giro para patear en el costado al sujeto y derribarlo de un golpe, el portador de aquella peculiar piel de lobo podía darse por satisfecho, había parado al último de los dos bandidos incluso si para él no era la gran cosa. De hecho, había sido muy fácil.
Bien...ahora díganme, como piensan reparar esto? Miren que ni siquiera sirven como ladrones. dijo Milanor, apoyándose sobre su arma y observándolos con curiosidad al tiempo que hacía espacio para que la peliverde se recuperar por completo. No debía tardar demasiado ya que esa chica era bastante fuerte, lo había comprobado antes. Entonces? Sigo esperando una respuesta.
Bien...ahora díganme, como piensan reparar esto? Miren que ni siquiera sirven como ladrones. dijo Milanor, apoyándose sobre su arma y observándolos con curiosidad al tiempo que hacía espacio para que la peliverde se recuperar por completo. No debía tardar demasiado ya que esa chica era bastante fuerte, lo había comprobado antes. Entonces? Sigo esperando una respuesta.
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Re: [Villa Rodorio] Callejones
Bien, creo que ya vinieron por todos ustedes, espero que les gusten las palizas… murmuró Milanor mientras se mantenía apoyado con su particular arma, manos cruzadas sobre la punta de madera de esta última al tiempo que los habitantes del pueblo de Rodorio llegaban para llevarse consigo a los dos bandidos para aparentemente castigarlos o a saber que cosa, el albino no estaba completamente seguro y no le importaba demasiado. Fuera como fuera lo que si no le quedaba demasiado en claro era como es que la muchacha de cabello verde todavía se encontraba inutilizada por…quien sabía que cosa. Algo no era completamente normal ya que un rato antes esta había logrado atraparlo sin demasiado esfuerzo y con algo de ayuda de sus raras botas. Probablemente se sentía mal.
Aunque a mi no me toca preguntar eso, claro. dijo con tono conclusivo, desviando la mirada para ver como los aldeanos arrastraban a los culpables de robar o lo que fuera dirección calle abajo. Si tuviera que apostar, diría que ya la hora de la cena había pasado y señalando algo curioso, ya le empezaba a dar más hambre de la que ya de por sí, tenía. Y...a ver si por fin se aparece. murmuró el albino, esperando a que la peliverde se decidiera a levantarse para seguir indicándole el camino.
Aunque a mi no me toca preguntar eso, claro. dijo con tono conclusivo, desviando la mirada para ver como los aldeanos arrastraban a los culpables de robar o lo que fuera dirección calle abajo. Si tuviera que apostar, diría que ya la hora de la cena había pasado y señalando algo curioso, ya le empezaba a dar más hambre de la que ya de por sí, tenía. Y...a ver si por fin se aparece. murmuró el albino, esperando a que la peliverde se decidiera a levantarse para seguir indicándole el camino.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Aunque saben...creo que también me he desviado demasiado. Eso ni hablar de que seguro mis compañeros estarán preguntándose si me habré caído de un acantilado y tal…sigh… dijo el albino mientras enterraba media cara en sus brazos entrecruzados para así resoplar y pensar que quizá…quizá debía de dejar de jugar y devolverse a su lugar de origen.
Incluso con lo que decía sobre su odio por los pinos, empezaba a extrañarlos. Incluso cuando los demás miembros de su banda fueran unos inútiles que no podían hacer nada sin el dirigiéndolos…también los extrañaba. Y el aire de germania…oh si, el aire de su tierra natal era algo que de verdad le hacía falta…no era como aquella sequía que se respiraba a cada momento en Grecia, el suelo era muy diferente y finalmente el ambiente: frío y compacto, sí…pero era lo que más añoraba. Sus bosques y la libertad que se sentía, y nada de las tonterías que se vivían allí…
...
En un instante, el de cabellos blanco ya se encontraba corriendo en dirección a la salida del pueblo…la idea de volver lo había picado por completo y simplemente, debía hacerle caso a sus instintos. Incluso con eso, tampoco dejaría de gastarle una última broma a la de cabellos verdes, después de todo se había ganado su particular respeto.
Creo que me quedaré con esto. le dijo mientras daba un salto y le revolvía los cabellos para así llevarse una de las cuchillas del abanico que hubiese usado antes para atraparlo. Solo como un recuerdo, Yulij…no crezcas menos, mira que con esa actitud. comentó con tono conclusivo, dando una vuelta en el aire y cayendo de pies para luego dar una zancada hacia atrás y desaparecer. Ahora…volvería a Germania y continuaría haciendo lo que más le gustaba…vivir en libertad y sin preocupaciones encima.
Incluso con lo que decía sobre su odio por los pinos, empezaba a extrañarlos. Incluso cuando los demás miembros de su banda fueran unos inútiles que no podían hacer nada sin el dirigiéndolos…también los extrañaba. Y el aire de germania…oh si, el aire de su tierra natal era algo que de verdad le hacía falta…no era como aquella sequía que se respiraba a cada momento en Grecia, el suelo era muy diferente y finalmente el ambiente: frío y compacto, sí…pero era lo que más añoraba. Sus bosques y la libertad que se sentía, y nada de las tonterías que se vivían allí…
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En un instante, el de cabellos blanco ya se encontraba corriendo en dirección a la salida del pueblo…la idea de volver lo había picado por completo y simplemente, debía hacerle caso a sus instintos. Incluso con eso, tampoco dejaría de gastarle una última broma a la de cabellos verdes, después de todo se había ganado su particular respeto.
Creo que me quedaré con esto. le dijo mientras daba un salto y le revolvía los cabellos para así llevarse una de las cuchillas del abanico que hubiese usado antes para atraparlo. Solo como un recuerdo, Yulij…no crezcas menos, mira que con esa actitud. comentó con tono conclusivo, dando una vuelta en el aire y cayendo de pies para luego dar una zancada hacia atrás y desaparecer. Ahora…volvería a Germania y continuaría haciendo lo que más le gustaba…vivir en libertad y sin preocupaciones encima.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Tercer post: Defensa (Maestría en Manipulación de )
Ya encontrándose de pie, Yulij dirigió la mirada al joven Milanor, este se había encargado ya del par de ladrones, se sentía ya muy cansada por alguna extraña razón. No era normal para la actividad que ella llevaba durante sus días. Se levantaba desde muy temprano a entrenar hasta el medio día, comía, ayudaba a su madre hasta el atardecer y luego regresaba a descansar. Aquella rutina ya llevaba meses suficientes para no cansarla. Ahora era diferente, primero sus piernas y ahora todo su cuerpo se encontraba agotado. Decidió que tal vez sería porque su cosmos finalmente había “aparecido” frente a ella después de tanto. No obstante éste seguía ahí presente, las esferillas doradas seguían danzando a su alrededor, Yulij extendió las palmas de su mano para sostenerlas y mirarlas con más atención. Eran cálidas, y de alguna forma la llenaban de calma. Entonces un llamado la hizo volver estar atenta, una voz tan familiar que le hizo sorprenderse y exaltarse. Era uno de sus compañeros de entrenamiento que recién volvía junto a los otros dos. - ¡Hey! ¿Qué hacen aquí?- les llamó con algo de molestia. Si bien no le molestaba que le vieran sin máscara, eso no significaba que lo pudieran hacer cuando quisieran, menos… como chica. - ¿Eeh? ¿Acaso no podemos venir a verte cuando queramos? No seas cruel Yulij. – Reclamó el más alto. – No es eso… y lo saben bien. Pero en fin… ¿Han terminado su rutina? – Cuestionó la chica acercándose mientras cerraba sus manos. – Eso… ¿¡Es tu cosmos?! Es asombroso Yulij, pudimos sentirlo a cierta distancia, por eso estamos aquí. – Comentó el más chico sorprendido mientras miraba con alegría a la peliverde. – Eso… significa que ya no usarás la máscara, ¿cierto? – Preguntó el chico de cabellos castaños. - ¿Tienes algún problema con eso? Sabes cuánto me molesta usarla… mira que andar escondiéndome así sólo porque… Bah, que importa. Ahora sólo me resta seguir entrenando. – Dijo la chica mientras sonreía. Con algo con lo que no contaban ninguno de los cuatro jóvenes era del poderoso efecto que tendría quedarse cerca de la chica, o de aquellas extrañas esferillas.
El más pequeño del cuarteto extendió su diestra para alcanzar una de las esferas, ésta brilló con más intensidad sólo al roce de sus dedos temblorosos. Captó la atención de la chica y de un momento a otro la chispa rodeó al chico junto a otras dos que se iluminaron con la misma intensidad. Al cabo de unos segundos el joven comenzó a quejarse, marearse, sentirse debilitado mientras que la chica comenzaba lentamente a recuperar sus energías. Algo extraño sucedía, podían sentirlo - ¿Q… Qué hiciste Yulij? ¡Adonis! – Gritó el mayor tratando de llegar al chico pero por alguna razón no podía. Al momento de tocarlo con su brazo las esferas comenzaron a rodearlo a él también. Asustada, la chica trató de hacer algo, pero mientras más se concentraba se reunían más esferas alrededor de los chicos y se debilitaban con más rapidez. Sin otra salida el chico de cabellos castaños usó su cosmos y lanzó un leve ataque sonoro que aturdió a Yulij, con ello las esferas se detuvieron y se quedaron estáticas, suspendidas en el aire. Ambos chicos cayeron de rodillas al suelo, agitados, agotados y asustados al igual que la chica. – Q… ¿Qué hize…? Es… ¿Están bien? – Trató de no acercárseles, aquello había sido sólo su culpa. Las esferillas, junto con su cosmos seguían ahí, pero éstas ahora yacían suspendidas en el aire, a la espera de otra fuente de energía que se les acercara. – Parecía… como si absorbieras nuestra energía… tranquila Yulij, es la primera vez… que usas tu cosmos, nosotros te ayudaremos a controlarlo. – Alentó el otro mientras sostenía al más pequeño. - ¿Cómo te sientes tú? Nosotros… sólo estamos cansados, creo que si Damon no te hubiese interrumpido… estaríamos ahí tirados.
Yulij[/color]
Teneo
Damon
Adonis
Re: [Villa Rodorio] Callejones
Era otro día brillante en Rodorio, aunque para la muchacha de cabellos oscuros de nombre Yulij sería un día más que especial: había llegado el momento de poner en marcha la decisión a la que había llegado después de la noche en que se había encontrado con el albino Germano llamado Milanor...se iría a buscar aquello a lo que pudiera llamar vida...
Decidida había emprendido un nuevo viaje hacia lo desconocido, su entrenamiento físico se había terminado finalmente, era hora de explotar y aprender lo que podía hacer con las habilidades que habían empezado a florecer la noche anterior. Acompañada por sus tres inseparables colegas, comenzarían con lo que sería el entrenamiento para conocerse a sí mismos y las cosas de lo que eran capaces de hacer. No sabían con certeza a dónde irían a parar pero poco les importaba, sólo querían continuar para hacerse más fuertes, ser capaces de independizarse y no ser un estorbo más.
Estando ya fuera de Rodorio y cerca de los límites del territorio del santuario la chica de cabellos oscuros finalmente se quitó aquella máscara de plata que miró con desprecio. – Y aquí te digo adiós. El día en que la misma Athena se pare frente a mí a reprocharme tu mal uso, será el día en que le diré lo que pienso sobre esto... si es, claro, que aparece... – Dijo en voz alta, lo suficiente para ser escuchada por sus compañeros quienes le miraron con algo de sorpresa. – - Hagan lo que quieran con ella, tírenla o guárdenla, no me interesa. – Espetó mientras continuó caminando. Durante los próximos meses… ese sería su último día en aquellos territorios.
Decidida había emprendido un nuevo viaje hacia lo desconocido, su entrenamiento físico se había terminado finalmente, era hora de explotar y aprender lo que podía hacer con las habilidades que habían empezado a florecer la noche anterior. Acompañada por sus tres inseparables colegas, comenzarían con lo que sería el entrenamiento para conocerse a sí mismos y las cosas de lo que eran capaces de hacer. No sabían con certeza a dónde irían a parar pero poco les importaba, sólo querían continuar para hacerse más fuertes, ser capaces de independizarse y no ser un estorbo más.
Estando ya fuera de Rodorio y cerca de los límites del territorio del santuario la chica de cabellos oscuros finalmente se quitó aquella máscara de plata que miró con desprecio. – Y aquí te digo adiós. El día en que la misma Athena se pare frente a mí a reprocharme tu mal uso, será el día en que le diré lo que pienso sobre esto... si es, claro, que aparece... – Dijo en voz alta, lo suficiente para ser escuchada por sus compañeros quienes le miraron con algo de sorpresa. – - Hagan lo que quieran con ella, tírenla o guárdenla, no me interesa. – Espetó mientras continuó caminando. Durante los próximos meses… ese sería su último día en aquellos territorios.
Re: [Villa Rodorio] Callejones
La verdad no sabía si ir o no al Santuario sentía que debía más algo no me gustaba y no entendía el porque de este último presentimiento, un aura oscura estaba cercana algo bueno o malo pasaría, solamente me quedaba esperar por el bienestar de la señorita Sophia la reencarnación de la gran diosa Athena, el pensar esto me recordó su cálida sonrisa, cabellos rojizos que iluminado con el sol daba la impresión que fueran llamas lisas y controladas, sus bellos ojos verdes que mostraban una gran ternura, que sería de ella ahora.
- Ojala se encuentre bien - aquellas palabras emitidas de mis labios denotaban preocupación, dirigí mi mirada al cielo el sol se mostraba demasiado brillante y emitía mucho calor, lo mejor sería buscar un refugio o un lugar con sombra, vi para todos lados hasta que encontre lo que buscaba un callejón el cual era estrecho pero lo suficiente para que pasara una carreta, pero también que llegase sombra el lugar era perfecto, caminé lentamente ya que si lo hacía rápido me deshidrataría en cuestión de segundos.
Ya en mi refugio momentáneo quite mis cabellos de mi rostro el cual de seguro se encontraría rojo producto del calor, observe que en aquel callejón había una señora vendiendo fruta entre ellas una que llamó mi atenión, me dirigí allí y tome unas cuantas frutas las cuales pague, en cuanto las tuve en mi poder comencé a pelar su anaranjada cáscara para luego comer los gajos con cuidado, estaba deliciosa la naranja de seguro serviría para quitarme la sed.
- Ojala se encuentre bien - aquellas palabras emitidas de mis labios denotaban preocupación, dirigí mi mirada al cielo el sol se mostraba demasiado brillante y emitía mucho calor, lo mejor sería buscar un refugio o un lugar con sombra, vi para todos lados hasta que encontre lo que buscaba un callejón el cual era estrecho pero lo suficiente para que pasara una carreta, pero también que llegase sombra el lugar era perfecto, caminé lentamente ya que si lo hacía rápido me deshidrataría en cuestión de segundos.
Ya en mi refugio momentáneo quite mis cabellos de mi rostro el cual de seguro se encontraría rojo producto del calor, observe que en aquel callejón había una señora vendiendo fruta entre ellas una que llamó mi atenión, me dirigí allí y tome unas cuantas frutas las cuales pague, en cuanto las tuve en mi poder comencé a pelar su anaranjada cáscara para luego comer los gajos con cuidado, estaba deliciosa la naranja de seguro serviría para quitarme la sed.
Enya- Amazona Dorada
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Re: [Villa Rodorio] Callejones
El jugo entre dulce y ácido caía por mi boca recorriendo su camino por mí cuello, entre la sed y el hambre sentía más esto último, pasé un manos para limpiar el líquido para impedir su camino a mis ropas que ya de por sí estarían sucias por los días de viaje a pie, aunque fácilmente podría transportarme desde Roma hasta a un lugar cercano a Grecia pero no quise hacer me gustaba caminar ver el paisaje sentir la brisa contra mi piel, cosa que no podría hacer con transportarme de un lugar a otro.
- Que calor - fueron las palabras salidas de mis labios referente a lo caluroso del día en Rodorio, así que seguí comiendome las naranjas hasta que ya no pude más, como adoraba aquellas frutas dulces y ácidas a la vez era algo que me encantaba en especial por la parte ácida, miré a mi alrededor algunos puesto yacían cercanos al de frutas así que me acerque para mirar mejor, pero el que llamó más mi atención fue uno en donde vendían comida con ello mis ojos se iluminaron y fui practicamente corriendo hacia el, pedí algo que se veía delicioso lo pague y comence a comer como si no existise el mañana. Al terminar me levante e hice una reverencia en forma de agradecimiento para dirigirme a otra parte de aquel pintorésco lugar
- Que calor - fueron las palabras salidas de mis labios referente a lo caluroso del día en Rodorio, así que seguí comiendome las naranjas hasta que ya no pude más, como adoraba aquellas frutas dulces y ácidas a la vez era algo que me encantaba en especial por la parte ácida, miré a mi alrededor algunos puesto yacían cercanos al de frutas así que me acerque para mirar mejor, pero el que llamó más mi atención fue uno en donde vendían comida con ello mis ojos se iluminaron y fui practicamente corriendo hacia el, pedí algo que se veía delicioso lo pague y comence a comer como si no existise el mañana. Al terminar me levante e hice una reverencia en forma de agradecimiento para dirigirme a otra parte de aquel pintorésco lugar
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