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Isla de Creta
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Isla de Creta
Luego de dos días viajando en el barco, finalmente llegué a Creta y al descender pude notar que mi maestro no estaba allí...
Albireo: Qué extraño, Leitos me dijo que nos encontrariamos aquí, aunque claro, nunca me dijo que apenas llegara. Bueno, tendré que preguntar a alguien a ver si lo ha visto
Justo en ese momento pasaba una señora de unos 70 años de edad a mi lado con una joven que debía ser su nieta ya que no superaba las 15 o cuanto mucho 16 años de edad tomada de una mano y un baston en la otra.
Albireo: Disculpe señora, podría decirme si ha llegado a la isla algún otro extranjero aparte mío? El hombre que busco se llama Leitos, es alto, fornido y muy habil en el combate.
La anciana me observó con desconfianza unos minutos antes de contestarme
Anciana: Joven, aquí todos conocemos a Leitos, el nos ha ayudado a sobrevivir contra el Imperio Romano, pero como sé que tu lo conoces???... Bah, en realidad no importa, ya que si tienes buenas intenciones le habré hecho a Leitos un favor, y si tienes malas intenciones... pues digamos que a Leitos no le costara demasiado encargarse de alguien como tu. Buscalo en los Jardines del palacio real.
Yo miraba a la anciana sin entender que podía estar haciendo un hombre como Leitos en un palacio, pero al fin prosiguió...
Anciana: Y no olvides esto que es fundamental, al llegar a la entrada del palacio dile al guardia que vas a visitar al general de los hielos
Y sin más ni más siguió su camino, pero esta vez me despavile en el momento justo y logré preguntarle
Albireo: Disculpe señora, una ultima cosa, podría indicarme hacia donde queda el castillo???
Ella se limito a levantar el baston y señalar hacia el este, pero como ya era tarde decidí que pasaría esa noche en una posada (ya que el viaje solo me había costado una moneda de oro de las 3 que tenía) y al día siguiente continuaria mi viaje.
Y en seguida me encaminé hacia el este ya que apenas al inició del camino pude observar un cartel que decia "Posada Icaro"...
Albireo: Qué extraño, Leitos me dijo que nos encontrariamos aquí, aunque claro, nunca me dijo que apenas llegara. Bueno, tendré que preguntar a alguien a ver si lo ha visto
Justo en ese momento pasaba una señora de unos 70 años de edad a mi lado con una joven que debía ser su nieta ya que no superaba las 15 o cuanto mucho 16 años de edad tomada de una mano y un baston en la otra.
Albireo: Disculpe señora, podría decirme si ha llegado a la isla algún otro extranjero aparte mío? El hombre que busco se llama Leitos, es alto, fornido y muy habil en el combate.
La anciana me observó con desconfianza unos minutos antes de contestarme
Anciana: Joven, aquí todos conocemos a Leitos, el nos ha ayudado a sobrevivir contra el Imperio Romano, pero como sé que tu lo conoces???... Bah, en realidad no importa, ya que si tienes buenas intenciones le habré hecho a Leitos un favor, y si tienes malas intenciones... pues digamos que a Leitos no le costara demasiado encargarse de alguien como tu. Buscalo en los Jardines del palacio real.
Yo miraba a la anciana sin entender que podía estar haciendo un hombre como Leitos en un palacio, pero al fin prosiguió...
Anciana: Y no olvides esto que es fundamental, al llegar a la entrada del palacio dile al guardia que vas a visitar al general de los hielos
Y sin más ni más siguió su camino, pero esta vez me despavile en el momento justo y logré preguntarle
Albireo: Disculpe señora, una ultima cosa, podría indicarme hacia donde queda el castillo???
Ella se limito a levantar el baston y señalar hacia el este, pero como ya era tarde decidí que pasaría esa noche en una posada (ya que el viaje solo me había costado una moneda de oro de las 3 que tenía) y al día siguiente continuaria mi viaje.
Y en seguida me encaminé hacia el este ya que apenas al inició del camino pude observar un cartel que decia "Posada Icaro"...
Albireo- Caballeros de Bronce
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Re: Isla de Creta
Al entrar en la posada pude ver a un hombre de unos 50 años parado detras de un mostrador y con un monton de números detras de el. Inmediatamente deduje que era el dueño de la posada así que me dirigí hacia el para preguntarle si había habitaciones libres.
Albireo: Disculpe, quisiera saber si tiene alguna habitación disponible para pasar la noche
Gerente: Claro que si, la "Posada Icaro" siempre tiene lugar para un huesped que lo solicite
Obviamente el hombre notó mi cara de extrañeza cuando dijo el nombre de la posada porque me preguntó
Gerente: Es que acaso no conoces la historia de Icaro y Dedalo? Debes ser extranjero
Albireo: Me crié en Atenas y la verdad que nunca antes había salido de allí, pero me gustaria aprender esa historia de la que hablas
Gerente: Esta bien, pero es una historia larga, así que ven y sientate.
Luego de decir esto me permitió pasar detras del mostrador y me hizo seña que me sentara en una banqueta que había a su lado.
Gerente: La historia de Icaro y Dedalo cuenta que Icaro fue encarcelado junto con su padre Dedalo en una torre de esta misma isla por orden de nuestro rey minos. Dedálo vio que era imposible escapar por mar ya que el rey tenía vigiladas todas las embarcaciones, así que decidió frabricar un par de alas para él y para Icaro.
Dedalo logró por fin armar las alas uniendo alas de aves pequeñas con cera y luego alas más grandes con hilo para que así tuvieran mayor superficie, pero una vez que iniciaron su huida Icaro intento ascender al paraiso y el sol ablando la cera destruyendo sus alas... Icaro se perdió en el mar.
Dedalo llego sano y salvo a sicilia y construyo allí un templo a Apolo donde colgo sus alas como ofrenda al Dios
Albireo: Pero, por qué has nombrado a tu negocio como el personaje de un historia tan triste?
Gerente: Porque al igual que Dedalo yo tambien perdí un hijo, cuando el imperio nos invadió mi hijo y yo peleamos para defender la ciudad pero el murió en esa lucha y yo al igual que Dedalo colgué mis alas y abrí este lugar
El gerente que a mitad de su historia había comenzado a lagrimear se limpió rapidamente los ojos...
Gerente: Y dime, que te trae a ti hasta la maravillosa Isla de Creta?
Albireo: Yo fui criado en un orfanato en atenas y hace poco descubrí con la ayuda de mi maestro Leitos que quiza mis padres eran originarios de Asgard, así que vine aquí a entrenar con mi maestro para luego emprender el viaje hacia Asgard y de paso intentaré ayudar a los pueblos que estan oprimidos por el Imperio... pero la verdad es que no tengo idea donde se encuentra mi maestro en estos momentos.
Gerente: Jajajajaja, Leitos...Leitos, no cambiaras más... Si buscas a tu maestro lo más probable es que lo encuentres en los jardines de palacio por la mañana levantate temprano y dirigete al este y allí lo encontrarás, mandale saludos de Preito y no te preocupes por el oro que la casa invita tu estadia cada vez que lo requieras.
Albireo: Gracias, y antes que lo olvide, mi nombre es Albireo.
Preito: Pues mucho gusto Albireo, discipulo de Leitos.
Y así me dirigí a la habitación, era una habitación comun y corriente, pero luego de las 2 noches anteriores en el barco me parecia realmente lujosa. Luego de pensar un rato me quede dormido....
???: Albireo, debes entrenar, el momento se aproxima
Frente a mi había una joven con una extraña armadura que le cubría el rostro, pero eso era imposible ya que las mujeres no son aceptadas en el ejercito.
Albireo: Quien eres?
???: Lo sabras cuando llegue el momento, pero por ahora debes concentrarte en entrenar, preparate Albireo, ya nos conoceremos cuando llegue el momento
Albireo: Disculpe, quisiera saber si tiene alguna habitación disponible para pasar la noche
Gerente: Claro que si, la "Posada Icaro" siempre tiene lugar para un huesped que lo solicite
Obviamente el hombre notó mi cara de extrañeza cuando dijo el nombre de la posada porque me preguntó
Gerente: Es que acaso no conoces la historia de Icaro y Dedalo? Debes ser extranjero
Albireo: Me crié en Atenas y la verdad que nunca antes había salido de allí, pero me gustaria aprender esa historia de la que hablas
Gerente: Esta bien, pero es una historia larga, así que ven y sientate.
Luego de decir esto me permitió pasar detras del mostrador y me hizo seña que me sentara en una banqueta que había a su lado.
Gerente: La historia de Icaro y Dedalo cuenta que Icaro fue encarcelado junto con su padre Dedalo en una torre de esta misma isla por orden de nuestro rey minos. Dedálo vio que era imposible escapar por mar ya que el rey tenía vigiladas todas las embarcaciones, así que decidió frabricar un par de alas para él y para Icaro.
Dedalo logró por fin armar las alas uniendo alas de aves pequeñas con cera y luego alas más grandes con hilo para que así tuvieran mayor superficie, pero una vez que iniciaron su huida Icaro intento ascender al paraiso y el sol ablando la cera destruyendo sus alas... Icaro se perdió en el mar.
Dedalo llego sano y salvo a sicilia y construyo allí un templo a Apolo donde colgo sus alas como ofrenda al Dios
Albireo: Pero, por qué has nombrado a tu negocio como el personaje de un historia tan triste?
Gerente: Porque al igual que Dedalo yo tambien perdí un hijo, cuando el imperio nos invadió mi hijo y yo peleamos para defender la ciudad pero el murió en esa lucha y yo al igual que Dedalo colgué mis alas y abrí este lugar
El gerente que a mitad de su historia había comenzado a lagrimear se limpió rapidamente los ojos...
Gerente: Y dime, que te trae a ti hasta la maravillosa Isla de Creta?
Albireo: Yo fui criado en un orfanato en atenas y hace poco descubrí con la ayuda de mi maestro Leitos que quiza mis padres eran originarios de Asgard, así que vine aquí a entrenar con mi maestro para luego emprender el viaje hacia Asgard y de paso intentaré ayudar a los pueblos que estan oprimidos por el Imperio... pero la verdad es que no tengo idea donde se encuentra mi maestro en estos momentos.
Gerente: Jajajajaja, Leitos...Leitos, no cambiaras más... Si buscas a tu maestro lo más probable es que lo encuentres en los jardines de palacio por la mañana levantate temprano y dirigete al este y allí lo encontrarás, mandale saludos de Preito y no te preocupes por el oro que la casa invita tu estadia cada vez que lo requieras.
Albireo: Gracias, y antes que lo olvide, mi nombre es Albireo.
Preito: Pues mucho gusto Albireo, discipulo de Leitos.
Y así me dirigí a la habitación, era una habitación comun y corriente, pero luego de las 2 noches anteriores en el barco me parecia realmente lujosa. Luego de pensar un rato me quede dormido....
???: Albireo, debes entrenar, el momento se aproxima
Frente a mi había una joven con una extraña armadura que le cubría el rostro, pero eso era imposible ya que las mujeres no son aceptadas en el ejercito.
Albireo: Quien eres?
???: Lo sabras cuando llegue el momento, pero por ahora debes concentrarte en entrenar, preparate Albireo, ya nos conoceremos cuando llegue el momento
Albireo- Caballeros de Bronce
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Re: Isla de Creta
Cuarto
post de seis - Ataque debil - especializacion en:
------------------
Dejando la playa había encontrado un sendero en medio de los bosques de aquella isla, la luz se colaba entre las ramas de los arboles, dando lugar a columnas de luz que iluminaban su camino, haber sobrevivido a una tormenta en altamar y a un naufragio implicaba un gran esfuerzo físico, estaba cansado, si, pero podía caminar y tan pronto encontrara ayuda o alguien que pudiese buscar alguna ayuda en el ejercito para que pudiese ir a Persia, aunque pensándolo bien, podría ser algo contraproducente…. Roma a base de sus conquistas gano un sinnúmero de enemigos en la oscuridad, aunque los pueblos hayan sido conquistados y se arrodillen ante la figura del imperio, siempre existirán aquellas personas que no toleraran ser gobernadas por extraños, y si el se presentaba como general romano quizá no dudarían en matarlo, al menos para tener la satisfacción de matar a una de las ratas que les conquistaron, por lo que ahora analizándolo a fondo se presentaría como un soldado común, y de acuerdo a la situación o a la forma en que pensaran las personas mostraría su verdadera figura de general y asi conseguir como irse de aquel lugar.
Aunque por otro lado, podría tomarse esta oportunidad para desaparecer del ámbito romano de una vez por todas, aunque aun sentía el recuerdo de su familia… no sabia que era lo que pasaba pero empezaba a olvidar su pasado, lo que hacia o quien era el… como si estuviese predestinado a otra cosa mas alla de ser uno de los generales mas importantes del imperio romano. Pero nuevamente venia a su cabeza aquella visión que desde su partida de Roma se había apoderado de su mente, ese no era su lugar y ese extraño ser se lo estaba mostrando, el estaba siendo una especie de juez, jurado y verdugo para miles de personas, se veía sin piedad, sin temor, estricto y sin compasión…. Que era lo que en verdad era el… se preguntaba…
Seguia caminando por Creta, no veía ni una sola persona, había alcanzado a pasar por una serie de casas pero extrañamente estas se encontraban vacias, entrando a estas denotaba que algo les había hecho salir a los residentes, porque las brasas aun se encontraban calientes, y había por ejemplo comida servida, de la cual probo un poco ya que sus fuerzas estaban flaqueando después de que hubiesen pasado tantas cosas, hasta que tuvo un presentimiento, sentía que algo le llamaba y procedía del palacio real que se encontraba en la parte superior de la isla, debia ir hacia alla.
Pero mientras estaba caminando empezo a sentir un extraño zumbido en su cabeza, se sentia igual de procupado y de cierta forma perdido como aquella vez en el barco, al parecer esas extrañas ilusiones no querian dejarle en paz, al contrario no lo dejarian en paz hasta conseguir lo que realmente deseaban, Talos cayo de rodillas al piso mientras colocaba ambas manos en su cabeza, el dolor era insoportales y sentia que todo su ser estallaria mientras que su mente se veia apoderada de otra presencia... algo mas turbio y oscuro
post de seis - Ataque debil - especializacion en:
------------------
Dejando la playa había encontrado un sendero en medio de los bosques de aquella isla, la luz se colaba entre las ramas de los arboles, dando lugar a columnas de luz que iluminaban su camino, haber sobrevivido a una tormenta en altamar y a un naufragio implicaba un gran esfuerzo físico, estaba cansado, si, pero podía caminar y tan pronto encontrara ayuda o alguien que pudiese buscar alguna ayuda en el ejercito para que pudiese ir a Persia, aunque pensándolo bien, podría ser algo contraproducente…. Roma a base de sus conquistas gano un sinnúmero de enemigos en la oscuridad, aunque los pueblos hayan sido conquistados y se arrodillen ante la figura del imperio, siempre existirán aquellas personas que no toleraran ser gobernadas por extraños, y si el se presentaba como general romano quizá no dudarían en matarlo, al menos para tener la satisfacción de matar a una de las ratas que les conquistaron, por lo que ahora analizándolo a fondo se presentaría como un soldado común, y de acuerdo a la situación o a la forma en que pensaran las personas mostraría su verdadera figura de general y asi conseguir como irse de aquel lugar.
Aunque por otro lado, podría tomarse esta oportunidad para desaparecer del ámbito romano de una vez por todas, aunque aun sentía el recuerdo de su familia… no sabia que era lo que pasaba pero empezaba a olvidar su pasado, lo que hacia o quien era el… como si estuviese predestinado a otra cosa mas alla de ser uno de los generales mas importantes del imperio romano. Pero nuevamente venia a su cabeza aquella visión que desde su partida de Roma se había apoderado de su mente, ese no era su lugar y ese extraño ser se lo estaba mostrando, el estaba siendo una especie de juez, jurado y verdugo para miles de personas, se veía sin piedad, sin temor, estricto y sin compasión…. Que era lo que en verdad era el… se preguntaba…
Seguia caminando por Creta, no veía ni una sola persona, había alcanzado a pasar por una serie de casas pero extrañamente estas se encontraban vacias, entrando a estas denotaba que algo les había hecho salir a los residentes, porque las brasas aun se encontraban calientes, y había por ejemplo comida servida, de la cual probo un poco ya que sus fuerzas estaban flaqueando después de que hubiesen pasado tantas cosas, hasta que tuvo un presentimiento, sentía que algo le llamaba y procedía del palacio real que se encontraba en la parte superior de la isla, debia ir hacia alla.
Pero mientras estaba caminando empezo a sentir un extraño zumbido en su cabeza, se sentia igual de procupado y de cierta forma perdido como aquella vez en el barco, al parecer esas extrañas ilusiones no querian dejarle en paz, al contrario no lo dejarian en paz hasta conseguir lo que realmente deseaban, Talos cayo de rodillas al piso mientras colocaba ambas manos en su cabeza, el dolor era insoportales y sentia que todo su ser estallaria mientras que su mente se veia apoderada de otra presencia... algo mas turbio y oscuro
Talos- Juez del Inframundo
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Re: Isla de Creta
Quinto post de seis - Ataque debil - especializacion en:
-------------------------------------
Pensando en que podria encontrar alguna persona en medio de aquella Isla, Talos caminaba a travez de unos cuantos senderos hasta llegar a un sitio donde pudiese conseguir ayuda el cual era un pequeño poblado el cual extrañamente se encontraba totalmente vacio, abusando de su buena suerte habia conseguido un poco de comida para recuperar parte de las fuerzas pedidas en el naufragio pero algo no estaba bien...
Fue en ese momento cuando el general sintio un fuerte dolor en su pecho el cual le hizo caer de rodillas al piso y empezar a tener aquellas extrañas visiones donde el se veia como una persona totalmente distinta vestido de una extraña armadura de toques negros y violaceos y causando desolacion y destruccion.
Su cabeza empezaba a dolerle profundamente y sentia como todo a su alrededor desaparecia como si estuviese inmerso en una gran oscuridad se encontraba solo y nada ni nadie podria ayudarle.
- Que resistente eres... humano, debo admitirlo entre las ratas que he conocido eres una muy escurridiza y astuta - exclamaba una voz que resonaba en medio de aquellas sombras.
- ja... otra vez tu, porque no me dejas en paz, ya viste que no podras conmigo - respondio el general
- Parece que alguien no entiende los juegos... -
En esos momentos Talos sentia como su cuerpo era manipulado por una extraña energia que parecian hilos, los cuales hicieron que extendiera completamente su cuerpo jalando cada una de sus extremidades con descomunal fuerza y sintiendo como en la parte de su cuello algo le apretaba con tremenda fuerza, de aquella oscuridadse formo la figura de aquel hombre que era igual a el pero vestia una extraña armadura y que le miraba con seriedad como si estuviese analizandole.
- que... que me miras? - mmostrando una sonrisa burlona a ese otro yo
- A pesar de saber que vas a morir sigues siendo un arrogante... -
- Nunca perdere mi toque... por algo soy Talos -
- Si, Talos juez de Griffon... -
Tan pronto aquel hombre de la extraña armadura negra exclamo tales palabras en la palma de su mano se intensifico el poder de su cosmos el cual se encargo de atravesar la pobre alma mortal de uno de los mas grandes e importantes generales romanos, podria haber tenido un mejor fin pero en realidad esto no lo era ya que aquella alma maligna habia despertado, no solo era Talos .... era el juez de Griffon uno de los mas terribles guerreros del hades dios de la muerte y quiza el menos benevolente de los tres...
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Pensando en que podria encontrar alguna persona en medio de aquella Isla, Talos caminaba a travez de unos cuantos senderos hasta llegar a un sitio donde pudiese conseguir ayuda el cual era un pequeño poblado el cual extrañamente se encontraba totalmente vacio, abusando de su buena suerte habia conseguido un poco de comida para recuperar parte de las fuerzas pedidas en el naufragio pero algo no estaba bien...
Fue en ese momento cuando el general sintio un fuerte dolor en su pecho el cual le hizo caer de rodillas al piso y empezar a tener aquellas extrañas visiones donde el se veia como una persona totalmente distinta vestido de una extraña armadura de toques negros y violaceos y causando desolacion y destruccion.
Su cabeza empezaba a dolerle profundamente y sentia como todo a su alrededor desaparecia como si estuviese inmerso en una gran oscuridad se encontraba solo y nada ni nadie podria ayudarle.
- Que resistente eres... humano, debo admitirlo entre las ratas que he conocido eres una muy escurridiza y astuta - exclamaba una voz que resonaba en medio de aquellas sombras.
- ja... otra vez tu, porque no me dejas en paz, ya viste que no podras conmigo - respondio el general
- Parece que alguien no entiende los juegos... -
En esos momentos Talos sentia como su cuerpo era manipulado por una extraña energia que parecian hilos, los cuales hicieron que extendiera completamente su cuerpo jalando cada una de sus extremidades con descomunal fuerza y sintiendo como en la parte de su cuello algo le apretaba con tremenda fuerza, de aquella oscuridadse formo la figura de aquel hombre que era igual a el pero vestia una extraña armadura y que le miraba con seriedad como si estuviese analizandole.
- que... que me miras? - mmostrando una sonrisa burlona a ese otro yo
- A pesar de saber que vas a morir sigues siendo un arrogante... -
- Nunca perdere mi toque... por algo soy Talos -
- Si, Talos juez de Griffon... -
Tan pronto aquel hombre de la extraña armadura negra exclamo tales palabras en la palma de su mano se intensifico el poder de su cosmos el cual se encargo de atravesar la pobre alma mortal de uno de los mas grandes e importantes generales romanos, podria haber tenido un mejor fin pero en realidad esto no lo era ya que aquella alma maligna habia despertado, no solo era Talos .... era el juez de Griffon uno de los mas terribles guerreros del hades dios de la muerte y quiza el menos benevolente de los tres...
Talos- Juez del Inframundo
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Re: Isla de Creta
Obtencion de armadura y Sexto post de seis - Ataque debil - especializacion en:
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-Ahora que lo veo, no esta nada mal cambiar de general a juez... nunca he servido para ser un perro que recibe ordenes -
- Menuda arrogancia que manejas humano -
- Aunque no lo creas "juez" puede que haya estado conciente ultimamente de mi verdadero ser, en fin se que voy a morir y que ahora te encargaras de mi cuerpo mortal... cosa que ya no me importa, lo he perdido todo y ya lo he ganado todo... -
- Acabare con esto de una buena vez... -
- Solo unas ultimas palabras, si vas a usar el cuerpo del mejor general de toda roma, espero que seas capaz de darte lugar por encima de las basuras que alguna vez ordene y pisotee -
- Esta bien, y aqui empezare con una...-
Ahora sin la esencia de aquel patético humano y habiéndose apoderado de su cuerpo , se quedo en total silencio por unos momentos, sus cabellos plateados estaban cubriendo parte de su rostro ppor lo que no se podía determinar si tenia sus ojos abiertos o cerrados cayendo presa de una extraña meditación, a medida que el poder de su cosmos aumentaba asi mismo el ambiente se tornaba mas pesado y sombrio, hasta que en una total explosión de poder, una rayo de luz violeta viajo desde la profundidad de la Tolomea hacia ese sitio que en un pasado fue el hogar de aquel temido juez del inframundo. Una extraña armadura de colores negros y violáceos apareció frente a Talos quien sonrio al verle ya se había demorado mucho tiempo en volver a pisar la tierra y l parecer habían sucedido algunas cosas no deseables para el juez, dividiéndose en varias partes cada una de estas se acoplaron sobre el cuerpo de Talos quien al final se encontraba vistiendo su imponente armadura de uno de los mas importantes espectros de todo el ejercito de Hades.
- Lo unico que llegare a compartir contigo... aparte de este recipiente sera esa arrogancia...-
Desplego las dos enorme alas de su majestuosa surplice, recientemente había sentidos unos cuantos cosmos muy conocidos y otros que era muy raro sentir y a la vez eran amenazantes, no le interesaba a que estuviesen jugando los demás espectros pero de llegar a cometer una estupidez el seria el primero en ser el juez, e jurado y el verdugo del que llegase a tal falla.
Aun estaba de dia pero una particular sombra se había apoderado de la isla de Creta y si singular clima playero, esta ves era la sombra de la muerte que había traido consigo a uno de sus mas amados hijos para sembrar destrucción y miedo sobre la tierra en la cual los hombres vivian, era el renacimiento del poderoso juez de Griffon quien ahora con el poder de su cosmos se dirigía a una enorme velocidad hacia la tierra milenaria de los faraones en busca de respuestas y quizá en victimas para sus nada piadosos castigos
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-Ahora que lo veo, no esta nada mal cambiar de general a juez... nunca he servido para ser un perro que recibe ordenes -
- Menuda arrogancia que manejas humano -
- Aunque no lo creas "juez" puede que haya estado conciente ultimamente de mi verdadero ser, en fin se que voy a morir y que ahora te encargaras de mi cuerpo mortal... cosa que ya no me importa, lo he perdido todo y ya lo he ganado todo... -
- Acabare con esto de una buena vez... -
- Solo unas ultimas palabras, si vas a usar el cuerpo del mejor general de toda roma, espero que seas capaz de darte lugar por encima de las basuras que alguna vez ordene y pisotee -
- Esta bien, y aqui empezare con una...-
Ahora sin la esencia de aquel patético humano y habiéndose apoderado de su cuerpo , se quedo en total silencio por unos momentos, sus cabellos plateados estaban cubriendo parte de su rostro ppor lo que no se podía determinar si tenia sus ojos abiertos o cerrados cayendo presa de una extraña meditación, a medida que el poder de su cosmos aumentaba asi mismo el ambiente se tornaba mas pesado y sombrio, hasta que en una total explosión de poder, una rayo de luz violeta viajo desde la profundidad de la Tolomea hacia ese sitio que en un pasado fue el hogar de aquel temido juez del inframundo. Una extraña armadura de colores negros y violáceos apareció frente a Talos quien sonrio al verle ya se había demorado mucho tiempo en volver a pisar la tierra y l parecer habían sucedido algunas cosas no deseables para el juez, dividiéndose en varias partes cada una de estas se acoplaron sobre el cuerpo de Talos quien al final se encontraba vistiendo su imponente armadura de uno de los mas importantes espectros de todo el ejercito de Hades.
- Lo unico que llegare a compartir contigo... aparte de este recipiente sera esa arrogancia...-
Desplego las dos enorme alas de su majestuosa surplice, recientemente había sentidos unos cuantos cosmos muy conocidos y otros que era muy raro sentir y a la vez eran amenazantes, no le interesaba a que estuviesen jugando los demás espectros pero de llegar a cometer una estupidez el seria el primero en ser el juez, e jurado y el verdugo del que llegase a tal falla.
Aun estaba de dia pero una particular sombra se había apoderado de la isla de Creta y si singular clima playero, esta ves era la sombra de la muerte que había traido consigo a uno de sus mas amados hijos para sembrar destrucción y miedo sobre la tierra en la cual los hombres vivian, era el renacimiento del poderoso juez de Griffon quien ahora con el poder de su cosmos se dirigía a una enorme velocidad hacia la tierra milenaria de los faraones en busca de respuestas y quizá en victimas para sus nada piadosos castigos
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