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Camino a los Distritos Bajos del Tiber
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Camino a los Distritos Bajos del Tiber
No sé cuanto tiempo había transcurrido pero ya la tarde estaba más que perdida y la noche se mostraba aperezada apenas profanando el cielo. El sonido de carretas fueron las que me sacaron de los brazos de Morpheo.
Mis ojos lentamente se abrían y notaban la oscuridad que poco a poco se iba tomando el firmamento, me desaperecé, estirando cada uno de mis miembros, me levanté y sacudí mis ropas y cabellos, éstos ultimos los recogí en mi tradicional coleta y di un suspiro, tomé una pjita y me la llevé a la boca, jugueteaba con ella entre los dientes en ese momento se acercaba una carretilla iba en la dirección que tomaría, corrí para ponerse a la orilla del camino y pedirle un aventón.
Ubicandome en el camino en una pose bastante insinuadora, haciendo un ademán de señal de que me llevaran, un viejo desacelero su carreta y unos metros más adelante se detuvo, me acerqué y sin mirar quien era me monté, era una carreta con hortalizas y vegetales, corrí algunas para hacerme un buen campo, ya liste dije: - Gracias hombre por ahorrarme el camino a pie!
En ese instante el viejo volteó a mirarme y era el anciano que vendía hortalizas, frutas y verduras en uno de los comercios del distrito y una que otra vez en el mercado de Roma, sonreí al verlo, carcajeando dije: - HAHAHAHAHAHAHAHA vaya vaya aquí es donde te vengo a encontrar, como que tu mujer se entero de tus andanzas que a mi puteadero no has vuelto... HAHAHHAHHAHAHAHA
El viejo simplemente sonrió, parecía que había dado en el blanco. El trayecto transcurrió sin novedades y en un silencio agradable. No tardamos mucho ya nos escontrabamos cerca al rio por lo que solo sería cruzar uno de los tantos puentes que comunican a Roma con los distriros bajos, cerca al puente le grité al viejo: - Dejame aquí .... cuando te dejen volver a La Sobajera yo misma te atenderé. Guiñandole un ojo y dandole la espalda mi camino era otro.
Mis ojos lentamente se abrían y notaban la oscuridad que poco a poco se iba tomando el firmamento, me desaperecé, estirando cada uno de mis miembros, me levanté y sacudí mis ropas y cabellos, éstos ultimos los recogí en mi tradicional coleta y di un suspiro, tomé una pjita y me la llevé a la boca, jugueteaba con ella entre los dientes en ese momento se acercaba una carretilla iba en la dirección que tomaría, corrí para ponerse a la orilla del camino y pedirle un aventón.
Ubicandome en el camino en una pose bastante insinuadora, haciendo un ademán de señal de que me llevaran, un viejo desacelero su carreta y unos metros más adelante se detuvo, me acerqué y sin mirar quien era me monté, era una carreta con hortalizas y vegetales, corrí algunas para hacerme un buen campo, ya liste dije: - Gracias hombre por ahorrarme el camino a pie!
En ese instante el viejo volteó a mirarme y era el anciano que vendía hortalizas, frutas y verduras en uno de los comercios del distrito y una que otra vez en el mercado de Roma, sonreí al verlo, carcajeando dije: - HAHAHAHAHAHAHAHA vaya vaya aquí es donde te vengo a encontrar, como que tu mujer se entero de tus andanzas que a mi puteadero no has vuelto... HAHAHHAHHAHAHAHA
El viejo simplemente sonrió, parecía que había dado en el blanco. El trayecto transcurrió sin novedades y en un silencio agradable. No tardamos mucho ya nos escontrabamos cerca al rio por lo que solo sería cruzar uno de los tantos puentes que comunican a Roma con los distriros bajos, cerca al puente le grité al viejo: - Dejame aquí .... cuando te dejen volver a La Sobajera yo misma te atenderé. Guiñandole un ojo y dandole la espalda mi camino era otro.
Bárbara- Status :
Cantidad de envíos : 26
Re: Camino a los Distritos Bajos del Tiber
Las carretas de los mercadees que regresaban a su casas pasaban y pasaban un poco airosos por entre el sendero, Alessa se mantenía escondida en los arbusto de costado izquierdo del camino para no ser reconocida por algún mortal que ya ella había olvidado o cachada por su hermana.
Alessa un tanto desubicaba veía como aquella mujercilla pedía un aventón a las carretas que pasaban por entre aquel camino solido, viendo la de cabellos largos y azulados como una se detenía y así recogía a Bárbara. Un tanto molesta la mujer refunfuñaba, pues la carreta a todo galope se alejaba de aquel lugar, esta como pudo corría pero nunca los pudo alcanzar, mas por que su distracción al camino rocoso la hizo declinar y caer exageradamente, toda molesta se quedaba sentada y maldecía a los cuatro vientos, para que después de un rato bajara la cabeza y suspirara:
-Pero que mierda me quede a casi nada… ajajaja, mierda que suerte me cargo yo como mujer, pero bueno, lastima mi linda hermana no podre joderte la existencia en tu lugar de perdición…
Parándose comenzó a caminar despacio toda desalentada, cuando de repente miro como un extraño ser chiquito y de ridícula compleción se meneaba a no muy lejos de donde ella estaba, coarriendo y viendo que aquella cosa no se espantaba de su presencia, llegaba hasta donde estaba, era una alimaña en verdad fea pues no se sabia que era, tenia cuerpo de gato, orejas como de conejo pero un poco mas curvadas y cola de perro… una vil y fea quimera que en ves de darle asco a Alessa le gusto y como pudo la cargo, aquel animalito le lamia la mejilla generando el sonreír de la pereza reencarnada, suspirando aquella le susurraba:
-Que sabe que seas tu animal este, pero no importa estas chulo para mi, sabes te quedaras conmigo para hacerme compañía, y si en unas de esta me agarra hambre ya se a donde poder girar el rostro y buscar… aajaj … naaa pero estarás conmigo aunque no te guste, y te llamare amm diablos ¿como te pondré?… eres ridículo y extraño por lo que te llamare Chona… ajaj seee así te pondré jaja vámonos de aquí Chona que violan y no estoy de humor… ajaja
Acto seguido la desdichada mujer y su alimaña se adentraron ente la maleza y se perdieron de aquel distrito, dejando atrás la figura de su hermana menor Bárbara…
Alessa un tanto desubicaba veía como aquella mujercilla pedía un aventón a las carretas que pasaban por entre aquel camino solido, viendo la de cabellos largos y azulados como una se detenía y así recogía a Bárbara. Un tanto molesta la mujer refunfuñaba, pues la carreta a todo galope se alejaba de aquel lugar, esta como pudo corría pero nunca los pudo alcanzar, mas por que su distracción al camino rocoso la hizo declinar y caer exageradamente, toda molesta se quedaba sentada y maldecía a los cuatro vientos, para que después de un rato bajara la cabeza y suspirara:
-Pero que mierda me quede a casi nada… ajajaja, mierda que suerte me cargo yo como mujer, pero bueno, lastima mi linda hermana no podre joderte la existencia en tu lugar de perdición…
Parándose comenzó a caminar despacio toda desalentada, cuando de repente miro como un extraño ser chiquito y de ridícula compleción se meneaba a no muy lejos de donde ella estaba, coarriendo y viendo que aquella cosa no se espantaba de su presencia, llegaba hasta donde estaba, era una alimaña en verdad fea pues no se sabia que era, tenia cuerpo de gato, orejas como de conejo pero un poco mas curvadas y cola de perro… una vil y fea quimera que en ves de darle asco a Alessa le gusto y como pudo la cargo, aquel animalito le lamia la mejilla generando el sonreír de la pereza reencarnada, suspirando aquella le susurraba:
-Que sabe que seas tu animal este, pero no importa estas chulo para mi, sabes te quedaras conmigo para hacerme compañía, y si en unas de esta me agarra hambre ya se a donde poder girar el rostro y buscar… aajaj … naaa pero estarás conmigo aunque no te guste, y te llamare amm diablos ¿como te pondré?… eres ridículo y extraño por lo que te llamare Chona… ajaj seee así te pondré jaja vámonos de aquí Chona que violan y no estoy de humor… ajaja
Acto seguido la desdichada mujer y su alimaña se adentraron ente la maleza y se perdieron de aquel distrito, dejando atrás la figura de su hermana menor Bárbara…
Alessa0- Dama del Pecado
- Reino : Inframundo
Ataques : AD - Phantasma Mentis (3300)
AD - Fatum vientos (3400)
AM - Cors Gelidus (3600)
AM - Tempus Lugubris (3700)
AF - Captiare anima (3900)
AF - Symphonia Mortuus (4000)
AFa - Absolve vitae (4200)
Defensa :
Minions
DE - Vipera Electrum
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Re: Camino a los Distritos Bajos del Tiber
El contraste ya empezaba a ser más evidente, de las casas y calles muy bien cuidadas el sendero que el cochero había tomado los iba adentrando por callejuelas en completo deterioro. ¿Cómo era que podía existir una ciudad con una inigualable belleza y a la vez una tremenda pobreza? Zelg pensaba y rebuscaba respuestas a su planteamiento, su mente trabajaba mientras la de sus compañeros y escoltas descansaba.
Lo que era cierto en un momento ahora pintaba como incierto. Pero ya estaba asimilando que todo lo que iba asombrándolo igual se iría disipando. Por ahora lo que importaba era lo último que le había dicho el sujeto de nombre Morticus. Él en su parada por el coliseo le había referido que necesitaban alimento y no podía estar mas de acuerdo.
Ya no importaba si ahora se encaminaban a otro sector que a la distancia reflejaba los males romanos, lo primordial era satisfacer el hambre. Trató de mirar el medallón que pendía sobre su pecho, aquel que le daba la sensación maternal. Los romanos no se lo quitaron, no consideraron que fuera de algún valor pues si hubiera sido dorado otra cosa hubiera sucedido. Ni siquiera los que lo retuvieron en el mercado de esclavos mostraron interés alguno.
Para ello, aquella artesanía les representaba algo pagano, eran religiosos y entender las creencias gálatas les aterraba. A decir verdad cualquier cosa que estuviera fuera de su cultura les amedrentaba por lo que Zelg no tuvo que preocuparse en perder el medallon obsequio de su madre. Apenas lo mantenía colgado con la ayuda de un modesto cordón hecho a base de cuero.
Lo miraba con interés si no es que aquel guardia solitario, el que iba en la puerta emitió un leve quejido. Sin duda estaba teniendo un mal sueño. Quizás recordaba algo, o a su mente volvía imágenes de algún suceso desafortunado...
Lo que era cierto en un momento ahora pintaba como incierto. Pero ya estaba asimilando que todo lo que iba asombrándolo igual se iría disipando. Por ahora lo que importaba era lo último que le había dicho el sujeto de nombre Morticus. Él en su parada por el coliseo le había referido que necesitaban alimento y no podía estar mas de acuerdo.
Ya no importaba si ahora se encaminaban a otro sector que a la distancia reflejaba los males romanos, lo primordial era satisfacer el hambre. Trató de mirar el medallón que pendía sobre su pecho, aquel que le daba la sensación maternal. Los romanos no se lo quitaron, no consideraron que fuera de algún valor pues si hubiera sido dorado otra cosa hubiera sucedido. Ni siquiera los que lo retuvieron en el mercado de esclavos mostraron interés alguno.
Para ello, aquella artesanía les representaba algo pagano, eran religiosos y entender las creencias gálatas les aterraba. A decir verdad cualquier cosa que estuviera fuera de su cultura les amedrentaba por lo que Zelg no tuvo que preocuparse en perder el medallon obsequio de su madre. Apenas lo mantenía colgado con la ayuda de un modesto cordón hecho a base de cuero.
Lo miraba con interés si no es que aquel guardia solitario, el que iba en la puerta emitió un leve quejido. Sin duda estaba teniendo un mal sueño. Quizás recordaba algo, o a su mente volvía imágenes de algún suceso desafortunado...
Zelghadis- Status :
Defensa :
Vórtice Marino
Cantidad de envíos : 56
Re: Camino a los Distritos Bajos del Tiber
Habla - Otras personas
La noche recién se empezaba y el olor a alcohol barato se podía sentir ya en el aire, las mujerzuelas se preparaban para ganarse la vida de la unica manera que conocían en este mundo. Amelia andaba con paso firme y naturalidad en las mugrientas calles de la ciudad, éste era su hogar y su fuente de recursos más valioso. Su rostro se mostraba serio sin emoción alguna que pudiera descifrarse con simple vista, tenía cosas más importantes en que pensar y esas eran sus posibles ganancias de una noche de diversión o de aburrimiento dependiendo de la gentuza que iría esta noche al bar aunque lo más importante era su dinero y no ellos.
-Esperemos que esta noche sea de ganancias pero eso depende de cuanto de dinero traigan esas alimañas. Esta vez no se las dejare fácil para nada, los despojare de todo si es necesario hoy no estoy para ser complaciente-
Una sonrisa divertida se formó en su rostro ante aquellos pensamientos, su andar seguía sin interrupciones por las calles más profundas la situación siguió así de manera tranquila hasta que un hombre vestido con harapos se paró frente a ella y le sonrió mostrando una dentadura que dejaba mucho que desear. Amelia no paro de andar por aquello, siguió su camino pasando a su lado sin mirarlo ni una sola vez para Amelia no había nadie allí.
-Ey, niña...- El sujeto que se encontraba molesto trato de tocarle el hombro con rudeza para detenerla pero ella volteó antes de que pudiera hacerlo dedicándole una mirada arrogante acompañada de una sonrisa prepotente -Si vienes a mendigar ve a otro lado no tengo interés en estúpidos como tú que lo unico que buscan es que se les regale el dinero...aunque...depende de lo que estes dispuesto a hacer por ello pero pensándolo mejor no tengo tiempo que perder contigo- Dicho eso giro nuevamente y se marchó sin decir nada más.
-Esperemos que esta noche sea de ganancias pero eso depende de cuanto de dinero traigan esas alimañas. Esta vez no se las dejare fácil para nada, los despojare de todo si es necesario hoy no estoy para ser complaciente-
Una sonrisa divertida se formó en su rostro ante aquellos pensamientos, su andar seguía sin interrupciones por las calles más profundas la situación siguió así de manera tranquila hasta que un hombre vestido con harapos se paró frente a ella y le sonrió mostrando una dentadura que dejaba mucho que desear. Amelia no paro de andar por aquello, siguió su camino pasando a su lado sin mirarlo ni una sola vez para Amelia no había nadie allí.
-Ey, niña...- El sujeto que se encontraba molesto trato de tocarle el hombro con rudeza para detenerla pero ella volteó antes de que pudiera hacerlo dedicándole una mirada arrogante acompañada de una sonrisa prepotente -Si vienes a mendigar ve a otro lado no tengo interés en estúpidos como tú que lo unico que buscan es que se les regale el dinero...aunque...depende de lo que estes dispuesto a hacer por ello pero pensándolo mejor no tengo tiempo que perder contigo- Dicho eso giro nuevamente y se marchó sin decir nada más.
Amelia- Cantidad de envíos : 26
Re: Camino a los Distritos Bajos del Tiber
Era desesperante el largo trayecto que tenía que recorrer Amelia para poder llegar a su lugar de vicio. Odiaba aquel trayecto lleno de vagos, borrachos y mujeres que aprovechaban para despojarte cualquier mísera cantidad de dinero por sus "caricias", manera en que llamaban sus actos obscenos. A pesar de ello tenía que recorrerlo ya que no había otro camino que llevara a tal lugar, así que no había otra opción más que cruzarlo y amargarse el día con aquella forma de vida que ella también llevaba pero que aborrecía de una forma u otra.
Amelia levanto la mirada mientras andaba y a lo lejos pudo observar el lugar de su objetivo, sus pasos se aceleraron un poco de la emoción mostrando aquel lado de niña que hacia años había perdido. Una sonrisa de satisfacción se formó en su rostro al ver como bastante gente entraba a ese mismo recinto que tenía en la mira.
-¡Excelente! Más diversión...pero para mi-
Dio sus últimos pasos en aquel camino y dejo aquel mísero sitio para entrar a uno que no era mejor pero la diversión para ella era muy distinta en ambos sitios.
Amelia levanto la mirada mientras andaba y a lo lejos pudo observar el lugar de su objetivo, sus pasos se aceleraron un poco de la emoción mostrando aquel lado de niña que hacia años había perdido. Una sonrisa de satisfacción se formó en su rostro al ver como bastante gente entraba a ese mismo recinto que tenía en la mira.
-¡Excelente! Más diversión...pero para mi-
Dio sus últimos pasos en aquel camino y dejo aquel mísero sitio para entrar a uno que no era mejor pero la diversión para ella era muy distinta en ambos sitios.
Amelia- Cantidad de envíos : 26
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