Hospedaje El Imperio

por Ambrose Dom Feb 13, 2011 4:25 pm

Continué mirando por la ventana la elegancia y la imponencia del sitio mostraba que solo unos cuantos podrían darse el lujo de quedarse en sus instalaciones, abrí la puertezuela y descendi, me acerqué hacia el cochero y sacando una moneda de oro de su respectiva bolsa se la di diciéndole: - Por el buen servicio.

Sin molestarme en mirarlos caminé en dirección a la entrada al lujoso hospedaje, atravesé el portón y una gran sala color beige se extendía ante mis ojos, se notaba la distinción la clase en cada objeto allí presente. Atravesé el salón y me dirigí a la recepción, una jovencita parecía atender allí, sin esperar entradas de bienvenida ni nada por el estilo dije: - Una habitación por favor, que cuente con su propio baño y dos camas.

La chiquilla me miró, buscando en sus archivos, parecía ser el sistema de reserva, al poco rato terminó y ella misma me mostró el camino hacia los aposentos, subimos al segundo nivel, las escaleras de mármol gris la paredes color blanquecino grisaceo, continuamos por un estrecho pasillo bastante iluminado, la tercera sección derecha, esa fue la puerta que abrió aquella jovencita, permaneciendo a un lado dejando que yo ingresara a lo que parecía la habitación asignada, saqué una moneda de plata y se la entregué cerrando la puerta posterior a la entrega.

La habitación era amplia, bien iluminada, dos grandes camas y en un pequeño cuarto la bañera, era perfecto para las necesidades que tenia, ahora solo debía ir por Nicole o ir a ver las nuevas buenas por parte del médico y comprar un par de vestidos, o mejor disponer del carruaje para buscar algo de ropa que usar en Roma.

Guardé las dos bolsas de dinero y salí de la habitación, una nueva visita al local del medichucho.

por Ambrose Sáb Mar 05, 2011 6:36 pm

El carruaje nos trajo sin problema, no sabia que pasaba con Nicole, ni una palabra estando fuera del consultorio, ni una palabra durante el viaje y por lo que veía ni una palabra habría en nuestra habitación. Suspiré al ver que ella seguía perdida, ya llegaba a irritarme lo suficiente que me estaba poniendo de mal humor.

El carruaje se detuvo justo en frente a la entrada a aquella lujosa instancia, giré para darle una dura mirada a Nicole, ésta no mostró mucho interés en mi acción; abrí la puertezuela y salí del coche dejando la puertecita abierta y Nicole detrás, caminé un par de pasos y me detuve, sin darme vuelta y dándole la espalda y en dura voz dirigiendome a Nicole, dije: - Puedes quedarte a vivir si quieres en ese carruaje o puedes tomar un baño, ponerte ropa nueva y descansar, no soy tu maldita madre ni tu maldita nana para velar porque estés bien .... Nicole.

Retomé la marcha ingresando por completo a recinto. Atravesé el gran salón, sin mirar a nadie en línea recta siguiendo mi camino, comencé a subir las escaleras y solo pensaba: - Niñata!!! cmo me estás complicando mi estadía en Roma.... maldito General dónde demonios estará!!!!

Sin darme cuenta ya estaba en el segundo nivel, caminé un par de pasos más y estaba justo en frente a mi habitación, levanté mi mano derecha y sobre la muñeca colgaba la pequeña bolsa de terciopelo, la abrí y saqué la llave del cuarto, la introdujé en la cerradura y abrí la puerta contemplado de nuevo la exquisitez de aquel cuarto, lentamente ingresé en él y lentamente cerraba la puerta detrás mio.

por Michiru Miér Mayo 11, 2011 7:52 pm

Michiru se encontraba saliendo del mercado y ya había caminado bastante pero no encontraba un lugar donde alojarse hasta que se topo con uno, se coloco en la entrada y leyó

- Hospedaje El Imperio .. Bueno el nombre suena bastante bien, además de que es el único lugar que eh encontrado que se encuentre en el centro de roma-

Entro sin ningún problema y comenzó a observar la exquizites de ese lugar, era realmente muy elegante y bonito, toco la campanilla para llamar al trabajador ya que no se encontraba en su puesto. Aquel hombre no la hizo esperar y la atendió

- Muy buenas tardes -

- Buenas tardes señorita -

-¿Podría prestarme el servicio de una de sus habitaciones?

- Por supuesto que si solo...dígame su nombre -

- ¿ Mi Nombre? -

- Así es aquí solo se hospeda la gente con alta alcurnia -

- ¿Con que de alta alcurnia? ¿eh? ..... -

Michiru lo pensó ya que no le gustaba estar en lugares exclusivos pero desgraciadamente era el unicó lugar donde podía estar mas cerca de los lugares a los que tenia que asistir

- Mi nombre es Michiru -

- Conque Michiru, ¿la Violinista? -

- Así es señor esa misma -

dijo sonriendo

- Eso me parece Esplendido , eso le dará mas fama a este Hospedaje una artista de taya internacional como usted -

su explesión cambio de inmediato al escuchar esas palabras

- ¿Mas fama? ¿Que quiere decir con ello?-

- Usted es famosa y le hará fama -

- Disculpe, pero no me considero famosa , yo hago música porque me encanta... Nunca haría música por dinero y mucho menos por fama-

Tomo las llaves y subió por las escaleras hasta su habitación, introdujo en la cerradura y abrio la puerta la habitacion estaba muy elegante con decorados dorados y blancos

-tenia muy buen gusto en decoración quien haya diseñado las habitaciones, Bueno quizás después la observe con detenimiento.. ahora tengo que salir-

Michiru dejo Su maleta en ese lugar, solo cargo con su violín ya que era muy preciado para ella, salio de la habitación y después del hotel para dirigirse a un nuevo lugar

por Michiru Jue Mayo 12, 2011 8:44 am

Por fin había llegado al hospedaje y nada sospechoso se veía a su alrededor, abrió la puerta y entro hay se encontraba el trabajador ella lo miro y saludo subiendo rápido las escaleras, Saco la llave de su bolsillo e introdujo la llave, giro la perilla y entro, lo primero que hizo fue abrir su maleta buscando su espejo de aguas profundas para que este le diera una señal de lo que pasaba ya que ella tenia un presentimiento pero el espejo solo mostró una imagen no tan clara que solo duraba 1 segundo

- Mmm nunca había pasado esto aunque si solo dura por un segundo no debe ser nada relevante o al menos eso espero yo -

un poco preocupada cerro su maleta y coloco el espejo en su buró, se acerco al tocador y comenzó a cepillas su cabello mirando fijamente el espejo grandes y suaves cepilladas, pasaron minutos después de que terminara. Se quito la ropa y se coloco otra para dormir ya que era muy tarde y tenia que descansar, mañana comenzaba un dia de trabajo pero lo extraño es que no sabría para quien tenia que tocar, puso una cara pensativa

- Bueno no importa mañana lo sabre-

Sin nada mas que decir se fue ala cama no sin antes de apagar las luces y se acostó a dormir.
Pasaron horas después de su largo sueño y los rayos del sol entraban por la ventana dando directamente el su rostro

-Ahhh-

El bostezo no se hizo esperar, abrió sus ojos y se levanto de la cama quitándose nuevamente la ropa para ponerse una nueva, abrío su maleta y busco algo que ponerse para la ocasíon así que saco un vestido blanco muy elegante y se lo puso , se acerco al baño y se labo lel rostro una vez sus manos secas se puso unos guantes largos y unos zapatos estaba lista para salir hoy no sin antes tomar su violín, pero esta vez también tomo el espejo de las aguas profundas y lo puso dentro, bajo las escaleras

- Buenos días -

Le dijo al encargado y salio de hay

por Michiru Vie Mayo 13, 2011 4:19 pm

Había venido corriendo desde el callejón hasta el hospedaje, quería ir directamente hacia el mercado de ropas pero recordó que no tenia dinero así que había vuelto al hospedaje para tomar dinero que se encontraba dentro de su maleta, entro al edificio y saludo al empleado, el empleado la miro extrañado al verla sucia y lastimada no le dio tiempo de preguntar que le había pasado, ella subió las escaleras y se dirigió a su habitación, saco la llave del bolsillo y la introdujo dentro de la perilla, entro a su habitacion, tomo su maleta y la abrio busco un pequeño monedero hasta que lo entontro - Pensándolo bien... Puedo cambiarme aquí, pero... necesito ropa nueva y la que se vende aquí en roma es realmente hermosa - Michiru se desato el cabello el cual tenia muy alborotado y comenzó a cepillarlo delicadamente una y otra vez hasta quedar completamente bien, su enorme y rizado cabello verde lucia esplendido, También se cambio de ropa, quitándose su vestido sucio y roto, se coloco uno nuevo el cual era indicado para el calor - Bien estoy lista - Michiru salio de su habitación cerrando la puerta con llave, bajo las escaleras y una vez lista se dispuso a salir del Hospedaje

por Michiru Sáb Mayo 14, 2011 12:52 pm

Después de caminar por la playa Michiru se dirigió hacia donde se encontraba hospedando, esta vez si supo llegar y no encontró inconvenientes en el camino, al acercarse hacia la posada abrió la puerta y como de costumbre saludo al empleado que se encontraba tras el mostrador y subió las escaleras e introdujo la llave dentro de la perilla al entrar empujo suavemente la puerta para que esta se cerrara. Michiru comienza a despojarse de sus prendas dejándolas sobre la cama y se coloco la ropa con la cual estaba acostumbrada a dormir, destendio la cama y se acostó para dormir.

A la mañana siguiente los rayos del sol entraron por la ventana como era de costumbre e igual su despertar - Vaya que sueño tan extraño, me pregunto ¿que significara?- Michiru se levanto de la cama y se coloco frente al tocador y comenzó a cepillar el cabello, una vez terminada la acción se dirigió hacia el baño, se lleno las manos con agua y se la coloco sobre el rostro saco ropa nueva de su maleta y se la coloco estaba lista para otro día en roma, ahora no sabia a donde dirigirse ya que había recorrido la mayoría de los lugares que se encontraban en roma - veamos .. creo que buscare un buen lugar donde comer por cierto que extraño ¿que significara todo lo que me muestra el espejo ? solo me muestra cosas, pero duran un segundo eso es extraño-, Michiru tomo su violín y cerro la puerta saliendo se su alcoba, bajo rápido las escaleras y salio del hospedaje - Nos Vemos mas tarde-

por Michiru Mar Mayo 17, 2011 7:13 pm

La joven de cabellos verde esmeralda se acerco hacía la entrada, abrió la puerta y rápidamente subió las escaleras con desesperación busco las llaves en sus bolsillos logrando encontrarlas la introdujo en la cerradora y abrió la puerta al entrar inmediatamente se dirigió hacía su maleta buscando algo que ponerse, se despojo de su ropa arrojándola hacía el cielo cayendo en lugares diferentes de la habitación una vez quitada su ropa tomo el cambio y se lo coloco, tomo el cepillo y se peino quedando lista en unos segundos al parecer estaba ansiosa y un tanto desesperada de emprender su viaje en la búsqueda de su destino bien parece que todo esta listo para partir musito la joven mientras abrió el estuche del violín asegurándose de que el espejo de aguas profundas estuviese hay y de igual manera el objeto para lo que el estuche fue hecho , cerro el estuche y se lo coloco sobre la espalda en forma bolso una vez hecho eso salió de su habitación cerrando la puerta, bajo las escaleras y salio de la posada

por Michiru Sáb Jun 04, 2011 1:11 pm

La joven de cabello esmeralda abrió la puerta y entro al hospedaje saludando como de costumbre al encargado de aquel lugar Señorita Michiru ya no había vuelto que le paso estaba un tanto preocupado ya que usted no conoce a roma del todo bien Michiru sonrío No me paso nada solo me aventure un poco, nada de que preocuparse musito la joven bien señorita no hay problema solo tenga mucho cuidado Roma no es muy seguro por las noches la chica sonrío nuevamente no se preocupe la tendré Michiru subió los escalones hasta llegar a su habitación, saco la llave de su bolsillo la introdujo en el cerrojo y abrió la puerta dirigiéndose a su maleta para buscar algo de ropa, se despojo de su ropa usada y se coloco la nueva se puso frente al espejo y comenzó a cepillarse una y otra vez, una vez terminada la acción la joven se puso de pie y se dirigió hacia un bote de agua, tomo un poco con sus manos y se la vacío sobre la cara para refrescarse un poco, después abrio la puerta de su habitación , bajo los escalones cuidadosamente, abrió la puerta y salio del lugar

por Enya Dom Jun 19, 2011 2:51 pm

Un sonoro bostezo salio de mis labios, estaba algo cansada y necesitaba un lugar en donde dormir, mis pasos se volvían lentos y se sentían pesadas mis extremidades, en la lejanía se podía divisar un edificio suntuoso y por lo que podía apreciar desde donde me encontraba algo caro, pero que más daba a paso lento, pausado llegue a las puertas de este en ellas se leía la palabra Hospedaje coincidencia o no ingresé en él, el lugar se veía demasiado lujoso al parecer era un lugar para la clase acaudalada de Roma, miré todo asombrada la decoración era simplemente preciosa, uno de los trabajadores me vio con malos ojos al parecer me miraba como una cucaracha que no debía estar en aquel lugar, una sonrisa traviesa afloró en mis labios por una noche aunque fuera dormiría cómoda así que me acerqué al mesón en donde se encontraba el hombre atendiendo y le extendí unas cuantas piedras que en Roma eran valoradas, pero que en Lemuria no eran más que simples piedras estas eran Rubíes, Zafiros y algunas Esmeraldas, el tipo me quedo mirando e inmediatamente me guió a una habitación muy cómoda y suntuosa para mi gusto pero que serviría de mi lugar de reposo al menos por esa noche, el sonido del Mercado no penetraba las paredes cosa que me pareció un alivio, dejé mis cosas debajo de la cama y procedí a retirar mi ropa para quedar finalmente en las vendas, me metí en la cómoda cama y rápidamente el sueño me invadió.

por Dhoko Dom Jun 26, 2011 9:15 am

Dhoko pasaba por un especie de hospedaje parecía muy caro, y al mismo tiempo muy triste ya que las personas que estaban en la calle que no tenían esa gran fortuna de vivir bien con mucho dinero no pueden darse un buen lujo como es estar en una de esas posadas, esto ponía a Dhoko en un dilema, parecía que esto era parte de la vida y por lo tanto tenía que ser aceptado.
El joven caballero decidió entrar en aquella posada y cambio su rumbo hacia dicha posada, para ver qué tal, y como era el trato, hace que cambio de dirección hacia esa posada mientras, los rayos del sol chocaban contra su cabello, y su ropa que era sencilla como a él le gusta vestirse.

Buenos días!!!

Decía al entrar el caballero de athena observando todo el lugar, mirándolo detenidamente se dio cuenta que era como su villa, era impresionante hermosa y tranquila este lugar le agradaba pero no dejaba de pensar en aquellas personas que no podían darse este tipo de lujos, cerrando sus ojos miro al joven que atendía y dijo.

Buena joven, quisiera una habitación para aquel niño, que se encuentra en la puerta…

El joven lo miro con cierta mirada de extrañes pero no le dijo nada, ya que sabía muy bien quien era Dhoko, abriendo sus ojos fue hacia donde el niño, y lo invito a entrar, saliendo por la puerta Dhoko le dijo.

Lo atiende bien, y todo lo pagare yo, cuídese.

Saliendo por la puerta salió en su dirección no podía quedarse estancado en un solo lugar.

por Enya Dom Jun 26, 2011 4:10 pm

Mientras dormía los sueños invadieron mi mente era algo raro casi nunca soñaba y cuando lo hacía quería decir que algo pasaría pronto, lo único que podía hacer en mi sueño era observar. Parajes vacíos oscuros sin vida se cernían en un páramo en el que alguna vez existieron plantas y animales, ahora los cadáveres esqueléticos se mostraban como muestra de que algo invadió su tranquilo ambiente, rayos y truenos en el cielo oscuro iluminaban y a la vez hacían remecer la tierra cada vez que la tocaban, eso podría ser el futuro o algo próximo no lo sabía, lo que estaba certero era la presencia de una guerra que no perdonaría nada, el designio de los dioses era algo que los mortales no podían hacer nada, de pronto una luz dorada se hace presente haciendo que parte del páramo volviese a tener vegetación y vida, después de esto desperté, quedaba demasiado poco tenía que obtener mi armadura lo más pronto posible no podía dejarme estar ya no más lo mejor sería comenzar a despertar mi cosmos aún más de lo que ya estaba. Me levante de la cama y procedí a lavarme la cara y mis partes pudientes para luego vestirme, al terminar tome mis cosas salí de la habitación y luego del hospedaje.

por Ambrose Vie Jul 15, 2011 9:44 pm

-roma ... ... ... ro...ma ... RO...MA ... ... ... ROMAAAA!!!!

El olor a muerte, el olor a carne quemada, el olor a polvo, todo estaba oscuro, mi garganta se sentía seca, llena de polvo fino, no podí abrir mis ojos, sentía un gran peso en mi espalda, no estaba acostada, mis rodillas no soportaban el dolor, qué sucedía?

Intentaba mover mi cuerpo pero era en vano, mis manos, mi izquierda apoyaba el suelo o bien lo que tenía por piso, la derecha sostenía algo, estaba caliente, sabía que quemaba pero no dolía. Mis oídos seguían percibiendo sonidos, palabras, frases; la voz, las voces resultaban conocidas:

- ROMA!!!!

-... hijo mío …Por favor…dime… ¿cual es tu deseo?

- Solomón!!!!

Sentía algo cálido recorrer mi frente desplazandose hacía abajo dejandose afectar por la gravedad, recorriendo mi lado izquierdo, pasando por mi mejilla, por primera vez sentía el sabor a clavos, por un momento mi cuerpo respondía a algo, sonreí, con algo de dificultad pasaba mi lengua por mis labios dejando reposar mi lengua en aquel sitio donde aquella calidez se sentía. Nuevamente aquellas voces ahora más nítida.

- Deseo ser perfecto, sin importar como…

- Sacrifique varias etapas de mi vida por sólo ese fin. Y me sentiría orgulloso de aquello aunque muriera en esta batalla…sabiendo que alguien más logrará terminar con lo que no pude hacer. Pero ese no es el caso

Intenté levantarme, concentrando mis fuerzas en lograrlo, me desconecté de lo que mi cerebro y/o mis oídos me mantenían escuchando, pero todo fue un desperdicio de energías, respiré profundo un tanto frustrada, mi mano seguía quemándose pero ya no importaba, además así quisiera no podía despegarla de allí.

El tiempo pasaba y pasaba pero yo parecía detenida en el tiempo, el desespero comenzaba a poseerme, respiraba hondo y exhalaba por la boca, rápido pero lentamente iba tornandose lenta y pausada, intentaba abrir los ojos era imposible, parecían pegados, seguía exhalando por la boca mientras pensaba:

- Qué demonios pasa ... cuánto tiempo llevo aquí ... qué es todo esto ... qué me retiene aqui!!!!

En ese instante sentí como si un golpe me echará hacía atrás sin llegar a caerme de espaldas, dejandome encorvada mientras como si me susurraran al oído dijeran:

- Esta es el arma que destruyó toda una civilización de la faz de la tierra.

- ......................

- Esto es…GENOCIDIO!!!.

Al terminar de escuchar esto, miles de imagenes vinieron a mi mente golpeandome una tras otra, sin sentido, sin lógica, solo la imagen del Senador Solomón, como si hiciera parte de mi vida, de mi pasado, de mi presente y tal vez ... de mi futuro. Abrí mis ojos y las palabras que por si sólas salieron de mi boca fueron:

- ¡No te escaparas de mí…siempre…serás mío!

Terminando con una fuerte carcajada -HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAAHAHAHAHAHA

Con los ojos bien abiertos miré dónde demonios estaba, me encontraba en la habitación del hotel, todo estaba tal cual, solo la pared de la ventana que daba a la calle completamente destruída, dejando entrar toda la luz posible, levanté mi mano izquierda estaba un poco entumecida, ensangrentada y polvorienta, la llevé a mi rostro recorriendo con mi dedo índice el camino que momentos atrás se sentía cálido, lo retiré y era mi propia sangre. Finalmente dirigí mi vista hacia mi mano derecha, ésta sostenía una arma plateada, de tres puntas brillante, envuelto en una luz azulada intensa, su asta bañada en sangre mi brazo igualmente bañado de aquel líquido escarlata. Suspiré mientras contemplaba aquel tridente y súbitamente vomité un par de veces, me quedé mirando aquel desperdicio, limpié mis boca con el antebrazo de mi mano libre, mi boca con un sabor amargo, miré la falda de mi vestido y estaba completamente salpicado de aquella porquería amarilla, sonreí sin dejar de mirarla, con los ojos vibrantes, sosteniendo el arma, levantandolo y golpeando el suelo con él esbocé:

- Qué se siente Poseidón usar la misma técnica que destruyó tu amada ... Atlántida.

Carcajeándome mientras caminaba por encima de aquel vomito que se encontraba esparcido por el piso; caminé hacía el gran orificio que alguna vez fue una pared, en el bordé miré Roma, el humo se veía en ciertas zonas, mirando, identificando los lugares afectados, de pronto, como si una fuerza externa moviera mi brazo derecho levantó el tridente, lo giró y lo lanzó, clavandolo en el suelo a pocos centímetros de mi posición.

- Roma!!! ... Oh Roma!!! ... alguién más se ha adelantado en tu divina y placentera ... destrucción.

Seguí mirando ahora perdida en un horizonte inexistente, me giré dirigiendome hacia la puerta, un nuevo objetivo me impulsaba: - Senador Solomón ...

Saliendo de aquella habitación.

por Ambrose Mar Oct 18, 2011 5:31 pm

- Día 6 -

No tardamos mucho en llegar, dando indicaciones que esperara crucé la entrada principal, subí las escalinatas e ingresando al antiguo cuarto en el que se hospedaban las hermanas Casale, el cuarto se encontraba en reparación, me detuve y sudé frío, por un momento pensé: - Demonios!!! que se lleven el oro me da igual pero el anillo y el pergamino si los requiero y pronto!!! Ingresé y me dirigí a las dos cajoneras donde recordaba había guardado algo. Ambas estaban completamente vacías, dejé caer las cajoneras y salí de allí rumbo a la recepción. Esperando un buen prolongado rato la niña bueno, la que parecía atender ahora mismo ese lugar daba acto de presencia allí.

Impaciente, intranquilo y mal humorado repliqué a la recién llegada: - Dígame ud. con quién debo hablar para recuperar las pertenencias del cuarto que justo ahora anda en reparaciones en el cual mis dos sobrinas Nicole y Ambrose Casale se hospedaban. La mujercita se me quedaba mirando sin comprender palabra alguna de lo que sucedía o bien, de lo que le preguntaba. Arqueé una ceja y volví a replicar: - A ver señorita, usemos lo que tiene sobre los hombros, dígame con quién debo hablar para obtener, no obtener no, para que me devuelvan los objetos que ya no están en dicho cuarto, el del segundo nivel que se encuentra completamente destruido?

La mujer me sonrió y me saludaba, parecía una maquinita entrenada, bastante estúpida la verdad, golpeando fuertemente el mostrador, atrayendo la mirada de alguno de los empleados que se encontraban allí volví a replicar: - Basta de estupideces, llámeme al que coordina esta pocilga! La mujer salió corriendo asustada por lo que pasaba, sonreí parecía que mi actuación varonil era convincente, en ese momento se acercaba un hombre alto, moreno y de buen vestir, también algo delicado y se presentaba, sin mostrar respeto alguno por el sujeto esbocé: - He venido a recuperar varios objetos de valor del cuarto que ahora mismo se encuentra en mal estado y en el cual mis dos sobrinas, las señoritas Casale tuvieron el lujo de hospedarse. El hombre se quedó pensativo, un par de minutos después dio media vuelta y me dejaba de nuevo solo con la muñequita parlanchina, no tardó mucho en regresar cargando dos bolsas en sus manos. - Esto es lo único que pudimos recuperar, espero que sea lo que busca Sr ..... casi arrebatándosela de las manos dije: - Casale, Senador Klaudius Casale Abrí las dos bolsas una contenía monedas de oro y plata y la otra el pergamino toqué la parte baja de la bolsa a ver si sentía por algún lugar el anillo pero fue en vano, no había nada que se le pareciese, levanté la vista y apremiante dije: - Y un anillo con el símbolo de la Casa Casale? El hombre se sorprendió y como recordando volvía a desaparecer de mi vista, la mujer sonreía mirando de tanto en tanto que contenían las bolsas, la miré inquisitivamente matando de golpe su curiosidad, a nueva cuenta en un caminar lento hacía presencia aquel sujeto portando el anillo que tanto había buscado: - Aqui tiene, debe ser éste Senador Casale lo recibí con apuro mientras sacaba de la mochila de monedas un buen puñado y se las entregaba al sujeto y diciéndole: - Por las molestias causadas... dando media vuelta y susurrando: - Hasta nunca ineptos saliendo del hotel, sacando una moneda y lanzandosela al cochero: - Ve a buscar el General Sokaro. Me quedé ahí parado mirando como se alejaba el carruaje, me giré y me quedé mirando la entrada del hotel, llevé mi mano a mi boca pensativo, sonriendo con cierta malicia dije: - Tal vez pueda quedarme aquí a esperar noticias del tan afamado General Romano, a fin de cuentas no hay apuro alguno, aún no tenemos Emperador.

Regresando a la recepción y hablando con la tarada de recepcionista dije: - Lo he pensado mejor, deme una habitación para al menos tres días y tres noches, no la necesito muy lujosa, simplemente un lugar cómodo donde descansar sin problemas.

- Día 7 al 9 -

Habían pasado ya tres días y dos noches, el cochero había venido escasamente en 2 ocasiones informándome en un primer reporte de que el General Sokaro había sido visto a las afueras de la ciudad y en un segundo que se encontraba instalado en el Palacio del César coordinando las actividades de restauración del mismo. No sabía que creer, el mismo cochero me había dicho que las recámaras del Senado estaban completamente deshabitadas por lo que si se producía una reunión debía ser en un lugar donde al menos el mismo General estuviera, así que descartando que Solomón estuviese en el bosque la única opción a considerar sería el Palacio del César.

- A primera hora del día de mañana ven para ir al Palacio Imperial Fueron mis palabras dejándole la noche libre al cochero y yo yendo a dormir dado que había mucho que pensar y que reflexionar, y sobre todo las opciones que tenía en ese momento.

por Ayem Dom Nov 06, 2011 2:08 pm

La tiniebla comenzaba a caer
sobre el legionario las frías brizas de la noche oscura y tenebrosa, la luz de
la luna que apenas dejaba un poco mas de visión, los animales nocturnos
saliendo de su escondite, los diurnos entrando en él y el legionario caminando
en aquella calle sola y fría, con su ropa muy sucosa por los viajes, tenía que
llegar rápidamente a algún lugar donde bañarse lavar la ropa y esperar al día
siguiente ya su viaje no podía continuar de esa manera. Después de un tiempo llego a un hospedaje del
imperio, sonrió y entro poco a poco observando muy bien que estaba a su alrededor.

Buenas señor tiene alguna habitación
con todos los servicios disponible por una noche.

Dijo seriamente mirando a un
señor que estaba en la entrada el cual lo miro y le entrego aun llave, era
simple tenía que ir a su cuarto y todo avía terminado, caminando poco a poco
por los corredores de aquel hospedaje llego a la habitación, entro y se quito
la ropa, que la fue a lavar, mientras se bañaba, con su espada cerca por si
algo pasaba, luego de eso se fue a dormir. Al día siguiente salió de aquel
hospedaje como nuevo.

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