Oraculo de Apolo

un lugar lujubre y tetrico se habia paso entre la luz de aquel magico lugar que era mi templo, unas puertas de plata y oro encerraban aquel lugar y en su cerradura solo el simbolo del sol que en su interior poseia la marca del bien y el mal, del equilibrio universal, mis pasos eran lentos mi kamei no pórtaba, solo un tunica blanca con bordados de oro que a mi voluntad y solo con alzar un poco mi comsos cambio a ser de tono plateado con adornos en oro y plata, con algunos tonos negros, es la espalda el mismo simnbolo de la entrada y mi cabello se ondeaba por una fria y a la vez calida vrisa que hacia erizar el cuerpo a cualquier mortal de solo sentirla, lamentos y sufrimiento en aquel lkugar se escuchaban asi como risas y una gran alegris, dolor y gozo, dos emociones y sentimientos diferentes que se hallavan en el mismo sitio, el tiempo y el espacio se entrelazaban en aquel lugar, pose mi mano derecha sobre aquell cerradura y las puertas se abrieron, no se podia divisar mas que un manto de oscuridad y luz, los lamento desgarraban la audicion y las rizan amenizaban el dolor, era algo insoportable aquel lugar, desede mi llegada al templo quise que fuese asi, solo yo podia entrar alli, entre tanto dolor y alegria entre, las puestas a mi espalda se cerro y desaparecion, un gran velo de cosmos desplegue por todo el lugar que sin duda parecia infinito, simplemento porque lo era, no podia manipular el tienmpo y el espacio pero si podia observar todo, lamas aparecian y me acariciaban, otras me desgarraban las vestiduras sin cesar y haian eridas en todo mi ser solo para hacer brotar mi sangre y alimentarse, unos me curaban mientras los demas me herian, no decia nada, solo me mantenia serio, inerte elevando mi comsos y en un momento frente a mi una laguna aprecio, su agua turvia como el destino de la humanidad, con mi cosmos la cubri e hize que me mostrara Roma, lo sveia a todos, Ares habia despertado su cosmos se podia sentir gon gran facilidad, indague y busque uno a uno aquellos parientes mortales, y los mire sin cesar hasta que depronto, solo penze en la imagen de una persona que podria cambiar cosas en roma y la imagen de la villa Adriana, lugar donde antes habitaba aparecio, en la entrada una figura femenina, la obserev detenidamente y busuqe en su pasado, no tan atras solamente su estadia en Roma, pude ver y saber todo, asi que alce mi cosmos y aquella laguna desaparecio, las puertas aparecieron y sali de la habitacion, con cortaduras y raguños en mi piel y antes de retirarme aquellas almas que me curaban lo terminaron de hacer, la puerta a mis espaldas desaparecio y yo me marche de aquel lugar de inmediato colocando sobre mi cuerpo la tunica habitual.