[Mar mediterraneo] Territorio Griego

Cuarto post de Seis para la defensa, especializacion en:

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…………::::::::::::: Flashback :::::::::::::::::…………

Era una noche muy fría y muy oscura, Talos y su hermana estaban siendo arropados por su madre quien se encargaba de contarles un cuento de la mitología griega que hablaba sobre un poderoso rey, su nombre… era Minos…
Mientras aquella mujer seguía con su historia para sus dos hijos, el sonido de una vasija rompiéndose quebró el silencio que se apodero de aquella noche, tan extraña… oscura y con aroma de muerte, la madre de Talos se había acercado a la puerta para ver al patio principal y asi poder vislumbrar que era lo que pasaba, en medio de las sombras observaba como un grupo de soldados se acercaban a la figura de quien era su esposo, un poderoso general Romano quien recientemente había desenmarañado una conspiración en contra del emperador, al parecer los causantes querían venganza y se estaban enfrentando contra el, al denotar aquel hombre que la mujer estaba cerca, le ordeno que corriera y escapara con sus hijos, la muerte le llegaría solo a el… pero a su familia claro que no, daría su vida por ellos de la misma forma que lo hacia por el emperador, la mujer alcanzo a observar como una espada heria mortalmente en el pecho a su esposo, corriendo ahogando su llanto y su pena en busca de sus hijos para escapar de aquel lugar y asi de alguna forma evitar aquel trágico destino.

Aquel plan era ejecutado en la perfeccion que solo el silencio y una noche muy oscura… demasiado respecto a las normales, por lo que nadie podía escuchar los asesinatos ni pedir ayuda, el pánico ayudo para que nadie recurriera al medio de un grito para salvar sus vidas, la madre de Talos fue por los niños y tomandolos de las manos empezó a correr por los largos pasillos de la villa Almenara, la luz que entraba por las ventanas podía delatar las siluetas de los tres cuerpos huyendo por sus vidas, sus pasos eran ligeros y silenciosos, pero el dios de la muerte no estaría satisfecho hasta que mas sangre inocente se derramara, justo en la salida de la villa el grupo de asesinos había encontrado a la familia del general, la esposa de este, entendiendo que su destino ya estaba marcado, le indico a su hijo mayor que huyera con su hermana, Talos con lagrimas en los ojos dejo atrás a su madre, cuyos gritos de dolor por las espadas que le arrebataban la vida en cuestión de segundos llenaban de tristeza aquella oscura noche…. Ahora el pequeño Talos corria por el sendero con su pequeña hermana quien lloraba al no entender lo que pasaba en ese lugar, en cambio el jovencito que empezaba a entrenarse en el arte de la guerra conocía perfectamente lo que sucedería… de alguno u otro modo ellos morirían aquella noche.
---------------------------- Fin del flashback-----------------

Talos observaba con pánico aquella sombra que se cernia sobre el barco… la conocía era la muerte y esta vez venia a buscarle

[quote="Talos"]Quinto post de Seis para la defensa, especializacion en:

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Las olas golpeaban con fuerza aque barco, asi mismo como el viento huracanado se encargaba de destruir las velas y llevarse consigo las esperanzas de supervivencia, el cielo estaba oscuro, y la lluvia caia con tal ferocidad e ira que parecía que quería atravesar todo lo que se interpusiera en su camino, rayos y truenos terminaban de conformar la melodía de aquella tormenta en altamar que tenia en su centro y como pobre victima el barco en el cual el general Talos se transportaba. El joven sentía un escalofrio recorrer todo su cuerpo el cual solo había sentido cuando vio morir a su familia, estaba de cierta forma aterrado, la idea de que la muerte llegara asi de repente no le agradaba para nada, de repente desde el mar la sombra de lo que parecía ser un mounstro mitológico se devisaba, con cuerpo de león, cabeza de águila… las historias que los griegos comentaban se hacían verdad parecía ser aquella ave a la que denominaban griffon y se alzaba en una sombra negra de unos profundos ojos amarillentos que divisaban con maldad a aquel general.

Talos no podía comprender lo que psaba, miro a su alrededor y toda la tripulación estaba muerta… como si hubiesen muerto del mismo modo fulminante como el emperador, al parecer era el único hombre con vida de aquel lugar y seria la pobre victima de aquella atemorizante sombra.

- Interesante… tienes miedo de enfrentar tus pecados… después de mostrarte tan honorable frente a la tumba de tu familia? –
- Quien esta ahí? –
La figura de un hombre exacto a Talos pero vistiendo una extraña armadura de brillos violetas, la cual no había visto antes en ningún otro ejercito era quien estaba allí.
- Creo que me he equivocado al escoger vuestro cuerpo para renacer nuevamente… al final eres un cobarde –
- Un cobarde?... ja… puede que tenga miedo y lo admito pero engañarme a mi mismo y a los demás es lo que mejor se hacer –
- Entonces … saca ese valor que te hizo escalar tan alto… que hace pisotear basuras y le llevo a hacer uno de los mas grandes generales de roma… no un pobre niño que no fue capaz de superar la muerte de su familia –
- Con ellos no te metas!! –
- Olvidalos … o moriras…-
En ese momento el hombre que vestia la enorme armadura negra empezó a crear lo que parecía ser una bola de energía en su mano derecha… la cual lanzo contra Talos, siendo este un mortal ataque si el general no se defendia.

Sexto post de Seis para la defensa, especializacion en:

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Talos no sabia de donde provenía pero una creciente energía crecia en su interior, directamente proporcional al deseo de vivir y no dejarse ahogar en la palabrería de aquel hombre, la tristeza o la decepcion, era verdad, el aun no había podido curar las heridas sobre la muerte de su familia, pero seguía vivo y había alcanzado muchísimas cosas que alguien en sus mismas condiciones tal vez no hubiese logrado.

Aquellas esferas de energía que se acercaban al general tenían un poder impresionante, aunque no eran tan grandes, desprendían un brillo violáceo y eran capaces de alterar el curso del viento de aquella tormenta, Talos sentía que podía hacer algo pero aun no sabia el como, sentía eso si una energía recorrer su cuerpo pero como la usaría? Apretaba sus puños con fuerza, el barco se zarandeaba de aquí para alla, mientras el huracanado viento movia sus cortos cabellos…

- Yo no moriré… por que soy Talos… el gran general Talos, soy un bastardo arrogante… pero una simple ilusión no será capaz de matarme!!! –

Era un humano pero no como cualquiera, era un general romano orgulloso, que adoraba tal calificativo, nunca habia mostrado debilidad y si alguen le habia visto en tal situacion solo habia sido Luccia, no necesitaba de la compasion, era autosuficiente para luchar por si mismo y los intereses de Roma, del emperador o su propia ambiecion. A su mente llegaron una serie de imágenes y descargas de pensamientos donde sentía que podía quebrar aquel ataque y deformarlo como deseara, no sabia aun porque empezaba a ver las cosas diferentes, a captar la energía del mar, del ambiente, del aire… de el mismo y de esa ilusión de el mismo, pero sentía que podía cortar el ambiente, en sus manos sintió como podía desgarrar la realidad, era sumamente extraño pero al parecer el podía controlar eso, por lo que empezó a pasar su palma por todo el espacio frente a el, y se empezaban a crear una serie de espacios sin forma definida, estos recibieron la primera descarga de esferas de energias que había mandado la imagen reflejada de su ser y lueg aquel espacio les obsorvia distorcionandoles para tranformar aquellas esferas y hacerlas parte de si, era un esfuerzo tanto mental y físico, y alcanzo a vislumbrar que aquel hombre sonreía con un aura de misterio hasta caer desmayado mientras aquel barco era devorado por las temibles olas.

Primer post de seis - Ataque debil - especializacion en:

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El deseo de no morir y aquella extraña energía que recién había sentido fluir desde su interior, no era algo mas... era el, quien usaba un poder oculto que provenia de su propia alma, aunque no lo supiese en el momento, era el poder del universo, del cosmos, ese poder que tan solo una clase de humanos podian explotar, aquel poder que era el de los servidores de los dioses aunque en estos momentos el propio Talos lo desconociera, que se manifestaba ahora en su deseo de no morir y que le permitia desquebrajar las dimensiones y manipularlas a su antojo en forma de fragmentos que se movian de acuerdo a sus deseos (por el momento inconcientes) y que le protegian del ataque del enemigo que se representaba en aquellas esferas de energia, le ayudo a crear lo que era una especie de espejos, o reflejos que eran capaces de rasgar la realidad y asi evitar aquellas esferas que energía que por algunos segundos estuvieron albergadas en esas dimensiones de formas geométricas que se movían a la disposición de Talos, para luego verse reflejadas en contra de ese otro yo que le había atacado, pero no ocurrió nada, ya que las esferas de energía se deshizieron junto con la imagen de ese extraño hombre, de ese otro yo que indudablemente aunque Talos hasta ahora lo estaba descubriendo era su verdadero ser, que portaba una armadura pesada y de colores violáceos, o mas bien la imagen de lo que el era realmente… aunque por el momento lo ignorara, pero ya era el momento de despertar de aquel letargo en el que permanecia.

Aquella tormenta no daba tregua, seguía arrasando una a una las partes del barco, el viento huracanado había acabado con las velas, dejando tan solo los mástiles rotos a la mitad, mientras que las olas y el mar habían devorado a toda la tripulación de aquel barco, donde solo quedaba el general Talos, a merced de la misericordia del dios Neptuno quien al parecer no la poseía ese dia, Talos alcanzo a levantar la mirada, aquel uso de la energía y el shock emocional le había dejado agotado, hasta que los rayos que caian sobre el mar, los truenos y demás se hicieron silencio y oscuridad… era la nada… tal vez era la muerte… su cuerpo era arrastrado por una enorme ola, mientras que el mar lo abrazaba y jugaba con el, como un simple mortal en los hilos del destino quien decidia cuando cortarlos, cuando hacerlos quebrar, cuando jugar con el seguir de cada uno de estos, era el destino caprichoso y cuando deseaba no soltar algo lo hacia, como un niño con un juguete nuevo el cual ahora era Talos, quien no podía hacer nada, los rayos de luz se colaban por el turbio y oscuro mar, mientras que Talos tan solo flotaba… flotaba en sus recuerdos y pensamientos… y un nuevo ser buscaba acabar con aquella conciencia, era el momento de terminar los juegos y volver con quien realmente valia la pena… el señor de la muerte…