[1º Fecha] - Sokaro v/s Ioros

Sokaro de Lymnades vs Ioros de Piscis


ESCENARIO - TEMPLO DE PISCIS




MODERADORA









DATOS DE SOKARO




Def. +5

Defensa - Bloqueo
(Si te defiendes efectivamente, podrás aumentar en +5 el cosmo en tu contra ataque.)

AD - Colmillo (500)
(Quien reciba este ataque deberá descontarse -3 de defensa por 3 turnos.)

AM - Garra (1000)
(Quien reciba este ataque deberá descontar -100 HP por turno hasta el final del combate. Si la utilizas con cosmo 30+ podrás aumentar su daño en +15%)

AF - Destrucción (2000)
( Si lo utilizas con cosmo +45 , puedes agregar +20% al daño final.)

DATOS DE IOROS





Def. +5

Defensa - Fuego del corazón puro

AD - Tornado ígneo (500)
(Al limitar los movimientos, el que reciba este ataque deberá descontar -20 de defensa en el turno siguiente.)

AM - Flaming Rose (1000)
(Quien reciba este ataque deberá descontar -150 HP por turno hasta el final del combate debido a las quemaduras. Si lo realizas con cosmo 45+ puedes agregar +20% al daño final de tu ataque.)

AF - Espinas ardientes (2000)
(Si tu cosmo supera los 40 esta técnica sólo se podrá evitar con defensa 110+ al ser dificil de evitar. Quien reciba este ataque deberá descontarse -250 HP hasta el final del combate, además de -1 de bonus de armadura permanentemente.)

Después de una poco interesante charla con los miembros de la “corte” Marina, a la cual pertenecían el Emperador de los Mares Poseidón, Anfitrite su consorte, Night de Dragón Marino y finalmente él mismo, el General de Lymnades debía admitir que se encontraba…aburrido. De una forma u otra, sin que le fuera informado por completo lo habían metido en algún tipo de competencia o torneo, fuera como fuera la forma en que lo denominaran. Eso no le daba ni una sola pizca de felicidad por el simple hecho de que en lugar de ser optativo, el asunto rayaba en una simple orden para que se fuera a un sitio en específico a perder el tiempo con algún otro competidor que desconocía por completo. Sí, menuda forma de hacerle perder el tiempo a alguien que se suponía debía estar cumpliendo con órdenes más importantes.

No quedaba de otra. Si bien podía ser alguien problemático y bastante quejón en cuanto al contenido de sus misiones, no era del tipo que se echaba para atrás o que se pondría a llorar por no poder hacer otra cosa. En resumen, cumpliría con lo que le mandaran a cabalidad.

Seguida de una peculiar teletransportación (cortesía de la deidad marina), el emplazamiento de la primera contienda era un lugar que ya de principio, detestaba. Ese horrendo olor a rositas…¿A dónde lo habían enviado? ¿A una floristería? Menudo chiste. Con su tez oculta gracias a su máscara, el hombre dio un paso hacia delante mientras que hacía girar su enorme y particular arma de doble filo.

Y bien, ¿no se supone qué hay alguna señorita por aquí con la que supuestamente tengo que luchar? ¡Sal ahora, pedazo de puta! Exclamó el Marino, oyendo el sonido de las hojas de su arma cortar al aire a su alrededor.

Y claro, las típicas tácticas para llamar la atención funcionaban como siempre. Era de esperarse, los cuentos del pequeño Night eran del todo acertados: los Santos de Athena eran todos unos mariquitas que lloraban ante la mínima provocación…y ni hablar de sus apariencias de mujeres menstruadas. Menudo chasco, ¿era contra ese tipo de personas qué había qué pelear? De verdad, la gente encargada de aquel torneo podía hacerlo mejor para encontrar candidatos que valieran la pena.

Igual, no iba a poder cambiar el hecho de que tenía que pelear contra una putita incapaz de devolver un insulto como se debía.

¿Y con esa boquita besas a tu madre, eh putita? ¿Y cómo carajos quieres que no te confunda teniendo esa cara de perra amanerada? ¿Y qué harás? ¿Matarme a besitos? Bu bu bu bu bu, llora, maricón. Dijo el General dando un paso adelante, haciendo girar su particular sierra de doble filo. Y me pregunto…cómo es qué una zorra como tu dice “comprar hombres bellos”. ¿Acaso te compraron a ti o es que lo has hecho para satisfacer tus gustitos raros?, uy uy uy. Eso ni hablar de tu gema más notoria… Comentó Sokaro sin dejar de avanzar y sin dejar de hacer que su arma diera una y otra vuelta, rozando el suelo y dejando varias marcas en las baldosas del umbral del Templo de los Peces Gemelos.

”Y de esta conclusión que tu vocabulario sea tan equivocado”…¿acaso ni siquiera los han enseñado a hablar como se debe? Ugh, no seré el tipo más listo en la tierra…o el mar, pero en todo su discursito encontré fallas de léxico.

Ciertamente, Night tenía razón al decir que solo hay putas lloronas y zorras que le abren las piernas a quienes sean, Amazonas creo que se llaman. Dijo el mayor para así mismo, deteniéndose y finalmente parar su arma y con un fluido movimiento clavarla en el suelo, generando un camino de cuchillas que a una velocidad impresionante empezaron a surgir del suelo para así dirigirse a donde se encontraba el Santo de Piscis, pretendiendo empalarlo o al menos, atravesarle una o dos piernas en un solo ataque.

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Daño: 500 + 400 = 900
Efecto: Quien reciba este ataque deberá descontarse -3 de defensa por 3 turnos.

Bu bu bu bu bu…ahora la marica salta y se pone a bailar. Que emoción, si señor. Deberé cobrar un salario aún mayor que el de ahora, seguro que Anfitrite no se quejará por un porcentaje agregado al de este mes. Murmuró el General Marino para así mismo con severo aburrimiento en su voz. Si la nenaza reaccionaba de esa forma ante un ataque tan simple como ese, de verdad que no tendría que esforzarse demasiado.

Él era un guerrero preparado al máximo en cuanto a nivel físico y técnico, dentro de sus tantas experiencias en el campo de batalla no se contaba tener que luchar contra señoritas delicadas como esa. Primero que nada…¿para qué tomaba distancia? Eso solo contaba con enemigos de fuerza semejante y en aquel momento, la diferencia estaba más que clara. Lo único que faltaba era que lo atacaran con rositas y pétalos cargados de fragancias naturales.

Un día de estos me tomaré la tarde libre, necesito un tiempo para relajarme. Se dijo sacando la punta de la sierra del suelo, volviendo a girar su arma a una velocidad aún mayor para así volver a empalar las baldosas con fuerza. Instantáneamente otra barrida más de cuchillas afiladas surgieron del suelo, dirigiéndose en pos al Santo para de nuevo intentar clavarlo y facilitarle el trabajo a futuro.

Al menos no me tocó una mujer. Si fuera esa zorra pelinegra de la que me contó Night…sigh.

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Daño: 500 + 300 = 800
Efecto: Quien reciba este ataque deberá descontarse -3 de defensa por 3 turnos.

Y si el Santo había contraatacado, Sokaro no tenía ni la más mínima idea. Curiosamente lo más que podía haber sentido habría sido una ligera brisa caliente o algo por el estilo pero hasta allí; lo demás era como un simple paseo por el parque.

Levantando la cabeza para mirar a la damita de oro, el General Marino tan solo se sacudió el polvo del hombro derecho con su siniestra mientras volvía a desclavar su enorme sierra del piso para ponerla a girar nuevamente de forma casi desinteresada. Lo único que le había oído decir a la mujercita era una frase ridícula de la cual no tenía ni la más mínima idea. De nuevo, se podía denominar como “sordera selectiva”.

Pero ya que quería jugar…le daría el gusto, con intereses incluidos.

¿Y tu has escuchado la frase “las Amazonas de Athena son unas perras que se dejan penetrar en los bosques de entrenamiento”? Mira que esos son infames…según creo la niña traviesa fue una mujer de pelo negro, piel blanca y culo de anciana. Hohoho…¡HAHAHA!

…

Deberían darme un premio al General más cómico de los siete océanos, Night es como comer con Athena y Ares juntos. Dijo el mayor volviendo a clavar la sierra en el suelo y dejando que de nuevo la hilera de cuchillas volvieran a dirigirse en pos del pez dorado a una velocidad que ahora probaba ser alarmante, eso sin contar que la fuerza de salida de aquellos colmillos era mucho más…preocupante.

Pensando en aquel último punto, el General se llevaba la siniestra a la barbilla para volver a sumergirse en sus pensamientos.

Podría hacer trucha asada de cena hoy. Se dijo, escuchando el descorrer de las hojas que a cada milisegundo se acercaban más y más a su oponente.

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Cosmos: 37 + 5 = 42
Daño: 500 + 550 = 1050
Efecto: Quien reciba este ataque deberá descontarse -3 de defensa por 3 turnos.

Offrol: Che Ioros, para tu próximo post describe/rolea como haces tu ataque…como no entendí que hiciste en ese caso, no pude “Defender” en el término formal de la palabra. Saludos.

¡Cierto! Dijo el romano mientras dejaba en un solo lugar aquella sierra de doble filo, clavada en el suelo para así juntar su puño y usarlo para afirmar algo que apenas si había recordado. Dejando de prestarle atención al Santo Dorado que tenía frente a sí mismo, el General Marino se dio la vuelta y tomando de nueva cuenta su arma tan solo avanzó en pos de las escaleras para quedarse mirando el camino que descendía en dirección a la Casa de la Preciosa Urna, o Acuario como era conocida normalmente. Ladeando la cabeza mientras parecía “tantear” la situación, el mayor finalmente se volvió para señalar a los Templos inferiores con su dedo pulgar y preguntarle algo con lo que apenas si había dado.

¿Recuerdas que mencioné algo sobre una Amazona traviesa y caliente? Está allá abajo…creo que era la zorra de Sagitario. Uh…de verdad que a la chica le gusta que le claven las flechas.

Ho…menudo montón de putas y nenitas lloronas tiene el Santuario. A ver mujercita…¿vas a hacer algo además de quedarte cómo una muñequita que espera a que le metan el dedo o esperas un flechazo como tu amiguita marrana?

…y se supone que son los soldados de la diosa de la Guerra, deberían ser las mucamas de los hoteles baratos. Finalizó el General, retomando aquel tono que empleaba única y exclusivamente consigo mismo. Aún “hablando” con Piscis, la verdad era que trataba de motivarse a sí mismo para no largarse por el aburrimiento. De verdad…los Atenienses eran todos unas basuras.

Curiosamente y esperando a que la nenaza de Piscis moviera su trasero para pelear en serio, el General ni siquiera notó que este último simplemente se había enojado para lanzar una técnica que empleaba el fuego como elemento principal de ataque. Un simple tornado de flamas que rodearon al Marino instantáneamente para girar y causar una presión terrible junto a la temperatura que ya de por sí era bastante dañina. Lástima que para el Guardián del Antártico eso no significaba nada…de hecho, era bastante fácil neutralizar semejante intento de técnica: haciendo girar su enorme sierra en la dirección contraria del torbellino el mayor tan solo hizo que las hojas del arma atravesaran la pared ígnea y de esta forma lograr que se dispersara como si no fuera más que mantequilla tibia.

¿Eso es…todo? Oh bueno, son nenas del Santuario. ¿Qué podía esperar? Solo quieren penes, fluidos y creerse que salvan al mundo. Baratos…sigh. Murmuró el General casi sin ganas y al mismo tiempo, sin detener el movimiento de su arma que ya había alcanzado una velocidad inconmensurable. Estirando su brazo derecho hacia atrás y aparentemente tomando una posición ofensiva, el Marino tan solo desapareció del posible campo de visión del femenino Santo de Piscis para así materializarse frente a él y con una sola estocada precisa, lanzar un embate que habría de cortar en dos a su oponente si no se movía o reaccionaba a tiempo.

Pan comido, tal como le había informado Night en su momento.

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Cosmos: 5 + 5 (Defensa) = 10
Daño: 1000 – 25% = 750
Efecto: Quien reciba este ataque deberá descontar -100 HP por turno hasta el final del combate.