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La serpiente llega a Hispania
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La serpiente llega a Hispania
Día 1 en Hispania
Titulo
Mala estadía
Por fin había llegado a estas tierras en donde buscaría la venganza por el asesinato de mi familia, por fin vería aquellos rostros que con altitud deciden el destino de los demás sin siquiera preocuparles las personas, por fin mi venganza estaba cerca, pero no sería fácil, estudié detalladamente los limites y centrales de este Imperio y será difícil llegar al corazón del Emperador y sus súbditos...pero lo haré...he sido entrenado y adiestrado en el arte de la guerra, incluso si debo camuflarme como una serpiente y arrastrarme por los mas bajos niveles para alcanzar mi meta lo haré, sin duda alguna. El barco mercante que me trajo desde Britania se había marchado nuevamente hacia su rumbo, estaba solo, decidí que Rangiku se fuera...pues esta misión era muy peligrosa y no me perdonaría perderle a ella también. Mis ojos rasgados como una fisura en el espacio y mi sonrisa deslumbrante me hacia una persona fácilmente de notar entre el populacho de esa aldea. Todos sabían que no era de allí, mis rasgos anglo-sajones ponían a las personas de mi alrededor muy nerviosas, la intimidación de mi rostro tampoco ayudaba, pero no podía permitirme distracciones. Caminé por las calles de aquel pueblo, mi tapado blanco no llegaba a raspar el suelo, estaba impresionado, nunca había visto tanta concentración de personas dentro de un mismo territorio, a menudo solía la gente pecharse entre si,una falta de respeto increíble hacia ellos mismos. Mis ambiciones estaban mas allá de ese simple pueblo, pero necesitaba comprar provisiones para mi largo viaje. Me detuve en una tienda, no tenía dinero suficiente como para cosas caras, comencé a hablarle y la mujer de edad avanzada me miró...no respondió, sus ojos temblaban, sus labios querían expresar palabra alguna pero su alma estaba atorada, no deje de sonreír ni de mirarla con los ojos cerrados, comprendí que mi intimidación llegaba hasta ese nivel e incluso cruzando el Gran Mar era capaz de ello. Volví a hablarle y en este caso la mujer miró hacia otro costado evitando verme el rostro, puse mi codo recostándome en el humilde mostrador, la mujer giró nuevamente sus ojos y vio mi mano...su frente arrugada se estiró hacia arriba y su mirada hacia mi mano se quebró, ¿que tenía mi mano de interesante se preguntarán ustedes? nada...y todo. Era una mano seca, mas blanca que la nieve, una mano anglo-sajona sin imperfecciones, una mano muerta...la mujer bajó su mirada, desde allí no podía ver más nada. Me pareció gracioso, así que apoyé mis dos codos en el mostrador y acerqué mi rostro hacia su ubicación, la mujer se levantó de pronto y encontró mi dulce rostro frente al suyo...con la suave voz de un Britano puro le susurré... - Señora...¿a qué le teme?...o mejor dicho...¿a quién?- La mujer quedó paralizada, sus manos sudaban, comenzó a apartarse hacia atrás poco a poco por mi violenta intimidación, camuflada, pero violenta, para ser sinceros, yo no había hecho nada...simplemente mi cortesía acababa con los sentimientos de las personas, yo jugaba con esos sentimientos, eran mi bebé y yo lo acunaba. La mujer comenzó a gritar, como una mujer aturdida, me molestó, ya había causado ese efecto, pero...aquí no era el lugar para quedar como un ladrón, así que me hice el imbécil, mi sonrisa desapareció como pocas veces lo había hecho, guardias Romanos entraron preguntando que ocurría, sus imponentes lanzas y sus escudos anchos ocuparon el sitio, yo seguía mirando a la señora con asombro, obviamente, haciéndome el tonto. Los pretorianos le preguntaron a la señora que ocurría, y con sus dedos decrépitos me señaló...gritando al mismo tiempo -¡¡¡¡Él es el demonio!!!!, ¡¡¡¡La serpiente que ha parido el Chacal!!!!, ¡¡¡¡La sombra de la misma muerte!!!!- Eso era increíblemente gracioso, je...¿yo?...¿Una serpiente parida de un Chacal?...esa vieja estaba loca...sonreí nuevamente mirando a la aterrorizada mujer...que en manos de un Legionario caía, miré hacia un costado para ver la misma sonrisa en los guardias pero....no había sonrisa, yo no creía en Dioses, mi madre adoptiva si...pero....¿acaso descendieron los Dioses cuando estos malditos romanos la violaban y la crucificaban?...¿le extendieron su mano?, no...solamente le escupieron, odiaba a los Dioses tanto como odio a Roma, pero...al parecer, estos Pretorianos si creían en los Dioses, y no hacían muecas ni burlas a las quejas de las mujer, sino que las tomaron muy enserio. Dos pretorianos me tomaron los brazos y me sacaron afuera, no opuse resistencia, si el plan de ellos era llevarme a Roma con alguna clase de brujo vudú para ver si yo era el hijo del Chacal...no tenía problema ninguno, no lo era, y además tendría un viaje directo hacia mi destino. Me metieron en una jaula tirada por corceles, y cuatro de ellos se subieron, abrí mis ojos y encontré 4 hombres que al igual que yo había sido escondidos ahí, los caballos se pusieron en marcha, el viaje hacia Roma estaba asegurado y.... sentado en la oscuridad, esperé.
Titulo
Mala estadía
Por fin había llegado a estas tierras en donde buscaría la venganza por el asesinato de mi familia, por fin vería aquellos rostros que con altitud deciden el destino de los demás sin siquiera preocuparles las personas, por fin mi venganza estaba cerca, pero no sería fácil, estudié detalladamente los limites y centrales de este Imperio y será difícil llegar al corazón del Emperador y sus súbditos...pero lo haré...he sido entrenado y adiestrado en el arte de la guerra, incluso si debo camuflarme como una serpiente y arrastrarme por los mas bajos niveles para alcanzar mi meta lo haré, sin duda alguna. El barco mercante que me trajo desde Britania se había marchado nuevamente hacia su rumbo, estaba solo, decidí que Rangiku se fuera...pues esta misión era muy peligrosa y no me perdonaría perderle a ella también. Mis ojos rasgados como una fisura en el espacio y mi sonrisa deslumbrante me hacia una persona fácilmente de notar entre el populacho de esa aldea. Todos sabían que no era de allí, mis rasgos anglo-sajones ponían a las personas de mi alrededor muy nerviosas, la intimidación de mi rostro tampoco ayudaba, pero no podía permitirme distracciones. Caminé por las calles de aquel pueblo, mi tapado blanco no llegaba a raspar el suelo, estaba impresionado, nunca había visto tanta concentración de personas dentro de un mismo territorio, a menudo solía la gente pecharse entre si,una falta de respeto increíble hacia ellos mismos. Mis ambiciones estaban mas allá de ese simple pueblo, pero necesitaba comprar provisiones para mi largo viaje. Me detuve en una tienda, no tenía dinero suficiente como para cosas caras, comencé a hablarle y la mujer de edad avanzada me miró...no respondió, sus ojos temblaban, sus labios querían expresar palabra alguna pero su alma estaba atorada, no deje de sonreír ni de mirarla con los ojos cerrados, comprendí que mi intimidación llegaba hasta ese nivel e incluso cruzando el Gran Mar era capaz de ello. Volví a hablarle y en este caso la mujer miró hacia otro costado evitando verme el rostro, puse mi codo recostándome en el humilde mostrador, la mujer giró nuevamente sus ojos y vio mi mano...su frente arrugada se estiró hacia arriba y su mirada hacia mi mano se quebró, ¿que tenía mi mano de interesante se preguntarán ustedes? nada...y todo. Era una mano seca, mas blanca que la nieve, una mano anglo-sajona sin imperfecciones, una mano muerta...la mujer bajó su mirada, desde allí no podía ver más nada. Me pareció gracioso, así que apoyé mis dos codos en el mostrador y acerqué mi rostro hacia su ubicación, la mujer se levantó de pronto y encontró mi dulce rostro frente al suyo...con la suave voz de un Britano puro le susurré... - Señora...¿a qué le teme?...o mejor dicho...¿a quién?- La mujer quedó paralizada, sus manos sudaban, comenzó a apartarse hacia atrás poco a poco por mi violenta intimidación, camuflada, pero violenta, para ser sinceros, yo no había hecho nada...simplemente mi cortesía acababa con los sentimientos de las personas, yo jugaba con esos sentimientos, eran mi bebé y yo lo acunaba. La mujer comenzó a gritar, como una mujer aturdida, me molestó, ya había causado ese efecto, pero...aquí no era el lugar para quedar como un ladrón, así que me hice el imbécil, mi sonrisa desapareció como pocas veces lo había hecho, guardias Romanos entraron preguntando que ocurría, sus imponentes lanzas y sus escudos anchos ocuparon el sitio, yo seguía mirando a la señora con asombro, obviamente, haciéndome el tonto. Los pretorianos le preguntaron a la señora que ocurría, y con sus dedos decrépitos me señaló...gritando al mismo tiempo -¡¡¡¡Él es el demonio!!!!, ¡¡¡¡La serpiente que ha parido el Chacal!!!!, ¡¡¡¡La sombra de la misma muerte!!!!- Eso era increíblemente gracioso, je...¿yo?...¿Una serpiente parida de un Chacal?...esa vieja estaba loca...sonreí nuevamente mirando a la aterrorizada mujer...que en manos de un Legionario caía, miré hacia un costado para ver la misma sonrisa en los guardias pero....no había sonrisa, yo no creía en Dioses, mi madre adoptiva si...pero....¿acaso descendieron los Dioses cuando estos malditos romanos la violaban y la crucificaban?...¿le extendieron su mano?, no...solamente le escupieron, odiaba a los Dioses tanto como odio a Roma, pero...al parecer, estos Pretorianos si creían en los Dioses, y no hacían muecas ni burlas a las quejas de las mujer, sino que las tomaron muy enserio. Dos pretorianos me tomaron los brazos y me sacaron afuera, no opuse resistencia, si el plan de ellos era llevarme a Roma con alguna clase de brujo vudú para ver si yo era el hijo del Chacal...no tenía problema ninguno, no lo era, y además tendría un viaje directo hacia mi destino. Me metieron en una jaula tirada por corceles, y cuatro de ellos se subieron, abrí mis ojos y encontré 4 hombres que al igual que yo había sido escondidos ahí, los caballos se pusieron en marcha, el viaje hacia Roma estaba asegurado y.... sentado en la oscuridad, esperé.
Ichimaru Gin- Cantidad de envíos : 8
Re: La serpiente llega a Hispania
Día 2 en Hispania
Título
Sentencia de Muerte
Los actuales sucesos en Hispania no me habían alterado, para nada, soy alguien muy calmado y siempre pienso las cosas fríamente...los pretorianos que me secuestraron, por así decirlo...manejaban los corceles hacia algún lugar, estaba seguro de que hacia Roma misma así que no opuse resistencia, era un viaje gratis, aunque el hambre ya estaba comenzando a azotarme por dentro, además del frío, esa carroza estaba muy bien acorazada pero no podía resistir el frío que entraba por las débiles rejillas de hierro pulido. A menudo escuchaba las risas de los Romanos que conducían la carroza, no entendía mucho el latín, no lo sabía...pero no me importaba...mientras que me lleven hacia mi destino, estaba feliz. Había cuatro hombres tomados con cadenas como yo, cadenas en los tobillos y en las manos, uno estaba semi desnudo, tocia como nunca por el frío, estaba engripado, su cara no se podía ver, su cuerpo estaba casi esquelético...no entiendo como alguien en esa condición puede seguir con vida, la suciedad de su cuerpo me daban ganas de vomitar...era un muerto viviente, de igual forma me preguntaba el porque estaba allí, sé que estos malditos Romanos encarcelan, violan y matan por puro placer, así que no dudo que se haya cometido una injusticia contra él. Mire hacia otro lado de la carroza y vi a otro hombre, este estaba bien formado, musculoso...pelos en su pecho, sus pantalones estaban rasgados y con sangre, como si hubiera peleado contra bestias salvajes....su cabello era extraño, estaba rapado en los costados y tenia un mechón de pelo en el medio de su cabeza, y el mechón seguía hacia detrás de su cabeza como una cola de caballo, je...nunca había visto algo así...aunque, había algo extraño en él, su mirada...se mantenía fija en la rejilla observando el cielo, como arrepentido, sus ojos de madera color no se movían de aquel cielo distante, un personaje realmente extraño. El tercer hombre estaba tirado en el suelo, cabe destacar con la carroza era de dimensiones bastante aceptables, el imperio romano realmente es excelente, ese hombre tirado en el suelo no se movía...su cabello negro y largo...andrajoso por cierto... impedían ver su cara...su espalda desnuda estaba marcada por azotes...pero, lastimaduras extrañas, seguramente fue azotado con un Escorpión, que es un Látigo d 3 lazos que en sus puntas tienen fragmentos de huesos, que se incrustan en la carne y la arrancan, debajo de su cuerpo herido había sangre seca, un enorme charco rojo...lo supuse, este hombre lleva muerto hacia mucho tiempo antes de que yo entrara en esta carroza, ni siquiera esos pretorianos se tomaron la molestia de arrojarlo en el camino para que los lobos se alimenten de su cuerpo. La cuarta persona era un anciano, que...como yo, no parecía tener rastros de castigos, al contrario, pude notar que en sus dedos había marcas de anillos y en sus muñecas marcas de pulseras y brazaletes, era un hombre rico por llevar adornos como esos, sus vestimentas no estaban manchadas de suciedad como las mías, aunque las de él eran de una tela fina, mucho mas cara, un tapado blanco con lineas rojas en los costados, sandalias caras...¿porqué un hombre así sería encarcelado por los pretorianos?, ahora veo que aquí en este Imperio...ni los ricos escapan de la ira del Emperador y de sus legiones. Mi sonrisa seguía intacta desde que me subí a la carroza...hasta que unas palabras del anciano rico aparecieron para aturdir mi cabeza que maquina pensamientos extraños... - ¿Cuanto más seguirás analizándome ami y a los demás...Britano? - quedé sorprendido, no vi que el anciano me estuviese observando para que pudiera decir eso, se ve que era alguien inteligente...demasiado, pero no podía ser descortés... así que le hablé - Mis disculpas anciano, no tenía intención de incomodarle de esa forma jeje...aunque...¿como sabía que soy Britano? - el anciano sonrió...por lo que yo hice una expresión extraña, elevó su mano derecha y se rasco su cabeza calva... observando el suelo...me dirigió sus palabras refinadas - Es muy fácil reconocer a un Britano, su piel seca, las tribus celtas son reconocibles por estos lugares, muchos esclavos Britanos han sido enviados aquí para ser vendidos hacia la isla de Sicilia...para trabajos de campo...por cierto, joven Britano...mi nombre es Marcus Corvinus, ex magistrado de la Real Casa de Hispania - mi mirada no cambió, pero era una maquina de procesar pensamientos, dijo que muchos Britanos habían sido vendidos a la isla de Sicilia para trabajar como esclavos, puede que allí encuentre algún superviviente de mi aldea...y...lo mas importante, era un Ex Magistrado, un hombre rico con un alto cargo político, de seguro había hecho algo malo para estar aquí.
Sin abrir mis ojos, dirigí estos últimos hacia el y le respondí... - Ohh...¿un Ex Magistrado?...que extraño, creí que eran ustedes los que sentenciaban a las demás personas por sus delitos, aunque el porqué está aquí es un misterio, a propósito, mi nombre es Gin....Ichimaru Gin, vengo desde Britania por asuntos personales, y...¿a que debo el honor de su compañía en esta...cárcel móvil? - estaba tratando de no ser sarcástico, el hombre se estaba comportando de forma muy bien para jugarle cualquier broma pesada...el anciano sonrió nuevamente, observando sus cadenas, me miró a la cara y exclamó - Evasión de impuestos hijo, gran parte de mi fortuna todos los meses debía ser entregada al César, ya sabes, dadle al César lo que es del César...y como no quise cumplir esa norma más, me castigaron de esta forma...ahora me irán a crucificar...es gracioso. - Vaya...es increíble, así que el poder del emperador puede incluso sujetar a los mismos magistrados Romanos, a este viejo llamado Marcus lo llevarán a crucificar a Roma, pero no parece nervioso, al contrario, la calma de su alma es increíble, quizás tenga un escape planeado...debo preguntarle cuanto falta para llegar a Roma, es un camino largo, lo sé, pero debo tener una noción al respecto. - Ya veo...de igual forma no parece nervioso al temor de la muerte, he conocido muy pocos con ese don, yo tuve un problema en la aldea y me metieron en esta carroza sin motivo alguno, pero el viaje a Roma es algo por lo que vine, y este viaje me lo proporcionará gratis...- El viejo me miró asombrado...casi con gracia - ¿A Roma?...hijo...no vamos a Roma, vamos a Catón, al norte de Terraconensis, aquí mismo en Hispania, todos los que estamos en esta carroza seremos crucificados en el fuerte de Catón...¿porqué creías que íbamos a Roma? - La sonrisa se me fue del rostro, en primer lugar porque no nos dirigíamos a Roma como pensé desde un principio, por eso no opuse resistencia, y en segundo lugar porque sería crucificado, esto no estaba en mis planes, mi plan era cuando estuviéramos cerca de roma, en sus bosques, escapar y esperar un tiempo en las sombras hasta que dejen de perseguirme, y luego dirigirme como cualquier ciudadano normal hacia Roma, pero ha cambiado todo, no pienso salir de aquí en el fuerte de Catón, sino en el camino...aquí y ahora. - Maldición!, creí que íbamos a Roma...no se porqué, pero ahora veo que no, y tengo que escapar de aquí, a como de lugar - - ¿ Y como piensas hacer eso encadenado hijo?....estas cadenas son irrompibles, ademas de que en los caballos hay cuatro pretorianos preparados con armas y escudos, ¿tu tienes algún arma?...no la veo...no te ilusiones como yo lo hice hace tiempo, resígnate a tu destino... - El anciano bajó su mirada, no lo esperaba, quizás el sabe que esos delirios de escape son una locura, por eso trata de quitarme las ganas de escapar y evitar un destino peor, pero...me irán a crucificar a Catón, de alguna u otra forma moriría, así que debo hacer algo al respecto...mis brazos comenzaron a jalar las cadenas con más y más fuerzas, pero era imposible, como dijo el anciano, esas cadenas eran imposibles de romper...no tenía otra alternativa, utilizar mi Shinso, la daga que estaba escondida dentro de mis mantos, con ella podría salir fácilmente de esta celda móvil, con dificultad busqué dentro de mi pecho y la hallé...cuando la saque a la luz de la vista...el anciano me quedó mirando sorprendido, pero en ese momento unas palabras me detuvieron por completo y la mirada de Marcus y la mía se dirigieron al hombre musculoso...el cual era portador de esas palabras... - Por tu bienestar..."Shin", espero que guardes ese puñal en donde estaba, no quiero tener ninguna dificultad en mi camino hacia Catón...¿está claro? - Estaba sorprendido, quede mirándole al igual que Marcus, el hombre que sería crucificado al igual que nosotros me pidió que guardara mi arma por mi bienestar, eso fue una amenaza...sonreí nuevamente, me pareció gracioso la forma en la cual pronunció mi nombre..."Shin"...mi nombre se escribe Gin y se pronuncia Gin...y después nos dicen bárbaros a nosotros, de cualquier forma no tenía la intención de obedecerlo, así que empuñe la daga y con mi rostro característico comencé a hablarle. - Oh...vaya...al parecer quieres ser crucificado...¿no es así?...pero te diré algo, por tu propio bienestar, no vuelvas a pronunciar mal mi nombre, y guarda tus ofensivas palabras para otra persona, pues no pienso obedecerle...¿le quedó claro?...¿señor....- El hombre musculoso y de extraño corte de pelo puso cara seria, las venas de su frente se hincharon y sus músculos se fortalecieron...al moverse sólo un poco tenía una insignia romana en el brazo izquierdo, como una marca, la marca de los Legionarios... - Mi nombre es Crixus, ex comandante de las Legiones Helion del Norte, he sido encarcelado y condenado a la cruxificción por mis errores, he cometido muchas atrocidades en mi vida y merezco ese castigo, la Cruxificción, así que no dejaré que alguien como tu Shin...se interponga en el camino a mi castigo - Esto ya me estaba molestando, este legionario no dejaba de pronunciar mal mi nombre... así que debía de actuar rápido, tome mi daga y note que Crixus se abalanzaba contra mi gritando pero no podía alcanzarme, Marcus simplemente me observaba, que intentaría hacer con una simple daga...ya lo vería... -No me importa quien seas y porque quieres morir, yo saldré de aquí en este momento y mataré a cualquiera que se me interponga...ya están avisados...- Con mi daga llamada Shinso apunte hacia donde estaban las ruedas de aquella carreta, y activando el botón de mi daga, el filo de la cuchilla creció dos metros traspasando el suelo de madera de la carroza destrozando la rueda por completo, al mismo tiempo, la carroza perdió estabilidad dejando que la parte donde la rueda estaba rota chocara contra el suelo, arrastrándola varios metros hasta que los Legionarios pararon a los caballos, escondí mi Shinso donde estaba originalmente y esperé, la puerta trasera se abrió y los 4 pretorianos estaban con sus escudos y lanzas apuntando hacia adentro...yo no hice ningún gesto...simplemente mi sonrisa y mis ojos rasgados, Marcus tenía una cara de espanto y susto...mientras que Crixus estaba loco de ira, hablando en Latín...les comentó a los guardias que yo tenía una daga en el cuerpo y con ella había roto la rueda, no le creyeron, era difícil que una daga llegara a hacer semejante daño, pero uno de los Pretorianos vieron la grieta que provocó mi Shinso y ordenó a los demás legionarios sacarme de la carreta. No opuse resistencia, tenía un plan obviamente, dos de ellos me quitaron mis cadenas, sentí bastante alivio ya que me estaban matando, me registraron por todo el cuerpo pero no encontraron mi Shinso, lo había escondido muy bien...mi sonrisa no cambiaba, y ante la mirada extraña de Crixus y de Marcus...saqué el Shinso de la espalda hiriendo a un guardia en la pierna, dando dos pasos me aleje lo bastante de las lanzas, los tres pretorianos se pusieron en mi contra por delante de mi y el cuarto que se reincorporo al instante... poniéndose por detrás de uno de los otros pretorianos poniendo su lanza por encima de su hombro, con sus escudos firmes, comenzaron a caminar lentamente, típica estrategia Romana, no tenia escape, ya que detrás mio había una muralla de roca sólida muy alta a la cual era imposible escapar... así que no tenía otra alternativa... - Matarlos a todos...puse mis pies y mis piernas juntas una con la otra, empuñando con mis dos manos mi Shinso en mi pecho apuntando hacia los dos pretorianos que estaban uno detrás del otro...y...susurré de esa forma apretando el botón de mi daga...
Buto
De esa forma mi Shinso creció en menos de un segundo dos metros y medio, atravesando los escudos de el primer pretoriano que protegía al segundo, en conclusión, el Buto traspasó sus cuerpos de lado a lado, cuando me aseguré que estaban muertos, desactivé el Shinso volviendo a ser una daga normal, y...con mi clásico rostro, dirigí mis ojos cerrados hacia los dos Pretorianos que quedaban con vida. - Espero que sean inteligentes, mi Shinso no es una Daga común, tiene la habilidad única de alargarse lo suficiente para matar a una persona no importa a que distancia mientras que no hayan obstáculos...sus escudos no serán problema para el próximo ataque... así que...Romanos, pienso dejarles con vida, solamente les pido que dejen las llaves de las cadenas, y se vayan por donde vinieron...solo eso - Fue en vano, los dos pretorianos se afianzaron a sus escudos y comenzaron a caminar lentamente hacia mi, dirigí la daga hacia el primero, sus ojos mostraban miedo de la situación, pero no me quedaba otra opción que matarlos a todos... de seguro pensarían que mientras activo mi primer Shinso el otro legionario tomara ventaja atacándome... así que tendré que ser rápido esta ocacion...empecé a apretar el botón nuevamente y susurré...
Buto Rengin
Mi daga creció 2 metros esta vez atravesando al primer Legionario, y...como pensé, el otro se me abalanzó ligeramente, pero cuando dio el tercer paso, mi Shinso ya estaba en forma normal (daga) para efectuar otro lanzamiento, y así fue, accione nuevamente el botón de mi Daga y atravesé el pecho del último legionario, cayendo en el suelo...aún vivo, le quité las llaves de las cadenas de los demás y me dirigí hacia la carroza, Marcus estaba asombrado por la Daga, mientras que Crixus me observaba de forma vengativa, puso mi pié en la carroza y me adentré en ella, liberando las cadenas de Marcus, quise liberar a los otros dos pero ya estaban muertos, solo quedaba Crixus, que no tenía una mirada tan amistosa... - Mira, todos tenemos una oportunidad de enmendar nuestros errores Crixus, puedo liberarte de esas cadenas y podrás comenzar una nueva vida, si insistes en morir, te dejaré aquí a merced de los lobos hambrientos de esta zona...¿que decides?...- Marcus observó a Crixus, quién bajó la mirada analizando la situación, mi rostro no cambiaba, hasta que me miró fijamente y me exclamó que quería una segunda oportunidad para hacer el bien, obviamente no le creo, pero...lo iba a liberar de todas formas, tomé sus cerrojos y los abrí...luego de eso me bajé de la carroza y me dirigí hacia los caballos, tenía que cabalgar ligero y ademas conseguir comida, Crixus salió de la carroza junto con Marcus, este ultimo aún no podía creer que estuviera libre...se acercó ami y me dio las gracias, mientras Crixus se dirigió hacia los cadáveres de los Romanos y les quitó su lanza...desmonté el primer caballo, habían 4, Crixus se acerco...sin razón alguna creo... - ¿Y ahora que harás?, Shin...¿dirigirte hacia Roma? - Seguí desmontando el caballo de los fierros que los ataban a la carroza, el estaba detrás mio como a un metro y medio, con su lanza en su mano... - Esa es la idea Crixus, ustedes pueden irse a donde quieran...yo seguiré mi camino...- No recibí respuesta inmediata de Crixus, Marcus estaba también ocupado desmontando uno de los caballos...pero...por simple protección yo estaba desmontando el caballo con una mano, Marcus notó eso pero no dijo nada...se hizo el tonto, je... Crixus suspiró...empuñando su lanza...me dijo... - Tu no irás a ningún lado, sino al infierno, adiós Shin - Era de esperarse, seguramente Crixus estaba confiado en que no tenía el Shinso a mano, y si lo tenía , tardaría en utilizarlo, Marcus quedó atónito ante la respuesta de Crixus quien...de un movimiento, se abalanzó de un salto hacia mi para enterrarme la lanza en la espalda...giré mi cabeza...y por primera vez en Hispania, abrí mis ojos...mirándolo...susurrando... - Kamishini no Shari - La daga se convirtió en Shinso y apareció crecida ya entre mis costillas y mi brazo izquierdo, traspasando el cuerpo de Crixus, el ex Legionario cayó al suelo y su lanza también, desactivé el Shinso y seguí desmontando el caballo, Marcus estaba atónito...no dejaba de mirarme...lo noté, no soy idiota... - Tu no intentarás matarme...¿o si?...Marcus...- El viejo se rió...no esperaba eso... - hahaha...hijo...no se que tenga esa Daga...pero no es mi intención hacerte daño alguno..no deseo morir...y..dime...irás sólo a Roma? - - Es la idea, a menos que quieras acompañarme claro...pero te advierto, será peligroso - - Me haz liberado de la muerte hijo, pagaré esa deuda ayudándote... - Seguí desmontando el caballo cuando escuché a lo lejos el ruido de corceles, legionarios armados, podía enfrentarlos, pero no tenía idea de cuantos eran y...por el estruendo del suelo...eran muchos...rápidamente dejé las cosas como estaban y me dirigí a Marcus - No tenemos tiempo que perder, tenemos que irnos a pié de aquí, si vamos con caballos puede que sigan las huellas o el ruido...¡VAMOS! - El viejo comenzó a temblar como si tuviera epilepsia, rápidamente corrimos hacia los bosques que estaban cerca y..como lo supuse, una escuadra de 50 legionarios a caballo que venían a interceptar la carroza aparecieron allí mismo, sin mirar atrás y sigilosamente, corrimos por los bosques oscuros, tratando de alejarnos del camino y buscar un claro, en donde poder cazar nuestro alimento y acampar...días difíciles se avecinaban, dudo mucho que Marcus lo sepa...pero...los verdaderos problemas y mi aventura...
están por empezar...
Título
Sentencia de Muerte
Los actuales sucesos en Hispania no me habían alterado, para nada, soy alguien muy calmado y siempre pienso las cosas fríamente...los pretorianos que me secuestraron, por así decirlo...manejaban los corceles hacia algún lugar, estaba seguro de que hacia Roma misma así que no opuse resistencia, era un viaje gratis, aunque el hambre ya estaba comenzando a azotarme por dentro, además del frío, esa carroza estaba muy bien acorazada pero no podía resistir el frío que entraba por las débiles rejillas de hierro pulido. A menudo escuchaba las risas de los Romanos que conducían la carroza, no entendía mucho el latín, no lo sabía...pero no me importaba...mientras que me lleven hacia mi destino, estaba feliz. Había cuatro hombres tomados con cadenas como yo, cadenas en los tobillos y en las manos, uno estaba semi desnudo, tocia como nunca por el frío, estaba engripado, su cara no se podía ver, su cuerpo estaba casi esquelético...no entiendo como alguien en esa condición puede seguir con vida, la suciedad de su cuerpo me daban ganas de vomitar...era un muerto viviente, de igual forma me preguntaba el porque estaba allí, sé que estos malditos Romanos encarcelan, violan y matan por puro placer, así que no dudo que se haya cometido una injusticia contra él. Mire hacia otro lado de la carroza y vi a otro hombre, este estaba bien formado, musculoso...pelos en su pecho, sus pantalones estaban rasgados y con sangre, como si hubiera peleado contra bestias salvajes....su cabello era extraño, estaba rapado en los costados y tenia un mechón de pelo en el medio de su cabeza, y el mechón seguía hacia detrás de su cabeza como una cola de caballo, je...nunca había visto algo así...aunque, había algo extraño en él, su mirada...se mantenía fija en la rejilla observando el cielo, como arrepentido, sus ojos de madera color no se movían de aquel cielo distante, un personaje realmente extraño. El tercer hombre estaba tirado en el suelo, cabe destacar con la carroza era de dimensiones bastante aceptables, el imperio romano realmente es excelente, ese hombre tirado en el suelo no se movía...su cabello negro y largo...andrajoso por cierto... impedían ver su cara...su espalda desnuda estaba marcada por azotes...pero, lastimaduras extrañas, seguramente fue azotado con un Escorpión, que es un Látigo d 3 lazos que en sus puntas tienen fragmentos de huesos, que se incrustan en la carne y la arrancan, debajo de su cuerpo herido había sangre seca, un enorme charco rojo...lo supuse, este hombre lleva muerto hacia mucho tiempo antes de que yo entrara en esta carroza, ni siquiera esos pretorianos se tomaron la molestia de arrojarlo en el camino para que los lobos se alimenten de su cuerpo. La cuarta persona era un anciano, que...como yo, no parecía tener rastros de castigos, al contrario, pude notar que en sus dedos había marcas de anillos y en sus muñecas marcas de pulseras y brazaletes, era un hombre rico por llevar adornos como esos, sus vestimentas no estaban manchadas de suciedad como las mías, aunque las de él eran de una tela fina, mucho mas cara, un tapado blanco con lineas rojas en los costados, sandalias caras...¿porqué un hombre así sería encarcelado por los pretorianos?, ahora veo que aquí en este Imperio...ni los ricos escapan de la ira del Emperador y de sus legiones. Mi sonrisa seguía intacta desde que me subí a la carroza...hasta que unas palabras del anciano rico aparecieron para aturdir mi cabeza que maquina pensamientos extraños... - ¿Cuanto más seguirás analizándome ami y a los demás...Britano? - quedé sorprendido, no vi que el anciano me estuviese observando para que pudiera decir eso, se ve que era alguien inteligente...demasiado, pero no podía ser descortés... así que le hablé - Mis disculpas anciano, no tenía intención de incomodarle de esa forma jeje...aunque...¿como sabía que soy Britano? - el anciano sonrió...por lo que yo hice una expresión extraña, elevó su mano derecha y se rasco su cabeza calva... observando el suelo...me dirigió sus palabras refinadas - Es muy fácil reconocer a un Britano, su piel seca, las tribus celtas son reconocibles por estos lugares, muchos esclavos Britanos han sido enviados aquí para ser vendidos hacia la isla de Sicilia...para trabajos de campo...por cierto, joven Britano...mi nombre es Marcus Corvinus, ex magistrado de la Real Casa de Hispania - mi mirada no cambió, pero era una maquina de procesar pensamientos, dijo que muchos Britanos habían sido vendidos a la isla de Sicilia para trabajar como esclavos, puede que allí encuentre algún superviviente de mi aldea...y...lo mas importante, era un Ex Magistrado, un hombre rico con un alto cargo político, de seguro había hecho algo malo para estar aquí.
Sin abrir mis ojos, dirigí estos últimos hacia el y le respondí... - Ohh...¿un Ex Magistrado?...que extraño, creí que eran ustedes los que sentenciaban a las demás personas por sus delitos, aunque el porqué está aquí es un misterio, a propósito, mi nombre es Gin....Ichimaru Gin, vengo desde Britania por asuntos personales, y...¿a que debo el honor de su compañía en esta...cárcel móvil? - estaba tratando de no ser sarcástico, el hombre se estaba comportando de forma muy bien para jugarle cualquier broma pesada...el anciano sonrió nuevamente, observando sus cadenas, me miró a la cara y exclamó - Evasión de impuestos hijo, gran parte de mi fortuna todos los meses debía ser entregada al César, ya sabes, dadle al César lo que es del César...y como no quise cumplir esa norma más, me castigaron de esta forma...ahora me irán a crucificar...es gracioso. - Vaya...es increíble, así que el poder del emperador puede incluso sujetar a los mismos magistrados Romanos, a este viejo llamado Marcus lo llevarán a crucificar a Roma, pero no parece nervioso, al contrario, la calma de su alma es increíble, quizás tenga un escape planeado...debo preguntarle cuanto falta para llegar a Roma, es un camino largo, lo sé, pero debo tener una noción al respecto. - Ya veo...de igual forma no parece nervioso al temor de la muerte, he conocido muy pocos con ese don, yo tuve un problema en la aldea y me metieron en esta carroza sin motivo alguno, pero el viaje a Roma es algo por lo que vine, y este viaje me lo proporcionará gratis...- El viejo me miró asombrado...casi con gracia - ¿A Roma?...hijo...no vamos a Roma, vamos a Catón, al norte de Terraconensis, aquí mismo en Hispania, todos los que estamos en esta carroza seremos crucificados en el fuerte de Catón...¿porqué creías que íbamos a Roma? - La sonrisa se me fue del rostro, en primer lugar porque no nos dirigíamos a Roma como pensé desde un principio, por eso no opuse resistencia, y en segundo lugar porque sería crucificado, esto no estaba en mis planes, mi plan era cuando estuviéramos cerca de roma, en sus bosques, escapar y esperar un tiempo en las sombras hasta que dejen de perseguirme, y luego dirigirme como cualquier ciudadano normal hacia Roma, pero ha cambiado todo, no pienso salir de aquí en el fuerte de Catón, sino en el camino...aquí y ahora. - Maldición!, creí que íbamos a Roma...no se porqué, pero ahora veo que no, y tengo que escapar de aquí, a como de lugar - - ¿ Y como piensas hacer eso encadenado hijo?....estas cadenas son irrompibles, ademas de que en los caballos hay cuatro pretorianos preparados con armas y escudos, ¿tu tienes algún arma?...no la veo...no te ilusiones como yo lo hice hace tiempo, resígnate a tu destino... - El anciano bajó su mirada, no lo esperaba, quizás el sabe que esos delirios de escape son una locura, por eso trata de quitarme las ganas de escapar y evitar un destino peor, pero...me irán a crucificar a Catón, de alguna u otra forma moriría, así que debo hacer algo al respecto...mis brazos comenzaron a jalar las cadenas con más y más fuerzas, pero era imposible, como dijo el anciano, esas cadenas eran imposibles de romper...no tenía otra alternativa, utilizar mi Shinso, la daga que estaba escondida dentro de mis mantos, con ella podría salir fácilmente de esta celda móvil, con dificultad busqué dentro de mi pecho y la hallé...cuando la saque a la luz de la vista...el anciano me quedó mirando sorprendido, pero en ese momento unas palabras me detuvieron por completo y la mirada de Marcus y la mía se dirigieron al hombre musculoso...el cual era portador de esas palabras... - Por tu bienestar..."Shin", espero que guardes ese puñal en donde estaba, no quiero tener ninguna dificultad en mi camino hacia Catón...¿está claro? - Estaba sorprendido, quede mirándole al igual que Marcus, el hombre que sería crucificado al igual que nosotros me pidió que guardara mi arma por mi bienestar, eso fue una amenaza...sonreí nuevamente, me pareció gracioso la forma en la cual pronunció mi nombre..."Shin"...mi nombre se escribe Gin y se pronuncia Gin...y después nos dicen bárbaros a nosotros, de cualquier forma no tenía la intención de obedecerlo, así que empuñe la daga y con mi rostro característico comencé a hablarle. - Oh...vaya...al parecer quieres ser crucificado...¿no es así?...pero te diré algo, por tu propio bienestar, no vuelvas a pronunciar mal mi nombre, y guarda tus ofensivas palabras para otra persona, pues no pienso obedecerle...¿le quedó claro?...¿señor....- El hombre musculoso y de extraño corte de pelo puso cara seria, las venas de su frente se hincharon y sus músculos se fortalecieron...al moverse sólo un poco tenía una insignia romana en el brazo izquierdo, como una marca, la marca de los Legionarios... - Mi nombre es Crixus, ex comandante de las Legiones Helion del Norte, he sido encarcelado y condenado a la cruxificción por mis errores, he cometido muchas atrocidades en mi vida y merezco ese castigo, la Cruxificción, así que no dejaré que alguien como tu Shin...se interponga en el camino a mi castigo - Esto ya me estaba molestando, este legionario no dejaba de pronunciar mal mi nombre... así que debía de actuar rápido, tome mi daga y note que Crixus se abalanzaba contra mi gritando pero no podía alcanzarme, Marcus simplemente me observaba, que intentaría hacer con una simple daga...ya lo vería... -No me importa quien seas y porque quieres morir, yo saldré de aquí en este momento y mataré a cualquiera que se me interponga...ya están avisados...- Con mi daga llamada Shinso apunte hacia donde estaban las ruedas de aquella carreta, y activando el botón de mi daga, el filo de la cuchilla creció dos metros traspasando el suelo de madera de la carroza destrozando la rueda por completo, al mismo tiempo, la carroza perdió estabilidad dejando que la parte donde la rueda estaba rota chocara contra el suelo, arrastrándola varios metros hasta que los Legionarios pararon a los caballos, escondí mi Shinso donde estaba originalmente y esperé, la puerta trasera se abrió y los 4 pretorianos estaban con sus escudos y lanzas apuntando hacia adentro...yo no hice ningún gesto...simplemente mi sonrisa y mis ojos rasgados, Marcus tenía una cara de espanto y susto...mientras que Crixus estaba loco de ira, hablando en Latín...les comentó a los guardias que yo tenía una daga en el cuerpo y con ella había roto la rueda, no le creyeron, era difícil que una daga llegara a hacer semejante daño, pero uno de los Pretorianos vieron la grieta que provocó mi Shinso y ordenó a los demás legionarios sacarme de la carreta. No opuse resistencia, tenía un plan obviamente, dos de ellos me quitaron mis cadenas, sentí bastante alivio ya que me estaban matando, me registraron por todo el cuerpo pero no encontraron mi Shinso, lo había escondido muy bien...mi sonrisa no cambiaba, y ante la mirada extraña de Crixus y de Marcus...saqué el Shinso de la espalda hiriendo a un guardia en la pierna, dando dos pasos me aleje lo bastante de las lanzas, los tres pretorianos se pusieron en mi contra por delante de mi y el cuarto que se reincorporo al instante... poniéndose por detrás de uno de los otros pretorianos poniendo su lanza por encima de su hombro, con sus escudos firmes, comenzaron a caminar lentamente, típica estrategia Romana, no tenia escape, ya que detrás mio había una muralla de roca sólida muy alta a la cual era imposible escapar... así que no tenía otra alternativa... - Matarlos a todos...puse mis pies y mis piernas juntas una con la otra, empuñando con mis dos manos mi Shinso en mi pecho apuntando hacia los dos pretorianos que estaban uno detrás del otro...y...susurré de esa forma apretando el botón de mi daga...
Buto
De esa forma mi Shinso creció en menos de un segundo dos metros y medio, atravesando los escudos de el primer pretoriano que protegía al segundo, en conclusión, el Buto traspasó sus cuerpos de lado a lado, cuando me aseguré que estaban muertos, desactivé el Shinso volviendo a ser una daga normal, y...con mi clásico rostro, dirigí mis ojos cerrados hacia los dos Pretorianos que quedaban con vida. - Espero que sean inteligentes, mi Shinso no es una Daga común, tiene la habilidad única de alargarse lo suficiente para matar a una persona no importa a que distancia mientras que no hayan obstáculos...sus escudos no serán problema para el próximo ataque... así que...Romanos, pienso dejarles con vida, solamente les pido que dejen las llaves de las cadenas, y se vayan por donde vinieron...solo eso - Fue en vano, los dos pretorianos se afianzaron a sus escudos y comenzaron a caminar lentamente hacia mi, dirigí la daga hacia el primero, sus ojos mostraban miedo de la situación, pero no me quedaba otra opción que matarlos a todos... de seguro pensarían que mientras activo mi primer Shinso el otro legionario tomara ventaja atacándome... así que tendré que ser rápido esta ocacion...empecé a apretar el botón nuevamente y susurré...
Buto Rengin
Mi daga creció 2 metros esta vez atravesando al primer Legionario, y...como pensé, el otro se me abalanzó ligeramente, pero cuando dio el tercer paso, mi Shinso ya estaba en forma normal (daga) para efectuar otro lanzamiento, y así fue, accione nuevamente el botón de mi Daga y atravesé el pecho del último legionario, cayendo en el suelo...aún vivo, le quité las llaves de las cadenas de los demás y me dirigí hacia la carroza, Marcus estaba asombrado por la Daga, mientras que Crixus me observaba de forma vengativa, puso mi pié en la carroza y me adentré en ella, liberando las cadenas de Marcus, quise liberar a los otros dos pero ya estaban muertos, solo quedaba Crixus, que no tenía una mirada tan amistosa... - Mira, todos tenemos una oportunidad de enmendar nuestros errores Crixus, puedo liberarte de esas cadenas y podrás comenzar una nueva vida, si insistes en morir, te dejaré aquí a merced de los lobos hambrientos de esta zona...¿que decides?...- Marcus observó a Crixus, quién bajó la mirada analizando la situación, mi rostro no cambiaba, hasta que me miró fijamente y me exclamó que quería una segunda oportunidad para hacer el bien, obviamente no le creo, pero...lo iba a liberar de todas formas, tomé sus cerrojos y los abrí...luego de eso me bajé de la carroza y me dirigí hacia los caballos, tenía que cabalgar ligero y ademas conseguir comida, Crixus salió de la carroza junto con Marcus, este ultimo aún no podía creer que estuviera libre...se acercó ami y me dio las gracias, mientras Crixus se dirigió hacia los cadáveres de los Romanos y les quitó su lanza...desmonté el primer caballo, habían 4, Crixus se acerco...sin razón alguna creo... - ¿Y ahora que harás?, Shin...¿dirigirte hacia Roma? - Seguí desmontando el caballo de los fierros que los ataban a la carroza, el estaba detrás mio como a un metro y medio, con su lanza en su mano... - Esa es la idea Crixus, ustedes pueden irse a donde quieran...yo seguiré mi camino...- No recibí respuesta inmediata de Crixus, Marcus estaba también ocupado desmontando uno de los caballos...pero...por simple protección yo estaba desmontando el caballo con una mano, Marcus notó eso pero no dijo nada...se hizo el tonto, je... Crixus suspiró...empuñando su lanza...me dijo... - Tu no irás a ningún lado, sino al infierno, adiós Shin - Era de esperarse, seguramente Crixus estaba confiado en que no tenía el Shinso a mano, y si lo tenía , tardaría en utilizarlo, Marcus quedó atónito ante la respuesta de Crixus quien...de un movimiento, se abalanzó de un salto hacia mi para enterrarme la lanza en la espalda...giré mi cabeza...y por primera vez en Hispania, abrí mis ojos...mirándolo...susurrando... - Kamishini no Shari - La daga se convirtió en Shinso y apareció crecida ya entre mis costillas y mi brazo izquierdo, traspasando el cuerpo de Crixus, el ex Legionario cayó al suelo y su lanza también, desactivé el Shinso y seguí desmontando el caballo, Marcus estaba atónito...no dejaba de mirarme...lo noté, no soy idiota... - Tu no intentarás matarme...¿o si?...Marcus...- El viejo se rió...no esperaba eso... - hahaha...hijo...no se que tenga esa Daga...pero no es mi intención hacerte daño alguno..no deseo morir...y..dime...irás sólo a Roma? - - Es la idea, a menos que quieras acompañarme claro...pero te advierto, será peligroso - - Me haz liberado de la muerte hijo, pagaré esa deuda ayudándote... - Seguí desmontando el caballo cuando escuché a lo lejos el ruido de corceles, legionarios armados, podía enfrentarlos, pero no tenía idea de cuantos eran y...por el estruendo del suelo...eran muchos...rápidamente dejé las cosas como estaban y me dirigí a Marcus - No tenemos tiempo que perder, tenemos que irnos a pié de aquí, si vamos con caballos puede que sigan las huellas o el ruido...¡VAMOS! - El viejo comenzó a temblar como si tuviera epilepsia, rápidamente corrimos hacia los bosques que estaban cerca y..como lo supuse, una escuadra de 50 legionarios a caballo que venían a interceptar la carroza aparecieron allí mismo, sin mirar atrás y sigilosamente, corrimos por los bosques oscuros, tratando de alejarnos del camino y buscar un claro, en donde poder cazar nuestro alimento y acampar...días difíciles se avecinaban, dudo mucho que Marcus lo sepa...pero...los verdaderos problemas y mi aventura...
están por empezar...
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- Algunas cosas:
- El nombre de mi Daga es Shinso, es única, y con un mecanismo Britano especial, puede alargarse tanto como yo deje pulsado el botón, (obviamente no kilometros, pero si metros), esos nombres no son poderes, sino nombres que le doy a la postura de mi cuerpo al momento de lanzar mi Shinso. A continuación daré una muestra de Shinso.
Buto - Empuña la daga en su pecho activándola
Buto Rengin - Empuña la daga en su pecho activándola y en menos de un segundo la desactiva.
Kamishini no Shari: Cuando activa su Daga de espaldas.
Shinso - Cualquier posición normal
Obviamente los efectos que aparecen en las imagenes no son reales aquí, ni tampoco los personajes secundarios, solo quería mostrar el efecto que surte las habilidades de Shinso.
Si algo esta mal, decidmelo, y mis manos harán su voluntad
Ichimaru Gin- Cantidad de envíos : 8
Re: La serpiente llega a Hispania
Día 3 en Hispania
Título
La Sombra de Gin
Ahh...toda la noche corriendo al lado del buen Marcus, quién en reiteradas ocasiones tenía que detenerse para descansar, producto de su edad avanzada y..por supuesto, su inquebrantable espíritu noble. Marcus nunca había sido un prófugo, dudo mucho que alguna vez haya matado a alguien con manos propias...el viejo parece muy seguro de querer ayudarme en mi camino, pero...deberá aprender a pelear si quiere seguir con vida en este sucio continente...llamado Roma. Cuando percibimos que los Legionarios que nos estaban buscando desaparecieron, nos dispusimos a encontrar comida...lo cual era muy difícil ya que aquel bosque tenebroso no ofrecía un muy buen menú...pero no podía darme el lujo de ser exquisito...caminando por aquel lugar encontramos una caverna al pie de la montaña, por la velocidad en que la luna bajó, supuse que habíamos estado corriendo durante 5 horas, je...pobre Marcus, no querrá decirme nada pero le agradaría estar muerto ya. Sin dudarlo...nos metimos en la caverna, comencé a quitarme la ropa rápidamente pues estaba mojada, mucho rocío había caído en las afueras y mis linajes estaban empapados, mientras me desvestía...la mirada de Marcus hacia mi se hizo mas...como decirlo...mas constante...por no decir otra cosa, cuando me percate de que el viejo me estaba mirando me detuve, mantenía mis ojos cerrados pero rostro serio...no sé que inclinación sexual tenga ese viejo...pero si sigue mirándome con esa cara acechadora lle enterraré el Shinso en la garganta...Marcus se dio cuenta de que su mirada hacia mi me hacia incomodar...así que apartó su vista hacia el exterior de la caverna, sin mas preámbulos yo continué quitándome la ropa pero más rápido, hasta quedar totalmente desnudo. Marcus volteó de nuevo para mirarme...su rostro sudaba y sus labios palpitaban, maldito viejo...sin darse cuenta...al girar todo el cuello para mirarme, su mejilla chocó con la punta de mi Shinso que había activado, sus ojos se pusieron firmes y su nuez de adán fue de arriba hacia abajo...con mis ojos cerrados le advertí que no volviera a hacer eso...o alargaría aún más mi Shinso destrozándole la mandíbula, riéndose...comentó que yo estaba confundido, le ordené que se explicara y mencionó los símbolos que estaban en mi espalda..., mas tranquilo, desactivé mi Shinso y le miré...por un lado era un alivio que ese viejo no fuera homosexual, por otro lado...me pregunté el porqué estaba interesado en mis marcas, que para ser exactos eran tatuajes. Mi rostro no expresó nada...simplemente permaneció serio...miré hacia abajo para quitarme las sandalias y le dije que ese no era asunto suyo, y no lo era...desde pequeño había tenido problemas mentales...variados, todo relacionado al intento de asesinato de mi madre biológica...que desde bebé se formó una especie de ira que no pude controlar y de vez en cuando en Britania debía de canalizar...me levanté, Marcus sonreía...no me molestó...yo iba saliendo de la caverna cuando oí la voz de Marcus...me dijo "eres un misterio...Gin"...sin prestarle demasiada atención salí de la caverna buscando hiervas secas para hacerme ropa momentánea...cuando de pronto sentí un ruido, era un jabalí espinado...muy peligroso...me quedé callado, el Jabalí estaba comiendo pasto tranquilamente, saqué mi Shinso sin que se percatada y de un movimiento le atravesé....había matado a dos pájaros de un tiro....conseguí comida y ropa...recogí al jabalí y volví a la caverna, Marcus había encendido fuego y puesto a secar la ropa...sin hablarnos, sin mirarnos, abrí el jabalí al medio quitándole las achuras...Marcus observaba con asco...viejo idiota...aún al borde de morir de hambre y se hace el fino...el jabalí se coció y comimos...como pudimos dormimos, con un ojo cerrado y otro abierto por las dudas...así lo que quedaba de la noche se consumió por completo.
El cantar de los pájaros me hizo despertar, observé hacia el lecho de Marcus pero no estaba, me levanté y lo vi afuera de la caverna, estaba con un palo practicando...mirándome me dijo buenos días, y continuó...golpeando el árbol como si fuera un oponente...como si fuera un niño pequeño jugando a ser guerrero, patético y cómico eran las palabras, me acerqué a él y comencé a explicarle pasos clásicos de la batalla cuerpo a cuerpo, postura de las manos, brazos, piernas, movimientos de caderas, sabía que el viejo no se convertiría en un arma mortal pero por lo menos que sepa defenderse y matar.... acechando al medio día, continuamos nuestro camino, los restos de jabalí los pusimos en una bolsa de cuero, hecha con la piel del Jabalí, íbamos al ras del camino, si algo se acercaba nos íbamos a esconder...así las horas pasaron, teníamos una cantimplora de agua que ta le quedaba poca, y no sentíamos ruido de alguna laguna o estanque para llenarla...así que empezamos a buscar arboles grandes y fuertes...de seguro habría agua cerca, hayamos un estanque en la rocas...me mojé el rostro pero Marcus no, quedó concentrado en una parte de la laguna, miré hacia ese lado y vi a alguien que se estaba bañando, tomé mi Shinso y esperé a que saliera, pero no salía, estaba sumergido en el agua...supongo que tendrá que salir para tomar aire...en lo profundo nada se veía, hasta que percibí que algo se me acercaba y si, así fue, lo que se escondió salió junto ami, las gotas no me dejaron ver que era, pero noté como algunas gotas comenzaban a ser cortadas por algo filoso, una espada o daga se dirigía hacia mi...tomé mi Shinso y lo detuve, las gotas cayeron y me llevé una enorme sorpresa, era una mujer...la mujer salió agitada por el oxigeno que le faltaba...también se impresionó, nos mantuvimos forcejeando las dagas durante algunos segundos, hasta que ella abrió su boca.... -No eres un legionario...¿verdad?- -mmm...no....creo que tu tampoco...así que bajaré mi daga...¿esta bien?- La mujer sonrió sarcásticamente y ambos bajamos las dagas Veo que a ustedes también los buscan los legionarios....malditos romanos, no dejan en paz a nadie y creen que el mundo debe ser de ellos... - Pues...el mundo es de ellos...señora....¿?- Sura...señorita Sura....¿y tu? - Gin, Ichimaru Gin...y él es el buen Marcus, ex Magistrado de la Real Casa de Hispania, y dime...Sura...¿porqué eres perseguida por los Legionarios...- Era una prostituta de la villa Vitolius...un hombre no quiso pagar el servicio y le maté, lo que no sabía que era un alto cargo de las Legiones Romanas en Hispania, así que...mi cabeza tiene precio...¿y ustedes? - Yo un malentendido y el buen Marcus Corvinus evasión de impuestos...- Qué conmovedor...bueno...adiós... Aquella mujer desnuda salió del estanque, se puso su ropa y se fue...como si nada hubiese pasado...la mirada de Marcus fue..increíble, parecía como si nunca hubiese visto a una mujer desnuda, jeh...viejo sátiro...sabía que era un pillo..., sin dudarlo nosotros salimos del estanque, cuando unos kilómetros más adelante sentimos gritos de la mujer...de Sura, un grupo de Legionarios la había encontrado...corrimos hacia el lugar y entre las ramas vimos, a 10 legionarios despojándola de sus ropas, tenía muy buen cuerpo por cierto, ningún hombre se le resistiría, ojos marrones, cabello negro...Marcus apretó su puño con ira, susurrándome que debíamos ayudarla, pero yo solamente miraba, no podía moverme, mis ojos estaban más abiertos que nunca, mi respiración se aceleró, una vena saltó de lugar en mi frente, Marcus comenzó a alejarse sin hacer ruido, ya estaban violando a la mujer, riéndose frenéticamente...mi peor pesadilla había empezado, los recuerdos de antaño se presenciaban de nuevo, padezco de síndrome de Personalidad Múltiple...aunque en este caso sólo era yo y otro más...el otro Gin...que fue creado a partir de toda mi infancia, aquel culpable de incitarme a asesinar a mi Madre, el culpable de que sea alguien tan desagradable en algunos aspectos, y el responsable del que esté con vida, si, fue mi sombra la que me dejó con vida cuando era un bebe, aquella sombra que vió a los ojos de mi madre biológica cuando esta ultima iba a enterrarme la daga en el cuello, esa sombra que me destroza internamente...aquella sombra que no teme descubrir mis ojos y cundir el pánico través de ellos...yo lo llamo...Hollow...Marcus tomó mi brazo pero era tarde, de un golpe en su rostro lo alejé de mi...el Hollow había tomado el total control, él manejaba mejor el Shinso que yo, era mucho mas inteligente y astuto, ademas de que mejor asesino...como alguien que mira desde una ventana lo que los demás hacen así estaba yo, Gin, viendo lo que mi Hollow hacia, saltó las ramas y quedó con la cabeza gacha...los Legionarios se percataron de su presencia, tomaron sus lanzas y escudos..la mujer fue golpeada y puesta bajo custodia bajo uno de los Legionarios...comenzaron a caminar hacia el Hollow, pero este no se movía, Marcus, recuperado del golpe, miraba atónito, uno de los legionarios, alzó la voz...la voz de "Roma"...
-¡¿Quién eres hombre y cómo te llamas?!- El Hollow quedó quieto, no respondió...hasta que tomando el Shinso con su mano izquierda...se le notó una sonrisa en la boca... -Yo....yo....
!!!!!!YO NO TENGO NOMBRE AAAAAHAHAHAHAHA!!!!!!!
- Su voz era chillona, sarcástica y molesta, de un enorme salto activo el Shinso y lo dirigió hacia el guardia que custodiaba a la mujer, el Shinso creció y la daga se le metió entre los dos ojos partiéndose el cráneo, con un fuerte movimiento a la vez de su brazo izquierdo, estiró hacia atrás el Shinso hacia que la punta de la hoja lo siga, levantando el cuerpo del ya muerto legionario y alzándolo por el aire... - ¡¡¡Observa Gin!!!...¡Yo te enseñaré como se usa el Shinso hahahaha!- Cayó en el suelo con sus piernas flexionadas, al ras del suelo, activó nuevamente el Shinso y lo alargó tanto que llegó a cortarle todo el tobillo a otro de los legionarios, una vez mas, movió con fuerza la daga hacia un costado y la hoja pasó cortándole los pies a 2 legionarios seguidos, al no tener pies, los legionarios cayeron gritando de dolor, los 7 legionarios restantes afirmaron sus escudos y comenzaron a correr hacia el Hollow, en vano, pues él se levanto y comenzó a correr hacia ellos, un legionario lanzó su lanza hacia el Hollow y con una mano, el Hollow atrapó la lanza...en la corrida, se hicieron dos grupos de 3 y 4 legionarios para rodearlo, una muy mala idea, pues el Hollow estiró su brazo para atrás activando el Shinso y enterró la hoja en el abdomen de uno de los legionarios, Los legionarios con sus lanzas en el aire corrieron pero el Hollow ya estaba listo, se puso la mano en su abdomen y elevó el Shinso en modo daga hacia encima de su cabeza...seguida de unas palabras desconocidas para mi, en parte...
Korose...Kamishini no Shari
De esa forma el Shinso creció de forma extraña, la hoja creció mas de 10 metros en circulo, matando a todos los legionarios cual hoja avanzaba, el Shinso creó un circulo con la misma hoja y sin quebrarse, que era lo más extraño...los Legionarios cayeron...al igual que mi cuerpo...el Hollow abandonaba la escena, dejándome inconsciente.
Título
La Sombra de Gin
Ahh...toda la noche corriendo al lado del buen Marcus, quién en reiteradas ocasiones tenía que detenerse para descansar, producto de su edad avanzada y..por supuesto, su inquebrantable espíritu noble. Marcus nunca había sido un prófugo, dudo mucho que alguna vez haya matado a alguien con manos propias...el viejo parece muy seguro de querer ayudarme en mi camino, pero...deberá aprender a pelear si quiere seguir con vida en este sucio continente...llamado Roma. Cuando percibimos que los Legionarios que nos estaban buscando desaparecieron, nos dispusimos a encontrar comida...lo cual era muy difícil ya que aquel bosque tenebroso no ofrecía un muy buen menú...pero no podía darme el lujo de ser exquisito...caminando por aquel lugar encontramos una caverna al pie de la montaña, por la velocidad en que la luna bajó, supuse que habíamos estado corriendo durante 5 horas, je...pobre Marcus, no querrá decirme nada pero le agradaría estar muerto ya. Sin dudarlo...nos metimos en la caverna, comencé a quitarme la ropa rápidamente pues estaba mojada, mucho rocío había caído en las afueras y mis linajes estaban empapados, mientras me desvestía...la mirada de Marcus hacia mi se hizo mas...como decirlo...mas constante...por no decir otra cosa, cuando me percate de que el viejo me estaba mirando me detuve, mantenía mis ojos cerrados pero rostro serio...no sé que inclinación sexual tenga ese viejo...pero si sigue mirándome con esa cara acechadora lle enterraré el Shinso en la garganta...Marcus se dio cuenta de que su mirada hacia mi me hacia incomodar...así que apartó su vista hacia el exterior de la caverna, sin mas preámbulos yo continué quitándome la ropa pero más rápido, hasta quedar totalmente desnudo. Marcus volteó de nuevo para mirarme...su rostro sudaba y sus labios palpitaban, maldito viejo...sin darse cuenta...al girar todo el cuello para mirarme, su mejilla chocó con la punta de mi Shinso que había activado, sus ojos se pusieron firmes y su nuez de adán fue de arriba hacia abajo...con mis ojos cerrados le advertí que no volviera a hacer eso...o alargaría aún más mi Shinso destrozándole la mandíbula, riéndose...comentó que yo estaba confundido, le ordené que se explicara y mencionó los símbolos que estaban en mi espalda..., mas tranquilo, desactivé mi Shinso y le miré...por un lado era un alivio que ese viejo no fuera homosexual, por otro lado...me pregunté el porqué estaba interesado en mis marcas, que para ser exactos eran tatuajes. Mi rostro no expresó nada...simplemente permaneció serio...miré hacia abajo para quitarme las sandalias y le dije que ese no era asunto suyo, y no lo era...desde pequeño había tenido problemas mentales...variados, todo relacionado al intento de asesinato de mi madre biológica...que desde bebé se formó una especie de ira que no pude controlar y de vez en cuando en Britania debía de canalizar...me levanté, Marcus sonreía...no me molestó...yo iba saliendo de la caverna cuando oí la voz de Marcus...me dijo "eres un misterio...Gin"...sin prestarle demasiada atención salí de la caverna buscando hiervas secas para hacerme ropa momentánea...cuando de pronto sentí un ruido, era un jabalí espinado...muy peligroso...me quedé callado, el Jabalí estaba comiendo pasto tranquilamente, saqué mi Shinso sin que se percatada y de un movimiento le atravesé....había matado a dos pájaros de un tiro....conseguí comida y ropa...recogí al jabalí y volví a la caverna, Marcus había encendido fuego y puesto a secar la ropa...sin hablarnos, sin mirarnos, abrí el jabalí al medio quitándole las achuras...Marcus observaba con asco...viejo idiota...aún al borde de morir de hambre y se hace el fino...el jabalí se coció y comimos...como pudimos dormimos, con un ojo cerrado y otro abierto por las dudas...así lo que quedaba de la noche se consumió por completo.
El cantar de los pájaros me hizo despertar, observé hacia el lecho de Marcus pero no estaba, me levanté y lo vi afuera de la caverna, estaba con un palo practicando...mirándome me dijo buenos días, y continuó...golpeando el árbol como si fuera un oponente...como si fuera un niño pequeño jugando a ser guerrero, patético y cómico eran las palabras, me acerqué a él y comencé a explicarle pasos clásicos de la batalla cuerpo a cuerpo, postura de las manos, brazos, piernas, movimientos de caderas, sabía que el viejo no se convertiría en un arma mortal pero por lo menos que sepa defenderse y matar.... acechando al medio día, continuamos nuestro camino, los restos de jabalí los pusimos en una bolsa de cuero, hecha con la piel del Jabalí, íbamos al ras del camino, si algo se acercaba nos íbamos a esconder...así las horas pasaron, teníamos una cantimplora de agua que ta le quedaba poca, y no sentíamos ruido de alguna laguna o estanque para llenarla...así que empezamos a buscar arboles grandes y fuertes...de seguro habría agua cerca, hayamos un estanque en la rocas...me mojé el rostro pero Marcus no, quedó concentrado en una parte de la laguna, miré hacia ese lado y vi a alguien que se estaba bañando, tomé mi Shinso y esperé a que saliera, pero no salía, estaba sumergido en el agua...supongo que tendrá que salir para tomar aire...en lo profundo nada se veía, hasta que percibí que algo se me acercaba y si, así fue, lo que se escondió salió junto ami, las gotas no me dejaron ver que era, pero noté como algunas gotas comenzaban a ser cortadas por algo filoso, una espada o daga se dirigía hacia mi...tomé mi Shinso y lo detuve, las gotas cayeron y me llevé una enorme sorpresa, era una mujer...la mujer salió agitada por el oxigeno que le faltaba...también se impresionó, nos mantuvimos forcejeando las dagas durante algunos segundos, hasta que ella abrió su boca.... -No eres un legionario...¿verdad?- -mmm...no....creo que tu tampoco...así que bajaré mi daga...¿esta bien?- La mujer sonrió sarcásticamente y ambos bajamos las dagas Veo que a ustedes también los buscan los legionarios....malditos romanos, no dejan en paz a nadie y creen que el mundo debe ser de ellos... - Pues...el mundo es de ellos...señora....¿?- Sura...señorita Sura....¿y tu? - Gin, Ichimaru Gin...y él es el buen Marcus, ex Magistrado de la Real Casa de Hispania, y dime...Sura...¿porqué eres perseguida por los Legionarios...- Era una prostituta de la villa Vitolius...un hombre no quiso pagar el servicio y le maté, lo que no sabía que era un alto cargo de las Legiones Romanas en Hispania, así que...mi cabeza tiene precio...¿y ustedes? - Yo un malentendido y el buen Marcus Corvinus evasión de impuestos...- Qué conmovedor...bueno...adiós... Aquella mujer desnuda salió del estanque, se puso su ropa y se fue...como si nada hubiese pasado...la mirada de Marcus fue..increíble, parecía como si nunca hubiese visto a una mujer desnuda, jeh...viejo sátiro...sabía que era un pillo..., sin dudarlo nosotros salimos del estanque, cuando unos kilómetros más adelante sentimos gritos de la mujer...de Sura, un grupo de Legionarios la había encontrado...corrimos hacia el lugar y entre las ramas vimos, a 10 legionarios despojándola de sus ropas, tenía muy buen cuerpo por cierto, ningún hombre se le resistiría, ojos marrones, cabello negro...Marcus apretó su puño con ira, susurrándome que debíamos ayudarla, pero yo solamente miraba, no podía moverme, mis ojos estaban más abiertos que nunca, mi respiración se aceleró, una vena saltó de lugar en mi frente, Marcus comenzó a alejarse sin hacer ruido, ya estaban violando a la mujer, riéndose frenéticamente...mi peor pesadilla había empezado, los recuerdos de antaño se presenciaban de nuevo, padezco de síndrome de Personalidad Múltiple...aunque en este caso sólo era yo y otro más...el otro Gin...que fue creado a partir de toda mi infancia, aquel culpable de incitarme a asesinar a mi Madre, el culpable de que sea alguien tan desagradable en algunos aspectos, y el responsable del que esté con vida, si, fue mi sombra la que me dejó con vida cuando era un bebe, aquella sombra que vió a los ojos de mi madre biológica cuando esta ultima iba a enterrarme la daga en el cuello, esa sombra que me destroza internamente...aquella sombra que no teme descubrir mis ojos y cundir el pánico través de ellos...yo lo llamo...Hollow...Marcus tomó mi brazo pero era tarde, de un golpe en su rostro lo alejé de mi...el Hollow había tomado el total control, él manejaba mejor el Shinso que yo, era mucho mas inteligente y astuto, ademas de que mejor asesino...como alguien que mira desde una ventana lo que los demás hacen así estaba yo, Gin, viendo lo que mi Hollow hacia, saltó las ramas y quedó con la cabeza gacha...los Legionarios se percataron de su presencia, tomaron sus lanzas y escudos..la mujer fue golpeada y puesta bajo custodia bajo uno de los Legionarios...comenzaron a caminar hacia el Hollow, pero este no se movía, Marcus, recuperado del golpe, miraba atónito, uno de los legionarios, alzó la voz...la voz de "Roma"...
-¡¿Quién eres hombre y cómo te llamas?!- El Hollow quedó quieto, no respondió...hasta que tomando el Shinso con su mano izquierda...se le notó una sonrisa en la boca... -Yo....yo....
!!!!!!YO NO TENGO NOMBRE AAAAAHAHAHAHAHA!!!!!!!
- Su voz era chillona, sarcástica y molesta, de un enorme salto activo el Shinso y lo dirigió hacia el guardia que custodiaba a la mujer, el Shinso creció y la daga se le metió entre los dos ojos partiéndose el cráneo, con un fuerte movimiento a la vez de su brazo izquierdo, estiró hacia atrás el Shinso hacia que la punta de la hoja lo siga, levantando el cuerpo del ya muerto legionario y alzándolo por el aire... - ¡¡¡Observa Gin!!!...¡Yo te enseñaré como se usa el Shinso hahahaha!- Cayó en el suelo con sus piernas flexionadas, al ras del suelo, activó nuevamente el Shinso y lo alargó tanto que llegó a cortarle todo el tobillo a otro de los legionarios, una vez mas, movió con fuerza la daga hacia un costado y la hoja pasó cortándole los pies a 2 legionarios seguidos, al no tener pies, los legionarios cayeron gritando de dolor, los 7 legionarios restantes afirmaron sus escudos y comenzaron a correr hacia el Hollow, en vano, pues él se levanto y comenzó a correr hacia ellos, un legionario lanzó su lanza hacia el Hollow y con una mano, el Hollow atrapó la lanza...en la corrida, se hicieron dos grupos de 3 y 4 legionarios para rodearlo, una muy mala idea, pues el Hollow estiró su brazo para atrás activando el Shinso y enterró la hoja en el abdomen de uno de los legionarios, Los legionarios con sus lanzas en el aire corrieron pero el Hollow ya estaba listo, se puso la mano en su abdomen y elevó el Shinso en modo daga hacia encima de su cabeza...seguida de unas palabras desconocidas para mi, en parte...
Korose...Kamishini no Shari
De esa forma el Shinso creció de forma extraña, la hoja creció mas de 10 metros en circulo, matando a todos los legionarios cual hoja avanzaba, el Shinso creó un circulo con la misma hoja y sin quebrarse, que era lo más extraño...los Legionarios cayeron...al igual que mi cuerpo...el Hollow abandonaba la escena, dejándome inconsciente.
Ichimaru Gin- Cantidad de envíos : 8
Re: La serpiente llega a Hispania
Día 7 en Hispania
Titulo
Prófugo,Esclavo,Gladiador
Un horrendo dolor de cabeza me azotaba...mis ojos abiertos deslumbraron mi alrededor...una especie de cárcel subterránea, mire hacia ambos lados con dificultad, lo único que recordaba era mi Hollow que tomó parte de mi y luego caí desmayado, tomé mi cabeza con mi mano izquierda, tenía sangre, no sabía donde me encontraba en ese momento, la curiosidad se volvió terror y el terror pánico, tampoco había rastros de Marcus ni de Sura, no se que habría ocurrido, que habrá pasado, lo único que sé es que debo salir de allí ahora mismo, me tomé la cintura pero mi daga llamada Shinso no se encontraba en su lugar, además mis tobillos estaban encadenados y mis blancas vestiduras estaban rasgadas, imposible e increíble, perfectas palabras para describir mi actual situación, en un momento una puerta se abrió, era vieja, rechinó con sólo abrirse, por el reflejo de la luz tuve que cerrar mis parpados inconscientemente, y...cuando la puerta se cerró había entrado alguien...una persona tirada en el suelo, su espalda estaba toda ensangrentada, sus manos heridas...era irreconocible...traté de llamar su atención, pero parecía inconsciente...movía sin saber su mano, buscaba algo...o simplemente quería saber si se encontraba en el suelo...con dificultad comenzó a moverse, giró su cuerpo y quedó con la espalda mirando el suelo sucio y agrietado....vi su rostro...no lo podía creer, el mismo Marcus Corvinus, con frenesí le llamé, no respondía, traté de levantarme para ayudarle pero las cadenas me lo impedían...el abrió sus ojos...y sonrió, algo extraño de Marcus... - Oh...aún sigues con vida Gin, eres muy afortunado...agg...creí que ibas a morir, no despertaste en días... - - Días?...¿cuantos días estuve inconsciente?- - 4 días Gin...creímos que habías muerto... - -¿Donde estamos ahora Marcus?- - Estamos en Cauca, al norte de Segovia, en una clase de circo sangriento...fuimos capturados Gin, luego de que te desmayaste, yo intente junto con Sura levantarte y hacerte reaccionar, pero fué en vano, una guardia de pretorianos llegó de repente y nos capturaron, traté de usar tu Shikai, pero no supe manejarla, nos golpearon a mi y a Sura y nos metieron a una cárcel rodante...sabían que eramos prófugos...ahora somos esclavos condenados a muerte...a Sura ya la asesinaron...3 días sin comer estuvimos en nuestra recorrida de el este de Catón hacia Cauca, cuando llegamos reconocí este ambiente sin dudarlo...¿haz escuchado alguna vez del Coliseo Romano?...bueno...esto es algo parecido pero a menor escala obviamente, los guerreros luchan a muerte para diversión de las personas...son llamados Gladiadores, como nosotros estamos condenados a muerte...seremos ejecutados por los Gladiadores de este sitio, obviamente nos darán espadas para poder combatir a los Gladiadores, pero será inútil, yo no tengo la habilidad para hacerles frente, ya debes saberlo, pero tu...Gin, tu tienes una habilidad que jamás nadie ha visto, y los que la han visto, han muerto,debes aprender algo sobre esta clase de juegos...gánate al público, y ganarás la vida...sé que no tendrás problemas contra los Gladiadores, que no son como los pretorianos, están más preparados y ya tienen mucha experiencia, son nuestros verdugos, si captas la confianza del público, aunque estés condenado a muerte podrás salir con vida, a ningún senador le agrada que la gente esté en contra de el, así que puedes tener posibilidades...- Quedé atónito...mucha información junta perturbó mi mente a tal punto de que no podía expresar palabra alguna, la muerte de Sura no me movió para nada, era una total desconocida...pero Marcus, este viejo no debía morir de esa forma...simplemente no lo podía permitir, pero por el tono de voz de Marcus, ya había aceptado su destino...en eso comenzamos a escuchar pasos, cientos de pasos encima de aquella cárcel...eran las personas del público que comenzaban a llegar al sitio donde seríamos ejecutados...risas, gritos...el techo parecía que se iba a derrumbar y pedazos de escombros caían...un silencio se escuchó en mi mente...si tan sólo el Hollow que hay en mi no hubiera aparecido...la historia sería otra...los pasos, el habla...los cantos de las personas aumentaban...Marcus mantenía los ojos cerrados...no estaba nervioso, pobre viejo, ya sabía que había llegado al limite de su vida y quería morir con honor...en ese momento...Marcus se paró y me miró a los ojos... -Gin...hay algo que debes saber y es fundamental...uno de los Legionarios que mataste...bueno...que ese otro tú mató, era un Capitán de la Real Armada de Hispania, y su hermano...es el Legado Gleber. - -¿Legado? - - Así es, es el representante de las regiones romanas en Hispania, su mujer...Mira Gleber, es hija de un senador romano en Hispania, estos juegos son en honor a su padre...y nosotros somos las ofrendas.
El Legado Gleber sabe que fuiste tú quién asesinó a su hermano...y...quiere verte muerto...Gin...- - Ya veo...de cualquier modo, haré lo que sea para que luches conmigo...llamaré a un guardia para pedir que...- Gin...mi vida ya acabó...pero tu tienes que seguir adelante...debes...vivir...- En ese momento un guardia abrió la puerta...nombró a Marcus, el viejo se levantó, el guardia le dio una espada y justo cuando se iba...giró su cabeza... mirándome...me dijo..."Vive...Gin..."...la puerta se cerró, grité para que se detuviera pero fué en vano...de esa forma...esperé....que mi turno llegara...
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En ese mismo momento, en el palco de honor del semi Coliseo de Cauca
- Mucha gente ha venido hoy...y todo en honor a mis ancestros que por desgracia se han ido muy rápido de este mundo...espero que estén satisfechos con el regalo que les daré hoy...¿no crees?...¿hija mía?- - Así es padre, y todo gracias a mi esposo Gleber que nos ha proporcionado a estos bandidos jiji- - Seh...como tu digas...oh, también te daré las gracias...buen Solonius por proporcionar a los Gladiadores que ejecutarán a estos vándalos...- - Es un honor...Senador Albinius, mis manos hacen su voluntad...- - Espero que tus Gladiadores duren más que los últimos...Solonius...- - Yo espero que ese perro Britano muera...asesinó a mi hermano como si fuera nada...- - Ya ya Gleber, guarda tu furia...cientos de personas se han reunido hoy para esto, saca una sonrisa de tu cara y observa...
El Senador Albinius se levantó de su trono y pidió silencio...las personas callaron...yo estaba escuchando todo lo que ocurría...desde las sombras... - Ciudadanos y ciudadanas de Hispania, hijos de Roma...he aquí que comienzan los juegos en honor a mis ancestros...la real casa de los Albinius os honra en este momento en presentar a los Gladiadores, traídos desde Capua...por el entrenador de Gladiadores Solonius...- La gente estalló de energía gritando y alabando al senador...a lo lejos oí los fuertes pasos de los Gladiadores, no sabía el número exacto...pero eran mas de dos, todos contra el pobre de Marcus...que se encontraba herido... - Ahora, he de presentar al esclavo que tendrá que pagar por sus pecados hoy en día...es un ex Magistrado de la Real Casa de Hispania, que fue considerado traidor por evasión de impuestos, ¡les presento a Marcus Corvinus! El abucheo de la gente se sintió desde las catacumbas de ese sitio...me imaginé el momento...con una débil espada en su mano, Marcus caminando lentamente por sus heridas, frente a mas de dos gladiadores experimentados en batalla...en eso un guardia entró por la puerta y abrió una pequeña ventanilla que dió hacia la arena del semi coliseo...no era muy grande, más bien era una tienda con decenas de asientos y la arena en el centro...lo vi...el buen Marcus caminando lentamente en dirección a 4 Gladiadores, en sus cabezas tenían cascos...pobre viejo, su cuerpo estaba semi desnudo con heridas y lo único que lo tapaba era un taparrabo andrajoso, apreté mi mano...cerré mis ojos...Marcus llegó al sitio y comenzó a mirar hacia alrededor...hasta que un hombre...canoso...que imagino que será el Senador se movió para dar el comienzo al juego... - ¡Que comience la batalla!- [i]En ese momento los Gladiadores comenzaron a rodear al pobre de Marcus, el júbilo de la gente era impresionante...uno de los legionarios tenía una estrella de la mañana y una red, otro una lanza y un escudo, otro tenía una espada y un escudo y el último tenía una espada en cada mano, el Gladiador que sostenía la estrella de la mañana comenzó a hacerla girar en el aire, siempre moviéndose...Marcus se mantenía parado...mirando el suelo...miré detrás de mi y observé que habían cuatro guardias vigilándome, no podía hacer nada, solo mirar...el Gladiador con la espada y escudo fue el primero en lanzar un ataque, dio un gran salto y con la fuerza del impulso llevó su espada hacia el cuello de Marcus, este último levanto su espada y retiró la espada del Gladiador de su cuello, el que portaba la estrella de la mañana le lanzó la red a Marcus, pobre viejo, sin movilidad casi, fue atrapado dentro de la red, el Gladiador con la lanza corrió por detrás de la espalda de Marcus y le atravesó de lado a lado, el gladiador con las dos espadas se las enterró en el abdomen, el que tenía espada y escudo lanzó su espada y se la enterró en el pecho, Marcus cayó de rodillas, al borde de la muerte...y el último gladiador, el que lo atrapó en la red, comenzó a girar la estrella de la mañana junto a Marcus, cada vez con mas fuerza...hasta que dirigió la bola con pinchos hacia el rostro del anciano, destrozándole el rostro y arrojándolo 2 metros.... fue el final de Marcus...los Gladiadores alzaron sus armas despojándolas del cuerpo deformado de Marcus y aclamaron a la multitud, un estruendo caído del cielo...la gente gritaba, personas semi desnudas, mujeres con los pechos al aire, el fervor de las personas no tenía fin...
En ese momento...en el palco de honor...
- Vaya...¿para esto me haz hecho montar la diversión?...¿Legado Gleber?- Esto no es diversión...eso fue aburrido, la gente aclama porque siempre es así, les fascina la sangre y lo despiadado, espero que el próximo número sea un poco más entretenido...- - Ese maldito Britano asesinó a mi hermano y a otros 9 Legionarios Senador Albinius...los Gladiadores tienen más experiencia que aquellos Legionarios, sin duda alguna lo destrozarán...- - Espero que así sea, y bien...presentaré el próximo número...¿cómo se llama el Britano? - - Gin...Ichimaru Gin - - Vaya nombre...- En eso los 4 guardias me quitaron las cadenas, y me dieron mi arma...quedé atónito, no podía sacarme de la mente la escena de la muerte de Marcus, y vi el arma...era mi Shikai, Shinso...estoy seguro que ellos no saben la habilidad de mi Shikai...y sólo piensan que es una daga común...ya veo...como maté a 10 legionarios creen que seré muy peligroso con una espada, así que me han otorgado mi Shinso...que tontos...los guardias me tomaron de los brazos y me hicieron caminar...salimos de la cárcel y pasamos a través de un túnel...al llegar al final, nos detuvimos, había una puerta que daba a la salida de la arena...y la entrada...mi corazón palpitaba...podía vencer a esos cuatro gladiadores con facilidad con Shinso...pero debía ganarme el fervor del público según los consejos del recién difunto Marcus....y eso haré...
- Ciudadanos de Roma, he aquí el próximo y último número de esta tarde....un Britano, un esclavo, que sólo con su espada, asesinó a 10 legionarios mal entrenados de Hispania, mal entrenados, pero Legionarios en si...tengo el honor de presentar, en esta arena...¡al Britano Gin!...¡Ichimaru Gin! - Las puertas se abrieron de par en par, mis ojos se encontraban cerrados, lentamente comencé a caminar hacia el centro, los cuatro Gladiadores se encontraban...miré hacia el palco de honor y se encontraban distintas personas, pero una la reconocí, su mirada de ira y odio eran inconfundibles, el Legado Gleber, sediento por ver mi sangre en la arena...llegué a donde estaban los Gladiadores, tomé mi Shinso y me preparé...la gente me abucheaba...aunque...eso...terminaría pronto... - ¡Que comience el combate! -
Como con Marcus, los cuatro legionarios me rodearon, formando un circulo en constante movimiento, el Gladiador que portaba la Red y la estrella de la mañana comenzó a girar su arma principal...mis pies separados me jugaron una mala pasada...ellos ya tenían una estrategia, el hombre de la red me la lanzó en los pies pero no pude esquivarla a tiempo, y fui arrastrado hacia el suelo, intentó golpearme en el pecho con su arma principal pero no pudo, sin darme cuenta, el gladiador de las dos espadas estaba detrás de mi y me ocasionó un corte no muy profundo en mi espala...para después patearme...herido ya....y en el suelo, los gladiadores alzaron sus armas al cielo haciendo encender nuevamente al público...con dificulta me paré...me encontraba mareado debido al golpe en la espalda...el hombre con el escudo y lanza se acercó a pasos lentos, dejó su escudo en el suelo y empuñando la lanza con sus dos manos me golpeó en el cuello...la sangre que salió fue inmensa...caí de boca al suelo...ya casi muerto...mi agitación era acelerada...iba a morir...el jefe de los gladiadores, el que contaba con la red, iba a darme el golpe final...lo mire fijamente con los ojos cerrados... analizándolo...los otros tres se habían apartado...comenzó a girar su arma...sin dudarlo...le dije... - Este es mi fin...Gladiador...- - Claro que si esclavo...no es nada personal...pero aquí acaba tu vida...- - Je...¿eso crees?...me dejé golpear a propósito...idiota...- El gladiador rió, pero no por mucho, empuñe mi Shinso y lo activé... dirigí el Shikai hacia el cuerpo de el jefe y le atravesé con Shinso, la daga creció 2 metros, destrozándole los órganos del vientre, los otros tres gladiadores comenzaron a correr hacia mi, pero fue en vano, desactivando Shinso, volví a activarlo hiriendo los pies de uno de los legionarios que portaba la lanza, el que portaba dos espadas me lanzó una, pero con mi buena agilidad y ojos...le di un golpe certero a la espada y se desvió...dirigiéndose violentamente hacia el romano con espada y escudo...a tiempo, logró evitarlo con su escudo...el jefe estaba tirado en el suelo...la gente comenzó a aclamar por mi, y eso era lo que yo buscaba...el Gladiador que antes tenía dos espadas y ahora una se abalanzó contra mi, me tiré al suelo y evité que su espada rosara mi cuello, activé Shinso por debajo de sus piernas y la daga creció 2 metros, le atravesé la parte de sus órganos genitales hasta la coronilla del cráneo..., el Gladiador con la lanza me atacó, dirigiendo la lanza hacia mi cuerpo pero me paré rápidamente y me cubrí con el cuerpo del Gladiador muerto...apartando la lanza, tiré el cuerpo... estábamos en una situación inesperada para todos, la gente aclamaba y aclamaba por mi, sólo quedaba el Gladiador que antes poseía una lanza y que ahora sólo tiene escudo y el Gladiador con la espada y escudo...comencé a analizarlos, ellos miraban mi daga...impresionados...con un ágil movimiento...corrí hacia el costado del hombre que sólo tenía escudo...para su fortuna, el otro gladiador con escudo y espada se puso delante de el lanzándome una estocada al cuello, para su sorpresa, detuve su espada con una mano, obviamente me salió sangre...con el escudo trató de estocarme el cuello pero fue en vano, corte el brazo que sostenía su escudo con Shinso y clavé mi Shikai en su garganta, activándola, le perforé la garganta y la hoja creció un metro...destrozándole el cráneo..., ya sólo quedaba uno...para mi propia fortuna, las armas estaban detrás de mi , lo único que podía hacer el Gladiador era cubrirse con su escudo...pero fue en vano...pose mi Shinso en mi pecho y con una sutil voz...exclamé...
Buto
La hoja creció tres metros destrozando el escudo, traspasando su pecho y ocacionandole una muerte instantánea...suspiré...pero no todo había acabado...el jefe de los Gladiadores, el que manejaba la estrella de la mañana aún no había muerto...me dirigí hacia el...lentamente...seguro de mi victoria...aparte su red y su arma principal...lo dejé boca abajo...que besara la arena que el tanto ama...y puse mi Shinso en su nuca, sonreí...y activé Shinso...no sé cuanto creció la daga pero sé que atravesó el suelo, mi Shikai volvió a su forma original y comencé a caminar hacia el centro de la arena...dirigí mi mirada hacia el palco de honor...vi los ojos del Legado Gleber, locos de ira y de asombro...sobre todo un hombre medio calvo...la gente comenzó a gritar "¡Que viva, que viva, que viva, que viva!" sin cansarse...mi mirada siguió en aquel palco... expectante yo por la desicion del Legado y del Senador.
- Bueno...esto presenta dificultades...- -La condena a muerte permanece en pie - - Sin embargo...el desafiar los deseos de la gente... ¿es prudente? incluso para un Senador...roma no es el senado ni el Emperador, Roma es la Plebe...- ¡¡Se ha hecho un mal!!...no acepto verlo libre...- - Quizás haya una solución...si deseas tenerla en consideración...Legado...el Britano a demostrado prometer en la Arena, incluso contra los animales inferiores de Solonius, mañana me llegará una nueva partida de reclutas...podría comprar a este hombre llamado Gin...y le adiestraría en las artes de los gladiadores en mi Ludus, aunque dudo que en su situacion sobreviva hasta el cuarto de Luna...- - Ami me parece intrigante la habilidad de su arma...he visto muchas armas con habilidades, pero esta es muy diferente...no se cuanto se extiende esa hoja, incluso podría llegar hasta aquí arriba si no somos prudentes - No se discutirá más...seremos clementes...de esta manera, obtendrá el favor que buscan...- El senador se levantó ante la euforia de la gente que quería que me quede con vida...levantó sus manos y pidió calma... - Atención...pueblo de Cauca, hemos sido testigos de como este esclavo ha superado el reto más difícil...por eso mismo...yo...el Senador Albinius y el Legado Gleber...le concedemos la vida...pero no la libertad...- La gente estalló de alegría, los cimientos de aquel sitio casi se destruyen, yo...Ichimaru Gin, había sido perdonado pero no liberado...no sé que me espera en este momento...pero seguiré luchando sin cesar...para alcanzar mis fines...
...seguire...luchando...
- Aclaraciones:
- Legado Gleber
Quintus Lentulus Batiatus
Senador Albinius
Mira Gleber
Solonius
Titulo
Prófugo,Esclavo,Gladiador
Un horrendo dolor de cabeza me azotaba...mis ojos abiertos deslumbraron mi alrededor...una especie de cárcel subterránea, mire hacia ambos lados con dificultad, lo único que recordaba era mi Hollow que tomó parte de mi y luego caí desmayado, tomé mi cabeza con mi mano izquierda, tenía sangre, no sabía donde me encontraba en ese momento, la curiosidad se volvió terror y el terror pánico, tampoco había rastros de Marcus ni de Sura, no se que habría ocurrido, que habrá pasado, lo único que sé es que debo salir de allí ahora mismo, me tomé la cintura pero mi daga llamada Shinso no se encontraba en su lugar, además mis tobillos estaban encadenados y mis blancas vestiduras estaban rasgadas, imposible e increíble, perfectas palabras para describir mi actual situación, en un momento una puerta se abrió, era vieja, rechinó con sólo abrirse, por el reflejo de la luz tuve que cerrar mis parpados inconscientemente, y...cuando la puerta se cerró había entrado alguien...una persona tirada en el suelo, su espalda estaba toda ensangrentada, sus manos heridas...era irreconocible...traté de llamar su atención, pero parecía inconsciente...movía sin saber su mano, buscaba algo...o simplemente quería saber si se encontraba en el suelo...con dificultad comenzó a moverse, giró su cuerpo y quedó con la espalda mirando el suelo sucio y agrietado....vi su rostro...no lo podía creer, el mismo Marcus Corvinus, con frenesí le llamé, no respondía, traté de levantarme para ayudarle pero las cadenas me lo impedían...el abrió sus ojos...y sonrió, algo extraño de Marcus... - Oh...aún sigues con vida Gin, eres muy afortunado...agg...creí que ibas a morir, no despertaste en días... - - Días?...¿cuantos días estuve inconsciente?- - 4 días Gin...creímos que habías muerto... - -¿Donde estamos ahora Marcus?- - Estamos en Cauca, al norte de Segovia, en una clase de circo sangriento...fuimos capturados Gin, luego de que te desmayaste, yo intente junto con Sura levantarte y hacerte reaccionar, pero fué en vano, una guardia de pretorianos llegó de repente y nos capturaron, traté de usar tu Shikai, pero no supe manejarla, nos golpearon a mi y a Sura y nos metieron a una cárcel rodante...sabían que eramos prófugos...ahora somos esclavos condenados a muerte...a Sura ya la asesinaron...3 días sin comer estuvimos en nuestra recorrida de el este de Catón hacia Cauca, cuando llegamos reconocí este ambiente sin dudarlo...¿haz escuchado alguna vez del Coliseo Romano?...bueno...esto es algo parecido pero a menor escala obviamente, los guerreros luchan a muerte para diversión de las personas...son llamados Gladiadores, como nosotros estamos condenados a muerte...seremos ejecutados por los Gladiadores de este sitio, obviamente nos darán espadas para poder combatir a los Gladiadores, pero será inútil, yo no tengo la habilidad para hacerles frente, ya debes saberlo, pero tu...Gin, tu tienes una habilidad que jamás nadie ha visto, y los que la han visto, han muerto,debes aprender algo sobre esta clase de juegos...gánate al público, y ganarás la vida...sé que no tendrás problemas contra los Gladiadores, que no son como los pretorianos, están más preparados y ya tienen mucha experiencia, son nuestros verdugos, si captas la confianza del público, aunque estés condenado a muerte podrás salir con vida, a ningún senador le agrada que la gente esté en contra de el, así que puedes tener posibilidades...- Quedé atónito...mucha información junta perturbó mi mente a tal punto de que no podía expresar palabra alguna, la muerte de Sura no me movió para nada, era una total desconocida...pero Marcus, este viejo no debía morir de esa forma...simplemente no lo podía permitir, pero por el tono de voz de Marcus, ya había aceptado su destino...en eso comenzamos a escuchar pasos, cientos de pasos encima de aquella cárcel...eran las personas del público que comenzaban a llegar al sitio donde seríamos ejecutados...risas, gritos...el techo parecía que se iba a derrumbar y pedazos de escombros caían...un silencio se escuchó en mi mente...si tan sólo el Hollow que hay en mi no hubiera aparecido...la historia sería otra...los pasos, el habla...los cantos de las personas aumentaban...Marcus mantenía los ojos cerrados...no estaba nervioso, pobre viejo, ya sabía que había llegado al limite de su vida y quería morir con honor...en ese momento...Marcus se paró y me miró a los ojos... -Gin...hay algo que debes saber y es fundamental...uno de los Legionarios que mataste...bueno...que ese otro tú mató, era un Capitán de la Real Armada de Hispania, y su hermano...es el Legado Gleber. - -¿Legado? - - Así es, es el representante de las regiones romanas en Hispania, su mujer...Mira Gleber, es hija de un senador romano en Hispania, estos juegos son en honor a su padre...y nosotros somos las ofrendas.
El Legado Gleber sabe que fuiste tú quién asesinó a su hermano...y...quiere verte muerto...Gin...- - Ya veo...de cualquier modo, haré lo que sea para que luches conmigo...llamaré a un guardia para pedir que...- Gin...mi vida ya acabó...pero tu tienes que seguir adelante...debes...vivir...- En ese momento un guardia abrió la puerta...nombró a Marcus, el viejo se levantó, el guardia le dio una espada y justo cuando se iba...giró su cabeza... mirándome...me dijo..."Vive...Gin..."...la puerta se cerró, grité para que se detuviera pero fué en vano...de esa forma...esperé....que mi turno llegara...
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En ese mismo momento, en el palco de honor del semi Coliseo de Cauca
- Mucha gente ha venido hoy...y todo en honor a mis ancestros que por desgracia se han ido muy rápido de este mundo...espero que estén satisfechos con el regalo que les daré hoy...¿no crees?...¿hija mía?- - Así es padre, y todo gracias a mi esposo Gleber que nos ha proporcionado a estos bandidos jiji- - Seh...como tu digas...oh, también te daré las gracias...buen Solonius por proporcionar a los Gladiadores que ejecutarán a estos vándalos...- - Es un honor...Senador Albinius, mis manos hacen su voluntad...- - Espero que tus Gladiadores duren más que los últimos...Solonius...- - Yo espero que ese perro Britano muera...asesinó a mi hermano como si fuera nada...- - Ya ya Gleber, guarda tu furia...cientos de personas se han reunido hoy para esto, saca una sonrisa de tu cara y observa...
El Senador Albinius se levantó de su trono y pidió silencio...las personas callaron...yo estaba escuchando todo lo que ocurría...desde las sombras... - Ciudadanos y ciudadanas de Hispania, hijos de Roma...he aquí que comienzan los juegos en honor a mis ancestros...la real casa de los Albinius os honra en este momento en presentar a los Gladiadores, traídos desde Capua...por el entrenador de Gladiadores Solonius...- La gente estalló de energía gritando y alabando al senador...a lo lejos oí los fuertes pasos de los Gladiadores, no sabía el número exacto...pero eran mas de dos, todos contra el pobre de Marcus...que se encontraba herido... - Ahora, he de presentar al esclavo que tendrá que pagar por sus pecados hoy en día...es un ex Magistrado de la Real Casa de Hispania, que fue considerado traidor por evasión de impuestos, ¡les presento a Marcus Corvinus! El abucheo de la gente se sintió desde las catacumbas de ese sitio...me imaginé el momento...con una débil espada en su mano, Marcus caminando lentamente por sus heridas, frente a mas de dos gladiadores experimentados en batalla...en eso un guardia entró por la puerta y abrió una pequeña ventanilla que dió hacia la arena del semi coliseo...no era muy grande, más bien era una tienda con decenas de asientos y la arena en el centro...lo vi...el buen Marcus caminando lentamente en dirección a 4 Gladiadores, en sus cabezas tenían cascos...pobre viejo, su cuerpo estaba semi desnudo con heridas y lo único que lo tapaba era un taparrabo andrajoso, apreté mi mano...cerré mis ojos...Marcus llegó al sitio y comenzó a mirar hacia alrededor...hasta que un hombre...canoso...que imagino que será el Senador se movió para dar el comienzo al juego... - ¡Que comience la batalla!- [i]En ese momento los Gladiadores comenzaron a rodear al pobre de Marcus, el júbilo de la gente era impresionante...uno de los legionarios tenía una estrella de la mañana y una red, otro una lanza y un escudo, otro tenía una espada y un escudo y el último tenía una espada en cada mano, el Gladiador que sostenía la estrella de la mañana comenzó a hacerla girar en el aire, siempre moviéndose...Marcus se mantenía parado...mirando el suelo...miré detrás de mi y observé que habían cuatro guardias vigilándome, no podía hacer nada, solo mirar...el Gladiador con la espada y escudo fue el primero en lanzar un ataque, dio un gran salto y con la fuerza del impulso llevó su espada hacia el cuello de Marcus, este último levanto su espada y retiró la espada del Gladiador de su cuello, el que portaba la estrella de la mañana le lanzó la red a Marcus, pobre viejo, sin movilidad casi, fue atrapado dentro de la red, el Gladiador con la lanza corrió por detrás de la espalda de Marcus y le atravesó de lado a lado, el gladiador con las dos espadas se las enterró en el abdomen, el que tenía espada y escudo lanzó su espada y se la enterró en el pecho, Marcus cayó de rodillas, al borde de la muerte...y el último gladiador, el que lo atrapó en la red, comenzó a girar la estrella de la mañana junto a Marcus, cada vez con mas fuerza...hasta que dirigió la bola con pinchos hacia el rostro del anciano, destrozándole el rostro y arrojándolo 2 metros.... fue el final de Marcus...los Gladiadores alzaron sus armas despojándolas del cuerpo deformado de Marcus y aclamaron a la multitud, un estruendo caído del cielo...la gente gritaba, personas semi desnudas, mujeres con los pechos al aire, el fervor de las personas no tenía fin...
En ese momento...en el palco de honor...
- Vaya...¿para esto me haz hecho montar la diversión?...¿Legado Gleber?- Esto no es diversión...eso fue aburrido, la gente aclama porque siempre es así, les fascina la sangre y lo despiadado, espero que el próximo número sea un poco más entretenido...- - Ese maldito Britano asesinó a mi hermano y a otros 9 Legionarios Senador Albinius...los Gladiadores tienen más experiencia que aquellos Legionarios, sin duda alguna lo destrozarán...- - Espero que así sea, y bien...presentaré el próximo número...¿cómo se llama el Britano? - - Gin...Ichimaru Gin - - Vaya nombre...- En eso los 4 guardias me quitaron las cadenas, y me dieron mi arma...quedé atónito, no podía sacarme de la mente la escena de la muerte de Marcus, y vi el arma...era mi Shikai, Shinso...estoy seguro que ellos no saben la habilidad de mi Shikai...y sólo piensan que es una daga común...ya veo...como maté a 10 legionarios creen que seré muy peligroso con una espada, así que me han otorgado mi Shinso...que tontos...los guardias me tomaron de los brazos y me hicieron caminar...salimos de la cárcel y pasamos a través de un túnel...al llegar al final, nos detuvimos, había una puerta que daba a la salida de la arena...y la entrada...mi corazón palpitaba...podía vencer a esos cuatro gladiadores con facilidad con Shinso...pero debía ganarme el fervor del público según los consejos del recién difunto Marcus....y eso haré...
- Ciudadanos de Roma, he aquí el próximo y último número de esta tarde....un Britano, un esclavo, que sólo con su espada, asesinó a 10 legionarios mal entrenados de Hispania, mal entrenados, pero Legionarios en si...tengo el honor de presentar, en esta arena...¡al Britano Gin!...¡Ichimaru Gin! - Las puertas se abrieron de par en par, mis ojos se encontraban cerrados, lentamente comencé a caminar hacia el centro, los cuatro Gladiadores se encontraban...miré hacia el palco de honor y se encontraban distintas personas, pero una la reconocí, su mirada de ira y odio eran inconfundibles, el Legado Gleber, sediento por ver mi sangre en la arena...llegué a donde estaban los Gladiadores, tomé mi Shinso y me preparé...la gente me abucheaba...aunque...eso...terminaría pronto... - ¡Que comience el combate! -
Como con Marcus, los cuatro legionarios me rodearon, formando un circulo en constante movimiento, el Gladiador que portaba la Red y la estrella de la mañana comenzó a girar su arma principal...mis pies separados me jugaron una mala pasada...ellos ya tenían una estrategia, el hombre de la red me la lanzó en los pies pero no pude esquivarla a tiempo, y fui arrastrado hacia el suelo, intentó golpearme en el pecho con su arma principal pero no pudo, sin darme cuenta, el gladiador de las dos espadas estaba detrás de mi y me ocasionó un corte no muy profundo en mi espala...para después patearme...herido ya....y en el suelo, los gladiadores alzaron sus armas al cielo haciendo encender nuevamente al público...con dificulta me paré...me encontraba mareado debido al golpe en la espalda...el hombre con el escudo y lanza se acercó a pasos lentos, dejó su escudo en el suelo y empuñando la lanza con sus dos manos me golpeó en el cuello...la sangre que salió fue inmensa...caí de boca al suelo...ya casi muerto...mi agitación era acelerada...iba a morir...el jefe de los gladiadores, el que contaba con la red, iba a darme el golpe final...lo mire fijamente con los ojos cerrados... analizándolo...los otros tres se habían apartado...comenzó a girar su arma...sin dudarlo...le dije... - Este es mi fin...Gladiador...- - Claro que si esclavo...no es nada personal...pero aquí acaba tu vida...- - Je...¿eso crees?...me dejé golpear a propósito...idiota...- El gladiador rió, pero no por mucho, empuñe mi Shinso y lo activé... dirigí el Shikai hacia el cuerpo de el jefe y le atravesé con Shinso, la daga creció 2 metros, destrozándole los órganos del vientre, los otros tres gladiadores comenzaron a correr hacia mi, pero fue en vano, desactivando Shinso, volví a activarlo hiriendo los pies de uno de los legionarios que portaba la lanza, el que portaba dos espadas me lanzó una, pero con mi buena agilidad y ojos...le di un golpe certero a la espada y se desvió...dirigiéndose violentamente hacia el romano con espada y escudo...a tiempo, logró evitarlo con su escudo...el jefe estaba tirado en el suelo...la gente comenzó a aclamar por mi, y eso era lo que yo buscaba...el Gladiador que antes tenía dos espadas y ahora una se abalanzó contra mi, me tiré al suelo y evité que su espada rosara mi cuello, activé Shinso por debajo de sus piernas y la daga creció 2 metros, le atravesé la parte de sus órganos genitales hasta la coronilla del cráneo..., el Gladiador con la lanza me atacó, dirigiendo la lanza hacia mi cuerpo pero me paré rápidamente y me cubrí con el cuerpo del Gladiador muerto...apartando la lanza, tiré el cuerpo... estábamos en una situación inesperada para todos, la gente aclamaba y aclamaba por mi, sólo quedaba el Gladiador que antes poseía una lanza y que ahora sólo tiene escudo y el Gladiador con la espada y escudo...comencé a analizarlos, ellos miraban mi daga...impresionados...con un ágil movimiento...corrí hacia el costado del hombre que sólo tenía escudo...para su fortuna, el otro gladiador con escudo y espada se puso delante de el lanzándome una estocada al cuello, para su sorpresa, detuve su espada con una mano, obviamente me salió sangre...con el escudo trató de estocarme el cuello pero fue en vano, corte el brazo que sostenía su escudo con Shinso y clavé mi Shikai en su garganta, activándola, le perforé la garganta y la hoja creció un metro...destrozándole el cráneo..., ya sólo quedaba uno...para mi propia fortuna, las armas estaban detrás de mi , lo único que podía hacer el Gladiador era cubrirse con su escudo...pero fue en vano...pose mi Shinso en mi pecho y con una sutil voz...exclamé...
Buto
La hoja creció tres metros destrozando el escudo, traspasando su pecho y ocacionandole una muerte instantánea...suspiré...pero no todo había acabado...el jefe de los Gladiadores, el que manejaba la estrella de la mañana aún no había muerto...me dirigí hacia el...lentamente...seguro de mi victoria...aparte su red y su arma principal...lo dejé boca abajo...que besara la arena que el tanto ama...y puse mi Shinso en su nuca, sonreí...y activé Shinso...no sé cuanto creció la daga pero sé que atravesó el suelo, mi Shikai volvió a su forma original y comencé a caminar hacia el centro de la arena...dirigí mi mirada hacia el palco de honor...vi los ojos del Legado Gleber, locos de ira y de asombro...sobre todo un hombre medio calvo...la gente comenzó a gritar "¡Que viva, que viva, que viva, que viva!" sin cansarse...mi mirada siguió en aquel palco... expectante yo por la desicion del Legado y del Senador.
- Bueno...esto presenta dificultades...- -La condena a muerte permanece en pie - - Sin embargo...el desafiar los deseos de la gente... ¿es prudente? incluso para un Senador...roma no es el senado ni el Emperador, Roma es la Plebe...- ¡¡Se ha hecho un mal!!...no acepto verlo libre...- - Quizás haya una solución...si deseas tenerla en consideración...Legado...el Britano a demostrado prometer en la Arena, incluso contra los animales inferiores de Solonius, mañana me llegará una nueva partida de reclutas...podría comprar a este hombre llamado Gin...y le adiestraría en las artes de los gladiadores en mi Ludus, aunque dudo que en su situacion sobreviva hasta el cuarto de Luna...- - Ami me parece intrigante la habilidad de su arma...he visto muchas armas con habilidades, pero esta es muy diferente...no se cuanto se extiende esa hoja, incluso podría llegar hasta aquí arriba si no somos prudentes - No se discutirá más...seremos clementes...de esta manera, obtendrá el favor que buscan...- El senador se levantó ante la euforia de la gente que quería que me quede con vida...levantó sus manos y pidió calma... - Atención...pueblo de Cauca, hemos sido testigos de como este esclavo ha superado el reto más difícil...por eso mismo...yo...el Senador Albinius y el Legado Gleber...le concedemos la vida...pero no la libertad...- La gente estalló de alegría, los cimientos de aquel sitio casi se destruyen, yo...Ichimaru Gin, había sido perdonado pero no liberado...no sé que me espera en este momento...pero seguiré luchando sin cesar...para alcanzar mis fines...
...seguire...luchando...
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