Prision de pesadillas

por Priscos Miér Ene 04, 2012 2:59 pm

OFF
Aqui sigue el sueño.

El sueño continuaba pero esta vez en otro lugar, después de haber introducido la esfera habia alcanzado a notar a un extraño personaje que parecía estar muy ataviado con un extraño ropaje oscuro, que al parecer era de metal debido a unos cuantos reflejos que tenia, -Morpheo, estén listos yo no tardare en estarlos, nuestro señor Hades ya está totalmente despierto y Tanathos aun no muestra señales de estarlo- y le contestaron –Como usted ordene- y después desapareció para aparecer en un nuevo lugar en el que se encontraba otro nuevo guerrero que también estaba ataviado de un ropaje completamente verde, aquel sujeto tenia un aspecto aterrador e intimidante, -Ikelos- dijo Priscos a lo que aquel sujeto le contesto mientras se hincaba haciéndole una referencia –Mi señor- y Priscos dijo –Sera mejor que estén listos, he venido a dejar un alma de un cuerpo que me servirá como sirviente mientras despierto y de paso le aviso que se preparen- A lo que le contestaron –Siempre estoy listo- y priscos dijo mientras se daba la vuelta –ya he avisado a Morpheo, solo falta Phantasos y Oneiros- y después desapareció.

por Priscos Dom Mayo 20, 2012 5:02 pm

El misterioso casco que mas bien parecía ser uina especie de diadema fusionada con una corona era de un color oscuro y tenía un aspecto muy raro, una extraña figura en forma de ala salía de uno de sus lados y del otro salía otra que le duplicaba el tamaño a la primera, tan distraído estaba viendo ese extraño casco que no se percato que el enorme portón que estaba frente a el se había abierto dejando ver tras de sí un resplandeciente fulgor que hizo que priscos se cubriera el rostro con los antebrazos para evitar quedar segado. Después de unos instantes esta luz se atenuó y Priscos pudo ver lo que había del otro lado, era madamas ni nada menos que lo mismo, una especie de dimensión que al igual parecía una especie de jaula de ave que estaba cubierta por una tela color violeta, solo que esta además tenía una ligera tonalidad rojiza que de alguna manera parecía aterradora. Al pasar la puerta se cerró detrás de el y segundos después desapareció de la misma manera que había aparecido dejando tras de si un sonido macabro de dos metales rosando, Unas esferas del mismo color que ese espacio se hicieron presentes, cosa que a Priscos le aterraba.

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