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Recuerdos de un antiguo tiempo...
5 participantes
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Recuerdos de un antiguo tiempo...
Aclaraciones: Hablo - "Recuerdos"
Había comenzado una leve nevazón en las tierras del nuevo Asgard, pero aquel evento climático era pequeño y no evitaba que la gente pudiera salir para hacer sus quehaceres. Desde los alrededores del pueblo se podía observar con majestuosidad la reconstrucción de aquel pueblo destruido por los dioses hace un tiempo atrás, lo cual afecto a los pocos sobrevivientes quienes se dispersaron por varios territorios hasta algunos se dirigieron a las tierras barbarás ahora conquistadas por el imperio romano. Pero aquella situación mencionada, ya era echo del pasado pues solo con la idea de un personaje en particular se pudo lograr en concreto lo que hoy en día es nombrado el nuevo Asgard, y por no decirlo así el palacio de Valhalla el cual también renació gracias a la ayuda de todos.
Saliendo de aquel pueblo, pasando por un gran lago de cristal… Se lograba llegar a un bosque oscuro en el cual muy pocos se adentraban, aquel bosque no tenia nada de interesante pues para los que se adentraban en el, lo interesante era llegar al final de este para subir una gran colina y obtener una gran vista casi completa de todo el continente helado, lo cual serviría mucho a la hora de una guerra pues era como un lugar para vigilar que todo estuviese normal. En aquel lugar mencionado se encontraba un hombre, de una edad cercana a los 30 años de edad, con una complexión muscular normal. Vestía una capucha negra y debajo de ella ropa de guerrero para los entrenamientos.
El viento soplaba levantando un poco de fuerte nevazón la cual no provocaba ningún problema al hombre que se encontraba en aquel lugar a la orilla del final de aquella colina a la salida del bosque oscuro. Se encontraba pensativo, silencioso y analizando la gran vista que allí contemplaba, observaba aquel nuevo pueblo lleno de tranquilidad lo cual le hacia sentir bien, pero lentamente giraba su vista hacia la dirección donde se podría decir se encontraba el sur de Europa, pensaba muchas cosas y cerraba sus ojos lentamente.
-No puedo creer como hay personas en esta tierra con tanta ambición, el querer más de lo que ya poseen les lleva a la guerra, batallas interminables y muertes sin sentido. ¿Por qué querer más de lo que ya se posee con soberana amplitud?... Espero que no se atrevan a pasar por este lugar y menos conquistarlo, aunque de todas formas ya creo que deben saber sobre el renacimiento de Asgard en este lugar… Como digo, no entiendo el batallar por querer más cosas… Yo prefirió luchar…. Utilizar el filo de mi espada por proteger a mi pueblo no por absoluta y blasfema ambición de poder…
Un suspiro silencio a aquel hombre… El cual comenzó a recordar un breve tanto de su pasado, pasado que le daba en verdad el titulo que sustentaba a sus espaldas… Aquel hombre en aquella colina de nieve era llamado Knoll, el cual trajo la confianza a aquel pueblo devastado nuevamente uniendo lo que quedaba de los pueblos vikingos, dando la seguridad a los aldeanos del pueblo que contaban con alguien que los iba a proteger y les daría un lugar lleno de paz fuera de aquellas guerras por ambición de poder. Gracias a eso, fueron muchos jóvenes que se unieron a la causa, le ayudara a construir el nuevo Asgard piedra por piedra… Levantar muralla tras muralla, darle un hogar a los indefensos… Como se mencionaba, lentamente en su mente se lograban posicionar imágenes del pasado de aquel día en cuando solo era un niño… El cual anhelo algo más de lo normal, algo que yacía muerte era su esperanza para su pueblo…
“-¿Qué habrá allá al final…? me interesa ver… Mi abuelo me ha contado una historia muy antigua, ¿Sera cierta?... Lo tendré que averiguar yo mismo, no creo que se enoje por dejar por un momento mis deberes… Iré a aquel lugar y llegare a la cima… Si lo hare…
Aquel niño en ese momento se dispuso a dejar sus deberes de lado y averiguar si la historia contada por su abuelo era algo en verdad… Comenzó a caminar, sabiendo que ir a aquel lugar no seria nada fácil, su vista estaba fija en un punto determinado al cual deseaba llegar. Paso a paso tras una leve nevazón sentía como algo le incitaba a seguir avanzando sin importar lo que se encontrara en aquel camino. Pasaron un par de horas y logro llegar a su objetivo, no había nada de otro mundo al paso de aquel muchacho solo hasta que llego a su objetivo y encontró unas ruinas… Lo cual le asombro a su corta edad, sus ojos observaron todo lo que se encontraba al frente de el… Internándose aun más en aquel lugar en ruinas…
-Interesante… Demasiado diría yo, así que estas ruinas serian lo que algún tiempo como dijo mi abuelo, esto era el gran palacio de Valhalla… Ahora logro entender el por que nuestro pueblo esta tan dividido… No hay nada que nos pueda volver a ser como antes… Ser unidos, un pueblo de guerreros protectores como deberías ser en estos momentos… Ahora el ver estas ruinas puedo decir que la Leyenda de Odín y sus dioses guerreros existió en mi pueblo, que algunas ves lucharon por nuestro pueblo para la protección de los nuestros… No soy nadie en estos instantes, pero lo prometo, prometo que voy a intentar todo lo posible para volver a unir a Asgard y reconstruir todo esto que esta aquí, yo… Knoll, sin importar mis obstáculos hare que mi gente se sienta protegida… Lo juro…
Desde aquel momento, aquel pequeño muchacho juro algo que apenas se podría encontrar a su alcance, pero aquellas palabras aunque nadie las oyó o quizás si, aquellas palabras eran con determinación…”
Los recuerdo de un momento determinado habían pasado por su mente, recuerdo el cual le agraciaba mucho pues juro algo que hoy en día se encontraba realizando de verdad. Habían pasado muchos años y sus logros obtenían los meritos necesarios… Hasta la gente agradecido por lo logrado, le habían nombrado como líder de Asgard, lo cual al principio no aceptaba pues encontraba que solo estaba haciendo un bien para los demás, pero al pasar el tiempo comenzó a madurar y tomo en realidad aquel papel de líder, jurando la protección total de su pueblo y los respetos al dios Odín.
-… El silencio y la tranquilidad de estas tierras, debe prosperar por siempre. Jure en aquel día, al haber encontrado la espada guerrera del Dios Odín, Balmung. El que siempre me haría cargo del pueblo y que si estabas en peligro no dudaría en utilizarla para salvar a los míos.
Quedo en silencio observando el paisaje, se podría llegar a decir un hermoso paisaje de color blanco… Knoll, pensaba en muchas cosas pero fue un momento en el que guardo silencio y sus ojos se encontraban mirando aquel pueblo… Asgard…
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Había comenzado una leve nevazón en las tierras del nuevo Asgard, pero aquel evento climático era pequeño y no evitaba que la gente pudiera salir para hacer sus quehaceres. Desde los alrededores del pueblo se podía observar con majestuosidad la reconstrucción de aquel pueblo destruido por los dioses hace un tiempo atrás, lo cual afecto a los pocos sobrevivientes quienes se dispersaron por varios territorios hasta algunos se dirigieron a las tierras barbarás ahora conquistadas por el imperio romano. Pero aquella situación mencionada, ya era echo del pasado pues solo con la idea de un personaje en particular se pudo lograr en concreto lo que hoy en día es nombrado el nuevo Asgard, y por no decirlo así el palacio de Valhalla el cual también renació gracias a la ayuda de todos.
Saliendo de aquel pueblo, pasando por un gran lago de cristal… Se lograba llegar a un bosque oscuro en el cual muy pocos se adentraban, aquel bosque no tenia nada de interesante pues para los que se adentraban en el, lo interesante era llegar al final de este para subir una gran colina y obtener una gran vista casi completa de todo el continente helado, lo cual serviría mucho a la hora de una guerra pues era como un lugar para vigilar que todo estuviese normal. En aquel lugar mencionado se encontraba un hombre, de una edad cercana a los 30 años de edad, con una complexión muscular normal. Vestía una capucha negra y debajo de ella ropa de guerrero para los entrenamientos.
El viento soplaba levantando un poco de fuerte nevazón la cual no provocaba ningún problema al hombre que se encontraba en aquel lugar a la orilla del final de aquella colina a la salida del bosque oscuro. Se encontraba pensativo, silencioso y analizando la gran vista que allí contemplaba, observaba aquel nuevo pueblo lleno de tranquilidad lo cual le hacia sentir bien, pero lentamente giraba su vista hacia la dirección donde se podría decir se encontraba el sur de Europa, pensaba muchas cosas y cerraba sus ojos lentamente.
-No puedo creer como hay personas en esta tierra con tanta ambición, el querer más de lo que ya poseen les lleva a la guerra, batallas interminables y muertes sin sentido. ¿Por qué querer más de lo que ya se posee con soberana amplitud?... Espero que no se atrevan a pasar por este lugar y menos conquistarlo, aunque de todas formas ya creo que deben saber sobre el renacimiento de Asgard en este lugar… Como digo, no entiendo el batallar por querer más cosas… Yo prefirió luchar…. Utilizar el filo de mi espada por proteger a mi pueblo no por absoluta y blasfema ambición de poder…
Un suspiro silencio a aquel hombre… El cual comenzó a recordar un breve tanto de su pasado, pasado que le daba en verdad el titulo que sustentaba a sus espaldas… Aquel hombre en aquella colina de nieve era llamado Knoll, el cual trajo la confianza a aquel pueblo devastado nuevamente uniendo lo que quedaba de los pueblos vikingos, dando la seguridad a los aldeanos del pueblo que contaban con alguien que los iba a proteger y les daría un lugar lleno de paz fuera de aquellas guerras por ambición de poder. Gracias a eso, fueron muchos jóvenes que se unieron a la causa, le ayudara a construir el nuevo Asgard piedra por piedra… Levantar muralla tras muralla, darle un hogar a los indefensos… Como se mencionaba, lentamente en su mente se lograban posicionar imágenes del pasado de aquel día en cuando solo era un niño… El cual anhelo algo más de lo normal, algo que yacía muerte era su esperanza para su pueblo…
“-¿Qué habrá allá al final…? me interesa ver… Mi abuelo me ha contado una historia muy antigua, ¿Sera cierta?... Lo tendré que averiguar yo mismo, no creo que se enoje por dejar por un momento mis deberes… Iré a aquel lugar y llegare a la cima… Si lo hare…
Aquel niño en ese momento se dispuso a dejar sus deberes de lado y averiguar si la historia contada por su abuelo era algo en verdad… Comenzó a caminar, sabiendo que ir a aquel lugar no seria nada fácil, su vista estaba fija en un punto determinado al cual deseaba llegar. Paso a paso tras una leve nevazón sentía como algo le incitaba a seguir avanzando sin importar lo que se encontrara en aquel camino. Pasaron un par de horas y logro llegar a su objetivo, no había nada de otro mundo al paso de aquel muchacho solo hasta que llego a su objetivo y encontró unas ruinas… Lo cual le asombro a su corta edad, sus ojos observaron todo lo que se encontraba al frente de el… Internándose aun más en aquel lugar en ruinas…
-Interesante… Demasiado diría yo, así que estas ruinas serian lo que algún tiempo como dijo mi abuelo, esto era el gran palacio de Valhalla… Ahora logro entender el por que nuestro pueblo esta tan dividido… No hay nada que nos pueda volver a ser como antes… Ser unidos, un pueblo de guerreros protectores como deberías ser en estos momentos… Ahora el ver estas ruinas puedo decir que la Leyenda de Odín y sus dioses guerreros existió en mi pueblo, que algunas ves lucharon por nuestro pueblo para la protección de los nuestros… No soy nadie en estos instantes, pero lo prometo, prometo que voy a intentar todo lo posible para volver a unir a Asgard y reconstruir todo esto que esta aquí, yo… Knoll, sin importar mis obstáculos hare que mi gente se sienta protegida… Lo juro…
Desde aquel momento, aquel pequeño muchacho juro algo que apenas se podría encontrar a su alcance, pero aquellas palabras aunque nadie las oyó o quizás si, aquellas palabras eran con determinación…”
Los recuerdo de un momento determinado habían pasado por su mente, recuerdo el cual le agraciaba mucho pues juro algo que hoy en día se encontraba realizando de verdad. Habían pasado muchos años y sus logros obtenían los meritos necesarios… Hasta la gente agradecido por lo logrado, le habían nombrado como líder de Asgard, lo cual al principio no aceptaba pues encontraba que solo estaba haciendo un bien para los demás, pero al pasar el tiempo comenzó a madurar y tomo en realidad aquel papel de líder, jurando la protección total de su pueblo y los respetos al dios Odín.
-… El silencio y la tranquilidad de estas tierras, debe prosperar por siempre. Jure en aquel día, al haber encontrado la espada guerrera del Dios Odín, Balmung. El que siempre me haría cargo del pueblo y que si estabas en peligro no dudaría en utilizarla para salvar a los míos.
Quedo en silencio observando el paisaje, se podría llegar a decir un hermoso paisaje de color blanco… Knoll, pensaba en muchas cosas pero fue un momento en el que guardo silencio y sus ojos se encontraban mirando aquel pueblo… Asgard…
Knoll- Cantidad de envíos : 11
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Un gran y fuerte soplido de viento fue lo que hizo que Knoll, el líder del nuevo pueblo de Asgard quedase pensativo y tomando sus palabras dichas anteriormente sobre aquella espada encontrada la cual todos sabían que era la espada legendaria de Odín, comenzase a recordar el día de su encuentro tras aquella construcción del pueblo en sus inicios, más bien del palacio de Valhalla.
“Un día como todos, construyendo y ayudando a los demás, rápidamente se podía observar como la construcción del nuevo Asgard junto al palacio de Valhalla, avanzaba cada ves más rápido gracias a la gente que llegaba y ayudaba. El tiempo era frío como siempre y nunca había de cambiar, pero estaba estable para seguir trabajando. En eso se podía observar ya a un joven de mayor edad, el cual era en cierto modo Knoll. Luego de años de haber jurado lo que en ese momento estaba realizando, uniendo a los pueblos en un lugar donde resaltaría la paz. Habían llegado muchos personajes nuevos aportando con víveres al lugar como un tal Onoki, también se observaba a un joven que con un arpa alegraba las tardes a los niños del pueblo entre muchas cosas le daba una especie de alegría musical a la construcción el cual tenia el nombre de Jabranth… El día seguía y en un momento el joven denominado líder, puesto que no aceptaba en ese entonces movió unas rocas las cuales se derrumbaron hacia un lado dejando a la vista una espada… De un tamaño un poco más grande de lo normal y con un filo majestuoso que se conservaba aunque estaba enterrado en los inhóspitos suelos… Tomando aquel objeto, la gente del pueblo se acerco y supieron por las leyendas contadas que aquella espada era especial, pues era la espada que utilizaba el mismo Odín en las batallas, además pensaron que había una razón para encontrarla y el que la encontrase fuese Knoll… El cual hizo un juramente antes de guardar dicho tesoro…
-No lo pensare dos veces si mi pueblo se encuentra en peligro. Alzare esta espada en contra de nuestros enemigos para solo protegerlos con ayuda de nuestros guerreros… No quiero asesinar por poder ni pro ambición solo deseo que nuestra paz permanezca pro siempre y para siempre… Lo cual siempre lo mantendré como legado… Nadie utilizara esta espada como artilugio de guerra a no ser que sea necesario… Les doy las gracias por encomendármela… y solo una cosa más… ¡¡¡VIVA ASGARD!!!! ¡¡¡VIVA ODÍN!!!...
La gente del pueblo celebraba… Dichas palabras que les daba protección, los guerreros que apoyaban la causa de Knoll y estaban dispuestos a luchar por Asgard, observaban la situación viendo como un solo hombre pudo cambiar y reconstruir algo en ruinas…”
Cerro sus ojos y dejo pasar el tiempo…
“Un día como todos, construyendo y ayudando a los demás, rápidamente se podía observar como la construcción del nuevo Asgard junto al palacio de Valhalla, avanzaba cada ves más rápido gracias a la gente que llegaba y ayudaba. El tiempo era frío como siempre y nunca había de cambiar, pero estaba estable para seguir trabajando. En eso se podía observar ya a un joven de mayor edad, el cual era en cierto modo Knoll. Luego de años de haber jurado lo que en ese momento estaba realizando, uniendo a los pueblos en un lugar donde resaltaría la paz. Habían llegado muchos personajes nuevos aportando con víveres al lugar como un tal Onoki, también se observaba a un joven que con un arpa alegraba las tardes a los niños del pueblo entre muchas cosas le daba una especie de alegría musical a la construcción el cual tenia el nombre de Jabranth… El día seguía y en un momento el joven denominado líder, puesto que no aceptaba en ese entonces movió unas rocas las cuales se derrumbaron hacia un lado dejando a la vista una espada… De un tamaño un poco más grande de lo normal y con un filo majestuoso que se conservaba aunque estaba enterrado en los inhóspitos suelos… Tomando aquel objeto, la gente del pueblo se acerco y supieron por las leyendas contadas que aquella espada era especial, pues era la espada que utilizaba el mismo Odín en las batallas, además pensaron que había una razón para encontrarla y el que la encontrase fuese Knoll… El cual hizo un juramente antes de guardar dicho tesoro…
-No lo pensare dos veces si mi pueblo se encuentra en peligro. Alzare esta espada en contra de nuestros enemigos para solo protegerlos con ayuda de nuestros guerreros… No quiero asesinar por poder ni pro ambición solo deseo que nuestra paz permanezca pro siempre y para siempre… Lo cual siempre lo mantendré como legado… Nadie utilizara esta espada como artilugio de guerra a no ser que sea necesario… Les doy las gracias por encomendármela… y solo una cosa más… ¡¡¡VIVA ASGARD!!!! ¡¡¡VIVA ODÍN!!!...
La gente del pueblo celebraba… Dichas palabras que les daba protección, los guerreros que apoyaban la causa de Knoll y estaban dispuestos a luchar por Asgard, observaban la situación viendo como un solo hombre pudo cambiar y reconstruir algo en ruinas…”
Cerro sus ojos y dejo pasar el tiempo…
Knoll- Cantidad de envíos : 11
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Venía caminando desde el Castillo Valhalla, a pesar de que en ese momento él tenía que estar trabajando, no lo estaba haciendo se sentía como cansado y quizás el sueño que había tenido lo perturbaba un poco. Un abrigo de pieles cubría su torso; una espada en el cinturón envainada y unos pantalones bastante abrigados que finalizaban con unas trabillas de pieles. A pesar de que la nieve le daba justo en el rostro, no cesaba su paso lento. Parecían tierras de nadie, unas tierras níveas que parecían no tener fin.
Justo a sus espaldas la maravillosa estructura del Valhalla se asomaba por encima de todas las casas del pueblo de Asgard y a al lado de aquel Palacio, la enorme estatua del Dios Odín, con aquel brillo de vida que solo se podía ver con ojos Vikingos. Su espada Balmung en lo más alto y su escudo en su mano izquierda; con su casco Vikingo que tenía unos tonos dorados, al igual que su cinturón y su peto. Que grandioso era Odín a los ojos de Seisyll, para él… un ejemplo a seguir, al igual que Knoll.
El hombre caminaba sobre el camino de piedra que habían construido junto con Knoll hacía ya años, eran buenos esos tiempos, cuando todos eran más jóvenes. Les vio crecer y comprendió que en ellos tenía una familia, pero no una de sangre… como podría llegar a encontrar en las tierras calidas, ya que algo le decía que su hermano estaba vivo. No solo eso, soñaba con que él era un gran guerrero y de seguro de los mejores, pero lo único que podía ver en sueños era que había sol donde él estaba. Sol, algo que Seisyll, por su palidez, obviamente jamás había conocido, él solo conocía el hielo. Toda su vida fue así, alguien callado y la nieve era su mejor compañera de las noches de soledad.
A pesar de conocer a todos desde pequeños, siempre fue el chico alejado de los que crecían juntos. Sin duda podía dar su vida por el pueblo, pero no se sentía tan… unido con los demás, si bien para ellos eran como hermanos, pero cuando llegaba la hora de dormir, Seisyll se pasaba horas antes de cerrar sus ojos pensando en que era lo que deparaba su destino. Era alguien que sin duda algo le faltaba y era eso, cuando se lo confesaron… que tenía un gemelo. Si bien comprendió que era la tradición y que ya tenía una familia formada en Asgard junto con sus compañeros, jamás aceptó el simple hecho de no conocer a su hermano y le intrigaba si algún día podría encontrarlo.
Entre pensamientos, estaba caminando y fue en ese momento donde terminó de recordar un par de cosas sobre el sueño que había tenido hacía instantes atrás, levantó su vista y observó a Knoll. Pensante, como siempre, callado entre la nieve, quizás observando por si alguien quería invadir las tierras pacificas de Asgard. Si alguien daría la vida por su pueblo, ese de seguro era Knoll y se podía decir que Seisyll, iría a su lado sin pensarlo. Un hermano para Seisyll, un hermano mayor… y con el único que se llegaba a comunicar mejor que nadie, sin duda alguna el era el único que podía sacarle una charla.
Pero verle ahí tan callado, por momentos le invadió la curiosidad al Asgardiano de cabello turquesa. Se paró justo al lado de él y observó hacia el horizonte, sin mirarlo a los ojos, tan solo estando a su par, con una media sonrisa musitó por momentos unas palabras a Knoll. – ¿En que estás pensando?
Justo a sus espaldas la maravillosa estructura del Valhalla se asomaba por encima de todas las casas del pueblo de Asgard y a al lado de aquel Palacio, la enorme estatua del Dios Odín, con aquel brillo de vida que solo se podía ver con ojos Vikingos. Su espada Balmung en lo más alto y su escudo en su mano izquierda; con su casco Vikingo que tenía unos tonos dorados, al igual que su cinturón y su peto. Que grandioso era Odín a los ojos de Seisyll, para él… un ejemplo a seguir, al igual que Knoll.
El hombre caminaba sobre el camino de piedra que habían construido junto con Knoll hacía ya años, eran buenos esos tiempos, cuando todos eran más jóvenes. Les vio crecer y comprendió que en ellos tenía una familia, pero no una de sangre… como podría llegar a encontrar en las tierras calidas, ya que algo le decía que su hermano estaba vivo. No solo eso, soñaba con que él era un gran guerrero y de seguro de los mejores, pero lo único que podía ver en sueños era que había sol donde él estaba. Sol, algo que Seisyll, por su palidez, obviamente jamás había conocido, él solo conocía el hielo. Toda su vida fue así, alguien callado y la nieve era su mejor compañera de las noches de soledad.
A pesar de conocer a todos desde pequeños, siempre fue el chico alejado de los que crecían juntos. Sin duda podía dar su vida por el pueblo, pero no se sentía tan… unido con los demás, si bien para ellos eran como hermanos, pero cuando llegaba la hora de dormir, Seisyll se pasaba horas antes de cerrar sus ojos pensando en que era lo que deparaba su destino. Era alguien que sin duda algo le faltaba y era eso, cuando se lo confesaron… que tenía un gemelo. Si bien comprendió que era la tradición y que ya tenía una familia formada en Asgard junto con sus compañeros, jamás aceptó el simple hecho de no conocer a su hermano y le intrigaba si algún día podría encontrarlo.
Entre pensamientos, estaba caminando y fue en ese momento donde terminó de recordar un par de cosas sobre el sueño que había tenido hacía instantes atrás, levantó su vista y observó a Knoll. Pensante, como siempre, callado entre la nieve, quizás observando por si alguien quería invadir las tierras pacificas de Asgard. Si alguien daría la vida por su pueblo, ese de seguro era Knoll y se podía decir que Seisyll, iría a su lado sin pensarlo. Un hermano para Seisyll, un hermano mayor… y con el único que se llegaba a comunicar mejor que nadie, sin duda alguna el era el único que podía sacarle una charla.
Pero verle ahí tan callado, por momentos le invadió la curiosidad al Asgardiano de cabello turquesa. Se paró justo al lado de él y observó hacia el horizonte, sin mirarlo a los ojos, tan solo estando a su par, con una media sonrisa musitó por momentos unas palabras a Knoll. – ¿En que estás pensando?
Seisyll- Cantidad de envíos : 16
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
En su gran silencio, logro sentir que alguien se acercaba lentamente y se posicionaba a un lado de este observando a la misma dirección e interrumpiendo la tranquilidad con un pequeña pregunta musitada desde sus labio, Knoll supo quien era sin mas mirarlo, no paso mas que un poco de tiempo y le respondió a aquel sujeto joven recién llegado. Un suspiro pequeño y lanzo sus palabras.
-¿En que me encuentro pensando?, es algo fácil de responder. Recordaba más bien, aquellos días de mi infancia en que nació este sueño que se esta realizando con la ayuda de todos ustedes. Es increíble pensar que a tan corta edad me decidí por algo difícil de alcanzar pero el esfuerzo que estoy haciendo vale la pena pues todo ahora es más concreto. Fue como la decisión de un polluelo para lanzarle a volar por primera vez, sabiendo que si falla caerá al suelo y quizás no pueda levantarse a tan gran altura, pero comparando eso conmigo… Me lance a volar y logre alcanzar lo que tanto anhele aquella primera vez en estos lugares.
Dichas aquellas palabras, quedo en silencio y observo hacia el cielo. Ver que los rayos del sol no llegaban a las tierras más heladas de la tierra o más bien Midgard como ellos le llamaban llamaba mucho la atención, del por que el gran Dios lo decidió así… Quizás para probar la resistencia de los seres creados a su voluntad luego de haber acabado con aquel gigante de escarcha junto con la ayuda de sus hermanos Vili y Vé, los tres primeros dioses guerreros de toda Asgard se lanzaron en contra de aquel gigante acabando con su vida y dando creación a la tierra, y finalizando con la creación de los humanos. Luego de pensar en silencio, palabras que no quería compartir bajo su mirada y dirigió la mirada hacia su pueblo el nuevo Asgard y lanzo una pregunta a Seisyll.
-¿Hay algo que acaso te incomoda Seisyll?...
-¿En que me encuentro pensando?, es algo fácil de responder. Recordaba más bien, aquellos días de mi infancia en que nació este sueño que se esta realizando con la ayuda de todos ustedes. Es increíble pensar que a tan corta edad me decidí por algo difícil de alcanzar pero el esfuerzo que estoy haciendo vale la pena pues todo ahora es más concreto. Fue como la decisión de un polluelo para lanzarle a volar por primera vez, sabiendo que si falla caerá al suelo y quizás no pueda levantarse a tan gran altura, pero comparando eso conmigo… Me lance a volar y logre alcanzar lo que tanto anhele aquella primera vez en estos lugares.
Dichas aquellas palabras, quedo en silencio y observo hacia el cielo. Ver que los rayos del sol no llegaban a las tierras más heladas de la tierra o más bien Midgard como ellos le llamaban llamaba mucho la atención, del por que el gran Dios lo decidió así… Quizás para probar la resistencia de los seres creados a su voluntad luego de haber acabado con aquel gigante de escarcha junto con la ayuda de sus hermanos Vili y Vé, los tres primeros dioses guerreros de toda Asgard se lanzaron en contra de aquel gigante acabando con su vida y dando creación a la tierra, y finalizando con la creación de los humanos. Luego de pensar en silencio, palabras que no quería compartir bajo su mirada y dirigió la mirada hacia su pueblo el nuevo Asgard y lanzo una pregunta a Seisyll.
-¿Hay algo que acaso te incomoda Seisyll?...
Knoll- Cantidad de envíos : 11
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Podría haber musitado algo Seisyll, pero decidió callar para darse la vuelta y observar Asgard junto con Knoll. Pensar que cuando jugueteaban como niños, Asgard no era un futuro próximo, y menos construir esa imponente ciudadela que se veía en lo más alto. Algo que enorgullecía a Seisyll, era decir que fue parte de esa creación, trabajando todos los días, apoyando en la causa a Knoll desde el primer momento. Soltó una sonrisa, mientras sus cabellos eran agitados por el viento alba que chocaba en su espalda. Asintió con su cabeza y sin mirar a su amigo, musitó. – Pues sí, ya hace casi tres años que supe acerca de mi hermano y pensar en que pueda estar vivo, en saber que alguien de mi misma sangre… esté vivo allí, me da la curiosidad de poder internarme en las tierras bajo la esfera calorífica y probar suerte de encontrarlo.
El silencio parecía adueñarse de ambos, tan solo algo lo interrumpía, era aquel viento que soltaba un poco su sonido al cortarse en sus cuerpos. Observó a Knoll, a su espada, aquella que siempre tenía en sus manos. Balmung. Clavada su punta en la fría y blanquecina nieve, mientras que un poco de granizo cubría su acero; su empuñadura dorada al igual que la de la estatua de Odín que estaba cerca del pueblo Asgardiano. – Pero luego me entra mi duda… y si voy… me pierdo quizás o jamás le encuentro. Y si cuando vuelvo, me encuentro con una Asgard en ruinas, porque los conquistadores llegaron a estas tierras.
No me molestaría encontrarme con una Asgard en Ruinas, me molestaría el simple hecho de que yo no muera por combatir a los invasores. Si algún día alguien viene, que me encuentren de pie… caerán cien de ellos por cada vikingo, porque nosotros lucharemos con el corazón y no por ambición de tener mas terreno y poder. – Sonrió, imaginándose glorificado, en un campo de batalla, muerto quizás… pero hasta su ultimo suspiro iba alimentar estas tierras con su vida. El moría y vivía por lo que era, un Vikingo, quizás el guerrero mas fiel que podría llegar a tener Asgard.
Pero luego pienso en positivo, que pasaría si yo voy… encuentro a mi hermano. Pero él no quiere venir conmigo… sería muy egoísta de mi parte obligarlo. Porque él al igual que yo, ya hizo su vida en el lugar donde esté. Quizás hasta haya sido mejor que la mía, pero como sea yo ya tengo mi vida aquí, tengo… mis hermanos, aunque creo que solo uno podría llegar a ser mi hermano verdadero del alma, ¿No hace falta que diga su nombre? – Dijo con confianza, sabiendo que el entendería que su hermano, a pesar de tener uno, realmente su hermano de corazón era Knoll.
Y luego me quedo en la mediocridad, por un lado siento que quedarse es algo bueno, ya que no cambiaría nada y por otro lado pienso que no, ya que debido que siento como que nunca avanzaría. Pienso que Odín es grande, pienso que tú eres grande… y eso ya lo sabes. Pero luego de pensar miles y miles de cosas, me duermo… amanezco soñando con mi hermano y otra nueva mañana regresa. Ya me acostumbré a las pesadillas, pero es siempre lo mismo… una y otra, y otra vez. ¡Jaja! – Sonrió dándose cuenta que había hablado bastante, mas de la cuenta quizás… y no se sabía si estaba irritando a Knoll.
Perdón, pienso que tu tienes tus propios problemas para preocuparte por los míos. Pero no se me da hablar con los demás y te uso para descargar mis palabras, a veces pienso en beber un trago, pero luego pienso que si comienzo a beber ya no paro y sino paro no ayudo a construir la maravillosa ciudadela de la que estoy orgulloso de haber ayudado a crear. ¿Cómo estas, Knoll? – Musitó a último momento para cambiar de tema, observando Asgard nuevamente con su cabeza en alto.
El silencio parecía adueñarse de ambos, tan solo algo lo interrumpía, era aquel viento que soltaba un poco su sonido al cortarse en sus cuerpos. Observó a Knoll, a su espada, aquella que siempre tenía en sus manos. Balmung. Clavada su punta en la fría y blanquecina nieve, mientras que un poco de granizo cubría su acero; su empuñadura dorada al igual que la de la estatua de Odín que estaba cerca del pueblo Asgardiano. – Pero luego me entra mi duda… y si voy… me pierdo quizás o jamás le encuentro. Y si cuando vuelvo, me encuentro con una Asgard en ruinas, porque los conquistadores llegaron a estas tierras.
No me molestaría encontrarme con una Asgard en Ruinas, me molestaría el simple hecho de que yo no muera por combatir a los invasores. Si algún día alguien viene, que me encuentren de pie… caerán cien de ellos por cada vikingo, porque nosotros lucharemos con el corazón y no por ambición de tener mas terreno y poder. – Sonrió, imaginándose glorificado, en un campo de batalla, muerto quizás… pero hasta su ultimo suspiro iba alimentar estas tierras con su vida. El moría y vivía por lo que era, un Vikingo, quizás el guerrero mas fiel que podría llegar a tener Asgard.
Pero luego pienso en positivo, que pasaría si yo voy… encuentro a mi hermano. Pero él no quiere venir conmigo… sería muy egoísta de mi parte obligarlo. Porque él al igual que yo, ya hizo su vida en el lugar donde esté. Quizás hasta haya sido mejor que la mía, pero como sea yo ya tengo mi vida aquí, tengo… mis hermanos, aunque creo que solo uno podría llegar a ser mi hermano verdadero del alma, ¿No hace falta que diga su nombre? – Dijo con confianza, sabiendo que el entendería que su hermano, a pesar de tener uno, realmente su hermano de corazón era Knoll.
Y luego me quedo en la mediocridad, por un lado siento que quedarse es algo bueno, ya que no cambiaría nada y por otro lado pienso que no, ya que debido que siento como que nunca avanzaría. Pienso que Odín es grande, pienso que tú eres grande… y eso ya lo sabes. Pero luego de pensar miles y miles de cosas, me duermo… amanezco soñando con mi hermano y otra nueva mañana regresa. Ya me acostumbré a las pesadillas, pero es siempre lo mismo… una y otra, y otra vez. ¡Jaja! – Sonrió dándose cuenta que había hablado bastante, mas de la cuenta quizás… y no se sabía si estaba irritando a Knoll.
Perdón, pienso que tu tienes tus propios problemas para preocuparte por los míos. Pero no se me da hablar con los demás y te uso para descargar mis palabras, a veces pienso en beber un trago, pero luego pienso que si comienzo a beber ya no paro y sino paro no ayudo a construir la maravillosa ciudadela de la que estoy orgulloso de haber ayudado a crear. ¿Cómo estas, Knoll? – Musitó a último momento para cambiar de tema, observando Asgard nuevamente con su cabeza en alto.
Seisyll- Cantidad de envíos : 16
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Aunque no lo pareciese, Knoll escuchaba atentamente lo que le intentaba de comunicar Seisyll, sabia de lo que hablaba y sabia que aquel joven intentaba explayarse para poder desahogarse, en silencio para no interrumpir lo que expresaba el joven Asgardiano sintió la brisa del viento en su rostro. Fue el momento en que aquel muchacho de cabello turquesa guardo silencio absoluto luego de finalizar una pregunta hacia Knoll el cual respondió.
-Me encuentro bien, pero ese presentimiento de ver que muy pronto aquellos hombres dominados por la ambición y la avaricia, los que quieren más de lo que tienen y le quitan a los que no tienen, lleguen muy pronto por aquí. No podría decir con exactitud que llegaran pronto, pero algún día quizás lejano quizás no… Los tendremos frente a Frente… Este presentimiento es algo asfixiante diría yo, no quiero que el nuevo Asgard se vea invadido por aquellos Romanos… Aunque cuento con fieles guerreros como tú… Aun no es el momento indicado para una acción defensiva… ¿Lo entiendes?... Recién comenzamos a vivir en paz y comienza esta horda de conquistas…
En silencio quedo por unos momentos dicha aquellas palabras con una gran certeza. Pues era verdad, hace pocos años se había comenzado el nuevo Asgard pero aun no estaba apto para alguna maniobra defensiva por parte de ellos. Lo que decía Knoll se podía entender que si intentan alguna acción en caso de algún movimiento romano quizás se vean derrotados, pero su espíritu de guerrero no permitiría eso.
-Lo de tu hermano por lo que veo. Es muy importante para ti, pero debes saber algo… O mejor dicho escucha esto que te diré… Las cosas todas se producen con el tiempo, quizás cuando menos lo esperes te encuentres con el por las cosas del destino o lo que nuestro señor Odín desee para ti. Solo has de esperar Seisyll, a todos nos a inquietado algo y no me excluyo…
Abrió sus ojos y dirigió su mirada al joven Asgardiano…
-Siento que te inquieta algo más…¿Es verdad o solo son cosas mías?
-Me encuentro bien, pero ese presentimiento de ver que muy pronto aquellos hombres dominados por la ambición y la avaricia, los que quieren más de lo que tienen y le quitan a los que no tienen, lleguen muy pronto por aquí. No podría decir con exactitud que llegaran pronto, pero algún día quizás lejano quizás no… Los tendremos frente a Frente… Este presentimiento es algo asfixiante diría yo, no quiero que el nuevo Asgard se vea invadido por aquellos Romanos… Aunque cuento con fieles guerreros como tú… Aun no es el momento indicado para una acción defensiva… ¿Lo entiendes?... Recién comenzamos a vivir en paz y comienza esta horda de conquistas…
En silencio quedo por unos momentos dicha aquellas palabras con una gran certeza. Pues era verdad, hace pocos años se había comenzado el nuevo Asgard pero aun no estaba apto para alguna maniobra defensiva por parte de ellos. Lo que decía Knoll se podía entender que si intentan alguna acción en caso de algún movimiento romano quizás se vean derrotados, pero su espíritu de guerrero no permitiría eso.
-Lo de tu hermano por lo que veo. Es muy importante para ti, pero debes saber algo… O mejor dicho escucha esto que te diré… Las cosas todas se producen con el tiempo, quizás cuando menos lo esperes te encuentres con el por las cosas del destino o lo que nuestro señor Odín desee para ti. Solo has de esperar Seisyll, a todos nos a inquietado algo y no me excluyo…
Abrió sus ojos y dirigió su mirada al joven Asgardiano…
-Siento que te inquieta algo más…¿Es verdad o solo son cosas mías?
Knoll- Cantidad de envíos : 11
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Tras responderle, siempre preguntaba. Si algo era Knoll, era alguien que nunca había de quedarse sin su última palabra, que sin duda nunca eran inciertas. Algo pasaba por la mente del guerrero de Asgard, el ya hombre de cabello turquesa observó a su amigo, a su compañero y sonrió, tras escuchar sus últimas palabras. – Como me conoces, Knoll. Pues, tú sabes que siempre estoy preocupado por Asgard. Sin duda alguna mi hermano es un tema importante, pero si me esforcé tanto por Asgard… quiero verla crecer ahora en tiempos de paz, y me preocupa el simple hecho de que los trabajadores, no la puedan defender e injustamente los Romanos se queden con nuestras tierras resucitadas.
Conozco a casi todo Asgard, solo de vista… verdaderamente confío en los grandes guerreros que sé que pueden defender sin pensarlo dos veces, pero no confío en algunos. Siento que el prospero Asgard, tiene espías, tiene alguien que no quiere favorecer nuestras huestes… se podría decir que todos son de confianza, pero quizás alguien busca traicionarte. Un mal presentimiento, por así decirlo. – Dijo Seisyll, mientras caminaba hacia su pueblo. Nuevamente, deteniéndose un instante antes de irse.
Será mejor, Knoll que vuelvas a Asgard, la gente no solo estará preocupada si no te ven… sino que tú los animas a seguir construyendo. Sin duda alguna eres el más cercano a lo que tenemos como Odín y yo tengo que volver a seguir trabajando, creo que tus pequeñas palabras por pocas que fueron, me animaron a seguir… sin duda hay algo en ti que nos ayuda a salir adelante a los Nórdicos, nunca cambies, ¡Jeje! – El de cabello turquesa se incorporó al camino, esperando que Knoll viniese detrás, después de todo quizás él se quedaría, pero bueno… al menos era bueno hablar con él, sin tanta gente encima, debido a que el Rey de Asgard, era muy concurrido cuando estaba en su ciudadela. Siempre gente alborotada alrededor de él, como intentando aunque sea arrebatarle un suspiro y con eso se iban contentos a sus casas.
Conozco a casi todo Asgard, solo de vista… verdaderamente confío en los grandes guerreros que sé que pueden defender sin pensarlo dos veces, pero no confío en algunos. Siento que el prospero Asgard, tiene espías, tiene alguien que no quiere favorecer nuestras huestes… se podría decir que todos son de confianza, pero quizás alguien busca traicionarte. Un mal presentimiento, por así decirlo. – Dijo Seisyll, mientras caminaba hacia su pueblo. Nuevamente, deteniéndose un instante antes de irse.
Será mejor, Knoll que vuelvas a Asgard, la gente no solo estará preocupada si no te ven… sino que tú los animas a seguir construyendo. Sin duda alguna eres el más cercano a lo que tenemos como Odín y yo tengo que volver a seguir trabajando, creo que tus pequeñas palabras por pocas que fueron, me animaron a seguir… sin duda hay algo en ti que nos ayuda a salir adelante a los Nórdicos, nunca cambies, ¡Jeje! – El de cabello turquesa se incorporó al camino, esperando que Knoll viniese detrás, después de todo quizás él se quedaría, pero bueno… al menos era bueno hablar con él, sin tanta gente encima, debido a que el Rey de Asgard, era muy concurrido cuando estaba en su ciudadela. Siempre gente alborotada alrededor de él, como intentando aunque sea arrebatarle un suspiro y con eso se iban contentos a sus casas.
Seisyll- Cantidad de envíos : 16
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Luego ya de haber hablado con aquel guerrero, el cual ponía fin a su instancia en aquel lugar junto a Knoll diciendo unas palabras dicha certeza, pues era cierto, ya se había demorado mucho en volver a Asgard pues había dicho que solo saldría a caminar un pequeño rato el cual se extendió en muchos pensamientos al pasado. Luego de las palabras de Seisyll, quien se retiraba del lugar, Knoll dio media vuelta y observo por últimas vez en dirección al sur de Europa, lo cual hizo que en ese instante hablare en un tono que Seisyll no escucharía… Hablo solo para el y su gran dios Odín…
-Gran señor de los hielos eternos, maestro de la sabiduría y el arte de la guerra, te pido que me ayudes a hacer lo correcto y si he de equivocarme que me corrijas con tu gran sabiduría, pues estoy dispuesto a todo por dar la tranquilidad a tu pueblo… Asgard…
Luego de aquellas palabras recitadas en un bajo tono de voz, se propuso marchar del lugar de vuelta al nuevo Asgard para ver si ya se había avanzado algo el proceso de finalización de la reconstrucción. Había que seguir trabajando y el hombre de cabellos grises o blancos como la nieve estaba dispuesto a seguir por su pueblo. Lentamente seguía el paso de Seisyll hacia el pueblo…
-Gran señor de los hielos eternos, maestro de la sabiduría y el arte de la guerra, te pido que me ayudes a hacer lo correcto y si he de equivocarme que me corrijas con tu gran sabiduría, pues estoy dispuesto a todo por dar la tranquilidad a tu pueblo… Asgard…
Luego de aquellas palabras recitadas en un bajo tono de voz, se propuso marchar del lugar de vuelta al nuevo Asgard para ver si ya se había avanzado algo el proceso de finalización de la reconstrucción. Había que seguir trabajando y el hombre de cabellos grises o blancos como la nieve estaba dispuesto a seguir por su pueblo. Lentamente seguía el paso de Seisyll hacia el pueblo…
Knoll- Cantidad de envíos : 11
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Habia estado un momento en las construcciones de lo que seria el nuevo pueblo de asgard, las inclemencias del lugar comenaron a hacerse presente los vientos comenzaban a revolotear en mis ropas, las cuales comenzaban a ser de poco a poco rasgadas, las pieles de corderos y de lobos cubrian mi ser, eran buen resguardo del frio, en las noches mas frias.
Caminaba, por dentro de la densa nieve, era casi imposible, pero eso era lo unico que se podia hacer en esa region, para poder llegar a donde estaba postrada la gran estatua del dios odin, imponente, simbolizado la fuerza que tenia el pueblo de asgard, cada vez que hiba a verla, me daba una gran satisfaccion, y mi mente se armonizaba con mi cuerpo, haciendo que el viento y la nieve sacaran lo peor de mi.
Cuando me hiba acercando cada vez mas, miraba mis dedos, las yemas de los dedos estaban un poco lastimadas por la accion del viento que calaba hasta los huesos, por el trabajo realizado, no me daba tiempo de poder haber hecho lo que mas me gustaba, que sin duda alguna era tocar el arpa, que con el tiempo, habia pasado de mi madre hacia mi, inculcandome el verdadero arte, y con mis dedos asi, tenia un problema pero aun asi, tenia demasiadas ganas de tocar.
Estaba ya frente a la estatua, saque mi lira, era sencilla, era tan solo de madera, con finas cuerdas de plata, poco a poco las fui afinando una por una, hasta que quede satisfecho, y rasgando suavemente, comenze a tocar mi melodia....
Poco a poco, las yemas comenzaron a arderme, pero eso no fue impedimento de que terminara mi melodia, de pronto voltee, y vi entre las densas estepas heladas una sombra, la cual, parecia ser el lider supremo, knoll, asi que me dirigi hacia el, casi corriendo para poder llegar a el, poco a poco, cuando estube cerca de el, solo atine a decir.
Señor, solo venia a ponerme a su disposicion, y me da un gusto poder conocerlo, desde que empeze a trabajar aqui, no lo habia visto..
Caminaba, por dentro de la densa nieve, era casi imposible, pero eso era lo unico que se podia hacer en esa region, para poder llegar a donde estaba postrada la gran estatua del dios odin, imponente, simbolizado la fuerza que tenia el pueblo de asgard, cada vez que hiba a verla, me daba una gran satisfaccion, y mi mente se armonizaba con mi cuerpo, haciendo que el viento y la nieve sacaran lo peor de mi.
Cuando me hiba acercando cada vez mas, miraba mis dedos, las yemas de los dedos estaban un poco lastimadas por la accion del viento que calaba hasta los huesos, por el trabajo realizado, no me daba tiempo de poder haber hecho lo que mas me gustaba, que sin duda alguna era tocar el arpa, que con el tiempo, habia pasado de mi madre hacia mi, inculcandome el verdadero arte, y con mis dedos asi, tenia un problema pero aun asi, tenia demasiadas ganas de tocar.
Estaba ya frente a la estatua, saque mi lira, era sencilla, era tan solo de madera, con finas cuerdas de plata, poco a poco las fui afinando una por una, hasta que quede satisfecho, y rasgando suavemente, comenze a tocar mi melodia....
Poco a poco, las yemas comenzaron a arderme, pero eso no fue impedimento de que terminara mi melodia, de pronto voltee, y vi entre las densas estepas heladas una sombra, la cual, parecia ser el lider supremo, knoll, asi que me dirigi hacia el, casi corriendo para poder llegar a el, poco a poco, cuando estube cerca de el, solo atine a decir.
Señor, solo venia a ponerme a su disposicion, y me da un gusto poder conocerlo, desde que empeze a trabajar aqui, no lo habia visto..
Jabranth- Status : MUERTO
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Defensa :
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Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
El viento helado de Asgard recrudecía conforme la noche se avecinaba. Drayden, el que ahora ostentaba la dirección de aquella nación apartada del mundo caminaba entre una extraña localidad. Los vientos que se filtraban por lo arboles emitían un pequeño lamento ante los eventos que se suscitaron con anterioridad.
Su herida superficial estaba sanando por completo y sólo el frío le daba una pequeña molestia. No era algo que le preocupara pero ahora iba en camino hacia un sitio que había descubierto en algunos escritos deteriorados. Iba en la búsqueda de un indicio que le diera el conocimiento que había enarbolado un antiguo guerrero de su linaje. Conocía poco de él pero ahora averiguaría que tan ciertas eran esas leyendas del pasado.
Se aventuraba solo, no quería la mirada de los soldados sobre él y más que nada quería evitar platicas innecesarias. Eso lo dejaba para después cuando tenía que dirigirse a los pobladores, es decir, establecer su mentira ante ellos. Le gustaba su mutismo, la soledad en la que encontraba las ideas necesarias para consumar sus más ambiciosos anhelos.
Los copos de nieve comenzaban a caer lentamente. Drayden alzó la mirada deleitándose un poco con aquellos fragmentos de lluvia helada. Tenía un profundo interés por las fuerzas de la naturaleza. Pensaba que podría serle útil si lograba dominarla. Conocía leyendas de dioses de otras culturas con la habilidad de manipular los elementos. Una de ellas indicaba una fuerza mayor que dominaba los mares y que esa misma deidad había sometido la voluntad del pueblo de Asgard.
En menor grado, un antepasado suyo podía manipular los minerales de la madre naturaleza. Y una técnica en especial le interesaba. La sola idea de poder contener a una persona en una prisión y dejarla morir lentamente le provocaba un frenesí desquiciado. Se hacía a la idea que cualquier persona que no estuviera de acuerdo a sus ideales lo ejecutaría de aquella forma malsana.
Meneó la cabeza para reanudar su camino, podría pasar el tiempo soñando pero hasta no confirmar esas teorías de nada le serviría seguir gobernando aquella tierra si fuerzas extraordinarias intentaban atacarla. Drayden necesitaba consumar su poder y no depender tanto de su mente.
Su herida superficial estaba sanando por completo y sólo el frío le daba una pequeña molestia. No era algo que le preocupara pero ahora iba en camino hacia un sitio que había descubierto en algunos escritos deteriorados. Iba en la búsqueda de un indicio que le diera el conocimiento que había enarbolado un antiguo guerrero de su linaje. Conocía poco de él pero ahora averiguaría que tan ciertas eran esas leyendas del pasado.
Se aventuraba solo, no quería la mirada de los soldados sobre él y más que nada quería evitar platicas innecesarias. Eso lo dejaba para después cuando tenía que dirigirse a los pobladores, es decir, establecer su mentira ante ellos. Le gustaba su mutismo, la soledad en la que encontraba las ideas necesarias para consumar sus más ambiciosos anhelos.
Los copos de nieve comenzaban a caer lentamente. Drayden alzó la mirada deleitándose un poco con aquellos fragmentos de lluvia helada. Tenía un profundo interés por las fuerzas de la naturaleza. Pensaba que podría serle útil si lograba dominarla. Conocía leyendas de dioses de otras culturas con la habilidad de manipular los elementos. Una de ellas indicaba una fuerza mayor que dominaba los mares y que esa misma deidad había sometido la voluntad del pueblo de Asgard.
En menor grado, un antepasado suyo podía manipular los minerales de la madre naturaleza. Y una técnica en especial le interesaba. La sola idea de poder contener a una persona en una prisión y dejarla morir lentamente le provocaba un frenesí desquiciado. Se hacía a la idea que cualquier persona que no estuviera de acuerdo a sus ideales lo ejecutaría de aquella forma malsana.
Meneó la cabeza para reanudar su camino, podría pasar el tiempo soñando pero hasta no confirmar esas teorías de nada le serviría seguir gobernando aquella tierra si fuerzas extraordinarias intentaban atacarla. Drayden necesitaba consumar su poder y no depender tanto de su mente.
Drayden- Cantidad de envíos : 15
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
A pesar de las adversidades que se volvían intensas en momentos, para después aminorar Drayden mantenía su curso entre aquél camino gélido de Asgard. Dichos cambios bruscos tentaban la razón y determinación de los hombres por abandonar aquellas regiones en busca de otras mejores. Aquel lugar no era para muchos un sitio prospero del cual poder enriquecerse, prosperar o generar utilidades para una mejor vida. Eran sólo los mas resistentes los que continuaban sus vidas como mejor podían.
Razón por la cual el poderío avasallador de Roma no había puesto en peligro a la población de Asgard. Las noticias que se tenían de las regiones septentrionales del mundo habían sido atacadas y conquistadas por el imperio romano. Incluso, la poderosa Germania que constituía la mayor concentración de fieros guerreros barbaros no tuvo oportunidad contra la bien disciplinada armada extranjera. Los invasores aún mantenían pequeños destacamentos en las fronteras y Drayden entendía que sólo era cuestión de tiempo para que alguna fuerza mayor, o la misma pensara incursionar en su ahora gobierno interino.
Aunque gozaba del apoyo de algunos líderes de aldeas cercanas y de la fuerza militar asgardiana, la sola idea de que una eventualidad inesperada apareciera le incordiaba su ya desquiciada mentalidad. Con el conocimiento adquirido tras las largas horas de estudio el interés por las artes ocultas que suponían la manipulación de la madre naturaleza era por ahora un punto en su agenda. Contar con tal poder era lo que obraba en su mente, que seguía siendo tan capaz de engañar a todo un reino y encaminarlo hacia un nuevo rumbo, el que consideraba era lo que necesitaba desde que las cosas comenzaban a favorecerle para un puñado de individuos.
Irónicamente ahora el monopolizaba el poder en Asgard. Pero lejos de eso, nada le haría peligrar su posición actual pero habría por lo tanto, que hacerse de los medios necesarios para extender y respaldar su plan por si una rara intervención se suscitaba inesperadamente. La noche caía implacable y con eso la temperatura descendía considerablemente. Sólo un tonto o un temerario se expondría a la intemperie del sitio. Drayden revestido de gruesas pieles de oso sentía que sus extremidades comenzaban a congelarse. Debía por ahora descansar un poco y crear una especie de refugio para evitar el congelamiento y la hipotermia de la cual corría peligro.
Razón por la cual el poderío avasallador de Roma no había puesto en peligro a la población de Asgard. Las noticias que se tenían de las regiones septentrionales del mundo habían sido atacadas y conquistadas por el imperio romano. Incluso, la poderosa Germania que constituía la mayor concentración de fieros guerreros barbaros no tuvo oportunidad contra la bien disciplinada armada extranjera. Los invasores aún mantenían pequeños destacamentos en las fronteras y Drayden entendía que sólo era cuestión de tiempo para que alguna fuerza mayor, o la misma pensara incursionar en su ahora gobierno interino.
Aunque gozaba del apoyo de algunos líderes de aldeas cercanas y de la fuerza militar asgardiana, la sola idea de que una eventualidad inesperada apareciera le incordiaba su ya desquiciada mentalidad. Con el conocimiento adquirido tras las largas horas de estudio el interés por las artes ocultas que suponían la manipulación de la madre naturaleza era por ahora un punto en su agenda. Contar con tal poder era lo que obraba en su mente, que seguía siendo tan capaz de engañar a todo un reino y encaminarlo hacia un nuevo rumbo, el que consideraba era lo que necesitaba desde que las cosas comenzaban a favorecerle para un puñado de individuos.
Irónicamente ahora el monopolizaba el poder en Asgard. Pero lejos de eso, nada le haría peligrar su posición actual pero habría por lo tanto, que hacerse de los medios necesarios para extender y respaldar su plan por si una rara intervención se suscitaba inesperadamente. La noche caía implacable y con eso la temperatura descendía considerablemente. Sólo un tonto o un temerario se expondría a la intemperie del sitio. Drayden revestido de gruesas pieles de oso sentía que sus extremidades comenzaban a congelarse. Debía por ahora descansar un poco y crear una especie de refugio para evitar el congelamiento y la hipotermia de la cual corría peligro.
Drayden- Cantidad de envíos : 15
Re: Recuerdos de un antiguo tiempo...
Caminar sin dirección en ese lugar era meláncolico, pero no se le podía pedir más a alguien que no tenía destino ni misiones que cumplir. Miraba la nieve bajo sus pies sin sentimiento alguno. No sentía frío realmente, es mas, el viento que la golpeaba no lograba alterar sus facciones muertas. Asgard era un lugar tan frío como ella y se preguntó si era lo mejor tal vez haberse dejado hundir en esa enormidad de nieve y dejarse morir.
Eso al parecer era lo más sensato. Alguien que no cumple una funcion ni un proposito de existir debía ser eliminado. Su vida se había vuelto en una carga, en un desperdicio, en algo que no cumplía ninguna finalidad. ¿Cual era el motivo para seguir caminando, respirando, esperando? ¿Había algo más ahí que ella no conocía?
Realmente lo dudaba. Desde que su camin ose había cruzado con el de Solomón ya nada tenía sentido. Había matado a dos bersekers y traicionado a Ares. En sus hombros cargaba con el peso de dicha traición pero su rostro no delataba remordimiento por ello. Al contrario, su rostro no delataba nada.
De pronto, se dejó caer en la nieve. Ya no había más motivos para seguir andando, lo mejor era esperar que la muerte se la llevara.
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