[Villa Adriana] Habitación de Flori

por Pandora1 Mar Ago 10, 2010 5:45 pm

En alguna parte de la gran edificacion de la Villa Adriana se encontraba mi habitación. Como era sirvienta de los dueños de la mansion aquella, me habian armado un cuarto en la casa, aunque sea por un tiempo y aunque sea una sirvienta es obvio que necesitaba descansar, puesto que era un human ocomo cualquiera, y si quería hacer bien mi trabajo necesitaba un tiempo en ese espacio.

Decorada con una tonalidad en marron. Con una gran cama de dos plazas en medio de la habitacion, con sabanas blancas, siempre limpias. Cortinas tapando las grandes ventanas de los lados. Siempre con poca luz, ya que me gustaba tener la habitacion algo oscura. Asi, simple pero elegante era mi habitacion. Un lugar donde, al entrar me adentraba en mi mundo, el mundo de la refleccion y el recuerdo, donde descansaba mi cuerpo y mi alma por un tiempo corto aunque sea.

[Villa Adriana] Habitación de Flori Image_room_double_1

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La noche habia llegado muy rápido, ya el cielo estaba oscuro, las estrellas lo dominaban por completo con su suave reslandor luminoso, y la luna allí presente, observaba el evento, brillando en medio del firmamento. Y la brisa relajante del viento de la noche se sentía ya mas fuerte. Grande era mi deseo insaciable de regresar a mi habitación, mi rincón del descanso, luego de un agotador día, luego de una refleccionadora charla con Samantha, en la cual mé hacia sentido cómoda, la cual me habia hecho pensar en muchas cosas que antes ni siquiera se cruzaban por mi mente. Me hizo sentir segura mas que eso, hizo que mi patrona ccmience a confiar más en mi.

Empujé con una mano la puerta de la habitacion, y entre, luego cerré con cuidado la puerta. Primero pasee mi vista por todo el lugar, suspirando así por la final llegada a mi destino. Enseguida me saque mi vestido; sobre la cama habia una ropa blanca reluciente, la tomé y me la coloqué, presisaba con ansias unas vestimentas más livianas para desaprisionar mi cuerpo, y descansarlo un poco. Aquella ropa era una tela muy corta, cubria a penas hasta mis muslos. Luego, dejé mi anterior vestido sobre una mesilla en el rincón y fuí rápidamente hacia mi cama. Sin más, me dejé caer ya sin fuerzas sobre la suave seda blanca y dirigí mi mirada hacia el techo, aunque precisamente no esté mirando a este, sino que mi mirada permanecía clavada en la nada, sumida en mis pensamientos no prestaba atencion a nada de mi alrededor. Solo refleccionaba a cerca de la charla con mi patrona, pensaba en mi hermano, lo extrañaba mucho ya, y no sabia donde estaba. Pero tenía la esperanza de ser libre algún día e ir en su bisqueda, o simplemente que él regrese y esté siempre conmigo. Así, luego de un melancólico suspiro salieron por fin las palabras de mis labios.

-Strife, cuanto te extraño...

Estaba tan cansasa y atormentada que me invadía el insomnio, no poedia dormirme ni siquiera cinco minutos. No podia dejar de pensar en cuanto extrañaba a mi hermano Strife. Por lo que me sente nuevamente en la cama, mirando la puerta de entrada. Pensaba salir un rato, para despejarme de mis pensamientos turbios. Suspiré un vez y me levanté lentamente, me dirigí a la puerta y salí de mi habitación.

por Pandora1 Miér Ago 25, 2010 7:38 am

Narracion // Hablo // Pensamientos

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Abri el portón de entrada, el viento empujaba hacia adentro, ya casi sin fuerzas, pues era inpirado por la noche, que ya muy pocas horas le quedaban para permanecer en el firmamento. Mientras miraba hacia los alrededores de la mansión, solitaria y desolada, oscura y silenciosa, cerraba con cuidado la gigantezca puerta, cortando la corriente de aire que venia desde afuera. Comencé a caminar entonces, subiendo las elegantes escaleras decoradas con oro. Arrastrando con suavidad mis manos por los muros, jugueteando levemente con la textura de la pared.

Llegué al pasillo, oscuro y frío como siempre, iluminado devilmente por unas pequeñas antorchas ubicadas en las paredes. El viento que entraba por las ventanas abiertas hacia revolotear mi largo cabello en el aire, y danzaban mis vestimentas, dejando por momentos, al desnudo mis muslos completos, pero yo alisaba con mis manos el vestido. Hasta que por fin, luego de pasar por delante de varias puertas de madera cerradas, llegue al fondo. A mi habitacion, empujando con cuidado la perta, entré, para luego darlé un ligero empujón con mi mano, que hizo que la puerta se azote con fuerta, causando un estruendo, aunque no habia sido mi intencion, sino que el viento fue el autor de aquel violento hecho.

Sin nada que hacer, camine directo al valcón, a ver aquel espectaculo que mostraba la noche en el oscuro firmamento, mi mirada, perdida en el osuro crepusculo de la noche, pero mi mente pensaba en mi vida, tan fria y solitaria, encerrada en mi misma, sin nada que poder contar, sin nadie en quien confiar, sin amigos, sin un hombre a quien amar. Pues mi corazón habia sido roto por un hombre a quien amé, o por lo menos creía amar hace mucho tiempo. Por eso, aunque siempre mostraba una cálida sonriza, mi alma estaba destrozada, triste, pero sabia llevar adelante las situaciones.

-Quisiera tener a alguien a mi lado, con quien poder hablar, a quien contarle mis sentimientos. En quien confiar. ¿Por que corazón? ¿Por que tengo que sentirme tan sola, abandonada? Mi alma acabará destrozada si sigue así mi vida...

Después de un largo suspiro melancólico termine por entrar nuevamente a mi habitacion, cerrando aquel ventanal por el cual dejaba entrar la luz plateada de la luna. Dejandome caer sin fuerzas en la cama, colocando las manos sobre mi vientre, relajándome y pensando en todas aquellas cosas que me perturbaban la vida, aquello que deseaba y anhelaba, mientras miraba fijamente el techo.

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Horas mas tarde:

Al parecer me habia quedado dormida luego que tanto pensar y relajarme en la cama. ¿Que hora era? ni siquiera lo sabía, pero los primeros rayos del sol entraban y golpeaban directamente en mis ojos. Al parecer ya era de mañana y ni siquiera me habia dado cuenta. Me quede unos minutos en la cama, sin fuerzas ni ganas de levantame de ella, enredada entre las mantas mirando hacia la ventana. Cuando reaccioné de destapé rapidamente y me levanté, dirigiéndome directamente hacia la ventana, me asomé, apoyando las manos en los marcos y miré hacia afuera. Debía de ser aun de madrugada, no habia rastros del sol.

-¡Rayos, tenía trabajo que hacer!

Me volvi hacia la cama y tomé mi vestido, me saqué las vestimentas que poseía antes y me puse la ropa que tomé de la cama, aquella que siemre usaba para mi trabajo. Acomodé mi cabello, frotandome un par de veces con las manos y salí rápidamente de la habitacion, dandole un empujón fuerte con la mano a la puerta que estaba semiabierta. Pero cuando salí, no habia rastros del cenador Alucard, probablemente aun no haya salido de la habitacion de Samantha, pero tampoco estaba ninguno de mis patrones, quizá se encuentren descansando o hayan salido. Quien sabe. Me dirigi al borde de la escalera y me asomé por la baranda dorada, para ver hacia el piso de abajo, no habia nadie. Entonces decidí bajar por la escalera, lo hice, con mucho cuidado y sin hacer ruidos.

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