[Villa de Roy]

por Royald Miér Oct 06, 2010 1:26 am

Recuerdo del primer mensaje :

El joven Royald recién despertaba ya que la claridad que dejaba el sol de la mañana empezó a penetrar por la amplia ventana de su habitación, el joven se levanto de su cama para luego dirigirse a su baño y hacer las necesidades mañaneras, una ves y sale del baño ya con sus dientes lavados y despues de tomar una buena ducha este va a su habitacion para colocarse su atuendo o ropa.

Ya listo el joven sale de su habitación hiendo hacia el comedor de su amplia casa, al parecer este se encontraba solo como casi todas las mañanas ya que sus padres eran personas muy ocupadas y no disponían del tiempo suficiente para estar en el Hogar.

El joven observa 2 Platos encima de la mesa principal del comedor, este alcanza a ver que el suyo tenia una pequeña nota de sus padres "Hijo tu madre y yo salimos a atender unos asuntos, espero que disfrutes tu comida", el joven al leer la nota sonríe mientras se sienta a disfrutar de su apetitoso desayuno.

Una vez y termina su desayuno este se dirige a la sala de estar donde toma un libro de una pequeña biblioteca que tenían en la amplia sala, al tomar el libro Royald se sienta en uno de los muebles al lado de la ventana donde este empieza a leer con calma su libro y a la vez admirando el paisaje a través de la ventana.

por Suzaku Miér Dic 29, 2010 10:49 pm

Aun pensaba en la cara que habia puesto antes Seiren, estaba realmente enfadada esa chica, tenia una cara demasiado amable y verla con esa actitud incluso me llego a asustar, en un primer momento pense que todo era por culpa del chico rubio y que algo habia pasado entre ellos, pero entonces mi piel se volvio completamente blanca y un sudor frio cayo por mi frente... podia ser yo el culpable...?

Esto... ya que me aprendere el camino ire a comprar unas cuantas cosas en compensacion por traerme aqui

Aun tenia algun dinero que me habia dado Sabii, aquella chica que no habia vuelto a ver desde que encontre a sus hermanos, fue todo muy rapido entonces por que jure quedarme con ella hasta que encontrara a sus familiares y las cosa no me llevo mas que unos escasos dias.. Ahora me acerque al chico llamado Roy y le susurre algo.

Comprare algo para Seiren... creo que a las chicas se les pasa el mal humor con bonitos detalles si si...

Afianzaba con mi cabeza bastante confiado en lo que decia, sin saber realmente comprender el corazon de una mujer. Cambie el rostro y rapidamente me despedi de todos con la mano y sali por la puerta, pero estaba dispuesto a volver a aquella casa por que era donde estaba aquella chica egipcia que se habia hecho mi amiga.

por Seiren Sáb Ene 08, 2011 8:23 pm

Seguía dándoles la espalda fijando mi vista sobre el horizonte, escuchaba en parte su conversación hasta que finalmente lograba oír una frase que alguien se iba, al darme la vuelta me daba cuenta que Suzaku se alejaba sin saber los motivos. La molestia que tenía desaparecía aunque eso no aparto que me quedara a solas con ese hombre, asintiendo con la cabeza me encamino hasta su villa para ingresar al comedor donde había dispuesto bastante comida para la llegada de él, quedándome en la entrada esperaba que en cualquier momento volviera mi “acompañante” aunque fue solo casualidad el haber estado juntos tanto tiempo.

Pasaba el tiempo y ese hombre rubio tenía que atender algunos asuntos primero dejándome sola para que comiera primero, dispuesta me sentaba en la silla para solo remover la sopa que estaba al frente mío, no estando tranquilo me paseaba sobre uno de los ventanales esperando que volviera ese joven aunque había algo más que me inquietaba y no tenía certeza de que era realmente lo que presentía.

por Seiren Mar Ene 11, 2011 12:24 pm

Aún sobre el ventanal mi mirada se paseaba sobre los rayos del sol que ondulaban entre los ramajes de algunos arboles, la gente seguía las tareas que se les eran encomendadas para mantener la villa en buen estado. El salón estaba vacío con pequeñas interrupciones a veces por parte de los sirvientes que ahora retiraban los platillos del comedor.

En ese momento me di cuenta de las cosas como transcurrían sin sentido alguno, nada me atenía por permanecer en esa villa ni mucho menos esperar el regreso de un joven que ni si quiera conocía a pesar de que me había brindado su ayuda en el Coliseo no tenía porque siempre depender de alguien todo para salir de un problema aunque lo mucho que podía hacer era el conseguir un trabajo…

Vaya libertad la mía.

No podía terminar de esa manera, miraba por todos los sitios posibles pues la desesperación me llenaba de una forma algo angustiante. Lejos de mi tierra… separada de mi familia… obligada a servir a otros… esa había sido mi vida pero yo quería elegir mi propio destino logrando cualquier forma de escapar de lo que siempre se me había impuesto y por fin que lo tenía no sabía que hacer con ello. Tenía que irme de inmediato, saliendo de la habitación me encontraba con una de las mujeres a cargo de la servidumbre.

Puede decirle al Señor de esta casa que acepte mis disculpas pero surgió un inconveniente por lo que tengo que marcharme ahora mismo, también quiero que acepte mi gratitud por su hospitalidad.

La mujer solo sonreía asintiendo con la cabeza, un tanto extrañada pues no era usual que alguien que no era bienvenido en tierras romanas fuera precisamente el invitado de tan lujosa morada, cruzando el umbral una carreta estaba dispuesta a salir rumbo a los muelles así que supuse era hora de volver al menos a Egipto.

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