Camino a la casa de la joven Alice.

por Artorius Miér Oct 13, 2010 3:05 pm

Artorius quien luego de haberle ofrecido su compañía a aquella dama en la fría y desolada noche. Había salido de la taberna acompañado de esta, la humedad se podía notar. Los animales callejeros rondaban como oscuros demonios en la Noche, la joven dama y el caballero ahora se encontraban solos en las partes mas oscuras de Roma. Donde yacía la prostitución y donde se encontraban los mayores números de asesinatos. La única zona baja donde no se podía ver el glorioso y enorme palacio del Cesar a lo lejos. El joven aun no podia creer que esa dama elegante pudiera vivir por estos lugares, aunque Artorius poseía grandes riquezas en si le gustaba vivir como la gente normal, sin tener lujos si quiera. Era por eso que había vendido todos los terrenos de su padre quedándose solo con la mansión en donde el los asesino.

- Hace mucho frió aquí fuera. Parece que las oleadas de calor finalmente vienen retirándose, pero sabes que me recuerdas mucho a una chica. No recuerdo su nombre pero andaban anunciando que seria la prometida del senador Mauritius, me han contado que es una joven amable y una vez pude verla personalmente mientras hacia mi caminata matutina por el imperio. -

Dijo aquel joven pelinegro mientras ponía ambas manos en lo que sobresalía de su chaqueta; Diva. Emperatriz del imperio y por ahora la única que estaba a cargo del joven Artorius. Las estrellas brillaban con toda su fuerza al igual que la Luna, finalmente el Sol se había ocultado por completo. Los perros callejeros parecían ser comunes en estas zonas, ni siquiera pájaros había.

por Alice Miér Oct 13, 2010 9:27 pm

Ya ibamos a unos cuantos metros de la salida de la taberna, justo entramos en la zona mas oscura de los distritos, yo reconocia ese lugar pues era elque tenia cantidades inumerables de delitos en su historia. Era la zona en donde mas habia protitucion, robos y asesinatos. Yo ya conocia bastante el lugar pues haba pasado varias veces por allçi aunque nunca lo habia echo de noche, y habia una causa me causaba temor el echo de crusar esa parte yo sola. Aunque esta noche era diferente, yo me sentia segura y confiada con ese joven llamado Artorius.

Al cabo de unos momentos de caminar senti un fuerte viento fresco que golpeaba contra mi cuerpo y volaba mis cabellos rosados y tambien mis ropas, la voz del joven rompiço el silencio, yo me quede pensativa al oir sus palabras, pues el menciono que yo le recrdaba a una joven de roma que estaba por casarse con un senador de nombre Mauritius.

¿esa joven no sera lady?

Luego de unos moemtnos de pensarlo no pude evitar mirar al joven y detenerme para hablarle.

Disculpa, pero de casualidad el nombre de esa joven es Lady?

Yo tenia el presentimiento de que tal vez esa joven fuera mi querida melliza Lady. Despues de eso continue caminando normalmente aunque un poco pensativa

por Artorius Jue Oct 14, 2010 8:51 pm

La charla comenzó entre la chica de pelo rosado y aquel joven de cabello negro; Seguian caminando hasta que la joven se detuvo haciéndole una pequeña pregunta a su acompañante, Artorius solo se quedo callado. No sabía contestar a esa pequeña pregunta ya que el no conocía el nombre de aquella mujer. El viento comenzó a mover el cabello de la chica ya la vez un poco de sus ropajes, miro con claridad a la joven mientras sonreía y de su boca salían algunas palabras.

- Lamento decepcionarla pero no sé cómo se llama esa chica. –

Levanto la mirada solo para ver pequeñas nubes que se reunían en el cielo, no demostraban señal alguna de que comenzaría a llover; la basura se veía como costumbre en las calles. Artorius, quien luego de haberle contestado a la joven pelirosada, siguió caminando, por más que lo intentase no podía sacar de su mente escenas de guerra y sufrimiento. Sus ojos semi azules lograron visualizar a un grupo de hombres los cuales llevaban tarros de cerveza en la mano.

- Mejor tomamos otra ruta espero no le importe. –

El camino el cual estaban tomando no parecía ser muy seguro; No sabían a lo que se podían disponer esos hombres en ese estado de alcoholismo. En verdad aquella joven se parecía bastante a la prometida del senador Mauritius, su cara, sus ojos, su contextura física. Lo único que lo diferenciaba de aquella mujer eran sus cabellos.

La noche era joven y prospera por el momento, el caminar no mostraba malos augurios. Por un momento volvió a pensar en su temible arma mortal. El cuchillo que el mismo armo, pero sobretodo no podía olvidar aquella mascara, en el momento que se la puso cuando era niño tomo otra personalidad.

por Alice Sáb Oct 16, 2010 12:26 pm

Narro/Hablo/pienso/

Luego de unos momentos de caminar en silencio Artorius volvió a hablar y me dijo que el no conocía el nombre de la joven. Al oír eso yo suspire y sonreí, luego enfoque mi vista hacia donde se encontraban un par de hombres que caminaban tambaleándose, en ese momento vi jaros de cerveza en sus manos y comprendí que la cantidad de alcohol que habían consumido no era poca.

¿de verdad será ella?, pero, ¿que haría Lady con un senador?

Luego de unos momentos Artorius volvió a hablar dijo que mejor tomáramos otro camino que esperaba no me importe yo lo mire y sonreí mientras hablaba con dulzura.

No importa

Luego seguí caminando junto a el mirando la cantidad de basura y suciedad esparcida por las calles de esos distritos, era extraño pero esa noche no había mucha gente fuera de sus casas, por las sombras se veían pasar animales que al introducirse en las sombras desaparecían dejando solo ojos brillantes que observan los movimientos. Yo seguía caminando observando la miseria de esos distritos.

Yo me sentía cansada tal vez por las copas que había bebido en esa taberna y ahora me hacían efecto, yo intentaba tener todos mis sentidos alerta aunque en ese estado era algo dificil.

por Artorius Sáb Oct 16, 2010 6:37 pm

De los labios de la joven no parecían salir muchas palabras; Artorius era el que reanimaba la conversación a cada instante, giro su cabeza solo para ver la extraña caminata de la peli rosada. Al parecer la cantidad de alcohol que había ingerido comenzaba a hacerle efecto lo que le parecía extraño al joven ciudadano ya que la joven ni siquiera había ingerido un litro, al parecer el cuerpo de esta no estaba acostumbrado a digerir alcohol, mirando nuevamente hacia adelante logro perder la vizualisacion de las personas borrachas allí reunidas, El nuevo camino que habían tomado había hecho perder la vista de aquellas personas alcohólicas, Arturo se sentía incluso muy bien el alcohol no le había hecho algún efecto en lo absoluto.

- Aun así no me parecería extraño que esa chica llegara a ser su hermana perdida de la que ha hablado esta noche, ya que ambas poseen un parecido impresionante. Lo único que las diferencia es su forma de caminar jejeje. -

Dijo con la intención de formar un chiste del estado de semi alcoholismo de la joven; En verdad el frió azotaba la noche. La cara de Artorius se comenzaba a volver pálida por las bajas temperaturas, despues de todo era una persona acostumbrada al calor lo que lo convertía en alguien muy frágil ante el frió. Tal vez se le seria muy dificil para el dormir esta noche ya que había estado dormido la mayoría del día, inclusive se le notaba un poco en el rostro.

La mirada insólita de Artorius se enfocaba principalmente en el camino, debía estar atento al caminar por este miserable lugar también llamado pueblo. De noche no era mas que un distrito fantasma pero de día todos los alcohólicos y los ladrones abundaban, todo a la reversa de lo que debería ser

por Alice Lun Oct 18, 2010 1:21 pm

Narro/Hablo/Pienso/

Aunque yo no había tomado mucho alcohol este me hacia mucho efecto pues, yo no estaba acostumbrada a beber. Luego escuche el chiste de Arturo por lo que me reí mientras seguía caminando al lado del joven. Al caminar notaba en la oscuridad como se veían personas, probablemente alcoholizadas, caminando mientras se tambalean, también luces en las casas que se apagaban, ruidos de botellas y animales que cruzaban la noche ,y por las luces parecían convertirse en demonios de las sombras. Después de unos momentos de prestar atención a mi entorno decidí hablar con el joven, pues de momentos la conversación parecía morir.

Muy chistoso jaja

Dije con tono sarcástico mientras me sonreía y miraba a aquel joven que me acompañaba.

Y dime... Arturo yo ya te conté algo de mi ahora te toca a ti

Dije intentando comenzar una conversación, porque el silencio que se formaba por momentos era incomodo. Luego de unos momentos de que dije esas palabras volví a retomar mi paso, aunque un poco desparejo, por el alcohol.

¿Sera esa joven Lady o solo sera una coincidencia?

Pensaba aunque yo sabia que no era muy creíble que dos chicas fueran casi idénticas y no tuvieran ningún parecido de sangre.

Disculpa la pregunta pero ¿de casualidad no sabes donde vive esta chica o el senador Mauritius?

Dije con un poco de timidez mientras seguía caminando y observando los grandes montones de basura, tierra y varias casa abandonadas, a decir verdad yo había cruzado por esa zona solo un par de veces y no la conocía mucho, yo siempre cruzaba por la parte en la que antes se encontraban las personas alcoholizadas.

por Artorius Lun Oct 18, 2010 5:28 pm

Mientras Artorius miraba con una sonrisa a la joven la conversación volvía a cesarse, sus labios no aclamaban respuesta alguna; Pero mientras continuaba el largo caminar se escucharon algunas frases algo un poco sarcásticas de la joven acompañante. Seguramente ya estaban cerca del final del largo camino ya que finalmente comenzaban a verse personas y una que otras familias a las afueras de sus hogares, las noticias de la caída de la legión del general Edward en Egipto comenzaba a saberse entre las personas mas adineradas de Roma entre ellas el joven pelinegro.

Sintió escalofríos en los hombros, suspiros a sus espaldas, miradas ocultas en la oscuridad. Mientras se daba media vuelta vio a un cuervo negro con ojos rojos, era muy raro que estos se vieran en Roma y mucho menos en estas partes bajas. ¿Tal vez seria un mal augurio? Oh tan solo eran productos de sus imaginación; Volvió a mirar hacia a delante solo para escuchar nuevamente palabras de la joven. Al parecer volvió a interesarse en su historia, la mirada de Arturo paso a seria. No le gustaba pensar y menos tener que contarle a otros de su niñez.

- Lo lamento pero no me gustaría hablar de eso espero lo entienda. - Dijo con un tono metálico, sus ojos se mantenían viendo siempre bajo. Por un momento recordó los gritos aturdidores de su madre y los empleados de la casa de su padre, pero sobretodo recordaba la garganta cortada y partida en dos de su padre, pero sobre todo no se podía olvidar de aquel rostro oculto en la oscuridad, esa mascara la cual aun mantenía oculto en el sótano de la mansión de su padre.

Solo preguntas salían de los labios de aquella mujer, nuevamente pregunto sobre la chica que tenia una extrema igualdad física con ella, otra pregunta que no sabia. Lentamente le volvió a responder con una voz calmada - Lo lamento pero me ha echo otra pregunta imposible de responder; No se nada acerca de aquella mujer. -

por Nia Lun Oct 18, 2010 7:41 pm

Despues de recibir la orden de parte de la Señorita Nia fui primeramente a la casa del señor Artorius en donde alguien mas de la servidumbre me dijo que no se encontraba por lo cual volvi a comenzar a correr ahora hacia los distritos del Tiber puesto que alli era en donde se le solia ver bastante seguido, estuve corriendo alrededor de 30 minutos bajo el sol sin cansarme puesto que sabia las consecuencias si el mensaje no llegaba a donde debia y la verdad me aterraba mas la idea de morir en mano de la Señorita Nia que la de morir a manos de un soldado ella era el mismisimo demonio en persona cosa que era ironico puesto que antes de la muerte de su padre era la persona mas amable y servicial que podian encontrar los esclavos, ella nos ayudaba siempre e intentaba el no darnos demasiado trabajo puesto que no deseaba vernos cansados ni nada sonriendonos siempre y trayendonos mas comida de lo que principalmente nos daban en secreto para que la propia emperatriz no la castigase por lo que hacia. Al morir su padre cambio totalmente comenzo a comportarse friamente con todo el mundo como dejando ver su verdadera naturaleza la cual parecia ocultar, nos comenzo a maltratar a todos y finalmente se supieron de las misteriosas muertes de esclavos las cuales eran hechas por ella misma. Despues de un rato logre encontrar al joven Artorius quien estaba con una joven mas me puse frente a el para poder darle el mensaje.

- Perdoneme si lo interrumpo señor Artorius pero la señorita Nia aclama su presencia en este instante de lo contrario le hara sufrir las consecuencias en carne propia -dice el esclavo algo cansado por la corrida mas dando el mensaje-

por Artorius Mar Oct 19, 2010 5:01 pm

Mientras Artorius caminaba con la joven escucho una voz detrás de su espalda, al darse media vuelta para revisar quien era solo vio a un esclavo. Estaba suspirando cada momento al parecer había echo un poco de ejercicio tras mucho buscar. Entre esos suspiros y bosquejos se escucharon algunas palabras de el - No interrumpes nada, lo lamento señorita espero que pueda volver a su casa sola, la realeza me solicita. - Dijo de forma sarcástica, la sonrisa entre sus labios era muy de notar aunque todo eso lo decía solo por un simple juego, no mantenía respeto alguno por ningún senador ni a los idealistas del imperio. Por ahora el solo se mandaba por los mandatos de Diva y nadie mas.

Al haber dicho esas palabras se dio media vuelta solo para correr hacia donde se dirigía la persona que le llamaba con prisa, todo esto le parecía muy raro ya que el joven apenas conocía a esa persona que solicitaba su presencia en ese instante. Su prisa se hacia notar entre las personas que pasaban por allí, aunque el esclavo no lo había dicho sus palabras revelaron el carácter que posiblemente poseía Nia. - Diva no me pregunto porque todo esto me huele a ti, jajaja pero si es por la persona que esta a cargo mio y que también es la emperatriz de Roma cumpliré cualquier mandato. -

Reía por todo el camino, le hacia gracioso pensar que la persona que estaba detrás de todo eso era la persona que le encargaba misiones de vez en cuando. Al correr hacia levantar la grandes cantidades de hojas que estaban tiradas y amontonadas en el suelo. Luego de tanto correr nuevamente logro llegar a la parte alta de la ciudad

por Alice Vie Oct 22, 2010 8:41 am

Yo aun caminaba con artorius, cuando escuche una voz agitada detras nuestro, era un esclabo que buscaba a artorius, este dijo que una chica llamada Nia necesitaba de su precencia, yo no conocia a esa joven pero por la forma en que hablo su esclabo y artorius era muy probable que ella fuera alguien de la realeza y que tubiera mal caracter o algo asi.

Luego artorius contesto que no interumpia nada , y me dijo que esperaba yo pudiese volver a mi casa sola, y con un tono sarcastico que era muy notable, dijo que la realeza lo necesitaba. Yo al escuchar lo primero asenti con la cabeza intentando que entendiece que no habia ningun problema en que se retirara, luego me rei al escuchar como hablaba con tono sarcastico y obserbe como el joven que antes me acompañaba comenzaba a correr en direccion a donde habia venido el esclabo.

supongo que regresare sola

Pense mientras me soneia y seguia caminando ahora mucho mas atenta que antes, pues ahora yo me encontraba sola. Despues de un rato de caminar note que habia un grupo de borrachos, en mi camino asique decidi desbiarme e ir por la zona por la que yo siempre iba, ya que esa parte en la que antes estaba no la conocia muy bien y no me sentia muy segura.

Esta parte de los distritos era mas iluminada y, si se podia llamarse , la mas segura dentro de ese horrible lugar. Yo aun estaba cansada asique en lo unico que pensaba era en llegar a mi casa y dormir, pues todabia me sentia algo mareada. Luego de unos minutos voltee para ver al joven que ya no estaba era como si se hubiese evaporado con el viento. Yo segui caminando hasta llegar al camino por el cual siempre regresaba a mi casa y ya conocia casi de memoria

por Alessa0 Vie Oct 22, 2010 8:04 pm

Y de la nada aquella mujer dejaba la mancuerna con la que se había unido desde el mercado escuchando las charlatanerías de los vagos y las incoherencias de las prostitutas, todo un espectáculo de vulgaridad que Alessa deglutía en silencio pues aquel lado de la humanidad no había escudriñado hasta aquel días desde que renació como estrella infernal… tal parecían que hablaba con fluidez y sin tanta pesantes, como si ellos conocieran a la errabunda por años, cosa que a aquella le extrañaba, ¿Acaso su vida fue así antes? Más patético que el ahora que vivía, lentamente les dejaba atrás pues sus rumbos no eran igual, unos decían que se iban a distraer un rato con las mujeres que les acompañaban mientras otros irían a beber a su ¿casa?… Carcajeándose aquella daba una reverencia como despido entre su presencia un tanto loca y desmesurada, pero nada aburrida para tal razón fría.

Y lentamente les presentaba su espalda, pues noche ya era y se decía que aquellos lares era de temer para las jovenzuelas, mas no para Alessa, alejándose de aquel bullicio estridente lentamente era envuelta por el velo nocturno de aquel senderito solitario, notando a simple vista como una sombra a no muy lejos le seguía, deteniéndose y girando un poco su cuerpo aquella desenfundaba su tizona derecha y con gran soplo se expresaba:

-Das un paso más alma descarriada llena de pena y te matare (elevando su cosmos, generando un sotaventó, jugando con las luces y las sombras del derredor, como si fuese magia, como si fuese un mostró la que hablaba) lárgate y busca un hoyo donde distraerte… sabes a lo que me refiero mierda de hombre…

Percatando como la silueta se desvanecía pavorosamente… Alessa simplemente bostezaba y seguía su danza entre el follaje muerto del camino y en silencio suspiraba… para tan solo alzar su rostro y admirad aquella hermosa luna que se elevaba frete a su persona, hipnotizándola para tan solo llenarla de una melancolía abnegada.