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[Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
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[Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
Al guerrero le preocupaba mucho el estado de la emperatriz, en ese tiempo que él no estaba presente. Podían pasar cosas graves como que empeorara de estado o que alguien se entrara de su enfermedad, pero era un riesgo que Illidan estaba dispuesto a tomar. Debía de deshacerse de aquella armadura que apareció y que por alguna razón, el ministro afirmaba que era la causa del malestar que Selene estaba padeciendo. Illidan no tenia idea de cómo destruiría este artefacto, ya que al parecer tenía un poder extraño en su interior, pero había escuchado por rumores que existía un templo en lo más oscuro de Egipto. Un templo escondido al cual los dioses acudían a sellar las almas oscuras de aquellos pecadores o traidores. Quizás el sacerdote de ese lugar supiera que eran esas especies de llamas que salían de la armadura y que estaban rodeando anteriormente a la emperatriz.
Busco durante mucho tiempo aquel templo, una vez que lo encontró pudo comprobar todo lo que los rumores decían. En realidad era muy feo y gótico, con tonalidades de oscuro y telas de araña por todos lados, como si la limpieza nunca fuera algo que le preocupara al sacerdote. La gran puerta principal estaba abierta de par en par, invitando al guerrero a entrar. Una vez que Illidan avanzo por aquella puerta, pudo divisar un gran pasillo angosto que parecía ser muy largo, alumbrado por antorchas que colgaban de las murallas de los costados. El ministro avanzo hasta que al final pudo ver una luz naranja, donde estaba la salida.
Una vez que atravesó aquella salida se encontró con el corazón del templo, un lugar que era toda roca y parecía el interior de una cueva. Había gente encapuchada en las cercanías caminando o simplemente mirando a la nada, como si cumplieran un castigo a los dioses. De la nada la voz de un hombre altero a Illidan y este volteo para verlo.
- ¿Qué es lo que buscas aquí, Illidan…?
El sacerdote vestía una tunica con capucha similar a la de los otros hombres, solo que esta era de un color marrón y con detalles de dorado. En su rostro había una cicatriz que ni siquiera su largo pelo blanco podía tapar y sus ojos parecían ausentes de Iris, eran todos blancos y sin algún color, como si no fuera vidente. ¿Como sabia su nombre? seria algo que siempre se preguntaría. Pero el ministro no se dejo engañar por hechicería novata, él quería y debía ir directo al grano. Tiro la bolsa donde había guardado la armadura oscura y esta cayo en el suelo. Al verla el sacerdote retrocedió asustado, Illidan sonrió, al parecer el hombre sabia algo acerca de ese objeto.
-No me importa de donde has sacado eso, pero devuélvelo donde estaba de inmediato….Aunque no…Ya es tarde.
Las palabras del sacerdote no hacían preocuparse al ministro, quien lo miraba intrigado. Por alguna razón se desespero mucho aquel viejo sujeto, Illidan tomo el control de la situación haciendo preguntas.
-¿Qué es esta cosa?
El anciano lo miro un momento y luego se decidió por fin a hablar con un poco de miedo mientras que Illidan escuchaba atentamente
-Es una armadura del inframundo… He escuchado rumores acerca de ellas. Dicen que Hades, un dios de los romanos o los griegos, es quien elije a la gente que portara esta armadura por la bondad de sus corazones. Y toma sus cuerpos sin importar quien sea… Quien haya tenido esta armadura en una vida pasada estará maldecido por siempre…Lo siento mucho muchacho, pero no tienes otra alternativa.
Dijo el hombre mientras que le tocaba el hombro a Illidan, al parecer había interpretado que la armadura era de él, seria mejor que pensara eso. El ministro saco la mano del hombre mientras que simulaba dolor o angustia, para que se creyera que en realidad era de él la armadura. Sin embargo, en el fondo del corazón del guerrero e inconcientemente la angustia era real. Entonces Selene estaba destinada a ser una esclava bizarra de los romanos, o al menos de unos de sus estupidos dioses de mentira. Illidan no podía tolerar esto. Pero no tenía alternativa, o eso imaginaba…Seguramente, esta maldicion de la armadura tenia algo que ver con Diva y los romanos.
La voz del sacerdote se dejo escuchar una vez más, esta vez para alentar a Illidan y darle un suspiro de posibilidades.
-Al menos que…Podrías sellarla. Si es que el dios no te ha llevado aun significa que esta débil…Podrías sellar esta armadura con el poder de nuestros dioses, los dioses Egipcios son más fuertes que cualquier lacra romana o griega.
Illidan sonrío, estaba preparado y asintió con la cabeza a la idea que dio el sacerdote. El mismo se preparo y al cabo de unos minutos coloco sangre de un hombre que sacrifico allí, después de todo era para lo que estaban esos hombres, para pagar sus pecados a los dioses con su vida. Una vez que tuvo esta sangre baño la armadura y recito una cifra en un egipcio antiguo…Illidan sonrío, mientras que vio como la armadura comenzaba a formarse piedra. Se volvió totalmente pálida y termino perdiendo su color. El sacerdote termino de hacer esto y al voltear se encontró con el filo de la espada de Illidan, que corto la cabeza directamente. Nadie debía de saber sobre esa armadura y él se encargaría de que nadie que la hubiera visto, sobreviviera. Mato a todos los hombres y dejo la armadura en aquel templo olvidado, donde nadie la encontraría jamás y si lo hiciera, seria en vano, porque su poder había sido sellado…
Hasta que la voluntad de algún dios del inframundo, quisiera lo contrario…
Illidan se retiro del lugar a paso acelerado, para llegar rápido hasta la habitación de Selene, esperando que el desencanto de la armadura la hiciera volver a la noción.
_______________________________________
OFF: De mas esta decir que Selene ya obtuvo su armadura, pero que en la historia On-Rol, esta sellada. Esto esta acordado con Selene y NADIE puede sacar el sello a la armadura a no ser que sean alguno de los cuatro dioses del inframundo.
-Hades
-Persefone
-Hypnos
-Thanathos
La armadura no puede ser sacada de este lugar.
Busco durante mucho tiempo aquel templo, una vez que lo encontró pudo comprobar todo lo que los rumores decían. En realidad era muy feo y gótico, con tonalidades de oscuro y telas de araña por todos lados, como si la limpieza nunca fuera algo que le preocupara al sacerdote. La gran puerta principal estaba abierta de par en par, invitando al guerrero a entrar. Una vez que Illidan avanzo por aquella puerta, pudo divisar un gran pasillo angosto que parecía ser muy largo, alumbrado por antorchas que colgaban de las murallas de los costados. El ministro avanzo hasta que al final pudo ver una luz naranja, donde estaba la salida.
Una vez que atravesó aquella salida se encontró con el corazón del templo, un lugar que era toda roca y parecía el interior de una cueva. Había gente encapuchada en las cercanías caminando o simplemente mirando a la nada, como si cumplieran un castigo a los dioses. De la nada la voz de un hombre altero a Illidan y este volteo para verlo.
- ¿Qué es lo que buscas aquí, Illidan…?
El sacerdote vestía una tunica con capucha similar a la de los otros hombres, solo que esta era de un color marrón y con detalles de dorado. En su rostro había una cicatriz que ni siquiera su largo pelo blanco podía tapar y sus ojos parecían ausentes de Iris, eran todos blancos y sin algún color, como si no fuera vidente. ¿Como sabia su nombre? seria algo que siempre se preguntaría. Pero el ministro no se dejo engañar por hechicería novata, él quería y debía ir directo al grano. Tiro la bolsa donde había guardado la armadura oscura y esta cayo en el suelo. Al verla el sacerdote retrocedió asustado, Illidan sonrió, al parecer el hombre sabia algo acerca de ese objeto.
-No me importa de donde has sacado eso, pero devuélvelo donde estaba de inmediato….Aunque no…Ya es tarde.
Las palabras del sacerdote no hacían preocuparse al ministro, quien lo miraba intrigado. Por alguna razón se desespero mucho aquel viejo sujeto, Illidan tomo el control de la situación haciendo preguntas.
-¿Qué es esta cosa?
El anciano lo miro un momento y luego se decidió por fin a hablar con un poco de miedo mientras que Illidan escuchaba atentamente
-Es una armadura del inframundo… He escuchado rumores acerca de ellas. Dicen que Hades, un dios de los romanos o los griegos, es quien elije a la gente que portara esta armadura por la bondad de sus corazones. Y toma sus cuerpos sin importar quien sea… Quien haya tenido esta armadura en una vida pasada estará maldecido por siempre…Lo siento mucho muchacho, pero no tienes otra alternativa.
Dijo el hombre mientras que le tocaba el hombro a Illidan, al parecer había interpretado que la armadura era de él, seria mejor que pensara eso. El ministro saco la mano del hombre mientras que simulaba dolor o angustia, para que se creyera que en realidad era de él la armadura. Sin embargo, en el fondo del corazón del guerrero e inconcientemente la angustia era real. Entonces Selene estaba destinada a ser una esclava bizarra de los romanos, o al menos de unos de sus estupidos dioses de mentira. Illidan no podía tolerar esto. Pero no tenía alternativa, o eso imaginaba…Seguramente, esta maldicion de la armadura tenia algo que ver con Diva y los romanos.
La voz del sacerdote se dejo escuchar una vez más, esta vez para alentar a Illidan y darle un suspiro de posibilidades.
-Al menos que…Podrías sellarla. Si es que el dios no te ha llevado aun significa que esta débil…Podrías sellar esta armadura con el poder de nuestros dioses, los dioses Egipcios son más fuertes que cualquier lacra romana o griega.
Illidan sonrío, estaba preparado y asintió con la cabeza a la idea que dio el sacerdote. El mismo se preparo y al cabo de unos minutos coloco sangre de un hombre que sacrifico allí, después de todo era para lo que estaban esos hombres, para pagar sus pecados a los dioses con su vida. Una vez que tuvo esta sangre baño la armadura y recito una cifra en un egipcio antiguo…Illidan sonrío, mientras que vio como la armadura comenzaba a formarse piedra. Se volvió totalmente pálida y termino perdiendo su color. El sacerdote termino de hacer esto y al voltear se encontró con el filo de la espada de Illidan, que corto la cabeza directamente. Nadie debía de saber sobre esa armadura y él se encargaría de que nadie que la hubiera visto, sobreviviera. Mato a todos los hombres y dejo la armadura en aquel templo olvidado, donde nadie la encontraría jamás y si lo hiciera, seria en vano, porque su poder había sido sellado…
Hasta que la voluntad de algún dios del inframundo, quisiera lo contrario…
Illidan se retiro del lugar a paso acelerado, para llegar rápido hasta la habitación de Selene, esperando que el desencanto de la armadura la hiciera volver a la noción.
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OFF: De mas esta decir que Selene ya obtuvo su armadura, pero que en la historia On-Rol, esta sellada. Esto esta acordado con Selene y NADIE puede sacar el sello a la armadura a no ser que sean alguno de los cuatro dioses del inframundo.
-Hades
-Persefone
-Hypnos
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La armadura no puede ser sacada de este lugar.
Illidan- Dios/a
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Re: [Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
Había dejado atrás el oasis, avanzando por las tierras de los alrededores de la capital de Egipto, convirtiendo todo en un suelo de muerte y putrefacción. Cada paso que el dios menor daba era tierra que moría y pasaba a sumarse al gran plan maestro que Thanathos tenia en mente. Iba ganando tanto territorio como podía, adueñándose de todos los alrededores a Alejandría, muchas personas de Egipto podían ver lo que estaba pasando y huían, pero otra se quedaba. Pobre de los habitantes que se quedaran a cuidar sus casas o su familia, porque al convertirse Egipto en la entrada al inframundo, ellos pasarían a ser almas en pena que vagarían por el territorio.
Luego de mucho caminar, Thanatos llego hasta donde quería llegar, el templo oculto en el que Illidan había ocultado el poder de la armadura de Selene, cuando pensó que era una maldición de los dioses Egipcios. Pero ahora Thanathos sabia que el ex ministro solo estaba jugando con el destino ya que la había escondido para que él la sacara en su momento adecuado. Al ingresar a la cámara donde la armadura estaba oculta, vio los cadáveres de las personas que mato Illidan y sonrío, levanto su mirada hacia arriba y contemplo la armadura de la Ira, sellada y con un color muerto.
-He aquí tu armadura –Dijo Thanathos en voz alta, porque pensaba que la joven Selene lo había seguido, aunque estaba mas que seguro que lo había hecho, podía sentirlo- Sellada por tu ministro, para salvarte… jajá jajá…
La risa del dios iba en aumento, volviéndose cada vez más malvada y fuerte. Al mismo tiempo que la risa del dios se volvía mas fuerte, la armadura iba retomando el color morado que le pertenecía para terminar volviendo a su normalidad y brillando con un aura índigo a su alrededor. Thanathos dio un paso al costado para que la mirada de Selene al llegar, se encontrara con su armadura en primer lugar.
Luego de mucho caminar, Thanatos llego hasta donde quería llegar, el templo oculto en el que Illidan había ocultado el poder de la armadura de Selene, cuando pensó que era una maldición de los dioses Egipcios. Pero ahora Thanathos sabia que el ex ministro solo estaba jugando con el destino ya que la había escondido para que él la sacara en su momento adecuado. Al ingresar a la cámara donde la armadura estaba oculta, vio los cadáveres de las personas que mato Illidan y sonrío, levanto su mirada hacia arriba y contemplo la armadura de la Ira, sellada y con un color muerto.
-He aquí tu armadura –Dijo Thanathos en voz alta, porque pensaba que la joven Selene lo había seguido, aunque estaba mas que seguro que lo había hecho, podía sentirlo- Sellada por tu ministro, para salvarte… jajá jajá…
La risa del dios iba en aumento, volviéndose cada vez más malvada y fuerte. Al mismo tiempo que la risa del dios se volvía mas fuerte, la armadura iba retomando el color morado que le pertenecía para terminar volviendo a su normalidad y brillando con un aura índigo a su alrededor. Thanathos dio un paso al costado para que la mirada de Selene al llegar, se encontrara con su armadura en primer lugar.
Illidan- Dios/a
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Re: [Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
Selene observó su armadura sin mucha emoción. Siempre había odiado la idea de que algo como eso la cubriera. Era como decir que sin ella no podía luchar fuertemente. Pasó por al lado de Thanatos y tocó el metal oscuro y frío de la armadura, no había emoción en su rostro… pues seguía pensando solo en el destino de una persona a quien aun no lograba sentir. Pero eso no importaba, fuera donde fuera que estuviera Wyvern… lo sabría de inmediato.
- No la necesito por ahora. – Dijo mientras la armadura parecía llenarse de rosas que la cubrieron y llevaron al inframundo. Selene no la necesitaba, odiaba depender de ella para pelear. – Utilizarla significaría encontrar un guerrero a mi altura, lo cual nunca ha sucedido hasta la fecha.
Altanera como siempre, se cruzó de brazos y espero… vio los cuerpos pudriéndose con asco, le causaba repugnancia estar en ese lugar pero ella no iba a ponerse a discutir con Thanatos sobre ello.
- ¿Y ahora que? ¿Vas a matar a todos en Alejandría también? - Por algún motivo ello no le hacía mucha gracia. Se había dedicado tanto tiempo a proteger toda esa nación y hacerla brillar y crecer. - ¿No sería mejor tenerlos como esclavos para que sigan construyendo?
Selene odiaba el desperdicio, y si había mano de obra gratuita que se encargara de construir hermosos y lujosos templos en la tierra que fueran la nueva fortaleza y punto de conquista del ejercito de Hades, ¿Por qué mandar a inútiles esqueletos para ello cuando había mano de obra calificada para ello.
No dijo nada más. Le parecía que lo mejor era esclavizar a ese pueblo, darles lo suficiente para comer y hacerlos construir el nuevo palacio… uno que fuera aun más glorioso que cualquier otro templo dedicado a un dios y que en él se encontrara la nueva puerta al inframundo, que desde ahí se lograra acceder al reino del dios Hades y que sirviera para poder planificar cualquier movimiento de ataque hacia los inútiles caballeros de Athena.
Selene- Dama del Pecado
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Re: [Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
¿Y que quieres que construyan?... –Dijo con un tono serio mientras que la miraba, un lugar con muerte no necesitaba muchas cosas para adornar, pero de repente le vino a la mente una idea brillante para recibir a su dios y a su hermano al despertar. Nada les haría más dichosos que ver que Thanathos no solo había cumplido con su misión, sino que además había construido monumentos en su nombre. El dios sonrío mientras que miraba a la muchacha, quizás ella debería encargarse de esclavizar a todos- Selene, tu podrás encargarte de que los egipcios construyan un monumento en mi honor, en el de Hypnos y el de Hades… Después de todo, me servirá de prueba para saber si has olvidado tu pasado o solo finges demasiado bien…
El dios menor no entendía porque alguien no usaría su armadura, luego comprendió que el ego de la muchacha era demasiado para usarla, así que no dijo palabra alguna y se limito a caminar hacia lo mas oscuro. Sentía una presencia allí… Miro hacia el piso y desde el mismo comenzó a surgir un agujero negro que conectaba al inframundo con la tierra, desde dicha apertura ascendió triunfante la armadura sagrada de Thanathos, la mirada del dios estaba puesta en ella mientras que la sonrisa sádica de su rostro demostraba un poco de su felicidad, después de tanto tiempo dormido podría recuperar su poder y tener una revancha.
-Mi armadura Kamei, el símbolo que le demuestra a las demás ratas, quien es el que manda. –La armadura se equipo en el cuerpo del antiguo ministro de Egipto y luego de eso una tremenda energía morada se desprendió desde su cuerpo, brillando como las mismas llamas del inframundo. Lentamente el suelo que estaba podrido comenzaba a quebrarse por el increíble poder que se había despertado y el templo viejo y ruin comenzaba a temblar, destruyéndose. El dios comenzó a caminar hacia fuera mientras que miro rápidamente a la muchacha para dirigirle unas ultimas palabras- Salgamos de aquí… Encárgate de lo que te pedí, los monumentos deben quedar perfectos…
El dios menor no entendía porque alguien no usaría su armadura, luego comprendió que el ego de la muchacha era demasiado para usarla, así que no dijo palabra alguna y se limito a caminar hacia lo mas oscuro. Sentía una presencia allí… Miro hacia el piso y desde el mismo comenzó a surgir un agujero negro que conectaba al inframundo con la tierra, desde dicha apertura ascendió triunfante la armadura sagrada de Thanathos, la mirada del dios estaba puesta en ella mientras que la sonrisa sádica de su rostro demostraba un poco de su felicidad, después de tanto tiempo dormido podría recuperar su poder y tener una revancha.
-Mi armadura Kamei, el símbolo que le demuestra a las demás ratas, quien es el que manda. –La armadura se equipo en el cuerpo del antiguo ministro de Egipto y luego de eso una tremenda energía morada se desprendió desde su cuerpo, brillando como las mismas llamas del inframundo. Lentamente el suelo que estaba podrido comenzaba a quebrarse por el increíble poder que se había despertado y el templo viejo y ruin comenzaba a temblar, destruyéndose. El dios comenzó a caminar hacia fuera mientras que miro rápidamente a la muchacha para dirigirle unas ultimas palabras- Salgamos de aquí… Encárgate de lo que te pedí, los monumentos deben quedar perfectos…
Illidan- Dios/a
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Re: [Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
- ¿Qué cree usted que se podría contruir en un lugar donde la muerte irá opacando la vida? Entiendo su duda e incluso su falta de confianza en mí. Pero tenga en cuenta, no soy un estorbo ni basura como la mayoría de los espectros. - Selene bajó levemente el mentón haciendo una reverencia. Aunque ello no le agradara sabía su lugar en el Inframundo y que Thanatos hubiese decidido ocupar el cuerpo de un hombre cercano a ella para poder así depender de sus servicios, era un honor para la dama de la Ira. - Por ello, no se preocupe. Me aseguraré que en Egipto se construya el más grande de los monumentos honrando a la muerte y a nuestro señor Hades.
Mostraba algo de frialdad en sus ojos. La idea de esclavisar a los egipcios en el fondo le molestaba. Sus prioridades estaban en orden, sabía que era un espectro y que su unica misión era seguir a Hades, causar muerte en la tierra era lo que seguramente estaba en los planes de su señor asi como había sido su única misión la vida pasada. Pero había vuelto a nacer y los dioses la habían puesto como la soberana de Egipto, hija de Isis... reina de alto y bajo egipto, descendientes de grandiosos hombres. No podía evitar sentir correr por sus venas ese amor a Egipto, querer su grandeza y no verlo caer en ruinas. Aun así, con ese pesar en su corazón, su misión, su única misión en la vida era proteger y llevar a cabo las ordenes de Hades. Pero si Thanatos lo hubiese deseado habría sin ningun problema destruido Egipto así como lo había hecho con ese hermoso Oasis. Le era indiferente ello, pero una parte de Selene, aquella que seguía manteniendo sus recuerdos de vida y su amor por ésta... le impedían querer ver a Egipto morir, y si para mantenerlos con vida y ganarles tiempo había que esclavisarlos a todos para que construyeran grandiosos monumentos en nombre de Thanatos y Hades... que así fuera.
- Sólo le recuerdo que para la gente Egipcia la única soberana soy yo... mandarles a construir monumentos en nombre de un hombre como Illidan podría causar confusión y motines por todo Egipto. No quisiera que este lugar se volviera un cementerio cuando se puede usar la mano de obra egipcia, aquellos hombres cuyo conocimiento en arquitectura se compara con la de los prados olimpicos...
Algo de orgullo aun quedaba en Selene, el orgullo de haber sido una reina la mayor parte de la vida y recibir ordenes no era parte de ello. Nunca lo había hecho y ahora no empezaría a tomarlas. Thanatos podía gobernar en los campos Eliseos, pero ella seguía siendo la soberana que los dioses habían puesto sobre Egipto. Era la union entre los mortales y los dioses y como Reina que era... las ordenes unicamente por ahora las recibiría de Hades pues con él era su alianza y con él estaba su lealtad. Thanatos... dios y todo, no le vendría a dar ordenes, podía hacerlo, podía pedirle lo que quisiera y siendo una mujer leal intentaría complacerlo de la mejor forma... pero tenía la suficiente fuerza y valor para conseguir lo que quisiera y su unico objetivo por el momento era destruir a los Persas. Ese era el regalo que le quería dar a su pueblo natal... pues ella ademas de ser un Espectro, era Egipcia... si comenzará a destruir por destruir, lo haría con Persia primero. El suave regalo de la muerte se los daría Hades cuando él quisiese si ese era de verdad el regalo a Egipto.
- Y así como se lo dije a Illidan, soy la hija de Isis y una diosa en este pueblo por derecho propio. Mientras Hades no despierte mi única labor será esperarlo. No aceptaré ordenes de nadie excepto de él. Si accedo a cumplir que se construya en Egipto... es simplemente por que asi me place, se que le agrado a Hades ver lo que hemos construido para recibirlo. Por ello... sólo edificaré para él.
o Planeaba comenzar a dar ordenes de inmediato para que en el valle de los reyes, en lugar donde se habían enterrado generaciones y generaciones de Faraones se comenzara la construcción de un palacio digno de un dios. El monumento más grande que Egipto hubiese visto... todo en honor al rey del Inframundo. Aun así... los deseos de Selene seguían inalterables. La paz con el imperio Romano y su pueblo, pues no sabía cuanto tiempo mñas le quedara en la tierra. Cuando Hades despertara era probable que se desplazaran todos ellos al Inframundo y desde entonces su servicio sería completo, continuo y permanente para Hades.
- Mi deseo sigue siendo el mismo, casarme y tener hijos... mi cuerpo me dejará de pertenecer sólo cuando Hades despierte y para entonces espero ya haberle dado a Egipto su heredero. - Selene miró a Thanatos, para luego caminar un tanto despreocupada hacia la salida de ese templo. - Si eso es todo... me retiro a mi palacio. Haga lo que plasca, si necesita de mis servicios puede pedirlos... pero le repito que sólo obedeceré órdenes directas de Hades, de su parte puede pedirme las cosas y será mi decisión obedecerlas... o no.
Sabía que sonaba desafiante, pero así era ella. El temor no era parte de su caracter y nunca lo había sido. Ni si quiera con un dios como él que en otras epocas se había denigrado a procrear descendencia con humanos... a sus ojos, lo volvía un tanto más... despreciable... mostrar semejante odio por los humanos pero aun así haber procreado con ellos era una gran contradicción.
Mostraba algo de frialdad en sus ojos. La idea de esclavisar a los egipcios en el fondo le molestaba. Sus prioridades estaban en orden, sabía que era un espectro y que su unica misión era seguir a Hades, causar muerte en la tierra era lo que seguramente estaba en los planes de su señor asi como había sido su única misión la vida pasada. Pero había vuelto a nacer y los dioses la habían puesto como la soberana de Egipto, hija de Isis... reina de alto y bajo egipto, descendientes de grandiosos hombres. No podía evitar sentir correr por sus venas ese amor a Egipto, querer su grandeza y no verlo caer en ruinas. Aun así, con ese pesar en su corazón, su misión, su única misión en la vida era proteger y llevar a cabo las ordenes de Hades. Pero si Thanatos lo hubiese deseado habría sin ningun problema destruido Egipto así como lo había hecho con ese hermoso Oasis. Le era indiferente ello, pero una parte de Selene, aquella que seguía manteniendo sus recuerdos de vida y su amor por ésta... le impedían querer ver a Egipto morir, y si para mantenerlos con vida y ganarles tiempo había que esclavisarlos a todos para que construyeran grandiosos monumentos en nombre de Thanatos y Hades... que así fuera.
- Sólo le recuerdo que para la gente Egipcia la única soberana soy yo... mandarles a construir monumentos en nombre de un hombre como Illidan podría causar confusión y motines por todo Egipto. No quisiera que este lugar se volviera un cementerio cuando se puede usar la mano de obra egipcia, aquellos hombres cuyo conocimiento en arquitectura se compara con la de los prados olimpicos...
Algo de orgullo aun quedaba en Selene, el orgullo de haber sido una reina la mayor parte de la vida y recibir ordenes no era parte de ello. Nunca lo había hecho y ahora no empezaría a tomarlas. Thanatos podía gobernar en los campos Eliseos, pero ella seguía siendo la soberana que los dioses habían puesto sobre Egipto. Era la union entre los mortales y los dioses y como Reina que era... las ordenes unicamente por ahora las recibiría de Hades pues con él era su alianza y con él estaba su lealtad. Thanatos... dios y todo, no le vendría a dar ordenes, podía hacerlo, podía pedirle lo que quisiera y siendo una mujer leal intentaría complacerlo de la mejor forma... pero tenía la suficiente fuerza y valor para conseguir lo que quisiera y su unico objetivo por el momento era destruir a los Persas. Ese era el regalo que le quería dar a su pueblo natal... pues ella ademas de ser un Espectro, era Egipcia... si comenzará a destruir por destruir, lo haría con Persia primero. El suave regalo de la muerte se los daría Hades cuando él quisiese si ese era de verdad el regalo a Egipto.
- Y así como se lo dije a Illidan, soy la hija de Isis y una diosa en este pueblo por derecho propio. Mientras Hades no despierte mi única labor será esperarlo. No aceptaré ordenes de nadie excepto de él. Si accedo a cumplir que se construya en Egipto... es simplemente por que asi me place, se que le agrado a Hades ver lo que hemos construido para recibirlo. Por ello... sólo edificaré para él.
o Planeaba comenzar a dar ordenes de inmediato para que en el valle de los reyes, en lugar donde se habían enterrado generaciones y generaciones de Faraones se comenzara la construcción de un palacio digno de un dios. El monumento más grande que Egipto hubiese visto... todo en honor al rey del Inframundo. Aun así... los deseos de Selene seguían inalterables. La paz con el imperio Romano y su pueblo, pues no sabía cuanto tiempo mñas le quedara en la tierra. Cuando Hades despertara era probable que se desplazaran todos ellos al Inframundo y desde entonces su servicio sería completo, continuo y permanente para Hades.
- Mi deseo sigue siendo el mismo, casarme y tener hijos... mi cuerpo me dejará de pertenecer sólo cuando Hades despierte y para entonces espero ya haberle dado a Egipto su heredero. - Selene miró a Thanatos, para luego caminar un tanto despreocupada hacia la salida de ese templo. - Si eso es todo... me retiro a mi palacio. Haga lo que plasca, si necesita de mis servicios puede pedirlos... pero le repito que sólo obedeceré órdenes directas de Hades, de su parte puede pedirme las cosas y será mi decisión obedecerlas... o no.
Sabía que sonaba desafiante, pero así era ella. El temor no era parte de su caracter y nunca lo había sido. Ni si quiera con un dios como él que en otras epocas se había denigrado a procrear descendencia con humanos... a sus ojos, lo volvía un tanto más... despreciable... mostrar semejante odio por los humanos pero aun así haber procreado con ellos era una gran contradicción.
Selene- Dama del Pecado
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Re: [Alrededores de Alejandria] Templo Perdido
La conducta caprichosa de Selene hizo que el dios Thanathos hirviera de furia. Sus ojos ya no mostraban aprecio y su sonrisa sarcástica ya no aparecía en su rostro. Ahora era todo una seriedad absoluta que podía llegar a dar escalofríos, debido al gran cambio que tuvo el dios de la muerte no violenta. La dama de la Ira tenía razón en cierto punto, si se destruya Egipto desde ahora, se dejarían muchas cosas inconclusas, pero la forma en que hablo Selene no era la forma adecuada para dirigirse a un dios. El dios Thanathos no dijo palabra alguna, dejo que ella se fuera y luego se quedo parado con su rostro firme. Pensando en sus próximos movimientos, el dios Hades estaba dormido aun y él tenía que hacer algo para convocar a los espectros o al menos para hacerles saber que la muerte estaba próxima a Egipto y que el inframundo volvería a la vida.
Luego de un largo rato fue que la seriedad se retiro del rostro de Thanathos para dejar salir una pequeña sonrisa, no podía creer que alguien como Selene fuera tan caprichosa o incluso orgullosa, eso le causaba una pequeña risa, que se cortaba rápidamente. Su armadura se disolvió en partículas moradas mientras que descendió hasta el fondo del inframundo, preparándose para ascender en el momento que la necesitara. Por ahora seria conveniente seguir pretendiendo que era Illidan y tratar de ganarse la confianza de los egipcios, pero sobre todas las cosas, sacar de la tierra egipcia a toda aquella persona que no era bienvenida.
Salio del templo perdido con su mirada ya cambiada, dispuesto a dar el siguiente paso que seria desalojar a los invitados no deseados, además de que sentía una presencia hacia un tiempo y quería comprobar que no estaba equivocado. Salio con dirección fija dejando atrás ese templo que se desmoronaba completamente.
Luego de un largo rato fue que la seriedad se retiro del rostro de Thanathos para dejar salir una pequeña sonrisa, no podía creer que alguien como Selene fuera tan caprichosa o incluso orgullosa, eso le causaba una pequeña risa, que se cortaba rápidamente. Su armadura se disolvió en partículas moradas mientras que descendió hasta el fondo del inframundo, preparándose para ascender en el momento que la necesitara. Por ahora seria conveniente seguir pretendiendo que era Illidan y tratar de ganarse la confianza de los egipcios, pero sobre todas las cosas, sacar de la tierra egipcia a toda aquella persona que no era bienvenida.
Salio del templo perdido con su mirada ya cambiada, dispuesto a dar el siguiente paso que seria desalojar a los invitados no deseados, además de que sentía una presencia hacia un tiempo y quería comprobar que no estaba equivocado. Salio con dirección fija dejando atrás ese templo que se desmoronaba completamente.
Illidan- Dios/a
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