Isla Skorpios

Bajó lentamente los escalones uno por uno, ya no le urgía llegar a algún lugar o llegar cerca de alguna persona, su mente divagaba a medida que bajaba las largas escaleras los recuerdos de tiempos pasados se hacían presentes en su mente, la dama similar a ella le mostraba imágenes del pasado pero que eran caóticas en cierto sentido, se podían ver batallas entre personas, guerras sin sentido todo por la ambición de querer más poder del que ya poseían, los dioses que se supone son perfectos sucumbían ante los pecados que se supone solamente corroían el alma humana como la codicia, gula, orgullo, lujuria, envidia, ira y pereza, eran aún más sucios que los humanos o iguales a estos, no les importaba sacrificar vidas inocentes por obtener lo que desean.
- Mejor será seguir entrenando - dijo en voz baja mientras divisaba el Templo de Tauro, al llegar ingresó y paso lentamente, en aquel momento la lemuriana no deseaba hablar con nadie, quería pensar todo lo sucedido y asimilarlo, tenía un motivo para seguir más debía hacerse fuerte psicológicamente, ya que físicamente lo era., para los lemurios lo principal era la fuerza interna la cual requería control de emociones y una gran concentración, terminó de bajar los templos, miró Aries expectante quería obtener la armadura más debía primero ser fuerte, su camino era incierto, estaba pensando en un lugar desierto en donde no fuese interrumpida, cerca de Grecia habían muchas islas y de seguro habría una desierta, concentró su mente en una embarcación que yacía en el horizonte y apareció allí, no muy lejos se podía ver una isla inaccesible por barco y que de seguro estaría desierta, concentró su mente y cosmos para luego aparecer en esta isla, la cual escuchó por parte de un marino en el barco que la llamaban Isla Skorpios, al aparecer allí la densa vegetación se hizo notable y de seguro nadie vivía allí.

Miró para todos lados, ningún alma vivía en aquel lugar aquello la ayudaría en su concentración más no podría hacerlo por mucho su estómago comenzó a rugir de manera ruidosa pidiendo comida, al parecer se había pasado las horas de comida para variar y ahora su estómago le reclamaba, se tomó el vientre ruidoso con ambas manos y comenzó a caminar tratando de ver si había algún árbol frutal en los alrededores más no veía alguno.
- Hambreee - dijo mientras se sentaba en una roca y se sacaba su morral - El morral - su voz sonó alta mientras abría aquel objeto sacando unas manzanas que a su vista se veían suculentas las comenzó a comer como si no hubiese comido hace días, al terminar con 5 de las 6 manzanas en su morral se quedo pesando en que haría en una isla desierta sin civilización y sin comida, la comida era fundamental y ella no cazaba animales por respeto más si comía su carne, al parecer había sido una pésima idea ir a esa isla desierta lo mejor sería volver a Atenas donde había comida y posiblemente una cómoda cama o un lugar donde dormir, se levantó de la roca y se volvió a poner el morral cerrándolo miró en la lejanía más no se veía nada, concentró su mente en algún lugar conocido para su persona el recuerdo de los alrededores del Santuario abarcó su mente, de seguro habría árboles y algunas verduras cultivadas por allí, ya que cuando llego al Santuario este no se veía descuidado y le pareció ver algunas personas cercanas que parecían saber de su existencia, ya con la imagen en su mente procedió a transportarse al los alrededores del Santuario.