Por fin en casa [El templo de las desgracias]

por Lady Sáb Mayo 07, 2011 8:29 am

A paso lento y sin problemas subía las escaleras, estaba tan solitario el lugar que era extraño para mí, aunque igualmente era algo que me tenía sin cuidado, realmente si alguien llegase a entrar allí sería un Berseker sin dudas u si no lo fuese simplemente usaría mis poderes otorgador por el dios Ares para así destruir a quien invada mi hogar que hace tantos años no visitaba, hoy estaba ahí, sin compañía sola con el templo de las Desgracias. No había ruidos ni nada por el estilo, solo se sentía el sonido de la suave brisa cálida que me seguía a todos lados, pues formaba parte de mi cosmos.

Llegando al interior del Templo me detuvo por unos segundos, mi cabeza se movía de un lado al otro en compañía de mi mirada que analizaba el sitio, cada muro, cada columna, todo era igual que antes, por fin regresaba y me sentía orgullosa de haber podido, de una vez por todas regresar a mi antigua morada. Una sonrisa notable se dibujaba en mi rostro mientras inspeccionaba el templo. A pesar de que el cielo ya se veía oscuro y con un tono rojizo en el interior del templo se notaba más la oscuridad pero igualmente las antorchas que se encontraban en los rincones hacían que el lugar se vea más iluminado, aunque yo prefería más oscuridad.

-¿Quien lo iba a decir? Por fin estamos aquí en nuestro hogar... y sin ningún tipo de compañía... comienza a agradarme esto.- Decía como si estuviera hablando con otra persona, en realidad siempre que estaba sola hablaba de esa manera pues me dirigía hacia la personalidad secundaria que se encontraba en mi interior, aquella bondadosa que había sido dominada por completo por el lado Beseker Tafariel. Luego de unos minutos me dirigí al centro del templo. Esperé un instante y mirando hacia el suelo elevé mi cosmos sin piedad, cubriendo de una energía roja intensa todo el lugar, el viento comenzaba a soplar frío y más intensamente entonces estirando mis manos hacia los lados de mi cuerpo una ráfaga de viento se manifestó a mi alrededor cubriendo el templo por completo, entonces todas las antorchas se apagaron; mi propósito era manifestar más oscuridad al lugar ya que la luz no era de mi agrado, la oscuridad me relajaba y me ayudaba a pensar más intensamente.

Sin nada mas que hacer y me dejé caer en el suelo por un momento y cerrando los ojos me crucé de brazos.

por Lady Sáb Mayo 14, 2011 6:15 pm

Pasaban los minutos y yo seguía en la misma posición, concentrada pensando, aunque no podría decir precisamente de que se trataban mis pensamientos, era de todo un poco, desde mi anterior vida, cuando aún no conocía el cosmos, hasta pensaba en mi futuro cuando me encuentre con Ares, un nunca sabe lo que puede pasar y cada uno forja su propio destino, o eso era lo que me habían dicho, aunque no le daba mucho crédito a ese dicho, creía que las cosas pasaban cuando debían pasar y por algo ocurrían. Más no me detuve pensando en eso, el tiempo seguía pasando y tenía mucho que hacer tan pronto, antes de buscar al dios de la guerra, había mucho que recordarle, cosas que reprochar, pero eso iba a ser a su tiempo. Primero planeaba recorrer cada sitio del templo de la guerra, me agradaba estar nuevamente en ese sitio después de tanto tiempo.

Luego de algunos minutos comencé a sentirme algo aburrida, debía seguir recorriendo el lugar. Abrí mis ojos y lentamente apoyé las manos en el suelo para así impulsarme y levantarme hasta estar de pie. -uf... esto es tan aburrido... ¿Que a caso no hay más malditos Berseker aquí?- decía mientras frotaba mi armadura para sacar un poco el polvo. En el momento que levanté la vista ara divisar la salida del templo el viento comenzó a resoplar nuevamente en el ambiente, iba calentándose de a poco. Luego de un instante decidí proseguir mi marcha y caminé hasta allí para salir del templo de las desgracias. La ráfaga de viento me seguía, era parte de mi cosmos y no podía esconderlo, tenía que demostrar lo fuerte que era. Pronto desaparecí entre la noche.

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