Pequeño pueblo

por Aragoth Mar Jul 12, 2011 3:25 pm

A los pies de la montaña se encontraba un pequeño pueblo, casi sin defensa alguna donde los habitantes convivían mayormente con sus esfuerzos para lograr sobrevivir. Al ser un pueblo indefenso casi siempre era sacudido por ataques de bandidos que venían a robar comida o dinero que ellos con tanto esfuerzo habían recolectado; pero sin duda esto hace muy poco había terminado; los bandidos seguían intentando saquear aquel pueblo pero un personaje arruinaba sus planes haciéndoles huir nuevamente. Aquel hombre era uno de los soldados del imperio romano que según el mismo se encontraba en retiro ya que las batallas no le interesaban tanto como antes, además de haber perdido a sus amigos en varios enfrentamientos inagotables. Aquel hombre que era el protector de aquel pequeño poblado se llamaba Aragoth.

El pueblo sin duda, se encontraba rodeado de pequeños arboles y se lograba divisar muchos tipos de campos en donde los pobladores practicaban la agricultura o el ganado para obtener recursos y subsistir en el día a día, pues ya contaban con una tranquilidad que les ayudaba a progresar más obteniendo ganancias y no perdiendo recursos como antes.

Era un día normal, la gente caminaba a sus hogares o simplemente se encontraban efectuando sus trabajos, mientras Aragoth caminaba por el lugar con mucho relajo. Su cara, era la de un holgazán y parecía que nada le importara, pero muchos ya le conocían y sabían que su apariencia demostraba lo contrario a lo que el realmente era. Guerrero de los tropas romanas ya retirado según el, aunque no tenía muchos años, le gustaba la tranquilidad de aquel pueblo y la convivencia de sus habitantes, y realmente lo más importante no perdía la practica de la batalla, pues los bandidos intentaban una y otra vez el saqueo de aquel lugar, esta razón le servía como entrenamiento para no “oxidarse” como a veces el mismo lo decía. En su caminar, el hombre de cabellos blancos llego a un pozo donde muchas personas se encontraban sacando agua, las observo de momento para luego seguir caminado hacia un árbol en el cual se apoyo y se sentó bajo la sombra de sus hojas, dando un gran bostezo, en aquella posición se cruzo de brazos…

-Que relajo… Ha pasado el tiempo y los bandidos no han venido… Creo que no les gusto como los recibí la ultima vez, aun me pregunto como se abra sacado aquella lanza ese grandote… Me da escalofríos solo de imaginarlo, ya que se fue caminando rápido y le parecía una cola…

por Aragoth Dom Jul 24, 2011 1:41 am

Silencio aguardo, fue entonces que había dejado ya de recordar aquellos momentos reflejados por sus propias palabras. No sabía que hacer, su día era relajado nada en especial se presentaba ni siquiera los propios bandidos que le daban un poco de acción a su diario vivir. No duro mucho sentado ya que dio un gran bostezo y de un salto se logro poner nuevamente de pie bajo la copa de aquel árbol, estirando sus brazos y piernas mientras miraba a la gente que trabajaba a su alrededor o que solo se encontraba tomando aire, comenzó a pensar en su pasado. Nada era tranquilo, batalla tras batalla; perdidas irrecuperables…. Amigos caídos… Ahora el presente le demostraba tranquilidad, en un lugar grato en el cual era bienvenido y tal vez era su escondite, ya que había muchos rumores que las tropas de roma le buscaban para que volviese a luchar por ellos, pero sus búsquedas no obtenían resultado y no lograban localizar al hombre de cabellos blancos. Comenzando a dar un pasos suspiro y se lanzo al caminar despacio para no quedarse estancado en algún lugar, sabía que sin bandidos en el lugar no habría de que preocuparse pero aun así daba sus rondas de vigilancias a todo momento para asegurar a los pobladores de que podrían estar tranquilos como siempre lo habían soñado.

-Hoy no se ve nada diferente, esperemos que siga así. Aunque sin esos estúpidos bandido no hay mucho con que entretenerse en este lugar tan tranquilo. Aunque de ese modo me gusta esta tranquilidad…

por Aragoth Vie Jul 29, 2011 8:23 pm

Mucha tranquilidad algo que le agradaba mucho al ex soldado romano, pero a su vez parecía ser que le aburría, aquellos bandidos no habían vuelto nunca jamás desde su ultimo recorrido intentando saquear algo, pero lo único que lograron fue que el propio hombre de cabellos blancos les diera una lección. Caminando por aquel lugar comenzó a salir del pueblo en dirección a un pequeño rio en el cual se detuvo solo para ver su reflejo… Los años habían pasado, su mirada era distinta sus pensamientos poco a poco se contrarrestaban entre ellos mismos. ¿Por qué?, no lograba responderse, al parecer con el tiempo estaba confundido… Dejando aquel pasado de batallas atrás al cual no quería volver, pero una llama interna le incentivaba para servir a su patria, ya que el estaba destinado a luchar… Lo único que le faltaba era una motivación que le hiciera levantarse todas las veces que fuese necesario en batalla, para no dejarse vencer por ningún enemigo. En aquel rio rodeado de arboles y animales que pasaban rápidamente por el lugar evitando a Aragoth, el guardaba silencio… Cerró sus ojos y suspiro… Se cruzo de brazos y quedo pensativo…

-¿Motivación?... Aún recuerdo lo que me llevaba a luchar en aquellos tiempos, el deseo de victoria, el triunfo para nuestra nación… La sensación de estar involucrado en una lucha a muerte sin importar si había recompensa o no… Pero ahora, solo me encuentro protegiendo este pequeño y pacifico pueblo por que me siento muy cómodo en el, todos han sido generosos con mi persona. Aunque se muy bien, que esto no se compara a aquel espíritu de lucha que me inundaba años atrás el luchar por mis camaradas por algo en concreto… ¿Algún día volverá?... He escuchado rumores de que me están buscando… Cosa que me llama muy poco la atención, lo que si ha percatado más esto es el oír que el imperio se a propagado de forma increíble.

Abrió sus ojos, dirigiendo su mirada al cielo, en el cual el sol se encontraba brindando sus rayos cálidos a la madre naturaleza… Sonrió de forma irónica unos breves segundos…

-¿Es que acaso quiero volver a luchar como antes?... ¿Ver la sangre y los enemigos caídos?....

Guardo silencio… Un silencio duradero sin contestarse el solo por unos momentos.

por Aragoth Dom Ago 07, 2011 11:10 pm

Silencio que era duradero, un silencio que le traía pensamientos y recuerdos del pasado que había dejado atrás pisándolo como si de un propio gusano de tierra se tratase. No se movías, sus ojos permanecían cerrados y a la vez su respiración era calmada con pequeñas pausas. Quizás realmente lo que le faltaba a Aragoth era volver a luchar, volver a combatir codo a codo con otros guerreros de su especie, sentir aquella motivación que le hacia luchar sin ninguna preocupación. Imágenes tras imágenes inundaban su mente y su imaginación, en aquel tiempo en que luchaba por su nación, por Roma bajo las ordenes de aquel teniente que era un buen estratega como a su vez por Vergilius. Conquistando tierras, y trayendo victorias una tras otras juntas a sus compañeros, y las armas que utilizaba en batalla. Traiciones eran vistas pero abatidas rápidamente como era debido, caídas pero a la vez persistente golpes que mantenían un espíritu de lucha intacto en el hombre de cabellos blancos.

-Hmmmmm… Volver a luchar por Roma… Irónico ¿No?...

por Contenido patrocinado

Pequeño pueblo

Pequeño pueblo

Re: Pequeño pueblo

Re: Pequeño pueblo

Re: Pequeño pueblo

Re: Pequeño pueblo