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Mesopotamia: Vida y Muerte
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Mesopotamia: Vida y Muerte
[CONFRONTACION O HUIDA]
Conocida como la tierra entre ríos, una de los pocos lugares con más riquezas naturales y de los cuales eran la principal mira de varios enemigos el adquirir dicho reino. Pero eso no detuvo al rey Miznair de defender lo que por derecho y sangre le pertenecía… mucho antes de sus ancestros.
Peor momento no pudo existir para un levantamiento entre sus allegados, un secreto que conocía a la perfección Hester, algo que lamentablemente no podía demostrar. Su lugar que la colocaba por demás como favorita del rey se terminaba, esos días se desvanecían ante sus ojos teniendo que esperar el momento en que su hermano la tomara por esposa. Malhumorada ante la idea se paseaba por los pasillos del castillo buscando retrasar ese instante.
Escondiéndose entre las habitaciones o realizando cualquier actividad llegó a reparar inconscientemente hasta lo que solía ser el cuarto de su padre. Su mano se colocaba sobre la madera tallada, la cual empujaba determinantemente, tenía que existir algo que inculpara a Nemrod. Al ingresar a la enorme habitación recordaba como su padre le relataba y aconsejaba por demás bellas historias, educándola en todo lo posible para ser una líder.
Su mirada se posó despectiva en la cama, no sentía dolor alguno por un hombre que la acogió.. más bien tuvo la fortuna de haberla hallado (al menos eso era lo que pensaba). Pasando de largo fue directamente a una mesilla que mandó a construir exclusivamente para su uso, el truco es que tras uno de los compartimentos escondía una puerta falsa que accedía a otra parte del mueble, igualándola a una caja fuerte. Lo que encontró era una pista sobre su hijo… tomando el diario repasaba las hojas constantemente descubriendo la actitud de su futuro heredero, una noticia que ni los mismos ministros tenían conocimiento de su decisión. Exactamente tres días antes de su muerte escribió sobre la decepción que marcaba en su corazón Nemrod… de su actitud y de su falta de capacidad para manejar el reino.
Esto es… -murmuró para sí misma sonriendo de una manera maliciosa, lo que redactaría el puño de su padre era que la noche anterior de su muerte había convocado a su hijo informándole de su nueva resolución, una que seguramente estaría en desacuerdo Nemrod.. – te tengo.
Hester- Status :
Cantidad de envíos : 24
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Se encontraba inquieta, quería correr de inmediato hacia los ministros para declarar que su “futuro” esposo es el asesino de su rey. La prueba era ese diario pero un sentimiento la lleno de intranquilidad, las cosas no serían fáciles ni por mucho menos sencillas de explicar, debía tranquilizarse ante todo pero el impulso de su cuerpo le indicaba que debía actuar de inmediato o sería demasiado tarde.
Ocultando el diario entre sus ropajes salió ante ese gran marco que daba acceso a un pequeño balcón, se lograba admirar a esa distancia el río que cursaba lentamente limitando el reino, la gente volvía a su rutina tranquilamente, la muerte de su padre no significaba nada para nadie. Entrecerrando sus ojos zafiro recargo su hombro izquierdo contra el pilar terminando por cruzarse de brazos, meditando mucho más.
¿De verdad valía la pena luchar por eso?
Hester a pesar de vivir entre esos lujos nunca llegaba a estar completamente satisfecha, las cosas se le facilitaron demasiado desde su nacimiento, pero eso no quería decir que esperaba una vida de sufrimiento y dolor. Bastante era ver a las personas esclavizadas que se sometían no solo a los caprichos de la chica sino de cualquier otro…
Debía existir algo más digno de su nivel, nunca creyó el hecho de que era una diosa encarnada, al poco tiempo comprendió que esas cosas no existen. Era Hester y solo eso contaba para ella, negando siempre su “divinidad”.
Apretó el dije mirando en la lejanía, teniendo cuidado de no maltratar las plumas pues por muy molesta que estará no maltrataría su objeto más preciado.
Ocultando el diario entre sus ropajes salió ante ese gran marco que daba acceso a un pequeño balcón, se lograba admirar a esa distancia el río que cursaba lentamente limitando el reino, la gente volvía a su rutina tranquilamente, la muerte de su padre no significaba nada para nadie. Entrecerrando sus ojos zafiro recargo su hombro izquierdo contra el pilar terminando por cruzarse de brazos, meditando mucho más.
¿De verdad valía la pena luchar por eso?
Hester a pesar de vivir entre esos lujos nunca llegaba a estar completamente satisfecha, las cosas se le facilitaron demasiado desde su nacimiento, pero eso no quería decir que esperaba una vida de sufrimiento y dolor. Bastante era ver a las personas esclavizadas que se sometían no solo a los caprichos de la chica sino de cualquier otro…
Debía existir algo más digno de su nivel, nunca creyó el hecho de que era una diosa encarnada, al poco tiempo comprendió que esas cosas no existen. Era Hester y solo eso contaba para ella, negando siempre su “divinidad”.
Apretó el dije mirando en la lejanía, teniendo cuidado de no maltratar las plumas pues por muy molesta que estará no maltrataría su objeto más preciado.
Hester- Status :
Cantidad de envíos : 24
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
La yema de sus dedos se deslizaban por entre el fino plumaje de color esmeralda y turquesa, el viento mecía lentamente sus cortos cabellos, por costumbre prefería mantenerlo así pues detestaba mantener una imagen falsa de sí misma por mucho que formara parte de la realeza.
Ese instante se sintió libre de preocupaciones, el silencio se expandía por toda la habitación separándola no solo de sus obligaciones, también de las irritantes damas y cortesanos que le brindaban compañía para su protección y cuidado. No admitiendo su leve tristeza endureció su mirada para separarse del pilar, escondiendo ya de antemano el diario entre sus ropajes.
Abriendo cuidadosamente la puerta se aseguró que nadie estuviera por el pasillo buscándola, avanzando un poco más cerró y se alejó consecuentemente de la habitación. Logrando dar solo unos pasos y dar vuelta en ese enorme pasillo se topó inesperadamente con su prometido, actuando con normalidad llevó su mano hacia su oído derecho y deslizar un pequeño mechón de cabello de manera altanera y despreocupada.
Vaya sorpresa.. y yo que creía que al menos me libraría de ti aunque sea unos días antes de formalizar nuestro compromiso.
Vienes de la habitación de nuestro padre… ¿qué tramas Hester? -inmediatamente abrió sus ojos, dejando escapar una suave sonrisa tras sus finos labios.
Nemy.. para alguien tan seguro de sí mismo se ve que temes por algo. Bueno… supongo que tu preocupación se debe por algún cargo de consciencia.
Ese instante se sintió libre de preocupaciones, el silencio se expandía por toda la habitación separándola no solo de sus obligaciones, también de las irritantes damas y cortesanos que le brindaban compañía para su protección y cuidado. No admitiendo su leve tristeza endureció su mirada para separarse del pilar, escondiendo ya de antemano el diario entre sus ropajes.
Abriendo cuidadosamente la puerta se aseguró que nadie estuviera por el pasillo buscándola, avanzando un poco más cerró y se alejó consecuentemente de la habitación. Logrando dar solo unos pasos y dar vuelta en ese enorme pasillo se topó inesperadamente con su prometido, actuando con normalidad llevó su mano hacia su oído derecho y deslizar un pequeño mechón de cabello de manera altanera y despreocupada.
Vaya sorpresa.. y yo que creía que al menos me libraría de ti aunque sea unos días antes de formalizar nuestro compromiso.
Vienes de la habitación de nuestro padre… ¿qué tramas Hester? -inmediatamente abrió sus ojos, dejando escapar una suave sonrisa tras sus finos labios.
Nemy.. para alguien tan seguro de sí mismo se ve que temes por algo. Bueno… supongo que tu preocupación se debe por algún cargo de consciencia.
Hester- Status :
Cantidad de envíos : 24
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Odiaba de antemano la actitud de arrogancia que poseía aquel hombre, bajando su brazo se limitó a continuar con su camino ignorándolo como solía acostumbrar. El joven la detuvo por el brazo atrayéndola hacia él y susurrar algunas palabras a su oído, palabras tan amenazantes que ni ella misma imaginó que tuviera el valor suficiente para enfrentarse a alguien que era venerada casi como una diosa.
Al menos tenían algo en común ellos dos después de todo, solo podían creer en lo que podían ver, una evidencia tangible. Perfilando su mirada hacia Nemrod colocaba su mano por el mango de su espada, de inmediato al darse cuenta comprendió que debía retroceder por lo que la soltó de mala gana.
Lo que haga o no.. no es de tu incumbencia. Y por mí puedes hacer lo que más te plazca, jamás tomaría interés en alguien tan ordinario y corriente como tú.
El príncipe solo abrió los ojos con furia pero antes de que lograra pronunciar palabra alguna Hester se había retirado lo suficiente antes de poder alcanzar a escuchar sus palabras.
Pasaron las horas y la chica había tomado la decisión de cómo proceder. Todo parecía tan aburrido que le daba repulsión permanecer un día más en esas condiciones, dirigiéndose al salón de los ministros explico en una carta el contenido del diario por lo que terminando colocó aquel objeto sobre el trono junto con el pergamino. No estaba huyendo de nada.. en pocos términos solo se alejaba de todo lo que la ataba.. era prácticamente una ave atrapada en una jaula de oro y eso tenía que acabar de inmediato.
Dirigiéndose a uno de los botes preparados para su salida abordo junto con su corcel para que la llevaran a su nuevo rumbo, al menos lo suficiente para dejar atrás Mesopotamia pues aun no tenía un destino claro al cual dirigirse pero si sabía que debía marcharse.
Al menos tenían algo en común ellos dos después de todo, solo podían creer en lo que podían ver, una evidencia tangible. Perfilando su mirada hacia Nemrod colocaba su mano por el mango de su espada, de inmediato al darse cuenta comprendió que debía retroceder por lo que la soltó de mala gana.
Lo que haga o no.. no es de tu incumbencia. Y por mí puedes hacer lo que más te plazca, jamás tomaría interés en alguien tan ordinario y corriente como tú.
El príncipe solo abrió los ojos con furia pero antes de que lograra pronunciar palabra alguna Hester se había retirado lo suficiente antes de poder alcanzar a escuchar sus palabras.
Pasaron las horas y la chica había tomado la decisión de cómo proceder. Todo parecía tan aburrido que le daba repulsión permanecer un día más en esas condiciones, dirigiéndose al salón de los ministros explico en una carta el contenido del diario por lo que terminando colocó aquel objeto sobre el trono junto con el pergamino. No estaba huyendo de nada.. en pocos términos solo se alejaba de todo lo que la ataba.. era prácticamente una ave atrapada en una jaula de oro y eso tenía que acabar de inmediato.
Dirigiéndose a uno de los botes preparados para su salida abordo junto con su corcel para que la llevaran a su nuevo rumbo, al menos lo suficiente para dejar atrás Mesopotamia pues aun no tenía un destino claro al cual dirigirse pero si sabía que debía marcharse.
Hester- Status :
Cantidad de envíos : 24
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Mientras la chica que venerada como una diosa en toda mesopotamia se acomodaba en el bote que probablemente la alejaria de aquellas tierras tan corrientes a su percepcion, una silueta avanzaba por los pasillos y terrenos aledaños, frente a dicha figura, uno de los tantos esclavos de aquel reino corria para avisar a su princesa que un visitante la procuraba pero mas que todo, que el susodicho se dirigia imponentemente a su presencia con ciertos regalos peculiares. Nicholas, colocaba un pie frente al otro de una forma que se perfilaria llena de diversion, no recorria el trayecto con una velocidad alta pero tampoco con un paso lento sino mas bien, disfrutaba de cada momento mientras en sus ojos se notaba como maquiavelicas cavilaciones rondaban las conexiones de sus neuronas.
Aun sobre su barco, la princesa se giro hacia el esclavo que le entregaba la noticia mas previo a la finalizacion de la misma, la llegada de Lux se hizo inminente por lo cual no hubo tiempo alguna de reaccionar. Sobre las manos de este, yacian tanto el diario como los pergaminos y la carta que debieron encontrarse sobre el trono para poder acusar a Nemrod de los crímenes que hubo cometido contra su padre y contra mesopotamia misma. Una sonrisa algo burlona adornaba el rostro del rubio al tiempo que este se posaba a una distancia prudente de lady Hester para ser capaz de dirigirle las palabras. -Creo que ha olvidado estos objetos, Lady Hester... He sido capaz de recuperarlos por usted, espero no haya sido adrede su abandono, puesto que tambien me tome la libertad de leerlos y su contenido es sumamente delicado, yo siendo usted lo cuidaria con mi vida y evitaria su contacto con terceros... Como yo, por ejemplo- Nick rompio en leves carcajadas mientras se giraba sobre sus pies para adentrarse nuevamente al palacio, su actitud demostraba que ya habia concluido con la Princesa mas sus ideales permanecian inconclusos.
-Hester, querida... Acompañame- Dijo de una forma autoritaria, en ese momento su potestad sobre la chica consentida era enorme dado que la informacion que poseia en mano destruiria todo cuanto esa chica conocia y aun mas, esto claro si era utilizado de las maneras adecuadas, formas que resultaban bien sabidas para el joven Lux. Tan solo su rostro dio medio giro, para que su ojo izquierdo fuera capaz de observar a la mujer y que esta viera en el resplandor de los mismos, la seriedad del asunto acatando de manera inmediata las ordenes puesto que el cuerpo de Nicholas se perderia pronto entre la distancia.
Aun sobre su barco, la princesa se giro hacia el esclavo que le entregaba la noticia mas previo a la finalizacion de la misma, la llegada de Lux se hizo inminente por lo cual no hubo tiempo alguna de reaccionar. Sobre las manos de este, yacian tanto el diario como los pergaminos y la carta que debieron encontrarse sobre el trono para poder acusar a Nemrod de los crímenes que hubo cometido contra su padre y contra mesopotamia misma. Una sonrisa algo burlona adornaba el rostro del rubio al tiempo que este se posaba a una distancia prudente de lady Hester para ser capaz de dirigirle las palabras. -Creo que ha olvidado estos objetos, Lady Hester... He sido capaz de recuperarlos por usted, espero no haya sido adrede su abandono, puesto que tambien me tome la libertad de leerlos y su contenido es sumamente delicado, yo siendo usted lo cuidaria con mi vida y evitaria su contacto con terceros... Como yo, por ejemplo- Nick rompio en leves carcajadas mientras se giraba sobre sus pies para adentrarse nuevamente al palacio, su actitud demostraba que ya habia concluido con la Princesa mas sus ideales permanecian inconclusos.
-Hester, querida... Acompañame- Dijo de una forma autoritaria, en ese momento su potestad sobre la chica consentida era enorme dado que la informacion que poseia en mano destruiria todo cuanto esa chica conocia y aun mas, esto claro si era utilizado de las maneras adecuadas, formas que resultaban bien sabidas para el joven Lux. Tan solo su rostro dio medio giro, para que su ojo izquierdo fuera capaz de observar a la mujer y que esta viera en el resplandor de los mismos, la seriedad del asunto acatando de manera inmediata las ordenes puesto que el cuerpo de Nicholas se perderia pronto entre la distancia.
Nicholas Lux- Cantidad de envíos : 14
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Estaba decidida finalmente a trasladarse fuera del reino, el lidiar con un asunto tan delicado como lo era el asesinato del rey era algo que no deseaba soportar, y mucho menos dar a conocer la noticia que se imprimía bajo su propia letra dónde no se reconocía a Nemrod como heredero… estaba consciente de las consecuencias pues otros hombres de menor cargo saltarían para comprometerse con la joven. Hester no deseaba gobernar, ni deseaba estar hatada por el dominio de otro hombre, mucho menos a lado del antipático de su hermano. Consideraba todas las posibilidades y ninguna le agradaba… era mejor marcharse.
Colocándose en una posición cómoda se disponía dejar Mesopotamia, seguramente a esas alturas debieron revelar el paradero de su carta como el diario de Mizraim.
¿Hacia dónde excelencia?
A cualquier sitio… siempre adelante.
Su mano se dirigió al punto donde el sol estaba por ocultarse, los rayos anaranjados se mezclaban con los violetas del cielo nocturno, dejando que el reflejo de las aguas iluminara con más intensidad aquellos vividos colores. Siendo asaltado su bote era depositado en su regazo los mismos objetos que había colocado en el trono de su padre, la chica abrió los ojos consternada ignorando las palabras del sirviente. Un poder de atracción llevo a su vista justamente a la silueta de un hombre que recordaba haber observado como la nueva adquisición de Nemrod, siempre mostrándose mordaz y astuto a espaldas de la princesa.
De todas las personas del mundo Nicholas era el peor candidato para descubrir tal noticia donde exponía a su amigo, las manos de la joven se contrajeron con furia solo sobre el documento que elaboró con mucho cuidado destrozándolo.. una evidencia que no dejaría que nadie más le fuera revelado, eso contando que aquel extranjero no haya tomado ventaja de la situación avisándole a su ahora ex –prometido. Inconforme resoplaba disgustada levantándose bruscamente de su asiento, no armaría un escándalo frente a otros, solo empeoraría su imagen como diosa y como la fiel amante del pueblo.
Resignándose a la nueva vuelta de los eventos se trasladó fuera del bote, los demás miembros que seguían sobre la barca no contuvieron su asombro, la manera de cómo se expresaba ese hombre resultaba ser una ofensa no solo para Hester sino también para el resto del pueblo. Apretaba sus labios firmemente mientras ocultaba el diario de su padre entre sus ropajes, tenía que contenerse para no mandar a arrestar a Lux contra la voluntad de su hermano pues se notaría la fractura del poder entre los hermanos, algo que no convenía para la joven. Volviendo su camino hacia al palacio se colocaba a una distancia prudente de su rubio acompañante… irritada no soportaba mantenerse cerca de lo que era ese hombre, así como Nemrod no confiaba en ella.. ella no confiaba en Nicholas.
Este acto no te durará mucho tiempo Nicholas… mide tus acciones, si de verdad leíste el contenido de estos papeles sabrás que el poder recaerá en tu preciado príncipe. Y tu… volverás despojado de todos los lujos en los que te envolvió Nemrod.
Colocándose en una posición cómoda se disponía dejar Mesopotamia, seguramente a esas alturas debieron revelar el paradero de su carta como el diario de Mizraim.
¿Hacia dónde excelencia?
A cualquier sitio… siempre adelante.
Su mano se dirigió al punto donde el sol estaba por ocultarse, los rayos anaranjados se mezclaban con los violetas del cielo nocturno, dejando que el reflejo de las aguas iluminara con más intensidad aquellos vividos colores. Siendo asaltado su bote era depositado en su regazo los mismos objetos que había colocado en el trono de su padre, la chica abrió los ojos consternada ignorando las palabras del sirviente. Un poder de atracción llevo a su vista justamente a la silueta de un hombre que recordaba haber observado como la nueva adquisición de Nemrod, siempre mostrándose mordaz y astuto a espaldas de la princesa.
De todas las personas del mundo Nicholas era el peor candidato para descubrir tal noticia donde exponía a su amigo, las manos de la joven se contrajeron con furia solo sobre el documento que elaboró con mucho cuidado destrozándolo.. una evidencia que no dejaría que nadie más le fuera revelado, eso contando que aquel extranjero no haya tomado ventaja de la situación avisándole a su ahora ex –prometido. Inconforme resoplaba disgustada levantándose bruscamente de su asiento, no armaría un escándalo frente a otros, solo empeoraría su imagen como diosa y como la fiel amante del pueblo.
Resignándose a la nueva vuelta de los eventos se trasladó fuera del bote, los demás miembros que seguían sobre la barca no contuvieron su asombro, la manera de cómo se expresaba ese hombre resultaba ser una ofensa no solo para Hester sino también para el resto del pueblo. Apretaba sus labios firmemente mientras ocultaba el diario de su padre entre sus ropajes, tenía que contenerse para no mandar a arrestar a Lux contra la voluntad de su hermano pues se notaría la fractura del poder entre los hermanos, algo que no convenía para la joven. Volviendo su camino hacia al palacio se colocaba a una distancia prudente de su rubio acompañante… irritada no soportaba mantenerse cerca de lo que era ese hombre, así como Nemrod no confiaba en ella.. ella no confiaba en Nicholas.
Este acto no te durará mucho tiempo Nicholas… mide tus acciones, si de verdad leíste el contenido de estos papeles sabrás que el poder recaerá en tu preciado príncipe. Y tu… volverás despojado de todos los lujos en los que te envolvió Nemrod.
Hester- Status :
Cantidad de envíos : 24
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Tras haber tenido un nada encantador encuentro con aquella que se hacía llamar su hermana, el príncipe no tenía pensado seguirle el juego. Ella no era una niña a la que debía perseguir, ese no era su trabajo. Algo que le enfadaría, el haberse esforzado tanto para terminar como la niñera de una niña mimada. Nunca entendió el porqué su padre le consentía tanto cuando sólo era una simple huérfana abandonada en un oasis por lo que sabía. No podía creer que el rey hubiera sido tan ingenuo como para creer que esa mocosa podía ser un regalo de los dioses cuando era evidente que era lo opuesto, una real maldición.
Se dirigió a sus aposentos. Ese día se sentía fuera de su eje y eso no era bueno, no era nada bueno que alguien que se suponía estaba en el poder flaqueara o mostrara alguna debilidad, y era por eso que él se había forjado ese carácter frío, para no quedar como un enemigo vulnerable. Hacía un rato casi permitió que su ira la dominara cuando se atrevió a siquiera pensar en hacerle daño. Por detestable que fuera, por irresponsable que fuera, por insoportable que fuera, y por más placer que le diera concebir ese acto, no era adecuado derrochar la sangre de esa molestia. Sería darle demasiada importancia a un problema pequeño.
Quizá su padre estaba decepcionado de él y murió con esa idea, pero en el corazón de Nemrod no había rencor alguno por eso. Dieciséis años de haber aguantado a esa fémina insufrible lo habían ayudado a soportar todas las desgracias, así que de cierta forma podía agradecerle a Hester que fuera tan… ¿fuerte?
Cerró las puertas, asegurándose de estar completamente solo y se dirigió hacia un florero que se encontraba cerca de la ventana más próxima a la cama. Se dio unos segundos para aspirar la deliciosa fragancia, todavía estaban frescas. El aroma de las flores siempre lograba calmarlo, era como un efecto que no podía explicar. Tomó algunas flores y caminó sin prisa hasta el balcón, levantando la vista para contemplar el cielo. –Me gustaría que todos los instantes fueran así.
Se dirigió a sus aposentos. Ese día se sentía fuera de su eje y eso no era bueno, no era nada bueno que alguien que se suponía estaba en el poder flaqueara o mostrara alguna debilidad, y era por eso que él se había forjado ese carácter frío, para no quedar como un enemigo vulnerable. Hacía un rato casi permitió que su ira la dominara cuando se atrevió a siquiera pensar en hacerle daño. Por detestable que fuera, por irresponsable que fuera, por insoportable que fuera, y por más placer que le diera concebir ese acto, no era adecuado derrochar la sangre de esa molestia. Sería darle demasiada importancia a un problema pequeño.
Quizá su padre estaba decepcionado de él y murió con esa idea, pero en el corazón de Nemrod no había rencor alguno por eso. Dieciséis años de haber aguantado a esa fémina insufrible lo habían ayudado a soportar todas las desgracias, así que de cierta forma podía agradecerle a Hester que fuera tan… ¿fuerte?
Cerró las puertas, asegurándose de estar completamente solo y se dirigió hacia un florero que se encontraba cerca de la ventana más próxima a la cama. Se dio unos segundos para aspirar la deliciosa fragancia, todavía estaban frescas. El aroma de las flores siempre lograba calmarlo, era como un efecto que no podía explicar. Tomó algunas flores y caminó sin prisa hasta el balcón, levantando la vista para contemplar el cielo. –Me gustaría que todos los instantes fueran así.
Nemrod- Cantidad de envíos : 12
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Nicholas caminaba airoso por delante de la princesa, la cual encontrandose completamente fuera de lugar dada la situacion entre ella y el joven Lux, tuvo la osadia de dirigirse a este con amenazas, por lo cual este dejo salir algunas carcajadas para denotar cuanto le divertian los intentos de Hester por asustarlo o hacerse ver como una poderosa entidad frente al rubio. -Este acto no te durará mucho tiempo Nicholas… mide tus acciones, si de verdad leíste el contenido de estos papeles sabrás que el poder recaerá en tu preciado príncipe. Y tu… volverás despojado de todos los lujos en los que te envolvió Nemrod.- El andar del muchacho se detuvo en forma gradual, lo cual permitio que la chica se acercara mas a este, no que quisiera hacerlo pero mas bien se veia en cierta forma obligada a hacerlo, una vez se hallaban cercanos, tanto como para que ninguna persona ajena a ellos escuchase, la melodiosa voz del chico se hizo presente. -Estas equivocada querida Hera, este acto me durara hasta que me venga en ganas pero eso no es importante, lo importante es que... Soy yo quien le ha entregado y ha envuelto en lujos a tu preciado Nemrod, mis acciones no han sido en vano eso puedo asegurartelo...-
La luz de la reina astro ilumino tenuemente el trayecto faltante hasta los dominios internos del palacio, el forastero se adentro al mismo para encontrar al divagar con sus ojos, a Nemrod en los pisos superiores recostado en el muro de uno de los balcones, meditando lejano alguna verdad universal o al menos eso gritaba su aura. Los pasos de Nick se hicieron rapidos, parecia necesitar poseer un techo sobre su cabeza puesto que una vez se vio a si mismo dentro, se detuvo en seco y espero por Hester para dedicarle otras palabras, palabras que quizas la perturbarian o quizas simplemente le abririan la mente hacia un nuevo mundo. -Por cierto, sobre el contenido del diario, no me interesa lo que revela... No puedo permitir que lastimes al envase de mi general con acusaciones "humanas" que podrian ser juzgadas por "mi" propia mano en un futuro no muy lejano... Asi que, calladitos nos vemos mas bonitos... Considerate Soltera y libre de marcharte, siempre fuiste una zorra escurridiza, nadie se preocupara por buscar a una "humana" que no puede aceptar y vivir acorde a su destino. Recuerda querida, una palabra de esto del diario y piensa en tomar vacaciones en el averno pues lo que te hare vivir no tendra comparacion bajo el cielo de los dioses...- La seriedad en el tono de Lux, ademas de las diferentes entonaciones que empleo en ciertas partes de lo que hubo mencionado mostraban que este respaldaba sus palabras con cosas que por el momento superaban el control y entendimiento de los meros mortales.
Antes de que la princesa pudiera reaccionar a todo el palabrerio empleado por el rubio este se marcho con la suficiente velocidad como para no ser alcanzado por la voz de esta, si la misma quisiera entablar una conversacion con el susodicho deberia seguirlo o hacerlo llamar, aunque esta ultima opcion seria descartada de manera inmediata pues ya era obvio, que Nicholas no servia ni seguiria ordenes de ninguna entidad mesopotamica por lo que, mostrarse a su presencia era -en efecto- la unica manera de enfrentarlo y concluir asuntos pendientes con el. El descendiente de la casa D' Lux se movio entre los pasillos de la alta casa con el proposito de llegar hasta donde Nemrod, este ultimo le recibiria y probablemente consultaria sus problemas, parte de los planes que pondrian en marcha las maquiavelicas cavilaciones de Nick, sus pasos revelaron su pronta llegada a los aposentos pues el sonido de sus zapatos era obvio a los oidos de quien le conocia, en este caso del principe heredero al trono.
La luz de la reina astro ilumino tenuemente el trayecto faltante hasta los dominios internos del palacio, el forastero se adentro al mismo para encontrar al divagar con sus ojos, a Nemrod en los pisos superiores recostado en el muro de uno de los balcones, meditando lejano alguna verdad universal o al menos eso gritaba su aura. Los pasos de Nick se hicieron rapidos, parecia necesitar poseer un techo sobre su cabeza puesto que una vez se vio a si mismo dentro, se detuvo en seco y espero por Hester para dedicarle otras palabras, palabras que quizas la perturbarian o quizas simplemente le abririan la mente hacia un nuevo mundo. -Por cierto, sobre el contenido del diario, no me interesa lo que revela... No puedo permitir que lastimes al envase de mi general con acusaciones "humanas" que podrian ser juzgadas por "mi" propia mano en un futuro no muy lejano... Asi que, calladitos nos vemos mas bonitos... Considerate Soltera y libre de marcharte, siempre fuiste una zorra escurridiza, nadie se preocupara por buscar a una "humana" que no puede aceptar y vivir acorde a su destino. Recuerda querida, una palabra de esto del diario y piensa en tomar vacaciones en el averno pues lo que te hare vivir no tendra comparacion bajo el cielo de los dioses...- La seriedad en el tono de Lux, ademas de las diferentes entonaciones que empleo en ciertas partes de lo que hubo mencionado mostraban que este respaldaba sus palabras con cosas que por el momento superaban el control y entendimiento de los meros mortales.
Antes de que la princesa pudiera reaccionar a todo el palabrerio empleado por el rubio este se marcho con la suficiente velocidad como para no ser alcanzado por la voz de esta, si la misma quisiera entablar una conversacion con el susodicho deberia seguirlo o hacerlo llamar, aunque esta ultima opcion seria descartada de manera inmediata pues ya era obvio, que Nicholas no servia ni seguiria ordenes de ninguna entidad mesopotamica por lo que, mostrarse a su presencia era -en efecto- la unica manera de enfrentarlo y concluir asuntos pendientes con el. El descendiente de la casa D' Lux se movio entre los pasillos de la alta casa con el proposito de llegar hasta donde Nemrod, este ultimo le recibiria y probablemente consultaria sus problemas, parte de los planes que pondrian en marcha las maquiavelicas cavilaciones de Nick, sus pasos revelaron su pronta llegada a los aposentos pues el sonido de sus zapatos era obvio a los oidos de quien le conocia, en este caso del principe heredero al trono.
Nicholas Lux- Cantidad de envíos : 14
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Siguió con paso firme, no existía persona alguna que tuviera la capacidad de amenazarla pues solo encontrarían una muerte inmediata, cuando Nicholas se detuvo emitió algunas palabras que no alcanzaba a comprender Hester totalmente por lo que su cuerpo se paralizaba por vez primera. Tenía que reaccionar más sus músculos no le respondían, no entendía porque la fuerza de la que se jactaba siempre pretenciosa se desvanecían en esos instantes dejándola frágil y vulnerable.
Dándose por satisfecho el extranjero la abandonaba casi a su suerte, aprovechando la oportunidad de internarse al palacio buscando su tesoro más anhelado, su hermano. Sus ojos zafiro fueron los únicos que se movilizaban acompañando el paso del rubio, tornándose sobre su lugar volvió a advertirle con no dañar a Nemrod. Prácticamente las palabras de ese hombre no solo lograron aturdirla sino también muy en el fondo enfurecerla aunque no del todo estaba equivocado… jamás llegó a creer que era una clase de diosa que atrajo la fortuna a Mesopotamia.
Esto es imposible.
La reacción de no creer en sus palabras era bastante normal, su mano derecha temblaba para dirigirse a su costado izquierdo donde pendía su espada, aferrándose solamente al mango los sostuvo con semejante fuerza sin ser capaz de desenvainar dicha arma. Las posibilidades de atacarlo fueron descartadas de inmediato más un intento desesperado de sentir seguridad en ella misma la hizo acudir a evidenciar lo que nadie logró, un temor tan profundo pues la verdad que exhalaban de los finos labios de Lux tal parecían apuñalarla una y otra vez. Su pecho se comprimía ahogándola… por arriba seguramente Nemrod ya había sido capaz de ver el encuentro entre la deidad y su fiel amigo, más la templanza de la chica se escapaba de su cuerpo exponiendo su vulnerabilidad.
Fastidiada de todo sus uñas se encarnaron sobre la palma de su mano que ya estaba sangrando, ni los cortes tan finos le causaban dolor, no más del que ese sujeto fue capaz de proferirle, existían dos posibilidades: aceptar por consentirse y creer en las mentiras que la rodearon al considerarla como un amuleto o vivir la realidad para lograr sobrevivir pues las ideas de un viejo excéntrico sin querer la llevaron al borde de la muerte desde su llegada a esa tierra, Mizraim no iba a estar a lado de la joven para protegerla del puesto tan codiciado que él le otorgó después de todo.
Estoy cansada de permanecer callada, siempre estuve como un ave enjaulada, siendo llenada de palabrerías tan vacías que solo me dieron la oportunidad de ver una única cosa. Los dioses… poderes… deidades… nada de eso existe, lo único que he sido capaz de ver fue a un rey excéntrico con creencias por demás ilógicas, no es que no acepte mi destino como tal… acepto la realidad que me tocó vivir y tú al parecer no eres tan diferente como mi padre.
Dándose por satisfecho el extranjero la abandonaba casi a su suerte, aprovechando la oportunidad de internarse al palacio buscando su tesoro más anhelado, su hermano. Sus ojos zafiro fueron los únicos que se movilizaban acompañando el paso del rubio, tornándose sobre su lugar volvió a advertirle con no dañar a Nemrod. Prácticamente las palabras de ese hombre no solo lograron aturdirla sino también muy en el fondo enfurecerla aunque no del todo estaba equivocado… jamás llegó a creer que era una clase de diosa que atrajo la fortuna a Mesopotamia.
Esto es imposible.
La reacción de no creer en sus palabras era bastante normal, su mano derecha temblaba para dirigirse a su costado izquierdo donde pendía su espada, aferrándose solamente al mango los sostuvo con semejante fuerza sin ser capaz de desenvainar dicha arma. Las posibilidades de atacarlo fueron descartadas de inmediato más un intento desesperado de sentir seguridad en ella misma la hizo acudir a evidenciar lo que nadie logró, un temor tan profundo pues la verdad que exhalaban de los finos labios de Lux tal parecían apuñalarla una y otra vez. Su pecho se comprimía ahogándola… por arriba seguramente Nemrod ya había sido capaz de ver el encuentro entre la deidad y su fiel amigo, más la templanza de la chica se escapaba de su cuerpo exponiendo su vulnerabilidad.
Fastidiada de todo sus uñas se encarnaron sobre la palma de su mano que ya estaba sangrando, ni los cortes tan finos le causaban dolor, no más del que ese sujeto fue capaz de proferirle, existían dos posibilidades: aceptar por consentirse y creer en las mentiras que la rodearon al considerarla como un amuleto o vivir la realidad para lograr sobrevivir pues las ideas de un viejo excéntrico sin querer la llevaron al borde de la muerte desde su llegada a esa tierra, Mizraim no iba a estar a lado de la joven para protegerla del puesto tan codiciado que él le otorgó después de todo.
Estoy cansada de permanecer callada, siempre estuve como un ave enjaulada, siendo llenada de palabrerías tan vacías que solo me dieron la oportunidad de ver una única cosa. Los dioses… poderes… deidades… nada de eso existe, lo único que he sido capaz de ver fue a un rey excéntrico con creencias por demás ilógicas, no es que no acepte mi destino como tal… acepto la realidad que me tocó vivir y tú al parecer no eres tan diferente como mi padre.
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Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
Para sorpresa del rubio, esta empleo la tercera opcion una que nisiquiera este hubo pensado posible. La chica elevo su voz hasta tal punto que pudiera confundirse con gritos con tal de hacerse escuchar. -Estoy cansada de permanecer callada, siempre estuve como un ave enjaulada, siendo llenada de palabrerías tan vacías que solo me dieron la oportunidad de ver una única cosa. Los dioses… poderes… deidades… nada de eso existe, lo único que he sido capaz de ver fue a un rey excéntrico con creencias por demás ilógicas, no es que no acepte mi destino como tal… acepto la realidad que me tocó vivir y tú al parecer no eres tan diferente como mi padre.- Estas palabras provocaron que el muchacho parara en seco y se girara con una especie de aura asesina que brotaba de todo su ser. Tras completar la vuelta, comenzo a moverse hacia Hester a una velocidad superior a la que llevaba antes, su semblante era completamente serio y sus ojos ardian con un fuego que quizas fuera incomprensible para la princesa en aquel momento.
-Niña insolente!!... Como te atreves!!...- Mientras estas palabras se libraban de la boca de Nicholas, sus manos comprimian los languidos brazos de la chica. -Aceptar tu realidad? Ja!... Eres una ignorante completamente, has pasado tu vida en entera en este lugar y nisiquiera aprendiste algo tan simple como eso... Una burla en verdad, no mereces lo que se te ha entregado- Esta vez, sus manos liberaban a la chica y el resto del cuerpo se movia dejando atras a la misma, las palabras aun no terminaban de salir por lo cual, su voz se hizo presente nuevamente al tiempo que caminaba en algo que podria -en un sentido retorcido- llamarse circulos. -Tu amado padre recibio una orden de los dioses, se le entrego el honor de criarte y enseñarte todo cuanto necesitabas saber... Se te fue dada la oportunidad de ver, entender e inclusive aceptar tu destino desde el instante que naciste!!!... Ninguno de "nosotros" ha tenido o jamas tendra esa oportunidad!!!... Y hablas de que aceptas tu realidad? No me hagas reir, niña malcriada, zorra escurridiza y por si fuera poco, ignorante en sobre manera...- Su tono se elevaba por momentos y luego pretendia calmarse pero era muy leve el cambio dado que se hallaba encolerizado.
-Menuda chica que escogiste como envase, Hera- Musito de una forma casi inaudible antes de comenzar a alejarse nuevamente. Los ojos de Lux se dirigieron al cielo, su mirada -si alguien pudiera verla- mostraria que este miraba mas alla de las nubes, mas alla de las estrellas, donde los dioses residen en paz y armonia, donde inician las guerras y conflicos, donde se encuentra todo y nada. Nicholas iba avanzando cuando se detuvo a ver el cuerpo paralizado de Hester, la habia asustado un poco quizas o tal vez sus palabras hubieron llegado a alguna parte de su ser y ahora se encontraba sumergida en sus pensamientos, fuere lo que fuere volvio a hablarle. -Durante 16 años te entregaron al mundo en bandeja de plata, pudiste tenerlo todo y todo lo tuviste... Inclusive el conocimiento de... Tsk, no importa... A fin de cuentas solo eres una niña tonta... Quizas puedas hacer algo con "la realidad que te toco vivir" y no marchitar la memoria de tu padre, terminar tus deberes como diosa de mesopotamia... A decir verdad, "ellos" solo necesitan unos cuantos dias, luego de eso seras "libre" de hacer lo que te plazca...-
El rostro de Lux escondio sus facciones y se mostro inexpresivo. -No soy tu enemigo, no digo que sea tu aliado o amigo pero tampoco soy tu enemigo... Solo deseo terminar lo que se me ha encargado. Tu padre te encargo algo a ti, al menos concluye eso y vete libre por el mundo pero por su honor y su memoria, se una mujer y termina tu deber...- Por el momento habia concluido, en verdad no deseaba continuar tratando con la princesa, la idea de esta, el mundo que ella veia y comprendia era demasiado subjetivo parecia no estar clara de nada, sus palabras dejaban a entender que no habia vivido realmente la vida que se le fue preparada. -Que fue lo que hiciste con esta niña, Mizraim... Acaso no la preparaste como se te fue encomendado?- Penso mientras se alejaba lentamente y arreglaba sus ropajes, la emocion del momento hubo desarreglado una que otra parte de sus prendas. A cada paso que daba, el aire se tornaba mas pesado, la duda que le presentaba la situacion previa calaba hasta lo profundo de sus huesos, lo peor del asunto es que su comunicacion con Lucyfer era unidireccional por el momento, no era capaz de comentarle tales descubrimientos, esperar era lo unico que permanecia posible. -Tsk- Musito por la fustracion de los recien transcurridos eventos.
-Niña insolente!!... Como te atreves!!...- Mientras estas palabras se libraban de la boca de Nicholas, sus manos comprimian los languidos brazos de la chica. -Aceptar tu realidad? Ja!... Eres una ignorante completamente, has pasado tu vida en entera en este lugar y nisiquiera aprendiste algo tan simple como eso... Una burla en verdad, no mereces lo que se te ha entregado- Esta vez, sus manos liberaban a la chica y el resto del cuerpo se movia dejando atras a la misma, las palabras aun no terminaban de salir por lo cual, su voz se hizo presente nuevamente al tiempo que caminaba en algo que podria -en un sentido retorcido- llamarse circulos. -Tu amado padre recibio una orden de los dioses, se le entrego el honor de criarte y enseñarte todo cuanto necesitabas saber... Se te fue dada la oportunidad de ver, entender e inclusive aceptar tu destino desde el instante que naciste!!!... Ninguno de "nosotros" ha tenido o jamas tendra esa oportunidad!!!... Y hablas de que aceptas tu realidad? No me hagas reir, niña malcriada, zorra escurridiza y por si fuera poco, ignorante en sobre manera...- Su tono se elevaba por momentos y luego pretendia calmarse pero era muy leve el cambio dado que se hallaba encolerizado.
-Menuda chica que escogiste como envase, Hera- Musito de una forma casi inaudible antes de comenzar a alejarse nuevamente. Los ojos de Lux se dirigieron al cielo, su mirada -si alguien pudiera verla- mostraria que este miraba mas alla de las nubes, mas alla de las estrellas, donde los dioses residen en paz y armonia, donde inician las guerras y conflicos, donde se encuentra todo y nada. Nicholas iba avanzando cuando se detuvo a ver el cuerpo paralizado de Hester, la habia asustado un poco quizas o tal vez sus palabras hubieron llegado a alguna parte de su ser y ahora se encontraba sumergida en sus pensamientos, fuere lo que fuere volvio a hablarle. -Durante 16 años te entregaron al mundo en bandeja de plata, pudiste tenerlo todo y todo lo tuviste... Inclusive el conocimiento de... Tsk, no importa... A fin de cuentas solo eres una niña tonta... Quizas puedas hacer algo con "la realidad que te toco vivir" y no marchitar la memoria de tu padre, terminar tus deberes como diosa de mesopotamia... A decir verdad, "ellos" solo necesitan unos cuantos dias, luego de eso seras "libre" de hacer lo que te plazca...-
El rostro de Lux escondio sus facciones y se mostro inexpresivo. -No soy tu enemigo, no digo que sea tu aliado o amigo pero tampoco soy tu enemigo... Solo deseo terminar lo que se me ha encargado. Tu padre te encargo algo a ti, al menos concluye eso y vete libre por el mundo pero por su honor y su memoria, se una mujer y termina tu deber...- Por el momento habia concluido, en verdad no deseaba continuar tratando con la princesa, la idea de esta, el mundo que ella veia y comprendia era demasiado subjetivo parecia no estar clara de nada, sus palabras dejaban a entender que no habia vivido realmente la vida que se le fue preparada. -Que fue lo que hiciste con esta niña, Mizraim... Acaso no la preparaste como se te fue encomendado?- Penso mientras se alejaba lentamente y arreglaba sus ropajes, la emocion del momento hubo desarreglado una que otra parte de sus prendas. A cada paso que daba, el aire se tornaba mas pesado, la duda que le presentaba la situacion previa calaba hasta lo profundo de sus huesos, lo peor del asunto es que su comunicacion con Lucyfer era unidireccional por el momento, no era capaz de comentarle tales descubrimientos, esperar era lo unico que permanecia posible. -Tsk- Musito por la fustracion de los recien transcurridos eventos.
Nicholas Lux- Cantidad de envíos : 14
Re: Mesopotamia: Vida y Muerte
No le importaba rebajar las creencias de las que fue colmada por la gente de Mesopotamia, aquel hombre que hizo pasarse por su padre la lleno de una angustia de tal forma de tener que depender siempre de ese rey para protegerse, pero ahora que se había marchado, no tenía más que conformarse con lo que tenía y ese era Nemrod. La posición en la que se encontraba Hester la dejaba quisiera o no a merced de su hermano, tener que soportar un compromiso a lado de una persona que solo la veía como un estorbo no era la vida que deseaba obtener, más ahora que no tenía medios para seguir rechazándolo le desesperaba no hallar la manera de lograr escapar a una obligación que le habían impuesto.
Nicholas no pudo soportar la verdad que le demostraba la princesa, entornándose sobre su propio espacio para sujetarla de sus brazos y sacudirla un poco, la joven trato de desenfundar su espada pues sería la muerte segura que alguien ajeno a su prometido ostentara tocarla, torpemente reaccionando no lograba desenfundar su espada pues la fuerza de ese extranjero la apresaba de tal forma que emitió un suave quejido.
Nemrod.
Dilatándose sus pupilas no espero pronunciar aquel nombre, seguramente les veía desde el balcón. Mordió sus labios con rencor conteniendo su rabia.. se había rebajado en busca de la última persona que intentaba apartar, buscando su silueta por sobre el hombro de Lux miró a su hermano tranquilo admirando el horizonte, donde el reino se extendía a su vista. Era cierto, no le brindaría ningún tipo de ayuda después de todo. Las palabras del rubio no surtían ningún tipo de efecto más no entendió como detrás de esa presencia los recuerdos de su padre por protegerla de la realidad que marcaba su destino estaba siendo en vano. Fijando su mirada en la expresión de su captor notaba como seguía hiriéndola más con las palabras que la fuerza con la que la sostenía…
Te.. te equivocas. Esto no puede ser verdad… yo solo soy Hester, solo tuve la suerte de ser hallada.
Lo que más trabajo le costaba admitir le era revelado a Nicholas, por primera vez actuaba con algo de humildad pero no por el hecho de sentirse acorralada por él, sino por el motivo de que estaba hablando su corazón, aquel sentimiento que como todos podían llamar humanidad, tras ello se alejaba para volver decepcionado con esa respuesta.
El carácter de la joven era malcriado manteniéndose a la defensiva, respiraba con agitación pues dejando entrever la voluntad del fallecido rey recordó que aún tenía en su poder el diario… aunque solo eran frases que no entendía por completo, creyendo que siempre su vida se rigió bajo la superstición. Aclarando sus ideas entonces tenía que buscarlo a él… a la única persona que estuvo ante la presencia de Mizraim y ese era su prometido.
¡Alto!... me llevarás con Nemrod ahora… tenemos que hablar de este asunto, tú lo dijiste, no dejarías que hiciera daño a tu pequeña marionetita... el diario por una noche con tu príncipe no pido más.
Después considerame fuera de sus caminos... quiero escuchar de su propia voz todo lo que tú fuiste capaz de decirme.
Nicholas no pudo soportar la verdad que le demostraba la princesa, entornándose sobre su propio espacio para sujetarla de sus brazos y sacudirla un poco, la joven trato de desenfundar su espada pues sería la muerte segura que alguien ajeno a su prometido ostentara tocarla, torpemente reaccionando no lograba desenfundar su espada pues la fuerza de ese extranjero la apresaba de tal forma que emitió un suave quejido.
Nemrod.
Dilatándose sus pupilas no espero pronunciar aquel nombre, seguramente les veía desde el balcón. Mordió sus labios con rencor conteniendo su rabia.. se había rebajado en busca de la última persona que intentaba apartar, buscando su silueta por sobre el hombro de Lux miró a su hermano tranquilo admirando el horizonte, donde el reino se extendía a su vista. Era cierto, no le brindaría ningún tipo de ayuda después de todo. Las palabras del rubio no surtían ningún tipo de efecto más no entendió como detrás de esa presencia los recuerdos de su padre por protegerla de la realidad que marcaba su destino estaba siendo en vano. Fijando su mirada en la expresión de su captor notaba como seguía hiriéndola más con las palabras que la fuerza con la que la sostenía…
Te.. te equivocas. Esto no puede ser verdad… yo solo soy Hester, solo tuve la suerte de ser hallada.
Lo que más trabajo le costaba admitir le era revelado a Nicholas, por primera vez actuaba con algo de humildad pero no por el hecho de sentirse acorralada por él, sino por el motivo de que estaba hablando su corazón, aquel sentimiento que como todos podían llamar humanidad, tras ello se alejaba para volver decepcionado con esa respuesta.
El carácter de la joven era malcriado manteniéndose a la defensiva, respiraba con agitación pues dejando entrever la voluntad del fallecido rey recordó que aún tenía en su poder el diario… aunque solo eran frases que no entendía por completo, creyendo que siempre su vida se rigió bajo la superstición. Aclarando sus ideas entonces tenía que buscarlo a él… a la única persona que estuvo ante la presencia de Mizraim y ese era su prometido.
¡Alto!... me llevarás con Nemrod ahora… tenemos que hablar de este asunto, tú lo dijiste, no dejarías que hiciera daño a tu pequeña marionetita... el diario por una noche con tu príncipe no pido más.
Después considerame fuera de sus caminos... quiero escuchar de su propia voz todo lo que tú fuiste capaz de decirme.
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