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Patio Principal
Me encontraba paseando con mi nuevo compañero, llevando sin esfuerzo alguno las amarras, el animal era bastante dócil por lo que hacía del trayecto algo placentero. Durante el camino le venía hablando al caballo, no esperaba una respuesta de su parte pero él cortésmente relinchaba como si con ello me diese su contestación. El día se hacía largo y el calor por momentos intenso, una vez más me encontraba en el patio principal agaché mi cabeza y suspiré, parecía en un ciclo de repetir situaciones estando en aquel lugar; el caballo en ese instante se alteró caminando hacia atrás y queriéndose soltar de las amarras, lo retenía usando un poco de fuerza mientras miraba a mi alrededor y no había nada ni nadie que pudiera estar creando tal manifestación en aquella bestia.
El animal seguía alterado, relinchando y levantando sus patas delanteras, con fuerza me costaba mantener cierto control sobre la bestia, aún halando de las amarras cerré mis ojos y como si se tratase de un niño comencé a entonar:
♫“Anfitrite, diosa y reina, mar que rodea el mundo.
Reina, reyes y dragones, un castillo para ellos es el mar, repasar mi cuerpo con tu lengua apenas fue agua del océano.
Anfitrite, diosa y reina, mar que rodea el mundo.
Esposa de dios, sirena oculta, pasillos de corales, guijarros en caminos y pétalos de éxtasis. Anfitrite, reina, diosa y mar.”♫
El caballo relinchó varias veces, halaba de mi con fuerza hasta hacerme soltar las amarras, sentí el rosar de los cascos cerca a mi rostro, podía ver aún con los ojos cerrados el animal endemoniado sosteniéndose en sus patas traseras y con las delanteras a punto de golpearme, dejé de cantar, llevé mis brazos a mi cabeza protegiéndome de esa forma, mi cuerpo se encogió acurrucándose un poco, mis pensamientos fueron: - Maldita sea .... venir a morir en este lugar!!! ....
De pronto se hizo silencio, ni siquiera se podía sentir el sonido del viento pasar, ni mi respiración o si podía hacer movimiento alguno, sin esperar mucho lentamente abrí mis ojos y mi brazo izquierdo completamente extendido y dentro del tórax del animal, la sangre bañaba todo el miembro y caía sobre mi vestido, yo podía verlo pero de una manera distinta, veía a través de los ojos de alguien más, mientras analizaba toda la situación súbitamente una voz: - Qué te sorprende, fuiste tú y nadie más que tú quien me invocó .... princesita Ambrose
Permanecí en silencio mientras observaba como aquellas manos, mis propias manos arrancaban del pecho del animal su corazón, mientras la voz de Anfitrite me decía: - Acaso pensaste que permitiría que murieras aquí .... serás una humana insolente, qué no se te olvide que este cuerpo me pertenece!!!!
El cuerpo del caballo caía lentamente al suelo mientras su sangre salía con vehemencia tiñendo las baldosas del patio, su cuerpo convulsionaba como aún aferrándose a la vida, mis ojos no dejaban de mirarlo, o quizás los ojos de Anfitrite me permitían ver lo que sucedía. El tiempo pasaba como en cámara lenta, un último espasmo y el único quejido que pronunciaba aquel inocente animal, por un momento sentí que iba a llorar por lo sucedido a aquella bestia pero era la impotencia de ahora depender de las fuerzas de la demencial Anfitrite la que me ponía así, con furia logrando controlar aquel cuerpo, así dan un pisotón que levantó la sangre y el polvo, diciendo a dura voz: - Qué serás estúpida Anfitrite!!!... Quién más que tú y solamente tú pudo espantar el animal… cómo se supone que volveremos a Casale… Eres la diosa más retardada que conozco y déjame decirte que los demás gozan de buena fama.
En ese instante volví a perder el control de aquel cuerpo y pude ver como éste era envuelto en un aura violácea por momentos tomando color negro, intenté a nueva cuenta hablar pero no salía palabra alguna, simplemente mi vista se fue nublando lentamente mientras como un susurro escuchaba: - Mejor calla… Dejándome completamente inconsciente.
El animal seguía alterado, relinchando y levantando sus patas delanteras, con fuerza me costaba mantener cierto control sobre la bestia, aún halando de las amarras cerré mis ojos y como si se tratase de un niño comencé a entonar:
♫“Anfitrite, diosa y reina, mar que rodea el mundo.
Reina, reyes y dragones, un castillo para ellos es el mar, repasar mi cuerpo con tu lengua apenas fue agua del océano.
Anfitrite, diosa y reina, mar que rodea el mundo.
Esposa de dios, sirena oculta, pasillos de corales, guijarros en caminos y pétalos de éxtasis. Anfitrite, reina, diosa y mar.”♫
El caballo relinchó varias veces, halaba de mi con fuerza hasta hacerme soltar las amarras, sentí el rosar de los cascos cerca a mi rostro, podía ver aún con los ojos cerrados el animal endemoniado sosteniéndose en sus patas traseras y con las delanteras a punto de golpearme, dejé de cantar, llevé mis brazos a mi cabeza protegiéndome de esa forma, mi cuerpo se encogió acurrucándose un poco, mis pensamientos fueron: - Maldita sea .... venir a morir en este lugar!!! ....
De pronto se hizo silencio, ni siquiera se podía sentir el sonido del viento pasar, ni mi respiración o si podía hacer movimiento alguno, sin esperar mucho lentamente abrí mis ojos y mi brazo izquierdo completamente extendido y dentro del tórax del animal, la sangre bañaba todo el miembro y caía sobre mi vestido, yo podía verlo pero de una manera distinta, veía a través de los ojos de alguien más, mientras analizaba toda la situación súbitamente una voz: - Qué te sorprende, fuiste tú y nadie más que tú quien me invocó .... princesita Ambrose
Permanecí en silencio mientras observaba como aquellas manos, mis propias manos arrancaban del pecho del animal su corazón, mientras la voz de Anfitrite me decía: - Acaso pensaste que permitiría que murieras aquí .... serás una humana insolente, qué no se te olvide que este cuerpo me pertenece!!!!
El cuerpo del caballo caía lentamente al suelo mientras su sangre salía con vehemencia tiñendo las baldosas del patio, su cuerpo convulsionaba como aún aferrándose a la vida, mis ojos no dejaban de mirarlo, o quizás los ojos de Anfitrite me permitían ver lo que sucedía. El tiempo pasaba como en cámara lenta, un último espasmo y el único quejido que pronunciaba aquel inocente animal, por un momento sentí que iba a llorar por lo sucedido a aquella bestia pero era la impotencia de ahora depender de las fuerzas de la demencial Anfitrite la que me ponía así, con furia logrando controlar aquel cuerpo, así dan un pisotón que levantó la sangre y el polvo, diciendo a dura voz: - Qué serás estúpida Anfitrite!!!... Quién más que tú y solamente tú pudo espantar el animal… cómo se supone que volveremos a Casale… Eres la diosa más retardada que conozco y déjame decirte que los demás gozan de buena fama.
En ese instante volví a perder el control de aquel cuerpo y pude ver como éste era envuelto en un aura violácea por momentos tomando color negro, intenté a nueva cuenta hablar pero no salía palabra alguna, simplemente mi vista se fue nublando lentamente mientras como un susurro escuchaba: - Mejor calla… Dejándome completamente inconsciente.
Ambrose- Dios/a
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Re: Patio Principal
3er post Defensa Especial - Especialización
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Sin tener prisa alguna, el caballero de melena azabache llegó a los patios principales. Era la hora de comprobar si en verdad estaba ligado con la naturaleza que invadía el palacio. Liberando una gran cantidad de energía cósmica, el hombre se rodeo por un aura resplandeciente que se expandía, cubriendo una amplia zona, El aura se apoderó de todo el jardín, llenando a las plantas que ahí se encontraban de vida y verdor. Era como si la primavera hubiera llegado antes de tiempo. Una esfera de energía verde se manifestó en la mano del joven, la cual poseía un brillo deslumbrante que lastimó sus ojos por la intensidad. La esfera no permaneció demasiado tiempo en manos de Night, ya que después de ser creada, la burbuja se elevó al cielo, transformándose en una semilla que se enterró en el suelo a toda velocidad, dejando un agujero muy pequeño.
La tierra comenzó a temblar, causando que todo se alterara alrededor del joven, algo que desesperó a Night. El temblor no tardó en desaparecer, y del lugar que la semilla había elegido para depositarse surgieron raíces que se desplazaron rápidamente, apocando a las otras plantas y fusionándose con ellas. En el centro de todo eso se erguía un árbol, que aumentaba de tamaño conforme las raíces conseguían más terreno. Estaba un poco asustado, ya que parecía que la naturaleza se había dementado completamente por su culpa. Las plantas cambiaban y se convertían en extensiones del árbol principal. Todo se conectaba y formaban uno mismo. Asombroso, simplemente era algo asombroso, tan sorprendente que dejó a Night con la boca abierta. Raíces gigantescas penetraron en el palacio, derribando muros y ocasionando que la estructura temblara por el tamaño descomunal que tenían.
Las plantas no le hacían nada a Night, ya que en el lugar sobre el que él se encontraba parado no ocurría nada, como si el desastre lo rodeara para evitar tocarlo. Algo que resultaba conveniente, ya que el chico estaba embobado observando como el árbol gigante llegaba hasta el cielo y sus ramas estaban llenas de los frutos más raros: frutas con marcas en forma de espiral y de diferentes colores, tamaños y formas. Esperaba que la anciana se hubiera ido del palacio al sentir el temblor, aunque también era probable que hubiera muerto aplastada por alguna de las partes de ese árbol colosal. También podía sentir el cosmos de Poseidón en el palacio, así que quizá él la hubiera puesto en una zona segura.
La tierra comenzó a temblar, causando que todo se alterara alrededor del joven, algo que desesperó a Night. El temblor no tardó en desaparecer, y del lugar que la semilla había elegido para depositarse surgieron raíces que se desplazaron rápidamente, apocando a las otras plantas y fusionándose con ellas. En el centro de todo eso se erguía un árbol, que aumentaba de tamaño conforme las raíces conseguían más terreno. Estaba un poco asustado, ya que parecía que la naturaleza se había dementado completamente por su culpa. Las plantas cambiaban y se convertían en extensiones del árbol principal. Todo se conectaba y formaban uno mismo. Asombroso, simplemente era algo asombroso, tan sorprendente que dejó a Night con la boca abierta. Raíces gigantescas penetraron en el palacio, derribando muros y ocasionando que la estructura temblara por el tamaño descomunal que tenían.
Las plantas no le hacían nada a Night, ya que en el lugar sobre el que él se encontraba parado no ocurría nada, como si el desastre lo rodeara para evitar tocarlo. Algo que resultaba conveniente, ya que el chico estaba embobado observando como el árbol gigante llegaba hasta el cielo y sus ramas estaban llenas de los frutos más raros: frutas con marcas en forma de espiral y de diferentes colores, tamaños y formas. Esperaba que la anciana se hubiera ido del palacio al sentir el temblor, aunque también era probable que hubiera muerto aplastada por alguna de las partes de ese árbol colosal. También podía sentir el cosmos de Poseidón en el palacio, así que quizá él la hubiera puesto en una zona segura.
Night- General Marino
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Extra HandsDE - Blooming
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Re: Patio Principal
Aún esperando a que algo sucediera o se presentara en la entrada del Palacio del César, el General de la Séptimo Décima Legión tan solo se aburría. De vez en cuando se escuchaban murmullos y hasta exclamaciones, ni hablar de esporádicos estallidos inexplicables que hacían ver el abandonado lugar como un palacio fantasma. El colmo se dio al tiempo que la vegetación parecía irse al territorio de la locura: en un instante todas las flores, hojas y raíces se dementaban y crecían a un ritmo incesante, atrapando cualquier objeto estático en un abrazo que se notaba…peligroso. Menudo día, primero un sitio de “elite” totalmente abandonado que resultaba ser el epicentro de una mala pesadilla sacada de la mente trastornada de un niño traumado. Levantando su enorme sierra de doble hoja Sokaro cortó una enorme raíz con un giro simple y veloz, la misma habilidad que se había “encasillado” en su cerebro unos cuantos días atrás.
Menuda mierda. Dijo pisando varias ramitas y unas cuantas hojas caídas que no escatimaban en su brillante color verde propio de la época de la primavera. Demasiado color...ugh. Murmuró moviendo su diestra, cortando de nueva cuenta varias ramas que ahora lo rodeaban de forma un tanto...siniestra. Lo que fuera que causara aquello, no era “normal” en el sentido más estricto de la palabra…y cierta parte de su cerebro le decía que debía avanzar para encontrar al responsable, simplemente porque lo había molestado.
Ciertamente, ¿a quién se le ocurría causar semejante destrozo?
A un retrasado con problemas de mami. Se respondió el General, cortando más y más plantas, avanzando por donde se veía más espesa la vegetación lo que lo dirigió hacia el patio principal, donde se suponía se reunían los más estúpidos aristócratas que se pudieran encontrar a lo largo y ancho de todo el Imperio. Lo que encontró allí sin embargo, no fue una fiesta…
...¿y quién coño es esa nenaza? Preguntó, cortando una gruesa raíz para dar un salto y quedar a unos pocos metros de un pelinegro con cuerpo de mujer y cara contraída, como si estuviera oliendo materia fecal. Clavando una de las hojas de su arma en el suelo y perforando otra raíz que ni siquiera había notado, el General se quedó “esperando” por el proceder del otro. Si podía causar semejante alboroto, podía que incluso invocara pajarracos chillones.
...si, eso es taaaan lógico. Murmuró, torciendo los ojos con sorna. Menudo día había escogido para decir estupideces.
Menuda mierda. Dijo pisando varias ramitas y unas cuantas hojas caídas que no escatimaban en su brillante color verde propio de la época de la primavera. Demasiado color...ugh. Murmuró moviendo su diestra, cortando de nueva cuenta varias ramas que ahora lo rodeaban de forma un tanto...siniestra. Lo que fuera que causara aquello, no era “normal” en el sentido más estricto de la palabra…y cierta parte de su cerebro le decía que debía avanzar para encontrar al responsable, simplemente porque lo había molestado.
Ciertamente, ¿a quién se le ocurría causar semejante destrozo?
A un retrasado con problemas de mami. Se respondió el General, cortando más y más plantas, avanzando por donde se veía más espesa la vegetación lo que lo dirigió hacia el patio principal, donde se suponía se reunían los más estúpidos aristócratas que se pudieran encontrar a lo largo y ancho de todo el Imperio. Lo que encontró allí sin embargo, no fue una fiesta…
...¿y quién coño es esa nenaza? Preguntó, cortando una gruesa raíz para dar un salto y quedar a unos pocos metros de un pelinegro con cuerpo de mujer y cara contraída, como si estuviera oliendo materia fecal. Clavando una de las hojas de su arma en el suelo y perforando otra raíz que ni siquiera había notado, el General se quedó “esperando” por el proceder del otro. Si podía causar semejante alboroto, podía que incluso invocara pajarracos chillones.
...si, eso es taaaan lógico. Murmuró, torciendo los ojos con sorna. Menudo día había escogido para decir estupideces.
Sokaro- General Marino
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Re: Patio Principal
4to post Defensa Especial - Especialización
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No podía despegar sus ojos del árbol debido a su descontrolado crecimiento. Night estaba por hacerlo desaparecer, ya que se sentía capaz de detenerlo. Pero antes de hacerlo un loco con un arma de gran tamaño captó su atención, el cual se abría paso entre esa jungla como todo un salvaje masacrando a cada uno de los obstáculos que se interponían en su camino. Escuchó que decía algo, pero el escándalo que producían las raíces mientras se movían bajo la tierra y desquebrajaban los muros creaba interferencia. No sabía quién rayos era esa bestia, pero se ocuparía de pedirle explicaciones después. Tenía un monstruo más grande al cual debía de parar.
La tierra seguía inquieta, por lo que debía darse prisa antes de que el temblor fuera algo que no fuera capaz de resolver. Calculaba que al palacio del César no le quedaba mucho tiempo de vida, pues si seguía recibiendo todo ese castigo se iba a derrumbar muy pronto. Ese árbol destruía tanto los cimientos como los interiores así que los pronósticos no eran muy alentadores. Se preguntaba por qué llevaba su cara oculta detrás de esa mascara, ya que eso le indicaba que no era cualquiera sujeto, además de que podía denotar el uso de cosmos para exterminar las extensiones del árbol. Ya había decidido indagar después, había un problema que no podía posponer.
Dio un salto hacia arriba, subiéndose a las largas y gruesas ramas que estaban destrozando los pisos superiores del palacio. –Oye tú, será mejor que te largues de aquí si no quieres terminar aplastado. Pero no quiero que te vayas, algo debo hablar contigo, sólo sal de la zona de peligro ahora.- Dijo con tono concluyente, saltando de rama en rama hasta llegar a los frutos. Iba a destruirlo lanzando un ataque desde la parte superior. No era tonto, sabía que lo más lógico era destruir las raíces y por ello iba a usar un ataque tan destructivo que pulverizaría ese árbol de arriba hacia abajo.
Todo parecía estar bien hasta que algo interrumpiría el plan que Night tenía en la cabeza. Una enorme rama que parecía una mano estaba detrás de él y ni siquiera le dio tiempo de reaccionar, atrapándolo y haciendo presión para que no pudiera emplear las manos. –Qué demonios.- Bufó mientras peleaba por escapar. El árbol hizo algo impredecible: Una especie de boca se abrió en el tronco del árbol, engullendo por completo al General Marino. La cosa más extraña, un árbol devorando a un hombre.
La tierra seguía inquieta, por lo que debía darse prisa antes de que el temblor fuera algo que no fuera capaz de resolver. Calculaba que al palacio del César no le quedaba mucho tiempo de vida, pues si seguía recibiendo todo ese castigo se iba a derrumbar muy pronto. Ese árbol destruía tanto los cimientos como los interiores así que los pronósticos no eran muy alentadores. Se preguntaba por qué llevaba su cara oculta detrás de esa mascara, ya que eso le indicaba que no era cualquiera sujeto, además de que podía denotar el uso de cosmos para exterminar las extensiones del árbol. Ya había decidido indagar después, había un problema que no podía posponer.
Dio un salto hacia arriba, subiéndose a las largas y gruesas ramas que estaban destrozando los pisos superiores del palacio. –Oye tú, será mejor que te largues de aquí si no quieres terminar aplastado. Pero no quiero que te vayas, algo debo hablar contigo, sólo sal de la zona de peligro ahora.- Dijo con tono concluyente, saltando de rama en rama hasta llegar a los frutos. Iba a destruirlo lanzando un ataque desde la parte superior. No era tonto, sabía que lo más lógico era destruir las raíces y por ello iba a usar un ataque tan destructivo que pulverizaría ese árbol de arriba hacia abajo.
Todo parecía estar bien hasta que algo interrumpiría el plan que Night tenía en la cabeza. Una enorme rama que parecía una mano estaba detrás de él y ni siquiera le dio tiempo de reaccionar, atrapándolo y haciendo presión para que no pudiera emplear las manos. –Qué demonios.- Bufó mientras peleaba por escapar. El árbol hizo algo impredecible: Una especie de boca se abrió en el tronco del árbol, engullendo por completo al General Marino. La cosa más extraña, un árbol devorando a un hombre.
Night- General Marino
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Re: Patio Principal
Sin previo aviso y sorprendiendo ligeramente al General de la Décimo Séptima División de las huestes romanas, el chiquillo de cabello negro y mirada afilada le había dicho que se mantuviera lejos de la zona de peligro…el problema era que en aquel momento todo el Palacio venía siendo una debido a todas esas ridículas raíces, ramas y demás que se amontonaban para así destruir lo poco de la estructura que se mantenía indemne del incendio que previamente había causado un ente demoníaco. Abriendo los ojos un poco más de lo que normalmente solía hacerlo, el mayor tan solo observó como ese sujeto realizaba un acto imposible: usando tan solo sus piernas pegaba un salto que sin mucho esfuerzo lograba llevarlo hasta la cima de las ramas del árbol…que sin más, tan solo lo atrapó para comérselo.
Sokaro debía admitirlo, todo eso era una locura y si tuviera que apostar, finalmente todo el daño cerebral que hubiera podido recibir durante su tiempo de servicio empezaban a hacer estragos en su manera de percibir el mundo.
Pero que demonios, ¿importaba? No demasiado, se dijo al tiempo que sacaba su sierra de la raíz a la que la había clavado para instantáneamente empezar a hacerla girar mediante el proceso que su cerebro había registrado y al mismo tiempo, emplear esa energía a la que podía fácilmente confundir con una dosis extrema de adrenalina. Formando una sonrisa por detrás de su máscara, el militar avanzó cortando ramas, madera y más raíces.
Aquello le resultaba extrañamente divertido.
Sokaro debía admitirlo, todo eso era una locura y si tuviera que apostar, finalmente todo el daño cerebral que hubiera podido recibir durante su tiempo de servicio empezaban a hacer estragos en su manera de percibir el mundo.
Pero que demonios, ¿importaba? No demasiado, se dijo al tiempo que sacaba su sierra de la raíz a la que la había clavado para instantáneamente empezar a hacerla girar mediante el proceso que su cerebro había registrado y al mismo tiempo, emplear esa energía a la que podía fácilmente confundir con una dosis extrema de adrenalina. Formando una sonrisa por detrás de su máscara, el militar avanzó cortando ramas, madera y más raíces.
Aquello le resultaba extrañamente divertido.
Sokaro- General Marino
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Re: Patio Principal
5to post Defensa Especial - Especialización
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Por un momento todo se puso completamente oscuro, como si en lugar de haber sido empujado a la boca de un árbol se hubiera caído en un agujero sin fondo. Estuvo cayendo por mucho tiempo, pero había perdido la noción después de un rato. Quizá fueron minutos, quizá horas, pero eso no era importante. Lo más curioso fue que cuando tocó el fondo su cuerpo no se hizo pedazos. De hecho no sabía si en verdad había tocado el fondo pero ya no sentía que estaba cayendo, como si estuviera suspendido en el aire. Había algo que irritaba a Night, el sonido de una especie de palpitar, dándole la sensación de que estaba escuchando el pecho de un gigante. Cuando esa molesta oscuridad comenzaba a tornarse como algo desesperante, tenuemente el espacio fue iluminándose para revelar el interior del árbol y al responsable de ese ruido desagradable. Era lo más extraño que había visto: dentro de ese inmenso árbol había un frondoso bosque en lo más alto había una gigantesca esfera de luz que palpitaba, como si fuera el corazón de ese monstruo.
Se levantó con pereza ya que estaba teniendo dificultades para moverse. No se había lastimado en lo absoluto pero sentía que las fuerzas se le estaban yendo, casi como si ese núcleo se estuviera robando su energía. Caminó hasta llegar a un árbol en el que se apoyó de espaldas, levantando la mirada para seguir viendo esa gran esfera verde. Se tomó un segundo para respirar, un poco de calma para poner sus ideas en orden. Un pequeño pajarillo se posó en el hombro de Night y luego notó que había más animales a su alrededor: ardillas, conejos, mariposas, aves, pero el pelinegro no había reparado en ellos porque el palpitar de la esfera era como estarse golpeando la cabeza contra una pared.
Sonrió mientras tomaba a uno de esos conejos, lo cuales lucían demasiado enternecedores hasta para alguien como Night. No eran normales, eso era seguro. Algo que ciertamente no había previsto ocurrió al darse el lujo de acariciar a uno de ellos. El adorable y esponjoso conejo blanco se transformó en una criatura brillante. Inmediatamente la soltó para dejar que cayera. Cerró los ojos por un momento y antes de que pudiera hacer algún movimiento los inofensivos animales se convirtieron en luz. A partir de ahí a Night no le fue difícil comprender lo que eran en verdad.-Espíritus.- Musitó. Sin embargo también se dio cuenta de que no eran cualquier clase de espíritus, eran de animales. Estaba acostumbrado a tratar con almas errantes pero nunca lo había hecho con espíritus pertenecientes a seres no humanos.
Las luces se elevaron, dirigiéndose hacia la enorme esfera. En su cabeza podía escuchar voces… voces que no eran humanas y que no decían nada pero él pudo interpretar esos sonido tan extraños que eran como el susurró del viento embotado en su cabeza.
Se levantó con pereza ya que estaba teniendo dificultades para moverse. No se había lastimado en lo absoluto pero sentía que las fuerzas se le estaban yendo, casi como si ese núcleo se estuviera robando su energía. Caminó hasta llegar a un árbol en el que se apoyó de espaldas, levantando la mirada para seguir viendo esa gran esfera verde. Se tomó un segundo para respirar, un poco de calma para poner sus ideas en orden. Un pequeño pajarillo se posó en el hombro de Night y luego notó que había más animales a su alrededor: ardillas, conejos, mariposas, aves, pero el pelinegro no había reparado en ellos porque el palpitar de la esfera era como estarse golpeando la cabeza contra una pared.
Sonrió mientras tomaba a uno de esos conejos, lo cuales lucían demasiado enternecedores hasta para alguien como Night. No eran normales, eso era seguro. Algo que ciertamente no había previsto ocurrió al darse el lujo de acariciar a uno de ellos. El adorable y esponjoso conejo blanco se transformó en una criatura brillante. Inmediatamente la soltó para dejar que cayera. Cerró los ojos por un momento y antes de que pudiera hacer algún movimiento los inofensivos animales se convirtieron en luz. A partir de ahí a Night no le fue difícil comprender lo que eran en verdad.-Espíritus.- Musitó. Sin embargo también se dio cuenta de que no eran cualquier clase de espíritus, eran de animales. Estaba acostumbrado a tratar con almas errantes pero nunca lo había hecho con espíritus pertenecientes a seres no humanos.
Las luces se elevaron, dirigiéndose hacia la enorme esfera. En su cabeza podía escuchar voces… voces que no eran humanas y que no decían nada pero él pudo interpretar esos sonido tan extraños que eran como el susurró del viento embotado en su cabeza.
Última edición por Night el Lun Sep 26, 2011 11:06 pm, editado 1 vez
Night- General Marino
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Re: Patio Principal
Conforme daba uno u otro paso las cosas se volvían más y más caóticas: las ramas se movían a una velocidad imposible y de vez en cuando se lanzaban en su dirección para así golpearlo…o mejor dicho, intentar golpearlo ya que sin esfuerzo evidente el General tan solo desviaba los embates con los antebrazos o los codos, cortando inmisericorde apenas movía su enorme sierra.
Sí, era lo más divertido que había hecho en semanas…tal vez meses.
Interesante...realmente interesante. Murmuró deteniendo su arma de improviso para así rebanar unas raíces que estuvieron a punto de darle un abrazo. Me pregunto que habrá aquí dentro. Se preguntó con sorna, llegando a la parte principal de todo el espectáculo: el enorme árbol que se había tragado al chiquillo de cabello negro en una sola sentada. Dudaba que el otro estuviera muerto, por el simple hecho de que una planta no tenía la forma ni los medios como para digerir a un ser vivo de su calibre…por más flacucho y maricón que se viera el otro, era un humano. Cuestión de sentido común. Así que…debe haber algo más interesante aquí dentro. Dijo con voz convencida, girando una sola vez a Mandes para inmediatamente clavar su filo mas próximo, hundiéndola más y más hasta que finalmente su mango golpeaba contra la madera. Sin ningún otro preámbulo que lo detuviera aplicó instintivamente la energía que no desde hacía mucho había aprendido a invocar y de cierta forma, aplicar junto con su arma.
La corteza tan solo empezaba a resquebrajarse…
Sí, era lo más divertido que había hecho en semanas…tal vez meses.
Interesante...realmente interesante. Murmuró deteniendo su arma de improviso para así rebanar unas raíces que estuvieron a punto de darle un abrazo. Me pregunto que habrá aquí dentro. Se preguntó con sorna, llegando a la parte principal de todo el espectáculo: el enorme árbol que se había tragado al chiquillo de cabello negro en una sola sentada. Dudaba que el otro estuviera muerto, por el simple hecho de que una planta no tenía la forma ni los medios como para digerir a un ser vivo de su calibre…por más flacucho y maricón que se viera el otro, era un humano. Cuestión de sentido común. Así que…debe haber algo más interesante aquí dentro. Dijo con voz convencida, girando una sola vez a Mandes para inmediatamente clavar su filo mas próximo, hundiéndola más y más hasta que finalmente su mango golpeaba contra la madera. Sin ningún otro preámbulo que lo detuviera aplicó instintivamente la energía que no desde hacía mucho había aprendido a invocar y de cierta forma, aplicar junto con su arma.
La corteza tan solo empezaba a resquebrajarse…
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Re: Patio Principal
6to post Defensa Especial - Especialización
Después de unos minutos el joven comenzaba a comprender lo que estaba pasando y también que lo que causaba todo eso era un poderoso espíritu de la naturaleza que se había despertado gracias al talento de Night para invocar a todo tipo de seres espirituales. Esa era la primera vez que atraía algo tan gran, una fuerza grandiosa que no se dejaba vencer. El poder de la naturaleza, algo que el hombre no podía controlar. Eso se acababa ahí ya que Night iba a domarla lo quisiera o no, además de que se estaba tomando el desafío de la naturaleza como algo personal. Al principio había permitido que hiciera lo que se le antojara, como dejar que esas plantas destruyeran el palacio con libertad o consentir el habérselo tragado como un aperitivo, pero la diversión terminaba para esa entidad que se manifestaba como un árbol de proporciones míticas.
-Vas a caer. No me importa lo grande que seas.- El chico levantó su puño, el cual estaba cubierto por una energía verde que se asemejaba a la que componía a la esfera gigante. Sin más preámbulo el joven saltó hacia ella y de pronto la gravedad no era un impedimento, como si el cuerpo de Night contara con propulsión propia. Al estar cerca de la esfera el chico lanzó un puñetazo que se hundió en el interior de ésta. No se rindió ahí, ya que continuó enterrando su puño y el resto de su brazo hasta que finalmente el objetivo cedió, haciendo explosión y liberando una onda expansiva que mandó a volar a Night y que destruyó las paredes de madera del árbol hueco.
En un parpadeo todo volvió a la normalidad. Bueno, las plantas había desaparecido pero los daños que sufrió el palacio seguían igual. Night estaba en el suelo. El estar tan cerca había resultado muy dañino para él ya que su cuerpo estaba lleno de heridas. La explosión fue más poderosa de lo que estimaba, pero al menos ya no escuchaba el fastidioso zumbido en su cabeza. Parecía que había conseguido su objetivo: subyugar a esa fuerza misteriosa que había emergido del corazón de la tierra. No se podía mover ni un centímetro y no sabía cuánto más podría seguir conciente.
Una luz cegadora descendía del cielo y se dirigía hacia el joven abatido. Aquello no era una simple luz, se trataba del causante de todo ese problema y el que se había estado dando un festín con su cosmos. Aunque no habían intercambiado palabras en el lenguaje mortal, él y Night habían tenido una conversación en la que éste lo contó cosas interesantes, aunque el pelinegro todavía no entendía cómo. La luz, que por unos instantes adquirió un aspecto humanoide, entró en el cuerpo del joven y, del mismo modo en el que el árbol se había ido, las fracturas y demás también. De pronto se sentía como un hombre nuevo e incluso el cansancio se había esfumado.
-Vas a caer. No me importa lo grande que seas.- El chico levantó su puño, el cual estaba cubierto por una energía verde que se asemejaba a la que componía a la esfera gigante. Sin más preámbulo el joven saltó hacia ella y de pronto la gravedad no era un impedimento, como si el cuerpo de Night contara con propulsión propia. Al estar cerca de la esfera el chico lanzó un puñetazo que se hundió en el interior de ésta. No se rindió ahí, ya que continuó enterrando su puño y el resto de su brazo hasta que finalmente el objetivo cedió, haciendo explosión y liberando una onda expansiva que mandó a volar a Night y que destruyó las paredes de madera del árbol hueco.
En un parpadeo todo volvió a la normalidad. Bueno, las plantas había desaparecido pero los daños que sufrió el palacio seguían igual. Night estaba en el suelo. El estar tan cerca había resultado muy dañino para él ya que su cuerpo estaba lleno de heridas. La explosión fue más poderosa de lo que estimaba, pero al menos ya no escuchaba el fastidioso zumbido en su cabeza. Parecía que había conseguido su objetivo: subyugar a esa fuerza misteriosa que había emergido del corazón de la tierra. No se podía mover ni un centímetro y no sabía cuánto más podría seguir conciente.
Una luz cegadora descendía del cielo y se dirigía hacia el joven abatido. Aquello no era una simple luz, se trataba del causante de todo ese problema y el que se había estado dando un festín con su cosmos. Aunque no habían intercambiado palabras en el lenguaje mortal, él y Night habían tenido una conversación en la que éste lo contó cosas interesantes, aunque el pelinegro todavía no entendía cómo. La luz, que por unos instantes adquirió un aspecto humanoide, entró en el cuerpo del joven y, del mismo modo en el que el árbol se había ido, las fracturas y demás también. De pronto se sentía como un hombre nuevo e incluso el cansancio se había esfumado.
Night- General Marino
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Re: Patio Principal
Justo cuando estaba por terminar de partir aquella estúpida corteza una luz brillante y cegadora se apoderó de todo el escenario, viniendo sin duda del interior del árbol. No había que ser adivino como para imaginar más o menos que era lo que se venía a continuación así que con la destreza que lo caracterizaba en el campo de batalla tan solo sacó su sierra de entre la madera para así dar una fuerte zancada hacia atrás e impulsarse a través de la fuerza que experimentaba por momentos, girando su arma al mismo tiempo para dispersar todo el daño que la consecuente explosión pudiera haberle causado. El único problema era que había chocado de lleno contra una columna de la entrada al patio, algo que lo dejaría con una molestia durante un corto tiempo…pero no se iba a quejar, después de todo eso era lo que hacían las mujeres y las niñitas, quejarse por ridiculeces que se pasaban de manera fugaz.
Uhuy...voy a tener que ir a tomarme unos tragos esta noche para pasar el fastidio. Se dijo a si mismo, dando un paso hacia delante y al mismo tiempo estirar el brazo izquierdo para hacer círculos y por consiguiente tronar su omoplato casi al instante. Y bien...¿dónde está la niñita? Preguntó, volteando la cabeza de un lugar al otro para fijar la posición del otro, quien tirado unos veinte metros más allá parecía no estar muerto…su respiración lo delataba.
Hey... Dijo llegando a donde se encontraba el de cabello negro, clavando su arma entre sus piernas y dejando que su filo se acercara peligrosamente a donde se suponía debía tener un miembro viril. ¿Quería hablar conmigo señorita? Preguntó apoyando todo su peso en la sierra con actitud casual, como si en lugar de un palacio derruido se encontraran tomando una cerveza en alguna taberna o mejor, fumando opio en un establo mientras hablaban del sexo con sus respectivas esposas, cuales viejos granjeros sin oficio.
Y es que de cierta forma, no se sentía demasiado agresivo ese día…y menos en contra de aquel sujeto. Inherentemente le caía bien.
Uhuy...voy a tener que ir a tomarme unos tragos esta noche para pasar el fastidio. Se dijo a si mismo, dando un paso hacia delante y al mismo tiempo estirar el brazo izquierdo para hacer círculos y por consiguiente tronar su omoplato casi al instante. Y bien...¿dónde está la niñita? Preguntó, volteando la cabeza de un lugar al otro para fijar la posición del otro, quien tirado unos veinte metros más allá parecía no estar muerto…su respiración lo delataba.
Hey... Dijo llegando a donde se encontraba el de cabello negro, clavando su arma entre sus piernas y dejando que su filo se acercara peligrosamente a donde se suponía debía tener un miembro viril. ¿Quería hablar conmigo señorita? Preguntó apoyando todo su peso en la sierra con actitud casual, como si en lugar de un palacio derruido se encontraran tomando una cerveza en alguna taberna o mejor, fumando opio en un establo mientras hablaban del sexo con sus respectivas esposas, cuales viejos granjeros sin oficio.
Y es que de cierta forma, no se sentía demasiado agresivo ese día…y menos en contra de aquel sujeto. Inherentemente le caía bien.
Sokaro- General Marino
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Re: Patio Principal
Antes de que pudiera ponerse de pie, el extraño hombre enmascarado uso su enorme arma para detenerlo, rozando con peligrosidad su entrepierna. No le había hecho nada gracias a la armadura del Dragón Marino. Aunque pudo ser una historia diferente si hubiera introducido el arma por el área desprotegida en la armadura.
Recibió un extraño pensamiento en el instante en el que se preparaba para encarar a ese sujeto. Lo que más quería era romperle la cara, ya que nadie lo llamaba señorita y salía con su dentadura intacta, pero parecía que el mensaje que recibía era más urgente. Second le estaba diciendo que había visto a alguien entrar. Parecía que el mensaje le había llegado tarde porque él mismo estaba viendo el intruso. Lo más seguro era que Second se hubiera puesto a vagar y sólo se dispuso a retomar su puesto de vigía cuando pudo apreciar que la naturaleza se dementaba.
–Lo lamento, aunque me gustaría partirte la cara tengo un deber más importante que atender. Hay cierto fantasma que quiero patear. Pero de una vez te diré mi nombre, pues sé que te va a tomar tiempo aprendértelo de memoria. Me llamo Night.- Dijo sonriendo, sin ser muy explicito, ya que no tenía porqué darle explicaciones a un desconocido.
No fue necesario que se alejara más puesto que frente a él ya se hallaba Second, con su sonrisa de imbécil en el rostro.-¿Me puedes decir qué es lo que estabas haciendo? Te dije expresamente que no dejaras pasar a nadie y también que me avisaras.- Bufó.
-Lo sé, pero no te quería despertar. No sé, tuve el presentimiento de que te levantarías de malas. Aunque ahora que lo pienso tú siempre estás de malas así que hubiera sido igual.- Emitió el segundo, riendo tras su "hilarante" comentario.
Recibió un extraño pensamiento en el instante en el que se preparaba para encarar a ese sujeto. Lo que más quería era romperle la cara, ya que nadie lo llamaba señorita y salía con su dentadura intacta, pero parecía que el mensaje que recibía era más urgente. Second le estaba diciendo que había visto a alguien entrar. Parecía que el mensaje le había llegado tarde porque él mismo estaba viendo el intruso. Lo más seguro era que Second se hubiera puesto a vagar y sólo se dispuso a retomar su puesto de vigía cuando pudo apreciar que la naturaleza se dementaba.
–Lo lamento, aunque me gustaría partirte la cara tengo un deber más importante que atender. Hay cierto fantasma que quiero patear. Pero de una vez te diré mi nombre, pues sé que te va a tomar tiempo aprendértelo de memoria. Me llamo Night.- Dijo sonriendo, sin ser muy explicito, ya que no tenía porqué darle explicaciones a un desconocido.
No fue necesario que se alejara más puesto que frente a él ya se hallaba Second, con su sonrisa de imbécil en el rostro.-¿Me puedes decir qué es lo que estabas haciendo? Te dije expresamente que no dejaras pasar a nadie y también que me avisaras.- Bufó.
-Lo sé, pero no te quería despertar. No sé, tuve el presentimiento de que te levantarías de malas. Aunque ahora que lo pienso tú siempre estás de malas así que hubiera sido igual.- Emitió el segundo, riendo tras su "hilarante" comentario.
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Re: Patio Principal
...
Era curioso, aún cuando la amenaza del pelinegro se hacía “seria” no lograba activarle el sentido de amenaza o peligro. La verdad era que la forma en que actuaba ese sujeto se le hacía risible…por no decir ridícula. Lo peor fue cuando empezaba a hablar con un fantasma, un ente ectoplásmico que no tardó demasiado en aparecer frente a los dos para soltar un comentario sarcástico que por cierto se le hacía fuera de lugar…y eso que ni siquiera los conocía. ¿Sexto sentido tal vez? Sí, debía ser eso.
Aunque no fui el único en pasar por el portón principal. Murmuró el General sin mirar al particular dúo, soplándose los dedos y fingiendo que estaba hablando con algún viejo vecino al que conociera como la palma de su mano. Incluso antes de que la nena se pusiera a jugar con plantitas un rubio salió disparado de la entrada haciéndola estallar, rodeado de una niebla roja toda extraña. Les comunicó el enmascarado con naturalidad y un tono que indicaba que en realidad…no le importaba en lo más mínimo. Y es que de hecho lo mencionaba tan solo para hundir más el cuchillo en la herida de que el fantasma no había hecho nada. Menudo chiste en realidad.
Y también vi a una vieja por ahí. Concluyó volteando la cabeza y encarando al pelinegro y a su doble, sin dejar de apoyar todo su peso en la sierra doble que actuaba como su arma insignia. Curiosamente estaba divertido.
Era curioso, aún cuando la amenaza del pelinegro se hacía “seria” no lograba activarle el sentido de amenaza o peligro. La verdad era que la forma en que actuaba ese sujeto se le hacía risible…por no decir ridícula. Lo peor fue cuando empezaba a hablar con un fantasma, un ente ectoplásmico que no tardó demasiado en aparecer frente a los dos para soltar un comentario sarcástico que por cierto se le hacía fuera de lugar…y eso que ni siquiera los conocía. ¿Sexto sentido tal vez? Sí, debía ser eso.
Aunque no fui el único en pasar por el portón principal. Murmuró el General sin mirar al particular dúo, soplándose los dedos y fingiendo que estaba hablando con algún viejo vecino al que conociera como la palma de su mano. Incluso antes de que la nena se pusiera a jugar con plantitas un rubio salió disparado de la entrada haciéndola estallar, rodeado de una niebla roja toda extraña. Les comunicó el enmascarado con naturalidad y un tono que indicaba que en realidad…no le importaba en lo más mínimo. Y es que de hecho lo mencionaba tan solo para hundir más el cuchillo en la herida de que el fantasma no había hecho nada. Menudo chiste en realidad.
Y también vi a una vieja por ahí. Concluyó volteando la cabeza y encarando al pelinegro y a su doble, sin dejar de apoyar todo su peso en la sierra doble que actuaba como su arma insignia. Curiosamente estaba divertido.
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