[1º Fecha] - Alessa v/s Aspros

-¡Ah! ¡Uf! Mirad que pereza tengo…

Dijo un tanto desanimada aquella guerrera caprichosa de Hades. Alessa, dama del pecado pereza había ascendido desde el mero infierno con el afán de distraerse un poco, parecía que los Dioses aburridos estaba y con ello una especie de concurso habían pactado, para su mero entretenimiento. Fuera lo que fuera aquella mujer ni siquiera estaba enterara sin embargo presentía que aquel día sería sin duda excitante.

Y de repente, los suelos se habrían vomitando el semidesnudo cuerpo del espectro, chorreando por sus costados un especie de ácido. El viendo corría de manera sincrónica, provocando que el húmedo cuerpo de la invasora se secara lentamente. En sí, el lugar desértico estaba y con ello un enorme mutismo le envolvía ¡Uf! Sí que aburrido el mundo mortal era o eso creía por el momento el espectro de Hades.

Tronando su cuello a diestra y siniestra la dama alzó la mirada divisando que frente a una de las tantas casas del santuario yacía varada. Con la boca entreabierta y arqueando sus cejas, la mujer no tardó y así formó una siniestra sonrisa.

-Perfecto, parece ser que no aburriré después de todo… veamos con quien me encuentro apara mi distracción… ¡Wiii! ¡Uf! Oh sí, quiero patear traseros atenienses… si por algún motivo decía que los Dioses estaban locos con esto, ahora me retracto y digo ¡Gracias!

-Ohmmmm me vuele a dorado… ja, ja, ja…

Apenas y susurró Alessa, después simplemente repasó las yemas de sus dedos sobre sus largos cabellos azulados y continuó mirando el cielo. La forma en que se había expresado mostraba su poco interés en el asunto. Siendo la que representaba la exquisita pereza de ese mundo, pues qué iba a querer estar lidiando con seres en combates vacuos, ella lo único que le interesaba era dormir… y nada más que ello.

-Ohmm ¡Uf!

Suspiró largo y tendido, después simplemente ladeó su rostro viendo de reojo como el guardia de la casa de géminis salía a su encuentro, cayado y parecías ser que con una decisión de no entablar conversación, sino atacar y eso le gustaba a la pecaminosa, por lo que sin esfuerzo alguno una media sonrisa formó en sus sensuales labios.

La dama Arqueó una ceja y seria se conservó. Observaba los movimientos de ése, parecía que atacaría y lo más graciosos por las espalada, como si fuera un vil espectro. Ja, la verdad es que no le sorprendía para nada a Alessa que aquel actuar de esa forma. Siendo una mierda del santuario, pues no le veía nada raro.

De repente un cosmos se acumuló en uno de los puños del gemelo y con ello echó un tremendo puñetazo que por estar pensando idioteces, simplemente Alessa no lo esquivaba, directo a su espalda, generando que su cuerpo se cimbrara y así una extraña sensación se formara irritando a aquella dama.
Claramente lo que aquel efecto de técnica sentía Alessa era difícil de expresar, pero ignorando sus males sentires aquella se dio media vuelta abruptamente y limpiando la sangre que brotaba de si boca, observó con rabia a aquel dorado y simplemente dijo:

-Ashssss, maldita mierda…

-jajaja. Mucha lengua la que tienes querido… veamos que tan larga es… igual me sirve para alimentarme haya en el infierno, donde seguro caerás idiota.

Contestó fastidiada la dama del pecado, mientras lentamente se levantaba del suelo y veía detenidamente aquel dorado. Sin duda alguno el dolor era tremendo en aquel delgado cuerpo, pero siendo ella una guerrera despreocupada lo dejaba a en segundo plano. Se sentía humillada por los resultados de que una maldita rata del santuario le estuviera dando una paliza, pero eso no generaría que ella declinara, deseaba humillarlo y eso tenía que hacerlo a costa de todo.

-Besa mi trasero imbécil y deja de decir cuanta mierda se te viene a la cabeza… Ja, ya por que me has golpeado dos veces piensas que eres un Dios ante mí… si que eres, incrédulo al pensar tal cosa, pero vale, no importa igual me divierto viendo tu riostro… Amm… ¿Tuerta? No, para nada corazón. Es sólo un cello…

Después de eso la dama alzó su ceja izquierda y se cruzó de brazos al divisar como aquel de nueva cuenta lo atacaba, esta vez sin duda se defendería, no iba a surtir el mismo efecto la técnica dos veces, no para nada. Apenas aquello había comenzado ¿Por qué cortar aquella diversión de tajo? Elevando su cosmos la mujer abrió el suelo y con ello lenguas de fuego fueron vomitadas al exterior controlando la ofensiva del dorado y dejando tan sólo un rastro de calor en derredor suyo.

-Naaa… ya me aburrí.

Musitó desanimada la dama del pecado, al escuchar el dialogo de aquel dorado, mas que nada parecía que aquella comenzaba a tener sueño y bueno siendo la pereza reencarnada era de compresión, además le fastidiaba ese hombre, sin saber los porqués, pero simplemente le caía mala, le asqueaba y al mismo tiempo la aburría de sobremanera que deseaba cuanto antes regresar al inframundo y dormir.

-Ohmm y dale con lo del cerebro… por todo los Dioses, ya cállate que me hartas imbécil, como sea ya me aburriste con tu arrogante actitud de mierda, total me largo, simplemente me hostigas con tu sola presencia.

Farfulló y después se dio media vuelta, sinceramente no le interesaba lo que aquel metrequeje pensara de ella, era poca cosa que gustaba de la burla ajena por lo que notaba Alessa. Total aquello simplemente había sido una mera perdida de tiempo que ya no podría recuperar, por lo que decidió abandonar aquel combate.

-¿Adiós? No lo creo, ya nos veremos… me largo de aquí, que asco toparme contigo… Suerte en esta mierda…

Dicho eso la dama desenfundo sus espadas las cuales de inmediato clavó en el suelo, abriéndolo y hundiéndose en aquellas fauces terrenales, haciendo que el ataque del dorado se pasara de largo sin siquiera tocarle, para que así con su cosmos elevado generar que aquel hueco se cerrara con ella dentro y desaparecer del mundo de los dorado, pues sinceramente no le llamaba la atención aquel concurso ridículo, donde cualquier mierda podía participar…