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Posada [Habitación de Priscos]
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Posada [Habitación de Priscos]
Priscos y Helena recién habían llegado de su pequeño viaje y al abrir la puerta Priscos entro seguido de Helena que rápidamente empezó a recorrer la pequeña habitación como si estuviera bailando y a tocar todas las pertenencias como si se comunicara con ellas.
Priscos no presto atención a eso y jalo la silla que se encontraba junto a la mesa para sentarse y puso el pergamino sobre la mesa, -Helena- dijo Priscos –¿Me habías visto alguna otra vez?-, a lo que Helena contesto sin dejar de hacer lo que estaba haciendo –En mis sueños- y nuevamente voltio a mirarlo de la misma manera que en la palzuela.
El pergamino decía lo siguiente:
“Hazme soñar... ¡Soñar, Señor, soñar!...
¡Hace tiempo que no sueño!
Soñé que iba una vez -cuando era niño todavía,
al comienzo del mundo-
en un caballo desbocado por el viento,
soñé que cabalgaba, desbocado, en el viento...
que era yo mismo el viento...
Señor, hazme otra vez soñar que soy el viento,
el viento bajo la Luz, el viento traspasado por la Luz,
el viento deshecho por la luz,
el viento fundido por la luz,
el viento.., hecho Luz...
Señor, hazme soñar que soy la Luz...
que soy Tú mismo, parte de mí mismo...
y guárdame, guárdame dormido,
soñando, eternamente soñando
que soy un rayito de Luz de tu costado.”
Inmediatamente Priscos sintió como el sueño lo invadía nuevamente y la misma escena vista en la plazuela que involucraba a Helena se Hizo presente nuevamente.
OFF
mi post sigue en el mukai como un sueño
Priscos no presto atención a eso y jalo la silla que se encontraba junto a la mesa para sentarse y puso el pergamino sobre la mesa, -Helena- dijo Priscos –¿Me habías visto alguna otra vez?-, a lo que Helena contesto sin dejar de hacer lo que estaba haciendo –En mis sueños- y nuevamente voltio a mirarlo de la misma manera que en la palzuela.
El pergamino decía lo siguiente:
“Hazme soñar... ¡Soñar, Señor, soñar!...
¡Hace tiempo que no sueño!
Soñé que iba una vez -cuando era niño todavía,
al comienzo del mundo-
en un caballo desbocado por el viento,
soñé que cabalgaba, desbocado, en el viento...
que era yo mismo el viento...
Señor, hazme otra vez soñar que soy el viento,
el viento bajo la Luz, el viento traspasado por la Luz,
el viento deshecho por la luz,
el viento fundido por la luz,
el viento.., hecho Luz...
Señor, hazme soñar que soy la Luz...
que soy Tú mismo, parte de mí mismo...
y guárdame, guárdame dormido,
soñando, eternamente soñando
que soy un rayito de Luz de tu costado.”
Inmediatamente Priscos sintió como el sueño lo invadía nuevamente y la misma escena vista en la plazuela que involucraba a Helena se Hizo presente nuevamente.
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Priscos- Dios/a
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Re: Posada [Habitación de Priscos]
OFF
Continuación del post en el Mukai
Priscos despertó y se dio cuenta de que todo habia sido un simple sueño, o mas bien un sueño muy pero muy extraño y nuevamente en ese sueño habia aparecido Helena, levanto su cabeza de la mesilla y vio el pergamino abierto y lo cerro rápidamente como si fuera algo muy peligroso. Priscos se levanto del banquillo y volteo a ver donde estaba Helena y se dio cuenta que estaba dormida en el piso como si fuera una mascota a la cual le gusta dormir al lado de su amo, y este se pregunto como teniendo un lugar cómodo ósea una cama prefirió dormirse en el suelo.
Priscos vio como dormía tranquilamente y eso le hizo sentirse tranquilo, La posición en la que Helena se encontraba parecía que era una pequeña infante. Helena despertó y lo único que menciono fue –Te vi-, y priscos se quedo callado como si tuviera miedo a responder, -Porfin despiertas, será mejor que demos un paseo-, Helena se paro y rápidamente siguió a Priscos que ya se dirigía a la puerta.
Continuación del post en el Mukai
Priscos despertó y se dio cuenta de que todo habia sido un simple sueño, o mas bien un sueño muy pero muy extraño y nuevamente en ese sueño habia aparecido Helena, levanto su cabeza de la mesilla y vio el pergamino abierto y lo cerro rápidamente como si fuera algo muy peligroso. Priscos se levanto del banquillo y volteo a ver donde estaba Helena y se dio cuenta que estaba dormida en el piso como si fuera una mascota a la cual le gusta dormir al lado de su amo, y este se pregunto como teniendo un lugar cómodo ósea una cama prefirió dormirse en el suelo.
Priscos vio como dormía tranquilamente y eso le hizo sentirse tranquilo, La posición en la que Helena se encontraba parecía que era una pequeña infante. Helena despertó y lo único que menciono fue –Te vi-, y priscos se quedo callado como si tuviera miedo a responder, -Porfin despiertas, será mejor que demos un paseo-, Helena se paro y rápidamente siguió a Priscos que ya se dirigía a la puerta.
Priscos- Dios/a
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Re: Posada [Habitación de Priscos]
Despues de aquella extraña experiencia y de estar un gran rato afuera en la calle rodeado de personas decidió regresar a su habitación, saco aquel extraño pergamino del lugar donde lo guardaba, tomo la silla y la acerco hasta donde estaba la mesa para después disponerse a leer otra parte de este extraño escrito. Sin mas ni mas se puso a leerlo en voz alta para que Helena lo escuchara.
-No deje de ver la luz que, Poco ilumina mis sentidos, No más la búsqueda de la refulgencia, O Hypnos roba a todos nosotros, Nuestra actividad, nos vemos obligados, El inerte cuando nos convertimos en, Juega con su capa flotando.
Su rostro se ve como la plata, En la losa frío y húmedo, la larga y, Tufts de un brillante azul, Frente son casi brumosa, son, Tan hermoso como Hypnos latentes!
Quedarse dormido toda la vida, usted no tiene, Necesidad de la música, la poesía, O incluso la violencia para, Cada persona o ser vivo caídas, En la red sutil de la naturaleza muerta.
Hypnos Universo, En la muerte falsa, al igual que su misteriosa, Madre, Nix, su trabajo se lleva a toda la, Son animales nocturnos-
-No deje de ver la luz que, Poco ilumina mis sentidos, No más la búsqueda de la refulgencia, O Hypnos roba a todos nosotros, Nuestra actividad, nos vemos obligados, El inerte cuando nos convertimos en, Juega con su capa flotando.
Su rostro se ve como la plata, En la losa frío y húmedo, la larga y, Tufts de un brillante azul, Frente son casi brumosa, son, Tan hermoso como Hypnos latentes!
Quedarse dormido toda la vida, usted no tiene, Necesidad de la música, la poesía, O incluso la violencia para, Cada persona o ser vivo caídas, En la red sutil de la naturaleza muerta.
Hypnos Universo, En la muerte falsa, al igual que su misteriosa, Madre, Nix, su trabajo se lleva a toda la, Son animales nocturnos-
Priscos- Dios/a
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Re: Posada [Habitación de Priscos]
Priscos no podía entender que demonios eran esos extraños pergaminos que le causaban tantos nervios y que lejos de darle respuestas le provocaban mas curiosidades, -si esto es lo que dice el primer pergamino no quiero ni saber qué es lo que dice el segundo- dijo sin esperanzas de que alguien le pudiera explicar siendo que el era lo suficiente inteligente como para descifrar cualquier cosa, -Yo lo he abierto- contesto Helena desde el suelo en donde se encontraba sentada mientras jugaba y veía con esa característica mirada su pie derecho, -¿Enserio?,…. ¿Y qué es lo que dice?- Pregunto un tanto exaltado Priscos –no se- Respondió Helena tan rápidamente y desinteresadamente que mato la ilusión a Priscos de saber cuál era su contenido sin necesidad de abrirlo, -Cuéntame sobre las estrellas- dijo Helena mientras se acercaba hacia donde estaba Priscos, a lo que Priscos contesto –Te he dicho todo lo que se-, respondió, -¿Y porque estas tan nervioso?- pregunto Helena, a lo que Priscos solo respondió con una mirada un tanto furiosa, -Dime Helena, ¿Qué hacías o que eras antes de ser una prisionera?-, a lo que Helena solo respondió mientras miraba sin sentido el techo de la habitación, -no recuerdo-.
Priscos- Dios/a
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Re: Posada [Habitación de Priscos]
Ya se encontraban nuevamente en la habitación de Priscos, tomo una silla y se sentó frente a la mesa mientras Helena se acostaba en el piso y señalaba el techo que estaba hecho de una mescla de madera cubierta con hormigón, -¿Por qué fuimos creados nosotros después de la decepción que Pandora provoco en los dioses?-, pregunto Helena a Priscos mientras este se disponía a leer el siguiente pergamino que tanta curiosidad le había causado, -Pues veras- dijo, -eso es cosa que solo los dioses saben, lo único que puedo decirte es que hubo cinco etapas a las que se les llamo Las Cinco Edades Del Hombre- dijo mientras Helena se sentaba, -La primera raza que se creó de hombres, a partir del primero que modelara Prometeo, vivió en lo que se llamó la Edad de Oro. Esta raza vivía sin preocupaciones en una especie de Edén, donde los frutos crecían sin cesar de los frondosos árboles. Siempre cantando y danzando alegremente, pues ni tan siquiera sufrían enfermedades, ni vejez, ni temían a la muerte. Dicen que con el tiempo, todos perecieron y ahora son espíritus que donan buena fortuna y defienden la justicia.-
Priscos- Dios/a
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Re: Posada [Habitación de Priscos]
Sexto post para AM con elementos tiempo y Mente
Helena respondió –Yo vengo de tierras griegas, en donde tu el señor de los sueños engañaste a mi madre para que me cediera como tu sirvienta y luego encerraste parte de mi ser en un profundo sueño de tortura que reencarnaba el día en el que me quitaste mi vida-. Priscos no podía creer lo que Helena había dicho y en signo de eso retorcedlo unos pasos. –¿No lo sabias?- Pregunto amenazantemente Helena, -Si quieres enterarte de todo debes leer el segundo pergamino que esta en tu habitación- dijo Helena, -Tu puedes llevarnos a ese lugar solo con desearlo- . Priscos estaba aterrado y a la vez deseoso de saber que era de lo que Helena hablaba, deseaba saber que pasaba por su mente. De alguna manera sorprendente Priscos abrió la mente de Helena como si fuera una simple puerta y vio todas sus emociones ocultas, y pensamientos, entre ellos la habitación de Priscos en la posada. El espacio comenzó a cambiar e instantáneamente aparecieron en la habitación de la villa, sin perder el tiempo Priscos se dirigió hacia donde se encontraba la mesa en la que habia dejado el segundo pergamino y al abrirlo comenzó a leer en voz alta. - Al oeste del instante donde cierro los ojos empiezan a esplender las amapolas de Hypnos. Caminé hacia allí, desnuda, con una vaga fragancia de constelaciones en el sexo, de alga en los labios. Hypnos sonrió. Y con él las auroras boreales, y las galaxias que aun son puro ensueño de otro ensueño. Y aquella sonrisa convirtió a mis lágrimas en manzanas, a mi sombra en una bailarina del vientre ebria de velos, leche y miel. Las manzanas no eran de oro pero tampoco barro su pulpa que probé: tenía el sabor de unos delfines copulando en alta mar. Mi sombra y yo éramos delfines retozando en alta luz. Estrellas cuyo fulgor sólo dura esos relámpagos del gozo. Hypnos me llama: dice otro nombre parecido al de Heleneas, pero también parecido al nombre de un animal salvaje. Hypnos, de manos, me conduce hacia la entrada de una gruta donde brillan mil luciérnagas de fuego. "Aquí comienza el Hades" me dijo y se despidió, su estela marchitaban las amapolas, los higos de sol. Al este de aquel instante donde abrí los ojos no sé si he muerto o estoy soñando no sé si ardo o soy estalagmita o niebla. Alguien me abraza y no es mi sombra ni es mi madre. Alguien, con hojas de cerezo en su voz, me susurra al oído: "Sígueme, y te mostraré el otero de olivos plateados donde amé a una de las gracias, cuya razón fue la causa de mi destierro" Caminé hacia allí, desnuda, con una intensa fragancia de rocío en los labios, de níscalo en los dedos.-, mas abajo Priscos leyó el nombre del autor, -Helena de Pella-. De repente nuevos conocimientos llegaron a la cabeza de Priscos, ahora ya savia quien era realmente, -Helena- dijo Priscos, -Yo soy aquel que invadió tus sueños, y que te escogió a ti para que cuidaras de este cuerpo en el cual yo regresaría, yo soy El señor de los sueños-, Priscos ya sabia que habia pasado con Helena, y sabia quien era realmente y sabia de sus capacidades, -ahora descansaras en paz, será bendecida por mi-.Detrás de Helena se abrió un enorme agujero oscuro que pronto se amplio a un tamaño considerable, -Las emociones, los deseos, los sueños, los temores,…….. de todos incluidos los dioses, los conozco y los puedo hacer realidad,……….. veo que deseas regresar con tu madre, asi que como haz hecho un buen trabajo, te recompensare mandándote a un universo paralelo donde ella no ha muerto-, Priscos se acerco a ella y le extendió una mano para que ella la tomara y después se introdujeran al agujero negro. Del otro lado se encontraba aquella visión que antes habia tenido del valle con una cabaña al lado de un árbol. La pequeña puerta de madera que tenia esa cabaña se abrió y una señora de avanzada edad se asomo, -Helena, hija mia porque has tardado tanto con el agua, no vez que nos has preocupado a mi y a tus hermanas que han salido a buscarte-, a Helena se le llenaron los ojos de lagrimas, tras de ellos dos mujeres mas de edades no muy distantes a la de Helena se acercaron, -Helena ¿Dónde estabas?, te hemos ido a buscar al poso pero no te vimos-, Helena giro para mirar a las dos mujeres que habían llegado, -No me digas que has roto el cántaro nuevamente- dijo una de ellas, después de aquella reunión de encuentro todo se detuvo y Priscos dijo, -Esta es tu recompensa, siéntete afortunada por ganar el aprecio de un dios, ahora ya nunca mas me veras-, y momentos después Priscos regreso por aquel agujero, que paulatinamente se cerro, -Ahora tengo una misión que cumplir- dijo Priscos, para después salir de su habitación, pensando en que ya nunca volvería a ver a su fiel compañera.
Helena respondió –Yo vengo de tierras griegas, en donde tu el señor de los sueños engañaste a mi madre para que me cediera como tu sirvienta y luego encerraste parte de mi ser en un profundo sueño de tortura que reencarnaba el día en el que me quitaste mi vida-. Priscos no podía creer lo que Helena había dicho y en signo de eso retorcedlo unos pasos. –¿No lo sabias?- Pregunto amenazantemente Helena, -Si quieres enterarte de todo debes leer el segundo pergamino que esta en tu habitación- dijo Helena, -Tu puedes llevarnos a ese lugar solo con desearlo- . Priscos estaba aterrado y a la vez deseoso de saber que era de lo que Helena hablaba, deseaba saber que pasaba por su mente. De alguna manera sorprendente Priscos abrió la mente de Helena como si fuera una simple puerta y vio todas sus emociones ocultas, y pensamientos, entre ellos la habitación de Priscos en la posada. El espacio comenzó a cambiar e instantáneamente aparecieron en la habitación de la villa, sin perder el tiempo Priscos se dirigió hacia donde se encontraba la mesa en la que habia dejado el segundo pergamino y al abrirlo comenzó a leer en voz alta. - Al oeste del instante donde cierro los ojos empiezan a esplender las amapolas de Hypnos. Caminé hacia allí, desnuda, con una vaga fragancia de constelaciones en el sexo, de alga en los labios. Hypnos sonrió. Y con él las auroras boreales, y las galaxias que aun son puro ensueño de otro ensueño. Y aquella sonrisa convirtió a mis lágrimas en manzanas, a mi sombra en una bailarina del vientre ebria de velos, leche y miel. Las manzanas no eran de oro pero tampoco barro su pulpa que probé: tenía el sabor de unos delfines copulando en alta mar. Mi sombra y yo éramos delfines retozando en alta luz. Estrellas cuyo fulgor sólo dura esos relámpagos del gozo. Hypnos me llama: dice otro nombre parecido al de Heleneas, pero también parecido al nombre de un animal salvaje. Hypnos, de manos, me conduce hacia la entrada de una gruta donde brillan mil luciérnagas de fuego. "Aquí comienza el Hades" me dijo y se despidió, su estela marchitaban las amapolas, los higos de sol. Al este de aquel instante donde abrí los ojos no sé si he muerto o estoy soñando no sé si ardo o soy estalagmita o niebla. Alguien me abraza y no es mi sombra ni es mi madre. Alguien, con hojas de cerezo en su voz, me susurra al oído: "Sígueme, y te mostraré el otero de olivos plateados donde amé a una de las gracias, cuya razón fue la causa de mi destierro" Caminé hacia allí, desnuda, con una intensa fragancia de rocío en los labios, de níscalo en los dedos.-, mas abajo Priscos leyó el nombre del autor, -Helena de Pella-. De repente nuevos conocimientos llegaron a la cabeza de Priscos, ahora ya savia quien era realmente, -Helena- dijo Priscos, -Yo soy aquel que invadió tus sueños, y que te escogió a ti para que cuidaras de este cuerpo en el cual yo regresaría, yo soy El señor de los sueños-, Priscos ya sabia que habia pasado con Helena, y sabia quien era realmente y sabia de sus capacidades, -ahora descansaras en paz, será bendecida por mi-.Detrás de Helena se abrió un enorme agujero oscuro que pronto se amplio a un tamaño considerable, -Las emociones, los deseos, los sueños, los temores,…….. de todos incluidos los dioses, los conozco y los puedo hacer realidad,……….. veo que deseas regresar con tu madre, asi que como haz hecho un buen trabajo, te recompensare mandándote a un universo paralelo donde ella no ha muerto-, Priscos se acerco a ella y le extendió una mano para que ella la tomara y después se introdujeran al agujero negro. Del otro lado se encontraba aquella visión que antes habia tenido del valle con una cabaña al lado de un árbol. La pequeña puerta de madera que tenia esa cabaña se abrió y una señora de avanzada edad se asomo, -Helena, hija mia porque has tardado tanto con el agua, no vez que nos has preocupado a mi y a tus hermanas que han salido a buscarte-, a Helena se le llenaron los ojos de lagrimas, tras de ellos dos mujeres mas de edades no muy distantes a la de Helena se acercaron, -Helena ¿Dónde estabas?, te hemos ido a buscar al poso pero no te vimos-, Helena giro para mirar a las dos mujeres que habían llegado, -No me digas que has roto el cántaro nuevamente- dijo una de ellas, después de aquella reunión de encuentro todo se detuvo y Priscos dijo, -Esta es tu recompensa, siéntete afortunada por ganar el aprecio de un dios, ahora ya nunca mas me veras-, y momentos después Priscos regreso por aquel agujero, que paulatinamente se cerro, -Ahora tengo una misión que cumplir- dijo Priscos, para después salir de su habitación, pensando en que ya nunca volvería a ver a su fiel compañera.
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