[Villa Bracho] Mansión

En el primer piso de la gran mansión, al fondo del pasillo a mano izquierda se consigue una puerta de madera de roble, tallada con dos guerreros luchando, ambos con unas armaduras un poco extrañas pero ambas armaduras poseen alas, con una cerradura de metal de un color algo oscuro que siempre permanece bajo llave, en su interior, una habitación espaciosa con un color en sus paredes azul oscuro y en su techo un blanco perlado, mientras el suelo es de madera de roble, en las paredes que quedan en dirección norte y sur, en la parte superior de dichas paredes hay retratos de los padres y del abuelo de ancheru, en la parte inferior hay un dibujo sin colorear de un jardín, con muchas matas florares y un estanque, solo echo a lápiz sin color alguno, en la pared de que indica el lado oeste, se encuentra una repisa donde está la espada que ancheru heredo de su abuelo y en la parte inferior de la pared está pegada su cama, una cama pequeña para una persona muy cómoda, con un cubre cama de ceda color negro y una almohada de plumas de aves con un envoltorio de seda negro, en la pared del lado este en la parte superior una repara con muchas kunas especiales del ancheru aquellas con que siempre lucha y en la parte inferior el ropero donde guarda toda la ropa ancheru en un lado la limpia y en el otro la ropa sucia, este cuarto no posee ventana alguna y su iluminación es muy baja.

Acostado en esa cama sin arroparse y con el cubre cama debajo de él, con sus manos estiradas cayendo por los bordes de la cama, con una chaqueta de color negra y naranja y un mono del mismo color sin zapatos, y con su cabello de punta, con sus ojos cerrados y mordiendo su labio estaba ancheru descansando aparentemente. [Como quisiera conseguirle el lado bueno a la muerte de mi abuelito]. Un suspiro salió de ancheru que recogió sus manos y la puso frente a su pecho, tomando posición fetal, quedando de frente a la pared, arrugando el cubre camas y su cabeza quedando debajo de la almohada, una expresión de preocupación se mostraba en su rostro, pero mantenía una ronzara a pesar de todo. Estiro sus pies y separo sus manos mientras giraba su cuerpo, de tal manera que le permitiera sentarse en la cama apoyándose, con sus manos se sentó en la cama dejando sus pies estirados y sus manos afincadas en el suave colchón, mientras abría sus ojos, dejando a la vista sus ojos azules, y dejaba de morderse el labio, girando su cuerpo unos ciento ochenta grados en dirección este, puso sus pies en sus zapatos, y se paró de la cama con su mano izquierda alzándola tomo la espada de su abuelo, y dios unos cuantos pasos hacia la repisa que le quedaba al frente donde estaban los kunais, tomo varios kunais y los coloco encima del ropero, y abriendo una gaveta del mismo saco un morral, donde guardo los kunais en el bolso cerrando este cuando termino, y poniéndose en su espalda, tomo la espada de su abuelo, cerro sus ojos y un suspiro nuevamente salió de él, tomo aire, y se voltio en dirección a la puerta donde solo unos pasos le tomo para llegar a ella, abrió suavemente la puerta. Y coloco su espada en su hombre derecho y salió de su habitación con la misma mano con que abrió la puerta el cerro cuando termino de salir, metió su mano izquierda en su bolsillo y cerro sus ojos mientras caminaba por el pasillo. Bajo las escaleras para ir en dirección a la sala, y sonriendo como era su costumbre dijo {Nos veremos pronto cuiden todo lo de mi abuelo por favor confió en ustedes}. Los sirvientes no dijeron nada y se despidieron del joven con una sonrisa, el joven salió por la puerta que estaba abriendo el mayor domo, saliendo por completo de la mansión.

[Pensar] {Hablar} Narrar