[Villa Bracho] Establos de Caballos

Cada paso que daba ancheru era de tal manera que no se escuchaba, poniendo primero el talón y posteriormente la punta del pie así son sus pasos, con su chaqueta un poco abierta dejando ver una camisa negra brillante debajo de aquella chaqueta, y una sonrisa de medio lado dibujada en su rostro mientras que sus cabellos estaban de punta, y sus ojos azulados miraban fijamente a los ojos marrones del caballo que acaricia con su mano derecha mientras que con la izquierda abría la puerta del pequeño cubículo donde se encontraba su cabello. Cerrando sus ojos mientras bajaba su mano derecha, se giró a su lado izquierdo y dio unos pocos pasos para quedar de frente a la puerta del cubículo donde se encontraba su caballo de color negro muy grande pero tranquilo dicho caballo, giro nuevamente para quedar de frente y abriendo la puerta con su mano derecha, dio el primer paso con su pie izquierda haciendo que el caballo reaccionara y se parara firmemente, sonriendo y cerrando sus ojos ancheru tomo con su misma mano derecho la soga que ataca el cuello de su caballo y caminando lentamente hacia atrás, saco su caballo pegando su frente con la de su caballo abrió sus ojos y le dio unas cuantas palmadas en el hocicó del caballo de forma de caricia, bajo su espada y la coloco en el suelo mientras se daba media vuelta y caminaba hacia una repisa donde se encontraba los asientos para cada cabello, tomando su asiento favorito con las dos manos un asiento de color negro brilloso, y dándose media vuelta más camino hasta el caballo y con suavidad le puso el asiento. [Nos vamos de viaje amigo] Terminando de colocarle el asiento a su caballo de paso fino, se agacho tomando nuevamente su espada y poniéndosela en su espalda ajustándola de tal manera con una cuerda que no se le callera en el viaje, montándose en su caballo con una gran sonrisa mostrando los dientes {amigo hasta el infinito y más allá} le dijo a su caballo que este enseguida comienzo a correr mientras ancheru se sujetaba de las riendas con fuerza, y salía de la mansión Bracho dejándola atrás y buscando su destino.