[Villa Adriana] Habitación de Samantha

Besos ardientes de aquellos autores de una novela de lujuria desatada y pasión descomunal, con un final fatal: la deshonra total… palabras que generan un silencio tan tierno en aquella habitación, culminó de espasmos corporales en un jadeo desmesurado, presión elevada y sudor excesivo, pero aquellos aun inquietos, tal cual fueran seres de lujuria insaciables de aquella época rancia, pues sus manos seguían palpando sus desnudos cuerpos.

Lentamente se separan dejando escapar entre las fundas fluidos espesos donde la vida se desperdiciaba… pero aquella magia erótica aun no terminaba para la dama, lentamente contrayendo su cuerpo y quedar en gatas en aquella extensa cama, se conduce entre las sábanas como una descarada víbora, llegando a su objetivo instintivo, reposa la mano derecha en una de las ingles de su amante Alucard, tomando con la izquierda el miembro erecto de este, para así lentamente con las yemas de su dedo tocarlo, bajando el rostro y parte de su cuerpo genera que su senos bien definidos tocasen las piernas de su amado, mientras que con la punta hiperactiva de su lengua lamia descontroladamente el pene erecto de Alucard limpiando todo fluido.

Tal era el placer generado por aquella lengua, que Alucard con sus manso sostiene las mejillas de Samantha generando que esta con los labios y dientes rosaran su miembro, ahora queriendo penetrar en la cavidad bocal de la dama, aun así otro orgasmo llego y como resultado la eyaculación de Alucard, provocando que el semen expulsado de aquel espasmo se entreveraran entre lo gruesos labios de Samantha, lamiendo con su boca alza su rostro haciendo muecas voluptuosa para así, generar más lujuria en aquel ambiente febril.

Y de la nada Samantha fue encarcelada en los brazos fuertes de Alucard, siendo conducida entre la estancia hacia aquel baño que en la noche anterior fue testigo de su humectación corporal, ella seguía envuelta en la pasión con besos alocados esbozados en el cuello sudoroso de su amado, aquel se expresaba tan tiernamente que a ella no le quedaba más que contestar de la misma forma a su amante eterno:

-Mi cuerpo es suyo como todo lo que guarda, y aunque no seamos esclavos por la gracia de nuestros destinos, ahora estamos en contubernium y solo el amo en este caso los mismos dioses nos podrán separar, y si fuese así, aun siendo puesta en el exilio escaparía puesto sería guiada por el aroma de su cuerpo excitante, hasta llegar al acobijo de sus labios humectantes. La fortuna no importa amado mío, pues estar a su lado es lo mas enriquecido que tendré en eternidad, recapacitando que lo que hemos hecho en este apasionante encuentro primordial, para mi caso he deshonrado a mi familia si se llegan a enterarse… es por eso amado mío que debemos de casarnos lo mas pronto posible antes de que terceros comiencen el murmureo.

Las palabras de Samantha culminaron con un deslumbre de aquel sol lujurioso, pues ardía de igual manera que aquellos cuerpos desnudos llenos de sudor, la tina aun con algunos pétalos de rosas griegas aguardaban ser ultrajada por aquel hombre y aquella mujer, Alucard con ligereza carga ha su amada, esta sonreía y carcajeaba mientras jugueteaba con sus cabellos, su amante lentamente contraía su cuerpo para si depositar a Samantha entre las gélidas aguas de la bañera, generando rigidez de todo cuerpo, aun así la sensualidad que derrochaba no se apagaba ante la vista de Alucard, el cual nuevamente su pene se ponía erecto ante la vista de su amada, adentrándose en las aguas quedando en cuclillas frente a Samantha , este conducía desmesuradamente sus manos entre las aguas llegando a su genital y mientras fijaba su vista lujuriosa en los ojos de la dama, comenzaba a frotar rápidamente, penetrando así en su vagina nuevamente par masturbarle, aquella tan solo ladeaba el rostro mientras entrecerraba sus piernas por los espasmo generados por tal tacto excitante, abriendo y lamiendo su boca, respiraba con acelere mientras veía que Alucard disfrutaba aquellos gestos de excitación en la faz de Samantha, el movimiento generaba que las aguas estancara tomaran vida y circundaran en derredor de aquellos, colisionando en las paredes de mármol y generando mas excitación por tan cómodas ondas explayantés.

Y sosteniéndose entre los costados de ya tan mencionada bañera, Alucard se hincaba frente a la damisela, la cual, abriendo sus piernas a un ángulo aproximado de 110 grado si no es que menos, y siendo excitada a un mas por las ondas que rosaba con su genital, deba el permiso para que este con su pene erecto penetrara con firmeza su vagina, generando gemidos y salpicadera de las aguas, pues la fuerza empleada para tal penetrar era demasiada, causando que la espalda de Samantha golpeara una y otra vez en el mármol de la tina… aun así sus gemidos fuero silenciados por aquellos besos enardecidos de su amado, lentamente esta se abrazaba a él, pues el orgasmo una vez mas se presentaba para dar satisfacción en su ser, ondas vibratorias de par en par, generando el levantar constante de caderas para dar mas presión entre su vagina y el pene de Alucard y así aumentar mas la sensación de complacencia en ambos cuerpos.

Y distrayendo ambos sus jadeos dejaban aquel acto salvaje para lavar sus impurezas adheridas a sus enrojecidos cuerpos, sonrisas y caricias, besos y complacencias, lentamente salen de la bañera, secando ambos sus cuerpos para sin más ni menos dirigirse con lentitud hacia aquella desgastada habitación.