Saint Seiya Ancient Chronicles
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Conectarse

Recuperar mi contraseña

User del Mes

Mapycozo
El gran ilusionista

¡Prepárense para vivir las vacaciones en la playa!
Próximamente...

Temas Importantes


Camino a Roma Widget14
Últimos temas
» Magical Hope {Afiliación élite}
Camino a Roma EmptyMiér Jul 17, 2019 2:41 am por Invitado

» Hantā no Odessei {Afiliación Elite}
Camino a Roma EmptyMar Jul 16, 2019 9:20 pm por Invitado

» Busquedas de Rol
Camino a Roma EmptyLun Jul 08, 2019 7:11 pm por MapyCozo

» Ficha de Entrenamiento de Alderion De tauro
Camino a Roma EmptyJue Jul 04, 2019 12:31 pm por Alderion

» Ficha de entrenamiento de Virgil Juez de Griffo
Camino a Roma EmptyMiér Jul 03, 2019 1:23 pm por Sasha

» Petición Caballeros de Athena
Camino a Roma EmptyMiér Jul 03, 2019 1:16 pm por Sasha

» [Reino de Poseidón - Alta] La Manzana Dorada
Camino a Roma EmptyDom Jun 30, 2019 10:24 pm por Boreas

» Petición Espectros de Hades
Camino a Roma EmptyVie Jun 28, 2019 11:11 pm por Sasha

Ganador de la 1º Era

AFILIADOS ELITE
_________

Harry Potter Avada Kedavra
Saint Seiya Eternal Spirit
boton 150x60
Infinity: We Can Be Heroes
Boku No Hero: Academia

One Piece: Ascension

Fire and Blood

La Leyenda de Shenlong

World Of Shadows

Descendants Ouat

Oddisey RPG

Eras del Mundo
Deathless Love +18

Magical Hope
Magical Hope
Damned Worlds
Vit Astrale
Digital Pocket

La cancion de Eventyr
Ilvermorny School

Fate/Requiem

Fate/Light of Extinction

Nine Beast, One Symbol
Neoarghia +18
Little Fears
Little Fears

Camino a Roma

+11
Edward
Sophia
Milanor
Pandora1
Alessa0
Kardia1
Kaia
Astrid
Manigoldo
Ekaitz
Breda
15 participantes

Página 1 de 2. 1, 2  Siguiente

Ir abajo

Camino a Roma Empty Camino a Roma

Mensaje por Breda Jue Ago 19, 2010 6:13 pm

Era exactamente mediodía, con el sol en el punto más alto del cielo y unas pocas nubes proveyendo algo de sombra sobre la vasta pradera en la cual se encontraba viajando la Decimo Segunda Legión de Roma, justo la compañía que tenía a mi cargo. Haciendo un poco de historia y si se le preguntaban a los demás soldados del Imperio, mis propios hombres eran conocidos por ser sanguinarios, violentos, impredecibles y ciertamente…unos muertos de hambre que eran movidos por un cerebro por demás superior al de todos ellos juntos, cosa que me causaba gracia. Ya llevábamos unos dos días de viaje ininterrumpido (con las obvias excepciones hechas para comer y descansar), logrando avanzar un enorme trecho que sin embargo no era ni la mitad del recorrido final, no, tardaríamos muchísimo más si esperábamos llegar pronto a la capital y por lo menos el tiempo, clima y otros factores eran favorables a nuestra empresa.

La pradera que nos encontrábamos cruzando era una plana extensión de césped que se mecía perezosamente de un lado a otro, sin que hubiera algún tipo de viento lo bastante fuerte como para dejar las pequeñas hojas en un ángulo “fijo”; así como tampoco era lo bastante débil como para dejar de refrescar a los hombres que avanzaban con paso fijo y casi al unísono, aplastando las pequeñas plantas así como a los insectos sin piedad alguna. Y al considerar aquello también recordé como una parte de la fuerza de ataque que dirigía había sido eliminada, un sacrificio necesario en realidad…ya tocaría buscar más voluntarios una vez llegáramos a nuestro destino.

Soldados, provisiones, materiales y finalmente armas…tal vez una que otra de las grandes para asaltos masivos, si, eso sería bueno…necesitamos nuevos peones y juguetes… murmuré para mi mismo, montado en mi caballo especialmente criado que trotaba con pasividad por encima de la fresca hierba, mientras pifaba una que otra vez…tal vez era porque aparte de mi, también debía cargar con la princesa germana, quien dormitaba delante de mí, apoyándose sobre mi enorme barriga, casi como si fuera una -almohada completé en un susurro un tanto disgustado, ya que… que demonios!? Es que yo era un mueble viviente o que diablos???...pero bueno, me tocaba aguantarme, sino, iría en contra las órdenes del jefe, cosa que tampoco quería o debía hacer…ya cuando llegáramos acabaría todo aquello, finalmente…
Breda
Breda

Cantidad de envíos : 22

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Ekaitz Vie Ago 20, 2010 12:20 am

Ciertamente la chica no había dicho nada a sus palabras, más que acceder a su petición de irse para atrás y dejarle conducir su caballo. Luego, todo se transformó en un ambiente algo más tenso y callado, donde el camino se hizo extenso; por lo cuál únicamente se detenían a recargar un poco las energías y después continuaban con su travesía. El diálogo no fue precisamente algo enriquecedor para capear el tiempo, por lo que la ruta se hizo más pesada de lo que era de por si. Hasta que finalmente, luego de días siguiendo pistas, lograron encontrar la caravana romana…

Te dije que los encontraríamos...
– Le comentó a la mujer, mientras que se posaba en un costado entre los bosques. Ya se encontraban en territorio enemigo, pero aún así la zona boscosa seguía siendo de fácil recorrido y camuflaje. El muchacho estaba contento, había mejorado notoriamente su capacidad de rastreo y no le dolía tanto la entrepierna el llevar cabalgando por horas y horas. Todo un avance para él, que festejaría una vez que encontrara un lugar y momento adecuado para hacerlo.

Sacudió la cabeza y puso en marcha su caballo, a la vez que no dejaba de mirar a la gran cantidad de romanos que avanzaban en fila y completo orden. Frunció el seño por unos segundos, olvidando su alegría y transformándola en odio y venganza. No iba a olvidar tan fácil lo que ellos le habían hecho a su pueblo y, así le llevará la vida en ello, algo haría para conmemorar las memorias de sus seres queridos caídos. Apretó con fuerza las riendas, a la vez que incitaba a su fiel equino a que recorriera más rápido el paralelo a la caravana. Aún debían localizar a la princesa y, después de eso, buscar la forma de sacarla de ese sitial de esclava que seguramente debería estar soportando.


Aferrate fuerte…
-Le aconsejó con voz más seria, demostrando que la situación se ponía complicada y por ende, iba a actuar como lo disponían las circunstancias. Y además, dando muestras de que no tenía miedo alguno ni se ponía nervioso de tener que intentar infiltrarse nada más ni nada menos, que en aquella legión romana que había acabado con todo lo que alguna vez había podido considerar como un hogar.

Ya de eso no quedaba nada, desde luego. Pero estaba conciente que el espíritu de su pueblo se mantendría fuerte en todos los corazones de aquellos germanos que tuvieran honor; deseos de progresar a pesar de la dificultad; de hacer resurgir sus tierras o simplemente, el reformular lo que alguna vez fue el reino germánico. Desde luego, Ekaitz no era ni se consideraba en absoluto parte del anterior grupo expuesto; pero sí tenía claro que tanto la princesa Astrid, como su hermana Kaia, y todo aquel sobreviviente que anduviera por allí, capturado por los romanos o no. Y era por eso, que debía preocuparse de que permanecieran con vida…y de lo posible, sanos y salvos.


Supongo que es mejor que estarse rascando todo el día…
- Pensaba, cuando de pronto, su vista se posó en la figura de un hombre extremadamente gordo y repulsivo, que parecía ser el líder de toda esa mierda. Instintivamente movió las riendas de su caballo para avanzar más rápido y posicionarse en una mejor ubicación, desde donde pudo apreciar algo que sin duda le llamaría la atención a Astrid, tanto como se la llamó a él.

Mira…ahí esta la princesa…
- Le señaló haciendo un gesto con su rostro, sin dejar de cabalgar.- Por lo visto está bien… aunque va con un tipo gordo y con pinta de que ya se la… bueno, tú me entiendes. – Comentó en tono algo resignado, asumiendo que era casi imposible que no le hubiese hecho nada aquel sujeto que, dudaba mucho tuviera otra forma de conseguir mujeres, y por lo mismo, maneras para procrear.

Al menos está viva…
- Declaró dudando de si mismo, ya que después de todo, nunca había que perder las esperanzas, ni juzgar por las apariencias. Tal vez y la estaban cuidando para algún cargo mayor de roma; o simplemente, aquel gordo poseía un ego tan grande como su barriga y le daba asco el abusar de una germana.
Ekaitz
Ekaitz

Cantidad de envíos : 10

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Manigoldo Vie Ago 20, 2010 4:01 am

Manigoldo llevaba un par de días cabalgando. En su mente crecía la duda sobre el paradero de Kardia, más no la preocupación pues sabía que su hermano tenía arranques de deficiencia mental que hacía que de vez en cuando, hiciera ese tipo de cosas. Había llegado a la conclusión de que fuera probable que humillado y denigrado, hubiese decidido recorrer la región germanica a fondo en busqueda de aquel joven de cabello encendido que les había quitado a la salvaje sin dientes.

De cualquier forma, el viaje era más que aburrido, por lo cual el guerrero tan sólo se mantenía durmitando sobre el caballo que se había ganado en esa campaña, un caballo saqueado de los bárbaros que era realmente un animal de lujo que pensaba vender apenas llegara a Roma, pues, no tenía paciencia para cuidarlo ni menos para criarlo apropiadamente. Sobre el lomo del caballo iban saco tras saco del botin que tanto él como Kardia habían saqueado de la fortaleza y los pueblos que habían destruido. No era realmente un graaaan botin, pero una que otra piedra interesante había encontrado con un poco de oro... suficiente para financiar su juerga por al menos un mes.

Más por mucho que intentara permanecer indiferente... cada vez que volteaba su rostro veía en tonos azulescos y transparentes... los rostros de los hombres y mujeres que había derrotado en la campaña militar. Volvía a cerrar los ojos y suspiraba, convenciendose a si mismo que le faltaba sueño, que no estaba perdiendo la razón... que sólo era una mala pasada de su imaginación... pero era inutil.

Desde pequeño había visto ese tipo de cosas que lo rodeaban, algo que nunca comento a nadie. Por lo mismo en esa altura de su vida ya estaba practicamente acostumbrado a ver ese tipo de cosas, siempre intentando convencerse que no eran reales... que su mente lo engañaba... que él no estaba loco. Ni hablar de haberselo comentado a Kardia, lo hubiese jodido al respecto por el resto de su vida. Y aparte de Kardia... realmente no sentía afinidad por nadie.

... Larguense... maldición....

Pensaba con los ojos cerrados mientras escuchaba sus canticos pateticos uno tras otro. Sus quejidos y lloriqueos eran tan desagradables que Manigoldo comenzó a silvar fuertemente mientras permanecía con los ojos cerrados, intentando ignorarlos completamente. No podía ser de otra forma... no podía ir por la vida conversando con los muertos como lo había hecho desde que era pequeño.

¿Por que?...¿Por que nos han quitado todo?... ¡Respondeme!
¿Mamá? ¿Dónde estas mamá?
¡Larguense de nuestras tierras sucios romanos! Larguenseee de una vez....
¿Dónde estoy? ¿Por que no nos respondes?


Manigoldo apretaba su puño, intentando mantener la calma, intentando al menos en ese momento no desesperarse y comenzar a gritarles de vuelta. Sólo abrió los ojos y vio a una pequeña niña rubia de grandes ojos azules... no debía tener más de 5 años. Lo recordaba perfectamente... recordaba su muerte. Habían quemado su hogar y ella estaba escondida dentro de éste. Recordaba haberla escuchado gritar y haber visto como salía de su casa corriendo en llamas. A pesar de que el resto de la legión la había intentado ayudar, la niña había muerto pocos minutos despues. Sus grandes ojos melancolicos lo observaban mientras caminaba al lado de su caballo. Manigoldo se cruzo de brazos. Si esperaban una disculpa de su parte esas miserables personas no la obtendrían jamas. El había hecho su labor como soldado.

Deja de mirarme mocosa... pues tu muerte fue culpa de tus padres por rebelarse ante Roma.
Manigoldo
Manigoldo

Status :

Camino a Roma 2j3k8s3


Defensa :

Muro de Almas

Cantidad de envíos : 179

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Astrid Vie Ago 20, 2010 4:38 am

No había descansado en lo absoluto, la vista se nublaba por lapsos casi amenazantes con el deseo de caer en el siguiente paso que daba el caballo, los escalofríos sobre mi cuerpo se hacían más notorios. Me trataba de encorvar a manera de conservar un poco el calor que necesitaba, resignada siempre mantenía la cabeza en alto luchando contra el mismo cansancio, respiraba profundamente de manera que el frío de la mañana llegara por completo a mis pulmones y me mantuviera despierta, no habíamos avanzado unos cuantos metros cuando Ekaitz forzó al animal a que se detuviera hasta interponerse él mismo en el camino. No cambiaba la manera tan despreocupada de cómo veía las cosas, confusa y molesta clavaba mi mirada en toda su silueta dándole la pequeña oportunidad de dirigirse ante mí.

Sorprendida escuchaba de sus propios labios como me agradecía en una forma bastante peculiar, intrigada simplemente me quede mirándolo y buscando la posible respuesta en cada expresión de su cuerpo pudiera ofrecerme. Incrédula abrí mis ojos cuando se dirigió a mí de forma irrespetuosa, conducta que no dejaría pasar incluso a hombres que estaban bajo mi mandato dado al rango que tenía ante todos, manteniendo la poca paciencia que conservaba me dispuse a esperar por las cosas que tenía que decirme. Me erguía tratando de estirarme, sinceramente no supe reaccionar ante sus palabras…

Mi rostro expresaba la indiferencia ante todos los cumplidos posibles que podía otorgarme ese joven, creyendo finalizada la conversación me dispuse a seguir cuando su mano señalo específicamente un lugar en mi rostro, ladeaba la cabeza haciéndome recordar que no solo me arrebataron las heridas de mi cuerpo si no que me sacaron en el camino dos muelas. Sobre la comisura de mi labio se notaba el rastro de sangre que conservaba de ese encuentro, pasaba la punta de mi lengua percibiendo el sabor a hierro, reí ligeramente limpiándome con el dorso de la mano, no le reprochaba nada… dejaba que se “vengara” de la forma que él quisiera por mi posible falta de respeto y agradecimiento anteriormente. Dejaría que esta vez se saliera con la suya y pensara haber obtenido la victoria de esa confrontación, si es que quería llamarlo así, soltaba las riendas cediendo a su petición, obedientemente resbalaba mi cuerpo hacia atrás dándole la libertad que necesitaba para retomar el control del corcel.

Así fue como pasaba el tiempo, cada uno evitaba al otro después de haber dejado las cosas en claro, yo me comportaría con el cargo que se me otorgo desde el nacimiento de mi hermana mientras que Ekaitz era libre de lo que hiciera hacer ya que yo no ostentaba realmente la corona, tal vez podía poseer sangre real convirtiéndome en la verdadera soberana pero el resignarme a luchar por la tarea que se me encomendó era algo que ilusamente me enorgullecía haciéndome más fuerte cada día pues privada de esas facilidades me hizo ver las cosas desde otra perspectiva. Mis heridas sanaban perfectamente gracias a las atenciones de él, podía mover con más facilidad mi cuerpo, quería agradecerle por todo aquello pero me limitaba a compartir una simple sonrisa de vez en cuando y siempre dirigirme ante él como lo que era.. un súbdito… que tenía la libertad de ejercer su propia voluntad… mi padre siempre lo deseo así, la libertad de su reino.

La ansiedad crecía en mi corazón sintiendo que pronto tendría la oportunidad de ver a Kaia, lo único que podía atarme a mi propia inutilidad era el no poder recuperar la completa movilidad de mi brazo derecho, absorta con la recuperación de mi cuerpo no me mostraba impaciente por llegar aún hacia donde se hallaban las tropas romanas. Su voz me saco de mis pensamientos anunciando que los encontramos…

En serio?


Confiaba que llegaríamos pero solo quería convencerme a mi misma que aquello no fuera una pesadilla en la que me atacaba el deseo de encontrarme en ese lugar, disimulando siempre mi despertar atribuyéndolo a la molestia de las heridas que aun no sanaban. Asustada a veces me embargaba la sola idea de que llegaríamos tarde perdiéndola para siempre, algo parecía estar guiándonos ya que a los lejos se veía el constante movimiento de las tropas preparándose especialmente para su partida, me sentía tranquila y aliviada de que por fin estábamos lo suficientemente cerca aunque la alegría de mi corazón debía apagarse.

Ekaitz… - lo llamaba por su nombre después de tanto tiempo que lo estuve evitando, preocupada miraba su rostro, su expresión cambio drásticamente a uno de total rencor, mi mano buscaba la suya para tratar de tranquilizarlo y que no dejara llevarse por simples impulsos, error que yo misma cometí al dejarme llevar. Sin darme la oportunidad de alcanzarlo me ordeno que me sostuviera indicando al caballo a moverse en dirección de las tropas, mi brazo se apretó contra su abdomen para no caerme, no era momento de indecisiones e inseguridades, sin dejar de soltarme mi mano se resbalaba hacia arriba suavemente sujetando su pecho y posicionando mi mano a la altura de su corazón, recargaba mi mentón sobre su hombro a medida que avanzábamos susurrándole suavemente- debes aprender a tranquilizarte, yo también la quiero de vuelta así como también a los que se conservan prisioneros… pero debemos de ser prudentes… recuérdalo.

Retomaba la postura buscando cualquier señal de mi hermana, mi mano se contrajo arrugando su ropa ya que ahí pude reconocer a uno de los hombres que me hicieron daño, respiraba profundamente ya que no era el momento de llamar la atención. La palabra “princesa” se remarco obligándome a separarme de la vista en lo que consideraría mi enemigo; de golpe olvidaba todo el odio viendo que seguía con vida, el desaliento que marcaba mi acompañante me molesto de tal forma que no resistí la sensación de reprenderlo inmediatamente.

Te equivocas… es mi hermana de la que estás hablando… si fuera eso precisamente lo que piensas no la encontraríamos con vida… lo sé… no te permitiré desconfiar de nuestra princesa.


Tal parecía no reprocharme a lo que su voz casi conforme me respondió que seguía con vida, no muy convencido de las palabras que le dedicaba nos quedamos un rato más observando. Fríamente recorría y memorizaba las entradas y salidas de esa caravana, si se debía elegir un momento para actuar debía de ser cuando todos estuvieran ocupados tratando de completar los deberes que se les encomendaba para su partida a Roma. Mi mano se entrelazo con la de él haciendo que las riendas se movieran adentrándonos para que no nos localizaran pero sin perder la ubicación de la princesa, apretando fuertemente acechaba al dirigente que se mantenía con más cercanía a ella.

Por ahora tendremos que esperar… no temas hemos llegado más lejos de lo que imaginas.
Astrid
Astrid
Dama del Pecado
Dama del Pecado

Reino : Inframundo

Ataques :

Camino a Roma 2wcdtgiAD - Ghost of a Thousand Shades (2550)
Camino a Roma 2wcdtgiAD - Empty Soul (2650)
Camino a Roma 2wcdtgiAM - Reflection (2850)
AM - Dew Bleeding (1950)
Camino a Roma 2wcdtgiAM - Projection & Presence (2950)
Camino a Roma 2wcdtgiAF - The Curse of Narcissus (3150)


Defensa :

Camino a Roma 2wcdtgi Sombra del corazón herido

Cantidad de envíos : 457

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Kaia Sáb Ago 21, 2010 9:35 pm

Los cascos de los caballos rozando la hierba fresca, el sonido suave del viento hondeando la tela de las vestimentas, estandartes, una que otra capa... e incluso, el cabello rubio que jugueteaba sobre el rostro de la inconsciente muchacha, ahí, sentada en el caballo del general que comandaba aquella legión que, entre murmullos, quejas o platicas triviales avanzaban sin cese por sobre el extenso pastizal. La piel blanquecina, pálida, permanecía cálida e igualmente sonrosada gracias a los rayos de sol a los que había estado expuesta hora tras hora, día tras día, nada acostumbrada a esa exposición prolongada, y razón misma por la que sus labios permanecían ligeramente entreabiertos, buscando facilitar su respiración pausada. De tal modo, no pasó mucho más tiempo antes de que su nariz se arrugara, al igual que su entrecejo, dando las primeras señales de vida tras casi una eternidad de sólo dormitar en la misma posición.

-... Ugh –masculló bajo una vez apretó los ojos, procediendo a entreabrir la mirada adormilada pero aún así descansada, que tardó varios segundos antes de poder precisar el escenario frente a sí. Si no fuera por el fresco que golpeaba su piel obligándola a terminar de despertar, hubiera creído que todavía soñaba.

... Desafortunadamente, no era un sueño, supo reconocer cuando intentó llevarse una mano al rostro para desperezarse y notó que, tal cual como antes de que hubiera caído inconsciente tras días sin haber dormido absolutamente nada, seguía encadenada. Aquel tintineo metálico, para esas alturas, ya se había vuelto desquiciante, y lo peor era que no podía mover un solo músculo sin tener que escucharlo. Realmente frustraba.

Frunció el ceño, notando por vez primera dónde se suponía estaba descansando la cabeza, y tras llevar una mano a la redondeada barriga de aquel hombre, simplemente se separó, intentando acomodarse correctamente para mantener la escasa distancia que le permitiría conservar la pobre y casi nula dignidad que le restaba. Su expresión desprovista de toda gracia o chiste hablaba por sí sola.

Tras un bostezo corto que encubrió con el dorso de una de sus manos, giró su vista hacia el frente del camino que transitaban.

-... ¿Cuánto tiempo me dormí? –cuestionó con la poca voz que el reciente despertar le permitía, pero sin dirigirle ni una sola mirada al general a su lado; estaba ya no sólo fastidiada, sino incómoda, ¡por todo! Desde el hediondo aroma que destilaba aquella legión (y le decían a ella salvaje, ¡ja-já!), hasta el maldito escozor que le provocaba sobre las muñecas las cadenas ya calientes por los rayos de sol.
Kaia
Kaia

Cantidad de envíos : 14

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Breda Sáb Ago 21, 2010 10:30 pm

Llevas ya desde el amanecer…ahora cambiaste de horario? Duermes de día y estás levantada en la noche? Que eres? Un animal acaso? le contesté a la princesa Germana una vez esta se hubiera despertado, levantando su cabeza por fin de mi panza, mejorando un poco mi humor ya que por supuesto yo no era almohada de nadie. Cierto…eres una princesa bárbara, tus horarios deben ser un poco extraños cuando los comparas con los de los romanos, eh? Pero bueno…tengo una pregunta que hacerte… en ese instante volví mi mirada hacia atrás, viendo como los demás soldados continuaban la marcha sin detenerse, todos al unísono mientras seguían mi ritmo de manera eficaz, algo que parecía imposible para tal cantidad de muertos de hambre…en ese instante una sonrisa cruzó mi rostro, cuya mirada se clavó en la rubia que tenía al frente para mascullar la pregunta que se me había ocurrido hacía tan solo unas horas atrás…

Que tan fieles son tus soldaditos de juguete? fueron mis exactas palabras, mientras el rumor de los pasos de cientos y cientos de seres retumbaban por detrás de nosotros…Solo por curiosidad, podrías contestar eso? pedí con total normalidad, casi como si ella y yo nos lleváramos conociendo desde hacía unos años atrás. Mientras me disponía a esperar la respuesta de la chiquilla, saqué aquel alargado y especial instrumento de metal que usaba para fumar opio al mismo tiempo que abría el tapón de una pequeña bolsita de cuero que llevaba al cinto, introduciendo una de las puntas para luego llevarme aquel objeto a la boca que curiosamente…empezó a humear, como si se hubiera calentado al instante por haber entrado en contacto con mi piel …truco curioso eh? comenté como quien no quiere la cosa, sintiendo al instante los efectos anestésicos de la sustancia y dejándome llevar un poco por esta, sintiendo como se me aclaraban las ideas segundo a segundo Y bien? Simplemente crucé los brazos, esperando la respuesta de la rubia con relativa calma…
Breda
Breda

Cantidad de envíos : 22

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Kaia Dom Ago 22, 2010 12:14 am

Tras unos eternos minutos de mutismo en los que la chica se dedicó ahora sí a mirarlo, y más tarde alzar una ceja, simplemente suspiró con pesadez, demostrando nuevamente su mirada aburrida que se perdió en la nada de los alrededores, el paisaje natural; verde y más verde. Pese al profundo desprecio que hubiera demostrado hacia aquel hombre desde el inicio, y que aún guardaba en el fondo, le tocaba reconocer que para su desgraciada situación, no la había tratado realmente como... ugh (cuánta repulsión le daba esa palabra), esclava.

-... ¿En comparación a qué, tus grandes vasallos tal como el monigote ése que entró en la tienda el otro día sólo para repudiarte...? Bueno, desde esa perspectiva, sí... no soy ninguna princesa para mis soldados... ¡soy como una Diosa! –rió escuetamente, demostrando toda la burla que podía para reafianzar sus propias palabras, no obstante sin verdadera gracia o ánimo por tal chiste, y sin más, resopló casi seguidamente–. Afortunadamente para ti, ésta Diosa se quedó sin súbditos qué mangonear... Ah, pero eso ya lo sabes –giró su mirada filosa, clavándola cual puñal sobre él–, tú te encargaste de eso.

Pensar que sería tan fácil tumbarlo del caballo... con el movimiento preciso y al momento justo, incluso, podría darse a la fuga en el puto caballo sobre el que viajaban, y tendría el factor sorpresa de su parte para lograr perder a toda esa jauría que se hacían llamar soldados. Pero, por otro lado... en Germania no quedaba nada ya, era peligroso quedarse ahí incluso para los posibles sobrevivientes, y con seguridad, habrían ido a otros sitios a esconderse, sin contar que... ese panzón le estaba haciendo el trabajo realmente fácil, planeando llevarla contra su ‘jefe’. Y a ése, vaya que sí moría de ganas por tenerlo enfrente y darle las gracias tal como merecía...
Kaia
Kaia

Cantidad de envíos : 14

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Manigoldo Dom Ago 22, 2010 2:13 am

El caballo daba paso sobre paso sobre la tierra… Manigoldo estaba realmente aburrido después de ignorar a los muertos que lo seguían al punto que por al menos ese instante parecían haber desaparecido… o en su defecto ya no los escuchaba. Comenzó a bostezar por el aburrimiento que sentía, pensando en todo lo que tendría que hacer cuando llegara a Roma y las cosas que lo esperaban. En primer lugar habría que vender el botín de guerra que tanto él como Kardia habían recolectado de los tantos saqueos por la región. Había más de un esclavo que vender… alguna que otra joven dama que visitar… muchas jarras de cerveza que beber. Eso claro, si es que el tiempo se los permitía pues, siempre se podía dar el caso de que hubiera otra batalla que luchar, cosa bastante probable teniendo al gordo deforme como guía con aquella puta salvaje que seguramente lo estaba haciendo sentirse joven… como odiaba a las mocosas que se creían más de lo que eran. Miró hacia delante y vio a la desdichada sentada en el mismo caballo que el gordo… que desgracia hacían un par de bonitas piernas a un hombre como Breda para que la tratase como una pequeña princesita y no como una esclava, amarrada al caballo, encadenadas y forzada a caminar descalza igual que el resto.

Pero… eso no era asunto suyo, y tampoco realmente le importaba… sólo le hacía gracia ver al despiadado general siendo tan bondadoso con una perfecta don nadie de un pueblo derrotado. Nunca había visto darle tanta importancia a una esclava y apostaba en su propia mente como terminaría todo eso…

Fue en ese instante que un sonido de galopeo veloz interrumpió sus pensamientos… volteó su rostro sobre su hombro y a la distancia vio que se acercaba una persona conocida. Suspiró algo irritado, como siempre Kardia hacía aparición tarde, más la hacía. Le levantó una mano, sin expresión en su rostro, sin mucha emoción de ver que no se había perdido para indicarle donde estaba. Ahí vio que llegaba Kardia, con uno de los caballos saqueados, con un botín considerable empaquetado sobre el lomo del animal. Sonrió burlescamente levantándole una ceja.

- Gracias por honrarnos con tu presencia… por un momento pensé que te había cojido un oso por el bosque o algo por el estilo… jejeje...
Manigoldo
Manigoldo

Status :

Camino a Roma 2j3k8s3


Defensa :

Muro de Almas

Cantidad de envíos : 179

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Kardia1 Dom Ago 22, 2010 3:18 am

En el bosque a la salida del castillo en llamas, los caminos de mi hermano y mio se separaron. De Manigoldo no sabia nada, pero por mi parte el hambre era lo que gobernaba, me propuse a casar, un cerdo salvaje fue mi presa, lo habia visto comiendo del musgo que crecia alrededor de una roca y con total sigilo di un zarpaso con mi daga para cortarle el cuello de un solo tajo al animal. Prendido el fuego, la carne ya asada y el estomago repleto de alimento lo unico que quedaba era el peso del sueño que siempre venia como postre de cada comida. El sueño ganaba la batalla, total que mas daba hacer esperar a los demas un tiempo mas.

La pequeña siesta fue de una, dos, quizas tres horas, algo larga pero util para reponer las fuerzas que habia gastado. De pie y nuevamente caminando, segui el recorrido hasta el campamento, aunque seria un desperdicio de tiempo, estaba todo vacio, solo quedaba mi caballo robado, amarrado a un arbol.

-Que raro que estos hijos de puta me hayan dejado el caballo, los muy malparidos se lo habrian llevado...

Tome el caballo y lo cargue con las ultimas cosas que quedaban, todas de los saqueos, monte el corcel y apure el paso para alcanzarlos. Muy lejos no estaban, la fogata aun tenia algunas brasas encendidas y un leve hilo de humo que se alzaba.

El caballo era lo suficientemente fuerte y veloz, asi que lo esforce lo mas posible para que apurara el tranco de sus pasos y si fuera posible volara en lugar de galopar. El tiempo pasaba, minutos, horas y por fin podia ver a los demas, mas que nada a mi hermano que estaba por detras de todos, su voz ya habia perturbado la paz en mi vida una vez mas

-Tch... te hubieras perdido en el bosque, ignorante... los osos harian un festin con tu culo, al menos asi serias util para algo mas que para cagarme la vida. Nuestra puta madre te tuvo que parir, que desperdicio de vida humana contigo.

Habia relajado al animal, ahora iba en marcha a un costado de su hermano, detras de la caravana, quedando nuevamente reunido con el grupo y de vuelta a Roma.
Kardia1
Kardia1
Caballeros Dorados
Caballeros Dorados

Reino : Santuario de Athena

Ataques :

AD - Restriction (1950)*


Defensa :

Inner Strength

Cantidad de envíos : 114

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Ekaitz Dom Ago 22, 2010 9:19 pm

Las cosas no podían pintar peor, a decir verdad. A pesar de que ya habían logrado localizar a la princesa Kaia, se encontraba prácticamente rodeada de las escorias romanas. Eso, sin mencionar que parecía ser el líder quién se había dejado para sí mismo el “premio mayor”, llevándola incluso en su propio caballo, bajo su regazo. Algo que si bien podía sonar más alentador que ir encadenada, desnuda y a pies descalzos por sobre la tierra; no dejaba de preocuparle al joven de cabellos naranjos. Era muy extraño que la trataran con tanta fineza, dentro de lo posible…

Hmm…

- Exclamaba por la boca, mientras intentaba meditar al respecto de lo acontecido, ignorando el regaño de Astrid acerca de lo que él mismo había dicho. No era tiempo para ponerse a prestarle atención a cosas tan absurdas como ello. Estaba totalmente concentrado en cumplir su misión como a de lugar, sin importar que locuras debiera cometer en el proceso. Después de todo, era lo último que le quedaba, además del caballo que en cualquier momento le abandonaría.

Ese tipo gordo. Por alguna razón no le daba buena espina, ni le producía confianza alguna; más allá de los motivos obvios que podría sentir acerca de un general romano, como suponía sería ese sujeto. Algo tramaba, o algo quería. No era común tanta amabilidad con una extranjera. Sólo podía pensar en motivos ya más enfermos, como que era un obeso miserable que no quería dañar su particular juguete nuevo. O bien, quizás hasta en el peor de los casos, planeaba convertirla en su esclava sexual o venderla al mejor postor. Posibilidades habían muchas, y de por si la mente de Ekaitz trabajaba mucho cuando se ponía serio. No se trataba sólo de salvarla de un penoso destino; sino que también, el resguardarse tanto él como la otrora princesa que llevaba en sus espaldas. Sabía perfectamente que si los descubrían, todo habría terminado no sólo para ellos, sino que para toda Germania. Y si bien no tendría problemas en ser sometido como esclavo, no podía dejar que el futuro de su nación quedará en manos de romanos hijos de perra lujuriosos. Tanto Kaia como Astrid eran necesarias, y de alguna extraña forma inexplicable, sentía que tenía una deuda para con su nación y en especial, con los muertos caídos en combate. En eso, sonrió levemente de forma sarcástica, pensando en todos aquellos que le llamaron cobarde o traidor por no ir a pelear al campo de batalla. Seguramente tenían razón, y había sido de poco hombre el no tomar las armas en el momento justo. Pero ahora podría demostrarles que había sido una buena elección, ayudando en lo que más pudiera a las dos joyas del rey Germánico. Desde luego que no iba a ser fácil, lo sabía y aceptaba con gusto. Ya que como se podría pensar de un sujeto como él, no conocía el miedo ni le interesaba retroceder ante nadie, ni meditar demasiado las cosas; nomás actuar y dejarlo todo de sí mismo en cada una de sus encomiendas…

Su determinación y forma particular de ver las cosas, y la vida en general, le habían dado la capacidad de salir airoso de toda situación compleja a pesar de su evidente falta de cuidado o razonamiento. Debía admitir que era alguien muy impulsivo, imprudente y atrevido; pero a la vez, dejaba el corazón y el alma en cada cosa que lograba lo que ya de por si era una hazaña: sacarlo de su flojera habitual, en la cuál normalmente perdía el tiempo pensando estupideces o rascándose sus genitales.

Y gracias a eso, para él, nada sería imposible….

…..Salvo quizás el poder impedir que Astrid continuara tomando las riendas de su caballo, a pesar de que ya le había solicitado que no lo hiciera. Frunció un poco el seño ante su insistencia, pero decidió no decirle nada respecto a ello. De cualquier forma, podía entender que no confiase en su cabeza llena de aire. Si ni siquiera él lo hacía, prefería confiar en lo que le dijera su espíritu.

Lamentablemente, su espíritu parecía estarse tirando los pelos del culo en ese momento, puesto que aún no se le ocurría nada sobre como actuar ante la caravana romana. Nada más seguía cabalgando con ganas de tirarle el cabello encima a aquel sujeto endemoniadamente gordo, pero eso sería una ridiculez hasta para él. Pondría en riesgo el éxito de su misión y eso era algo que no estaba dispuesto a hacer.

Nada más le tocaba esperar, intentar soportar a Astrid y que la diarrea se apoderara de las fuerzas románicas. De otra forma, no iba a poder rescatar a Kaia. El ejército romano era demasiado fuerte como para intentar una osadía como en el castillo…


Aunque si no queda de otra…
- Susurró para sí mismo, a la vez que una sonrisa se formaba con lentitud en su boca, dejando ver sus blancos dientes que eran la más clara muestra de toda la enorme confianza que poseía.

Si, definitivamente, no tenía miedo alguno de enfrentarse a las legiones romanas. A pesar que sus conocimientos de combate no fueran los mejores, y ni hablar de que sólo estaba armado con un par de cachivaches que había encontrado en los campos destruidos; la sola idea de arriesgar su vida en una movida totalmente estúpida, improvisada y arriesgada, hacía que su sangre fluyera con más fuerza por el interior de su cuerpo, liberando enormes cantidades de adrenalina que lo incentivaban a lanzarse a una muerte segura, con la clara disposición de cometer una locura.


Esperar? Claro, como tú no eres la que tiene ganas de mear hace ya varias horas…
– Le contestó a Astrid, sin voltear a verla, con un tono de voz bastante más emocionado que antes. De seguro podría notarlo la mujer, el ver como su pecho estaba agitado; sus ojos se habían llenado de confianza; su respiración era jadeante; su manos apretaban con más fuerza las riendas y su voz, denotaba sino una especie de éxtasis bastante peculiar.

A saber...qué era lo que en verdad pasaba por su mente en esos momentos. Lo único seguro era que se le veía animado, casi temblando pero no por miedo, sino por la sensación de sentir llegar una catarsis a su ser en cualquier segundo.

Estaba ansioso..con la vista fija en la caravana, y una mirada desafiante, como cuál depredador que acecha su presa.
Ekaitz
Ekaitz

Cantidad de envíos : 10

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Breda Dom Ago 22, 2010 10:37 pm

Y quien compara?...te aseguro que yo no lo hago… Comente por lo bajo mientras lanzaba una humareda en dirección a la cara de la princesa Germana, que quedo cubierta por la sustancia gaseosa de color grisácea antes de que mi mano izquierda se moviera a una velocidad casi imposible y se dirigiera al cuello de la chiquilla, asiéndolo con facilidad puesto que mis dedos además de ser “gordos” también eran bastante alargados y en realidad, el objetivo sobre el cual ejercían presión no era lo bastante grueso como para gastar demasiada energía o fuerza. Una vez el humo se hubiera dispersado, volví a exhalar pero esta vez con una lentitud casi aterradora, mientras una sonrisa macabra cruzaba mi rostro dándole un aire cuasi-demente. Entonces…eres como una diosa? Interesante interesante interesante…que pasaría si ahora mismo te rompiera el cuello y te lanzara al piso? Sería eso como haber matado a un dios? Acabas de plantear un punto por demás curioso…si llego a asesinar un dios, ciertamente podría terminar de retirarme con una fortuna que serviría para irme lejos y vivir como un rey por el resto de mi maldita vida…aunque por supuesto- mi cara se había acercado a la de la princesa Germana, nuestros ojos encontrándose a unos pocos centímetros de distancia mientras de mis fosas nasales todavía surgían unos hilillos de humo que de seguro mareaban a la enana rubia, cuya mirada no dejaba de estar pegada a la mía gracias al agarre que mantenía cautivo su cuellecito menudo -yo no creo en los dioses…esa patética excusa fue hecha para las mentes débiles, que curiosamente resultan ser todas las personas ajenas a mi mismo……pero dado que lo que dijiste fue una broma de lo más obvio, no te preocupes enana… comenté para finalmente soltar su garganta mientras me volvía a erguir completamente con una sonrisa un poco más “normal” adornando mi rostro …aunque debo advertirte…controla un poco más tu lengua, si bien por órdenes se me prohíbe matarte, dejarte inutilizada o catatónica, puedo hacer una excepción y arrancarte la lengua dado que es muy fácil…un tirón preciso y sale todo con normalidad……y lo puedo hacer antes de que siquiera intentes alguna estrategia de escape, créeme, me las conozco todas a la perfección. Si intentas alguna estupidez que se salga de lo normal, no escapas viva…tan solo mantente quietecita hasta que veamos al gran jefe, si? Después de aquello, simplemente la palmeé en la cabeza con inusitada fuerza, mucha más de la que se pudiera considerar como una expresión de “afecto”, una y otra vez, intentando que el mensaje le llegara y se le quedara grabado en el cerebrito.

Por cierto…será que alguno de tus amiguitos si nos están siguiendo? Quieres apostar a ver si hay algún soldadito animoso que se haya prestado a cazarnos?
Breda
Breda

Cantidad de envíos : 22

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Kaia Dom Ago 22, 2010 11:55 pm

Aunque no hubiese sido realmente sorpresiva aquella reacción por parte del general, nada había impedido que el aire terminara de escapar de los pulmones de la muchacha, que aguantando la respiración no desistió de intentar acribillarlo con la pura mirada, mientras aquella formidable y pesada mano oprimía su garganta y le cortaba el paso del oxígeno a su cuerpo. Tensa, tiesa, no se inmutó aunque el redondo general prácticamente le escupiera el humo en la cara, únicamente ganándose una mirada aún peor, si era posible, pues el miel en los ojos de la chica parecía casi al borde de sacar chispas.

Al final, apenas la liberó del agarre la sonora inhalación necesitada no se hizo esperar, acompañada de una enorme bocanada de aire y un par de tosidos secos para recomponerse. El maldito opio sí que le había atolondrado los sentidos, pero no lo suficiente para acallarla. O incluso ignorar las últimas palabras que le hubieran sido dirigidas, así como los manotones sobre su cabeza.

-... Escúchame bien, enorme bola de manteca, y pon atención porque no te lo voy a volver a repetir... –siseó con una lentitud y frialdad perturbadora, librando todo vestigio de capricho o broma de sus ojos, que ahora lucían completamente asesinos y despiadados–. Mi vida, a estas alturas, no es algo que me preocupe. Que yo esté aquí, contigo y en esta situación, es porque me atrapaste con artimañas sucias, y nada más –afiló un poco más la mirada, demostrándole la severa honestidad que destilaba en sus palabras, y el poco miedo a la muerte que sentía–. Ahora, no me subestimes, ni te atrevas a compararme con los soldados germanos que derrotaste... si me comporto ahora, mis razones tendré, pero no me pongas a prueba o también haré una excepción contigo gordinflón, y poco me importará lo que suceda después...

El aura pesada y densa de la princesa era ya palpable para aquellos instantes, la frialdad que despedía su expresión, el escaso remordimiento ante su amenaza, la carencia de miedo, y sobre todo... el hambre animal que había despertado y parecía desbordarse, a punto de liberarse y arrasar con todo, desatar la furia reprimida que dormía en el interior de la joven que ya hacía uso de toda su fuerza de voluntad por no intentar asesinarlo en ese mismísimo segundo. Pero debía ser inteligente, se recordaba... fuera la imprudencia, porque si quería lograr lo que quería, debía ser paciente, aguantar.

... ¡Pero y un carajo, que quería despellejarlo entero, YA!
Kaia
Kaia

Cantidad de envíos : 14

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Ekaitz Lun Ago 23, 2010 9:44 pm

Hasta ese momento las cosas no parecían ser tan jodidas, dentro de toda la mierda que les estaba tocando afrontar en esas circunstancias. Ekaitz aún continuaba jadeando como si se tratara de una especie de animal encerrado que ve como su presa se pasea por fuera de su jaula, expectante ante todos sus movimientos y posibles gestos. Acechando con la mirada como un verdadero león, soportando las ganas de saltar por el único hecho de que los enormes barrotes se lo impedían. Que en su caso, era el hecho de que era ir a una muerte segura frente a toda la legión romana.

Estaba entre la espada y la pared. Apretaba sus puños con fuerza, sintiendo como su sangre hervía en deseos de confrontar a los romanos. Recordaba cada una de las palabras que escuchó de su padre y de sus amigos respecto a ellos; la forma en que los despreciaban y maldecían, que ahora él las había heredado. Cada abuso, cada explotación, cada deshonra y humillación. Todo lo malo que le había ocasionado el “imperio” de hijos de perra, era lo único que tenía en su mente el joven de cabellos naranjos.

Sus dientes parecía que se iban a romper; destrozados producto de la enorme presión que ejercía el joven germánico sobre ellos. La rabia y el odio acumulado aumentaban a medida que pasaban los segundos y observaba sus rostros; sucios, riéndose y disfrutando a costa de la desgracia ajena. Eran miserables, unos perros desgraciados que nomás merecían una muerte dolorosa y violenta. Y que sin dudarlo, él les otorgaría con sus propias manos. Así fuera lo último que hiciera en su cochina y casta vida…

En ese instante, su mirada se fijó con fuerza sobre la figura de aquel gordo. Y de la nada, sintió como su cuerpo ya empezaba a actuar por sí sólo. Pudo presenciar como la ahorcaba, y por lo visto, parecía burlarse de ella, precisamente frente a sus ojos y los de Astrid. Bajó la vista con desprecio, gruñendo por lo debajo a la vez que detenía el caballo de golpe. Luego, se calmó, volviendo a respirar más pausado y, por primera vez, mostrándose frío. No pronunció palabra alguna, mientras procedía a bajarse del caballo.

Ya había decidido lo que iba a hacer, y de seguro era algo que no le traería muchos beneficios. Pero simplemente, no podía quedarse de brazos cruzados observando como maltrataban a una de sus camaradas. Ya lo había hecho muchas veces en Germania, eso de quedarse como un espectador sin hacer nada al respecto; tan sólo escuchando los gritos de agonía y desesperación de sus seres queridos. Siendo un miserable cobarde, que había adoptado una posición pacífica cuando más se le necesitaba. Pero esta vez, no iba a cometer el mismo error de nuevo…

Estando sobre el piso, se acercó a la cabeza de su equino y lo acarició como rara vez lo había hecho. Los ojos del animal se notaban nostálgicos, como si ya previera que algo malo iba a ocurrir. Pero por su parte, el joven Ekaitz sólo lo acarició hasta que finalmente levantó el rostro donde se encontraba Astrid, y de forma cortes, suspiró antes de hablar.


Pase lo que pase… recuerda que debes permanecer con vida. No sólo la princesa te necesita, sino que también tú pueblo. Ya sabes el resto, Astrid.
– Le pronunció con un extraño tono de voz oscuro, mientras acomodaba las riendas del animal para que le fuese más fácil manejarlo, en caso de que pasara lo que él ya aventuraba. Y una vez terminado con ello, dio media vuelta hasta que un mordisqueo en el brazo le detuvo. Su caballo, aún con los ojos preocupados, le detuvo el paso a la vez que lo jalaba de vuelta. Pero Ekaitz no lo miró. Nada más de espaldas, se limitó a responder con el mismo tono serio.

Lamento haber sido un mal súbdito… nunca he sido bueno con las chicas, y ya entenderás el porque, no? Lo más cercano que he estado de una mujer, es mi mano derecha…
– Exclamó con algo de gracia, a la vez que se soltaba definitivamente del caballo y procedía a caminar en dirección hacía la caravana.

Era una despedida, de eso no cabían dudas. Su pequeña aventura ahora tomaba caminos distintos, en los cuáles de seguro sólo uno iba a sobrevivir. Y todo indicaba, que no sería el joven de cabellos naranjos el que gozara de una larga vida. Pero no le importaba, en lo más mínimo. Mientras caminaba colina abajo, su determinación aumentaba a medida que veía como se hacían cada vez más grandes y enormes las figuras de los romanos. Desde la antigua distancia se veían decenas, pero ahora ya los observaba por centenas; en un panorama que no era en absoluto alentador, ni mucho menos como para sonreír, que era lo que él hacía de forma irónica.


Padre…Madre…Hermanas…Amigos…
- Se decía en su mente sin perder la sonrisa sarcástica, pero si agregando una mirada desafiante y llena de valentía a sus ojos naranjos, que en esa ocasión, parecían como si fueran dos llamas de fuego que flameaban con fuerza dentro de sí, demostrando la confianza y convicción que tenía ante aquella decisión. – Es hora de saldar mi deuda con todos.... – Exclamó serio pero confiado, ignorando el destino que le esperaba una vez que se diera a conocer.

Se detuvo, para respirar por última vez el aire de las montañas. Luego, subió la cabeza y dejo que el viento moviera sus cabellos. Metió la mano en su bolsillo y saco un pañuelo rojo, el cuál apretó con fuerza en su diestra para después proceder a amarrarlo en su cuello, tapando su nariz y boca. Ya estaba listo, y no podía perder más tiempo en nimiedades.

Observó por última vez la ubicación del gordo y, sin más preámbulos, se echo a correr con mucha velocidad de forma paralela al andar de la caravana, pasando por los arbustos, árboles y otros tipos de obstáculos. Que por supuesto, no le importaba sortear. Nada más tenía entre ceja y ceja a su presa, persiguiéndola como un animal al que por fin habían dejado suelto.

Así fue como llego a una especie de montículo o risco, el cuál subió apresuradamente procurando no tropezarse de lo veloz que iba, dando uno que otro salto, en una clara demostración de agilidad felina. Algo que había adquirido en su vida en los bosques y perdiendo el tiempo por ahí.

Podía sentir el viento entrando con fuerza a sus pulmones, respirando a todo dar para evitar cansarse o detenerse. Debía dar gracias de poseer un excepcional estado físico, a pesar de no ser un guerrero. Pisaba con fuerza la tierra y cada vez daba zancadas más largas, a la vez que cuidaba de reojo que aquel mórbido sujeto estuviese justo en el lugar que necesitaba.

Y finalmente, mientras llegaba a los últimos centímetros; flexionó su pierna derecha e inhalando con mucha fuerza, saltó al vacío como una fiera que se abalanzaba sobre su presa, que en este caso, además, bien podría ser su cazador…

De seguro no era lo más inteligente que podía haber realizado, pero si lo más impredecible e inesperado. O eso creía, aunque de verdad no era una persona que se preocupase por los detalles. No era precisamente su mente la que estaba actuando y por consiguiente, manejando los hilos de sus acciones. No, era solamente…puro instinto salvaje.


ESCUCHA GORDO HIJO DE LA GRAN PUTA, SI CREES QUE GERMANIA TE TIENE MIEDO… PUEDES LAMERME EL CULO, OBESO DE MIERDA!!!


Y por lo mismo…no se podía esperar que actuase de forma coherente y sigilosa. Había dejado salir su rabia, odio y mientras caía, sólo lo observaba desafiante, demostrándole que ya sabía que lo mataría al caer, más no le importaba un real carajo.

El morir sería un honor, si lo hacía defendiendo el espíritu de su país hasta las últimas consecuencias. Ya estando prácticamente sobre el gordo, abrió uno de sus brazos dispuesto a agarrarlo, golpearle… o lo que pudiese hacerle.
Ekaitz
Ekaitz

Cantidad de envíos : 10

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Breda Lun Ago 23, 2010 11:44 pm

No te importa tu vida, eh?...eso resulta ser tan emotivo, incluso poético…pero… En ese instante volví a exhalar una enorme cantidad de humo por mis fosas nasales, esta vez en forma de una nube que literalmente cubrió la cara de la rubia por completo al tiempo que abría mi boca para seguir hablando con ella con un ritmo esta vez más pausado, claro y siniestro …que tal si-

ESCUCHA GORDO HIJO DE LA GRAN PUTA, SI CREES QUE GERMANIA TE TIENE MIEDO… PUEDES LAMERME EL CULO, OBESO DE MIERDA!!!

-observas como destrozo a uno de tus compatriotas?...uh, escenario 7, eh? Facil… comenté como quien no quiere la cosa mientras tomaba el mango de mi hacha con la naturalidad y rapidez de un experto en el manejo de semejante arma, haciéndola girar para dirigir una mirada fugaz al tipo que se me había lanzado encima, usando para tal fin una elevación del terreno que le daba una ventaja para emboscar, una ventaja monstruosa si se usaba debidamente y que por supuesto, había malgastado al tirarse a los brazos de la muerte sin ningún plan evidente…si, era obvio decir que tan solo era un desesperado buscando venganza o alguna mierda así… si me ponía a detallarlo, eso era exactamente la versión simplificada (muy, MUY simplificada) del escenario 7 de los 10 que había previsto, y debido a que se había dado de esa manera, la solución era demasiado fácil de ejecutar.

Idiota… murmuré mientras el humo seguía saliendo de mi nariz con lentitud, contrastando con la caída del pelinaranja... luego de que pude estimar que había llegado el momento, simplemente lancé un embate directo con mi hacha en dirección al torso de aquel idiota, usando el lado que no tenía hoja y golpeando brutalmente en su costado izquierdo y haciendo que este crujiera terriblemente…de seguro le había roto dos o más costillas con facilidad…en ese instante y producto del golpe, la trayectoria del tipo lo había lanzado hacia el césped por el cual rodó dando vueltas hasta golpear una enorme piedra, deteniendo de golpe su movimiento. Bien princesa…creo que ya pude ver que tan fieles son tus hombres, fieles y estúpidos, mira que lanzarse de esa manera tan idiota a los brazos del enemigo…eso me deja bien claro que este chiquillo no debe ser más que un campesino muy patriótico, no te parece? Esa lealtad es tan admirable…hasta podría llorar… dije, mientras me bajaba del caballo con pesadez, chasqueando los dedos para que unos guardias bajaran a su vez a la princesa y la redujeran, impidiendo que intentara alguna estupidez como por ejemplo, salir en auxilio del chiquillo… todo aquello lo realizaba sin pestañear, sin cambiar mi expresión facial o siquiera dejar de exhalar aquellas finas humaredas por la nariz. Finalmente y con unas cuantas zancadas me había posado por encima del enano de cabello naranja, para patearlo sin mucho ánimo y suficiente fuerza para lanzarlo un poco más allá de su punto de aterrizaje inicial.

Jo! Que bueno es no estar limitado por las órdenes con esta clase de…eh…campesino, mierda o ignorante, lo que sea que sirva para definirlo- dije sin reparo mientras pateaba de nuevo al tipo, tan solo para inutilizarlo a través del dolor unos cuantos minutos y poder capturarlo sin que presentara mucha resistencia...por lo cual, mi pie se había hundido en su estómago otra vez, enviándolo más lejos aún… Bueno, supongo que ahora tengo la pareja de salvajes germanos, puede que incluso los ponga a aparearse, así su raza de bárbaros no desaparecería y serían una atracción exótica de mi colección personal…es una muy buena idea, no te parece niño de pelo encendido? comenté con una sonrisa demencial, para volver a patear al germano sin compasión. Aunque será raro hacer que un estúpido y una princesa procreen, y dudo que la chiquilla quiera abrirle las piernitas a alguien como tu así que supongo que esa idea queda…descartada… Finalicé, mientras montaba mi pie sobre la cara de mi nueva adquisición, pisando más y más pronunciadamente para hacer que probara el sabor de la tierra. No es tu linda y devastada Germania…pero al menos se le parece…dile adiós de una vez, no quiero lloriqueos cuando estemos en Roma… en ese instante, posé el arma sobre mis hombros…tan solo clavando mi vista en aquel que de manera idiota se había dejado capturar por un hijo de puta gordo como yo.

---------

OFF: Manipulacion autorizada por Ekaitz, lol!
Breda
Breda

Cantidad de envíos : 22

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Manigoldo Mar Ago 24, 2010 12:24 am

Y como siempre llegaba Kardia de un humor tan agradable. Manigoldo estaba acostumbrado al humor de su hermano, más sus altos y bajos ya comenzaban a ser tan recurrentes que simplemente optaba por pensar que esa era de su forma de decirle “Estoy feliz de verte de nuevo.” Aunque ese no era realmente el caso, de seguro en el fondo la presencia de Manigoldo era tan irritante como para él lo era la de Kardia. De cualquier forma, al menos ya no tendría que dar explicaciones de donde se había metido.

- Y después te preguntas el porqué nunca has podido disfrutar de una mujer que no este llorando o hayas pagado por ella… - Dijo indiferente mientras le lanzaba un trozo de pan duro, mirando al vacío un tanto aburrido. Las cabalgatas lo tenían bastante cansado, después de haber estado jugando al gato y al ratón con los germanos por tres años, definitivamente no quería volver a ver un caballo por mucho tiempo cuando llegara a Roma. – Te perdiste de la repartición de joyas y oro en la mañana, por lo mismo todo lo que no pude cargar te lo amarre al caballo así que ten cuidado con dejarlo caer, que tenemos para vivir felices el resto de nuestras putas vidas con ello… espero que lejos el uno del otro.

Dicho esto, le dio un mordisco al pedazo de pan sacando un poco de agua para beber y pasar lo seco que estaba. La tarde avanzaba y cabalgar se volvía tan tedioso que prontamente comenzó a cabecear y cayó dormido. Todo se volvió negro… un descanso sin sueños mientras su caballo simplemente seguía al resto por el sendero que el gordo había elegido. No le interesaba donde estuvieran… seguramente aun al norte de Italia… añoraba volver a Roma y comer todo lo que hubiese que comer, fumar todo lo que pudiese fumar, y coger todo lo que se pudiese mover!...

No supo cuanto tiempo habría dormido, pero las tropas paraban y su caballo dejó de moverse al paso que lo hacía deteniéndose súbitamente. La inercia lo despertó, abrió lo ojos y no vio nada realmente interesante. Un mocoso caído a la distancia y el gordo a su lado… que novedad.

- Vaya… tal como predije Kardia… el gordo comenzó a cogerse muchachos ahora. Págame. – Era una costumbre bastante practicada que algunos altos mandos dentro de la Legión tomaran jovencillas que transitaban cuidando ovejas y cosas por el estilo... más que el gordo usara esta práctica con un joven... realmente no lo sorprendió. Hacía mucho tiempo ya que Manigoldo venía notando que el interes del gordo por las mujeres se había esfumado. Estiró su mano en dirección a su hermano exigiendo lo acordado por ello. Manigoldo había apostado con Kardia en una noche de aburrimiento que lo próximo que se cogería el gordo serían jóvenes, mientras que Kardia predijo animales. – ... Apuesto 5 monedas de oro y una cerveza en la Sobajera que no se demora más de 2 minutos.


Miró a Kardia con seriedad más sonriendo con malicia. Burlarse del gordo siempre lo podía de buen humor.
Manigoldo
Manigoldo

Status :

Camino a Roma 2j3k8s3


Defensa :

Muro de Almas

Cantidad de envíos : 179

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Kaia Mar Ago 24, 2010 5:06 am

Ni la exclamación de sorpresa por parte de la rubia había alcanzado a escucharse, entre una cosa y otra, cuando alcanzó a reaccionar; pero para entonces, el general redondo ya no estaba sobre su caballo, y a ella la habían literalmente obligado a ponerse de rodillas contra el suelo para inmovilizarla. Apenas había podido distinguir la caballera anaranjada, antes de que ésta terminara en el suelo, para ser seguidamente víctima de un par de patadas nada contenidas que, en realidad, no parecían ser más que el desahogo del obeso que, evidentemente, se había estado conteniendo con ella para no hacerle nada. Algo que por cierto, la tenía sin cuidado, pero era interesante el notarlo.

Desafortunadamente, o podía decir lo mismo del muchacho que agonizaba en el suelo, seguramente con más de una costilla rota. Buscar y encontrar su rostro pálido sin embargo, fue un grave error para ella, cuando el vuelco azotó su estomago y tuvo que bajar la cabeza y cerrar los ojos, apretar los dientes para no ver y poder aguantar. Si bien en su interior había albergado la esperanza de que aún hubieran más germanos vivos, escondidos en algún lugar, no era esa precisamente la manera en que había esperado confirmarlo. Tal muestra de salvajismo por parte de aquel general le había devuelto a la memoria lo que hubiesen sido los últimos días de resistencia en Germania, donde la guerra se había extendido no sólo contra los soldados del reino, sino contra las mujeres y los niños de su pueblo, que si no eran asesinados desde primera instancia, les tocaba un destino peor...

El sonido claro de la segunda patada despiadada la hizo tensarse en su lugar, doler la mandíbula por la fuerza que ejercía sobre ésta y sus puños, cuyos nudillos ya estaban más blancos de lo normal. De Germania, ya no quedaba nada, salvo aquellas vidas como la que residía frente a ella, y que pese a no estar preparadas o en condiciones para enfrentarse en una batalla los romanos se aseguraban de liquidar, extinguir hasta el más mínimo rayo de esperanza y orgullo que pudiera quedar de lo que alguna vez hubiera sido una imponente nación. Cuánta bronca, cuánta impotencia y...

Sin poder aguantarlo más, y de un momento a otro, bastó un solo movimiento de su brazo para dar con el codo contra la entrepierna desprotegida de uno de los soldados que aguardaban tras ella forzándola a permanecer agazapada, logrado que el mismo la soltara mientras caía a retorcerse del dolor, facilitándole el trabajo para golpear con la cabeza la quijada del segundo monigote y hacerlo ir de espaldas al suelo; otorgándole a ella la oportunidad perfecta para poder colocarse de pie.

-... ¡¡DÉJALO YA, MALDITO SEBOSO MALPARIDO!! –ordenó de golpe, totalmente desubicada por el coraje que peleaba por cerrarle la garganta, oprimirle el pecho..., aunque no alcanzó a dar ni dos pasos cuando pudo sentir cómo otros dos soldados sustituían a los anteriores apurándose a sujetarla–. ¡¿Por qué no te metes con alguien del tamaño de tú y tu enorme barriga?! ¡Que no tenga ya un reino qué gobernar no significa que puedas seguir abusando de su gente frente a mí! ¡¡Quita tu pie de ahí, AHORA!! –exigió colérica, respirando de manera agitada, causándoles bastante trabajo a los hombres que intentaban mantenerla controlada sin mucho éxito, pues sería el enojo mismo, la adrenalina lo que la hacía poder oponer resistencia y luchar por soltarse para saltar sobre el obeso general.

¡¡No iba a tolerarlo!! ¡No iba a tolerar que encima de insultarla y burlarse de ella también lo hiciera con la gente de su pueblo! Suficiente tenía ya, como para verlo divertirse tan barbáricamente con un muchacho que ni siquiera tenía idea del combate, lo que lo hacía si bien no débil, sí vulnerable contra alguien del calibre de aquel mastodonte. Era igual a aquellos soldados hijos de puta que se divertían violando mujeres o masacrando niños inocentes. ¡¡QUE SE FUERAN TODOS AL MISMÍSIMO INFIERNO!!...
Kaia
Kaia

Cantidad de envíos : 14

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Ekaitz Miér Ago 25, 2010 12:35 am

Du…do ….mucho …que haya alguien ….tan …pero tan… miserablemente gordo ….y mal oliente…. como este sujeto…
-Declaró una voz entrecortada, pero que a su vez se mostraba llena de confianza y desafío.

Era el joven de cabellos anaranjados que hasta hace poco había caído desde el cielo en una clara maniobra de intrepidez…y estupidez. Luego de ello, fue recibido de manera calida por el general que demostrando la monstruosa ventaja en experiencia que poseía, no se había tardado mucho en acabar con la inútil ofensiva del adolescente germano. Algo bastante lógico si se consideraba el estilo de vida que llevaban ambos, siendo Breda un casi jubilado soldado romano, frente a la vitalidad e inexperiencia del novato Ekaitz.

Mientras el día avanzaba, se podía determinar con facilidad que la “mini batalla”, que en realidad no fue más que una masacre, estaba concluida. El obeso general no tenía tapujos en reducir y neutralizar a cualquiera que fuese su enemigo; incluso si en realidad se trataba de aliados. Ciertamente, era un sujeto que difícilmente se podría creer que considerase a alguien como “amigo”, o al menos esa imagen dejaba en claro. Pero para la mente aventurera, pero por sobretodo arriesgada y descuidada de Ekaitz; Breda no era más que un simple gordo con pinta de caliente…pero sobretodo gordo.


Lloriqueos dices…. mi no estimado obeso? …


Muy apenas intentaba levantarse, sintiendo como sus costillas se habían roto y además, dañado más de algún tejido interno. Pero eso no era más que la guinda del pastel, ya que tanto el impacto contra el suelo como las sucesivas patadas, no habían hecho más que causarle diversos moretones externos e internos por muchos lados. Tosió más de una vez sangre con cada golpe que incrementaba el daño que había soportado, poniendo aún más en riesgo su vitalidad. Aunque aquello, en vez de disminuirlo, no hacía más que brindarle una seguridad casi psicópata respecto de su situación.

No le importaba lo que pudiera pasarle. Tenía motivos que la mente grasosa y seguramente perfeccionista y analítica de aquel ser, nunca podría entender. Eran muy diferentes y estaba conciente de ello, se sabía inferior, pero irónicamente, eso lo mantenía con vida a pesar de la adversidad a la que estaba sometido. Lo tenía claro, y aquello lo hacía sonreír a la vez que se levantaba con dificultad; apoyando sus manos en su rodilla derecha y luego levantando la pierna izquierda.


Además de gordo saliste comediante….aunque…te lo aclararé sólo porque no tengo otra cosa mejor que hacer…
- Le comentó enderezándose como podía, a la vez que se desamarraba la pañoleta que llevaba tapándole medio rostro.

Ahí se pudo ver… que estaba sonriendo, pero no de forma maníaca o desquiciada. Sino que, lo hacía con una tranquilidad que no reflejaba su penosa condición corporal.


Tienes todo a tu favor…y puedes hacer lo que gustes… pero jamás podrás verme soltando una sola lágrima, o quejándome de algo. Después de todo….así muera hoy por tu mano, o mañana…o cuando sea…
- Exclamaba mientras caminaba con dificultad hacía donde se encontraba la princesa Kaia, pasando del terrible general romano a pesar de saber que le podría costar la vida.
Sus pasos eran algo lentos, y llevaba su mano hacía la zona donde sentía el incontable dolor emergiendo; comiéndolo por dentro y amenazando con apagar su vida en cualquier instante. Algo no muy alentador, que sin embargo no despertaba mayor atención. Como si lo hacía, al contrario, la presencia de aquella mujer a la que tanto había buscado junto a su “hermana”.

En eso se detuvo, y ladeó el rostro para volver a observar a Breda y levantar su otra mano libre, sacando el dedo de en medio y dedicándole una gran y honesta sonrisa pacífica, mostrando todos sus dientes.


Nada me va a quitar de la cabeza lo ridículo que debes verte cagando, luchando por lograr que tu trasero deje caer toda la mierda que de seguro comes a diario. De seguro que a tu esposa le encanta ver tu rostro en ese momento…no?.
– Le preguntó, diciéndole entre líneas que se le notaba en el rostro que era un pobre miserable sin familia, ni nada por que pelear..

Si es que de verdad posees algún ser que no te hable por obligación….por tu cargo… o por tu dinero, mi no estimado panzón.
- Finalizó, dándole la espalda para que lo masacrara si quería. No iba a resistirse a ello…

Así que tú…digo, usted…es la princesa Kaia.
– Comentó, observándola sostenida por los soldados, que de seguro no se molestaban en alejar a la presa de su jefecito.

No tienes que molestarte por el hermoso sujeto de allá atrás, si no me ha matado es porque de seguro planea jugar conmigo por un tiempo. Probablemente me vaya a vender. Por lo cuál, le pido…que se cuide a sí misma. Germania aún la necesita…con todos sus dientes, de ser preferible.
– Concluyó, esperando que entendiera que él no tenía miedo y que no debía preocuparse por su bienestar, sino del propio.

Después de esas pequeñas palabras en idioma germánico, volteó a ver al rostro de aquel sujeto que ya le estaba haciendo gracia.


Y bien… vas a darle un abrazo a tu nueva mascota, sudoroso?. O seguirás golpeando mujeres esperando que alguna te aprecie…

Anda, ven, que no muerdo… nomás soy portador de enfermedades salvajes que de seguro ya te contagié. Felicidades, en cualquier momento te vas a morir como la mayoría de los germanos…


-------------------------------------------------------------------------------------
off: Por si no se entendió, color rojo = idioma tradicional de germania.
Ekaitz
Ekaitz

Cantidad de envíos : 10

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Breda Miér Ago 25, 2010 2:41 pm

Oh...así que la princesita sale en defensa de sus plebeyos…interesante… Murmuré para mi mismo, mientras miraba con desinterés a la princesa, todavía exhalando aquella cantidad exagerada de humo a través de mis fosas nasales así como todavía mantenía aquella enorme hacha sobre mis hombros, como si toda aquella situación no fuera nada más que un juego que hubiera perdido su gracia…aunque la verdad es que estaba bastante metido en todo aquello. Y…dime princesita, si tengo que jugar con gente de mi tamaño, donde la encuentro? Si te cuentas a ti misma, te estás sobreestimando...el que te haya derrotado de manera tan ridícula no es más que la prueba de que eres diminuta, diminuta e insignificante como toda tu gente…tal cual este campesino. finalicé con convencimiento total mientras señalaba al de cabello naranja con el dedo pulgar……y en este mundo, solo hay dos personas con las que podría meterme sin contar con una ventaja monstruosa. En ese instante una sonrisa mucho más humanizada cruzaba mi rostro, aunque el brillo malicioso de mis ojos no cambiaba con nada…

Uh? Levantando una ceja, fácilmente pude observar como el germano al que había machacado se levantaba con decisión y hacía unos cuantos comentarios dedicados enteramente a mi persona, lo que me hizo ladear la cabeza hacia la izquierda mientras entornaba mis ojos y cambiaba de expresión: ahora mi cara no mostraba más que curiosidad. Después de una serie de frases que se suponía debían ser “hirientes”, tan solo se volteó como si nada y se dispuso a hablar con la princesita en un idioma que me supuse, era el autóctono de sus tierras. Mientras esos dos intercambiaban información o lo que fuera que hicieran, tan solo volví a destapar el frasco que contenía el opio, “recargando” el contenido del instrumento de metal y soltando una bocanada de humo mucho más pronunciada y vasta comparada a las que la habían precedido, sintiendo como el efecto de anestesia me hacía ver las cosas en cámara lenta, pudiendo fijarme en detalles que comúnmente, me habrían pasado por desapercibidos…aunque tampoco es que hubiera mucho que destacar en esos instantes. Finalmente, el mocoso volvía a dirigirse a mí, incitándome a acabar con el y…porque no hacerlo? Tampoco es que tuviera mucho tiempo que perder y si quería llegar a Roma de acuerdo a lo planeado, tendría que inutilizar al chiquillo para que la caravana siguiera su recorrido.

Un abrazo eh? Los germanos son una tribu curiosa… comenté mientras daba unos pasos hacia delante y pisaba con fuerza en la hierba, bostezando mientras soltaba una bocanada de humo que me cubrió el rostro, dispersándose casi de inmediato y mostrando la sonrisa más amistosa que había adoptado en todo el día, aunque sin dejar de ser un tanto amenazante. …me caes bien chiquillo…de cierta forma, me recuerdas a mí mismo hace unos cuantos años atrás…ten cuidado, si comes, bebes y follas mucho podrías tener problemas, sino mírame a mi…soy un buen ejemplo de ello…pero- ya me había posado frente al germano, mirándolo directamente a los ojos sin perderme detalle alguno de sus acciones, incluso llegando al punto de clavar la punta de mi instrumento de metal en su frente y exhalar humo directamente a sus ojos. -…no dejas de ser inferior. finalicé, lanzando un desmedido puñetazo lateral al costado herido para luego patear su pierna derecha, haciendo que finalmente cediera ante su propio peso y quedara reducido a una personita temblorosa que se retorcía del dolor entre la hierba.

Ya saben que hacer…cadenas en manos y pies, además de los procesos habituales…no lo traten muy mal, es el último germano del que tenemos conocimiento…hay cosas interesantes que se les puede sacar, cosas que podrían interesarles a los altos mandos… ordené, mientras los soldados más próximos se ponían manos a la obra con el peli-naranja y yo mismo me acercaba a la princesa Germana con aire de suficiencia y de cierta forma, de desafío. Ademas…este es mi seguro de vida, no te parece princesita?...ya sabes lo que pasará si intentas escapar…si bien no te interesa tu vida, al parecer si quieres proteger a ese mocoso aunque no parezcas conocerlo…y esto también funciona al revés…si el intenta algo, tan solo tengo que romperte un poco verdad? dije, toqueteando la frente de la rubia mientras los soldados que la apresaban afirmaban su agarre sobre ella. …bien, continuemos, ya terminó el espectáculo aquí y tenemos un horario que cumplir, si nos retrasamos aunque sea un poco estamos jodidos…y sabemos lo que le pasa a una legión cuando los jefes se molestan…andando bola de gusanos!

Los legionarios eran eficientes…al menos en lo que respectaba a cumplir órdenes simples como apresar a un chiquillo con unas costillas rotas y cuerpo debilitado por el dolor, además de subir a una princesa con malas pulgas a mi caballo y dejarla en la posición en que se encontraba antes de que nos interrumpiera el intruso…por lo demás, eran reverendamente inútiles si se les dejaba actuar por su cuenta.

...sigh...bien bien, a Roma y ojalá esta vez…no hayan más interrupciones… el fastidio era más que evidente en mi voz, ya tenía más que suficiente con dos germanos y si aparecía otro…bueno, un sobrante inútil no sería muy práctico de transportar, así que tan solo… Eh eh princesita…no habrá otro siguiéndonos verdad? Si es así…ruega porque no aparezca, a ese dudo que lo necesitemos…

--------

OFF: Manipulacion aprobada por Ekaitz
Breda
Breda

Cantidad de envíos : 22

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Kaia Vie Ago 27, 2010 7:11 pm

Con la calma más grande del mundo, la muchacha giró su rostro hasta posicionarlo en dirección al gordinflón, en un movimiento por demás mecanizado que se veía seco y duro, pues en realidad, se sentía aún demasiado tensa como para intentar algo más natural. Aguatándose así el tremendo nudo que le hacía doler justo sobre la boca del estomago, torció los labios, tratando de que su mirada inquieta no se desviara en busca del pelirrojo amordazado, queriendo únicamente verificar su precario estado, y las chispas volvieron a centellear en sus ojos cuando asestaron de nuevo sobre la rechoncha figura.

-... Eres la porquería humana más obesa y detestable que he conocido jamás afiló un poco la mirada, sin siquiera atreverse a sonreír–. Y créeme, que espero estar presente el día de tu muerte, viendo cómo agonizas y te retuerces en tu propia mierda antes de librar a este mundo de tu grasienta presencia –alzó la barbilla un instante, antes de soltar con total sarcasmoYa sabe, sólo mis mejores deseos para usted, mi general.

Y dicho aquello, volteó el rostro hacia el frente, sin ninguna disposición a escuchar lo que fuera que pudiera responderle aquel ante sus palabras, pues realmente ni le interesa, ni tenía ganas de seguir hablando con él. Sabía que de seguir escuchando sus burlas sólo se ofuscaría, intentaría romperle la quijada de una patada o algo, y aquello no era nada recomendable en su situación, que, para variar, ahora había empeorado; algo que minutos atrás no hubiera creído posible.

“Tsk... y una mierda” se maldijo, frustrada por la nueva presencia de aquel germano tan... tan... ¡Pendejo, porque no había otro modo de llamarlo! Si bien sus intenciones eran nobles, o había logrado distraer al general para que no volviera a ponerle una mano encima antes de que ella terminara por sacarlo de sus casillas, realmente sólo le había complicado todo. Porque para empezar, sí tenía que ser un completo imbécil para creer que ella le haría caso y se preocuparía más por su propia vida que por la de su gente. Antes hubiera podido escapar, quizás no entera, quizás no sin unos cuantos rasguños, pero ahora... ¡se había vuelto imposible! Semejante idiota no le había ido a caer...

... Y sin embargo, cuán aliviada se sentía de confirmar que aún había germanos con vida...

Suspiró profundamente, en silencio, intentando que el enorme cerdo tras ella no lo notara. Al parecer, no podría hacer demasiado hasta que llegaran a Roma, donde tendría que encontrar la manera de mantener en pie su plan original... aunque claro, con la diferencia de que ahora tenía a un niño pelos de zanahoria al que también debía intentar mantener con vida; ahora sí que iba a tener que poner a prueba sus habilidades como guerrera, e intentar salir triunfante de aquello.
Kaia
Kaia

Cantidad de envíos : 14

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Breda Sáb Ago 28, 2010 6:35 pm

Soy la porquería humana más obesa y detestable que alguna vez verás en tu vida, princesita…y la verdad, tengo presente que me moriré en un solo impacto, dudo que vaya a agonizar, así que es un gusto que no podré darte…hoho~

Comenté con sorna, mientras seguía exhalando cantidades imposibles de humo a través de la nariz, mientras comenzaban de nuevo los bandazos del caballo al moverse…por fin, ahora sería un único viaje en pos de Roma, tan solo quedaba llegar, arreglar unas pocas cosas que tomarían a lo sumo un solo día y finalmente, reportarse con el gran jefe Vergilius. Con un suspiro aburrido, tan solo cerré los ojos y dejé que el opio hiciera efecto tranquilamente…si podía dormirme ahí un rato, sería un buen cambio ya que después de todo, había perdido la costumbre de golpear y estar tan activo…el haber participado abiertamente en el último asalto contra la fortaleza Germana además de haber peleado con varios de los soldados de la rubia, más el haber derrotado al peli-naranja...todo aquello me había estresado en grande, había perdido la práctica en batalla un hecho que era considerado como haberse…oxidado.

Oxidado…puaj… comenté en voz baja, mientras metía mi mano derecha por debajo del pantalón y sin disimulo me rascaba la entrepierna, después de todo hacía bastante calor y no es que yo fuera la persona más “fresca” de todo el ejército romano activo. De nuevo, mi nariz exhalaba una cantidad imposible de humo, que me cubrió la cara y se dispersó sin más al tiempo que una brisa agitaba los estandartes así como las colas de los caballos…si, simplemente, era hora de llegar finalmente al Imperio.
Breda
Breda

Cantidad de envíos : 22

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Manigoldo Dom Ago 29, 2010 3:59 am

Después de una parada que le pareció eterna a Manigoldo la legión comenzaba a movilizarse nuevamente. Bostezó una vez más por el sueño… estaba realmente cansado. Frente a él alguno de la legión comentaban lo ocurrido bajo el estandarte, pero a él no le importaba. Realmente no le importaba la causa de que se hubieran detenido, si el gordo había tenido que comer, cagar, mear, o follar… Cerró los ojos y lentamente comenzó a cabecear hasta el momento preciso que la legión se movió y por inercia su caballo también lo hizo. En el transcurso de aquel viaje interminable no le parecía nada malo haber luchado tres años. Al menos le agradecía aquello al gordo, le daba diversión garantizada y por lo mismo, algo de estima le tenía a su general, y sobre todo lealtad. A pesar de que lo pensaba en bastantes ocasiones, y que en mas de una cuando perdía la paciencia estaba a punto de llevarlo a la practica… nunca lo hubiese querido ver muerto, a menos que fuera una muerte gloriosa. Había aprendido a acostumbrarse al General y a su forma descarada de ser.

- Por el coño de Juno ¿Cuánto tiempo más se va a demorar esto? – Alegó entre sus compañeros mientras apenas avanzaban.

El paso se comenzó a acelerar, lo cual puso una sonrisa en el rostro de Manigoldo, por fin ya estaban en camino nuevamente a Roma. Quería llegar… quería dormir en una cama, comer comida caliente… ahora ya no era pobre, tenía su botín de guerra, dientes de oro (que le había sacado a sus víctimas durante las batallas luego de matarlos), joyería, copas… una docena de esclavos que vendería en el mercado. Definitivamente ya no era un pobre diablo muriéndose de hambre, al menos de vuelta en Roma podría tener la oportunidad de vivir sin preocuparse más de trabajar o en subsidio de ello, robar.

Manigoldo
Manigoldo

Status :

Camino a Roma 2j3k8s3


Defensa :

Muro de Almas

Cantidad de envíos : 179

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Astrid Dom Ago 29, 2010 11:46 am

Las ansias que demostraba ese joven por querer actuar lo más pronto posible se hacían más notorias sobre su cuerpo, reprenderlo de nuevo sería más que imposible ya que me había dado cuenta que a pesar de que lo recriminara con mis palabras no serian las suficientes para hacerlo cambiar de opinión. Todo importaba poco, tenía que mantenerme fija ahora del tipo que sujetaba a mi hermana, contuve el deseo de lanzarme para ir a ayudarla pero me resultaba imposible y más en aquellas deplorables condiciones en los que me hacía sentir tan inútil a tal grado que tuve que llegar a depender de alguien. Ekaitz bajaba del caballo, su mano pasaba por la cabeza de ese animal que se notaba estar inquieto, ambos preveíamos lo que iba a hacer pero mi sorpresa fue más grande cuando me dedico esas últimas palabras…

“Es mi responsabilidad”


Ese pensamiento se marco durante toda mi vida pero casualmente Ekaitz pronunció las exactas palabras que mi padre expresaba, mi vista pareció oscurecerse mientras él acomodaba las riendas y me sintiera más segura al cabalgar.

Una despedida eh?...- al parecer todo estaba listo y era hora de que se marchara, antes de que partiera se disculpo por la manera en que se comporto- no sé de que hablas… tu jamás fuiste mi súbdito… -eso debía de ser más que suficiente para que mantuviera la boca callada y no expusiera mi secreto. No quise mirar cómo se alejaba así que permanecí con la cabeza baja por más tiempo… el que fuera necesario incluso para ir tras de él, sujetaba las riendas con la mano que tenía libre controlando al equino.

Ahora si podía decir que me encontraba sola, mi cuerpo parecía congelarse al no tratar de moverme de aquel sitio. Sin embargo, aun pude escuchar la voz de Ekaitz donde amenazaba al hombre que trataba de hacerle daño a mi hermana, no era una de las cosas más inteligentes que pudo hacer pero al menos la suficiente para obligar a ese sujeto a soltarla, mordí mis labios sin querer observar cómo se exponía ya que podía significar su muerte. Escuchaba solo el alboroto de algunos de los hombres que reían a carcajadas de tan bello espectáculo que les mostraba su General, mi corazón solo estallo en un fuerte palpitar, miraba miré el brazo que tenía sujeto con esa tablilla, eso solo significaba un estorbo para mí, sin pensármelo dos veces sacaba una pequeña navaja que durante todo este tiempo había ocultado en mi pierna y así fue como rasgaba los vendajes dejando caer el pedazo de madera que mantenía sujeto mi brazo, el peso se dejaba caer sobre mi hombro lastimándome completamente, sudaba fríamente al tratar de forzarme a tomar las riendas….

Maldicion… ahora no…

Me afiancé al caballo dirigiéndolo por uno de los senderos, debía de hallar la forma para no separarme de semejante grupo y mucho peor que no me atraparan tras ese intento, el dolor desaparecía completamente gracias a la idea de que debía mantenerme oculta.
Astrid
Astrid
Dama del Pecado
Dama del Pecado

Reino : Inframundo

Ataques :

Camino a Roma 2wcdtgiAD - Ghost of a Thousand Shades (2550)
Camino a Roma 2wcdtgiAD - Empty Soul (2650)
Camino a Roma 2wcdtgiAM - Reflection (2850)
AM - Dew Bleeding (1950)
Camino a Roma 2wcdtgiAM - Projection & Presence (2950)
Camino a Roma 2wcdtgiAF - The Curse of Narcissus (3150)


Defensa :

Camino a Roma 2wcdtgi Sombra del corazón herido

Cantidad de envíos : 457

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Alessa0 Jue Oct 14, 2010 9:31 pm

Alessa percataba como aquel recorrido de regreso se había reducido aun mas, ahora que su poderes estaban al cien porciento, las ansias de probar aquel metal eran desgarradores pero para su irascibilidad aun tenia el leve conocimiento que demás guerreros pertenecientes a otros insignificantes dioses, aun no había despertado, por lo que aquella en silencio tendría que esperar para así en su momento jactarse por la mediocridad de algunos legionarios con los que se enfrentaría a futuro, pues si se afrontaba a un mortal común en aquellos momento de inestabilidad cósmica simplemente lo aria polvo en un segundo.

Según su ego alocado de Alessa hasta las reencarnaciones de los dioses peligraba en aquellos momentos si se toparan con ella, igual era solo palabrería de su parte, igual estaba errónea en su razonamiento, pero ¿quien le impedía el soñar de sus frustraciones alocadas? … simplemente nadie.

Las pilastra una vez mas le daban la bienvenida a aquellas tierras rojizas, los sonidos como el aroma cambiaban, el extracto a una vieja guerra sangrienta se disipaban y el aroma y los sonidos de la hambruna recorrían con el pasar de la brisa.

Cerrando su ojo hacia aumenta el trotar de su fiel corcel negro, mientras la luna iluminaba su sendero de regreso a “casa” mientras en mente divagaba:


--¿Y ahora que tengo que hacer?… ¿A quien tengo que encontrar y a quien tengo que exterminar? ¿Cual es mi supuesta tarea? … o simplemente divagar entre la humanidad… hasta yo misma digo que es una completa idiotez, ¿que tengo que hacer?… ¿cuando despertaran mis demás semejantes?… ¿cuanto tiempo tengo que esperar?…! maldita sea!… mejor dormiré un poco mas y esperare en el regocijó de una cama a que aquel día donde la pena de Hades se haga notar entre los mortales… para así poder divertirme con mas tranquilidad… jajaja

Surcando una vacía sonrisa Alessa en silencio se adentraba en al ciudadela Romana rumbo a un lugar que sus pensamiento habían olvidado tras el cambio, simplemente algo de discordia se podría ver en su corazón, sus recuerdos, su humanidad completa por el simple echo de realizar ademanes de místico porte… tal vez algo que a futuro odiaría al grado de arrepentirse…
Alessa0
Alessa0
Dama del Pecado
Dama del Pecado

Reino : Inframundo

Ataques : Camino a Roma 2wcdtgiAD - Phantasma Mentis (3300)
Camino a Roma 34g3dckAD - Fatum vientos (3400)
Camino a Roma 21m5578AM - Cors Gelidus (3600)
Camino a Roma A1jtxfAM - Tempus Lugubris (3700)
Camino a Roma 2af71yAF - Captiare anima (3900)
Camino a Roma 10z61isAF - Symphonia Mortuus (4000)
Camino a Roma 335eiplAFa - Absolve vitae (4200)

Defensa :

Camino a Roma Vrt5a9 Minions
Camino a Roma 2h3dl03 DE - Vipera Electrum

Cantidad de envíos : 692

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Pandora1 Jue Oct 21, 2010 4:38 pm

Narración - Pensamientos - Hablo

La noche se hacía más intensa a cada minuto, a cada paso dejaba un rastro de cosmos-energía en el camino, que me era imposible ocultar, aún llevaba puesta mi armadura, sabiendo que si la gente normal me vería no sabría que es lo que hago con ella, ni el motivo por el cual yo estaba vestida de esa forma. Pero eso no me importaba, actuaba indiferente a la situación, ya solo quería llegar a la villa al encuentro de mi patrona Samantha, porque en mi interior sabía que tenía un laso especial con ella, más que solo su sirvienta, pero aún no lo descubría, solo sabía que el destino quería que yo esté junto a ella de alguna forma. Desde ese momento que desperté como el fantasma de la muerte, una guerrera del ejército de Eris, ya no me importaban los obstáculos que se opongan en mi camino, solo pretendía reunir a todos los fantasmas e ir al encuentro de mi ama. Lo de mi hermano me daba igual, aunque en el fondo sabía que debía y quería encontrarlo, sabía que ahora las cosas iban a ser muy diferentes, y que muy pronto él despertaría como un guerrero, de quien sabe que dios, pero para la guerra que se aproxima todo iba a ser diferente de como es en este momento.

Caminaba a paso lento, con mi nuevo compañero animal en brazos, el cual de un momento al otro comenzó a maullar con desesperación, entonces decidí que debía dejarlo en el suelo, entonces lo solté, dio un gran salto y se bajó de mi, pero me seguía, supuse que era un hecho que desde ahora no se separaría de mí, por lo que sonreí. Seguí adelante entonces. Sabía que ya estaba en los alrededores del imperio, estaba llegando a mi hogar, aunque no todavía a la villa Adriana. Y no iba a llegar tan pronto, debía tomar descansos y si es posible encontrar un caballo que me lleve, porque a pie no iba a llegar tan pronto, y posiblemente no en los próximos días, asique en mi mente ya tenía mis planes. Continué mi camino sin interrupciones. El brillo plateado de la luna me acompañaba en mi camino al igual que mi nuevo compañero.


Ya estaba algo cansada de caminar, a pesar de que hace algunas horas me había quedado dormida igualmente todo el trayecto hasta las ruinas y el encuentro con aquel espectro y la armadura, me habían dejado exhausta, verdaderamente debía descansar. -Dios, no aguanto este cansancio, llegaré a Roma y buscaré un lugar donde dormir una noche...- Luego de un suspiro decidí que debía marcharme cuanto antes y llegar a roma enseguida, entonces de unos cuantos pasos ya desaparecía del lugar.
Pandora1
Pandora1
Espectro de Hades
Espectro de Hades

Reino : Giudecca
Inframundo


Ataques :

Camino a Roma 2af71yAD - Soul Squad (3900)*
Camino a Roma 2af71yAD - Soul Explosion (4000)*
Camino a Roma 2af71yAM - Sombra de la Muerte (4100)
AM - Cosmos Oscuro (4200)*
Camino a Roma 2af71yAM - Hell of Death (4300)*
Camino a Roma 2af71yAF - Demon Army (4500)*
Camino a Roma 2af71yAF - Muerte y Putrefacción (4600)*


Defensa :

Camino a Roma 2af71y Muro de Almas

Camino a Roma 2af71y DE - Phantom of Death

Cantidad de envíos : 523

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Milanor Vie Ene 14, 2011 4:34 pm

Caminando y caminando, la única manera en que era posible llegar de un lado a otro en el mundo. Al menos así había sido la forma en que me había transportado toda la vida al pertenecer a una tribu nómada denominados Vanir, cuyo orígenes se remontaban al inicio del ahora extinto Reino Germano. Ahora la banda de ladrones que me tocaba liderar se encontraba de camino a la cuna del Imperio que había devastado las zonas que ellos denominaban como “Tierras Bárbaras”, más específicamente los Romanos… una nación floreciente cuya expansión había logrado unificar más zonas de las que se podían haber constatado que existían una al lado de las demás. Definitivamente, una tarea loable que dejaba en pena a las demás naciones, en especial porque estas habían fallado en defenderse o siquiera repeler a los invasores. Pensando aquello, me alegraba de ser un nómada…al menos no me tenía que complicar demasiado si sufría un ataque y más viniendo de aquellos monstruos, la solución? Una retirada estratégica y si se volvía muy molesto, un asalto preciso y consistente como para asegurar una huida exitosa.

Recordando que mi objetivo era llegar a la capital Imperial, finalmente di en cuenta con un detalle muy, muy importante sobre lo que me traía entre manos…

...eh chicos, donde queda Roma? pregunté de pronto, volviéndome hacia el grupo de lacayos que me seguían de cerca. Entonces tuve una revelación: ellos estaban tan al tanto de donde se encontraba Roma como yo…simplemente, habíamos avanzado sin seguir una ruta precisa y guiándonos por nuestro instinto…y ni siquiera podíamos verificar si estábamos en lo correcto…Alguna sugerencia? inquirí con las manos firmemente asidas a la cuerda que estaba atada en el extremo de mi Luna Plateada, sin dejar de mostrar una cara de curiosidad y ligera preocupación.

Podríamos preguntar por direcciones…? propuso uno de los tantos lacayos que se ocultaban al fondo con una mano levantada, del grupillo más tímido.

Me temía que dijeran eso, aunque supongo que no tenemos otra opción… finalicé mientras volvía a emprender el paso, oyendo a los chicos murmurar e intentando adivinar en donde conseguiríamos a un guía o a alguien lo suficientemente inteligente que supiera en que dirección estaba la Capital.

Era un tiro de suerte.
Milanor
Milanor

Cantidad de envíos : 78

Volver arriba Ir abajo

Camino a Roma Empty Re: Camino a Roma

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 1 de 2. 1, 2  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.