Villa Adriana [Habitación de Cassie]

La dama salía de aquella estancia, un poco angustiada pues sus fachas no decían nada bueno de ella, pues tan solo envuelta en una cobija estaba, aun así no le preocupo demasiado, ya que los pasillos de aquel are estaban desérticos y aun más ridículo, su habitación yacía lado de la de su amo. En un parpadeo salió despavorida corriendo girando la perilla y adentrándose en la estancia, rápidamente se desnudaba y corría hacia un pequeño roperito viejo sacando de ahí un vestido que aunque de tala sencilla estaba confeccionado, su belleza radiaba demasiado, Cassie por breve tiempo lo aprisionó entre sus brazos y su pecho oliendo y suspirando sin dudarlo se lo puso… admirándose entre el reflejo del ventanal límpido, sonriendo y acomodando sus cabellos largos color caoba, mientras un leve recuerdo deambulaba por su mente, bajando la mirada mientras se llevaba la mano derecha a la boca y sonreía para sí misma…

El viento se daba paso entre las rejillas de la pared, haciendo pequeños huracanes por encima de la nunca de Cassie, provocando que se ondeaba su cabellera como las rebabas de su vestido, aquella sonreía demostrando a tranquilidad de su cuerpo, suspirando, da media vuelta y sale de s estancia mientras tarareaba una linda cansío hispana, ¿hacia dónde iba? En aquellos momentos no importaba…

Cosmos que chocaban entre aquella sala, cambios de os drásticos como de actitudes, sobre humana fuerza y si nada que derramar, todo eso en la comodidad de la soledad yacente en derredor de aquello dos. Tal parecía que no nada mas era Cassie la de los fantásticos dones, so no que Aramse también tenia de que defenderse en aquella vida vacua de sentimientos mas llena de ironías, por donde quiera que se volteara a posar la vista.
Aramse habla y exponía sus propósitos con aquella situación, a lo que Cassie bajando la hoz y fijando su vista en el jovenzuelo de cabellos rojizos y surcando una sonrisa macabra contesto:

-¿Dominada por un espectro?… No cariño, no es así, te equivocas, Cassie es vendar así, como te lo estoy mostrando ahora, que aparente timidez y silencio con su extracto estúpido de martirio, no significa que sea su verdadera personalidad (Tomando a Aramse nuevamente del mentón)… Ella me hizo dormir por mucho tiempo, mas sin embargo yo ya fuerte soy de nuevo, para surgir de entre esta tierra y realizar mi encomienda, olvídate desde ahora que ella te seguirá protegiendo, pues ya no será caritativa, eso tenlo por seguro mocoso estúpido e incrédulo, veo que muestras cierto dominio de cosmos, veamos que tan fuerte eres… Jajajajajaja.

Y dando un gran salto hacia atrás, aquella mujer retorcida elevo ambas manos hacia el cielo teniendo en ellas su terrible hoz, rápidamente los suelos comenzaron sucumbir, mientras que por encima de su nuca una espesa bruma se esbozó. De la nada cientos de miles de espectro provenientes desde el infierno surgieron, trayendo con ellos, sensaciones gélidas, fetidez y gemidos aterrorizantes, Cassie sonrió y dijo:

-Veamos como te va en esto mocoso insolente (ladeando el rostro repentinamente, para así cambiar sus gestos de locura por unos de suplicio)… ¡NOOOOO! Aramse huye antes de que pase algo malo… Huyeeeeeeeee por favor (surcando de nuevo una sonrisa)… Maldita sea, esta mocosa s resiste… Vengan mis queridas almas en pena, fusiónense en mi y os aseguro que les dar el goce de cercene…Vengan.

Rápidamente las almas hicieron caso, levantándose de su yacente sitio lentamente se fusionaron, haciendo así una masa espesa color índigo, la cual suspendida en frente de Cassie estaba, esta surco aun mas su sonrisa y blandió su hoz para así poder apoderarse de dicha materia suspendida, la hoja absorbió dicha viscosidad, generando un sotavento que golpeaba con desdén las cuatro paredes de la habitación, rápidamente el objeto cambio de color de platino a escarlata, y sujetándola con ambas manos lanzo una estocada en seco, generando que una enorme bola de cosmos saliera proyectado a Aramse que antes de chocar con el se explayaba como s fuera un manto interminable con demasiados rostros en pena que se lanzaban a mordidas en contra del susodicho.

Palabras y más palabras por parte de aquel pelirrojo jovenzuelo, la poseída Cassie ya se estaba hartando de la banda estúpida que expedía aquel hombre, asqueroso sentimiento familiar, pero mas podía hacer, tampoco la vieja Cassie le dejaba hacerlo.

Este hábilmente reflejaba el ataque de la musa, pero aun era débil, , pues por el sentimiento muto que competía con la mujer de largos cabellos, hacia que tan solo pasara de un lado, esta surco una sonrisa y bajo su hoz, acomodándola por un lado de su cuerpo, escuchando calladamente las ultimas palabras que escupía Aramse, extrañamente en una forma diabólica, queriendo intimidad, queriendo que aquella desertara su decisión de cercene, cosa que no aria pues tan solo causaba risa, relamió sus labios resecos, dando un paso frontal para que de la nada una vez mas apareciera frente a su enemigo, tomándole fuertemente el mentó, arrastrándolo con fuerza hacia ella, repagando cuerpo con cuerpo, haciendo que sitiera su respiración y viceversa, esta se expreso:

-Que tierno… no la dejaras que se hunda en su suplicio de desino, pero que estúpido mocoso (apretando mas fuerte su mano), ¿Crees que por que me dices eso la dejare en paz? Que ingenuo… No… ya es momento de que la musa de Clío resurja… ¿Qué crees? no será como la otras reencarnaciones, tierna no es de guerreros, así que acostúmbrate por que hoy muere tu prima estúpida Cassie, para que surja yo, la musa de gran Apolo…

Surcando una nueva sonrisa esta lanzaba hacia atrás a Aramse para así dar un paso levitando entre la brisa rezagada, cayendo parada y erguida una vez mas en el punto de inicio, tomando con la diestra la hoz, compañera perfecta de combates desgarradores, cerro sus ojos e hizo silenciar la sollozante brisa, pues era momento de que los espectros cantaran la ultima melodía que Aramse escucharía. Elevo su cosmos, para así acumularlo en la hoja de la guadaña, las almas del purgatorio una vez mas se funcionaron en dicho objeto, y contrayendo su cuerpo, Cassie una vez mas lanzaba aquel manto escarlata, para así acallar el balbuceante y molesto parloteo de su primo.

La brisa fría se arraigaba en medio de la habitación, las almas que aun danzaban en filas por detrás de la musa, aun prevalecían con caticos fúnebres, era extraño en verdad que un ser de inspiración moviera a diestra y siniestra, ese tipo de manifestación cósmica, pero aunque fuese en verdad bizarro, Cassie mutaba un belleza escuran en tal arte de muerte. El Ataque hacia crujir los suelos mas no cesaba en su recorrido en dirección del fantasma del sufrimiento Aramse.

Aramse se expresaba, de la manera que deseaba Cassie, a lo cual esta surco una sonrisa y no dijo nada, siguió dejando que el odio y el sufrimiento aumentaran en aquel cuerpo, pues ya era momento de despertar y estar a lado e su dios, dejando atrás todos sus recuerdos de su patético pasado. Aquel jovenzuelo de caballo rojizos era habilidoso pues detenía y absorbía el ataque feroz de la musa, regresándolo a un cincuenta porciento de su capacidad, pero dicho humano era débil, pues se dejaba dominar por los sentimientos aun mutados en su corazón para con Cassie, aquella le miro con seriedad, analizando que debiera hacer para que este entendiera que su prima Cassie, aquella con la que creció estaba en frente de el, pero con su verdadero cuerpo y demostrando la oscuridad de su corazón y la locura de su alma… ¿Cómo hacerlo entender?… Suspiro y comenzó a caminar, mientras los miles de fantasmas se hacían a un lado dejando que su convocadora pasara tranquilamente entre el sendero dibujado, llegando a estar en frente de Aramse, esta le tomo el mentó delicadamente, ladeo su rostro y le sonrió como lo hacia su antigua prima, clavando su mirada con la de el, dejando soltado unas cuantas lágrimas y diciendo:

-No Aramse, en verdad soy yo… no hay un espectro que me controle, lo siento mucho mi muchachito, pero es momento que entiendas que somos enemigos, yo soy una musa y tu… si tu(cerrando sus ojos, contrayendo levemente su rostro por el dolor que afligía su corazón) Tu eres un Fantasmas de Eris, debes de estar con ella, luchar incondicionalmente pro su nombre, orgulleceme debes de hacerlo por que es así el destino… yo lo único que estoy haciendo es protegiéndote alejándote de mi y lo único que estoy haciendo es que entiendas que tu y yo y no podemos convivir…lo siento(surcando una macabra sonrisa)…¿Ya entendiste que soy yo , Cassie?… ahora mocoso muere o huye jajajajajajaja…

Alejándose velozmente de el esta una vez mas confinaba aquellas lavas de la averno entre la temible hoja de su hoz, lanzándole con furia reprimidas para así aquel entendiera que ya era momento de madurar…

-Lo siento Aramse pero en momento de decir adiós jajaja…

Y Tras aquellas palabras y aun mas el como había lanzado su ataque contra al niño que mas amaba, su primo Aramse; Cassie se ponía recta y fijaba la mirada hacia el techo, pues su cuerpo expedientaba un cambio abrupto. Abrió su boca y dejo escapar lagrimas de su alma, las cuales quemaban su piel; pues sentía como un asco le invadía, pues era en verdad repugnante alzar la mano ante un familiar tan amado, un pecado se anotaba en el libro que la haría sucumbir en el infirmo eterno, condenada a padecer tormentos por su falta.

Todo ya estaba determinado, Aramse y Cassie ya no se veri mas como primos, ya se había aceptado el hecho de ser enemigos, dolor profundo fue lo que invadió el alma de aquella musa, mas no pudo hacer nada, antes de que el cosmos chocara con Aramse, aquel ataque combinado con almas y cosmos simplemente la musa le disipo, bajo la guardia y cero lo ojos esperando a que este se retirara de la habitación, de la nada una sabana volaba cubriendo el cuerpo de dicha dama mientras Aramse escapaba, tal perecía que aquel jovenzuelo aunque estaba sumado a un destino vil no cambiaba su actitudes, los vidrios cayeron tras dejar dormido una ves mas el cosmos que invadía su cuerpo, lentamente se quito la sabana y fijo su mirada a la puerta, soltando un leve gemido lentamente sus ojos dejaban escapar lagrimas dolidas, mordió sus labios, signo de un dolor desgarrador y se dijo en mente:

-Como lo siento primo, aun así mi promesa esta presente, el cuidarte siempre esa será mi tarea en este mundo terrenal, aunque eso implica que te alejes de mi y me odies… Lo siento Aramse.

Bajo su rostro y dejo que las lagrimas salieran por si misma, y de la nada la puerta se abrió con gran apabulle, un sobresalto invadió el cuerpo de la musa, la cal presentaba un porte totalmente distinto, pues la timidez se había disipado y el deseo de sangre había emergido. Y hay estaba aquel rostro que días antes le había tomado en un acto de lujuria y pasión, su amo Richard.

Cassie se le iluminaron los ojos, pero todo esto cambio cuando recordó que en su mano una terrible hoz poseía siendo así una paso hacia atrás, cuando de la nada la mano de su amo reposaba sobre la suya y la hoz, esta le miro con dolor , queriendo hablar pero fue silenciada en el acto, con un cálido beso de su dueño, esta cerro los ojos, y simplemente se dejo guiar por aquella danza de labios y lengua, después su amo se desaparto un poco de Cassie, la cual sonrojada estaba, este pregunto algunas por como estaba, demostrando la importación que ella tenia en su corazón, sus lagrimas aparecieron de repente ya no pudo contenerse, separándose bruscamente de el para así arrojar a hoz por un costado y abrazarle con enorme fuerza, mientras lloraba y trataba de hablar:

-Amo Richard… No lo siento… solo a usted le puedo decirla verdad, desde que me dejo en su habitación me ha estado pasando cosas extrañas, de la nada un ser oculto surge y se posesiona de mi pensamientos, este ser causo el alejar de mi primo Aramse, este ser me generado muchos problemas, cosas extrañas puedo ver, estoy entre la vida y la muerte y mi propósito es estar a su lado incondicionalmente… ¿Pero por que amo? Si soy una musa del mismísimo Apolo, ¿Por qué quiero estar con usted?

Separándose una vez mas del cuero de Richard, esta le tomaba con ambas manos su rostro, mientras le besaba alocadamente, beso cortos pero seguidos, causando que la humedad de su lagrimas también se impregnarán en la faz de su amo.

-Amo… ¿como decirle?… yo quiero estar a su lado siempre, puesto que le amo demasiado…

Dijo Cassie entre cada beso que le plantaba a Richard.

Cassie paraba sus lágrimas instantáneamente después de rosas sus labios con los de aquel hombre, pues no era necesario amargar aquel reencuentro amoroso. Los besos de su amo Richard le amansaban perfectamente toda agonía que ahogaba todo su ser. Los suspiros se escapaban con cada tome de aire pro parte de dicha dama, lentamente su cosmos se disipaba por de entre las ventanas ultrajadas de aquella solitaria habitación. Las manos de Cassie rosaban con la piel de su protector, mientras un leve sonroje invadía su tierna faz. Una vez mas aquellos dos amantes estaña reunidos entre la intimidad de un aposento, ambos deseosos de desgarrarse los labios con un exagerado besuqueo, por fin al paz den su corazón le invadió, perdiéndose de aquella realidad.

Pero todo cambio tras abrirse la puerta de sopetón, generando un sobresalto en Cassie, rápidamente se separo de su amo, quedando su rostro alejado, pero su cintura era cálidamente aprisionada por las manos de Richard, los rayos de sol que se escapeaban por la ventana iluminaban incandescentemente generando que la silueta que yacía en la entrada no se distinguiera para nada, hasta que una voz se dejo recorrer por sus oídos, entonces fue así que supo que la persona que interrumpía aquel encuentro anheloso se trataba sin mas ni menos que del amo Solomon, el hermano menor del amor de Cassie, aquella esclava se soltó del acobije excitante de Richard, para así bajar el rostro y exclamar con mucho miedo en tu timbre de voz:

-Buenos días amo Solomon… por todos los dioses es una pena que me hubiera encontrado en esta manera, se que mi falta es espantosa, es por eso (hincándose ante los pies de Solomon) os ruego apiade por esta acción y no nuble su razón por una mala impresión, amo es ridículo que diga esto, se que usted me pedirá una justificación, pero por desgracia solo es una, algo increíble para su oídos, pero es que yo del amo Richard me enamore incondicionalmente, pues es muy amable y muy atento hacia mi persona, por una vez en mi vida me sentí humano tras mirar su sonrisa, aquel gesto tierno que tímidamente deja ver, no piense mal de su hermano amo Solomon, el solamente vino a pedirme que arreglara su cuarto pues tenia que descansar, se sentía mal, fue entonces que mi corazón me impulso a robarle un beso, solo yo tengo la culpa de esto… os ruego me perdone amo, perdonaos gentil hombre y no se crea una mala imagen de este hermano suyo que tenéis.

¿Pero por que Cassie hacia eso? ¿Por qué se humillaba de esa manera? ¿ por que tenía miedo tras mirar aquellos imponentes ojos azules? ¿Por qué?… su corazón le dictaminaba no enfrentarse aquel superior ser y que tenia que proteger a su amo Richard no por el amo que le tenía, si no por obligación pura, puesto si le pasaba algo ella le cairina todo el peso divino, era así como reducía que tenia que proteger a aquel hombre con su propia vida, sin recibir nada a cambio, pues su bienestar era su bálsamo. Esta bajo más su cabeza y espero la reprimenda del senador Solomon.

Los nervios invadían el cuerpo de la musa, aquella mujer que se denigraba a suplicar por su felicidad a lado de aquel hacendado ser que amaba. Algunas palabras fueron expulsadas desde los gruesos labios del amo Richard, Cassie no decía nada, solo yacía hincada cubriendo el miedo que se derrochaba entre su tierna cara. De la nada el amo de tal esclava se posaba aun lado de ella, le tomaba los hombros y la levantaba, pero todo miedo cambio tras su oraciones, Cassie no podía creer que aquel destapara su romance en medio de la presencia imponente su hermana mayor, esta se asombraba y abría la boca como los ojos, temblando de miedo, queriendo refutar pero fue silenciada si ni siquiera haber hablado, por un fogoso beso, donde las lenguas se entrelazaban y su cintura era sujetada, Cassie se perdía en aquella magia dejando atrás la imagen dé su otro amo.

En un instante aquellas bocas se separaban, dejando soltado un suspiro excitante por parte de su sierva, aquel escudriñaba sus ropajes, para así saca una hermosas joya, un anillo para ser mas precisó, y lo que nunca se hubiese pensado aquella hispana llego, una propuesta con un testigo amargo, la petición de casarse y hacerle el hombre mas feliz del mundo, esta se lleno de lagrimas y cuando iba a dar respuesta a todo eso, se acordó de Solomon, y mas por que este ordeno a Richard que saliera inmediatamente de la habitación, dándose así la media vuelta y alejándose de aquel cuadro de amor, el senador salió azotando la puerta, quedando aquellos dos en intimidad, Cassie se volteo una vez mas, mirando los ojos de aquel que le quitaba la opción de razonar, cada vez que era deslumbrada por su sonrisa, le tomo la mandíbula y se hundió en un beso húmedo por meros segundos, separándose y lanzando aliento a los labios de Richard, la dama con los ojos cerrados y acercando su nariz a la de el, dijo:

-Amo… no haga estupideces que causen mi dolor eterno, los ojos de su hermano estaba demasiados vacios, inciertos para ser mas certera. Vaya hable con el, no repele nada, guarde silencio, se que usted es de poderoso orgullo, pero quiero que mi esposo viva a lado mi y no durmiendo en una tumba, yo escapare por la ventana y le esperare en los jardines de orquídea, si Solomon se opone, pues huyamos lejos, tanto que ni el propio sol sabrá donde nos escondemos… Lo amo Richard… Lo amo desde que lo mire por primera vez, desde que fui su regalo de parte de la señora Samantha, y siempre será así… por lo que vaya y hable con el senador… yo lo esperare esta día, mañana y toda la eternidad, por que lo amo…Richard.

Guardando silencio le beso una vez mas, mordiendo sus labios, humectando sus mejillas con su llanto, mientras su manos manejaban su espalda de lado a lado, como si fuese la ultima vez que le miraría. El tiempo pasó y esta se separo, le miro mientras pasaba su dedo índice en los labios gruesos de su hombre, limpiando su saliva y regalando una sonrisa, dio media vuelta y tomando aquel objeto extraño, su guadaña, se alejo por la ventana.

Cassie era en verdad ágil, en el sentido de escabullirse en pesadas situaciones, pues como si fuese un juego para niños pequeños, descendía entre las enredaderas que cubrían el mármol viejo de la pared, esta no tardo ni diez segundos y ya estaba corriendo en dirección al jardín de orquídea de su antigua ama, pero un extraño presentir le hizo detenerse abruptamente, giro su rostro hacia atrás y mirar la solitaria ventanita de su recamara, trago costosamente saliva y volteo por completo su cuerpo, relamió con lentitud sus resecos labios, los cuales aun yacían marinados con la saliva dulzona de su amado Richard.

Cerro sus ojos y dejo que por un instante el viento la acurrucara en su magia mística de antaño, extendió sus brazos para que así las yemas de sus delgados dedos se resecaran, surco una sonrisa mientras movía su rostro de una forma negativa, y tras denotar que nadie estaba ahí aquella grito y salto de felicidad, culminando en un parloteo para si misma:

-Por todos los dioses no se que estoy haciendo, pero no puedo estar aquí y mi amado haya solo… así que no me interesa encontrarme con Solomon, yo regreso de inmediato a mi aposento…

Y con lagrimas en sus ojos Cassie se lanzo a corre de regreso a su cuarto, las ansias le consumían demasiado para estar en esos momentos sola divagando, por mas de 19 años lo había hecho y ya era momento de cortar aquel frustrante mecanismo de vida. Esta escalo como si fuese ladrona una vez mas la enredaderas de la pared, llegando al barandal del balcón lanzo su pierna derecha para engancharle, y así alzar su cuerpo y poder dejar a la vista de su amado parte de su torso y su rostro, con jadeo pues ya estaba un poco cansada, esta miro a Richard escribiendo, generando que su frente se frunciera, se carcajeo levemente y dijo:

-Amor ¿m e podridas ayudar por favor?

Y guardo silencio esperando las reacciones del joven Richard.

- ¿Amo?

Fue lo único que Cassie cuestionaba al lugar, mientras yacía aun varada en el barandal, las facetas de su amado amo Richard expedían una enorme preocupación, como pudo aquella traspaso la pequeñita muralla, quedando parada en el balcón, mientras no despegaba la mirada a su amor. Tal parresia que el amo sufría una serie de conflictos mentales, pues su semblante era de miedo, terror, impotencia y desesperación, Cassie se llevo la mano derecha hacia el pecho del lado del corazón y con fuerza apretó las telas de sus vestido, dejando así una serie de arrugas, lentamente comenzó a caminar para el encuentro de su amo Richard.

Y a un lado de la presencia de Richard Cassie yacía toda preocupada, y cuando se disponía a hablarle y tomarle el rostro entre sus manos, tras un sobresaltó el amo despertaba de su ahogante transe, su mirada reflejaba una enorme frustración inyectando sentimientos de dolor en Cassie, este no se pudo contener y la abrazo con gran desesperación, al igual sus besos eran desgarradores, asfixiando a la dama en escena, esta no tenia opción y tan solo cerraba sus ojos dejándose guiar por la locura de su prometido.

Luego las palabras de Richard algo extrañas ensordecieron los oídos de la hispana, palabras de promesas, palabras de despido, este ladeo su rostro y tan solo repasó su mano entre la mejilla lisa de su amado, para así con tranquilidad decir:
-Y yo siempre estaré a su lado amado mío, de eso no dude nunca, que mi cuerpo, corazón y alma le pertenecen desde el primer día en que chocamos las miradas… yo a usted lo amo y nunca me separare de su lado… amo Richard… amado Richard.

Pero cuando Cassie se disponía a besarlo una nueva voz invadió la garganta de su amo, tan extrañas palabras que provocaron inmediatamente que la dama diera un paso hacia atrás, algo extrañada y con leve miedo le miraba, atónica por escuchar esa noticia. Su cuerpo tomaba un agite pronunciado, pues era increíble que Richard fuese el cuerpo portador del gran diosa Apolo, aquella divinidad que Cassie tendría que seguir incondicionalmente, su dios tenia el rostro de su amado… conflictos amargos eran los que invadían sus entrañas, después nuevamente Richard tomaba posesión de su esencia suplicando el no alterarse, cosa que para Cassie ya no podía controlar.

De la nada una enorme luminiscencia invadió el entorno del cuerpo de Richard, segando por segundos a Cassie, pero pudo percatar como el amo caía abruptamente de rodillas, esta dio un paso frontal y lo único que alzando a decir fue:

-¿Richard?

Después aquel hombre tomaba un color rojizo entre su cabellera, generando la parálisis total en el cuerpo de la musa aun no despertada en esa era, abruptamente los suelos comenzaron a sucumbir, mientras que la luz aumentaba de grosor invadiendo por completo la habitación de la esclava, como reacción instintiva el amo Richard jalaba a Cassie y la abrazaba, esta cerraba sus ojos y tan solo posaba sus manos entre la cara de su amo, queriendo mutar confianza en el… mientras acababa tal espectáculo indescriptible.

Posteriormente con esfuerzo Richard amansaba la alteración del espíritu de Cassie, diciendo que aunque aquel día despertaría Apolo en su cuerpo, el seguiría a lado suyo y se casarían, a lo que con lágrimas aquella le contesto:

-Y aunque me ordenen el que yo tenga que morir para defender a mi Dios, Tu siempre serás mi única prioridad, al hombre que tengo que proteger solamente eres tu… y aunque muera, yo siempre estaré a tu lado Richard… Siempre..

De inmediato aquella turbulencia cósmica culmino con el aparecer de una enorme armadura dorada, la cual se fusiono acopladamente en el cuerpo de Richard, este se levantaba expidiendo un aura totalmente distinta, pues Apolo una ve mas avía surgido apoderándose de la humanidad del amo de Cassie, este hablo, llamando a la dama de una forma totalmente distinta, le llamaba con su verdadero nombre: Clío.

Cassie cerro sus ojos y se dejo besar por el dios, aquella fusión de carnosidades húmedas era totalmente distinta a la que presenciaba siempre con su amado asentado, pues aquel beso trasmitía una sensación eléctrica la cual despertaba una excitación en su ser. Después este se separo y la armadura desvaneció, después aquel termino con una oración y acallo sus palabras, esperando a que Cassie hablara, por lo cual cerrando una vez más sus ojos y dejando escapar unas cuantas lágrimas hablo, pero de una forma distinta:

-Mi dios, años son los que he estado en espera de su reencarnación, y ahora, en este día, en el que mi portadora se enamora del portador de su esencia, es en verdad algo maravillosos. Nosotras las musas no podemos ser amantes y mucho menos del dios al cual servimos, pero usted Apolo o mi dios… mi amor, siempre en silencio le he amado incondicionalmente, agradezco esta oportunidad y mas que servirle seré la perfecta amante (tomando su mentón) es momento de que vayamos a casa, por favor…

Aquella cerró sus ojos y se abalanzó cayendo entre el pecho de su amante, dejando aquel tono de vos… la verdadera Cassie hablo:

-Amo Richard… este día es el más glorioso en mi vida… Quiero casarme con usted lo mas pronto posible, no me importa lo que esta pasando, siempre estaré a su lado… amo…Richard.

Cerro sus ojos y quedo inconsciente entre el acobije de aquel fornido pecho, pero aun así delgado.

Su cuerpo se perdió entre la comodidad de su amo, una sonrisa fue surcado en sus gruesos labios, y su mente se divagó por entre sus recuerdos vagos. Cassie aquella musa que no tardaría en despertar, para así poderse fiel totalmente a su amo y amado Apolo, dormía cómodamente sobre el pecho de Richard, después como si fuese soplo de viento, algo fugaz, sintió como su cuerpo se recostaba en una suave cama, así entre sueños escucho las palabras de su amo, algo difusas, pero al fin oraciones anhelosas.

Los minutos pasaron y una caricia de dedos sobre su tersa piel le despertó. Lentamente abrió sus ojos y miro con ternura a aquel hombre que yacía a un lado de su cama, le sonrió y suspiro, alzo con lentitud su diestra y detuvo la mano de su amo, el cual le beso, suspirando esta se levanto para quedar sentada frente a Richard, tomo con ambas manos su mentón y acerco su rostro ala de ella, lamio con lentitud la comisura de sus labios, para después con su misma lengua abrir sus boca, y así fue como comenzó a besarle con una pasión desgarradora, sus manso rosaban tiernamente su rostro, después sin anunciar ni nada por el estilo esta se separo de él, se recargo en su pecho y dijo:

-Hola mi amor, perdóname por haber dormido así, perdón en verdad, pero es que muy pronto tendré el control total de este cuerpo, una vez mas Clío renace y esta vez a lado vuestro como esposa, en verdad estoy muy contenta con esta situación que nos da la oportunidad de estar más cerca Apolo… Ahora cuando no casemos… ¿Podremos ir ya a vuestro templo? Disculpa mis ansias amor, pero en verdad ya no quiero estar en este nido de víboras mortales, Oh Apolo amor mío ¿Quién será vuestro objetivo?

Después de eso Cassie acallo sus palabras y cerró sus ojos, mientras que con fuerza abrazaba a Richard, algo sonrojada, pero por fin contenta.

De la nada aquella fue abrazada entre los delgados brazos de su dios, diciendo algunas hermosas palabras a lo cual ella simplemente sonrió, en silencio y con gran atención la musa de Clío escuchaba cada frase, cada palabra, mientras que sus ojos no se despegaban de los gruesos labios del amo.

Después todo fue interrumpido por la llegada de una sirvienta de la cual entre sus manos traía su hermoso vestido de bodas, de un color tan blanco como las nubes que se desperdigaban en todo el cielo.

Su amado le beso de una manera colosal, la cual inyectaba enormemente el deseo de poseer aquel cuerpo entre su cama, pero todo cambio cuando este se retiraba, Cassie nunca dijo nada en silencio se quedo, viendo como la puerta se cerraba, suspiro y se levanto de su lecho, tomo las prendas y les miro con gran asombre, suco una tierna sonrisa y lentamente se despojo de su harapiento vestido, fue hacia el cuarto de baño y con agua fría se limpio toda impureza, su húmedo pelo cubría la curvatura de sus senos y parte de su espalda, saliendo de aquel lugar gélido esta simplemente con una toalla se seco, fue directamente hacia el vestido y se lo coloco, percatándose del exagerado escote.

Cerca del ventanal Casi se posaba mirándose entre la limpidez del vidrio, percatándose que tan seductor estaba aquel vestido, escorado, desnudo del vientre, hermoso en verdad no tardó mucho y esta se sonrojo, se sentía muy bien con lo que estaba pasando por lo que simplemente suspiro dio media vuelta y salió de aquel aposento hacia los jardines secretos… hacia su boda… asía su felicidad efímera.