Tranquilo por el mercado...

Y Aquella llegaba a la cadencia de aquel lugar expuesto para cualquier tipo de clase social, desde emperadores hasta esclavos, Alessa miraba por doquier perdiendo su ojo “sano” entre aquel mármol desgastado que se alzaban ante su presencia con el simple hecho de ser una casa, establecimiento o templo para el culto a los dioses, pero aquella diagonal donde a pared era caliza y no sólida en su totalidad como se conocía en cualquier arquitectura Romana , llena de moho y con el ligero aire de querré derrumbar ante la vista curiosa del errante que se dispone un tiempo para admirar tan denigrante escultura humana.

Alessa detuvo su andancia por brevedad de tiempo, lentamente se acercó a dicha diagonal recargándose en la pared como si el tiempo se disipaba entre sus largos cabellos azulados, como s en un segundo se olvidara de su cruel destino como seguidora de un mundano dios, percatando en ensueño que hay el aire se tornaba distinto, tan fresco con un leve rose de eucalipto, cerrando su orbe libre de parche aquella inhalaba tales fragancia para tan solo decir:

-Por un momento… pensé que ya he estado aquí… ¿Por qué la melancolía se aferra a mi corazón?… ¿Por qué?…

Y de la nada ecos ensordecían su oídos, como si un jarrón se rompiera o algún objeto de barro tras chocar toscamente en el piso, y aquella alzaba su rostro para presenciar aquel acto de vandalismo pero nada… absolutamente nada, simplemente reminiscencias borrosa de una cobarde que prefería dejar su pasado por la codicio de poder.

Relamiendo sus labios y surcando una lastimera sonrisa Alessa se alejaba de aquel solitario lugar caminando sin presura, deteniéndose por la brisa húmeda que de la nada azotaba como bienvenida ente la faz de aquella errabunda herida, superando tan solo explayaba sus brazos de lado a lado para así dejarse embriagar por tales aromas que podía propiciar el ambiente cuando este era bañando por aguas de un acumule artificial en días de calor.

Abriendo su parpado tan solo pudo ver aquella hermosa fuente, generando una tristeza sin saber el porqué, para que tan solo ladeara el rostro y prosiguiera su paso… al diablo con aquellos recuerdos que no podía conseguir ser límpidos para su mente, mezclándose con una caravana de vagos y prostitutas lentamente se alejaba de aquel lugar amargo, tal parecía que hacia el Tiber se dirigían… por lo que a aquella no le importó… tan solo quería huir de algo que no recordaba pero que presentía que sería doloroso si conseguía.