Villa Hímero [Habitación de Fingolfin]

por Fingolfin Mar Oct 12, 2010 5:17 am

Era ya de día, puesto que los rayos del sol comenzaban a entrar por la ventana. La pequeña luminosidad que entraba por la hendidura hacía abrir los ojos del fatigado y cansado jovencito, bostezó un instante mientras se desperezaba. Observó a su costado y estaba su cuerpo cubierto por una sabana, mientras dos jovencitas muy bonitas estaban abrazando su pecho una de cada lado; en sus pies había otra chica durmiendo con su cabeza apoyada en sus piernas. Mientras que alguien entró por la puerta.

- Buenos días, señor Fingolfin.

Dijo la chica que estaba completamente desnuda y traía el desayuno del joven a la cama. A decir verdad, todas caminaban desnudas y todas eran sirvientas de la villa Hímero, pues era la tendencia del joven. Cerró sus ojos un tanto fuertes para poder abrirlos mejor y evitar las lagañas, al mismo tiempo que intentaba aclarar su voz para la mañana, recibiendo la bandeja que la chica traía, sentándose en el respaldo de la cama y colocando el desayuno en su falda, mientras se frotaba los ojos.

- Ya te dije que no me digas, señor… me hace sentir viejo y apenas estoy en el apogeo de mi vida. No soy viejo, soy bastante jovencito y sobretodos las cosas, soy hermoso… ¿No crees que soy hermoso?

- Sí, muy hermoso, joven amo.

- Así está mejor, ¿Pero no te olvidas de algo?

- Discúlpeme…

Dijo ella para agacharse e introducir su lengua en la boca de Fingolfin, para darle un beso bastante lujurioso. Mientras que las otras chicas se despertaban un tanto para también desperezarse y la que lo besaba se separaba un poco, para sentarse al costado de las demás. En la bandeja había un poco de jugo de frutas y pequeños trozos de pan con un poco de queso… suficiente desayuno para mantenerse en forma. Fingolfin aplaudió al aire, para que las chicas tomaran el desayuno y le sirvieran en la boca, mientras él se recostaba suavemente entre las almohadas de la cama.

- ¡Ay! Que difícil es ser yo…

Dijo mientras algunas chicas besaban su pecho. O le daban de comer en la boca, directamente desde su boca, produciendo al mismo tiempo un beso. Era realmente envidiable estar en ese puesto, para cualquier hombre de Roma, pero pronto otra jovencita desnuda ingresó a la habitación y le comunicó a su joven amo.

- Joven amo, creo que estará llegando tarde a su clase con su instructor de armas.

- Muchas gracias, si llega dile que espere un momento, pronto iré… estoy desayunando.

Musitó para separarse un momento de las chicas que llevaron la bandeja a otro lado y se retiraron dejándolo solo por unos instantes en la habitación. Las jóvenes sabían que a él le encantaba todo eso, pero también sabían que cuando su amo se disponía a entrenar en los últimos días, lo hacía con mucha seriedad, pues quería ser tan grande como Octavius.

por Fingolfin Sáb Nov 06, 2010 4:16 am

Había vuelto del viaje luego de la mala experiencia que tuve con ese tal Steven, el muy creído me quería hacer pasar vergüenza de seguro, algo que realmente me irritaba; que me vieran como un niño tierno. Observé que había una silla enfrente de mí y la pateé con fuerza haciendo que esta llegara hasta un par de muebles y se rompiera un instante, tenía una furia incomparable, todos me trataban así y era algo que odiaba.

- ¡Ya estoy harto de esta mierda!

Musité con bronca, mientras las sirvientas que recién llegaban conmigo comenzaban a desnudarse. Acariciando mi cuerpo, quizás para calmarme, pero no me sentía con ansias de hacer absolutamente nada, de hecho tenía una bronca demasiado fuerte como para hacer algo, quería combatir, quería aprender a ser el mejor de a poco o rápido, para cerrarle la boca a todos los hijos de puta que pensaban como Steven, y a toda la mierda de gente que me delataba que yo tenía orgías, cuando ellos mismos también de vez en cuando la disfrutaban porque yo lo dejaba, personas de mierda eran.

- ¡No quiero nada, chicas! Necesito estar a solas… ¡Llamen al instructor de armas…! ¡Quiero que esté a todo momento que yo quiera para entrenar! ¡QUIERO QUE LO LLAMEN AHORA! No me importa la paga, si tiene que dejar a su familia para atender mis asuntos, quiero que me enseñe todo lo que comprende o mándenlo a matar… ¡Voy a ser aun mas fuerte que Steven, “El idiota invencible”, mas fuerte que Octavius! ¡YA LO VERAN, IDIOTAS!

Musité para luego sentarme en la cama, mientras llevaba mis pelos hacia atrás pensando. La habitación quedaba vacía, todas las sirvientas tomaban sus prendas para vestirse afuera y corrían para ir en busca del instructor de armas, de mi maestro; de aquel que necesitaba para hacerme mas fuerte aun de lo que ya de por sí era. Era momento de calmar la ira y pensar en grande, de ser un verdadero guerrero en una familia de ricos que solo se dedicaban a rascarse la entrepierna por heredar la riqueza y el poder de sus padres, no quería ser un gordo nefasto como mi padre… quería ser un guerrero, con el mejor cuerpo, con el mejor rostro, con el mejor poder y el único al que hasta el emperador tuviera que arrodillarse para rendirle respeto.

Villa Hímero [Habitación de Fingolfin]

Villa Hímero [Habitación de Fingolfin]

Re: Villa Hímero [Habitación de Fingolfin]