Villa Romana de Cambre [Habitacion de Invitados]

Habian pasado varias horas desde que termine mis asuntos con Seiren cuando por fin volvi a la casa del senador Mauritius quien por lo que me decian sus propios sirvientes habia salido en esos instantes y que posiblemente llegara tarde de vuelta, a lo cual solo asenti agradeciendo humildemente la informacion mientras les daba ordenes a los soldados egipcios que estaban alli de ir a descansar para que no gastaran mucha energia puesto que pronto podriamos volver a Egipto y podriamos ver a nuestra señora Selene. Despues de eso me dirigi a la habitacion que habian preparado para mi en esa villa caminando con paso firme y calmado por los pasillos de ese lugar viendo maravillada la estructura de ese lugar, los arquitectos romanos eran bastante buenos en su trabajo si, pero no superaban a los nuestros y aun cuando me impresionaban sus edificios seguian siendo algo ambiguos para mi. Llegue finalmente a la habitacion en la cual di un largo suspiro al ver que me habian dado una habitacion espaciosa con una gran cama y varios muebles para guardar cosas ademas de que tendria acceso a los baños cosa que me haria bien ese momento pero antes queria descansar o de lo contrario colapsaria, arreglar el asunto de Seiren y haber estado bajo presion todo el tiempo no me hacia bien en absoluto.

- Esperemos que Seiren este preparada porque esa maldicion comenzara a perseguirla hasta el final de sus dias solo por haberme faltado el respeto de aquel modo, sobre su amiguito Suzaku ya veremos que hacer -murmura recostandose sobre la cama y quedando profundamente dormida casi al instante-

Pase durmiendo algunas horas debido a que me encontraba mas exhausta de lo que habia pensado debido al estres que me produjo Seiren, las noticias de Egipto, la partida del heredero romano hacia alla todo me habia cansado bastante por lo cual era comprensible que durmiera tanto. Desperte despues de unos minutos de mantener mis ojos cerrados viendo que aun estaba en aquella habitacion de invitados que me habian facilitado cosa que no me sorprendia, ahora que lo pensaba no habia tenido la oportunidad de conocer Roma debido a lo que paso anteriormente cosa que enrealidad no deseaba recordar porque sino volveria a estresarme y ya de por si lo estaba bastante pensando en la seguridad de mi nacion. Me estire un poco levantandome de la cama y arreglando un poco mi oscuro cabello el cual se habia desordenado debido a la posicion en la que estuve durmiendo hace poco sacando unos adornos de oro que tenia los cuales siempre llevaba puestos en el y que principalmente nadie notaba puesto que los escondia bien en mi oscura cabellera, mientras pensaba esto arregle mi vestido el cual estaba algo arrugado estirando un poco la tela para que esta se sintiera mas comoda para mi. En ese instante escuche que tocaban la puerta pidiendo permiso para poder entrar lo cual me extraño ya que pensaba que entrarian asi nada mas puesto que la casa les pertenecia y no tendrian esa clase de cortesias con una simple extrajera.

- Vaya no me esperaba que alguien tuviera algo de cortesia en este lugar... -murmura antes de dar un suspiro- puede pasar la puerta esta abierta...

Un momento despues de contestar el llamado a la puerta vi como esta se abria con cuidado dejando ver a un chico de cabello largo y de un color azul parecido al del oceano, tenia buen fisico debia admitirlo pero tambien se podia ver que mirada aparte de ser calida tambien tenia un deje de endurecimiento cosa que seguramente obtuvo durante años. Me le quede mirando unos segundo mientras este se presentaba como uno de los dueños de la villa y tambien como uno de los anfitriones que alli vivian hablando acerca de que el senador Mauritius al haber salido el se tomaba el atrevimiento de ser mi nuevo anfitrion a lo cual solo asenti con un movimiento de cabeza viendolo de una manera bastante calmada, aunque debia admitir que me parecia raro ver a un hombre romano con el cabello asi de largo pero al señor Defteros no le quedaba nada mal si decia la verdad ya que contrastaba perfectamente su fisico el cual tambien estaba muy desarrollado haciendolo ver atractivo para cualquier mujer hasta para mi que era una simple extranjera. Segui escuchando atentamente las palabras que el señor Defteros me decia sorprendiendome un poco ya que no estaba enterada de que ya habian puesto la mesa y habian servido los alimentos del dia y en cierto modo agradecia que el me dijera lo que sucedia puesto que faltar a la mesa cuando los alimentos ya estan servidos era algo muy descortes en Egipto ademas de ser una clara ofensa contra nuestros dioses.

- Le agradezco que me avisara puesto que no estoy muy enterada de lo que sucede en esta villa ni en Roma mismo solo se me dice lo necesario mas no lo que pasa a mi alrededor, pero que descortes soy no me e presentado me llamo Rain soy la sacerdotiza principal de nuestra reina y la que actualmente vino a hacer un tratado de paz con Roma, es un placer conocerlo señor Defteros... -dice haciendo una reverencia manteniendo un poco la seriedad ante el ya que siempre se ponia algo nerviosa al hablar con hombres-

Espere tranquila y algo nerviosa la respuesta que me daria el señor Defteros despues de haberme presentado la cual no tardo en venir escuchando cada palabra con atencion haciendo que un pequeño color rojo pintara levemente mis palidas mejillas al oirle decir que honraba ese sitio con mi sola presencia. Escuche como se referia a mi rango cosa que me hizo recordar ciertas cosas del pasado como las innumerables veces en las que casi me castigaron por andar leyendo en la biblioteca de palacio en vez de limpiar los pasillos o por ponerme a experimentar con plantas que en si eran venenosas para cualquiera pero que para mi no lo eran en absoluto, fue esa actitud de distraida y algo suicida que llamo la atencion de mi señora Selene ademas de que mis conocimientos superaban en mucho a los de sus otros sacerdotes cosa que la maravillo dandome asi el rango de sacerdotiza y segunda protectora puesto que su primera protectora era una amiga muy cercana para mi de la cual no tenia noticia alguna cosa que me hacia sentir algo triste, pero no podia estarlo en especial en momentos como este debido a que debia mostrar una posicion firme y seria sin dejarme llevar por mis emociones o podrian haber problemas nuevamente y yo seria la unica responsable de ellos. Escuche que el señor Defteros me preguntaba si primero queria asistir al comedor a comer algo o el mostrarme toda la villa a lo cual solo lo pense unos minutos antes de responder su duda.

- La verdad es que me gustaria mas el conocer bien esta villa ya que podria perderme sino la conozco bien y eso no seria algo bueno puesto que no me gusta causar cierto tipo de molestias asi que si fuera tan amable de mostrarme todo este lugar se lo agradeceria mucho señor Defteros -haciendo una reverencia despues de haber dicho esto-