Habitación Elnath

por Aldebaran Jue Ene 13, 2011 7:14 am

Estaban ambos hombres observando el reposar del guerrero Arone, ya había pasado muchas horas desde aquel suceso con la bestia que había combatido; quizás lo suficiente para que éste despertara. Seisyll notaba que el futuro caballero de Aries tenía un poco de fiebre así que había colocado unos paños mojados en la frente del joven. Pensativo estaba el gigante de Tauro, observando como su discípulo trabajaba. – Es indicio de que la guerra ha comenzado, queramos o no.

¿Pero guerra contra quien? – dijo intrigada Seisyll mientras revisaba la temperatura de Arone con la parte exterior de su mano derecha, tocando sus mejillas para ver si tenía calor. Era evidente que el cosmos había calentado su cuerpo y había liberado más del que podía controlar, lo que quería decir que no iba a ser nada bueno.

No lo sé a ciencia cierta, pero sé que son poderosos, esa bestia con la que peleó Arone, era solo una representación, no quiero saber ni siquiera el poder que podría llegar a tener su caballero o lo que sea. – dijo Aldebarán apoyando su espalda en un pilar de los tantos que había en esa habitación.

¿Cómo que una representación? ¿Qué demonios era eso, entonces? Yo logré sentir un poco de su poder, pero nada tan descomunal. – musitó Seisyll.

Claro, una representación, es como si contra un guerrero hubiese peleado un toro dorado, de seguro sería la representación de mi signo, de la bestia mitológica o algo que exista. Quizás el poder del caballero que porte esa armadura, sea uno de los mejores. – dijo Aldebarán mirando de reojos al joven.

Obsérvalo, Seisyll. Mira como quedó luego de un combate contra esa criatura, no era un poder descomunal el que tenía esa bestia, pero el teniendo conocimientos a base del cosmos minimamente le costó, imagina si mas de esas bestias se dispersan por cualquiera lugar y luchan con personas que son inocentes que y no controlan el cosmos, provocaría un caos terrible. Sin contar una gran masacre. – dijo poniéndose serio el gigante.

Tienes razón, realmente sería terrible, ¿Pero por que no van tú con el caballero que encontramos fuera a destruirlos? Eso acabaría un poco el problema. – dijo el guerrero proveniente de las regiones nórdicas.

No, realmente. No sé ni de donde vienen, ni que quieren hacer, y es obvio que algo mas grande las controla, quizás un Dios, quizás el Dios contra el que nos tocaría pelear en un futuro. No tengo que ir a sus súbditos, tengo que ir por lo grande. – dijo mirando a los ojos a Seisyll, los orbes de Aldebarán brillaban con emoción, como si un futuro pasara por ellos en ese instante, lo podía sentir.

¿Iras en busca de su Dios? – musitó Seisyll.

No, jamás podría vencer a un Dios, iré por nuestra Diosa. Supongo que ahora que soy un caballero y tengo un poco controlado el poder, no me sería muy difícil encontrarla, aunque no se si haya despertado, pues siento montones de presencias esparcidas por el mundo. – el caballero de Tauro le dio la espalda a Seisyll, para hacer tres pasos hacia la puerta.

Encárgate de todo mientras yo no esté, confío en que el Templo de Tauro estará bien vigilado por ti en mi ausencia. Si despierta el joven, dile que me busque, el ahora conoce los principios del cosmos y podrá rastrearme muy fácilmente, tengo que emprender el viaje, tengo que volver a la fuente de nuestra reunión… volveré a Roma! – dijo para salir por aquella puerta, sin llevarse nada de provisiones o algo, estaba seguro de si mismo, seguro de querer cambiar el futuro de este mundo.

Mucha suerte… - dijo Seisyll susurrándolo, para que nadie escuchara. Observando de reojos a Arone, cuidándolo un poco, pues parecía tener pesadillas.

por Arone Dom Ene 16, 2011 10:28 pm

Sumido en las sombras de un sueño obligado por mi cuerpo ya que al parecer fue demasiado para el despertar el cosmos por primera vez de una forma tan repentina, pero no me daba cuenta del tiempo que había pasado desde que me desmalle o incluso si permanecía en el mismo lugar, o si seguía vivo…ya que no sabia con exactitud lo que había ocurrido con esa bestia que nos ataco, olvide un momento eso para hundirme en un sueño lleno de recuerdos sobre mi hogar, también sobre Egipto recordar sus aguas sus frutas tan dulces anuqué no haya estado demasiado tiempo en el recordaba claramente la mayor parte de las cosas que viví en el.

Incluso recordaba el calor de los alrededores a causa del gran desierto, recordé a mis tíos y primos, de momento me encontraba en lo que parecía un hermoso oasis en donde no se sentía en calor, mientras que escuchaba las historias que me contaba mi primo acerca de criaturas fantásticas y mundos extraordinarios, me fascinaban esas historias ya que me lo imaginaba mientras lo iba narrando con tanto detalle que me perdía en mi mente imaginado cada escenario y personajes que pudieran aparecer en el, eran recuerdos alegres o por lo menos eso pensaba hasta que de la nada en mi sueño el sol se oculto bajo unas nubes negras.

El viento del lugar comenzó a arremolinarse con fuerza provocando que algunas de las plantas que se encontraban en el oasis fueran arrancadas.-Arone…-Me encontraba mirando los alrededores ya que no entendía que era lo que pasaba pero escuche las palabras de mi primo y dirigí mi vista a el.-Mi tiempo a llegado, los momentos que pase con tu familia fueron agradables aunque fueran romanos…-Miraba nada mas su espalda mientras escuchaba lo que el decía sin saber que pretendía con ellas.-Nunca me imagine que fueran tan agradables ja…te encargo a mi familia que ahora es la tuya…ya que después de todo somos primos-hermanos…

Sus palabras se escuchaban tristes pero aun así me quedaba callado para que acabara de hablar.-Bueno eso es todo lo que te tenia que encargar…a una cosa mas una advertencia.- se giro para mirarme, pero al observar sus ojos mostraban odio y frialdad.-La próxima vez que nos veamos ten por seguro que te matare si no eres lo suficientemente fuerte Arone…no me tocare el corazón si nos encontramos, no te daré oportunidad de nada así que ten presente eso y vuélvete fuerte sino no baldra la pena matarte personalmente…-Ese sueño que se convirtió en pesadilla acabo por el rugir de una extraña ave que se poso al lado suyo.

Al despertar note que me encontraba en una habitación mientras que alguien se encontraba al lado mío.-Donde estoy?.-Pregunte ya que no sabia nada.-Ya despertaste que bien, tenías algo de fiebre y te estuve cuidando, te trajo Aldebarán a esta habitación para que descansaras.-Me senté para mirar mejor en donde me encontraba además de que mi cabeza giraba para todos lados para buscar a Guren pero lo mire a un lado de la cama en una especie de cojín.-Que bueno que estas bien…-Lo tome entre mis manos para verlo.-Le tienes mucho cariño a esa criatura no es así?.-Mire al joven para responder.

Si un poco se podría decir, mi nombre es Arone cual es el tuyo?.-Le pregunte ya que tenia curiosidad de saber su nombre.- Seisyll es un gusto.-De momento varias preguntas aparecieron en mi mente como por ejemplo.-donde esta Aldebarán?.-Mi mirada mostraba curiosidad.-Fue a Roma, para buscar a Athena y me dijo que lo buscaras ya que sabes los principios del cosmos.-Lo mire confundido.-Roma…-Me quede un momento en silencio pero después solo me levante de la cama con una mirada que reflejaba mis deseos de partir.-Entonces me retiro, y gracias por cuidar de mi y de Guren.

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