Aposentos de la diosa.

por Lydia Dom Feb 13, 2011 3:39 pm

Lydia llegó usando su cosmos energía a los aposentos de su templo en compañía de su amante, el dios del rayo, quien al igual que ella tenían el mismo deseo, el mismo fin. Ambos por mucho que trataran de disimularlo estaban deseosos de que llegara el momento en el que sus cuerpos se unieran en esa danza apasionante que una vez realizaron en el sanado, y que de no haber sido porque su parte humana aún quería acompañar al senador Solomon, ella hubiera repetido en la villa de Mauritius sin remordimientos hasta cansarse.

-Bienvenido a mis aposentos mi querido senador... Tal y como lo deseamos... Tú y yo estamos solos, nadie va a interrumpirnos nunca en este lugar.- La diosa del amor y la lujuria volvió a besar a Mauritius con esa pasión de siempre y jugueteó lentamente con su lengua cerrando los ojos, para así percibir más profundamente aquella sensación tan lujuriosa y deliciosa de la que había vuelto prácticamente una adicta.

Una vez que le empezó a faltar el aire, Lydia, la diosa del amor y la lujuria se separó unos momentos de su amante y sentó en aquella cama de cojines rosados que tenía la diosa en sus aposentos; mientras halaba de la mano a su amante para atraerlo hacia ella, pues estaba deseosa de tenerlo más cerca en ese cómodo lugar, que tenía una serie de monumentos representativos de ella, y un gran espejo arriba en techo, tal y como ellea quería para su cuarto en el palacio de Roma, con la única diferencia que el decorado de ese lugar era de tonos rosados y lila, y las joyas de la diosa estaban regadas en cualquier lado, o colocadas en algunos cofres abiertos que se desbordaban de tantos adornos para el cuerpo de la reencarnación de la diosa.

-Ven querido mío, vamos a tener una charla amena en este sitio tan tranquilo, vamos... No creo que quieras perder tu tiempo...- Lydia miró a su amante de forma lujuriosa y sonrió esperando las reacciones del dios del rayo.

Narro/ Hablo/

Así son los aposentos de la diosa

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por Mauritius Lun Feb 14, 2011 6:52 pm

De las entradas del senado, ahora despues de varios minutos danzando entre el cosmos de ella, me encontraba en sus aposentos, un lugar algo divertido, mas con el espejo en el techo, eso me parecia un objeto magnifico, lentamente comenze a mover mi cabeza para poder ver todo a mi alrededor, las estatuas de la diosa no se hacian esperar, y por ello parecia incrementar mas su ego de diosa de la belleza, no se le podia negar nada, ella era en verdad la mujer mas hermosa que hubiera visto, por eso mi amor por ella, me fije en sus joyas, objetos para enaltecer aun mas su belleza, cosa que a mi no me sorprendia, para ello le habia regalado un anillo que serviria tambien para ese mismo objetivo, colores vivos, las paredes pintadas de rosa y lila, algo parecido a su cosmos, no podia salir de mi asombro, y todo aquello comenzaba a exitarme, pero el detonante de mis bajos instintos fue el beso, con el jugueteo de la lengua de lydia.

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por Lydia Mar Feb 15, 2011 12:37 pm

Tal y como había pasado la primera vez que se vieron las acciones de Lydia, el roce de su piel, el tacto de su mano sobre su pecho o su rostro, sus palabras insinuantes, su abrazo apasionante, todo lo que Lydia hacía tuvo como resultado una reacción totalmente igual a la que había tenído Mauritius en el senado, un despliegue de lujuria desenfrenada, que sólo con el olor del perfume de la diosa afloraba en cuestión de solo segundos.

Afrodita también tenía que admitir que ella también caía rendida ante el porte y seducción de Mauritius, no hacía nada mas que desear estar con el y tenerlo aunque en teoría ese hombre no fuera suyo porque estaba casado con una diosa que aún no había despertado, pero eso la tenia ya sin cuidado; aunque Hera desperatara no podía someter a Zeus aunque lo encerrara en el sueño más eterno con ayuda de Thanatos, puesto que aún soñando el estaría con ella engañándola y amando más a la diosa del amor y la lujuria, la hija de Chronos que indirectamente era su hermana.

El jalón que Lydia dio a su amante para que cayera encima de ella dio resultado, su amante se dejó llevar a su lecho y cayó con suavidad encima del perfecto cuerpo de la mujer de cabellos negros, que ya sentía el gusto de tener la piel del senador Mauritius rozando lentamente con la suya invitando a la diosa a pensar hacer con el las cosas más pecaminosas y prohibidas a las sacerdotizas de la dios virgen Athena.

-Me siento feliz de estar aquí a tu lado...

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por Mauritius Mar Feb 15, 2011 11:00 pm

Vamos amor, tu cuerpo no desea que me entretenga mas hablando contigo, por la pequeña reaccion puedo decir que tu no quieres eso, ¿te parece que lo dejemos para despues? Termine de desnudarla, tirando su vestido hacia alguna parte de la habitacion.

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por Lydia Miér Feb 16, 2011 10:06 pm

Lydia sintió como su amante la terminaba de desnudar ante sus ojos con una mirada cargada de lujuria y deseo desenfrenado, era como si el no haberla visto solo por unas horas hubiera hecho que el se pusiera en un estado casi parecido al animal; un respingo apareció en el cuerpo de la diosa, puesto que por unos segundos sintió que desconocía a ese hombre que estaba frente a ella.

-Está bien... Vamos a dejarlo para después, pero que no se te olvide que tenemos que hablar de cosas importantes.- Lydia dijo esto mientras su amante tomaba una de sus piernas y la ponía encima de su hombro desnudo, porque ella se había encargado de que su querido senador estuviera desvestido por lo menos en su parte superior.

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Narro/ Hablo/ Pienso

por Mauritius Vie Feb 18, 2011 2:23 pm

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por Lydia Lun Feb 21, 2011 4:08 pm

Spoiler:: Con el pasar de los segundos el placer que sentía la diosa se intensificó más dándole a su ególatra amante un gusto mucho mayor al escuchar sus gemidos frenéticos, puesto que su cuerpo y sus instintos sólo se manejaban de acuerdo al accionar del dios del rayo, quien seguía moviendo sus dedos por encima de su clítoris haciendo que Lydia se sonrojara mucho más haciendo que sus contorsiones se hicieran más evidentes por las ondas de placer producidas ante el tacto del senador.

-No es algo irracional preguntar eso?- Lydia jadeó un poco más mientras sentía la temperatura de su cuerpo aumentar considerablemente- Además creo yo que no soy la única que siente esto... Tú y tu forma de actuar indican que no puedes resistirte a tocarme, a ponerme así... La sola idea de ser mi dueño te obsesiona... Mmmm- Lydia tiró su cabeza para atrás mientras suspiraba, ya que ahora su amante estaba metiendo su dedo índice dentro de su intimidad haciendo que la respiración de la diosa se alterara mucho más y con ello aumetara su humedad.

La excitación de la diosa era tanta que no podía ya poner atención a lo que el decía, y por lo tanto no sirvió de nada el cruel juego que hizo Mauritius llevando sus dedos mojados por los fluídos de su intimidad a la boca de la diosa, debido a que ella no percibía nada más que no fuera placer, el mismo que nuevamente se transformó en uno más grande e incontrolable cuando su amante empezó a pasar su lengua haciendo un trayecto desde el clítoris hasta el final de su femineidad, hizo esto tantas veces que Lydia sentía que no podía resistirse más ante tanto gusto, y de pronto le pareció injusto que el fuera quien tuviera el control del placer, sin embargo era tanto el placer que la diosa no se podía mover para cambiar esa posición, principalmente porque no quería hacerlo, le gustaba lo que estaba haciendo su amante con su lengua en ese lugar.

-Qué cruel eres Mauritius... No es justo que solo yo...- Afrotida no siguió diciendo más nada puesto que ahora otra oleada de placer hizo que ella se contorsionara más, ahora el dios del rayo estaba introduciendo uno de sus dedos dentro de ella dilatando más esa zona y estimulándola por mucho, pero no todo quedó en ese accionar, puesto que nuevamente la lengua de su amante estaba pasando atrevidamente por encima de su clítoris excitándola y desatando su deseo ferviente de sentir más pudiendo percibir el anuncio de la llegada de su orgasmo.

Con una hermosa y maravillosa parsimonia, la diosa del amor y la lujuria levantó su rodilla izquierda la cual por la posición en la que se encontraba ella llegó muy bien a la altura el miembro de su amante y empezó a moverla de forma circular para jugar un poco con Mauritius sintiendo como llegaba su primer orgasmo, un poco silencioso, pero eso sí bastante lleno de placer y lujuria.

por Mauritius Jue Feb 24, 2011 3:11 pm

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por Lydia Sáb Feb 26, 2011 9:31 am

Spoiler:: Lentamente el orgasmo de la diosa empezó a manifestarse sin ningún sonido en sí, pero bastaba con las muestras y movimientos que hacía su cuerpo como para que el senador fuera capaza de darse por entererado de lo que estaba sucediendo con ella. Con la misma lujuria de siempre y a pesar de que ya estaba en la última parte de la manifestación de su clímax, la diosa del amor sintió nuevamente la lengua de su amante pasando por sus labios vaginales probando aquel fluido fruto de las caricias y jugueteos de su amante en esa zona tan sensible para ella; el estaba probando aquello que contenía una mujer que en teoría le era ajena porque nunca le perteneció a él, pero no importaba eso, porque aquello era lo excitante, lo que les envolvía más, y hacía que sus cuerpos ardieran en un placer y un fuego abrazador.

Una vez que terminó aquella manifestación de placer, una contorsión más apareció en su cuerpo producto del roce de la lengua de su amante con su excitado clítoris, y producto del movimiento de los dedos de su amante que aún seguían masturbándola; segundos después de estas acciones su amante la acomodó mejor y comenzó a besar a la diosa con pasión y a juguetear con sus pechos haciendo que estos nuevamente se pusieran duros y más sensibles al tacto de su amante.

Un suspiro se escuchó nuevamente y otro rubor nuevo apareció en el rostro de Lydia al escuchar la voz de su amante en el oído transmitiendo otra onda de placer que recorrió su cuello y llegó a su flanco derecho, haciendo que las uñas de la mano derecha la diosa, que ahora se pasaba por encima de su espalda desgarrara ligeramente parte del cuello de la toga del dios del rayo.

-Con que quieres que yo haga exactamente lo que tu digas... Ya no estamos en esa época...- Una vez dicho esto Lydia se incorporó y observó a su amante sentado en el suelo al pie de su cama, se veía imponente, seductor, seguro de sí mismo, y lo más importante: Le gustaba de sobremanera a la diosa, parecía ser que ese Romano que era el recipiente del dios de los truenos hubiera sido criado para ser la reencarnación de Zeus, puesto que tanta arrogancia sólo podía existir por parte de el dios que mató a Chronos.

-Mmm veremos entonces si voy a ser buena chica o no, después de todo, no por buena es que Hefestos te daba quejas de mi todo el tiempo.- Una vez dicho esto Afrodita sonrió y bajó de la cama para ponerse frente a Mauritius y pegar su cuerpo contra la figura de este, de modo que la erección del romano se rozaba muy bien con la intimidad de la diosa, quien la sentía bastante bien por debajo de esa tela; una vez hecho esto la mujer de los cabellos negros empezó a besar a su amante con una pasión desaforada y lentamente pasó sus manos por debajo de la toga de su amante para acariciarle las piernas, la zona de la ingle y avazar hacia sus glúteos para apretarlos un poco, luego empezó a subir sus manos para pasar por su vientre y llegar a su pecho, mientras descendía sus labios y le pasaba la lengua por el cuello y alternaba aquellas lamidas con besos y mordiscos, su fin era hacer que se sintiera un poco desesperado y ansioso por tener más de ella, puesto que no iba a hacer lo que el le estaba pidiendo, aún iba esperar más antes de empezar a desnudarlo.

-Vamos querido... Quiero escucharte suspirar y pedir más.

Una vez dicho esto Lydia empezó a rozar un poco su femineidad con el miembro excitado de su amante para darle un poco más de gusto y hacer darse también ella un gustos mayor, ya sentía como la respiración de su amante se alteraba poco a poco, ahora sólo faltaba ver su rubor y escuchar sus graves y sensuales gemidos salir de su garganta y llegar a su boca.

por Mauritius Sáb Feb 26, 2011 11:41 pm

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por Lydia Miér Mar 02, 2011 2:35 pm

Spoiler:: Lentamente la diosa del amor y la lujuria estaba tomando las riendas del deseo, ciertamente ella podía volver casi tanto o más loco de lo que el podía volverla a ella con sus tácticas de seducción, le gustaba escuchar los sonidos de provenían de la garganta del senador, la verdad era que sus deseos por ella estaban aumentando por todo lo que hacía la diosa del amor pasional, pero como siempre cuando se trataba de ella las cosas no iban a quedar así, ella tenía que proceder de tal forma que su amante se sintiera más a gusto.

Desafortunadamente para la diosa su amante se negó a aquella petición de que quería escucharlo gemir y pedirle más, eso obviamente le iba a dar a ella la constancia de que ella era la que controlaba todo, y que el estaba sometido a ella para toda la vida, pero como siempre su amante no era de esos, no era de aquellos hombres que se rindiera ante su poder; unas palabras salieron de la boca del rubio senador quien argumentaba para no acceder a su petición, sin embargo al final una sonrisa lujuriosa se presentó en el rostro de la joven mujer de cabellos negros, quien al final pudo escuchar lo que ella estaba pidiendo, o por lo menos sólo la mitad de ello.

-Mmm Bueno querido lo que yo quiero escuchar es más de eso, quiero verte loco de gusto, hipnotizado por el júbilo, yo quiero que nadie más te haga sentir esto, quiero que me des tu alma y tu cuerpo para siempre.

Luego de varios segundos en los que Afrodita se mantuvo con los ojos cerrados sintiendo el placer del roce de su femineidad con el miembro erecto de su amante, seguida también por el gusto y el placer que se traducía como una oleada de placer que se transmitía por todo su cuerpo; de sentir las manos del senador sobre sus desnudos glúteos, pero como siempre el dios del rayo no dejaba su atrevimiento y no se quedó en ese lugar, sino que descendió por la abertura de estos para llegar a sus labios mayores y meter uno de sus dedos haciendo que un grito más saliera de la boca de la diosa, una vez que ella sintió este gusto, continuó con su labor de desnudar a Mauritius, esa vez descendió sus manos hasta la correa que sostenía la túnica que cargaba puesta y la soltó con lentitud mientras besaba y mordía los hombros de su amante mientras le acariciaba ahora la espalda desnuda sintiendo su calor y la forma en la que se contorsionaba por el placer que ella le seguía regalando a su amante, puesto que aún haciendo esto no dejaba de rozarse con él.

por Mauritius Sáb Mar 05, 2011 11:41 pm

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por Lydia Dom Mar 06, 2011 2:23 pm

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por Mauritius Mar Mar 08, 2011 10:49 am

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por Lydia Miér Mar 09, 2011 9:20 am

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por Mauritius Jue Mar 10, 2011 9:07 pm

Spoiler:: Ahora tomaba ella la iniciativa, moviéndose directamente encima de mí, como buscando controlar la situación, movida mas por el deseo, se comenzó a acomodar mi miembro en su cavidad, un poco de jugueteo previo, para luego sentir la humedad y el calor de sus labios, que se iban abriendo de par en par, los recuerdos de nuestra entrega en el senado, no se hacía nada comparado con esto, sería mejor sin duda alguna, ambos ya no teníamos temores, nos amábamos y por ello sería una completa entrega.

Sus labios se abrían de par en par, para darle por completa cavidad en su vagina, cada centímetro iba acoplándose con mi pene, mientras que sentía casi el éxtasis por estar ya dentro de ella, pero quería esperar un poco más, incrementaría mas el placer, para el ultimo correrme por completo, sus labios comenzaron a rozar mi pelvis, era señal que todo mi pene ya estaba dentro, y mi cara comenzó a hacer facciones de placer, la temperatura dentro de ella era elevada, y me sentía confortado.

Aggh.. lydia, eres increíble… solo palabras entrecortadas se hacían notorias, gemidos y gritillos por parte de ambos, mas cuando ella aceleraba la cabalgata para sentir mucho mas, mi glande se desparramaba entre su cavidad, y con ello provocaba mas placer, seguía de arriba para abajo, y sus glúteos chocaban contra mi coxis, en un incesante sonido rítmico, moví ligeramente mis manos hacia sus senos, que bamboleaban, por la misma acción, apretuje sus pezones con mis dedos, mientras había más movimiento, la penetración era mucho más profunda, lamí un poco sus senos, besándolos y mordiéndolos con delicadeza, ahora quería que ella también disfrutara, así que puse mi mano derecha cerca de su clítoris el cual la masturbaba mientras la seguía penetrando, mi mano izquierda acariciaba sus glúteos firmes, pasaban minutos, y ella seguía incesantemente, pero ahora yo quería igual penetrarla del mismo modo.

La tome de la cintura saque mi pene y lentamente la levante, para ahora recostarla una vez más, pero apoye primero sus rodillas y manos sobre la cama, estaba ella en cuatro, y mientras yo estaba detrás suyo observando el panorama, no quería hacerla esperar demasiado puesto que también desearía mucho mas, mire sus labios, que brillaban sus fluidos aun mas, tome mi pene, y lleve mi glande a su vagina, se estaba acoplando de nueva cuenta, y comencé a bombear, primero lentamente, para después a acelerar el ritmo, ahí estaba yo, detrás de ella, sin dejar de penetrarla, ahora con mas potencia y velocidad…

por Lydia Sáb Mar 12, 2011 10:37 pm

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Off Jabrant permitio la manipulación.

por Mauritius Lun Mar 14, 2011 9:30 pm

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por Lydia Mar Mar 15, 2011 3:18 pm

Lydia una vez más había llevado a cabo el mayor acto de lujuria que al que ella inducía a los humanos con su sola esencia y presencia, aún su respiración estaba bastante agitada y su languidez estaba manifiestan y los besos de su amante tomaban sitio sobre los labios de la diosa quien los contestaba de la misma forma amorosa y apasionada con la que siempre lo hacía. Lentamente unas cuantas palabras se escucharon de la boca de Mauritius, las mismas que daban paso a una frase que podría decirse incomodaba un poco a la mujer de cabellos negros, ya que en toda su existencia, la frase "Te amo" había sido tan despreciada por ella cada vez que salía de la boca de su marido el dios de la forja, pero en su caso era porque ciertamente no lo quería para nada, en el caso de Zeus aún no estaba segura de si lo que sentía era amor, pero tal y como ella le había pedido; Mauritius había hecho que la diosa del amor y la lujuria no pudiera olvidarse de él..

-Yo igual... No dejo de pensar en tí.- Afrodita dijo esto pensando que quizá estaba precipitándose con aquellas palabras, pero si el dios del rayo estaba arriesgando su corazón con ella, lo que menos podía hacer era imitarlo, eso era lo justo.

La vista de la diosa se posó ahora en el techo de sus aposentos el cual estaba prácticamente forrado de espejos que reflejaban tanto su figura como la de su amente, ahora había recordado que había más cosas que hacer que sólo divertirse con el dios del rayo, el asunto del senado que ya casi no le importaba, y el asunto de la alianza, por el que tenía que escuchar lo del senado aún cuando no quisiera; hacían que ella se viera preocupada por algunas cosas, por lo que aunque querido quedarse más tiempo con su amante en ese lecho, la diosa del amor y la lujuria se movió y se cubrió el cuerpo con una sábana, luego acarició los cabellos del senador rubio y le dijo:

-Querido hay algo de lo que tengo que hablarte, pero primero debo darme un baño en la laguna, me gustaría que fueras conmigo y re refrescaras mientras hablamos ahí, pero antes que nada recuerda ponerte algo de ropa, porque mi ángel de la pureza puede estar por ahí y sería un desastre si te viera sin nada que cubra tu cuerpo.

Una vez dicho esto Lydia le dio un beso en la mejilla al dios del rayo y se puso de pie para empezar a caminar hasta la salida de sus aposentos y dirigirse a laguna de la belleza eterna, pero no sin antes sonreírle a su apasionado amante, ahora ya había pasado el tiempo de divertirse y tenía que comunicarle las cosas que habían acontecido con relación a Eris y Apolo, puesto que ellos solicitaban también una alianza con él.

por Mauritius Vie Mar 18, 2011 11:05 pm

Despues de aquella entrega total, ambos cuerpos compatian aun el calor encerrado entre los dos, reposabamos juntos, y podia sentir un poco el calor de su piel, aun encima mio, su cabeza la reposaba en mi pecho y sentia mis latidos, lo cual me ponia contento, asi tenia mi corazon por ella, pero aun no entendia sus sentimientos, estaba aun distanciada de mi, no me daba palabras de amor, solo esperaba las mias y las respondia.

Se alejaba de mi, quizas por instinto, o solo porque estaba ya deseosa de salir de ahi, tomaba la sabana y cubria su hermoso cuerpo, solo pequeños hazes de luz me dejaban ver sus senos por encima de la tela, me miraba, y de su boca salia un pequeño momento para estar de nuevo juntos, un baño quizas seria algo mejor que estar tirado en esa cama, asi que ella se despedia, con un beso mientras se alajeba.

En unos segundos estoy ahi, aunque creo que tu angel de todos modos me vera... tome mi toga, y solo cubri de la cintura para abajo,dejando mi marcado pecho luciendose, me levante de la cama, y me encamine siguendo aun el aroma de mujer que despedia lydia.

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Aposentos de la diosa.

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