[Jerusalén] - Calles

por Mercym Dom Feb 20, 2011 10:24 pm

5to Post Defensa – Especialización

-------

El estar rodeado de aquellos sujetos cuya sanidad les había sido literalmente arrancada a causa de la influencia del Portador de la Luz resultaba ser una experiencia por demás…molesta. No podía definirlo de otra forma ya que la situación no se prestaba para el aire de competencia y desafío que normalmente me hubiera invadido en ese tipo de ocasiones. Por los instantes mi única meta era ir directamente a encontrar al hijo del carpintero y de alguna forma intentar convencerlo de que conmigo estaría a salvo y por supuesto, hallar la manera para hacer resurgir a las voluntades que habían sido encerradas en su interior por mi propia mano, aún sin haberlo querido.

Al instante en que el primero de aquellos contendientes se me lanzó encima simplemente agaché la cabeza mientras me ladeaba un poco para atraparlo por el torso y usando mi brazo derecho, dislocarle la extremidad que sostenía una espada de forma torpe…posteriormente, usé mi brazo izquierdo para con un agarre desmedido hacerle crujir el torso (por lo visto, rompiéndole o dislocándole varias costillas al mismo tiempo) y así lanzarlo al suelo donde se quedó quejándose del dolor mientras la baba seguía corriendo a través de su cara. Sin tiempo para descansar tuve que encarar a los siguientes dos, fue en ese instante que noté como si el tiempo empezara a aletargarse…otra habilidad innata que estaba despertando o simplemente una extensión de la primera? No estaba seguro y no era el momento de empezar a romperme el cráneo por eso, así que tan solo aproveché la oportunidad que aquello me traía para golpear a cada uno de los atacantes en puntos clave ubicados por debajo de las costillas con mis puños, haciendo que la expresión de sus rostros cambiaran de una ira o locura sin igual para convertirse en una mueca de dolor distorsionada por la confusión y la sorpresa…los objetivos tan solo cayeron mientras mi visión volvía a pasar a una velocidad “normal”. Dando una zancada hacia atrás pude evitar un embate directo de un cuchillo (sostenido por el cuarto enemigo del quinteto que me había rodeado en primer lugar) y tomar la muñeca de aquel pobre diablo, rompiéndola y dejando que la hoja metálica resonara contra las baldosas del suelo. Los primeros cuatro habían sido ralentizados y sus extremidades neutralizadas, de eso me había asegurado con la acción tácita de usar la pequeña habilidad de reducción de potencial que había despertado como uno de los sirvientes del Portador de la Luz…lo único que quedaba en pie era…un quinto perdedor que ni se había movido, observando todo con más atención de la que habían demostrado sus compañeros.

Uh... murmuré mientras aparecía delante del aludido y con rapidez y sin piedad, me ocupaba de dislocarle un hombro al tiempo que le rompía el brazo contrario. Ya había salido de aquel problema, por tanto era el momento de dejar de perder el tiempo e iniciar a andar para encontrar al hijo del carpintero y así llevarlo a un lugar seguro bajo cualquier método posible. Menuda forma de que todo se fuera al diablo… dije en voz baja, iniciando la marcha a través del callejón por el cual había desaparecido el albino, iniciando lo que prometía ser una cacería del ratón en toda la extensión de la frase.

por Lucyfer Lun Feb 21, 2011 3:34 pm

Luzbelle aun no podía asimilar todo lo que ocurria, solo podía sentir ese impulso humano por correr y sobrevivir sobre todo alejarse de aquel sujeto quien solo le infundia temor y pánico. No recordaba exactamente que era lo que sucedia, los recuerdos de los dos últimos días eran un gran vacio, una laguna mental, como si no hubiese estado consciente de lo que pasaba. A su alrededor y por las calles de la ciudad santa veía ríos de sangre, personas agonizando o muertas violentamente una obra que quizá efectuo el ejercito romano pero al ver aquellos hombres sin vida acompañando los cadáveres de los judíos empezaba a imaginarse que una revuelta pudo causar todo este lio. Un enorme dolor embargo su pecho cuando varias imágenes empezaban a golpearle, recordaba a su padre quien yacia sin vida crucificado sobre una cruz y el no pudo hacer nada al respecto, el cielo se oscureció y todo se volvió negro.

Empezo a llorar descontrolado y también desesperado, no sabia que camino tomar con quien hablar, tan solo correr y alejarse, su alma había sido atacada, sentía un enorme peso en su corazón mientras corria rogaba y pedia a dios fuerzas para evitar aquel suplicio, poder enfrentarle. Fue cuando como si fuera una señal divina termino en la calle en la cual se encontraba su hogar, la cual milagrosamente no había estado tan afectada como el resto de la ciudad. Entro a aquel sitio al cual consideraba hogar, se dirigió a un mueble donde había compartido tantas risas y mimos con sus padres, se acosto sobre este en posición fetal, se tapo los oídos con las manos con la esperanza que todo se acabara al dejar de escuchar los gritos de guerra y dolor.

- Padre.. madre… porfavor ayúdenme… dios protegeme! -

por Mercym Lun Feb 21, 2011 4:19 pm

6to Post Defensa – Especialización

-------

Las calles por las cuales había huido el chiquillo eran un laberinto literal, difíciles de recorrer y aún más difícil era reconocer un camino adecuado en el cual no perderse ni acabar del otro lado de la ciudad. Y encontrar a un chiquillo aterrorizado por la horrible situación que se vivía en todo el territorio circundante seguro probaría ser un reto por demás difícil…más cuando el tenía una experiencia mucho más extendida que la mía propia y de seguro sabría escabullirse por caminos de los que yo dudaba mucho tener alguna constancia. Pero los sucesos que se había apoderado de toda Jerusalén me daban una ventaja enorme que ni siquiera el enano hijo del carpintero había considerado…una ventaja que me facilitó en gran medida el trabajo de ir a buscarlo ya que la sangre que manchaba el suelo y las baldosas actuaba como pista…sí, el albino había pisado aquellos pozos sin detenerse y había dejado un rastro muy fácil de seguir, el que me llevaría a su ubicación o al menos, a un sitio cercano a su posición…no podía esperar a que todo fuera tan sencillo cuando al haber pensado eso mismo con anterioridad, todo se había ido al caño. No, en aquella ocasión haría todo con más calma y aplicando más cerebro antes de esperar que todo ocurriera por inercia. Así comencé a seguir el rastro del chiquillo, sin dejar de fijarme en cualquier perseguidor que tuviera el atrevimiento de darme caza…pero por lo visto, todos estaban muy ocupados despedazándose en otros distritos como para intentar colarse en aquellos pasajes laberínticos tan solo por un humano rezagado que no se unía a la refriega. Suspirando, continué con mi camino.

Las pisadas marcadas con sangre iban por una ruta poco transitada…seguramente el chiquillo la había elegido para que yo no pudiera encontrarlo, pero…si pensaba que me iba a detener tan solo por eso, el chiquillo estaba errado así que…

El lugar por el que me encontraba pasando en aquellos momentos apenas si era lo suficientemente ancho como para que mis hombros pasaran rozando cada lado, las baldosas de los sueños estaban arrancadas y varias vigas dificultaban la travesía. Algunos cadáveres estaban volteados y sus expresiones de dolor y pánico mostraban la gravedad de lo que se estaba viviendo en el sitio. Antes de poder avanzar más me detuve para pensar algo que se me había olvidado y que de seguir ignorando, me traerían muchos más problemas a futuro… si planeaba darle el control al Portador de la Luz sobre el cuerpo del hijo del carpintero, la idea era suprimir el aura de debilitamiento que había despertado como una de las habilidades de los elegidos por la primera Estrella del Alba, el problema era…como controlar aquella habilidad que parecía ser algo permanente? La respuesta me vino sin mucha dificultad…tenía que concentrarme en limitarla. Cerrando los ojos intenté concentrar aquella aura que emitía…percibiendo todas y cada una de las partículas que me rodeaban y sintiendo como lentamente, el aire volvía a la “normalidad”…la temperatura bajaba y la pesadez que me rodeaba desde hacía minutos atrás finalmente desapareció ya que la había centrado en mí mismo. Más específicamente en mi mano derecha y de allí, a mi cabeza…era como comprimir un pedazo de pergamino al mínimo y mantenerlo en un solo sitio sin dejarlo crecer más allá de lo que debía y sinceramente, había sido más fácil de lo que había pensado en primer lugar. Resoplando con calma continué buscando al chiquillo gracias al rastro de sangre, lo que me llevó a una casa abandonada en medio de unos suburbios que estaban atestados de varias pilas de cadáveres. Con calma simplemente entré a la vivienda y con mi usual mirada de penetrantes ojos rojos, analicé cada centímetro del lugar, ubicando de inmediato al chiquillo quien se encontraba temblando en la cama que supuse era suya…ahora venía el verdadero reto del día…

por Lucyfer Mar Feb 22, 2011 3:38 pm

En la soledad de su casa, observando a un punto indefinido de la nada con sus enormes y brillantes ojos color miel abiertos de par en par los cuales estaban rojos por las lagrimas que había derramado hace tan solo unos momentos, Luzbelle permanecia inmóvil, mientras se preguntaba que era lo que en verdad sucedia, en cuestión de días todo lo que amaba y conocía había desaparecido pero aun asi le quedaba su fe, en aquel dios que decían que era misericordioso y bueno, que evitaría que sus amados hijos sufrieran, pero el ahora lo estaba haciendo, por razones desconocidas y por pecados que nunca había cometido. De repente toda la temperatura de aquel lugar bajo repentinamente causando que el chico tiritara de frio, sus labios rosados tomaron una coloración violácea, mientras seguía en aquella posición acurrucado, esperando que todo pasara asi como asi.

Las sombras y la oscuridad rodearon la calle cercana a la casa del hijo del carpintero, algo se apoderaba de aquel lugar y no era nada bueno, en aquel estado de trance el muchacho vio como una esfera que se encontraba sobre una mesa caia al piso, la cual rodaba en dirección a el y se detuvo frente a su mano la cual colgaba de su brazo y se encontraba posada sobre el piso, el muchacho siguio el movimiento de aquella esfera con sus ojos, pero no sintió el deseo de tomarla en sus manos, en cambio alguien si lo hizo, abrió los ojos de par en par mostrando una enorme sorpresa, la persona que había tomado aquella enorme esfera en sus manos era, ¿el mismo?.

Tenia su mismo aspecto, pero tenia una mirada llena de odio y de cierta repulsión al observar a aquel muchacho tan pronto aquella amarillesca esfera estuvo en sus manos el color de esta cambio convirtiéndose en una perla negra, algo realmente extraño ya que parecía que dentro de esta como si fuera agua o como si fuesen niebla se movia algo en medio de aquella oscuridad, el sujeto se alejo de Luzbelle y se ubico en una esquina de la casa mientras jugueteaba con aquel objeto entre sus manos.

Luzbelle hubiese permanecido todo el tiempo observándole pero algo le obligo observar al frente, sobre el piso unas cuantas manchas de lo que parecía ser brea caian al piso y luego unos pies untados con aquella sustancia se posaron sobre este, al levantar la mirada observando a la persona que se encontraba frente a el nuevamente se sorprendió al verse a si mismo, esta vez su mirada no estaba llena de ira como tal y como era la primera copia que tomo la esfera, pero este poseía una mirada vacia e intimidante no pudo verle por mas tiempo ya que le daba aun mas miedo intentar saber quien o que era.

Aquellos otros yo se quedaron observándolo, esperando un algo mas que aun no se había presentado, Luzbelle podía sentir como unas delicadas y delgadas manos empezaban a acariciar su rostro, levantándole de cierta forma para que se sentara, aquella persona le abrazo por detrás mientras su calor empezaba a quitarle ese frio que se había apoderado de el en tan solo segundos.

- No temas querido… ya estamos aquí, limpia esas lagrimas y vuelve con nosotros… - era una voz angelical y acogedora que le inspiraba confianza y felicidad, aquel ser, se giro para poder ver frente a frente a Luzbelle y ahora era otra copia de el mismo, pero su rostro era el mas parecido a un angel, no sentía miedo o ganas de huir al verle, era feliz observando una de las mas hermosas creaciones de dios frente a el.

- Dios nunca evitara que sufras, el dolor es el castigo que imprime en las pobres almas que aun desean servirle y confían ciegamente en que serán salvados… pero nosotros sabemos toda la verdad y tu también lo sabes –

- Yo… solo quiero vivir –

- Y lo haras… pero te convertiras en el verdadero salvador de este mundo, es por eso que nosotros hemos venido a darte ese eterno descanso que necesitas – ese ser que se mostraba tan amable sonrio con total maldad mientras tomaba el rostro de Luzbelle en sus manos y posando sus labios en los de el.

por Mercym Miér Feb 23, 2011 12:14 pm

Mmm...? por lo visto el efecto usado para sellar al Portador de la Luz en el cuerpo del hijo del carpintero empezaba a pasar, dado que me esperaba que apenas entrara a la casa este saliera corriendo o se pudiera a gritar nuevamente pero por el contrario, simplemente se había quedado arrinconad en su cama y hablando solo como si de nuevo la posesión tomara fuerza en su cuerpo…al menos no tendría que romperme la cabeza para idear una forma de hacer resurgir a aquellas tres voluntades, lo que implicaba por supuesto, no perder más tiempo del que ya habíamos gastado de una manera tan tonta. Así que lo único que me quedaba por hacer era esperar a que de nuevo el representante de la Estrella del Alba tomara el control y así partiríamos de una vez hacia Acre, lugar donde se encontraba la segunda pieza del objeto que el albino intentaba armar para ayudar en la conquista de tierra santa para iniciar así los planes que tuviera para el continente y en mayor medida, el mundo.

Dejando escapar un resoplido resignado me aparté para analizar la pequeña casa que algún tiempo atrás el contenedor del alma de la estrella hubiera considerado como “hogar”. La pobreza en la que él había vivido antes era más que notoria, incluso si no supiera de buena fuente que era el hijo de un carpintero hubiera jurado que era el primogénito de algún vagabundo o simplemente, un huérfano sin familia de importancia para la sociedad de Jerusalén como un todo…de verdad que las pocas cosas que poseía el cuerpo mortal del chiquillo eran tristes, pero claro, el haber visto como la única persona que lo había cuidado en el horrible mundo moría de una forma tan horrenda como lo era el ser crucificado seguro lo había terminado por destrozar y dejar en perfecto estado como para que aquellas esencias se posesionaran de él al inicio de todo aquello…era una serie de eventos curiosos, cada uno llevando al otro de la manera más enrevesada posible pero que visto desde una perspectiva general, tenían sentido…mucho sentido.

por Lucyfer Miér Feb 23, 2011 8:15 pm

La copia de Luzbelle que había tomado la esfera la volvió a dejar en el sitio donde la había encontrado desapareciendo como una sombra o el humo cuando el viento le dispersa, asi mismo la segunda copia mientras la tercera aun se mantenía allí. Ese ser metió su mano en las ropas de Luzbelle sacando aquella daga que había encontrado en la plaza principal de jerusalen, mirando la oxidada y vieja arma sonrio levemente, volvió a abrazar a Luzbelle exclamando sus ultimas palabras.

- Entonces… vive. Pero siendo parte de nosotros –

Aquel ser enterro aquella daga en el pecho de Luzbelle, el chico podía sentir como algo caliente empezaba a recorrer su cuerpo, era tan doloroso pero no podía gritar, sentía como perdia el control de su cuerpo, aquella copia sonreía con sadismo mientras su mundo se apagaba, esta vez pasa siempre, el control había regresado.
El luzbelle de antes había regresado, al parecer no había ocurrido nada, todo lo que experimento la pobre alma de aquel muchacho había sido un juego mental ya que el aspecto físico de aquel lugar no tenia ningún cambio, exepto que aquella esfera blanca se encontraba enfrente del muchacho, tomo aquel objeto y lo guardo en sus ropas, saliendo de aquel lugar vio a Mercym quien pudo seguir su rastro, no le observo con reproche ni enojo sino con esa mirada neutral que siempre mantenía.

- Debemos partir, ahora mismo -

por Mercym Lun Feb 28, 2011 5:29 pm

Entendido, marchémonos entonces. dije en voz baja, sin molestarme en preguntar que era lo que había pasado ya que era un tanto obvio. El Portador de la Luz había retomado el control sobre el cuerpo del hijo del carpintero y ya había dado la orden que me esperaba…era el momento de continuar con nuestros propósitos e iniciar el ascenso al poder.

Saliendo por la puerta principal del antiguo hogar del albino, tan solo me quedé mirando los alrededores para verificar que no se acercara nadie que pudiera representar un potencial peligro, después de todo…ya no había que confiarse. Otra eventualidad como la anterior no nos caería demasiado bien, en todo caso. Aseverando que efectivamente no había nada en nuestro camino que nos pudiera molestar, empecé a andar calle abajo en dirección al mercado para poder ubicarme mejor…en aquel punto de la ciudad, no tenía ni la más mínima idea de cómo regresar al burdel y lo mejor era estar en un sitio por el cual guiarme con propiedad. Dando pasos lentos y firmes, pude notar a la perfección como los gritos de angustia y terror disminuían en potencia y cantidad…la guerra civil estaba llegando a su fin después de un buen rato de lucha y derramamiento de sangre. Una vez que las peleas terminaran, las calles quedarían bañadas en sangre y listas para que el representante de la Estrella del Alba marcara su paso por allí y tomar tierra santa como su base principal de operaciones. Resoplando con algo de cansancio, continué en pos del mercado, que ya estaba ya bastante cerca.

Bonito lugar… murmuré en voz baja, viendo como la calle anterior al centro de comercio de Jerusalén estaba vuelto un caos compuesto por cadáveres, manchones de sangre y finalmente, gente agonizando. El problema principal radicaba en que el paso se obstaculizaba, y eso era realmente molesto. ...sigh

por Lucyfer Dom Mar 06, 2011 2:17 pm

En una profunda oscuridad, undiendose en un enorme lago de aguas oscuras la verdadera alma de aquel cuerpo se ahogaba lentamente, su mano intentando salir de aquel lugar se levantaba hacia la luz, pero ya era demasiado tarde, el olvido era su destino, porque otro dueño de aquel ser había llegado, para lo que había sido destinado, Luzbelle muy pronto dejaría de ser un simple mortal para elevarse en lo mas alto de los cielos y asi convertirse en un dios reencarnado.

Poco a poco las facciones y la manera en que el chico observaba a su alrededor iban cambiando, mostrándose mas sombrias, mas oscuras. Aquellos ojos amarillentos eran mas penetrantes y disfrutaban el espectáculo de sangre y cadáveres que se había formado en las calles de Jerusalen, sus manos empezaban a mostrarse como garras y desde su corazón una serie de grabados se iban formando sobre su piel, una aura muy pesada de acompañaba, su sombra era como un animal que trataba de contenerse de arrasar con todo lo que hay en su alrededor.

Como si puediera leer la mente de Mercym, aunque fuese indagar levemente en lo que el de piel oscura pretendía, se detuvo en el camino que llevaban.

- Volver al burdel es una perdida de tiempo, debemos salir de Jerusalen ahora mismo, queremos terminar con esto, de una buena vez -

por Mercym Dom Mar 06, 2011 3:09 pm

Entendido… contesté con voz algo pasiva al momento de oír la orden que daba el Portador de la Luz en aquellos momentos, mostrando que por lo visto la impaciencia que lo había caracterizado desde el instante en que lo había conocido en primera instancia no había cambiado ni un poco y la verdad era que resultaba un tanto frustrante…al menos para alguien como yo que vivía de la planeación y de estafar a personas con mejores recursos, resultaba realmente apresurado hacer las cosas basado en impulsos que no tenían muchas razones más que las de representar un capricho…pero por supuesto no habían muchas opciones al respecto sobre lo que se habría de hacer, ya había aceptado meterme en aquel asunto y como un hombre, debía acatar mi palabra letra a letra.

Ahora que el albino quería salir de la ciudad para dirigirnos rápidamente a Acre simplemente me quedé parado en medio de una encrucijada, pensando el mejor curso de acción para poder conseguir un transporte listo para el viaje…resoplando con calma, tan solo empecé a caminar en dirección suroeste, conociendo que en las afueras de los muros de la ciudad habría una caballeriza con un transporte que cumpliría con las necesidades de la situación o al menos, esa era mi estimación…

…de todas formas, eso no cambiaba la frustración que empezaba a sentir con tantos cambios de planes de forma tan drástica. Sigh... resoplé con algo de cansancio, dando varios pasos hacia adelante y entrando a una nueva serie de callejones que de nuevo, parecían un nuevo callejón que recorrer. Sin prestarle demasiada atención a aquel detalle, simplemente continué dando zancadas mientras el bramido de las batallas y las peleas alrededor nuestro terminaban de apagarse, la guerra civil en Jerusalén, había acabado.

por Lucyfer Dom Mar 06, 2011 9:17 pm

Indudablemente el ser que estaba emergiendo desde el corazón de Luzbelle empezaba a sentir desesperación por el actuar tan lento, monótono y pausado de los humanos, le recordaban tanto como pensaba el supremo creador, colocando cuidado en cada acción que debía realizar, previendo algun cambio o posible situación adversa. Lucyfer era quien causaba tal caos que alteraba el equilibrio natural de las cosas, el no necesitaba prevenirlo porque era bloquearse a si mismo, ahora que había recuperado sus poderes era capaz de evadir a esas hordas de hombres y mujeres sedientos de sangre y deseosos de matar a cualquier persona, al fin y al cabo el lo había inducido.

Luzbelle se detuvo y miro a un camino el cual no era el que estaba siguiendo su corpulento acompañante, era otra dirección, mas corta, y mas rápida a su destino, aun se preguntaba porque debía caer en ese estúpido juego de ser un mortal, bien podría ir a buscar su original cuerpo pero aquello seria un erros si quería jugar una segunda carta. Observo a Mercym por ultima vez y asi mismo dio su ultima orden.

- Los humanos nos desesperan –

- Los humanos son lentos –

- Los humanos no son como dioses –

- Los humanos no son como nosotros –

- Porque de cierto modo nos ayudo nadie en esta condenada ciudad podrá tocarlo, pero aquella maldición solo quedara unas cuantas horas, si se queda en este lugar la muerte le buscara –

- Nosotros debemos terminar nuestros asuntos rápidamente y usted, es un estorbo -

por Mercym Dom Mar 06, 2011 10:11 pm

... de un momento a otro, la situación se había vuelto tensa. Aparentemente el Portador de la Luz no soportaba demasiado la presión de tener que usar un cuerpo humano, sus palabras eran más que prueba suficiente para saber eso. Aunque hubiéramos recorrido de un lugar a otro la mismísima ciudad santa de Jerusalén, simplemente no había sido más que un peón de las tres esencias atrapadas en el cuerpo del hijo del carpintero y la poca humanidad que este había demostrado tener simplemente se había esfumado al momento que el espíritu se había reposesionado de su contenedor. Fuera como fuera, ya mis servicios no le eran requeridos al representante de la estrella del alba y por tanto no me iba a quedar esperando a convertirme en uno de los tantos que había muerto producto del daño colateral…así que la respuesta sobre que hacer era más que simple, por lo cual tan solo me detuve para voltearme y dirigirle una mirada neutral, que no demostraba nada realmente.

Entendido, si mi tarea ya ha sido cumplida…que así sea. declaré en tono realmente monótono que no expresaba más nada. Al menos habíamos llegado a las caballerizas en las afueras de los muros de Jerusalén y eso me aseguraba una salida rápida del lugar…así que tras una ligera reverencia tan solo me volteé y me dirigí a uno de los establos más cercanos para asegurarme de encontrar a un caballo fuerte como para soportar mi peso de allí sin mirar hacia atrás, empecé a cabalgar fuera de tierra santa y de allí, básicamente de vuelta hacia el continente más antiguo del planeta: África.

por Lucyfer Lun Mar 07, 2011 9:51 am

Ya se había quitado de encima aquella carga que representaba Mercym, aunque fue un elemento valioso que le ayudo en las ultimas horas, de cierta forma la subestimación a sus poderes de dios de le fastidiaba, detestaba mantenerse bajo un orden o mantener un plan, era lo que le recordaba el tiempo en que estuvo bajo el mandato de dios, el orden. El se había converdito en la representación del caos y tal como lo era asi debía mantenerse bajo tal doctrina, por tales circunstancias aunque lo supiera en el fondo Mercym era uno de sus tantos angeles caidos que le servirían para acabar con la humanidad y sembrar miedo en la tierra, pero su forma de ser humana le hacia perder la paciencia, Lucyfer era un rey despiadado que no sentía el minimo aprecio por sus súbditos, estos debían ser tan autosuficientes como el lo era, si Mercym no era capaz de soportar su tan impredecible yo, lo mejor era pasar de su participación en esta era y tener la fe de que en un futuro las cosas cambiarian.

Hecho unos cuantos mechones de cabello hacia atrás y miro a su alrededor ahora estaba solo y asi terminaría, por lo que uno de sus yo que lo único que le interesaba era divertirse de las situaciones y que era una parte de aquel angel puro que alguna vez fue sonrio como un niño pequeño y como si fuese un juego de niños caminaba por las calles de la ciudad dando leves brincos, jugando entre los cadáveres tratando de no pisarlos, dirigiéndose a un sitio que debía visitar antes de irse.

- Un.. dos… tres… cuatro… los cadáveres de la ciudad … cinco… seis… siete … ocho… nosotros crearemos muchos mas -

por Ashrael Dom Mar 13, 2011 12:13 am

La oscuridad se estaba haciendo presente en las calles de Jerusalén, un enorme silencio se había apoderado de las calles que ahora estaba transitando el joven Ashrael, ese silencio lo hacia sentir algo incomodo lo mismo que se podía notar en su mirada la cual se encontraba viendo para todos lados buscando a lo que se pudiese esconder entre las sombras de la noche pero porque sentía tanto temor por la oscuridad si a casi nada le tenia miedo ni siquiera le tubo miedo a aquella gran serpiente entonces porque le preocupaba estar caminando entre la oscuridad, que le habría pasado en su niñez para que sintiera ese sentimiento al cual no estaba familiarizado el joven pero al mirar el como la luna comenzaba a iluminar su camino con su luz blanca azulada el joven se comenzó a sentir mas tranquilo lo cual se reflejo en su rostro con una tenue sonrisa.

Sus pasos resonaban entre el empedrado de las calles ya que era el único que las estaba transitando a esas oras de la noche, en la cual su única compañía era la luna que lo iluminaba y ayudaba a no sentir mas temor por aquello que no podía ver entre las sombras, Ashrael se estaba sintiendo con un poco de sueño a causa de la hora y de todo el esfuerzo que tubo que hacer para poder llagar a salvo a su hogar, sus parpados los comenzó a sentir pesados y por lo mismo de momentos se serraban por si solos pero el joven aun debía de seguir caminando para llegar al lado de su familia y poder descansar junto a ellos con tranquilidad.