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[Alejandria] Calles de la ciudad
El joven capitán caminaba entre la multitud normalmente no trataba de llamar la atención menos en esa ciudad; Cada vez se encontraba mas mareado. Tal vez el efecto de las rosas no había pasado del todo, mientras observaba notaba los diferentes atuendos que portaban los Egipcios a los Romanos, incluso los rasgos físicos cambiaban entre ambas especies. Las culturas parecían de mundos diferentes, Júpiter y Urano. Aunque las diferencias físicas y culturales eran diferente, no dejaban de ser humanos. Mientras cruzaba por las calles de la enorme ciudad escuchaba las charlas de los aldeanos, luego de haber pasado tanto tiempo entre ellos Strife finalmente logro entender su idioma al menos lo básico. Veía como la gente lo observaba con desprecio pues no era un estúpido.
Aunque se sentía como un estúpido dado que un poco de la culpa de que el asedio haya fallado era de el. Ya toda Roma seguramente se había enterado de tal deshonra, como una legión completa fue engañada por la mente de una mujer. Habían pasado 2 años de la ultima vez que vio Roma y 5 desde que juro lealtad al imperio manteniendola por mano de hierro, en esos últimos 2 años mato a los enemigos del Emperador como si fueran basura o incluso animales.
Incluso cada vez que veía a los aldeanos de esta ciudad recordaba los cuerpos muertos sin vida de los Egipcios, recordaba cuantos padres, hermanos, tíos, abuelos, hijos, primos, había matado en el campo de batalla. Pero por mas que fueran las muertes cumplió con su labor de legionario y nadie podía negarlo. Mientras acentuaba la cabeza hacia abajo puso su mano derecha en donde antes solía encontrarse su espada. Dando un suspiro menos notable siguió caminando, un solo propósito era el cual lo traía de vuelta a esta ciudad lograr encontrar al general que le había liderado todos estos años.
- Mierda, Edward. ¿Donde te habras metido esta vez? Ya me estoy cansando de tener que estar buscándote entre toda esta gentuza y no ver ni siquiera señales de tus pasos, finalmente la hora de llegar a Roma ha llegado y tu ni siquiera apareces. Maldita sea, odio cuando tengo que buscar a alguien por todos lados . -
Pronunciaba en un tono bajo para evitar la sobre atención de las personas allí presentes; El joven observaba hacia todos lados para poder visualizar a aquel general quien no aparecía por ninguna parte. El calor comenzaba a sentirse con intensidad lo cual cansaba y deshidrataba al Romano, este observaba en todas direcciones pero aun así su amigo y líder no aparecía, tras estar así casi todo el rato tomo la ruta de los peatones y si la suerte estaba de su lado se encontraría con el general.
Aunque se sentía como un estúpido dado que un poco de la culpa de que el asedio haya fallado era de el. Ya toda Roma seguramente se había enterado de tal deshonra, como una legión completa fue engañada por la mente de una mujer. Habían pasado 2 años de la ultima vez que vio Roma y 5 desde que juro lealtad al imperio manteniendola por mano de hierro, en esos últimos 2 años mato a los enemigos del Emperador como si fueran basura o incluso animales.
Incluso cada vez que veía a los aldeanos de esta ciudad recordaba los cuerpos muertos sin vida de los Egipcios, recordaba cuantos padres, hermanos, tíos, abuelos, hijos, primos, había matado en el campo de batalla. Pero por mas que fueran las muertes cumplió con su labor de legionario y nadie podía negarlo. Mientras acentuaba la cabeza hacia abajo puso su mano derecha en donde antes solía encontrarse su espada. Dando un suspiro menos notable siguió caminando, un solo propósito era el cual lo traía de vuelta a esta ciudad lograr encontrar al general que le había liderado todos estos años.
- Mierda, Edward. ¿Donde te habras metido esta vez? Ya me estoy cansando de tener que estar buscándote entre toda esta gentuza y no ver ni siquiera señales de tus pasos, finalmente la hora de llegar a Roma ha llegado y tu ni siquiera apareces. Maldita sea, odio cuando tengo que buscar a alguien por todos lados . -
Pronunciaba en un tono bajo para evitar la sobre atención de las personas allí presentes; El joven observaba hacia todos lados para poder visualizar a aquel general quien no aparecía por ninguna parte. El calor comenzaba a sentirse con intensidad lo cual cansaba y deshidrataba al Romano, este observaba en todas direcciones pero aun así su amigo y líder no aparecía, tras estar así casi todo el rato tomo la ruta de los peatones y si la suerte estaba de su lado se encontraría con el general.
Strife- Caballeros Dorados
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Defensa : Dragon Storm
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Habia dejado a mi camello en mi humilde morada, ahora de seguro el animal estaba devorando el contenido de los enormes baldes que le di con agua y comida. Ahora que lo pienso esa criatura no hacia mas que comer y pasarse el resto del dia descansando, porque siempre que lo usaba para montar era en casos extremos, como por ejemplo: perseguir a una reina caprichosa que se escapa por todo Egipto en compañia de un general romano, estupido si me lo dejan decir.
Iba caminando lentamente, devorando un platano que me habia entregado un vendedor de frutas no muy lejos de ahi. Mi apariencia los intimidaba a la mayoria y como para no, mis rasgos eran bastante llamativos. Ademas, el tenerme miedo ayudaba con las ropas que tenia puestas. Un abrigo de mangas largas negro, cortesia del mismo rey de Egipto de hace años anteriores, aunque al atuendo lo habia reformado a mi manera, colocandole nubes rojas en distintos sitios, creando asi mi fama de Kisame, el monstruo del desierto. Era cierto, ademas de ser un deforme azulado, tenia mucha reputacion de un buen asesino, el mejor de todos, o puede ser que eso ultimo yo mismo me lo coloque, ¿que mas da? Kehehehe.
Se habia levantado un pequeño murmullo a mis espaldas, aunque le ignore pensando que los ciudadanos egipcios hablaban de mi pero pronto note que un romano les habia llamado mucho mas la atencion. Observe pasar al muchachito entre la multitud. Habia un cierto coraje en el, nunca se sabe cuando alguien puede clavarte un puñal entre tanta gente. Sonrei divertido, de seguro ese romano sabria jugar lo suficientemente bien como para entretenerme. Pero no, deje que siga su camino, aun tenia algo que hacer.
Lanze la cascara del platano por ahi y con un balanceo de hombros empeze a pasar mas rapido entre el turbo de egipcios, empujando a muchos con mis anchos hombros y lanzando al suelo a algunos con un buen golpe conectado en las costillas. Empeze a dirigirme a los suburbios mas oscuros y reconditos de Alejandria, pensando que por alli podria recolectar la informacion suficiente que Selene necesitaba.
Iba caminando lentamente, devorando un platano que me habia entregado un vendedor de frutas no muy lejos de ahi. Mi apariencia los intimidaba a la mayoria y como para no, mis rasgos eran bastante llamativos. Ademas, el tenerme miedo ayudaba con las ropas que tenia puestas. Un abrigo de mangas largas negro, cortesia del mismo rey de Egipto de hace años anteriores, aunque al atuendo lo habia reformado a mi manera, colocandole nubes rojas en distintos sitios, creando asi mi fama de Kisame, el monstruo del desierto. Era cierto, ademas de ser un deforme azulado, tenia mucha reputacion de un buen asesino, el mejor de todos, o puede ser que eso ultimo yo mismo me lo coloque, ¿que mas da? Kehehehe.
Se habia levantado un pequeño murmullo a mis espaldas, aunque le ignore pensando que los ciudadanos egipcios hablaban de mi pero pronto note que un romano les habia llamado mucho mas la atencion. Observe pasar al muchachito entre la multitud. Habia un cierto coraje en el, nunca se sabe cuando alguien puede clavarte un puñal entre tanta gente. Sonrei divertido, de seguro ese romano sabria jugar lo suficientemente bien como para entretenerme. Pero no, deje que siga su camino, aun tenia algo que hacer.
Lanze la cascara del platano por ahi y con un balanceo de hombros empeze a pasar mas rapido entre el turbo de egipcios, empujando a muchos con mis anchos hombros y lanzando al suelo a algunos con un buen golpe conectado en las costillas. Empeze a dirigirme a los suburbios mas oscuros y reconditos de Alejandria, pensando que por alli podria recolectar la informacion suficiente que Selene necesitaba.
Kisame- Espectro de Hades
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Cupula de Fuego
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
En la oscuridad del atardecer pasaba Selene con la cabeza agacha protegiéndose de ser reconocida por la forma en que vestía, pantalones de algodón y una polera, además de su cabellera corta… de no haberla mirado con detención, habría parecido un muchacho judío caminando por las costas, de aquellos que trabajaban en el puerto. Intentaba no mirar a los ojos a nadie pues sus grandes orbes violeta solían llamar la atención y hubiese odiado tener que verle la cara a alguien en ese momento, tan sólo quería pasar por ahí desapercibida y llegar al palacio, trepar por las altas paredes, escabullirse por el patio y volver a su habitación escalando por la pared para entrar por el balcón. No era una tarea realmente fácil de realizar, pero era el precio para unos momentos de soledad.
Había logrado concretar algo que no cualquiera hubiese hecho, pero por ahora eso lo mantendría como un secreto entre ella y el faro.
Las personas pasaban por sus lados cargando sacos con grano, peces, llevando aves en sus jaulas y claro, no faltaba uno que otro perdido con sus libros en el mar, leyendo mientras caminaban y discutían los grandes enigmas del cuerpo y la mente humana, la mayoría de ellos griegos que encontraban en Alejandría su propio hogar. Selene veía a todos ellos como parte de su nación a pesar de que no lo fueran, pues a ella se le había educado para ser más griega que egipcia. Aun así las raíces por su pueblo y su cultura le tiraban más que cualquier otra cosa.
Mientras caminaba al palacio, pensó como le hubiese gustado tener ese tipo de libertad en su vida de ir y venir por donde le diera la gana sin estar pensando que en cualquier momento podía ver las costas de su amada Alejandría cubierta de barcos enemigos listos para atacar. Serían aquellas espinas suficiente para frenarlos…? Probablemente no. Debía perfeccionarse mucho aun antes de usar ese poder a la ligera.
Siguió caminando con rapidez hasta que vio a lo lejos el palacio. Los guardias ya comenzaban a prender las antorchas de las murallas por lo mismo, debía apurarse de lo contrario, se metería en problemas y tendría que dar mas explicaciones de las que quería dar.
Había logrado concretar algo que no cualquiera hubiese hecho, pero por ahora eso lo mantendría como un secreto entre ella y el faro.
Las personas pasaban por sus lados cargando sacos con grano, peces, llevando aves en sus jaulas y claro, no faltaba uno que otro perdido con sus libros en el mar, leyendo mientras caminaban y discutían los grandes enigmas del cuerpo y la mente humana, la mayoría de ellos griegos que encontraban en Alejandría su propio hogar. Selene veía a todos ellos como parte de su nación a pesar de que no lo fueran, pues a ella se le había educado para ser más griega que egipcia. Aun así las raíces por su pueblo y su cultura le tiraban más que cualquier otra cosa.
Mientras caminaba al palacio, pensó como le hubiese gustado tener ese tipo de libertad en su vida de ir y venir por donde le diera la gana sin estar pensando que en cualquier momento podía ver las costas de su amada Alejandría cubierta de barcos enemigos listos para atacar. Serían aquellas espinas suficiente para frenarlos…? Probablemente no. Debía perfeccionarse mucho aun antes de usar ese poder a la ligera.
Siguió caminando con rapidez hasta que vio a lo lejos el palacio. Los guardias ya comenzaban a prender las antorchas de las murallas por lo mismo, debía apurarse de lo contrario, se metería en problemas y tendría que dar mas explicaciones de las que quería dar.
Selene- Dama del Pecado
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Mas de un dia habia sido el tiempo de viaje que Edward habia invertido para llegar desde el Oasis hasta la ciudad de Alejandria, el lugar donde comenzo su derrota. Habia seguido la orilla del Rio Nilo como pistar para ir llegando a la ciudad mas importante de Egipto. Alli estarian Selene.. y tambien mis hombres, Strife y Orpheo. Las murallas de la ciudad ya se hacian visibles para el hasta ahora general romano.
Apresuro su marcha pues queria terminar con este tormento para su caballo blanco que tan bien le habia ayudado a cruzar las dunas del desierto. Una vez estuvo cerca se fue acercando a la puerta de entrada, alli habia guardias pero Edward sin miedo se comenzo a acercar, y.. aunque llevaba una capucha sobre la cabeza, esos guardias parecieron reconocerme y las puertas de Alejandria se abrieron extrañamente para mi...
Con el caballo y dando pequeños pasos cruzaba la puerta de la ciudad, mirando a mis lados y luego hacia atrás para observar como se cerraba de nuevo la puerta para mi. Es la primera vez que estaba en la ciudad de Alejandria sin que nadie guiara mis pasos, sino como un extranjero mas, pero aun asi seguia cubriendo mi rostro pues que me reconocieran solo podria traer un gran revuelo.
Lo primero que debia hacer era buscar a mis hombres, mas que buscar a Selene, por que ya solo estaba en aquel pais para saber como terminaba todo, poco mas podia hacer, habia fracasado y todas la batallas anteriores no servirian para Diva, ella queria expresamente a Selene. Pero al no conseguirlo.. no me podia esperar un buen futuro. Pero en vez de escapar fui al punto de inicio, para enfrentarme a mi propio destino y el que Roma me tuviera guardado.
Me baje del caballo para no llamar mucho la atencion y comence a caminar por las calles de Alejandria, buscando pistas donde pudiera encontrar a mis hombres que era lo mas importante ahora. Strife y Orpheo.. ellos iban a tener los mismo problemas que yo, por eso lo minimo que podia hacer por ellos como su general era protegerlos y asumir todas las culpas
Caminando entre la gente al fin pude encontrar algo, y era mas de lo que me esperaba, alli estaba uno de mis hombres, Strife.. facilmente reconocible por su cabello negro y por sus facciones que eran diferentes al del resto de egipcios de aquellas calles.
Strife..
Dije cuando me acerque levantando un poco mi capucha para que me viera el rostro. Habia tenido la suerte de encontrar a uno de ellos rapidamente, pues no sabia como iba a dar con ellos sin tener que llegar al mismisimo palacio, sitio al que no queria ir ahora mismo, por que preferia seguir este desenlance desde las sombras.
Al fin le encuentro. Veo que Orpheo no esta contigo... Debemos buscarlo y no volver a separarnos, esta guerra.. ya parece estar en sus ultimos momentos, y veo la hora de regresar a Roma cada vez mas cerca. Solo me pregunto... como terminara la situacion de Egipto, quizas vengan mas tropas.
Apresuro su marcha pues queria terminar con este tormento para su caballo blanco que tan bien le habia ayudado a cruzar las dunas del desierto. Una vez estuvo cerca se fue acercando a la puerta de entrada, alli habia guardias pero Edward sin miedo se comenzo a acercar, y.. aunque llevaba una capucha sobre la cabeza, esos guardias parecieron reconocerme y las puertas de Alejandria se abrieron extrañamente para mi...
Con el caballo y dando pequeños pasos cruzaba la puerta de la ciudad, mirando a mis lados y luego hacia atrás para observar como se cerraba de nuevo la puerta para mi. Es la primera vez que estaba en la ciudad de Alejandria sin que nadie guiara mis pasos, sino como un extranjero mas, pero aun asi seguia cubriendo mi rostro pues que me reconocieran solo podria traer un gran revuelo.
Lo primero que debia hacer era buscar a mis hombres, mas que buscar a Selene, por que ya solo estaba en aquel pais para saber como terminaba todo, poco mas podia hacer, habia fracasado y todas la batallas anteriores no servirian para Diva, ella queria expresamente a Selene. Pero al no conseguirlo.. no me podia esperar un buen futuro. Pero en vez de escapar fui al punto de inicio, para enfrentarme a mi propio destino y el que Roma me tuviera guardado.
Me baje del caballo para no llamar mucho la atencion y comence a caminar por las calles de Alejandria, buscando pistas donde pudiera encontrar a mis hombres que era lo mas importante ahora. Strife y Orpheo.. ellos iban a tener los mismo problemas que yo, por eso lo minimo que podia hacer por ellos como su general era protegerlos y asumir todas las culpas
Caminando entre la gente al fin pude encontrar algo, y era mas de lo que me esperaba, alli estaba uno de mis hombres, Strife.. facilmente reconocible por su cabello negro y por sus facciones que eran diferentes al del resto de egipcios de aquellas calles.
Strife..
Dije cuando me acerque levantando un poco mi capucha para que me viera el rostro. Habia tenido la suerte de encontrar a uno de ellos rapidamente, pues no sabia como iba a dar con ellos sin tener que llegar al mismisimo palacio, sitio al que no queria ir ahora mismo, por que preferia seguir este desenlance desde las sombras.
Al fin le encuentro. Veo que Orpheo no esta contigo... Debemos buscarlo y no volver a separarnos, esta guerra.. ya parece estar en sus ultimos momentos, y veo la hora de regresar a Roma cada vez mas cerca. Solo me pregunto... como terminara la situacion de Egipto, quizas vengan mas tropas.
Edward- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
El cuerpo del legionario ya comenzaba a cansarse, había recorrido la mayor parte de la ciudad sin rastros del general. Los rayos Solares comenzaban a chocar contra su cuerpo haciendo que se deshidrate y se canse más, su gran ego le permitía no demostrarlo ante los ciudadanos de Egipto. No quería humillarse aun más, su cabello ya se encontraba algo mojado gracias al sudor que emanaba su cuerpo.
Alzo la vista solo para ver al Sol el cual comenzaba a dañar sus ojos, con su brazo derecho puso este sobre su frente para así evitar ver directamente a ese gran objeto amarillo del cual provenía el calor. Bajo nuevamente la vista y a la vez su brazo, la única zona por la cual faltaba buscar eran las zonas bajas y pobres.
Strife comenzó a caminar pero justo en ese momento, sintió a sus espaldas palabras las cuales decían su nombre. Al voltearse pudo ver a un sujeto encapuchado que en unos instantes bajo esta para dejar ver su rostro, era el general romano Edward al que tanto estaba buscando por las calles de esta ciudad.
Pero justo al momento en que lo vio Edward comenzó a hablar, había mencionado a Orpheo a quien el legionario no lo había visto desde la derrota a las afueras de Alejandria. Le había impresionado saber que alguien como Orpheo había sobrevivido ya que ni siquiera aparecía entre los calabozos de Alejandria.
- Edward finalmente te encuentro y a la vez me impresiona que Orpheo siga con vida, yo ya estoy enterado del final de esta guerra. Las muertes han parado, las legiones que mando Roma no tardarían en llegar, estoy feliz porque finalmente podre volver a ver a mi hermana. -
Alzo la vista solo para ver al Sol el cual comenzaba a dañar sus ojos, con su brazo derecho puso este sobre su frente para así evitar ver directamente a ese gran objeto amarillo del cual provenía el calor. Bajo nuevamente la vista y a la vez su brazo, la única zona por la cual faltaba buscar eran las zonas bajas y pobres.
Strife comenzó a caminar pero justo en ese momento, sintió a sus espaldas palabras las cuales decían su nombre. Al voltearse pudo ver a un sujeto encapuchado que en unos instantes bajo esta para dejar ver su rostro, era el general romano Edward al que tanto estaba buscando por las calles de esta ciudad.
Pero justo al momento en que lo vio Edward comenzó a hablar, había mencionado a Orpheo a quien el legionario no lo había visto desde la derrota a las afueras de Alejandria. Le había impresionado saber que alguien como Orpheo había sobrevivido ya que ni siquiera aparecía entre los calabozos de Alejandria.
- Edward finalmente te encuentro y a la vez me impresiona que Orpheo siga con vida, yo ya estoy enterado del final de esta guerra. Las muertes han parado, las legiones que mando Roma no tardarían en llegar, estoy feliz porque finalmente podre volver a ver a mi hermana. -
Strife- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Me encontraba caminando por las calles de Alejandría pasando al lado de todas las personas que se encontraban en ellas, y de alguna forma ver tanta gente a mi alrededor me hacia sentir mal…tanta gente me mareaba ya que no estaba tan acostumbrado a tal cantidad de personas, intentaba evadirlas para poder llegar al palacio pero de alguna forma cuando caminaba hacia adelante las personas me llevaban a otro lado.-Esto es una perdida de tiempo mejor intento por una calle menos poblada…sino nunca llegare a el palacio.
Al intentar buscar otro camino no me di cuenta que chocaría contra alguien hasta que fue demasiado tarde el impacto provoco que casi calera al suelo, la capucha de la capa tapo casi por completo mi rostro, levante la mirada para mirar a la persona con la que choque cuando lo mire al rostro era Edward y a su lado Strife, eso me sorprendió un poco al verlos en Alejandría pero por el momento mis intensiones no eran hablar con ellos sino dirigirme al palacio y así encontrar a Selene.
A disculpe me encontraba mirando a otro lado y no lo pude ver mis mas sinceras disculpas por chocar con usted.-Me disculpe bajando la cabeza para que cubriera mas mi rostro la capucha dejando ver levemente mi rostro, al acabar mi frase tome de nuevo un paso rápido para alejarme lo mas rápido posible de ellos no me imaginaba el porque se encontraban aquí pero eso por ahora no importaba ya que me encontraba en la entrada del palacio.
Al entrar solo escuche que a todos los que quisieran ver a la emperatriz Selene debían esperar en el salón, como pude ver que no tenia otra opción espere junto a todos los de mas en el salón principal, de un momento a otro sentí un extraño calor que recorría mis brazos y estomago mire dándome cuenta que las heridas que me provocaron en Menphis aun no sanaban del todo ya que un poco de sangre se notaba en los vendajes que tenia puestos, no quería que se armara un escándalo así que me cubrí con la capa.
Al intentar buscar otro camino no me di cuenta que chocaría contra alguien hasta que fue demasiado tarde el impacto provoco que casi calera al suelo, la capucha de la capa tapo casi por completo mi rostro, levante la mirada para mirar a la persona con la que choque cuando lo mire al rostro era Edward y a su lado Strife, eso me sorprendió un poco al verlos en Alejandría pero por el momento mis intensiones no eran hablar con ellos sino dirigirme al palacio y así encontrar a Selene.
A disculpe me encontraba mirando a otro lado y no lo pude ver mis mas sinceras disculpas por chocar con usted.-Me disculpe bajando la cabeza para que cubriera mas mi rostro la capucha dejando ver levemente mi rostro, al acabar mi frase tome de nuevo un paso rápido para alejarme lo mas rápido posible de ellos no me imaginaba el porque se encontraban aquí pero eso por ahora no importaba ya que me encontraba en la entrada del palacio.
Al entrar solo escuche que a todos los que quisieran ver a la emperatriz Selene debían esperar en el salón, como pude ver que no tenia otra opción espere junto a todos los de mas en el salón principal, de un momento a otro sentí un extraño calor que recorría mis brazos y estomago mire dándome cuenta que las heridas que me provocaron en Menphis aun no sanaban del todo ya que un poco de sangre se notaba en los vendajes que tenia puestos, no quería que se armara un escándalo así que me cubrí con la capa.
Hang- Juez del Inframundo
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Al fin habia podido encontrar a uno de sus mejores soldados, tanto que lo consideraba como un amigo en todo este tiempo que estuvieron en las tierras de Egipto. Mas de un año de lucha, codo a codo salvaguardando la vida del otro.. y cuando fuimos capturados por la emperatriz Selene ya no sabia que podria haber pasado con el y con mis demas soldados.. por suerte o bien habian sido llevados de vuelta o bien habia podido escapar como en el caso de Strife...
El tampoco parecia saber donde se encontraba Orpheo.. y eso que pensaba que podrian estar juntos, lo deberia buscar pero ahora intentaria no volver a separarse de nuevo de Strife hasta que pudieron volver a salvo a Roma. El sabia como habia terminado esta guerra por lo que mis ojos se abrieron en sorpresa..
La guerra termino.. y vienen mas legiones? Significa eso la rendicion de Egipto?
Me quede pensado cual podria haber sido el acuerdo que Selene llego a tener con Roma... En cuanto a mi y mis pocos hombres ya poco podiamos hacer aquí, finalmente despues de luchar tanto, vendria otra legion supuestamente con ordenes tambien para nosotros...
No nos queda mas remedio que esperar que llegue esa legion y escuchar si tienen ordenes para nosotros. Si la guerra termino.. debemos estar satisfechos con nuestro trabajo este año, y esperar con ansias la vuelta a casa....
Aun no sabian realmente como les trataria Diva al llegar, quizas estaba satisfecha... o quizas no lo estaba por que no ibamos a llevarle a Selene, fuese como fuese... yo asumiria todas las culpas para que el resto de mi legion no fuera castiga. Estaba preocupado por mis hombres y se me notaba en mi rostro que estaba muy pensativo, en eso que senti un choque y me di la vuelta para ver que era un encapuchado que habia chocado contra mi y casi se habia caido..
Estas bien.. ? Cuidado...
Le iba a ofrecer mi mano para ayudarle, pero no tardo mucho en reaccionar e irse... antes de eso habia levantado algo su cabeza y lo habia mirado levemente, de algo me sonaba esos ojos.. aunque no lo habia visto muy bien, lo que habia visto se me hacia familiar, de todas maneras ese chico se fue rapidamente sin que pudiera decirle nada mas...
El tampoco parecia saber donde se encontraba Orpheo.. y eso que pensaba que podrian estar juntos, lo deberia buscar pero ahora intentaria no volver a separarse de nuevo de Strife hasta que pudieron volver a salvo a Roma. El sabia como habia terminado esta guerra por lo que mis ojos se abrieron en sorpresa..
La guerra termino.. y vienen mas legiones? Significa eso la rendicion de Egipto?
Me quede pensado cual podria haber sido el acuerdo que Selene llego a tener con Roma... En cuanto a mi y mis pocos hombres ya poco podiamos hacer aquí, finalmente despues de luchar tanto, vendria otra legion supuestamente con ordenes tambien para nosotros...
No nos queda mas remedio que esperar que llegue esa legion y escuchar si tienen ordenes para nosotros. Si la guerra termino.. debemos estar satisfechos con nuestro trabajo este año, y esperar con ansias la vuelta a casa....
Aun no sabian realmente como les trataria Diva al llegar, quizas estaba satisfecha... o quizas no lo estaba por que no ibamos a llevarle a Selene, fuese como fuese... yo asumiria todas las culpas para que el resto de mi legion no fuera castiga. Estaba preocupado por mis hombres y se me notaba en mi rostro que estaba muy pensativo, en eso que senti un choque y me di la vuelta para ver que era un encapuchado que habia chocado contra mi y casi se habia caido..
Estas bien.. ? Cuidado...
Le iba a ofrecer mi mano para ayudarle, pero no tardo mucho en reaccionar e irse... antes de eso habia levantado algo su cabeza y lo habia mirado levemente, de algo me sonaba esos ojos.. aunque no lo habia visto muy bien, lo que habia visto se me hacia familiar, de todas maneras ese chico se fue rapidamente sin que pudiera decirle nada mas...
Edward- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Luego de los dos últimos días de haber estado buscando a Edward el legionario Romano finalmente lo había encontrado o había sido todo al revés este le había encontrado a él. No había sabido nada de él desde el jardín de Isis, al pronunciar los términos de guerra el joven capitán noto la cara sorpresiva del general Edward lo cual también impresiono al joven pelinegro. Le impresiono saber que Edward no conocía del acuerdo que había formado Selene con el imperio Romano, lo cual era muy raro en el ya que el había pasado la mayor parte de la semana junto con la emperatriz.
Strife se quedo pensando en Orpheo ya que ambos romanos no sabían nada de él ni siquiera donde habría estado, todos parecían pasar mientras que ambos Romanos eran las únicas personas que estaban quietas en el lugar. No tardo mucho para que un joven algo con prisa impactara a ambas personas provocando que los tres casi caigan al suelo. Strife quien estiro su mano para ayudar al joven pudo ver su rostro y así reconocerlo, era el acompañante de Selene, el cual su nombre era Hang.
- ¿Hang?. -
Pronuncio directamente el Romano pero justo cuando lo había echo el joven de capucha se había levantado y se había ido de aquel lugar. Strife quedo pensando en todas las palabras que había dicho Edward, tendrían que esperar a la legión Romana lo cual era lo más favorable. Obedecería las ordenes de Edward hasta el final y al igual que el le parecía una buena idea el no separarse hasta volver a Roma
Strife se quedo pensando en Orpheo ya que ambos romanos no sabían nada de él ni siquiera donde habría estado, todos parecían pasar mientras que ambos Romanos eran las únicas personas que estaban quietas en el lugar. No tardo mucho para que un joven algo con prisa impactara a ambas personas provocando que los tres casi caigan al suelo. Strife quien estiro su mano para ayudar al joven pudo ver su rostro y así reconocerlo, era el acompañante de Selene, el cual su nombre era Hang.
- ¿Hang?. -
Pronuncio directamente el Romano pero justo cuando lo había echo el joven de capucha se había levantado y se había ido de aquel lugar. Strife quedo pensando en todas las palabras que había dicho Edward, tendrían que esperar a la legión Romana lo cual era lo más favorable. Obedecería las ordenes de Edward hasta el final y al igual que el le parecía una buena idea el no separarse hasta volver a Roma
Strife- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Sabia que habia visto al chico que choco con nosotros en alguna parte, pero por alguna extraña razon mi compañero y amigo Strife tambien lo conocia, era ese chico egipcio el cual aconseje que se marchara fuera de su casa antes de que los legionarios llegaran y lo apresaran para tenerlo como esclavo, y mas tarde volvi a encontrarme con el en el Oasis donde Selene me habia llevado, al parecer habia logrador escapar de mis hombres sin ser visto y habia llegado a ese Oasis, ahora.. se encontraba por alguna razon de Alejandria.
Hang... ? Si.. es ese muchacho egipcio que escapa junto con su familia hacia el Oasis.. Si a abandonado ese buen hogar que encontro es por que algo tiene que hacer aqui, pero no sabia que lo conocias Strife.
De todos modos ya era tarde para hablar con el egipcio pues corria en direccion al castillo, y el seguro que si nos habia reconocido a ambos por que llevabamos nuestros rostros al descubierto pero habia preferido pasar de largo evitando asi entablar cualquier tipo de conversacion con nosotros.
Poco teniamos que hacer alli nosotros dos salvo conversar, y pense que quizas deberiamos prepararnos para lo peor a la hora de volver a Roma y al mismo tiempo tenia que comentar con Strife aquella que vio en el Jardin de Isis. Segun lo que me dijo aquel hombre de anciana edad.. no era solo yo, sino que eran doces los elegidos de poseer este poder para luchar por la justicia.
Strife.. hay algo que queria comentarte sobre lo que viste en el jardin de Isis..
Mi voz se torno algo mas seria al tocar este tema, mis ojos no vacilaban en ningun momento pues si hablaba de esto con Strife era por que durante estos años me habia desmotrado ser un muy leal guerrero.
Puede que vieras cosas que sobrepasaran las leyes fisicas. Un poder que va mas haya de los de un simple ser humano, ese poder.. esta despertando cada vez mas en mi... y creo que va a ser muy decisivo en mi lucha. Por eso te pido como soldado.. no! Te pido como amigo... ayuda para controlar ese poder que esta naciendo...
Hang... ? Si.. es ese muchacho egipcio que escapa junto con su familia hacia el Oasis.. Si a abandonado ese buen hogar que encontro es por que algo tiene que hacer aqui, pero no sabia que lo conocias Strife.
De todos modos ya era tarde para hablar con el egipcio pues corria en direccion al castillo, y el seguro que si nos habia reconocido a ambos por que llevabamos nuestros rostros al descubierto pero habia preferido pasar de largo evitando asi entablar cualquier tipo de conversacion con nosotros.
Poco teniamos que hacer alli nosotros dos salvo conversar, y pense que quizas deberiamos prepararnos para lo peor a la hora de volver a Roma y al mismo tiempo tenia que comentar con Strife aquella que vio en el Jardin de Isis. Segun lo que me dijo aquel hombre de anciana edad.. no era solo yo, sino que eran doces los elegidos de poseer este poder para luchar por la justicia.
Strife.. hay algo que queria comentarte sobre lo que viste en el jardin de Isis..
Mi voz se torno algo mas seria al tocar este tema, mis ojos no vacilaban en ningun momento pues si hablaba de esto con Strife era por que durante estos años me habia desmotrado ser un muy leal guerrero.
Puede que vieras cosas que sobrepasaran las leyes fisicas. Un poder que va mas haya de los de un simple ser humano, ese poder.. esta despertando cada vez mas en mi... y creo que va a ser muy decisivo en mi lucha. Por eso te pido como soldado.. no! Te pido como amigo... ayuda para controlar ese poder que esta naciendo...
Edward- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
En el palacio se encontraba mucha gente que pretendía ver a Selene el salón se comenzaba a llenar de momento no quería estar rodeado de muchas personas pero a estar encerados en este lugar prefería salir para tomar aire y pasear un momento por el lugar.
Al momento de salir me daba cuenta de que se encontraban mas personas adentro que afuera las calles se encontraban más despejadas que en un principio ya se podía caminar con tranquilidad para poder observar el paisaje de la gran Alejandría, me traía a la mente buenos y malos recuerdos sentía en aire lleno de nostalgia.
Recuerdos sobre mi niñez sobre los amigos que encontré en esta ciudad tan basta, pero …baja la mirada dando una leve sonrisa quitándose la capucha que cubría su rostro mirando el cielo mientras se reflejaba la luz en sus ojos…me siento extraño estando de nuevo en esta ciudad después de tanto tiempo me trae tantos recuerdos.
Mientras caminaba con una cara de nostalgia y felicidad note a lo lejos que aun se encontraban Edward y Stirfe, detuve el paso pero decidí seguir y hablarles esta vez ya que el palacio se encontraba muy lleno es mejor hablar un poco con ellos, me acerque donde se encontraban para esta vez saludarlos y despedirme.
.-Hola como se encuentran y esta vez me disculpare mas correctamente por chocar con ustedes ase rato, pero también para despedirme de los dos ya que en el Fayum no pude...así que hasta luego
Se los dije con respeto y algo feliz ya que me encontraba en la ciudad en la cual conocí a varios amigos...pero aun sentía que a cada paso que dará hacia delante me alejaría de los que una vez conocí al terminar de decirles mis palabras seguí caminando hacia las costas de la ciudad para pensar un momento alejado de todos para pensar sobre lo que podría ocurrir.
Al momento de salir me daba cuenta de que se encontraban mas personas adentro que afuera las calles se encontraban más despejadas que en un principio ya se podía caminar con tranquilidad para poder observar el paisaje de la gran Alejandría, me traía a la mente buenos y malos recuerdos sentía en aire lleno de nostalgia.
Recuerdos sobre mi niñez sobre los amigos que encontré en esta ciudad tan basta, pero …baja la mirada dando una leve sonrisa quitándose la capucha que cubría su rostro mirando el cielo mientras se reflejaba la luz en sus ojos…me siento extraño estando de nuevo en esta ciudad después de tanto tiempo me trae tantos recuerdos.
Mientras caminaba con una cara de nostalgia y felicidad note a lo lejos que aun se encontraban Edward y Stirfe, detuve el paso pero decidí seguir y hablarles esta vez ya que el palacio se encontraba muy lleno es mejor hablar un poco con ellos, me acerque donde se encontraban para esta vez saludarlos y despedirme.
.-Hola como se encuentran y esta vez me disculpare mas correctamente por chocar con ustedes ase rato, pero también para despedirme de los dos ya que en el Fayum no pude...así que hasta luego
Se los dije con respeto y algo feliz ya que me encontraba en la ciudad en la cual conocí a varios amigos...pero aun sentía que a cada paso que dará hacia delante me alejaría de los que una vez conocí al terminar de decirles mis palabras seguí caminando hacia las costas de la ciudad para pensar un momento alejado de todos para pensar sobre lo que podría ocurrir.
Hang- Juez del Inframundo
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Nuevamente se había encontrado con aquel chico del oasis, Strife solo se quedo viendo como el chico corría hacia el castillo mientras que al parecer Edward también le había conocido a la vez el joven legionario había escuchado un poco más de la historia de aquel joven Hang aunque no le importara. A la vez nuevamente aquel líder de la legión a quien se podía llamar amigo volvió a hablar mencionando lo que mas le había impresionado de el. El pasado en el jardín de Isis nuevamente volvía a despertar.
Las palabras y explicaciones del general no se dieron a esperar, le había pedido al legionario que le ayudara a perfeccionar aquella gran fuerza sobre humana que había despertado en esta desolada tierra. Solo se quedo allí dudando, si Edward aun no podía controlar ese gran y enorme poder que ahora corría por sus venas ¿Como un simple legionario podría hacerlo? Los ojos secos de Strife se enfocaron al rostro de Edward, y a la vez moviendo sus labios dijo.
- Edward... Te he seguido a todas partes como soldado. Has demostrado ser un buen líder y ahora es la hora de que yo te ayude aunque no se cómo pueda hacerlo, te he seguido a todas partes incluso al Infierno tempestad de la guerra, no hago esto porque seas un superior si no porque en todos estos años que hemos luchado espalda a espalda has demostrado ser un buen amigo y sobretodo un general como no hay otro, te ayudare incluso si debo dar mi vida por ello. También espero que tú puedas responderme algunas preguntas en el futuro.
Dijo con felicidad mientras estiraba su mano para poder estrechársela contra el general, pero aun así bajo la mirada, las preguntas que le tenía que hacer a Edward eran sobre los sueños con su hermana y aquella mujer de cabello rojo que portaba una túnica. Miro de nuevo hacia el castillo solo para ver a Hang quien venía caminando y a la vez hablando.
- También es un gusto volver a verte Hang. -
Las palabras y explicaciones del general no se dieron a esperar, le había pedido al legionario que le ayudara a perfeccionar aquella gran fuerza sobre humana que había despertado en esta desolada tierra. Solo se quedo allí dudando, si Edward aun no podía controlar ese gran y enorme poder que ahora corría por sus venas ¿Como un simple legionario podría hacerlo? Los ojos secos de Strife se enfocaron al rostro de Edward, y a la vez moviendo sus labios dijo.
- Edward... Te he seguido a todas partes como soldado. Has demostrado ser un buen líder y ahora es la hora de que yo te ayude aunque no se cómo pueda hacerlo, te he seguido a todas partes incluso al Infierno tempestad de la guerra, no hago esto porque seas un superior si no porque en todos estos años que hemos luchado espalda a espalda has demostrado ser un buen amigo y sobretodo un general como no hay otro, te ayudare incluso si debo dar mi vida por ello. También espero que tú puedas responderme algunas preguntas en el futuro.
Dijo con felicidad mientras estiraba su mano para poder estrechársela contra el general, pero aun así bajo la mirada, las preguntas que le tenía que hacer a Edward eran sobre los sueños con su hermana y aquella mujer de cabello rojo que portaba una túnica. Miro de nuevo hacia el castillo solo para ver a Hang quien venía caminando y a la vez hablando.
- También es un gusto volver a verte Hang. -
Strife- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Como esperaba de Strife se comportaba como un total y absoluto amigo. Este no era un tema de que yo fuera un general y el un soldado inferior a mi, eso solo eran titulos nada mas.. en el campo y en el dia a dia se puede ver quienes son las personas con las que realmente puedes contar. Ambos nos habiamos visto practicando, heridos, guardando la espalda del otro, siempre como general y soldado.. pero aun asi el habia demostrado ser un gran hombre.
Las palabras de Strife eran de total agradecimiento hacia mi, alabando mi tarea como lider. Sabia que hasta en mi propia legion habia soldados que no seguian los mismos ideales pacifistas que yo.. Con lo que decia cada vez ganaba la confianza que necesitaba para enfrentarme al poder que habia dentro de mi y controlarlo antes de que fuera el que me destruyera a mi...
Me seras de gran ayuda por que quiero que me jures por tu honor que si mi poder se me descontrola de las manos.. y soy un peligro para los demas, acabes con mi vida antes de que termine todo en una catastrofe.
Los ojos de Edward mostraban su determinacion, tener poder no servia de nada si ibas a ser un peligro para los demas, por que un gran poder lleva consigo una gran responsabilidad. Mi mano estrecho con fuerza la de Strife, era un promesa de soldados, de amigos, de hermanos en el campo de batalla. Si tenia que caer muerto preferia que fuera a manos de un compañero antes de ver como destruia una ciudad entera con este poder.
Si logro salir con vida, respondere a cualquiera de tus preguntas como agradecimiento Strife..
Solte la mano de Strife y en ese momento volvio a aparecer Hang, parecia que ya haba terminado de hacer para lo que habia venido a la ciudad. Esta vez si que nos hablo para informarnos de que se volvia al oasis, quizas con su familia, yo asenti con la cabeza, deseandole que todo le fuera bien.
Buen viaje Hang.
Llego la hora de volver a enfrentarme a mi poder, y esta vez junto a un compañero. Ya sabia como manifestarlo pero aun no podia controlarlo bien, lo que pretenderia seria poder usarlo a mi beneficio siempre que quisiera, pero para hacer eso debia de practicarlo en algun sitio mas soltario donde no hacer daño a nadie
Vayamos a buscar otro lugar donde no haya nadie.
Comence a andar por las calles de Alejandria junto a Strife, para buscar aquel sitio donde volveria a encontrarme con esa tormenta de mi interior, y quizas.. volveria a ver a la mujer de cabellos como el fuego... esa a la cual sentia que tenia un lazo muy especial con ella, con la que soñaba y la que representaba todos mi ideales
Las palabras de Strife eran de total agradecimiento hacia mi, alabando mi tarea como lider. Sabia que hasta en mi propia legion habia soldados que no seguian los mismos ideales pacifistas que yo.. Con lo que decia cada vez ganaba la confianza que necesitaba para enfrentarme al poder que habia dentro de mi y controlarlo antes de que fuera el que me destruyera a mi...
Me seras de gran ayuda por que quiero que me jures por tu honor que si mi poder se me descontrola de las manos.. y soy un peligro para los demas, acabes con mi vida antes de que termine todo en una catastrofe.
Los ojos de Edward mostraban su determinacion, tener poder no servia de nada si ibas a ser un peligro para los demas, por que un gran poder lleva consigo una gran responsabilidad. Mi mano estrecho con fuerza la de Strife, era un promesa de soldados, de amigos, de hermanos en el campo de batalla. Si tenia que caer muerto preferia que fuera a manos de un compañero antes de ver como destruia una ciudad entera con este poder.
Si logro salir con vida, respondere a cualquiera de tus preguntas como agradecimiento Strife..
Solte la mano de Strife y en ese momento volvio a aparecer Hang, parecia que ya haba terminado de hacer para lo que habia venido a la ciudad. Esta vez si que nos hablo para informarnos de que se volvia al oasis, quizas con su familia, yo asenti con la cabeza, deseandole que todo le fuera bien.
Buen viaje Hang.
Llego la hora de volver a enfrentarme a mi poder, y esta vez junto a un compañero. Ya sabia como manifestarlo pero aun no podia controlarlo bien, lo que pretenderia seria poder usarlo a mi beneficio siempre que quisiera, pero para hacer eso debia de practicarlo en algun sitio mas soltario donde no hacer daño a nadie
Vayamos a buscar otro lugar donde no haya nadie.
Comence a andar por las calles de Alejandria junto a Strife, para buscar aquel sitio donde volveria a encontrarme con esa tormenta de mi interior, y quizas.. volveria a ver a la mujer de cabellos como el fuego... esa a la cual sentia que tenia un lazo muy especial con ella, con la que soñaba y la que representaba todos mi ideales
Edward- Caballeros Dorados
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Saliendo de la enfermería, me puse a recorrer las calles de Alejandría, no tenía ni una sola idea en donde se pueda encontrar aquella mujer cuyo nombre invadía mi mente y quizás con ella pueda recordar algo de mi pasado, estaba perdida nuevamente sin un lugar a donde ir. Mis ojos estaban fijos en el camino, pero mi mente navegaba por los más profundos pensamientos, sin prestar la menor atención a donde iba, mis pies se movían solo por instinto, caminaba sin rumbo aparente. En mi pecho un remordimiento se presentaba, sin motivo, una tristeza que ni yo misma lograba comprender, era algo que apareció de repente, y unas pocas lágrimas resbalaron desde mis ojos, humedeciendo mis mejillas.
-¿Que me está pasando? No se quien soy, quien es mi familia, de donde vengo...- Me preguntaba a mi misma, lamentándome de lo que me haya ocurrido, por alguna razón comenzaba a sospechar que había perdido la memoria, pero me pareció extraño que recuerda aún algunas cosas, quería regresar a mi hogar, pero no sabía por donde ir. De pronto mis labios pronunciaron unas palabras, la primera frase que apareció en mi mente. -El Fayum...- Aquel oasis situado en alguna parte de Egipto, aquel lugar que aluna vez fue mi hogar, hace muchos años. Era mi sitio preferido, siempre corría por los alrededores, cerca de un canal de aguas cristalinas. Sonreí y me dispuse a encontrar algún medio de transporte para viajar hasta allí.
Tras avanzar unos cuantos kilómetros vi a un hombre parado al lado de un puesto de ventas. Junto a él había un hermoso corcel negro, su pelaje era brilloso y estaba bien cuidado. Me acerqué a él y sin importarme nada, comencé a acariciar el lomo del animal, noté que el hombre me miró con una sonrisa agradable en su rostro. Solo dije: Hola...- Para no parecer descortés. Y el señor me sonrió, cerrando los ojos amistoso.
-Veo que te gustan los caballos joven muchacha...- Pronunció el hombre.
-Sí, me gustan mucho. Cuando era pequeña solía montar en mi corcel y cabalgar hasta el anochecer... lo consideraba mi mejor amigo... él me lo recuerda mucho...- Dije refiriendo al animal que estaba a mi lado. Y luego continué. -De hecho, me preguntaba si usted podría llevarme, debo hacer un viaje...-
-No lo creo, no puedo abandonar mi hogar, niña. Pero tengo una idea. Puedo darte este caballo a cambio de unas cuantas monedas de oro. ¿que dices?- Decía el hombre con un tono amable, a lo cual asentí con la cabeza y saqué algunas monedas, eran bastantes para mi gusto.
-Es todo lo que tengo...- Entregué las monedas al señor y enseguida este soltó al caballo que tenía amarrado por una soga.
-Bien, es todo tuyo...- Dije amablemente, entonces me subí sobre el lomo del animal y me dispuse a marchar hacia mi hogar. No sin antes darle las gracias a ese hombre.
-Se lo agradezco, señor..- Dije para luego dar paso por medio de la ciudad directo hacia el Fayum,.
-¿Que me está pasando? No se quien soy, quien es mi familia, de donde vengo...- Me preguntaba a mi misma, lamentándome de lo que me haya ocurrido, por alguna razón comenzaba a sospechar que había perdido la memoria, pero me pareció extraño que recuerda aún algunas cosas, quería regresar a mi hogar, pero no sabía por donde ir. De pronto mis labios pronunciaron unas palabras, la primera frase que apareció en mi mente. -El Fayum...- Aquel oasis situado en alguna parte de Egipto, aquel lugar que aluna vez fue mi hogar, hace muchos años. Era mi sitio preferido, siempre corría por los alrededores, cerca de un canal de aguas cristalinas. Sonreí y me dispuse a encontrar algún medio de transporte para viajar hasta allí.
Tras avanzar unos cuantos kilómetros vi a un hombre parado al lado de un puesto de ventas. Junto a él había un hermoso corcel negro, su pelaje era brilloso y estaba bien cuidado. Me acerqué a él y sin importarme nada, comencé a acariciar el lomo del animal, noté que el hombre me miró con una sonrisa agradable en su rostro. Solo dije: Hola...- Para no parecer descortés. Y el señor me sonrió, cerrando los ojos amistoso.
-Veo que te gustan los caballos joven muchacha...- Pronunció el hombre.
-Sí, me gustan mucho. Cuando era pequeña solía montar en mi corcel y cabalgar hasta el anochecer... lo consideraba mi mejor amigo... él me lo recuerda mucho...- Dije refiriendo al animal que estaba a mi lado. Y luego continué. -De hecho, me preguntaba si usted podría llevarme, debo hacer un viaje...-
-No lo creo, no puedo abandonar mi hogar, niña. Pero tengo una idea. Puedo darte este caballo a cambio de unas cuantas monedas de oro. ¿que dices?- Decía el hombre con un tono amable, a lo cual asentí con la cabeza y saqué algunas monedas, eran bastantes para mi gusto.
-Es todo lo que tengo...- Entregué las monedas al señor y enseguida este soltó al caballo que tenía amarrado por una soga.
-Bien, es todo tuyo...- Dije amablemente, entonces me subí sobre el lomo del animal y me dispuse a marchar hacia mi hogar. No sin antes darle las gracias a ese hombre.
-Se lo agradezco, señor..- Dije para luego dar paso por medio de la ciudad directo hacia el Fayum,.
Jezzara- Reino : Santuario de Athena
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Caminaba entre las calles que apenas eran iluminadas por la luz del sol, todo se encontraba vicio sin nada de gente la cual estorbara mi camino no entendía la razón del porque sentía que los humanos no merecían caminar por esta tierra y mucho menos tratar de apoderarse de ella como si les perteneciera por derecho tal vez porque era un regalo que los dioses nos dieron incluso nuestro aliento.-soy humano entonces porque siento esta repulsión hacia los demás…-que significaba este resentimiento del cual no me podía deshacer.
Lo que sentía que si merecían todos los humanos era un castigo por lo que han hecho, porque el motivo de esos pensamientos quien podía ser yo para atreverme a pensar quien merecía un castigo o no si esa decisión solo podía ser tomada por los dioses entonces porque me atrevía a pensar en eso como si tuviera el derecho de hacerlo.-Tu tienes esa tarea ya que se te fue impuesta por una dios.-mi tarea…como podía ser mi tarea juzgar a los humanos siendo un simple mortal, pero entonces porque tengo la sensación de que…
Una visión de la nada llego a mi mente un lugar donde los muertos sufrían cubiertos en llamas en un lugar sombrío para pagar por sus pecados cometidos en vida sin importar que hayan sufrido en ella por su misma arrogancia, un lugar gobernado por un dios el dios que gobierna el mundo de los muerto…al intentar recordar me provoco un dolor de cabeza el cual hiso que dejara de pensar en aquel lugar cubierto por la muerte y oscuridad, con la duda de quien puede ser el único que puede gobernar ese lugar.
Mirando en amanecer el cual parecía nublado y no como en días anteriores, el sol no brillaba con todo su esplendor como siempre este día parresia tener algo de tristeza en su comienzo incluso algunas nubes tenían un tono completamente negro, curiosamente esas nubes rodeaban el sol impidiendo que brillara como siempre, parecía como si quisieran tragarse la luz que provenía de el, tornando oscura prácticamente gran parte de la ciudad en esos momentos parecía que la oscuridad cubriría la ciudad por completo.
Lo que sentía que si merecían todos los humanos era un castigo por lo que han hecho, porque el motivo de esos pensamientos quien podía ser yo para atreverme a pensar quien merecía un castigo o no si esa decisión solo podía ser tomada por los dioses entonces porque me atrevía a pensar en eso como si tuviera el derecho de hacerlo.-Tu tienes esa tarea ya que se te fue impuesta por una dios.-mi tarea…como podía ser mi tarea juzgar a los humanos siendo un simple mortal, pero entonces porque tengo la sensación de que…
Una visión de la nada llego a mi mente un lugar donde los muertos sufrían cubiertos en llamas en un lugar sombrío para pagar por sus pecados cometidos en vida sin importar que hayan sufrido en ella por su misma arrogancia, un lugar gobernado por un dios el dios que gobierna el mundo de los muerto…al intentar recordar me provoco un dolor de cabeza el cual hiso que dejara de pensar en aquel lugar cubierto por la muerte y oscuridad, con la duda de quien puede ser el único que puede gobernar ese lugar.
Mirando en amanecer el cual parecía nublado y no como en días anteriores, el sol no brillaba con todo su esplendor como siempre este día parresia tener algo de tristeza en su comienzo incluso algunas nubes tenían un tono completamente negro, curiosamente esas nubes rodeaban el sol impidiendo que brillara como siempre, parecía como si quisieran tragarse la luz que provenía de el, tornando oscura prácticamente gran parte de la ciudad en esos momentos parecía que la oscuridad cubriría la ciudad por completo.
Hang- Juez del Inframundo
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Para nosotros el único dios que podía gobernar e mundo de los muertos era Anubis entonces cual era la razón de sentir que había alguien más además de el por que tenia esa sensación la cual me decía que se acercaba el momento de algo importante mientras pensaba sobre eso sentí una presencia algo familiar que me provoco una ansiedad que no sabia controlar.-A quien le pertenece esa presencia tan aterradora.-pero por alguna razón era conocida para mi, después de un momento de inquietud una sonrisa casi macaba se reflejo en mi rostro.
Ya comenzó…-comencé a divagar con un mundo lleno de oscuridad, era extraño durante algunos días desde que conocí a Selene la presencia de algunas personas parecían recordarme cosas que no había vivido pero que podía recordar…-Aiacos.-ese nombre vino a mi mente seguido de otro dolor de cabeza provocando que me recargara en una pared cercana.-que esta pasando?...y ese nombre donde lo había escuchado antes…-pensamientos sobre estrellas hermanas que solo servían a un solo dios comenzaron a surgir sin motivo alguno.
Pero no era solo esa presencia que me estremeció también otras que eran opacadas por ella, presentía que se encontraban cerca, un impulso me decía que fuera a donde se encontraban esas presencias como si me estuvieran llamando.-A donde me guiaran mis pasos y porque siento que me guiara a mi verdadero destino…-camine sin rumbo aparente solo siguiendo mis pasos que eran guiados por ese impulso pero me sentía cada vez mas inquieto por llegar a donde se encontraban esas presencias como si despertaran algo en mi que se encontraba olvidado…
Sonreía de forma macabra acompañada de una mirada que reflejaba frialdad hacia los demás que se encontraba ya caminado por la calle extraños pensamientos y reacciones surgían debes en cuando por algunas circunstancias o incluso por los que se encontraban alrededor, el nombre de Aiacos recordaba que lo había mencionado con anterioridad pero no recordaba el porque como si se hubieran bloqueado parte de mis recuerdos recientes…
Ya comenzó…-comencé a divagar con un mundo lleno de oscuridad, era extraño durante algunos días desde que conocí a Selene la presencia de algunas personas parecían recordarme cosas que no había vivido pero que podía recordar…-Aiacos.-ese nombre vino a mi mente seguido de otro dolor de cabeza provocando que me recargara en una pared cercana.-que esta pasando?...y ese nombre donde lo había escuchado antes…-pensamientos sobre estrellas hermanas que solo servían a un solo dios comenzaron a surgir sin motivo alguno.
Pero no era solo esa presencia que me estremeció también otras que eran opacadas por ella, presentía que se encontraban cerca, un impulso me decía que fuera a donde se encontraban esas presencias como si me estuvieran llamando.-A donde me guiaran mis pasos y porque siento que me guiara a mi verdadero destino…-camine sin rumbo aparente solo siguiendo mis pasos que eran guiados por ese impulso pero me sentía cada vez mas inquieto por llegar a donde se encontraban esas presencias como si despertaran algo en mi que se encontraba olvidado…
Sonreía de forma macabra acompañada de una mirada que reflejaba frialdad hacia los demás que se encontraba ya caminado por la calle extraños pensamientos y reacciones surgían debes en cuando por algunas circunstancias o incluso por los que se encontraban alrededor, el nombre de Aiacos recordaba que lo había mencionado con anterioridad pero no recordaba el porque como si se hubieran bloqueado parte de mis recuerdos recientes…
Hang- Juez del Inframundo
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Del desierto decidí regresar a Alejandría donde decidiría si quedarme en ella o no.-Hay muy poco gente…-me agradaba que en las calles por el momento no se encontraran demasiadas personas ya que podría caminar tranquilo por un rato pero pensaba también el por que de su ausencia, eso me extrañaba ya que siempre se encontraban demasiado pobladas estas calles, repletas de curiosos, de vendedores o también de personas que solo querían caminar un rato para mirar que es lo que pasaba en las calles.-Romanos?.-mire que se encontraban algunos romanos rondando por el lugar me extraño por un momento hasta que recordé que Selene se encontraba comprometida con un romano.
Así que vinieron por las nupcias…-por alguna razón me dio gracia pero solo seguí mi camino evadiendo a esos romanos que se encontraban cerca, pensaba que debería tener una buena razón para que se casaran con un romano, a mi me importaba poco su existencia ya que tenia otras cosas mas importantes en que pensar igual Selene pero ella no pensaba tan amablemente de ellos, para ella solo son unos bastardos que no deberían de pisar las tierras egipcias, pero en cambio yo por alguna extraña razón me comenzaba a importar poco lo que pasara con Egipto no, no solo con el sino también con los demás lugares que existían, ya tampoco me importaban lo habitantes que se encontraran en ellos.
Lo único que me interesaba en ese momento era comenzar a despertar por completo mis poderes.-Tengo que despertar lo mas rápido posible.-decía con voz seria mientras caminaba ya que sentía que pronto despertaría nuestro dios, el único y verdadero gobernante del inframundo Hades y tenia que tomar mi papel como juez del inframundo lo mas pronto posible para servirle.-Selene…-vino su nombre a mi mente porque en estos momentos me encontraba a sus servicios como uno de sus soldados, un guerrero egipcio que le serbia a su reina,.-Ja.-pero hay cosas mas importantes incluso ellas tendría que servirle a nuestro seño como su guerrera y Egipto solo seria un lugar mas que seria gobernado por el.
Así que vinieron por las nupcias…-por alguna razón me dio gracia pero solo seguí mi camino evadiendo a esos romanos que se encontraban cerca, pensaba que debería tener una buena razón para que se casaran con un romano, a mi me importaba poco su existencia ya que tenia otras cosas mas importantes en que pensar igual Selene pero ella no pensaba tan amablemente de ellos, para ella solo son unos bastardos que no deberían de pisar las tierras egipcias, pero en cambio yo por alguna extraña razón me comenzaba a importar poco lo que pasara con Egipto no, no solo con el sino también con los demás lugares que existían, ya tampoco me importaban lo habitantes que se encontraran en ellos.
Lo único que me interesaba en ese momento era comenzar a despertar por completo mis poderes.-Tengo que despertar lo mas rápido posible.-decía con voz seria mientras caminaba ya que sentía que pronto despertaría nuestro dios, el único y verdadero gobernante del inframundo Hades y tenia que tomar mi papel como juez del inframundo lo mas pronto posible para servirle.-Selene…-vino su nombre a mi mente porque en estos momentos me encontraba a sus servicios como uno de sus soldados, un guerrero egipcio que le serbia a su reina,.-Ja.-pero hay cosas mas importantes incluso ellas tendría que servirle a nuestro seño como su guerrera y Egipto solo seria un lugar mas que seria gobernado por el.
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Caminaba de nuevo sin rumbo por las calles que se encontraban algo silenciosas de Alejandría, caminaba mientras miraba el suelo pero un sonido que no me esperaba quebró en inmenso silencio que había.-Joven espera.-Levante la mirada seguido de volear para ver quien era la persona que se encontraba hablando y si me hablaba a mi o a alguien mas, pero al mirar era una joven que se paro exhausta en frente mío que parresia tomar un poco de aire ya que había corrido desde quien sabe donde.
Disculpa me hablas a mi?.-Le pregunte de forma amable mientras cambiaba mi cara de fría amargura a una algo confundida y amable.-Si es que te quería agradecer por lo del faro ya que esos ladrones me habían robado las ganancias de un mes.-Estaba pensando que era muy gracioso el destino ya que en ese momento mi intención no era la de ayudar a nadie sino lastimar y probar mis poderes en esos hombres.-Ha… enserio pues no me deberías agradecer solo hice lo correcto.-Mostré una sonrisa amable que enmascaraba mis verdaderos pensamientos.
Pensaba que lo correcto seria acabar con toda la vida que existía y ver a los humanos sufrir en el infierno, ya que después de todo para eso naci de nuevo en la tierra, para poder cumplir los deseos de mi señor Hades.-Ten esto en por habernos ayudado.-Tomo mi mano derecha mientras ponía en mi palma unas cuantas monedas de oro.-Pero…-Se que es poco pero tómalo sin problema.-Dijo mientras tomaba mi mano y la serraba para que no soltara las monedas, pero después de esas palabras soltó mi mano y salió corriendo por donde vino.
No sabia la razón de tanta amabilidad pero de alguna forma a mi no me serbia su dinero por lo menos no a mi, suspire mientras seguía mi camino pero en ese trayecto note que en un puesto un niño pobre miraba el pan de una manera deseosa solo serré los ojos y movía la cabeza de un lado al otro pensando que como un sirviente de la muerte aun conservaba sus sentimientos por otros.-Toma para que compres algo de comer.-Dije mientras tomaba la mano del niño y ponía entre sus dedos las monedas para que comprara algo, después solo me aleje sin importarme que le fuera a pasar después de haber echo eso que quizás le aria mas mal que bien, ya que quizás se lo encontrarla un ladrón y le robaría el oro sin piedad alguna.-Ese ya no es mi problema…
Disculpa me hablas a mi?.-Le pregunte de forma amable mientras cambiaba mi cara de fría amargura a una algo confundida y amable.-Si es que te quería agradecer por lo del faro ya que esos ladrones me habían robado las ganancias de un mes.-Estaba pensando que era muy gracioso el destino ya que en ese momento mi intención no era la de ayudar a nadie sino lastimar y probar mis poderes en esos hombres.-Ha… enserio pues no me deberías agradecer solo hice lo correcto.-Mostré una sonrisa amable que enmascaraba mis verdaderos pensamientos.
Pensaba que lo correcto seria acabar con toda la vida que existía y ver a los humanos sufrir en el infierno, ya que después de todo para eso naci de nuevo en la tierra, para poder cumplir los deseos de mi señor Hades.-Ten esto en por habernos ayudado.-Tomo mi mano derecha mientras ponía en mi palma unas cuantas monedas de oro.-Pero…-Se que es poco pero tómalo sin problema.-Dijo mientras tomaba mi mano y la serraba para que no soltara las monedas, pero después de esas palabras soltó mi mano y salió corriendo por donde vino.
No sabia la razón de tanta amabilidad pero de alguna forma a mi no me serbia su dinero por lo menos no a mi, suspire mientras seguía mi camino pero en ese trayecto note que en un puesto un niño pobre miraba el pan de una manera deseosa solo serré los ojos y movía la cabeza de un lado al otro pensando que como un sirviente de la muerte aun conservaba sus sentimientos por otros.-Toma para que compres algo de comer.-Dije mientras tomaba la mano del niño y ponía entre sus dedos las monedas para que comprara algo, después solo me aleje sin importarme que le fuera a pasar después de haber echo eso que quizás le aria mas mal que bien, ya que quizás se lo encontrarla un ladrón y le robaría el oro sin piedad alguna.-Ese ya no es mi problema…
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Después de haber dejado esa tienda de ropa y comprado una nueva camisa seguí caminando sin rumbo por las calles para pensar si regresar al palacio o seguir sin rumbo un tiempo hasta que me mandara a llamar Selene por si me llegase a necesitar por alguna razón importante, pero por ahora ya no sabía que era lo importante y que no lo era o si debía seguir en este lugar ya no sabía de nuevo que tenía que hacer.-Otra vez con estas estúpidas dudas no puede ser…
Me decía a mi mismo con rabia mientras que me sentaba en una caja de madera que se encontraba a un lado pegada a una pared, al sentarme me agache para poder tomar con las manos mi cabello y reflexionar lo que estaba pasándome.-Que me pasa…-Decia con frustración ya que estaba comenzando a dudar sobre quien era en realidad.-Si soy un juez del inframundo entonces porque tengo compasión por otros…como la tuve por esa joven que necesitaba ayuda…quien soy o que soy en realidad…
Con cada acción, con cada palabra me sentía más confundido sobre quien era aunque ya lo supiera de antemano, el saber que yo sería uno de los que derramaría ríos de sangre sobre la tierra para dar paso al reina de hades, o ser de nuevo el campesino que siempre e sido y vivir con mi familia en paz por el tiempo que pudiéramos estar juntos, mis pensamientos y acciones se volvían cada vez mas contradictorios unos de otros como si se librara una batalla en mi interior, me levante de la caja en donde me había sentado para emprender un camino al palacio.
Me decía a mi mismo con rabia mientras que me sentaba en una caja de madera que se encontraba a un lado pegada a una pared, al sentarme me agache para poder tomar con las manos mi cabello y reflexionar lo que estaba pasándome.-Que me pasa…-Decia con frustración ya que estaba comenzando a dudar sobre quien era en realidad.-Si soy un juez del inframundo entonces porque tengo compasión por otros…como la tuve por esa joven que necesitaba ayuda…quien soy o que soy en realidad…
Con cada acción, con cada palabra me sentía más confundido sobre quien era aunque ya lo supiera de antemano, el saber que yo sería uno de los que derramaría ríos de sangre sobre la tierra para dar paso al reina de hades, o ser de nuevo el campesino que siempre e sido y vivir con mi familia en paz por el tiempo que pudiéramos estar juntos, mis pensamientos y acciones se volvían cada vez mas contradictorios unos de otros como si se librara una batalla en mi interior, me levante de la caja en donde me había sentado para emprender un camino al palacio.
Hang- Juez del Inframundo
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Despues de mi escapada hacia la costa de Egipto, comenze a adentrarme por las calles de este pais, el cual en unos momentos pasaria tambien a ser mi pais, aunque con algunas condiciones pero aun asi, y si Selene lo permitia podria gobernarlo, lentamente comenze a caminar por las transitadas calles, animales de todas las especies estaban ya centrandose de poco en poco por estas, la arena del lugar comenzaba a perderse entre las calles pedregosas, sin limitarse a eso, el viento las volvia a levantar para dejarlas unos centiemtros mas, o simplemente las llevaba de nuevo al mar.
Seguia caminando mientras me perdia entre la multitud, y para no ser reconocido, intente taparme por completa mi cabeza, armando un pequeño capuchon con mi toga, rapidamente pase desapercibido y segui mi camino, mientras que seguia viendo a los lugareños, sus mercancia, de todo un poco, oro, vegetales, frutas, pan, pieles, e incluso pequeñas joyerias, de todo habia en aquel sitio, personas hablaban y hablaban mientras todas las personas seguian su camino, ofertaban sus productos, intercambiaban y seguian.
No tenia mucho tiempo para seguir admirando el arte del comercio, pero segui, mientras me perdia de regreso al palacio de Selene, tenia que por lo menos arreglarme, estaba algo sucio para poder ser visto de buena manera en aquella boda que se daria en aquella mañana.
Seguia caminando mientras me perdia entre la multitud, y para no ser reconocido, intente taparme por completa mi cabeza, armando un pequeño capuchon con mi toga, rapidamente pase desapercibido y segui mi camino, mientras que seguia viendo a los lugareños, sus mercancia, de todo un poco, oro, vegetales, frutas, pan, pieles, e incluso pequeñas joyerias, de todo habia en aquel sitio, personas hablaban y hablaban mientras todas las personas seguian su camino, ofertaban sus productos, intercambiaban y seguian.
No tenia mucho tiempo para seguir admirando el arte del comercio, pero segui, mientras me perdia de regreso al palacio de Selene, tenia que por lo menos arreglarme, estaba algo sucio para poder ser visto de buena manera en aquella boda que se daria en aquella mañana.
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Seguí caminando pero con cada paso sentía que mi sueño y pesadez aumentaban, por una parte sentía algo de frustración al sentirme de esa manera caminaba de una forma algo he ratica por las calles por en mismo sueño que me estaba entumeciendo, por un momento me percate de que me iba a caer así que solo me recargue en una pared y mire el inmenso cielo que prestaba para la ocasión, miraba atento como en algunas partes se encontraba nublado mientras que en otras se encontraba completamente despejado y donde se encontraban nubes cerca de ese lugar se miraban completamente rectas como si hubieran sido cortadas por una filosa espada.
Fui bajando mi mirada lentamente hasta que mire de frente a todas las personas que pasaban en ese sitio, no me sorprendía ya ,porque las calles de Alejandría últimamente se habían puesto muy transitadas tanto por unos cuantos romano como egipcios.-Ya no saben como mirarnos…-Susurraba, ya que eso era lo que miraba en los ojos de los habitantes de la ciudad, no sabían si mirar a todos esos romanos con odio y rencor o con amabilidad por ser invitados de la reina.-Esto ya es una divina comedia…-Dije con una leve sonrisa en mi rostro ya que los dioses eran los encargados de lo que pasaba en la tierra de los vivos cada acción y movimiento ellos ya lo sabían o por lo menos eso pensaba.
Retome unas cuantas fuerzas por recargarme un momento en la pared quería seguir adelante esta vez no me importaba que hubiera muchas personas, un fuerte deseo en mi interior me decía que siguiera adelante sin importar que.-Porque quiero seguir?.-Me preguntaba ya que a mi no me gustaba caminar ni tampoco estar en sitios donde se encontraran demasiadas personas entonces porque? Mis deseos de seguir en este camino…
Fui bajando mi mirada lentamente hasta que mire de frente a todas las personas que pasaban en ese sitio, no me sorprendía ya ,porque las calles de Alejandría últimamente se habían puesto muy transitadas tanto por unos cuantos romano como egipcios.-Ya no saben como mirarnos…-Susurraba, ya que eso era lo que miraba en los ojos de los habitantes de la ciudad, no sabían si mirar a todos esos romanos con odio y rencor o con amabilidad por ser invitados de la reina.-Esto ya es una divina comedia…-Dije con una leve sonrisa en mi rostro ya que los dioses eran los encargados de lo que pasaba en la tierra de los vivos cada acción y movimiento ellos ya lo sabían o por lo menos eso pensaba.
Retome unas cuantas fuerzas por recargarme un momento en la pared quería seguir adelante esta vez no me importaba que hubiera muchas personas, un fuerte deseo en mi interior me decía que siguiera adelante sin importar que.-Porque quiero seguir?.-Me preguntaba ya que a mi no me gustaba caminar ni tampoco estar en sitios donde se encontraran demasiadas personas entonces porque? Mis deseos de seguir en este camino…
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
El hombre avanzaba a paso manso sobre su camello. La gente lo observaba con aparente desprecio, los mas ancianos lo recordaban a la perfeccion: Kisame, el demonio de la arena. Claro esta que este hizo caso omiso si lo recordaban o le prestaban atencion, no le importaba en lo absoluto y mucho menos escuchar los murmullos de los ciudadanos egipcios al pasar por su lado.
Las calles estaban muy pobladas, probablemente por la "ceremonia" que estaban por hacer. Sintio una pizca de curiosidad pero no pregunto a ningun egipcio, ademas si preguntaba de seguro iba a recibir un silencio incomodo y no queria quedar como un idiota, mucho menos frente a esta gente de mierda.
Empezo a poner en marcha su cerebro, si de verdad habia una ceremonia en el lugar mas digno que se les ocurriria montarla era en el palacio, donde habitaba la reina Selene y todos sus perros falderos. Inmediatamente dio media vuelta y se aferro de las riendas de su camello mientras avanzaba en direccion opuesta, escuchando algunos insultos de las personas que atropello con su animal.
"Si la mocosa realmente esta haciendo algo, debe ser algo grande... supongo que habra mucha comida alli... Kehehe"
Las calles estaban muy pobladas, probablemente por la "ceremonia" que estaban por hacer. Sintio una pizca de curiosidad pero no pregunto a ningun egipcio, ademas si preguntaba de seguro iba a recibir un silencio incomodo y no queria quedar como un idiota, mucho menos frente a esta gente de mierda.
Empezo a poner en marcha su cerebro, si de verdad habia una ceremonia en el lugar mas digno que se les ocurriria montarla era en el palacio, donde habitaba la reina Selene y todos sus perros falderos. Inmediatamente dio media vuelta y se aferro de las riendas de su camello mientras avanzaba en direccion opuesta, escuchando algunos insultos de las personas que atropello con su animal.
"Si la mocosa realmente esta haciendo algo, debe ser algo grande... supongo que habra mucha comida alli... Kehehe"
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Tras una larga caminata, para salir de las calles de Roma, eh ir al puerto romano rumbo a Egipto, Burzum estaba letalmente cansado, en el barco, intentaba dormirse mientras pedía a los pelirrojos que cuidasen, pero de todas formas, los golpes que se daba con la cabeza en los bordes de estos hacían despertar a el castaño haciendo así que sus ojeras sean enormes y su furia sea muy grande.
La gente de la barca, era de aspecto malvado, ya casi era costumbre para Khrysis y Burzum, estar en lugares peligrosos y con gente no muy confiable. Amaneciendo lentamente, se podía observar el mar alrededor, era la deriva, Dicho caso el guerrero Romano saco la conclusión de que el trayecto iba a hacer mas largo de lo que se esperaba
Tras muchas horas de espera, los pelirrojos alertaban a Burzum de que las tierras egipcias se podían apreciar a lo lejos, y que ya estaban cerca de sus destinos
.Luego de los minutos, el barco paro en el puerto. Y el capitán alerto la llegada, ya era algo tarde, el sol estaba brillando e su máximo esplendor. El calor en aquel lugar se hacia notar, talvez se superaba los 32 grados, era un infierno.
Después de bajar en el puerto, caminaron hacía las hermosas calles, el lugar era bellísimo, sus dos compañeros músicos estaban a punto de empezar su show, muy distinto a lo que eran las calles de Roma, las construcciones eran totalmente diferentes y el aspectos de las personas era otra, casi un mundo aparte de los que era la ciudad imperialista.
Por suerte lograron encontrar un rincón al costado de las calles para sentarse y descansar, tres bancos casi rotos. Pero que de todas formas servían.
-¿Descansamos un rato? O ¿Quieren empezar con la magia ahora?- Dijo con una sonrisa de par en par, mientras miraba a su alrededor con disimulo. Burzum no quería ver sospechosos, no quería retos, al menos hoy, el cansancio que poseía era enorme.
Apenas quería mover sus ojos, tan solo escuchar música, Miro a los muchachos y espero la respuesta.
La gente de la barca, era de aspecto malvado, ya casi era costumbre para Khrysis y Burzum, estar en lugares peligrosos y con gente no muy confiable. Amaneciendo lentamente, se podía observar el mar alrededor, era la deriva, Dicho caso el guerrero Romano saco la conclusión de que el trayecto iba a hacer mas largo de lo que se esperaba
Tras muchas horas de espera, los pelirrojos alertaban a Burzum de que las tierras egipcias se podían apreciar a lo lejos, y que ya estaban cerca de sus destinos
.Luego de los minutos, el barco paro en el puerto. Y el capitán alerto la llegada, ya era algo tarde, el sol estaba brillando e su máximo esplendor. El calor en aquel lugar se hacia notar, talvez se superaba los 32 grados, era un infierno.
Después de bajar en el puerto, caminaron hacía las hermosas calles, el lugar era bellísimo, sus dos compañeros músicos estaban a punto de empezar su show, muy distinto a lo que eran las calles de Roma, las construcciones eran totalmente diferentes y el aspectos de las personas era otra, casi un mundo aparte de los que era la ciudad imperialista.
Por suerte lograron encontrar un rincón al costado de las calles para sentarse y descansar, tres bancos casi rotos. Pero que de todas formas servían.
-¿Descansamos un rato? O ¿Quieren empezar con la magia ahora?- Dijo con una sonrisa de par en par, mientras miraba a su alrededor con disimulo. Burzum no quería ver sospechosos, no quería retos, al menos hoy, el cansancio que poseía era enorme.
Apenas quería mover sus ojos, tan solo escuchar música, Miro a los muchachos y espero la respuesta.
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
El joven músico había permanecido dormido la mayor parte del viaje, sin preocuparse demasiado de los hechos que acontecían a su alrededor mientras mantenía los parpados cerrados. Los barcos siempre le habían aburrido, en especial viajar en ellos. Le parecía tan poco interesante permanecer en esperar de llegar a su siguiente destino por medio del mar. Lo preferible para Khrysis era hacer largos viajes a pie, pues sólo de esa forma tenía la oportunidad de husmear con lujo de detalle todos los lugares diferentes que conocía al estar siempre en movimiento.
La vida de un músico, o la de uno como lo era Khrysis, era una vida bohemia. Nunca se quedaba más de lo debido en un lugar para no encariñarse mucho con las personas. La única excepción a esa regla había sido el joven Alizé, pero eso fue más que nada por haber sido prisionero de Endimión. Aunque él lo negaba, en sueños aún veía las escenas espeluznantes de las que había formado parte. Pero nunca iba a admitir que había sido marcado por esos eventos, simplemente intentaba ignorarlos, pues sabia que era lo mejor tratar de olvidar y no permitir que el fantasma de aquel hombre siguiera atormentándolo.
Por suerte un golpe en la cabeza que no era esperado por el pelirrojo lo hizo volver a prestar atención en el viaje en lugar de seguir pensando en cosas que no venían al caso. Últimamente estaba divagando más de lo normal, lo había notado.
El pequeño grupo conformado por dos músicos y un soldado del ejército Romano llegó sano y salvo a Alejandría, el primer sitio poblado que pisaban después de la travesía en barco, además de ser la segunda vez que Khrysis estaba ahí. Burzum localizó un lugar tranquilo en el que Khrysis y el violinista podrían deleitar a todo el que pasara por ahí con bellas melodías, pero el joven de ojos dorados tenia otros planes.
-Vamos. No hemos venido hasta Egipto a hacer lo de siempre o sí? Este lugar implora ser explorado.-
Exclamó alejándose del lugar designado por Burzum. No había ido hasta Alejandría para estar sentado por otro largo periodo de tiempo. Pudo ver las hermosas calles, pero quería indagar un poco más para así refrescar su memoria.
La vida de un músico, o la de uno como lo era Khrysis, era una vida bohemia. Nunca se quedaba más de lo debido en un lugar para no encariñarse mucho con las personas. La única excepción a esa regla había sido el joven Alizé, pero eso fue más que nada por haber sido prisionero de Endimión. Aunque él lo negaba, en sueños aún veía las escenas espeluznantes de las que había formado parte. Pero nunca iba a admitir que había sido marcado por esos eventos, simplemente intentaba ignorarlos, pues sabia que era lo mejor tratar de olvidar y no permitir que el fantasma de aquel hombre siguiera atormentándolo.
Por suerte un golpe en la cabeza que no era esperado por el pelirrojo lo hizo volver a prestar atención en el viaje en lugar de seguir pensando en cosas que no venían al caso. Últimamente estaba divagando más de lo normal, lo había notado.
El pequeño grupo conformado por dos músicos y un soldado del ejército Romano llegó sano y salvo a Alejandría, el primer sitio poblado que pisaban después de la travesía en barco, además de ser la segunda vez que Khrysis estaba ahí. Burzum localizó un lugar tranquilo en el que Khrysis y el violinista podrían deleitar a todo el que pasara por ahí con bellas melodías, pero el joven de ojos dorados tenia otros planes.
-Vamos. No hemos venido hasta Egipto a hacer lo de siempre o sí? Este lugar implora ser explorado.-
Exclamó alejándose del lugar designado por Burzum. No había ido hasta Alejandría para estar sentado por otro largo periodo de tiempo. Pudo ver las hermosas calles, pero quería indagar un poco más para así refrescar su memoria.
Khrysis- Cantidad de envíos : 75
Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
El hijo del difunto emperador romano cabalgaba tranquilamente por las calles de Egipto, en busca de llegar nuevamente al puerto desde donde había anclado en primera instancia. Ya había cumplido con lo que tenía que hacer en dichas tierras por lo que su presencia allí era obsoleta e innecesaria, especialmente si se consideraba el caso de todo el ajetreo que había implicado la cancelación de la boda de Gelum y su nueva falsa búsqueda de un pretendiente para la reina Selene. Al fin y al cabo, ese pretendiente era él mismo y lo único que debía hacer ahora era recuperar el control de algunas situaciones que le habían molestado en su natal Roma.
Pero primero lo primero, así que si no quería cometer errores lo más sensato era tomarse las cosas con la debida clama pero sin dejar que se dieran por si solas. Hasta ese instante los errores le estaban siendo esquivos, por lo que agradeció a sus antepasados por el favor de echarle una mano.
Su caballo llevaba una bolsa con comida colgada desde el hocico, y hacía poco que había tomado agua. Era importante mantenerlo saludable si es que no quería permanecer estancado en un lugar tan inhóspito como lo era el paraíso egipcio. Aunque de cualquier modo, ya estaba acostumbrado a las constantes miradas amenazantes y desconfiadas que lo seguían por donde quiera que fuese, sin darle un segundo de paz o tranquilidad donde sea que estuviese.
No era algo desconocido para él, después de todo. En la guerra se trataba de un recibimiento de lo más común en las aldeas colindantes a las batallas. Muchas veces Octavius tuvo que entrar acompañado de sus soldados en los pueblos ya debastados por sus enemigos o bien, que él mismo y sus compatriotas debían encargarse de destruir y destrozar sin misericordia alguna. Y por supuesto, aquello lo cumplía a cabalidad sin necesidad de dudar o preguntarse el porqué de lo que hacía. Simplemente eran gajes del oficio y como tales, conocía muy bien que sus enemigos no tendrían piedad con los suyos si es que estuviesen en una posición similar, por lo cual el tenerla él no estaba en ninguno de los planes, aún si los afectados resultaban ser niños y mujeres inocentes e inofensivos. Para él, en sus ojos, podía ver aún a todos los soldados que había asesinado en batalla y un sentimiento de desprecio le hacía ni siquiera ser dubitativo a la hora de cumplir con los estándares de la batalla. Únicamente era su trabajo, como cualquier otro. Se trataba de su misión y de la que dependía algo más importante que la piedad: la gloria propia y Roma. Bajo esa premisa, era inaceptable el considerar el hecho de fallarle a sus propios principios, antepasados o a su nación. Aunque más de alguna vez sólo se dejó llevar por el fraguar del momento y no necesitó siquiera el considerar el hecho de que estaba matando o destrozando vidas ajenas que hasta el momento nada le habían costado, a lo más un par de desgracias por parte de sus familiares en contra de sus soldados. Pero como él solía decir, a la guerra no vas de paseo ni a defender tu vida, a la guerra vas a ser un campeón y a destrozar existencias aunque no las hayas visto nunca en todos los años que pudieses tener.
Meditaba sobre ello, cuando pudo divisar por fin el puerto egipcio y con ello, la oportunidad de subir a su embarcación y regresar a casa a concretar las tareas pendientes que se tomó la molestia de dejar esperando…
Pero primero lo primero, así que si no quería cometer errores lo más sensato era tomarse las cosas con la debida clama pero sin dejar que se dieran por si solas. Hasta ese instante los errores le estaban siendo esquivos, por lo que agradeció a sus antepasados por el favor de echarle una mano.
Su caballo llevaba una bolsa con comida colgada desde el hocico, y hacía poco que había tomado agua. Era importante mantenerlo saludable si es que no quería permanecer estancado en un lugar tan inhóspito como lo era el paraíso egipcio. Aunque de cualquier modo, ya estaba acostumbrado a las constantes miradas amenazantes y desconfiadas que lo seguían por donde quiera que fuese, sin darle un segundo de paz o tranquilidad donde sea que estuviese.
No era algo desconocido para él, después de todo. En la guerra se trataba de un recibimiento de lo más común en las aldeas colindantes a las batallas. Muchas veces Octavius tuvo que entrar acompañado de sus soldados en los pueblos ya debastados por sus enemigos o bien, que él mismo y sus compatriotas debían encargarse de destruir y destrozar sin misericordia alguna. Y por supuesto, aquello lo cumplía a cabalidad sin necesidad de dudar o preguntarse el porqué de lo que hacía. Simplemente eran gajes del oficio y como tales, conocía muy bien que sus enemigos no tendrían piedad con los suyos si es que estuviesen en una posición similar, por lo cual el tenerla él no estaba en ninguno de los planes, aún si los afectados resultaban ser niños y mujeres inocentes e inofensivos. Para él, en sus ojos, podía ver aún a todos los soldados que había asesinado en batalla y un sentimiento de desprecio le hacía ni siquiera ser dubitativo a la hora de cumplir con los estándares de la batalla. Únicamente era su trabajo, como cualquier otro. Se trataba de su misión y de la que dependía algo más importante que la piedad: la gloria propia y Roma. Bajo esa premisa, era inaceptable el considerar el hecho de fallarle a sus propios principios, antepasados o a su nación. Aunque más de alguna vez sólo se dejó llevar por el fraguar del momento y no necesitó siquiera el considerar el hecho de que estaba matando o destrozando vidas ajenas que hasta el momento nada le habían costado, a lo más un par de desgracias por parte de sus familiares en contra de sus soldados. Pero como él solía decir, a la guerra no vas de paseo ni a defender tu vida, a la guerra vas a ser un campeón y a destrozar existencias aunque no las hayas visto nunca en todos los años que pudieses tener.
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Re: [Alejandria] Calles de la ciudad
Finalmente subimos en el barco en el puerto de Roma, el viaje hasta Egipto prometia ser largo y no vacío de imprevistos,durante la travesía Burzum quería abusar de Krysis y Kainan diciendo que tomaran ellos la guardia,no era nada fuera del otro mundo peró de seguro que no teniamos ganas de acatar esa orden, así que el germano la tomó con tranquilidad, casi no se movió de la zona de proa del barco, allí fingia vigilar el horizonte mientras reflexionaba en mil cosas a solas con su violín, solo se unía a sus 2 compañeros para comer y hablar un rato. Una de esas largas noches Kainan soñaba, le parecía escuchar una melodía en su letargo, veía a alguien tambíen tocar el violín,quien sería?¿el joven se le acercaba para ver su rostro peró como mas se acercaba más parecía alejarse esa sombra,hasta que finalmente casi en un destello pudo contemplar un hermoso pelo rosáceo y por fin reconoció.
-Hermana!!... -gritó Kainan despertandose de golpe todo sudado,respiraba agitado tragando saliva había sido tan real esa visión que aún le parecía escuchar esa melodia.
Al cabo de varios dias por fin se ojeaba las doradas costas de Egipto, se dirigían al puerto de Alejandria la capital,ya hacía dias que se notaba el cambio climatico del norte del Mediterraneo al sud, para un german como Kainan era terrible el Sol y el calor que se producia allí, tendría que vigilar en beber y cubrirse la cabeza si no quería sufrir quemaduras o mareos.Nada más bajar por la pasarela empezamos a andar por las calles arenosas, decidiendo Burzum un lugar donde descansar y trazar nuestro plan.Él tenía en mente que quiza nosotros los 2 músicos quiseramos ganar algo de dinero tocando, peró sta vez el germano estaba de acuerdo con el nervioso e impacible Krysis que en su opinión quería visitar la ciudad.
-Yo tambien, preferíria ver un poco de este nuevo mundo,, ya tendremos ocasion de tocar en otro momento, esta ciudad parece muy llena.
-Hermana!!... -gritó Kainan despertandose de golpe todo sudado,respiraba agitado tragando saliva había sido tan real esa visión que aún le parecía escuchar esa melodia.
Al cabo de varios dias por fin se ojeaba las doradas costas de Egipto, se dirigían al puerto de Alejandria la capital,ya hacía dias que se notaba el cambio climatico del norte del Mediterraneo al sud, para un german como Kainan era terrible el Sol y el calor que se producia allí, tendría que vigilar en beber y cubrirse la cabeza si no quería sufrir quemaduras o mareos.Nada más bajar por la pasarela empezamos a andar por las calles arenosas, decidiendo Burzum un lugar donde descansar y trazar nuestro plan.Él tenía en mente que quiza nosotros los 2 músicos quiseramos ganar algo de dinero tocando, peró sta vez el germano estaba de acuerdo con el nervioso e impacible Krysis que en su opinión quería visitar la ciudad.
-Yo tambien, preferíria ver un poco de este nuevo mundo,, ya tendremos ocasion de tocar en otro momento, esta ciudad parece muy llena.
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