Salón de Fiestas

Cassie después de unos minutos de correr y adentrase a las inmediaciones del palacio de Apolo, pudo divisar la sala donde se llevaría a cabo el festín de los Dioses. Abriendo las enormes puertas de cristal al poner el primer pie dentro de la sala esta se iluminó mágicamente dando a saber lo hermosa que podía ser. Sus pasos resonaban con ecos estridentes en derredor de la sala, generando que la musa se desesperara, por lo tanto deteniéndose en medio de la habitación ésta elevó su cosmos y con ello se despojó de su armadura rosada, la cual se concentró en una de las esquina formando la grulla de metal.

Cassie quedaba semidesnuda pues su pubis y su busto perduraban cubierto con una especie de venda de algodón. La mujer no tenia pena de andar tan destapada entre la soledad de aquel lugar, pues nadie le observaba y era cómodo estar así si iba ha ponerse a trabajar arduamente. Sus ojos recorrían el derredor de la sala, escudriñando milímetro por milímetro buscando imperfecciones o montículos que le ayudarían a hacer un hermoso acabado para la bienvenida.

Su vista se detuvo en el frente donde tres enormes tronos permanecían, dos pequeños que surcaban uno más grande en el medio, por lo que se dispuso a caminar y acercarse inmediatamente a tales objetos viéndolos seriamente la mujer musitó:

-Son tres Dioses los que forman la alianza: Eris, Apolo y Afrodita… por lo tanto es perfecto estos tronos alineados como devén de ser. La alianza la dispuso Eris, por lo que el signo de la discordia ira en el medio… en el trono que sobresale de los otros dos, a la derecha el de Afrodita la maldita Diosa que he de odiar toda una eternidad y a la izquierda el de Apolo mi amante… ahora bien Afrodita traerá un acompañante por lo tanto un asiento más pequeño se dispondrá en el lado derecho de su trono y yo como dama de compañía de mi amante Apolo y amo Richard en el izquierdo… Cuando entren los demás invitados que pienso que llegaran poco a poco verán una estampa de poderío absoluto en el frente… reduciendo que un adorno de flores como corona ira arrima de los tronos.

Caminando hacia el lado izquierdo de la sala tomaba tres círculos de mármol que yacían ahí un poco empolvados, limpiándolos y grabando con su cosmos los nombres de Afrodita, Apolo y Eris en latín fue poniendo uno por uno arriba de los asientos… después bajaba y así comenzaba a limpiar cada ventana pensando que colores irían perfectamente combinados para las cortina, manteles y adornos para los candelabros y floreros. Iba ser una tarea extensa pero aquella no se bajaba de ánimos.

Saliendo y entrando de la sala comenzaba poner lienzos de colores un poco umbrosos como lilas, morados, negro, marrones y azules pero que daban un fulgor hermoso por las brillantes de las telas de seda egipcia y encandilaba. Yendo a las bóvedas que permanecían a un costado de aquel cuarto de fiestas jalaba una enorme mesa, la cual colocaba en el medio para así ir sacando poco a poco las sillas alineándolas una frente a la otra dejando en medio tal madera.

La sala comenzaba a dar una hermosa estampa estética tan sólo faltaban los racimos de flores y los candelabros… para así comenzar a llamar los invitados… por lo que dando más de cinco viajes a los rosales y campos de orquídeas. Comenzó a poner los floreros alineándolos de manera zigzagueada. Cassie también ponía candelabros en las esquinas y las partes medias de la sala. Limpió el palco donde irían los músicos y le adornó con hojas de mirra. Al igual aromatizó con hiervas de olores exóticos el lugar… la zona de la fiesta ya estaba aseada sólo faltaba hacer los banquetes para los invitados y comenzar a llamar a los reinos participantes.

Cassie un tanto cansada se quedaba sentada en el trono que se disponía para la Diosa del Caos, quedándose dormida por tan enorme esfuerzo que la conllevó a estar caminado y haciendo mano de obra dura por durante unas cuatro horas si no es que más.

Samantha simplemente alzó las cejas al ver lo movimientos por parte del Dios Apolo, el como elevaba su cosmos y hacía retemblar su alrededor, daba a mostrar que tan irracional se comenzaba a poner por cuestiones de su ego humillado. Y una sonrisa se formó cuando aquella apenas escuchabas la palabrería de Apolo. La dama suspiró y se cruzó de brazos, ladeando el rostro hacia al entrada del salón, dejando que aquel se desahogara por completo.

-Sabes me da riza lo que dices, le estas tentando mucho a tu suerte… ja,ja,ja… que me quede cayada y no refute tus malditas palabras osadas no es pro que no tenga nada bueno por el cual excusarme, pero ya veremos a futuro quien es el que se humillara por un perdón… ahora bien, no me había puesto a pensar lo del tema de los amos… ¿Qué pasara con tu zorra Musa cuando yo te mande a dormir?… ¿la hare mi esclava? ¿La matare? ¿La torturare y la desfigurare?… tú hermano mío ¿cuál es el mejor premio que le pueda dar?… escoge, dale…

Despees aquella guardó silencio al ver como Apolo tomaba su espada y se preparaba para contraatacarle, la forma en que le veía era como un rey a la pero mierda con la cual se había topado por desgracia en su caminar. Eris comenzaba por fin a surgir de su letargo por lo que el perdón nunca se llevaría a cabo para con el traidor. Un manto neblinoso color dorada comenzó a emerger en el salón, por lo que Eris elevando su cosmos y tomando con firmeza entre su ambas manos su manzana envenenada aquella comenzó a formar un manto semitransparente que al ser topo con las espinas cósmicas de Apolo, generaban su marchitar al instante.

Pasaron segundo en total silencio, dejando Eris que aquel medio se estableciera no un cien peciento pero si lo suficiente para que su vista se aclarada, bostezando aquella suspiró hondamente y dijo:

-¿Continuamos?…

HP=20000
Dado defensa 111 +25(bonos de armadura) = 136 (defensa efectiva contra el ataque fuerte)

Y la Diosa Eris no pudo aguantar estar seria en todo momento, pues de la nada comenzaba a carcajearse como una desquiciada. Parecía que al mencionar la crueldad que emplearía para con la única musa del dios del sol, generaba que este hirviera de rabia, mostrando que aunque lo negara estaba apegado a sus sentimientos humanos. El lugar estremeció generando que los úselos se partiera por aquel pisotón que mostraba la rabieta de Apolo, Eris por su parte aunque reía demasiado exagerada estaba más que tranquila con aquella situación escuchando las petulantes amenazas de aquel que alguna vez fue su hermano.

Ya después de que aquel culminara su amenazaba risible la mujer suspiró y comenzó a dirigirse a uno de los poco asientos que quedaban en pie en aquel destrozado lugar. Como siempre meneándose con gran erotismo hasta llegar a dicho asiento la dama se dio media vuelta y simplemente echo su cuerpo hacia atrás quedando flexionado pues se había sentado. Cruzándose de piernas mientras alzaba la mirada mirando al irracional Apolo, ésta dibujó una irónica mueca y musitó:

-¿Ah sí? Pues me arriesgo a tu maldición… aquella también pagara por tener a un Dios tan petulante como te has puesto querido… ofensas y más ofensas… ¿Crees que eso me destruirá? No, no y no querido… vamos ataca que yo aquí me estoy zurriendo de tanta risa que me causas con tus rabietas infantiles… veamos que tan fuerte es el gran Dios Apolo…

Dicho eso la dama movió su cabeza hacia atrás y adelante un poco ladeada hacia la izquierda, dando a notar que estaba incitando a que aquel dejara de hablar y diere continuidad en aquel combate… la Diosa estaba más que segura que aquel deseaba huir por lo que aquello iba a ser un espectáculo algo interesante de ver…

Las alteraciones de humor por parte de Apolo causaban un toral aburrimiento en Samantha, quien simplemente observaba cayada analizando cada uno de sus promiscuos movimientos. Cuando aquel comenzaba a irradiar con intensidad su cosmosenergía la Diosa se levantó de inmediato alzando su mirada y clavándola fríamente a la corpulenta silueta de su antiguo hermano. Las oraciones tan imponentes que refutaban las acciones de la Diosas para con aquel eran en verdad divertidas.

Samantha simplemente no podía aguantar su risa por lo que se carcajeaba con gran estridencia. Tomando de nueva cuenta su tridente aquella suspiró y simplemente comenzó a caminar hacia donde yacía Apolo. Moviendo aquel objeto bélico la dama dijo con sutileza:

-Apolo, Apolo, Apolo… por lo visto eres bueno atacando a las personas con las palabras, pero en pelea eres una mierda de chiste… vamos querido ¿crees que con lo que me has dicho tienes asegurada tu supuesta victoria?… aquí, en este momento, era o como lo quieras ver a quien le corresponde hundir al mundo terrenal en caos y desesperación es a mí, así que caya y mejor demuéstrame que tan temible eres… sin embargo, el cómo me tratas no pasara de largo… así que púdrete con esto idiota…

Dicho eso la dama elevó su cosmos energía y sin más ni menos lanzo una temible estocada con su tridente directo al abdomen de Apolo, ya que aquella no iba a permitir que un dios de pacotilla como lo era aquel se jactara de humillarla verbalmente y denigrarla… Mas también tenía un truco bajo la manga y este era que con habilidad y ligereza sacaba su manzana de oro, la cual le nutria rápidamente con su cosmos despertando así la habilidad de dicho objeto pequeño.

Y un espiral cósmico fue lo que usó la deidad de la luz y las Artes para defenderse, eludiendo por completo la ofensiva del tridente como de la manzana por parte de Samantha, quien furiosa por aquello que se estaba alargando no pudo evitar fruncir el ceño. Los movimientos por parte de Apolo eran hábiles pues con el simple hecho de ladear su cuerpo un poco aquel tomaba con facilidad el tridente de la Discordia y con voz potente refutaba un tanto fato de educación palabras en contra de Eris. Depuse de que aquel terminaba su osada acción de palabrear soltaba su tridente abruptamente haciendo que este chocara las partes metálicas sobre el mármol del salón principal, sonriendo la mujer de cabellos cortos y plateados con serenidad dijo:

-Mira Apolo, dale, sigue hablando y ofendiéndome, pero os juro que cuando te mate la que sufrita todo esta ira que me estoy guardando será Cassie, así que te recomiendo que le bajes a tu palabras obscenas pues yo no te estoy atacando de esa manera y si me quieres en verdad herir comienza a pelear de una vez… basura divina.

Dicho eso la dama se puso recta elevando su cosmos esperando resultados por parte de aquel maldito Dios que se estaba jactando en ofenderla, pero que para ella en vez de enojarse como de costumbre era algo divertido de ver, pues parecía que aquel simplemente atacaba con palabras en vez de acciones.

Las palabras de Apolo mostraban que tan irracional se ponía al momento del saber como terminaría su musa cuando Eris culminara con él. Las palabras de Richard, hermano mortal de Samantha, sólo generaban una terrible ironía en el corazón de la Diosa del Caos y la Discordia, quien se limitó a escuchar cuidadosamente cada oración hipócrita, el refutar por parte del Dos de las Artes y la Luz solar era en verdad estúpido, por lo que apenas aquel terminaba de alegar, la dama alzó su rostro,, formó una sonrisa exagerada y tomó su tridente con firmeza para así simplemente decir:

-¿Has terminado de ahogarte en tu propia mierda Apolo?… Mira quien me remarca mis debilidades mortales, no se te antoja estar ahora mismo con tu sirvienta ésa… ¿Qué paso con la boda hermano?… Ha que la cortó Cassie al ver tu debilidad carnal al caer por la seducción de la Diosa de la pasión, Afrodita… Yo no te estoy juzgando, recuérdalo, pero sólo que tu mismo te echas la soga al cuello… ahora bien, ni creas que dejaré que te quedes tranquilo y que me sigas ofendiendo, pagaras caro Tú y aquella musa de porquería…


Dicho ese, la diosa embravecida elevó su cosmos de una manera espantosa, uniendo el suelo que se mantenía por debajo de sus pies, haciendo que de nueva cuenta el tridente acumulaba una nova de cosmos que sin pensarlo dos veces lanzó en contra de su querido hermano mellizo, mientras que aquella tomando con firmeza su manzana de oro corriendo al encuentro de su hermano, con el afán de encapsular su asqueroso corazón y culminar de una vez por todas con aquel encuentro risible.

HP=20000
Dado ataque fatal: 9 + 2(objeto) = 11Si te toca 10 = Tu ataque es todo un éxito si tienes además 40 o de cosmos. Si no, haces sólo 50% del daño. = 5550 / 2= 2775
Dado objeto 6: Tridente de caos: Sólo por portarlo aumenta en 2 tu ataque
Dado cosmos 5: 1 - 5 = Descuentas el 50% a tu daño final.
Ataque final: 2775 – 50%= 1387.5 (se redondea) = 1388

No era suficiente aquel cosmos por parte de la diosa de la Discordia en contra del incrédulo e irrespetuoso Dios del sol, Apolo. Si era cierto, aquella estaba más que molesta pro aquella actitud por parte de quien alguna vez fue su hermano mellizo por durante veintidós años. Su sangre hervía por las palabras petulantes del muchacho quien cargaba con la responsabilidad de un ser divino, pero eso no hacía que aquella explotara como él quería. Un de nueva cuenta el ataque más poderoso de la Discordia daba efectos positivos sobre Apolo, quien aun así no se aguantaba las ganas de alegar, mostrando que tan estúpido podía llegar a ser, la mujer quien simplemente puso su tridente a un lado de su cuerpo, mientras que con la derecha jugaba con su dorada manzana, esperó lo necesario para que por fin hablara:

-Tan orgulloso de tus acciones lujuriosas querido hermano… Bueno de eso a un incesto, me parece más que perfecto que juegues con tu zorra de veinticuatro horas, ahora bien Apolo, ya pondrás los pies sobre la tierra y comenzara a atacar como se debe… ¿Cuánto tiempo pretendes jugar amor? Sabes que así te voy a vencer… no quiero que tu damita, aquella la zorra de Clío llore en tu lecho antes de la mate… sería tan penoso…

Dicho eso la dama surcó una macabra sonrisa y así ladeó su rostro hacia la izquierda esperando la reacción por parte de Apolo, estaba más que segura que aquel atacaría como siempre… con palabras ya que no sabía en verdad las artes bélicas, era un simple dios conchudo desde eras mitológicas, afeminado con las artes y el rayo del sol.…

HP=20000