Afueras de la torre oscura

por Nia Dom Jun 12, 2011 8:49 pm

Despues de que el señor Hades diera las ordenes al dios menor presente y que me dijera aquellas palabras yo me habia retirado con tranquilidad del lugar puesto que podia sentir que nuestro señor necesitaba el estar a solas o seguramente planear algunas cosas asi que me sentia tranquila al respecto. Camine por esos pasillos que poseia la torre en si los cuales iban en circulos por lo cual era al mareado el pasar por el lugar pero aun asi tuve que hacerlo al menos como un ejercicio y un modo de no aburrirme ya que si me aburria demasiado podria terminar destruyendo lo poco y nada que quedaba de aquel bosque en el que nuestro señor decidio el instalar la torre asi que continue caminando como si nada por esos pasillos. Al terminar de girar en uno de esos pasillos llegue a la enorme puerta de entrada que poseia la torre la cual abri de manera tranquila sin esforzarme demasiado puesto que no lo necesitaba, suficiente fuerza poseia gracias a los entrenamientos que hice en el pasado como un ''hobby'' pero enrealidad era para que no me trataran de debilucha ni mucho menos ya que los hombres principalmente solian hacer aquello lo cual me molestaba, asi que ademas de aprender las costumbres de toda mujer romana de alta sociedad me puse a entrenar en combate con espadas, lanzas, dagas, tiro al arco y peleas cuerpo a cuerpo diciendole a mi padre que era un simple pasatiempo para que el se lo creyera y me dejara continuar tranquilamente con mis cosas. Al terminar ese pensamiento me recargue contra una de las paredes de la torre viendo a mi alrededor.

- Algo se acerca y no es precisamente algo bueno... -murmura viendo a su alrededor de manera seria-

por Trista Miér Jun 15, 2011 2:02 pm

La Torre Oscura, el lugar sobre el que el Señor del Inframundo Hades había levantado su trono se encontraba rodeada por un bosque muerto de árboles resecos y ramas entrelazadas como serpientes del averno a consecuencia de la aparición de tan peculiar estructura. En el portón principal de entrada cuyo arco era de ébano acompañado de una puerta de madera negra como las profundidades del Tártaro se encontraba apostada la Dama de la Envidia, observando el entorno sin realmente fijarse en que delante de ella se formaba una nube de materia negra que al concentrarse en un solo punto terminó por liberar una onda de energía roja dejando ver la figuras de otras dos damas: una con el cabello rojo como el fuego y los ojos verdes como esmeraldas, la otra era de cabello verde oscuro y de contextura más delgada. Las Damas de la Avaricia y de la Gula habían acudido al llamado de su Señor…aunque en el caso de la adivina llamada Trista tan solo había vuelto después de que su petición para ver a la diosa Kore hubiera sido concedida por completo. Todavía resoplando con algo de dificultad y con su báculo granate en manos junto al reloj de Arena Oscura que le había concedido el dios del Infierno Gula se levantó, observando como la cima de la torre se perdía entre las nubes y presintiendo que algo un tanto…precario se cernía sobre todos ellos. Aunque sin duda sobrevivirían, el ejército del Inframundo era por demás el más poderoso de todos. El haber perseverado por incontables eras era más que suficiente prueba de ello.

por Aglaya Dom Jun 19, 2011 4:08 am

Tras desaparecer de mi anterior lugar de descanso y seudo reflexión personal, el paisaje en aquel lugar en el que aparecimos no era precisamente “vivo” como lo era el resto del bosque, sino que predominaba la naturaleza muerta desde árboles, arbustos y cadáveres de animales en descomposición que seguramente serían los anteriores habitantes del lugar, de estos emergía una peste similar a la de Tiber a la cual ya me encontraba tan acostumbrada, eso ya no me daba asco alguno, tomé algunos de mis cabellos rojizos y los dejé detrás de mi espalda cubriendo la cicatriz que me gane por robar, dirigí mi vista hacía lo que parecía una torre gigantesca en medio del bosque desde el lugar en que me encontraba podía sentir un cosmos muy fuerte y oscuro no había duda que era perteneciente al señor del inframundo, pero el porque erigir algo así en la tierra y no en el inframundo me tenía algo dudosa, pareciera que Hades quisiera demostrar su poder ante otros dioses y mortales aunque el porque de ello no lo sabría quizás tuviese que ver con hechos pasados o alguna rencilla entre dioses, no podía saberlo si Avaricia no despertó en la anterior Guerra Santa de la cual no tengo idea y ella tampoco, pero no se porque tengo el presentimiento de que Hades salió muy mal de ella.

por Nia Dom Jun 19, 2011 10:20 pm

Estuve largo rato viendo hacia los alrededores buscando algun indicio de gente acercarse o intentar el entrar en el sitio mas no habia nada lo cual era bastante aburrido al menos para mi, sino me desaburria pronto tendria que ir a matar algunas personas a Roma y como sabia que algunas o la gran mayoria no se resistiria a su muerte asi que perdi las ganas de inmediato no valia la pena matar si los imbeciles no darian resistencia alguna. Volvi a mirar hacia el frente al sentir una energia oscura igual a la de mi señor Hades lo cual me decia que posiblemente el reloj que le dio a Gula habia terminado su trabajo y la traia hacia aqui nuevamente para que estuviera cerca de nuestro señor. Vi una nube oscura formandose en el lugar la cual era bastante espesa por lo que me costaba el ver lo que habia frente a mi en ese instante hasta que sorpresivamente se disipo de un momento a otro dejando ver no solo la figura de gula sino tambien otra mas la cual no reconocia. Una chica de cabellos rojos como la sangre y de cuerpo bien formado estaba junto a la representante de la gula pero al sentir mejor su energia pude el reconocer mas o menos de quien se trataba.

- Vaya...al parecer trajiste contigo a avaricia bien hecho gula solo faltarian pereza, ira y soberbia para que estuvieramos todas aqui -dice viendo a las recien llegadas con seriedad-

por Hang Miér Jun 22, 2011 12:11 am

Así que aquí está el señor Hades.-Mi voz resonó levemente en el muerto y oscuro bosque, enseguida una pequeña nube negra se comenzó a forma en la rama de uno de los tantos árboles que habían muerto a causa del grandioso poder del dios del inframundo, la esencia de la muerte se podía sentir en el aire además del aroma a putrefacción que había a causa de los animales y árboles en descomposición que se encontraban en los alrededores, poco a poco la nube se fue disipando dejando ver con ello mi oscura figura tenía un brazo extendido hacia mi costado derecho tocando con ello el tronco del fallecido árbol con la palma de mi mano, veje levemente mi mirada para poder observar a las jóvenes que se encontraban debajo mío las cuales emanaban un aura espectral casi igual que la mía.-Las damas del pecado he?.-Dije en voz baja mientras las observaba sin ninguna expresión en mi rostro, no bajaba a socializar con ellas ya que aunque fuéramos del mismo ejército no las consideraba del todo como mis compañeras ya que después de todo no eran espectros reales sino copias, copias de los verdaderos espectros, podían tener la misma aura que uno pero no eran más que sombras creadas por la bondad del señor Hades al ver que dejaban a su propia diosa para servirle a el…¿por miedo a morir o por verdaderas intenciones de servirle?. Bueno eso no me concernía a mí además han sido útiles hasta ahora por esa misma razón no las miraba con desdén pero tampoco tenía demasiadas intenciones de hablar con ellas a menos que me obligaran las circunstancias. Desvié mi mirada de las damas del pecado para poder observar el oscuro cielo que se encontraba encima de nosotros, la luz del sol era completamente opacada por las oscuras nubes que se encontraban sobre la gran torre.

por Trista Miér Jun 22, 2011 3:20 pm

El cielo que reinaba por encima de la Torre Oscura que había levantado el señor Hades se podía asemejar a un simple mar de nubarrones negros surcados por enormes relámpagos que se hundían y surgían de un momento a otro. Para los seres espectrales que solían recorrer el Inframundo, tal cual eran las tres Damas de los Pecados reunidas en la salida de la edificación ver algo así era realmente común. Y por tanto no tenía el mayor interés…mucho menos cuando ahora se podía sentir una poderosa presencia sobre ellos mismos, como si un océano de tinieblas se cerniera sobre toda la zona…el Kekkai que caracterizaba a los terrenos del Emperador de la Oscuridad había sido levantado y así las grandes defensas se habían fijado finalmente. Resoplando mientras elevaba su mirada hacia la inmensidad que se hallaba por encima, la Dama de la Gula tan solo se dirigió a la puerta de acceso para abrirla con una sola mano.

Me retiro hermanas. dijo la de pelo verde entrando al vestíbulo de la torre mientras cerraba el enorme portón con un chasquido que resonó con fuerza. Sin prestarle más atención a las demás cosas y esperando a poder reunirse de nuevo con su señor para hablar de un asunto que le inquietaba, Trista se perdió por los pasillos del recinto de Hades.

por Aglaya Lun Jun 27, 2011 1:00 am

Con mis últimos pensamientos en mente me puse a mirar a los alrededores una chica de cabellos rubios demasiado limpia para mi gusto de seguro habría sido alguna noble pero por la energía que emanaba de su cuerpo ya había dejado atrás esa vida, ella un pecado en vida su armadura lo decía todo, de pronto su voz se hizo presente yo simplemente calle, por ahora no me sentía digna de encontrarme en aquel lugar aún como diría avaricia no estábamos completas debíamos despertar a nuestro sapuri, la voz de otro aparecido en el lugar me sacó de mis pensamientos le sin interés por alguna razón no sentía que debía de respetarlo así que no le di importancia, nuevamente el recuerdo de Bárbara irrumpía en mi mente tenía que saber de ella lo antes posible, la voz de Trista avatar de la Gula dio su despedida de aquel lugar, le mire mientras se alejaba para luego yo hacer lo mío.
- El Señor Hades por ahora no necesita de mí, al parecer tiene otros planes - dije sonriendo maliciosamente mientras me dirigía al inicio del bosque en donde se unía muerte con vida con cada paso que daba con despreocupación aparente desaparecí de aquel lugar, por ahora mí único pensamiento era Bárbara.

por Nia Lun Jun 27, 2011 2:00 am

Apenas termine de decir aquello vi a Gula quien se retiraba y tambien note otra presencia muy poderosa viendo que en el lugar aparecia uno de los tres jueces, o por lo menos eso pude deducir por su armadura. Por el momento nuestro señor disponia de cuatro de sus siete damas del pecado por lo cual hasta que no despertaran las que faltaban no podriamos seguir adelante con los planes de nuestro señor, ira, orgullo y pereza no se encontraban en este mundo sentia sus presencias si pero no aqui seguramente fueron al inframundo para ocupar el palacio de los pecados como antiguamente soliamos hacer todas sin problemas, antes de ser pecados todas eramos damas de la esposa de nuestro señor lo cual quedo atras cuando ella desaparecio un dia dejandonos a merced de cualquier persona. Fue en ese instante en el cual nuestro señor Hades aparecio ante ira y le dio el mensaje que difundiria rapidamente a las demas damas, que nuestra señora nos habia dejado y que eramos libres de seguir o con ella o irnos junto con el, obviamente todas decidimos sin excepcion el irnos junto con nuestro señor sintiendonos muy resentidas por el abandono de nuestra señora a excepcion de gula quien le tenia un poco mas de aprecio que todas nosotras. En si nosotras nos volvimos pecados en ese instante y asi a sido desde el pasado hasta ahora.

- Mi señor aun no solicita mi presencia pero me quedare cuidando este sitio a ver si es que algun idiota se le ocurre entrar en su territorio -murmura viendo hacia el frente con seriedad-

por Hang Jue Jun 30, 2011 9:37 pm

Miraba desde lo alto de aquel árbol la manera en que algunas de las damas del pecado se retiraban del lugar excepto por una, la dama de la envidia o por lo menos eso pensaba. Al parecer las damas habían sido las únicas llamadas por nuestro señor ya que no podía sentir en el mundo terrenal la presencia del juez Griffon el cual ya había despertado o por lo menos de eso me encontraba seguro.-Entonces creo que por ahora no somos necesarios.-Decía mientras miraba de vuelta hacia la dama del pecado ya que a diferencia de ellas los jueces teníamos mas tereas además de obedecer los planes del señor del inframundo ya que teníamos que juzgar a todos aquellos que entraran en el infierno, desvié mi mirada para poder observar el horizonte el cual se mostraba ligeramente interesante ya que a lo lejos de la torre oscura se podía observar una gran cantidad de vida vegetal pero esta se encontraba delimitada por una aura de muerte y oscuridad. Deje de recargar mi mano en la corteza de aquel árbol sin vida para poder bajar de él, para un humano norma aquella caída hubiera sido mortal ya que el árbol tenía varios metros de altura pero para un espectro eso no era nada y sobre todo porque yo podía controlar las ráfagas de aire a mi alrededor asiendo que estas amortiguaran mi caída a causa de esto al tocar el suelo apenas y se levantó una pequeña nube de polvo que alcanzo la altura de mis tobillos.-Supongo que no soy necesario aquí por ahora así que volveré al inframundo.-Dije mientras pasaba al lado de la dama de la envidia.

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