Un aburrido viaje a Roma

por Kardia1 Miér Oct 05, 2011 2:30 pm

Ya había pasado mucho tiempo y me estaba cansando de estar ahí tirado. Estaba recostado sobre el suelo húmedo de madera de aquel asqueroso barco más aburrido que los mismos marineros inútiles que escuchaba como se reían solos, hablando ridiculeces y divirtiéndose, si es que así podía llamarse, con chistes más tontos que el cabezota retardado de mi hermano. Así que… vaya que debía ser aburrido todo eso. En un barco lleno de tipos que lo único que tenían para pasarla bien era un asqueroso vino podrido de décadas, pero bueno, algo era algo. Pero ni una puta mujer había en ese lugar, para aunque sea pasar el rato. Ya empezaba a desesperar y no tenía ni la más mínima idea de cuándo íbamos a llegara a Roma. Al menos si hubiera tenido a Manigoldo ahí me hubiera divertido un rato puteando a ese bastardo, pero ni eso. Tenía que pasármela tirado ahí hasta que llegáramos al puerto; y no iba a soportar mucho tiempo, si paciencia era lo que principalmente me faltaba para ese tipo de ocasiones.

Me levanté de un salto y bostecé exageradamente mientras parpadeaba un par de veces, mirando así a uno de los marineros que estaba ayudando con el cargamento del barco.

-Me cago en la puta que los parió si piensan ir a este paso hasta que lleguemos a Roma. ¿Por qué no apuran un poco esta mierda, hijos de puta? Si siempre viajan así… pfff… prefiero dar la vuelta al mundo en un pedazo de madera remando con el culo…- me quejé hablándole a ese tipo aunque ni tenía idea de quién era y ni siquiera sabía si tenía algún poder en ese barco o solamente era un inútil esclavo o alguna basura de ese calibre.

El tipo me miró desconcertado y arqueando una ceja. Eso me ofendió, pero estaba acostumbrado a esa clase de miradas denigrantes.

-Disculpe, joven. Allá está el capitán ¿Por qué no se lo dice a él?- Dijo señalando en la dirección donde estaba ese viejo con el que había hablado antes de empezar ese estúpido viaje.

-Me da flojera caminar hasta allá, además no soporto ver a ese viejo, está tan arruinado que me da nauseas, prefiero comer mierda antes que verle la cara. Dile a ese inútil que si no apura el paso le voy a volar toda esta porquería de barco en menos de quince minutos… le haré un hueco tan grande que se hundirá antes de que puedan gritar auxilio.-

El hombre sin contestarme fue hasta donde estaba aquel viejo y algo le dijo, aunque no estaba seguro de qué cosa. Me di vuelta caminando a paso lento en círculos durante unos minutos hasta que escuché unos fuertes pasos detrás de mí. Me di vuelta y vi a dos negros grandotes que caminaban a donde estaba yo.

-¿Ah quieren pelear, putitos? ¡Vengan, Vengan! A que les doy a los dos juntos, tarados!!- Bueno, no sabía si era la intención de esos dos gorilas, pero al menos iba a tener un poco de diversión repartiendo trompadas para todos lados. Eso sería genial. Pero que ironía, me tomaron por los brazos y no me dejaron moverme. Esos tipos eran fuertes. -Ay mamá.- Me empecé a mover violentamente lanzando una que otra patada, pero sin poder golpearlos, mientras gritaba como un estúpido. Pero de pronto algo me obligó a callarme, fue un golpe que sentí en la cabeza. Algún desgraciado de golpeó con una botella para noquearme. Ya me ponían a dormir de nuevo, esos desgraciados sí que tenían sus métodos y eran bastante efectivos. Pero supuse entonces que luego me hicieron caso y aumentaron la velocidad de esa porquería de madera podrida para llegar más rápido al destino que pretendían.