[Entrada] Templo de Afrodita

Con un destello morado y negro, la dedidad del amor pasional se presentó ante la joven de cabellos rubios, quien era su ángel del amor, y que al parecer estaba fantaseando perdida quién sabe por qué rumbos y pensando en cualquier cosa, menos en innovar para subir pronto sus niveles o poblar ese reino; eso era más que seguro. Más que cualquier afirmación que diga que el sol se oculta en la noche y sale día, porque ahora con todo lo que pasaba, hasta eso podría ser falso por acción de las otras deidades. No comprendía por qué pero a su despertar no eran discretos, ni mucho menos. Por ahí Afrodita suponía que esa gente lo que más quería era llamar la atención de manera desesperada.

No había una sola de las deidades que ella hubiese conocido a lo largo de la historia que no apagase el sol, lo pintase de rojo, oscureciera el día o simplemente generase grandes maremotos que se llevaban extensiones de tierra, vegetación y vidas humanas; y no es que ella tuviese apreciación por esos seres precisamente, sino que sabía que mientras una deidad tuviese más alabanzas, más fuerte podía llegar a ser. - Creo que eso no lo saben ellos- decía la diosa mientras caminaba con paso firme hasta donde se encontraba su ángel del amor.

-Vaya! ¡Al fin te encuentro angelito mío!- Lydia cruzó los brazos y habló en tono severo- Has desaparecido demasiado y también has dejado este sitio sin mi permiso. Debería castigarte, pero seguro dirás que soy cruel y quedaré como la malvada del cuento. Por lo tanto haremos una apuesta, si tú ganas no serás castigada, pero si pierdes, yo no dejaré que tú salgas durante dos meses. - Lydia abrió un portal con su poder, y dijo:

-Sigue este portal y apenas lo pases quédate en su sitio, ahí de explicaré con más detalle de qué va todo esto.- Lydia entró también por el portal y esperó que su subordinada la siguiese.