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Entrada al templo del carnero
Deje el lugar donde todos se encontraban entrenando para poderme dirigir a la sagrada casa de Aries la cual iba a custodiar de ahora en adelante, subía despacio laos escalones que me llevarían a la casa de Aries, me sentía ansioso pero a una así caminaba despacio para poder contemplar lo que la vez pasada no había observado con atención, escuchaba con atención la manera que sonaba al caminar la armadura que ahora portaba, me sentía satisfecho por obtenerla, acaso abra sido obra del destino el traerme a Grecia para que la obtuviera?, con forme avanzaba por los peldaños comenzaba a observar desde lo lejos al templo de Aries.
Después de algunos minutos por fin quede debajo del templo, levantaba mi mirada para observarlo con detalle, la luz del sol hacia que el mármol con el cual se encontraba construido tomara una tonalidad anaranjada y provocaba que mi armadura brillara como el sol mismo.
Quien hubiera dicho que si saberlo acabaría siendo el guardián de este templo…después de haber viajado sin rumbo para poder buscar un destino incierto, por fin me encuentro aquí no como un visitante sino como aquel que custodia al templo del carnero.
Destino incierto?...Arone no te subestimes ni tampoco a mi…recuerda que aunque no tenga mi verdadera forma aun tengo gran parte de mis poderes y uno de ellos me decía que te tenia que guiar aquí…pero tu también presentías eso gracias a tus habilidades o no?.-Escuchaba las palabras de Guren sobre ese destino que inconscientemente ya conocía.-Ja supongo que tienes razón…entonces entremos a nuestro templo Guren…-Decía con una sonrisa en mi rostro mientras que nos adentrábamos en el templo de Aries.
Después de algunos minutos por fin quede debajo del templo, levantaba mi mirada para observarlo con detalle, la luz del sol hacia que el mármol con el cual se encontraba construido tomara una tonalidad anaranjada y provocaba que mi armadura brillara como el sol mismo.
Quien hubiera dicho que si saberlo acabaría siendo el guardián de este templo…después de haber viajado sin rumbo para poder buscar un destino incierto, por fin me encuentro aquí no como un visitante sino como aquel que custodia al templo del carnero.
Destino incierto?...Arone no te subestimes ni tampoco a mi…recuerda que aunque no tenga mi verdadera forma aun tengo gran parte de mis poderes y uno de ellos me decía que te tenia que guiar aquí…pero tu también presentías eso gracias a tus habilidades o no?.-Escuchaba las palabras de Guren sobre ese destino que inconscientemente ya conocía.-Ja supongo que tienes razón…entonces entremos a nuestro templo Guren…-Decía con una sonrisa en mi rostro mientras que nos adentrábamos en el templo de Aries.
Arone- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
2do Post Defensa Especial – Especialización
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Habiendo subido las escaleras que llevaban al Coliseo de Entrenamientos y pasado por la bifurcación que bien podía llevar a la primera Casa del Zodiaco o hacia la salida del Santuario, Aspros decidió ir directamente hacia el Templo que le tocaba custodiar, más específicamente el Templo de los Gemelos Cástor y Pollux, por lo tanto había llegado la hora de continuar caminando y subir más y más escaleras alrededor de la ladera de la enorme montaña. Encontrándose a mitad de camino y todavía haciendo fluir su cosmos de forma libre y ligeramente descontrolada, el peliazul analizaba todas y cada una de las implicaciones que traería la técnica que estaba por terminar de desarrollar. Resoplando se puso a cubrir todos y cada uno de los agujeros y debilidades que pudiera encontrarle…eso le hizo pensar que aquella técnica primero que nada cubriría las fallas que tenía su defensa principal: la Otra Dimensión.
Mmm...veamos. murmuró el ex-senador con calma, moviendo el índice derecho para así crear una pequeñísima abertura en el espacio tiempo y notar como el aire era absorbido por ella. Sí, la primera falla era que si bien la Otra Dimensión concedía una imponente defensa que abarcaba un amplio rango de acción, también lo era que frente a ataques más específicos y centrados era inútil. Pensándolo en frío, la vez que había evitado el embate de la mujer Berserker al momento de usar intuitivamente la técnica había sido por pura suerte…seguramente el destino no había querido que lo golpearan de lleno, tal vez si tal vez no... Pero eso ya no importaba, después de todo ya había llegado bastante lejos. Suspirando y dejando que sus cabellos fueran agitados por una brisa de mediodía, el gemelo de Cambre finalmente llegaba a la fachada del Templo del Carnero Blanco, una simple estructura que parecía haber sido destruido más de una vez en el pasado y que ahora, no se veía demasiado sólido…era otro trabajo en el cual poner a trabajar a los nuevos reclutas o a los que fueran que se encargaran de aquel trabajo particular.
Mmm... Y de nuevo, Aspros volvió a abrir otra brecha dimensional para observar a lo lejos las líneas que delimitaban el extenso espacio que había más allá…definitivamente, debía trabajar en una forma de poder sobrellevar aquella debilidad en su defensa. Cerrando el portal recién abierto, el peliazul terminó de subir los peldaños que le faltaban para acceder a Aries.
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Habiendo subido las escaleras que llevaban al Coliseo de Entrenamientos y pasado por la bifurcación que bien podía llevar a la primera Casa del Zodiaco o hacia la salida del Santuario, Aspros decidió ir directamente hacia el Templo que le tocaba custodiar, más específicamente el Templo de los Gemelos Cástor y Pollux, por lo tanto había llegado la hora de continuar caminando y subir más y más escaleras alrededor de la ladera de la enorme montaña. Encontrándose a mitad de camino y todavía haciendo fluir su cosmos de forma libre y ligeramente descontrolada, el peliazul analizaba todas y cada una de las implicaciones que traería la técnica que estaba por terminar de desarrollar. Resoplando se puso a cubrir todos y cada uno de los agujeros y debilidades que pudiera encontrarle…eso le hizo pensar que aquella técnica primero que nada cubriría las fallas que tenía su defensa principal: la Otra Dimensión.
Mmm...veamos. murmuró el ex-senador con calma, moviendo el índice derecho para así crear una pequeñísima abertura en el espacio tiempo y notar como el aire era absorbido por ella. Sí, la primera falla era que si bien la Otra Dimensión concedía una imponente defensa que abarcaba un amplio rango de acción, también lo era que frente a ataques más específicos y centrados era inútil. Pensándolo en frío, la vez que había evitado el embate de la mujer Berserker al momento de usar intuitivamente la técnica había sido por pura suerte…seguramente el destino no había querido que lo golpearan de lleno, tal vez si tal vez no... Pero eso ya no importaba, después de todo ya había llegado bastante lejos. Suspirando y dejando que sus cabellos fueran agitados por una brisa de mediodía, el gemelo de Cambre finalmente llegaba a la fachada del Templo del Carnero Blanco, una simple estructura que parecía haber sido destruido más de una vez en el pasado y que ahora, no se veía demasiado sólido…era otro trabajo en el cual poner a trabajar a los nuevos reclutas o a los que fueran que se encargaran de aquel trabajo particular.
Mmm... Y de nuevo, Aspros volvió a abrir otra brecha dimensional para observar a lo lejos las líneas que delimitaban el extenso espacio que había más allá…definitivamente, debía trabajar en una forma de poder sobrellevar aquella debilidad en su defensa. Cerrando el portal recién abierto, el peliazul terminó de subir los peldaños que le faltaban para acceder a Aries.
Aspros- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Después de dejar la villa me dirigí directamente al santuario por suerte no me tarde demasiado tiempo en llegar a la entrada ya que la mayoría de las personas se encontraba ya en sus casas o simplemente paseándose por la plaza de Rodorio, debes en cuando miraba al cielo para observar los colores que tenia ya que me agradaban más cuando el sol se comenzaba a ocultar ya que en el cielo se podía observar el tono naranja claro mezclándose con el rojo y al mismo tiempo estos mezclándose con la oscuridad de la noche.
Caminaba entre los arboles mientras intentaba encontrar el sendero que me llevaría a la entrada del santuario, pasaron unos cuantos minutos hasta el momento en que pude ver ese sendero hecho de algunas piedras, por alguna razón comencé a suspirar mientras transitaba aquel sendero quizás era porque extrañaba mi hogar o simplemente porque me encontraba algo aburrido, el camino me parecía ser casi eterno por el mismo aburrimiento mientras que la poca luz que iluminaba el lugar se comenzaba a desvanecer a causa de la caída de la noche aunque tenía la luz de la blanca luna la cual se comenzaba a asomar en el cielo nocturno.
Después de atravesar el santuario una media hora más tarde pasando a través del campo de entrenamiento en donde por lo general se encontraban todos aquellos que querían ser unos caballeros, me detuve por un momento mientras miraba al vacío y comenzaba a pensar sobre aquellos que quieren ser candidatos a una armadura, entrenando quizás por años y yo con solo pararme en el santuario pude tener una de las más poderosas ¿porque?¿qué tendría yo que aquellos que han estado entrenado por tanto tiempo no tuvieran? Me encogí de hombros y sonreí ya que si la armadura del carnero me había elegido había sido por una razón, comenzaba a caminar para dirigirme a las escaleras que me llevarían a la casa de Aries.
Fui subiendo a través de los peldaños de las escaleras que daban al primer templo del zodiaco el cual yo tenía que vigilar de cualquiera que pasara, antes de llegar a los pies del templo pude observar a una pequeña figura que se encontraba sentada al final de las escaleras como si se encontrase esperando algo o a alguien, desde donde me encontraba no podía distinguir bien de que animal se trataba pero conforme me comencé a acercar la pequeña figura se volvió cada vez más familiar.-Guren.-Dije mientras me posaba frente a él, parecía mirar a las escaleras lo cual me extraño pero después de unos minutos este me miro a los ojos.-Tardaste demasiado…pero me alegro que hayas vuelto.-Me quede sin palabras mientras lo observaba al subir mi hombro.-Yo también me alegro
Caminaba entre los arboles mientras intentaba encontrar el sendero que me llevaría a la entrada del santuario, pasaron unos cuantos minutos hasta el momento en que pude ver ese sendero hecho de algunas piedras, por alguna razón comencé a suspirar mientras transitaba aquel sendero quizás era porque extrañaba mi hogar o simplemente porque me encontraba algo aburrido, el camino me parecía ser casi eterno por el mismo aburrimiento mientras que la poca luz que iluminaba el lugar se comenzaba a desvanecer a causa de la caída de la noche aunque tenía la luz de la blanca luna la cual se comenzaba a asomar en el cielo nocturno.
Después de atravesar el santuario una media hora más tarde pasando a través del campo de entrenamiento en donde por lo general se encontraban todos aquellos que querían ser unos caballeros, me detuve por un momento mientras miraba al vacío y comenzaba a pensar sobre aquellos que quieren ser candidatos a una armadura, entrenando quizás por años y yo con solo pararme en el santuario pude tener una de las más poderosas ¿porque?¿qué tendría yo que aquellos que han estado entrenado por tanto tiempo no tuvieran? Me encogí de hombros y sonreí ya que si la armadura del carnero me había elegido había sido por una razón, comenzaba a caminar para dirigirme a las escaleras que me llevarían a la casa de Aries.
Fui subiendo a través de los peldaños de las escaleras que daban al primer templo del zodiaco el cual yo tenía que vigilar de cualquiera que pasara, antes de llegar a los pies del templo pude observar a una pequeña figura que se encontraba sentada al final de las escaleras como si se encontrase esperando algo o a alguien, desde donde me encontraba no podía distinguir bien de que animal se trataba pero conforme me comencé a acercar la pequeña figura se volvió cada vez más familiar.-Guren.-Dije mientras me posaba frente a él, parecía mirar a las escaleras lo cual me extraño pero después de unos minutos este me miro a los ojos.-Tardaste demasiado…pero me alegro que hayas vuelto.-Me quede sin palabras mientras lo observaba al subir mi hombro.-Yo también me alegro
Arone- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Solo faltaba un templo más que atravesar y esa era la casa de Aries. Lo que se liberó ahí fue casi una señal de advertencia para que siguiera con cuidado con mis pasos, ni él mismo caballero que custodiaba dicho recinto fue capaz de recibirme.
Podía percibir otras presencias que se presentaban en el mismo lugar, al parecer no notaban mi propio cosmos pero en señal de precaución traté de desenfundar una flecha pero mi armadura se negó a obedecer ese simple movimiento obligándome a seguir siempre adelante. Giraba el rostro admirando el leve resplandor de las llamas que se presentaban en una sala contigua, bajando el rostro me aproximaba hacia la escalinata para volver a descender como lo hice en los dos templos anteriores. La máscara seguía cubriendo mi rostro, avanzando cada vez más no podía apartar de mis pensamientos los eventos anteriores en los que recibí mi armadura, me sentía mal por dentro y no entendía por qué…
Me costaba trabajo recordarlo, me costaba seguir adelante pero al menos llegaba casi a lo que quería ser… suspirando tenía la esperanza de encontrarlo en Rodorio.
Podía percibir otras presencias que se presentaban en el mismo lugar, al parecer no notaban mi propio cosmos pero en señal de precaución traté de desenfundar una flecha pero mi armadura se negó a obedecer ese simple movimiento obligándome a seguir siempre adelante. Giraba el rostro admirando el leve resplandor de las llamas que se presentaban en una sala contigua, bajando el rostro me aproximaba hacia la escalinata para volver a descender como lo hice en los dos templos anteriores. La máscara seguía cubriendo mi rostro, avanzando cada vez más no podía apartar de mis pensamientos los eventos anteriores en los que recibí mi armadura, me sentía mal por dentro y no entendía por qué…
Me costaba trabajo recordarlo, me costaba seguir adelante pero al menos llegaba casi a lo que quería ser… suspirando tenía la esperanza de encontrarlo en Rodorio.
Seiren- Amazona Dorada
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Re: Entrada al templo del carnero
Me sentía un tanto extraño después de haber despertado en medio del templo del carnero. Envuelto por la oscuridad que este mismo creaba después de ser abandonado por las llamas que había creado. Pero me sentía diferente y a la vez era como si una parte de mí se encontrase adormilada, era un extraño sentimiento pero también era un poco de ansiedad. Sentía un gran calor en mi interior, era como si las llamas estuvieran creciendo dentro de mí, pero no entendía la razón de este sentir ya que por lo general eso era lo que sentía cuando usaba mi cosmos para atacar o para crear alguna técnica que me sirviera a futuro, entonces porque…
En esos momentos quería sentir el viento fresco chocando contra mi rostro, mientras jugaba con mis cabellos. Quería sentirme fresco en esos momentos así que me quite al casco y lo acune en mi brazo derecho. Mientras tanto Guren seguía mis pasos sin hacer ruido. Con forme me iba acercando a la entrada del magnífico templo de Aries comenzaba a mirar la luz del día soleado que se lograba filtrar a través de la gran entrada. Sentí como una gran oleada de aire choco contra mi rostro, fue como si una gran barrera se rompiera justo cuando pasaba.
La luz del sol me lastimo al principio los ojos ya que me había acostumbrado a la oscuridad del templo. Seguir caminando un poco mientras bajaba algunos escalones ya que me quería sentar en ellos, quería observar lo que pasaba alrededor del templo, quería ver a los candidatos a caballeros y amazonas mientras entrenaban. Entrelazaba mis manos con fuerza ya que aunque portara una armadura dorada, yo no había tenido que pasar por lo que los demás pasaron. Yo no tuve que estar entrenado por años para poder portarla, por eso mismo me imaginaba que a algunos les causaba molestia mi presencia ahí ¿Cómo es posible que ese mocoso tenga una sagrada armadura dorada?. Seguramente decían eso o por lo menos era lo que estaban pensando.
Pero por más que quisiera pensar en una razón por la que había sido escogido por la armadura de Aries…no se me ocurría nada, pero si me había escogido a mí de entre tantos seguramente era por una buena razón y quizás también por que le sería útil a la diosa Athena ¿Cuál sería su aspecto?¿Seria alguien de buen corazón como dicen todos?...tenía muchas preguntas que en esos momentos no tenían ninguna respuesta. Por eso mismo lo único que podía hacer era esperar y tener fe en la diosa de la sabiduría…Athena
En esos momentos quería sentir el viento fresco chocando contra mi rostro, mientras jugaba con mis cabellos. Quería sentirme fresco en esos momentos así que me quite al casco y lo acune en mi brazo derecho. Mientras tanto Guren seguía mis pasos sin hacer ruido. Con forme me iba acercando a la entrada del magnífico templo de Aries comenzaba a mirar la luz del día soleado que se lograba filtrar a través de la gran entrada. Sentí como una gran oleada de aire choco contra mi rostro, fue como si una gran barrera se rompiera justo cuando pasaba.
La luz del sol me lastimo al principio los ojos ya que me había acostumbrado a la oscuridad del templo. Seguir caminando un poco mientras bajaba algunos escalones ya que me quería sentar en ellos, quería observar lo que pasaba alrededor del templo, quería ver a los candidatos a caballeros y amazonas mientras entrenaban. Entrelazaba mis manos con fuerza ya que aunque portara una armadura dorada, yo no había tenido que pasar por lo que los demás pasaron. Yo no tuve que estar entrenado por años para poder portarla, por eso mismo me imaginaba que a algunos les causaba molestia mi presencia ahí ¿Cómo es posible que ese mocoso tenga una sagrada armadura dorada?. Seguramente decían eso o por lo menos era lo que estaban pensando.
Pero por más que quisiera pensar en una razón por la que había sido escogido por la armadura de Aries…no se me ocurría nada, pero si me había escogido a mí de entre tantos seguramente era por una buena razón y quizás también por que le sería útil a la diosa Athena ¿Cuál sería su aspecto?¿Seria alguien de buen corazón como dicen todos?...tenía muchas preguntas que en esos momentos no tenían ninguna respuesta. Por eso mismo lo único que podía hacer era esperar y tener fe en la diosa de la sabiduría…Athena
Arone- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Aún tenía muchas dudas y una de ellas era.-¿Contra quién o quienes tendremos que pelear?.-Aun podía sentir un tremendo calor recorriendo todo mi cuerpo, por esa razón intentaba distraer mi mente en cualquier cosa. Como pensar en aquellos que están en contra de Athena, no conocía mucho acerca de los dioses pero lo que si sabía es que eran demasiado competitivos y a veces rencorosos.-¿Quién podrá saber?...-Mi voz se cortó ya que suponía que aquel que sabía la respuesta a aquella respuesta era Aspros, el caballero dorado de géminis y el guardián de la cuarta casa zodiacal.
Quizás…Aspros sepa algo, pero sinceramente no creo que me lo diga. Sin importar que seamos del mismo bando…eso no le importa mucho…- Pero de alguna manera él estaba en lo correcto. No por estar en el mismo bando tenemos que llevarnos bien con nuestros “compañeros”, tampoco hay razón para entablar una relación amistosa con los otros. Ya que, si uno llegara a confiar su vida a su compañero y este lo abandonara...Por esa razón es mejor valerse por uno mismo con su propio poder.-Nunca pensé que diría esto…pero supongo que estoy de acuerdo con Aspros.-Miraba el cielo al mismo tiempo que decía esto, coloque mi mano izquierda sobre el suelo de mármol mientras que la derecha la ponía a unos cuantos centímetros delante de mi rostro.-La única forma de sobrevivir en la guerra es con la fuerza de uno mismo. El valerse de los demás a veces no trae nada bueno.-Comencé a concentrar mi cosmos en la mano que se encontraba en frente de mi rostro. Poco a poco se fueron reuniendo pequeñas partículas de luz alrededor de esta, y en poco tiempo mi mano fue rodeada por el fuego.
Es verdad que no te debes confiar demasiado de los demás, pero a veces no es malo hacer más de un amigo para que te ayude cuando sea necesario.-Escuchaba a Guren mientras contemplaba las llamas que se encontraban rodeado mi mano, las cuales eran levemente movidas por la corriente de aire que circulaba a mi alrededor.-Nunca está de más tener amigos…pero en este tipo de situaciones, ¿será igual?.-Claro que no, en el momento en que comience un guerra todos tendremos distintos objetivos, distintas razones por las que pelearemos. Por eso mismo nuestros objetivos individuales nos aran fuertes, mientras no nos metamos en el camino de los demás caballeros.-Además a veces la compañía de los demás no es…muy buena.-O más bien lo que quería decir es que la mayoría de las veces los demás son un obstáculo en lugar de una ayuda.
Te estas dejando influenciar por sus pensamientos.-Guren se posiciono a un lado de mi así que lo miraba por el rabillo del ojo.-No, no es que me deje influenciar por él. Solo estoy diciendo que algunas cosas que dijo son ciertas.-Había comenzado a aprender y comprender muchas cosas desde que llegue al santuario. Que a veces las personas no son lo que aparentan. También que el confiar tanto en las personas era un error, pero aun así intentaba confiar en los demás para que ellos pudieran confiar en mí…
Quizás…Aspros sepa algo, pero sinceramente no creo que me lo diga. Sin importar que seamos del mismo bando…eso no le importa mucho…- Pero de alguna manera él estaba en lo correcto. No por estar en el mismo bando tenemos que llevarnos bien con nuestros “compañeros”, tampoco hay razón para entablar una relación amistosa con los otros. Ya que, si uno llegara a confiar su vida a su compañero y este lo abandonara...Por esa razón es mejor valerse por uno mismo con su propio poder.-Nunca pensé que diría esto…pero supongo que estoy de acuerdo con Aspros.-Miraba el cielo al mismo tiempo que decía esto, coloque mi mano izquierda sobre el suelo de mármol mientras que la derecha la ponía a unos cuantos centímetros delante de mi rostro.-La única forma de sobrevivir en la guerra es con la fuerza de uno mismo. El valerse de los demás a veces no trae nada bueno.-Comencé a concentrar mi cosmos en la mano que se encontraba en frente de mi rostro. Poco a poco se fueron reuniendo pequeñas partículas de luz alrededor de esta, y en poco tiempo mi mano fue rodeada por el fuego.
Es verdad que no te debes confiar demasiado de los demás, pero a veces no es malo hacer más de un amigo para que te ayude cuando sea necesario.-Escuchaba a Guren mientras contemplaba las llamas que se encontraban rodeado mi mano, las cuales eran levemente movidas por la corriente de aire que circulaba a mi alrededor.-Nunca está de más tener amigos…pero en este tipo de situaciones, ¿será igual?.-Claro que no, en el momento en que comience un guerra todos tendremos distintos objetivos, distintas razones por las que pelearemos. Por eso mismo nuestros objetivos individuales nos aran fuertes, mientras no nos metamos en el camino de los demás caballeros.-Además a veces la compañía de los demás no es…muy buena.-O más bien lo que quería decir es que la mayoría de las veces los demás son un obstáculo en lugar de una ayuda.
Te estas dejando influenciar por sus pensamientos.-Guren se posiciono a un lado de mi así que lo miraba por el rabillo del ojo.-No, no es que me deje influenciar por él. Solo estoy diciendo que algunas cosas que dijo son ciertas.-Había comenzado a aprender y comprender muchas cosas desde que llegue al santuario. Que a veces las personas no son lo que aparentan. También que el confiar tanto en las personas era un error, pero aun así intentaba confiar en los demás para que ellos pudieran confiar en mí…
Arone- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Miraba detenidamente el fuego que en esos momentos rodeaba mi mano. Me encontraba fascinado por él, ya que con este se podían crear muchas cosas que generalmente usaban las personas…pero si se llegaba a perder el control sobre el poder del fuego podía causar grandes desastres. Este podía en un momento devorar una ciudad entera.
Me fascinaba la idea de que el fuego era el único elemento que poseía vida propia, ya que no era como el agua, la tierra o el viento. Este tenía algo que lo distinguía de entre los demás elementos, algo que al parecer apenas comenzaba a comprender.
Poco a poco las pequeñas llamas que cubrían mi mano comenzaron a crecer. Me estaba olvidando de lo demás que me estaba rodeando, estaba olvidando a Guren, a los arboles a todo…Y comenzaba a escuchar algo que me llamaba, algo que venía desde mi interior “No es hermoso…la forma en que baila con la leve brisa…la forma con la que intenta no extinguirse, mientras se alimenta de tu poder” Era extraño pero por alguna razón lo sentía tan propio, algo que era propio no solo de mi cuerpo sino que de mi alma también.
“Lo que lo hace hermoso no es la luz que irradia, tampoco el calor que despide…es lo peligroso que puede llegar a ser” Esa voz resonaba tanto en mi mente como en mi corazón, algo en mi interior se estremecía al escucharlo ya que aunque fuese la primera vez que lo escuchaba por alguna razón sabía que todo eso era verdad.
Me fascinaba la idea de que el fuego era el único elemento que poseía vida propia, ya que no era como el agua, la tierra o el viento. Este tenía algo que lo distinguía de entre los demás elementos, algo que al parecer apenas comenzaba a comprender.
Poco a poco las pequeñas llamas que cubrían mi mano comenzaron a crecer. Me estaba olvidando de lo demás que me estaba rodeando, estaba olvidando a Guren, a los arboles a todo…Y comenzaba a escuchar algo que me llamaba, algo que venía desde mi interior “No es hermoso…la forma en que baila con la leve brisa…la forma con la que intenta no extinguirse, mientras se alimenta de tu poder” Era extraño pero por alguna razón lo sentía tan propio, algo que era propio no solo de mi cuerpo sino que de mi alma también.
“Lo que lo hace hermoso no es la luz que irradia, tampoco el calor que despide…es lo peligroso que puede llegar a ser” Esa voz resonaba tanto en mi mente como en mi corazón, algo en mi interior se estremecía al escucharlo ya que aunque fuese la primera vez que lo escuchaba por alguna razón sabía que todo eso era verdad.
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Re: Entrada al templo del carnero
Me tarde bastante tiempo en llegar de nuevo al santuario y después tener que regresar a la casa de Aries.-Nunca creí que estaría tan cansado.-En momento bostezaba mientras caminaba entre las losas de mármol que forraban el suelo del santuario, mis pasos eran cada vez más lentos ya que de verdad me encontraba cansado. El bajar a la villa y guiar a un extraño durante el día y después tener que atravesar la villa, y el camino de rocas que se encuentra entre esta y el santuario no es tan fácil como pensaba en un principio.
En momento mis parpados se serraban por si solos, ya que necesitaba dormir un poco.-Deseo llegar ya al templo de Aries…ahora incluso soy capaz de quedarme dormido si me recargo en algún pilar….-Suspiraba ya que no me gustaba sentirme tan agotado ¿A dónde se había ido toda la energía que tenía esta mañana?...
“Ríndete…ríndete a la oscuridad”
Esa voz…-Era la misma que había escuchado antes de bajar a la villa. Todos mis sentidos que se encontraban adormecidos despertaron bruscamente, mientras me ponía a la defensiva.-¿Qué quieres de mí?¿Quién o que eres?¿Porque me estas persiguiendo?.-No dejaba de hacer preguntas en medio de la oscuridad, sabía que de cierta manera estaba solo pero…entonces porque escuchaba esa extraña voz.
“Vamos…no te pongas así…después de todo…tú me llamaste”
¿Qué?.-Esa voz resonaba en mi mente, pero porque? Y porque decía que yo la había llamado?. Me sentía bastante confundido, pero algo, algo en el aire me estaba tranquilizando. Las nubes que estaban cubriendo la luz de la luna se comenzaron a disipar, el viento frio de la noche se comenzó a convertir en una brisa cálida.
“No es posible…aun no despierta y ya te protege…pero eso no importa…ya que tarde o temprano te rendirás a la oscuridad que habita en tu corazón…como el de cualquier humano…”
Athena…-Levante la mirada para poder observar la luz blanquecina de la luna, mientras sonreía suavemente.-Gracias.-Era increíble que la diosa por la cual portaba la armadura de Aries me protegiera aun cuando no había despertado, ese cosmos lleno de luz y de bondad que impregnaba al santuario nos protegía a todos aquellos que vivíamos en él.
Por lo menos sé que podré dormir tranquilo, esta noche…-Decía feliz mente mientras comenzaba a subir los peldaños que me llevarían a mi destino final del día. Me tarde unos cuantos minutos pero por fin había llegado a la entrada del templo del carnero dorado.-Ya podré descansar
En momento mis parpados se serraban por si solos, ya que necesitaba dormir un poco.-Deseo llegar ya al templo de Aries…ahora incluso soy capaz de quedarme dormido si me recargo en algún pilar….-Suspiraba ya que no me gustaba sentirme tan agotado ¿A dónde se había ido toda la energía que tenía esta mañana?...
“Ríndete…ríndete a la oscuridad”
Esa voz…-Era la misma que había escuchado antes de bajar a la villa. Todos mis sentidos que se encontraban adormecidos despertaron bruscamente, mientras me ponía a la defensiva.-¿Qué quieres de mí?¿Quién o que eres?¿Porque me estas persiguiendo?.-No dejaba de hacer preguntas en medio de la oscuridad, sabía que de cierta manera estaba solo pero…entonces porque escuchaba esa extraña voz.
“Vamos…no te pongas así…después de todo…tú me llamaste”
¿Qué?.-Esa voz resonaba en mi mente, pero porque? Y porque decía que yo la había llamado?. Me sentía bastante confundido, pero algo, algo en el aire me estaba tranquilizando. Las nubes que estaban cubriendo la luz de la luna se comenzaron a disipar, el viento frio de la noche se comenzó a convertir en una brisa cálida.
“No es posible…aun no despierta y ya te protege…pero eso no importa…ya que tarde o temprano te rendirás a la oscuridad que habita en tu corazón…como el de cualquier humano…”
Athena…-Levante la mirada para poder observar la luz blanquecina de la luna, mientras sonreía suavemente.-Gracias.-Era increíble que la diosa por la cual portaba la armadura de Aries me protegiera aun cuando no había despertado, ese cosmos lleno de luz y de bondad que impregnaba al santuario nos protegía a todos aquellos que vivíamos en él.
Por lo menos sé que podré dormir tranquilo, esta noche…-Decía feliz mente mientras comenzaba a subir los peldaños que me llevarían a mi destino final del día. Me tarde unos cuantos minutos pero por fin había llegado a la entrada del templo del carnero dorado.-Ya podré descansar
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Re: Entrada al templo del carnero
Algo extraño estaba ocurriendo, así que decidí salir de la casa de Aries y dirigirme a el lugar en donde se estaban reuniendo varias energías. El cielo… La bóveda celeste mostraba un gran espectáculo de luces, truenos resonaban en ella, nubes de tormenta opacaban la luz de la luna y gotas de agua comenzaban a caer como lagrimas del cielo. Sera mejor que nos movamos en lugar de quedarnos en la casa de Aries esperando a los demás. Mi seño se encontraba fruncido ya que podía sentir el peligro inminente.
Pero no solo era eso, algo estaba pasando mas haya de los cielos en aquel lugar en donde moraban los dioses. Algo extraño estaba pasando en el olimpo, por ello el cielo se encontraba de esa manera. Lo que pasaba en aquel lugar se miraba reflejado prácticamente en los distintos fenómenos que se podían apreciar a simple vista con solo levantar la mirada.
Comencé a baja a trabes de las escalinatas para dirigirme a las afueras del santuario. Es extraño que diga esto, pero mientras ese sujeto este ahí por ahora no abra de que preocuparse… Dije con gran seriedad mientras aquella capa de seda ondulaba con las ráfagas de viento. ¿A caso ya le tienes confianza a ese hombre? Guren quien se encontraba en mi hombro parecía un tanto molesto.
No sabría decir si es confianza o no…pero el es el mas poderoso entre nosotros, y su juicio no es tan malo desde algún punto de vista. Como sea debemos apresurarnos… No era solo por aquellas energías, había una en particular que me estaba llamando demasiado la atención. Esa aura en particular hacia que mi cosmos y mi alma se encendieran ¿porque?...
Pero no solo era eso, algo estaba pasando mas haya de los cielos en aquel lugar en donde moraban los dioses. Algo extraño estaba pasando en el olimpo, por ello el cielo se encontraba de esa manera. Lo que pasaba en aquel lugar se miraba reflejado prácticamente en los distintos fenómenos que se podían apreciar a simple vista con solo levantar la mirada.
Comencé a baja a trabes de las escalinatas para dirigirme a las afueras del santuario. Es extraño que diga esto, pero mientras ese sujeto este ahí por ahora no abra de que preocuparse… Dije con gran seriedad mientras aquella capa de seda ondulaba con las ráfagas de viento. ¿A caso ya le tienes confianza a ese hombre? Guren quien se encontraba en mi hombro parecía un tanto molesto.
No sabría decir si es confianza o no…pero el es el mas poderoso entre nosotros, y su juicio no es tan malo desde algún punto de vista. Como sea debemos apresurarnos… No era solo por aquellas energías, había una en particular que me estaba llamando demasiado la atención. Esa aura en particular hacia que mi cosmos y mi alma se encendieran ¿porque?...
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Re: Entrada al templo del carnero
Defteros cruzo las escaleras con una cierta precausion que lo caracterizaba en situaciones como esa, este era territorio totalmente nuevo para el y los peligros estaban a la orden del día, o al menos eso era lo que el pensaba, recordó la información obtenida de aquel pobre incauto que habia recibido su puño de ilusión diabólica pero el se lo habia buscado.
La información era simple pero llana, habia un santuario, el cual estaba regido por un extraño poder místico y benévolo, al parecer ese poder estaba ahí desde que aquel sujeto tenia memoria y aun mucho mas antes que el de su padre e incluso su abuelo, dentro de ese santuario se encontraban guerreros que lo protegían y entre ellos habia uno muy parecido a el, quizás su inútil hermano y nadie excepto ellos podían entrar, al parecer cuidaban a una persona y esa persona era la que emanaba aquel benévolo poder místico, pero en esos tiempos aquella persona no se encontraba ahí, de cualquier modo Defteros tenía pensado avanzar hasta que lo detuvieran, subió las escaleras y vio la amplia entrada de aquel majestuoso templo, era hora de emprender la parte mas peligrosa del camino.
OFF
Para sacar la duda de arone de como me entere del santuario, tome los recuerdos de un ciudadano en el camino que lleva a la villa
La información era simple pero llana, habia un santuario, el cual estaba regido por un extraño poder místico y benévolo, al parecer ese poder estaba ahí desde que aquel sujeto tenia memoria y aun mucho mas antes que el de su padre e incluso su abuelo, dentro de ese santuario se encontraban guerreros que lo protegían y entre ellos habia uno muy parecido a el, quizás su inútil hermano y nadie excepto ellos podían entrar, al parecer cuidaban a una persona y esa persona era la que emanaba aquel benévolo poder místico, pero en esos tiempos aquella persona no se encontraba ahí, de cualquier modo Defteros tenía pensado avanzar hasta que lo detuvieran, subió las escaleras y vio la amplia entrada de aquel majestuoso templo, era hora de emprender la parte mas peligrosa del camino.
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Re: Entrada al templo del carnero
El primero de los doce templos del zodiaco era más grande de lo que se veía desde las escalinatas. Sophia llegó a la última de ellas jadeando y casi sin aliento. No podía creer lo mucho que había subido paso tras paso por esos peldaños. Si que era un lugar alto.
<< ¿A quién se le habrá ocurrido poner tantos peldaños? >>
Se preguntó mientras ponía las manos sobre sus muslos y comenzaba a respirar con fuerza agachandose un poco, intentando recuperar el aire. Realmente su estado físico era una verguenza. ¿Quien querría escuchar a alguien con esas caracteristicas que apenas subiendo por un cerro parecía ya no tener más fuerzas para sostenerse en pie?
Sophia se paró derecha y observó el templo frente a ella. Era hermoso, tallado en mármol y con un aspecto un tanto solitario. No sabía cuanto tiempo había estado en esa condición, ni si quiera sabía si habría alguien que la saliera a recibir para darle la bienvenida o intentar expulsarla de ese lugar. Pero no iba a quedarse quieta para averiguarlo, tenía que hacer algo y lo único que podía hacer en esa situación era usar su voz.
- ¡PERDÓN! ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? ¿ALO? - Gritó con fuerza, escuchando como su voz se devolvía en los ecos del Santuario. - Gelum... ¿Estos templos deberían tener guardianes no? ¿Sabes tu algo de esto?
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Re: Entrada al templo del carnero
La sensación de una presencia en ese lugar además de la de Defteros se hacía mayor, Defteros no podía saber como era que sentía eso, pero de alguna manera lo sentía mientras se acercaba mas y mas a la entrada del templo, era ya tarde y su cuerpo comenzaba a sentir los primeros estragos de su largo y hasta ese momento inútil viaje ya se hacían presentes en su cuerpo, el hambre, el cansancio tanto físico como mental era evidente, pero tenia que ser fuerte y sabia que podía dar mas de si, como cuando Heracles se enfrento a sus 12 tareas que luego fueron aumentadas a 14, “Esto no es nada para mi” pensaba Defteros “Tengo la misma energía que Heracles cuando combatió a Gerion”, cuando escucho unos pasos que provenían de las escalinatas que conducían a la entrada, y por el eco que estos generaban se percato que no era solo una persona.
-¿A quién se le habrá ocurrido poner tantos peldaños?- Dijo una fina voz femenina que al ser escuchada por Defteros activo un mecanismo natural de alerta en el asiéndole deslizarse detrás de una de las columnas asomando solo un poco su cabeza, fue entonces cuando se dio cuenta que era efectivamente una mujer que por la posición en la que se encontraba revelaba que estaba cansada, pero debido al juego de la luz y oscuridad que hacia el caprichoso día no pudo verle el rostro, cuando esta grito - ¡PERDÓN! ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? ¿ALO? -
-¿A quién se le habrá ocurrido poner tantos peldaños?- Dijo una fina voz femenina que al ser escuchada por Defteros activo un mecanismo natural de alerta en el asiéndole deslizarse detrás de una de las columnas asomando solo un poco su cabeza, fue entonces cuando se dio cuenta que era efectivamente una mujer que por la posición en la que se encontraba revelaba que estaba cansada, pero debido al juego de la luz y oscuridad que hacia el caprichoso día no pudo verle el rostro, cuando esta grito - ¡PERDÓN! ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? ¿ALO? -
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Re: Entrada al templo del carnero
¡PERDÓN! ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? ¿ALO?
Incluso faltando menos de veinte metros entre un sitio y el otro, Aspros pudo escuchar a la perfección aquella voz que conocía tan bien mientras subía los peldaños existentes entre el primer recodo y el umbral del Templo del Carnero Blanco y que por lo mismo, lo hizo levantar una ceja con curiosidad. Si tuviera que apostar, diría que Athena no estaba precisamente “consciente” dentro del cuerpo de Sophia.
Ese no es exactamente el modo de llamar a alguien, Sophia. Deberías saberlo bien. Respondió Aspros deteniéndose unos escalones antes de llegar al punto donde su prima se erguía. Nada había cambiado y definitivamente, toda esa situación no lo convencía ni un poco. En todo caso ya conociste al guardián de Aries, un chiquillo llamado Arone que viene subiendo detrás de mí en este mismo momento. Señaló Géminis sintiendo a su vez dos energías increíblemente inferiores en los alrededores del Templo, uno correspondiente al acompañante de la chica y otro, mucho más insignificante que se escondía por las columnas.
Avanzando sin prestar real atención a su entorno o a los insectos acumulados en la entrada, Aspros tan solo llegó al límite entre la salida y el pasillo principal por el cual se entraba a Aries, mirando directamente a Sophia…evaluándola con mesura…
¿Para qué estás subiendo los Doce Templos del Santuario?
Incluso faltando menos de veinte metros entre un sitio y el otro, Aspros pudo escuchar a la perfección aquella voz que conocía tan bien mientras subía los peldaños existentes entre el primer recodo y el umbral del Templo del Carnero Blanco y que por lo mismo, lo hizo levantar una ceja con curiosidad. Si tuviera que apostar, diría que Athena no estaba precisamente “consciente” dentro del cuerpo de Sophia.
Ese no es exactamente el modo de llamar a alguien, Sophia. Deberías saberlo bien. Respondió Aspros deteniéndose unos escalones antes de llegar al punto donde su prima se erguía. Nada había cambiado y definitivamente, toda esa situación no lo convencía ni un poco. En todo caso ya conociste al guardián de Aries, un chiquillo llamado Arone que viene subiendo detrás de mí en este mismo momento. Señaló Géminis sintiendo a su vez dos energías increíblemente inferiores en los alrededores del Templo, uno correspondiente al acompañante de la chica y otro, mucho más insignificante que se escondía por las columnas.
Avanzando sin prestar real atención a su entorno o a los insectos acumulados en la entrada, Aspros tan solo llegó al límite entre la salida y el pasillo principal por el cual se entraba a Aries, mirando directamente a Sophia…evaluándola con mesura…
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Re: Entrada al templo del carnero
Una presencia considerable se sentía en ese lugar, sin duda alguna era algo de lo que Defteros no podía confiarse, era una presencia que aunque parecía no ser agresiva le hacía recordar la vez que había cruzado por las colonias del norte, para ser preciso en Noricum.
Flashback
Defteros habia decidido rodear un acantilado que se la habia atravezado, cruzando por el norte de Noricum muy cerca de Germania donde habitaban los barbaros, ese lugar si era realmente peligroso, ya que era el lugar donde habitaban los barbaros, asi que Defteros tenía que moverse con cuidado.
Deteros se encontraba caminando por el bosque cuando escucho los pasos de unos hombres, 5 o tal vez 10 no sabia con exactitud pero de lo que si estaba seguro era que ellos eran barbaros y si lo encontraban tendría graves problemas asi que se agacho y para esconderse detrás de un arbusto, pero para su mala suerte habia pisado una rama y el sonido habia llamado la atención de uno de los barbaros que habia ido a investigar.
Fin Flashback
Esa emoción habia sido fuerte y habia terminado mal. Era lo mismo que sentía con la presencia del acompañante de aquella mujer, Defteros se encontraba inmóvil detrás de las columnas esperando mientras pensaba como iba a salir de ese lugar, aun sabiendo que esa voz femenina sele hacia familiar.
Flashback
Defteros habia decidido rodear un acantilado que se la habia atravezado, cruzando por el norte de Noricum muy cerca de Germania donde habitaban los barbaros, ese lugar si era realmente peligroso, ya que era el lugar donde habitaban los barbaros, asi que Defteros tenía que moverse con cuidado.
Deteros se encontraba caminando por el bosque cuando escucho los pasos de unos hombres, 5 o tal vez 10 no sabia con exactitud pero de lo que si estaba seguro era que ellos eran barbaros y si lo encontraban tendría graves problemas asi que se agacho y para esconderse detrás de un arbusto, pero para su mala suerte habia pisado una rama y el sonido habia llamado la atención de uno de los barbaros que habia ido a investigar.
Fin Flashback
Esa emoción habia sido fuerte y habia terminado mal. Era lo mismo que sentía con la presencia del acompañante de aquella mujer, Defteros se encontraba inmóvil detrás de las columnas esperando mientras pensaba como iba a salir de ese lugar, aun sabiendo que esa voz femenina sele hacia familiar.
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Re: Entrada al templo del carnero
Los pensamientos en la cabeza de Defteros se acumulaban uno tras otro acompañados por los recuerdo, aquello finos recuerdos de esa femenina voz que había escuchado, esa voz era conocida, asi tenia la sensación, pero no podía recordar quien era la dueña de esa voz.
El acompañante de aquella mujer era alguien tan desconocido asi como tan desconfiable para Defteros que el solo asomarse por un costado del pilar de pronto se había convertido en una idea dudosa, además se sentían dos nuevas presencias, acompañadas por una voz que había llamado a la joven, no tenia ni la menor duda de quien era el portador de esa voz, era un sujeto al que Defteros odiaba, su sola presencia hacia la tensa atmosfera aun mas tensa y la llenaba con malas y podridas intensiones, detrás de el otra persona que muy probablemente tampoco era de fiar, “lo recomendable ahora era no hacer movimiento bruscos”, pensó Defteros, mientras trataba de recordar en donde había escuchado esa voz femenina.
El acompañante de aquella mujer era alguien tan desconocido asi como tan desconfiable para Defteros que el solo asomarse por un costado del pilar de pronto se había convertido en una idea dudosa, además se sentían dos nuevas presencias, acompañadas por una voz que había llamado a la joven, no tenia ni la menor duda de quien era el portador de esa voz, era un sujeto al que Defteros odiaba, su sola presencia hacia la tensa atmosfera aun mas tensa y la llenaba con malas y podridas intensiones, detrás de el otra persona que muy probablemente tampoco era de fiar, “lo recomendable ahora era no hacer movimiento bruscos”, pensó Defteros, mientras trataba de recordar en donde había escuchado esa voz femenina.
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Re: Entrada al templo del carnero
Varias presencias se podían sentir claramente en los alrededores, tres de estas se encontraban en mi templo. Una le pertenecía a Sophia mientras que las demás eran completamente desconocidas para mí, no optante las intenciones que se podían percibir en ellas no eran malas. Faltaba poco antes de llegar hasta la entrada del templo, nuestros pasos resonaban en medio de la pacifica noche, de un momento a otro el silencio fue roto por una voz que me era un tanto familiar.
Era Sophia, no cabía duda en ello. Pero por lo visto aun no despertaba como diosa, entonces ¿Por qué…?¿Porque se encontraba recorriendo el santuario? Seguía de cerca los pasos de Aspros sin pronunciar alguna palabra, no miraba motivos para hablar menos cuando al parecer se estaba llevando un pequeño reencuentro entre Aspros y Sophia, por lo menos eso era lo que estaba pensando.
Me coloque a un lado de mi compañero mientras cuestionaba a la joven, intentaba mirar en medio de la oscuridad a la tercera presencia que se encontraba oculta en medio de las sombras. Pensaba que en esos momentos era inapropiado el hablar cosas que francamente no iban al caso, lo mejor que podía hacer era quedarme en silencio mientras Géminis intentaba evaluar los pensamientos que estaban surcando en esos momentos la mente de la joven.
Extendí hacia el frente mi brazo derecho, al mismo chasqueaba mis dedos para que las antorchas incrustadas en los pilares se encendieran una detrás de otra, con ello la oscuridad poco a poco se vio disipada por la luz que proyectaban las antorchas. Evite saludar en esos momentos a la joven ya que seguramente no me proporcionaría demasiada atención, le di un pequeño vistazo al joven que la acompañaba antes de dirigir mi mirada a aquel lugar en el que se sentía la otra presencia.
Era Sophia, no cabía duda en ello. Pero por lo visto aun no despertaba como diosa, entonces ¿Por qué…?¿Porque se encontraba recorriendo el santuario? Seguía de cerca los pasos de Aspros sin pronunciar alguna palabra, no miraba motivos para hablar menos cuando al parecer se estaba llevando un pequeño reencuentro entre Aspros y Sophia, por lo menos eso era lo que estaba pensando.
Me coloque a un lado de mi compañero mientras cuestionaba a la joven, intentaba mirar en medio de la oscuridad a la tercera presencia que se encontraba oculta en medio de las sombras. Pensaba que en esos momentos era inapropiado el hablar cosas que francamente no iban al caso, lo mejor que podía hacer era quedarme en silencio mientras Géminis intentaba evaluar los pensamientos que estaban surcando en esos momentos la mente de la joven.
Extendí hacia el frente mi brazo derecho, al mismo chasqueaba mis dedos para que las antorchas incrustadas en los pilares se encendieran una detrás de otra, con ello la oscuridad poco a poco se vio disipada por la luz que proyectaban las antorchas. Evite saludar en esos momentos a la joven ya que seguramente no me proporcionaría demasiada atención, le di un pequeño vistazo al joven que la acompañaba antes de dirigir mi mirada a aquel lugar en el que se sentía la otra presencia.
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Re: Entrada al templo del carnero
Me quedaba un nudo a la garganta al escuchar como Sophia me preguntaba acerca de algo que no sabia. Iba a buscar cualquier pretexto, o respuesta vaga pero entonces sentia una cosmoenergia muy pareciada a la mia. Aunque con mayor fuerza. Se trataba quizas de un guerrero mas experimentado que yo. Poco a poco la sombra de aquel ente se fue despejando para que ahora solo saliera el cuerpo de un reconocido primo. Se trataba de Aspros, uno de los tantos primos de la familia. Pero parecia alguien mas distinto de lo que habia conocido. Era sin duda otra nueva persona.
Sentia a lo lejos tambien dos cosmos mas parecidos a los mios. Pero entonces solo uno aparecia. El otro parecia estar bien oculto en algun lugar sombrio de esa primera casa. Asi era como mi vida junto con la de mi hermana tomaban un nuevo rumbo. Aparecio un chiquillo, parecia tener la misma edad que yo. Asi que buscaba la manera de estar apto a defender por lo que pasara.
Aspros pronuncio unas cuantas palabras, parecian de bienvenida. Para luego solo pronunciar una cuestion. No parecia apropiado que estuvieramos ahi. Yo solo esperaba tambien la respuesta de mi hermana. ¿Seria capaz de cumplir la promesa que en las escalinatas posteriores a esa casa habia jurado?. Pondia mi vida en sus manos con tal de seguirla a donde ella estuviera. Asi como el cariño que yo le tenia.
Sentia a lo lejos tambien dos cosmos mas parecidos a los mios. Pero entonces solo uno aparecia. El otro parecia estar bien oculto en algun lugar sombrio de esa primera casa. Asi era como mi vida junto con la de mi hermana tomaban un nuevo rumbo. Aparecio un chiquillo, parecia tener la misma edad que yo. Asi que buscaba la manera de estar apto a defender por lo que pasara.
Aspros pronuncio unas cuantas palabras, parecian de bienvenida. Para luego solo pronunciar una cuestion. No parecia apropiado que estuvieramos ahi. Yo solo esperaba tambien la respuesta de mi hermana. ¿Seria capaz de cumplir la promesa que en las escalinatas posteriores a esa casa habia jurado?. Pondia mi vida en sus manos con tal de seguirla a donde ella estuviera. Asi como el cariño que yo le tenia.
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Re: Entrada al templo del carnero
Cuando escuchó esa voz respondiendo a su llamado sintió que los vellos de su cuello se encrespaban.
- Aspros… - Susurró para sí misma. ¿Por qué era que siempre que se comportaba distante de lo que era ser una dama su primo la encontraba en ello. Era casi como una maldición con la que había tenido que cargar por mucho tiempo, pero le parecía gracioso. Adoraba a Aspros. - ¡Estas aquí! – Exclamó con felicidad dándose la vuelta y viéndolo de cerca. Seguía tal como lo recordaba. - ¿El joven Arone es el guardián de este templo? – Aquello la tomaba un poco por sorpresa. ¡Que increíble! Había conocido a varios caballeros dorados y todos parecían ser hombres nobles y maravillosos. – Que suerte… - Susurró Sophia viendo aparecer al joven que había conocido en los puertos de la ciudad de Athenas. - ¡Señor Arone! – Lo saludo con alegría. – Me alegra muchísimo volver a verlo tan pronto.
Sophia se sentía bastante bien ahí, entre todos esos hombres. Cualquier otra mujer tal vez habría experimentado un poco de pudor al estar entre ellos, pero no Sophia que se había criado desde pequeña rodeada casi sólo por hombres. Para ella, eso era normal. Además, estaba su hermano menor, su primo y el joven Arone, hubiese sido absurdo que experimentara vergüenza de estar con personas que a ella le parecían dignas de su confianza.
- Se que es extraño verme aquí Aspros. – Dijo Sophia sonriendo mientras sus mejillas se teñían de un leve rosa. – Para mí también es extraño verte aquí… pero creo que tu lo entiendes incluso mejor que yo, ¿No? – Le preguntó rascándose la frente y buscando las palabras adecuadas… - Nuestra familia no es normal… y creo que ya sabes a lo que me refiero, más allá de las disputas que son cotidianas en un grupo, en nuestra sangre corre un germen de… guerra… - La sonrisa de Sophia comenzó a desaparecer. Después de haber visto a Solomon luchando con Mauritius todo aquello por muy irreal que fuera, era cierto. – … creo que soy la única que puede tenerlo, por eso estoy aquí. En un principio pensé que había llegado a este lugar buscando a Fye, pero veo que eso nunca estuvo en los planes que tenía el destino para mí.
Ni si quiera ella podía comprender del todo que hubiese nacido en esa era sólo para acabar con una guerra, pero así eran las cosas. No podía expresarse mejor que eso y gritarle a los cuatro vientos que ella era la mismísima diosa Athena que había nacido en medio de una familia destina a la destrucción, el sufrimiento y la muerte. Pero así era. Aspros debía entenderlo mucho mejor que ella.
- ¿Me podrían llevar al templo de Athena? – Preguntó Sophia. - Tenemos una guerra que planificar.
- Aspros… - Susurró para sí misma. ¿Por qué era que siempre que se comportaba distante de lo que era ser una dama su primo la encontraba en ello. Era casi como una maldición con la que había tenido que cargar por mucho tiempo, pero le parecía gracioso. Adoraba a Aspros. - ¡Estas aquí! – Exclamó con felicidad dándose la vuelta y viéndolo de cerca. Seguía tal como lo recordaba. - ¿El joven Arone es el guardián de este templo? – Aquello la tomaba un poco por sorpresa. ¡Que increíble! Había conocido a varios caballeros dorados y todos parecían ser hombres nobles y maravillosos. – Que suerte… - Susurró Sophia viendo aparecer al joven que había conocido en los puertos de la ciudad de Athenas. - ¡Señor Arone! – Lo saludo con alegría. – Me alegra muchísimo volver a verlo tan pronto.
Sophia se sentía bastante bien ahí, entre todos esos hombres. Cualquier otra mujer tal vez habría experimentado un poco de pudor al estar entre ellos, pero no Sophia que se había criado desde pequeña rodeada casi sólo por hombres. Para ella, eso era normal. Además, estaba su hermano menor, su primo y el joven Arone, hubiese sido absurdo que experimentara vergüenza de estar con personas que a ella le parecían dignas de su confianza.
- Se que es extraño verme aquí Aspros. – Dijo Sophia sonriendo mientras sus mejillas se teñían de un leve rosa. – Para mí también es extraño verte aquí… pero creo que tu lo entiendes incluso mejor que yo, ¿No? – Le preguntó rascándose la frente y buscando las palabras adecuadas… - Nuestra familia no es normal… y creo que ya sabes a lo que me refiero, más allá de las disputas que son cotidianas en un grupo, en nuestra sangre corre un germen de… guerra… - La sonrisa de Sophia comenzó a desaparecer. Después de haber visto a Solomon luchando con Mauritius todo aquello por muy irreal que fuera, era cierto. – … creo que soy la única que puede tenerlo, por eso estoy aquí. En un principio pensé que había llegado a este lugar buscando a Fye, pero veo que eso nunca estuvo en los planes que tenía el destino para mí.
Ni si quiera ella podía comprender del todo que hubiese nacido en esa era sólo para acabar con una guerra, pero así eran las cosas. No podía expresarse mejor que eso y gritarle a los cuatro vientos que ella era la mismísima diosa Athena que había nacido en medio de una familia destina a la destrucción, el sufrimiento y la muerte. Pero así era. Aspros debía entenderlo mucho mejor que ella.
- ¿Me podrían llevar al templo de Athena? – Preguntó Sophia. - Tenemos una guerra que planificar.
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Re: Entrada al templo del carnero
Michiru estaba cercana al templo de Aries, Solo unos cuantos peldaños más para llegar a la entrada grandes cosmoenergías se lograban sentir no muy lejanas y parecían ser mucho mas fuertes que la de ella, comenzó a subir los peldaños cuando al fin se lograban ver unas cuantas personas “al parecer ellos son los dueños de las cosmoenergías” pensó, se detuvo y trago saliva estaba un tanto nerviosa y sin decir una sola palabra hasta se podía escuchar el soplido del viento.
Giro su cabeza mirando hacía atrás había recorrido un largo camino habían sido demasiados escalones, Michiru Suspiro y se armo de valor “que es lo peor que puede pasar” así que subió los peldaños que le restaban quedando solo unos cuantos escalones debajo de los chicos dándose cuenta que entre ellos había una mujer “¿se tratara de otra amazona o será la misma Athena?” penso sentía como la cosmoenergía de aquella chica era bastante calida, los hombres eran bastante apuestos y uno de ellos le pareció familia como si lo hubiese visto en otra parte. Suspiro de nuevo y se dirigió a los presentes -¿Qué tal? Parece que al fin eh llegado, espero no importunar Mi nombre es Michiru y soy la amazona de Capricornio- Musito mientras observaba a todos los presentes.
(offrol: espero no interrumpir su rol)
Giro su cabeza mirando hacía atrás había recorrido un largo camino habían sido demasiados escalones, Michiru Suspiro y se armo de valor “que es lo peor que puede pasar” así que subió los peldaños que le restaban quedando solo unos cuantos escalones debajo de los chicos dándose cuenta que entre ellos había una mujer “¿se tratara de otra amazona o será la misma Athena?” penso sentía como la cosmoenergía de aquella chica era bastante calida, los hombres eran bastante apuestos y uno de ellos le pareció familia como si lo hubiese visto en otra parte. Suspiro de nuevo y se dirigió a los presentes -¿Qué tal? Parece que al fin eh llegado, espero no importunar Mi nombre es Michiru y soy la amazona de Capricornio- Musito mientras observaba a todos los presentes.
(offrol: espero no interrumpir su rol)
Última edición por Michiru el Miér Mar 14, 2012 12:00 am, editado 1 vez
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Re: Entrada al templo del carnero
La verdad puedes compararlo a un guión mal escrito, Sophia. En todo caso ya no importa, al menos no a estas alturas del partido. Respondió Aspros con el usual desinterés que marcaba su voz desde hacía años, algo que se veía magnificado por el eco resonante a través de la noche que dominaba la escena en el Templo del Carnero.
Reencuentros, llegadas y estupidez rampante, así lo veía el peliazul…pero cada adjetivo calzado de acuerdo a la actitud de cada uno de los presentes, más precisamente a los que no tenían nada que ver en el sitio como era el caso del pobre diablo que pretendía permanecer oculto un poco más allá. Era patético, por decir lo menos y aún así, carente de cualquier relevancia; de hecho, lo único que lo hacía actuar era…
Y solo tengo una acotación a tus palabras: el Templo de Athena es un terreno sagrado que ningún insecto debería siquiera pisar, es un territorio hecho solo para aquellos cuya presencia no sea un insulto directo a los dioses y por tanto, no es el sitio para “planear una guerra”. El lugar al que te refieres es en realidad, el Salón del Sumo Sacerdote, aquel que se encuentra luego de pasar los Doce Templos en la montaña del Santuario. Explicó Géminis con un tono pasivo y ciertamente peligroso, volteándose y dándole la espalda a los presentes para así avanzar en pos de la entrada de Aries. Ahora, para asumir tu puesto como Athena debes por supuesto llegar hasta la cima y reclamar a Niké, la diosa de la victoria…pero eso debes hacerlo personalmente. Los Santos solo pueden escoltarte hasta sus Templos asignados…como este, que es el recinto custodiado por Arone…
…aunque supongo que tampoco querrás separarte de cada uno y a final de cuentas, tampoco hay un Patriarca al que obedecer. Dijo de pronto el peliazul extendiendo la mano derecha en dirección a su prima sin cambiar la expresión de su rostro adusto. ¿Vamos andando entonces?
Reencuentros, llegadas y estupidez rampante, así lo veía el peliazul…pero cada adjetivo calzado de acuerdo a la actitud de cada uno de los presentes, más precisamente a los que no tenían nada que ver en el sitio como era el caso del pobre diablo que pretendía permanecer oculto un poco más allá. Era patético, por decir lo menos y aún así, carente de cualquier relevancia; de hecho, lo único que lo hacía actuar era…
Y solo tengo una acotación a tus palabras: el Templo de Athena es un terreno sagrado que ningún insecto debería siquiera pisar, es un territorio hecho solo para aquellos cuya presencia no sea un insulto directo a los dioses y por tanto, no es el sitio para “planear una guerra”. El lugar al que te refieres es en realidad, el Salón del Sumo Sacerdote, aquel que se encuentra luego de pasar los Doce Templos en la montaña del Santuario. Explicó Géminis con un tono pasivo y ciertamente peligroso, volteándose y dándole la espalda a los presentes para así avanzar en pos de la entrada de Aries. Ahora, para asumir tu puesto como Athena debes por supuesto llegar hasta la cima y reclamar a Niké, la diosa de la victoria…pero eso debes hacerlo personalmente. Los Santos solo pueden escoltarte hasta sus Templos asignados…como este, que es el recinto custodiado por Arone…
…aunque supongo que tampoco querrás separarte de cada uno y a final de cuentas, tampoco hay un Patriarca al que obedecer. Dijo de pronto el peliazul extendiendo la mano derecha en dirección a su prima sin cambiar la expresión de su rostro adusto. ¿Vamos andando entonces?
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Re: Entrada al templo del carnero
-Que hermosa reunión Familiar- dijo Defteros mientras salía de las sombras, -Pero si son mi querida familia- dijo mientras miraba de reojo a todos los presentes, -Sofia, Gelum, Cuanto tiempo sin vernos- dijo, -Veo que las cosas han cambiado mucho……… mmmmmm, Con que ustedes son los habitantes de estos templos-, dijo con un cierto tono de indiferencia, mientras miraba a Aspros, sin duda alguna ya no eran las mismas personas de antes, ahora ya eran unas personas capaces que sabían tomar decisiones, o al menos la mayoría, Sofia parecía decidida, por lo poco que habia escuchado era que ella tenía que ir hasta el final de los templos, Gelum que a simple vista parecía ser mas fuerte que la última vez que lo habia visto, el joven Que venía detrás de Aspros un tipo que parecía ser de cuidado, la joven que venía subiendo los escalones, todos parecían ser astutos e ingeniosos, y por ultimo Aspros que carecía de alguna personalidad humana, “no puedo quejarme” pensó Defteros, sabía que de alguna forma él era igual, “Veo que sigue siendo la misma persona que cree poseer todo el conocimiento, quizás por el nuestro padre nos desheredo” penso mientras lo miraba y al mismo tiempo se acercaba a la entrada estirando sus manos en tono burlesco como si tratara de abrazarlos.
Defteros- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Me sentía un tanto fuera de lugar, ya que todos los que se encontraban ahí eran familiares. Pero por alguna razón todos parecían estar perdidos de alguna forma, había algo que los aquejaba, algo que apenas se podía percibir. Pero eso era algo que francamente no me concernía, mejor me mantenía mirando a aquella columna en la que suponía que alguien se encontraba oculto. La voz de la joven Sophia me saco de las profundidades de mis pensamientos, al ver lo alegre que se encontraba sonríe involuntariamente.
Es un gusto verte de nuevo. No me había equivocado después de todo ella era la diosa Athena, diosa a quien teníamos que proteger. El hecho de que algunos de sus guardianes fueran familiares directos de ella debió de ser una jugarreta del destino para que se encontrara mejor protegida, ya que la mayoría de los seres humanos protegían a su misma sangre con gran ahínco.
Comencé a reír en voz baja, por la gracia que me causaban los juegos que tenia el destino para nosotros los seres humanos. Al escuchar la explicación que la joven Sophia le estaba dando a Aspros mi risa se detuvo, ya que la guerra no nació de la humanidad, si no que mas bien fue apareciendo en los corazones de los dioses desde el principio de los tiempos a causa de las envidias que se tienen unos a otros, después la semilla de la guerra fue sembrada en los corazones de los humanos esperando a germinar algún día.
Aspros, de todos modos tendríamos que seguir a la joven Sophia hasta la sima, ya que después de todo tenemos que planificar los preparativos para la guerra. En esos momentos no tenia la necesidad de hablar, ya que repetir todo lo que había dicho Aspros pero de distinta manera era tedioso y un tanto aburrido. De pronto otra energía se comenzó a acercar al primer templo, parecía un tanto pequeña o por lo menos eso me parecía, enseguida la voz de una joven se escucho a unos cuantos peldaños de donde nos encontrábamos.
Saludos y bienvenida amazona de Capricornio. Gire un poco mi cuerpo para saludar cordialmente a la joven que acaba de aparecer en la entrada de aquel recinto sagrado. Después se comenzó a escuchar la voz de aquel sujeto que se encontraba cobijado por las sombras de los pilares proyectadas por las antorchas que se encontraban incrustadas en estos. El verlo me desconcertó un poco ya que se le parecía bastante a Aspros, mi desconcierto se pudo notar claramente en mi rostro durante unos segundos. Al recuperar la compostura me percate de que era alguien completamente distinto a Aspros aunque este tuviese su “mismo” rostro por así decirlo.
Me encontraba estático mientras intentaba mirar el rostro de Aspros, para él la mayoría de las acciones de los demás eran inadecuadas desde su punto de vista ya que era demasiado estricto con los que lo rodeaban. Cosa que no tarde en averiguar después de toparme con el la primera vez, pero por lo menos ahora podía sentirme un poco mas cómodo a su lado. Lamentablemente los acontecimientos próximos pueden hacer cambiar la forma de pensar de cualquiera.
Es un gusto verte de nuevo. No me había equivocado después de todo ella era la diosa Athena, diosa a quien teníamos que proteger. El hecho de que algunos de sus guardianes fueran familiares directos de ella debió de ser una jugarreta del destino para que se encontrara mejor protegida, ya que la mayoría de los seres humanos protegían a su misma sangre con gran ahínco.
Comencé a reír en voz baja, por la gracia que me causaban los juegos que tenia el destino para nosotros los seres humanos. Al escuchar la explicación que la joven Sophia le estaba dando a Aspros mi risa se detuvo, ya que la guerra no nació de la humanidad, si no que mas bien fue apareciendo en los corazones de los dioses desde el principio de los tiempos a causa de las envidias que se tienen unos a otros, después la semilla de la guerra fue sembrada en los corazones de los humanos esperando a germinar algún día.
Aspros, de todos modos tendríamos que seguir a la joven Sophia hasta la sima, ya que después de todo tenemos que planificar los preparativos para la guerra. En esos momentos no tenia la necesidad de hablar, ya que repetir todo lo que había dicho Aspros pero de distinta manera era tedioso y un tanto aburrido. De pronto otra energía se comenzó a acercar al primer templo, parecía un tanto pequeña o por lo menos eso me parecía, enseguida la voz de una joven se escucho a unos cuantos peldaños de donde nos encontrábamos.
Saludos y bienvenida amazona de Capricornio. Gire un poco mi cuerpo para saludar cordialmente a la joven que acaba de aparecer en la entrada de aquel recinto sagrado. Después se comenzó a escuchar la voz de aquel sujeto que se encontraba cobijado por las sombras de los pilares proyectadas por las antorchas que se encontraban incrustadas en estos. El verlo me desconcertó un poco ya que se le parecía bastante a Aspros, mi desconcierto se pudo notar claramente en mi rostro durante unos segundos. Al recuperar la compostura me percate de que era alguien completamente distinto a Aspros aunque este tuviese su “mismo” rostro por así decirlo.
Me encontraba estático mientras intentaba mirar el rostro de Aspros, para él la mayoría de las acciones de los demás eran inadecuadas desde su punto de vista ya que era demasiado estricto con los que lo rodeaban. Cosa que no tarde en averiguar después de toparme con el la primera vez, pero por lo menos ahora podía sentirme un poco mas cómodo a su lado. Lamentablemente los acontecimientos próximos pueden hacer cambiar la forma de pensar de cualquiera.
Arone- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Al parecer su presencia había pasado desapercibida escondido asi como al momento de salir, aquella reunión parecía haber sido organizada mas que haber sido una simple casualidad, y estaba claro que en ella Defteros a pesar de haber salido sorpresivamente no era el centro de atención, cosa que no era relevante, quizás habían notado su presencia desde hace ya un rato, “Analiza la situación antes de actuar” se dijo Defteros así mismo no quería hacer cosas que pudieran agitar la situación, después de todo ahí se encontraba Sophia, aquella prima suya que le había extendido la mano cuando la necesitaba, y no quería que por causas de el ella saliera lastimada, no era necesario preocuparse de los demás, pues Defteros podía percibir su enorme poder.
Defteros avanzo unos pasos adelante sin decir nada mas, pasando a un costado de Asporos expresando su gran indiferencia, no había nada mas que decir, solo esperar ha ver que era lo que sucedia, alparecer su precensia no era bien venida por algunas personas, pero eso no le importaba a Defteros.
Defteros avanzo unos pasos adelante sin decir nada mas, pasando a un costado de Asporos expresando su gran indiferencia, no había nada mas que decir, solo esperar ha ver que era lo que sucedia, alparecer su precensia no era bien venida por algunas personas, pero eso no le importaba a Defteros.
Defteros- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Avancé por las largas escaleras que guiaban al primer templo de ese antiguo santuario. Me detuve y miré el sitio de arriba abajo, fijándome en cada detalle aunque poco me importaba eso. Según parecía ese era uno de los templos de los que hablaba el peliazul que antes nos había guiado.
Este debe ser el templo del cabrito. –Dije en un tono desinteresado encogiéndome de hombros.
Cuando miré al frente, me fijé en un grupo de gente extraña que estaba discutiendo, o eso o se trataba de una fiesta a la que no me habían invitado. Lo cierto era que estaban un par de personas a las que identificaba, una de ellas era Sophía, la jovencita que había encontrado en la villa Rodorio y después estaba el sujeto de peliazul al que había perdido de vista hacía unos cuantos minutos. Pero además, se encontraba ahí mismo el chiquillo Arone, el que estaba preocupado por una guerra cuando lo conocí. Después de ellos había otras personas que no me sonaban de ningún lado.
Me adelanté, quería saber de qué se trataba todo ese alboroto.
¡Pero qué casualidad! Bonita reunión. –Exclamé ignorante a penas llegué al lugar.
Me parecía bastante raro que justamente todos los sujetos que me habían hablado del santuario estuvieran reunidos en ese sitio, todos juntitos como una familia feliz.
Caminé unos pasos hacia delante y pasé rápidamente a un lado de uno que era muy parecido al peliazul que hablaba con Sophía. Ignoré la presencia de los demás, pues no me importaban más que los conocidos presentes.
Sophía… –Murmuré, después miré al chiquillo. –Arone… –Mientras tanto contaba a los presentes con los dedos, de manera estúpida. Y enseguida señalé al de cabello azul que con el que me había topado anteriormente. –Y tú! –Dije.
¿Acaso los tres se conocen? Me han pasado muchas cosas raras en mi vida, pero esto es el colmo. Siento que me estoy volviendo loco…
La verdad tampoco me agradaba mucho todo ese asunto confuso de la guerra y los caballeros, Athena y el santuario. Se me había hecho un enredo tal en la cabeza que creía que esos tres estaban ocultando algo. ¿Podía ser una coincidencia todo lo que había pasado? ¿Mi viaje accidental a Grecia y todo lo que había conocido allí?
Como sea… tengo que seguir subiendo, o eso me han dicho. A ver que oculta toda esta mierda. – Me decía en mis pensamientos. Me di vuelta mirando al interior del templo. El camino seguía mucho más arriba y por lo que el tipo de pelo azul había dicho, todavía faltaba mucho por recorre. –Espero que lo de poder entrenar y pelear aquí sea cierto.
________
Off Rol: Espero no interrumpir el rol.
...Y si estoy interrumpiendo ignórenme nomas y sigo mi camino como si nada hubiera pasado,lol. (?)
Este debe ser el templo del cabrito. –Dije en un tono desinteresado encogiéndome de hombros.
Cuando miré al frente, me fijé en un grupo de gente extraña que estaba discutiendo, o eso o se trataba de una fiesta a la que no me habían invitado. Lo cierto era que estaban un par de personas a las que identificaba, una de ellas era Sophía, la jovencita que había encontrado en la villa Rodorio y después estaba el sujeto de peliazul al que había perdido de vista hacía unos cuantos minutos. Pero además, se encontraba ahí mismo el chiquillo Arone, el que estaba preocupado por una guerra cuando lo conocí. Después de ellos había otras personas que no me sonaban de ningún lado.
Me adelanté, quería saber de qué se trataba todo ese alboroto.
¡Pero qué casualidad! Bonita reunión. –Exclamé ignorante a penas llegué al lugar.
Me parecía bastante raro que justamente todos los sujetos que me habían hablado del santuario estuvieran reunidos en ese sitio, todos juntitos como una familia feliz.
Caminé unos pasos hacia delante y pasé rápidamente a un lado de uno que era muy parecido al peliazul que hablaba con Sophía. Ignoré la presencia de los demás, pues no me importaban más que los conocidos presentes.
Sophía… –Murmuré, después miré al chiquillo. –Arone… –Mientras tanto contaba a los presentes con los dedos, de manera estúpida. Y enseguida señalé al de cabello azul que con el que me había topado anteriormente. –Y tú! –Dije.
¿Acaso los tres se conocen? Me han pasado muchas cosas raras en mi vida, pero esto es el colmo. Siento que me estoy volviendo loco…
La verdad tampoco me agradaba mucho todo ese asunto confuso de la guerra y los caballeros, Athena y el santuario. Se me había hecho un enredo tal en la cabeza que creía que esos tres estaban ocultando algo. ¿Podía ser una coincidencia todo lo que había pasado? ¿Mi viaje accidental a Grecia y todo lo que había conocido allí?
Como sea… tengo que seguir subiendo, o eso me han dicho. A ver que oculta toda esta mierda. – Me decía en mis pensamientos. Me di vuelta mirando al interior del templo. El camino seguía mucho más arriba y por lo que el tipo de pelo azul había dicho, todavía faltaba mucho por recorre. –Espero que lo de poder entrenar y pelear aquí sea cierto.
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...Y si estoy interrumpiendo ignórenme nomas y sigo mi camino como si nada hubiera pasado,lol. (?)
Kardia1- Caballeros Dorados
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Re: Entrada al templo del carnero
Mas personajes se hacian presentes, despues de todo parecia se runa reunion mas que familiar. Poco a poco fueron llegando los demas guerreros, que de alguna u otra manera estarian sirviendo a Atena. Podria decirse que algunos ya eran conocidos por mi hermana, por la forma en que hablaba con ellos. El guardian de Aries parecia ser el que mas sobresalia despues de Aspros.
Entonces parecia que despues de todo, la guerra seria inminente. Eso era claro desde el punto en que Sophia necesitaba ir a ese lugar que mencionaba. No habia escuchado en mi vida de aquel recinto. ¿Como seria posible que ella pudiera tener el mando completo de un ejercito?. Aspros quizas sabia bien todo eso, comenzo a hablar un poco, haciendome razonar por unos momentos. Si algo malo pasara al llegar a ese templo podria ser desastrozo para todos. Los dioses deberian de reconocer a aquella que tenia el poder para hacer el bien en esta tierra.
Una mujer se hizo presente, parecia una amazona que tambien estaria dispuesta a pelear. Aun en lo lejos sentia esa presencia extraña y mi cuerpo sentia como si fuese observado. Estaba ya un poco agobiado de eso. Y mas cuando mencionaron que cada quien acompañaria a Sophia hasta su recinto asiganado. Yo solo sabia que tenia un poder, pero no sabia que parte de ello me pertenecia a mi.
Sophia, creo que deberiamos encaminarnos ahora, quizas las palabras de Aspros sean un poco desalentadoras, pero no por ello dejaremos de intentar... la tome ligeramente de la mano, para ser yo quien la llevaria hasta el ultimo rincon, o hasta que la armadura impusiera su voluntad en mi recinto asignado.
Entonces parecia que despues de todo, la guerra seria inminente. Eso era claro desde el punto en que Sophia necesitaba ir a ese lugar que mencionaba. No habia escuchado en mi vida de aquel recinto. ¿Como seria posible que ella pudiera tener el mando completo de un ejercito?. Aspros quizas sabia bien todo eso, comenzo a hablar un poco, haciendome razonar por unos momentos. Si algo malo pasara al llegar a ese templo podria ser desastrozo para todos. Los dioses deberian de reconocer a aquella que tenia el poder para hacer el bien en esta tierra.
Una mujer se hizo presente, parecia una amazona que tambien estaria dispuesta a pelear. Aun en lo lejos sentia esa presencia extraña y mi cuerpo sentia como si fuese observado. Estaba ya un poco agobiado de eso. Y mas cuando mencionaron que cada quien acompañaria a Sophia hasta su recinto asiganado. Yo solo sabia que tenia un poder, pero no sabia que parte de ello me pertenecia a mi.
Sophia, creo que deberiamos encaminarnos ahora, quizas las palabras de Aspros sean un poco desalentadoras, pero no por ello dejaremos de intentar... la tome ligeramente de la mano, para ser yo quien la llevaria hasta el ultimo rincon, o hasta que la armadura impusiera su voluntad en mi recinto asignado.
Gelum- Caballeros Dorados
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