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Mercado de esclavos
Recuerdo del primer mensaje :
Junto a los animales, el barro, las moscas... encerrada en una jaula de madera junto con muchos otros, cubierta en barro, al punto que lo unico que se veía entre toda la porqueria era el azul de sus ojos... estaba Sarahissa. Había pasado muchos días ahi ya, junto con los animales y el olor a muerte. Permanecía fría como siempre, mirando al vacio, sabiendo que de alguna forma pasaría todo eso en algun momento. Su cabellera roja y larga estaba apegada a su cuerpo, cubierta en barro. No se veía elegante como siempre... despues de todo en Roma era considerada una cosa, un animal, un simple objeto que podía ser apropiado y usado al antojo de su "domino".
Pero estaba calmada, cualquiera fuera su destino. Apretaba su mano, pues ahi mantenía escondido el medallón de Octavius. El estaba por alguna parte en Roma, ella lo sabía... y si podía llegar a Octavius él la liberaría de ese destino de esclavitud perpetua. Suspiró.
Octavius... ¿Podré verte? ¿Acaso una persona tan insignificante como yo podría acercarse a tu grandeza en este lugar... hermano...? Claro que no. Soy nada aquí. Tengo tanto valor como un caballo de hispania o un leon de Africa. Soy un animal encadenado.
Escuchaba como el resto lloraba. Tosían, estaban enfermos, eran mas de 15 en un espacio muy pequeño. Una vez al día aquellos que los habian capturado les tiraban comida por encima de las barras de madera. Solían entre ellos pelear por la comida... pero ella no lo hacía, habia dejado de comer hacía bastante y lo unico que la mantenía aun conciente era su prpia soberbia de dejarse vencer por algo como el hambre.
Escuchaba las conversaciones. Los querian engordar y fortalecer para subastarlos en algun momento, cuando los bañaran y vistieran. Al parecer su destino ya estaba decidido, al menos ella... por sus exoticos ojos, su piel palida y su cabellera roja sería vendida a un senador para luego ser regalada a un hombre... como favor politico. Sarahissa no mostraba expresión alguna... en ese momento se preguntó cual habria sido el destino de su hermano...
Si no hubieses sido tan obstinado en ir a luchar... estarías aquí conmigo. Se que vives... siento tu corazón latir... me pregunto donde estas.
Junto a los animales, el barro, las moscas... encerrada en una jaula de madera junto con muchos otros, cubierta en barro, al punto que lo unico que se veía entre toda la porqueria era el azul de sus ojos... estaba Sarahissa. Había pasado muchos días ahi ya, junto con los animales y el olor a muerte. Permanecía fría como siempre, mirando al vacio, sabiendo que de alguna forma pasaría todo eso en algun momento. Su cabellera roja y larga estaba apegada a su cuerpo, cubierta en barro. No se veía elegante como siempre... despues de todo en Roma era considerada una cosa, un animal, un simple objeto que podía ser apropiado y usado al antojo de su "domino".
Pero estaba calmada, cualquiera fuera su destino. Apretaba su mano, pues ahi mantenía escondido el medallón de Octavius. El estaba por alguna parte en Roma, ella lo sabía... y si podía llegar a Octavius él la liberaría de ese destino de esclavitud perpetua. Suspiró.
Octavius... ¿Podré verte? ¿Acaso una persona tan insignificante como yo podría acercarse a tu grandeza en este lugar... hermano...? Claro que no. Soy nada aquí. Tengo tanto valor como un caballo de hispania o un leon de Africa. Soy un animal encadenado.
Escuchaba como el resto lloraba. Tosían, estaban enfermos, eran mas de 15 en un espacio muy pequeño. Una vez al día aquellos que los habian capturado les tiraban comida por encima de las barras de madera. Solían entre ellos pelear por la comida... pero ella no lo hacía, habia dejado de comer hacía bastante y lo unico que la mantenía aun conciente era su prpia soberbia de dejarse vencer por algo como el hambre.
Escuchaba las conversaciones. Los querian engordar y fortalecer para subastarlos en algun momento, cuando los bañaran y vistieran. Al parecer su destino ya estaba decidido, al menos ella... por sus exoticos ojos, su piel palida y su cabellera roja sería vendida a un senador para luego ser regalada a un hombre... como favor politico. Sarahissa no mostraba expresión alguna... en ese momento se preguntó cual habria sido el destino de su hermano...
Si no hubieses sido tan obstinado en ir a luchar... estarías aquí conmigo. Se que vives... siento tu corazón latir... me pregunto donde estas.
Raider- Status : Guerrera Sin Dios
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Defensa :
Sonata de Cristal
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Re: Mercado de esclavos
Después de comenzar su regreso hasta el lugar donde habitaba opto por dar media vuelta y regresar a la biblioteca. Necesitaba educar a su nueva adquisición y que mejor forma que con u8n libro, si tenía suerte sabría leer, -Dime, Tienes algún nombre- pregunto priscos, a lo que la joven mujer contesto –Me llamo Helena-, -¿De dónde vienes?- pregunto Priscos a lo que contesto –De Creta-, -Muy bien sígueme- dijo Priscos mientras se encaminaba a la biblioteca caminando entremedio del mercado de esclavos atestado de personas tanto vendedores como esclavos, que mas que esclavos parecía ser animales al estar encadenados o incluso algunos enjaulados como si fueran leones o algún otro tipo de felino que por ser peligroso debe ser encerrado en una jaula con las mas exageradas medidas de seguridad.
El camino a la biblioteca no estaba tan lejano de aquel lugar en el que caminaban, ya estaban casi saliendo del mercado y a pesar de eso aun se veía un enorme flujo de personas que compraban y vendían esclavos, y eso le enfadaba estar totalmente rodeado de personas que estaban por debajo de su estatus social.
-date prisa Helena tenemos que llegar a la biblioteca-
El camino a la biblioteca no estaba tan lejano de aquel lugar en el que caminaban, ya estaban casi saliendo del mercado y a pesar de eso aun se veía un enorme flujo de personas que compraban y vendían esclavos, y eso le enfadaba estar totalmente rodeado de personas que estaban por debajo de su estatus social.
-date prisa Helena tenemos que llegar a la biblioteca-
Priscos- Dios/a
- Reino : Inframundo
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