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Calle cercana al coliseo.
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Calle cercana al coliseo.
(OST para el post)
Un decaido Gintoki caminaba por las calles de Roma, cerca del coliseo, con un monton de zanahorias en sus brazos, una de ellas en la mano derecha, al morderla, crujio un poco , de sus ojos caian dos auntenticos rios de lagrimas...
-Como es posible que en una pocilga como esta no haya nada de cerdo? Se limpió un poco las lagrimas y sollozó un poco.-Mierda...me he tenido que gastar todo el dinero en zanahorias...maldigo esta ciudad ...en serio... Volvió a morder la zanahoria.-Es ...tan insipidooo...aagh, me siento como un semental impotente...de qu eme sirve todo el dinero si no tengo nada que comprar? DE QUEEE?!! Se tiró al suelo y comenzó otra zanahoria...tristemente las mordia lloriqueando, lamentandose...luego se secó las lagrimas.-No!!! un hombre ha de ser fuerte!! Pero...volvió a decaer...-Fuerte...como un jabali...un sabroso jabaliii...Despues de todo soy un niño atrapado en el cuerpo de un tio...nada mas... Se levantó y colocó su espada mejor en el cinturon, luego siguió caminando...cavizbajo.En su cabeza, aun seguía pensando en el tipo de antes...le recordaba tantisimo a sus amigos...a esos imbeciles que murieron por un imperio que les olvidó...recordaba sus voces tratando de convencerle para que se uniera a la legión...y como los rechazó...''no pienso matar por nadie, mi padre no me forjó esta espada para eso...ni yo me entreno para eso...si practico es por proteger aquello qu eme importa...y no le debo nada a este imperio'' Su mirada se volvió algo triste...aun mas triste...mientras masticaba la zanahoria.
Un decaido Gintoki caminaba por las calles de Roma, cerca del coliseo, con un monton de zanahorias en sus brazos, una de ellas en la mano derecha, al morderla, crujio un poco , de sus ojos caian dos auntenticos rios de lagrimas...
-Como es posible que en una pocilga como esta no haya nada de cerdo? Se limpió un poco las lagrimas y sollozó un poco.-Mierda...me he tenido que gastar todo el dinero en zanahorias...maldigo esta ciudad ...en serio... Volvió a morder la zanahoria.-Es ...tan insipidooo...aagh, me siento como un semental impotente...de qu eme sirve todo el dinero si no tengo nada que comprar? DE QUEEE?!! Se tiró al suelo y comenzó otra zanahoria...tristemente las mordia lloriqueando, lamentandose...luego se secó las lagrimas.-No!!! un hombre ha de ser fuerte!! Pero...volvió a decaer...-Fuerte...como un jabali...un sabroso jabaliii...Despues de todo soy un niño atrapado en el cuerpo de un tio...nada mas... Se levantó y colocó su espada mejor en el cinturon, luego siguió caminando...cavizbajo.En su cabeza, aun seguía pensando en el tipo de antes...le recordaba tantisimo a sus amigos...a esos imbeciles que murieron por un imperio que les olvidó...recordaba sus voces tratando de convencerle para que se uniera a la legión...y como los rechazó...''no pienso matar por nadie, mi padre no me forjó esta espada para eso...ni yo me entreno para eso...si practico es por proteger aquello qu eme importa...y no le debo nada a este imperio'' Su mirada se volvió algo triste...aun mas triste...mientras masticaba la zanahoria.
Gintoki- Cantidad de envíos : 9
Re: Calle cercana al coliseo.
Habia salido corriendo de la zona donde los gladiadores entrenaban, aunque no sabia muy bien por que, solo por que el gladiador le desperto y eso le impresiono, y lo primero que penso fue que debia correr, como si todo aquello le divirtiera, correr, escapar.. todo le parecia divertido.
Daba saltitos mientras corria, aunque aquel gladiador ni le perseguia, ni habia hecho el intento de hacerlo, en eso Suzaku entro en una de las calles que estaban muy cerca del coliseo, otra de las grandes calles de Roma.
Entonces vio una escena que le parecio algo comica, era un hombre de cabellos plateados, incluso parecian estar algo despeinados, o nose mas bien si era que los tenia rizado. Con una espada en su cinto y con un monton de zanahorias que comia mientras lloriqueaba...
Hmm zanahorias...
Dejo de correr para llegar a donde estaba ese hombre de extraña actitud. Quizas le habia pasado algo, como que podria haber perdido a un amigo, o su chica le habia dejado, algo por ese estilo que le hiciera estar llorando.
Oye!! Me podrias decir donde compraste eso??
Le dije al hombre ya que lo unico que me interesaba realmente era las zanahorias, nunca las habia probado y queria saber que tal sabian. Me habian hablado de ellas, sobre todo cuando sus hermanos le decian que nunca en la vida las probara, eso solo hizo aumentar su curiosidad y tener algunas delante fue una oportunidad para saber cual era el sabor de las zanahorias
Daba saltitos mientras corria, aunque aquel gladiador ni le perseguia, ni habia hecho el intento de hacerlo, en eso Suzaku entro en una de las calles que estaban muy cerca del coliseo, otra de las grandes calles de Roma.
Entonces vio una escena que le parecio algo comica, era un hombre de cabellos plateados, incluso parecian estar algo despeinados, o nose mas bien si era que los tenia rizado. Con una espada en su cinto y con un monton de zanahorias que comia mientras lloriqueaba...
Hmm zanahorias...
Dejo de correr para llegar a donde estaba ese hombre de extraña actitud. Quizas le habia pasado algo, como que podria haber perdido a un amigo, o su chica le habia dejado, algo por ese estilo que le hiciera estar llorando.
Oye!! Me podrias decir donde compraste eso??
Le dije al hombre ya que lo unico que me interesaba realmente era las zanahorias, nunca las habia probado y queria saber que tal sabian. Me habian hablado de ellas, sobre todo cuando sus hermanos le decian que nunca en la vida las probara, eso solo hizo aumentar su curiosidad y tener algunas delante fue una oportunidad para saber cual era el sabor de las zanahorias
Suzaku- Status :
Defensa :
Pegasus Resurrection
Cantidad de envíos : 88
Re: Calle cercana al coliseo.
De vez en cuando echaba un vistazo detrás de mi hombro para ver si había perdido a ese hombre que se hacía llamar gladiador, trataba de esconderme entre las personas pero estas solo se abrían a mi paso dejando que se me localizara con facilidad, primero solo ese sujeto me conseguía pero después echando otro vistazo vi con claridad como sus compañeros se habían unido hacia mi persecución. Fruncí el ceño para adentrarme a calles que no conocía con tal de librarme de esos sujetos, mi cuerpo no estaba acostumbrado al esfuerzo que imprimía obligándome a presionarme más y seguir corriendo. Había encontrado lo que parecía un pequeño callejón que conectaba a otra sección fuera del coliseo, sin tener nada que perder entraba viendo un poco la desolación de esta calle.
Me detuve unos segundos pues no resistiría a ese paso y fue cuando encontré a dos sujetos no mayores que yo, volvía a ver hacia atrás alerta, estaba segura que no tardarían en llegar por mí. Apretaba mis manos ya contra mi vestido viendo que no tenía ninguna opción más que pedirles ayuda, retomaba el aire comenzando a correr hacia la dirección de esos jóvenes, ninguno de los dos se esperaría la llegada de una mujer que casi agotada me plantaba seriamente para recobrar el aliento.
Ahí está!!
Decidí entonces lanzarme a los brazos del de cabellos castaños pues el otro se encontraba ocupado llorando y comiendo además de que no podía considerársele una opción para esconderme, mi corazón latía fuertemente que aquel joven podía sentir claramente mi palpitar contra su pecho, ocultaba mi rostro en su cuello y hablar en tono demasiado bajo solo para que me escucharan los dos.
Necesito que me ayuden, hay unos tipos persiguiéndome así que síganme la corriente… -no pude explicarme más cuando el hombre corpulento llego al sitio con gran velocidad que se paró un tanto confuso cuando me vio en los brazos de ese chico.- En verdad siento haber arruinado el vestido que me habías comprado pero ese hombre trato de lastimarme y ahora no me deja en paz… tuve mucho miedo al no encontrarte... -un completo cambió en mi voz alerto al sujeto que sorprendido era testigo de cómo quedaba prendada de mi nuevo acompañante, hundía mi rostro contra su cuello a medida que apretaba mis dedos contra su espalda incitándolo a que siguiera el juego y me ayudara a salir de ese lío.- en verdad lo lamento tanto… tú que te tomaste tantas molestias..- solo separaba ligeramente mi rostro con una clara lamentación y el ligero rubor de mis mejillas que se marcaban sobre mi tez casi nívea.
El hombre dudo que me conociera pensando que fuera solo una jugarreta de mi parte por lo que enfadado solo me tomó del hombro queriendo separarme de ese joven, me encogí como si tuviera miedo ocultando mi mirada y temblando ligeramente.
No creería semejante mentira ni porque hayas convencido a este iluso para que te salvara de lo que me hiciste.
Me detuve unos segundos pues no resistiría a ese paso y fue cuando encontré a dos sujetos no mayores que yo, volvía a ver hacia atrás alerta, estaba segura que no tardarían en llegar por mí. Apretaba mis manos ya contra mi vestido viendo que no tenía ninguna opción más que pedirles ayuda, retomaba el aire comenzando a correr hacia la dirección de esos jóvenes, ninguno de los dos se esperaría la llegada de una mujer que casi agotada me plantaba seriamente para recobrar el aliento.
Ahí está!!
Decidí entonces lanzarme a los brazos del de cabellos castaños pues el otro se encontraba ocupado llorando y comiendo además de que no podía considerársele una opción para esconderme, mi corazón latía fuertemente que aquel joven podía sentir claramente mi palpitar contra su pecho, ocultaba mi rostro en su cuello y hablar en tono demasiado bajo solo para que me escucharan los dos.
Necesito que me ayuden, hay unos tipos persiguiéndome así que síganme la corriente… -no pude explicarme más cuando el hombre corpulento llego al sitio con gran velocidad que se paró un tanto confuso cuando me vio en los brazos de ese chico.- En verdad siento haber arruinado el vestido que me habías comprado pero ese hombre trato de lastimarme y ahora no me deja en paz… tuve mucho miedo al no encontrarte... -un completo cambió en mi voz alerto al sujeto que sorprendido era testigo de cómo quedaba prendada de mi nuevo acompañante, hundía mi rostro contra su cuello a medida que apretaba mis dedos contra su espalda incitándolo a que siguiera el juego y me ayudara a salir de ese lío.- en verdad lo lamento tanto… tú que te tomaste tantas molestias..- solo separaba ligeramente mi rostro con una clara lamentación y el ligero rubor de mis mejillas que se marcaban sobre mi tez casi nívea.
El hombre dudo que me conociera pensando que fuera solo una jugarreta de mi parte por lo que enfadado solo me tomó del hombro queriendo separarme de ese joven, me encogí como si tuviera miedo ocultando mi mirada y temblando ligeramente.
No creería semejante mentira ni porque hayas convencido a este iluso para que te salvara de lo que me hiciste.
Seiren- Amazona Dorada
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Anillos de voltaje
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Re: Calle cercana al coliseo.
Esperaba con ansias a que el hombre de cabellos plateados me hablara para decirme donde habia comprado esas zanahorias, nunca las habia probado y queria saborear su sabor para ver si como decia mi familia estaban tan exquisitas. Pero aunque babeaba practicamente delante de el, no me escuchaba, estaba demasiado inmerso en su mundo de llantos y pena... y eso que solo tenia que responderme, pero era un tipo extraño pues tenia una gran corpulencia y llevaba algo parecido a una espada, por eso esa actitud suya no le iba para nada..
Pasaba el tiempo y aun no me cansaba de esperar, me hubiera llevado todo el dia esperando la respuesta por comico que fuera, pero por suerte alguien se lanzo a mis brazos y aparte la mirada del chico de cabello platedo. Era una mujer de tez palida con una hermosa melena negra.. que estaba algo nerviosa y su corazon parecia salirse, como si estuviera muy asustada.
Al principio no entendia nada, pero llegaron varios hombres que estaba buscando a la chica. Por las vestimentas rapidamente reconoci a esos tipos, eran gladiadores, y los habia estado observandolos antes de llegar a esta calle. Pero lo que mas me impresiono es como la mujer mentia para salir de ese apuro haciendo ver que yo era un conocido de ella.
Eh.. ehh!! EHHH???????
Mi cabeza se movia de direccion a los hombres a la de la mujer que estaba en mis brazos asombrado por la escena que se habia montado. En un principio no pretendia hacer nada ya que no era mi incumbencia, ademas de que no sabia si la mujer habia hecho algo malo.. Pero.. cuando el hombre que no creia sus palabras intento llevarsela de mis brazos pude sentir la pena de la mujer y que si iba con ellos lo pasaria muy mal.
Alto!!!
Dije imponente como no era propio en mi, habia tragado saliba y entre sudores agarre la meno del hombre para que no siguiera llevandosela a la vez que con mi otra mano afianzaba a la mujer entre mis brazos agarrandola de su hombro y pegandola mas a mi
Como osas llamar al principe de Hispania iluso!!!! Acaso no has oidio hablar de mi, el lobo de las tierras hispanicas, aquel que derroto a mil hombre solo con su espada!!! Un luchador legendario.. ademas de ser de la realeza, invitado a Roma por el mismisimo emperador de esta gran ciudad!! Iluso??? No seras tu el iluso aqui!! Aparta tus manos de mi sirvienta!!!
Di un golpe con mi pie en el suelo para mostrar mi fortaleza, y en ese momento una extraña energia hizo que una pequeña onda expansiva se hiciera presente a la vez que resquebrajaba algo el suelo. De nuevo esa misma energia que me hizo mirar al suelo, pero no debia pensar en eso, debia salvar a la chica con mi palabreria pues no podria hacer nada contra esos poderesos gladiadores....
Pasaba el tiempo y aun no me cansaba de esperar, me hubiera llevado todo el dia esperando la respuesta por comico que fuera, pero por suerte alguien se lanzo a mis brazos y aparte la mirada del chico de cabello platedo. Era una mujer de tez palida con una hermosa melena negra.. que estaba algo nerviosa y su corazon parecia salirse, como si estuviera muy asustada.
Al principio no entendia nada, pero llegaron varios hombres que estaba buscando a la chica. Por las vestimentas rapidamente reconoci a esos tipos, eran gladiadores, y los habia estado observandolos antes de llegar a esta calle. Pero lo que mas me impresiono es como la mujer mentia para salir de ese apuro haciendo ver que yo era un conocido de ella.
Eh.. ehh!! EHHH???????
Mi cabeza se movia de direccion a los hombres a la de la mujer que estaba en mis brazos asombrado por la escena que se habia montado. En un principio no pretendia hacer nada ya que no era mi incumbencia, ademas de que no sabia si la mujer habia hecho algo malo.. Pero.. cuando el hombre que no creia sus palabras intento llevarsela de mis brazos pude sentir la pena de la mujer y que si iba con ellos lo pasaria muy mal.
Alto!!!
Dije imponente como no era propio en mi, habia tragado saliba y entre sudores agarre la meno del hombre para que no siguiera llevandosela a la vez que con mi otra mano afianzaba a la mujer entre mis brazos agarrandola de su hombro y pegandola mas a mi
Como osas llamar al principe de Hispania iluso!!!! Acaso no has oidio hablar de mi, el lobo de las tierras hispanicas, aquel que derroto a mil hombre solo con su espada!!! Un luchador legendario.. ademas de ser de la realeza, invitado a Roma por el mismisimo emperador de esta gran ciudad!! Iluso??? No seras tu el iluso aqui!! Aparta tus manos de mi sirvienta!!!
Di un golpe con mi pie en el suelo para mostrar mi fortaleza, y en ese momento una extraña energia hizo que una pequeña onda expansiva se hiciera presente a la vez que resquebrajaba algo el suelo. De nuevo esa misma energia que me hizo mirar al suelo, pero no debia pensar en eso, debia salvar a la chica con mi palabreria pues no podria hacer nada contra esos poderesos gladiadores....
Suzaku- Status :
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Pegasus Resurrection
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Re: Calle cercana al coliseo.
El grito desconcertado del joven solo propicio que el hombre que me perseguía descubriera parte del engaño que había generado para confundirlo, su gran mano ahora caía firme sobre mi hombro para apartarme de su lado pero yo solo conseguía aferrarme más aunque viéndolo desde otro punto de vista tal vez comprendería al final que si no me ayudaba no podría culparlo aceptando solo así el termino de ese día… a tal forma que llegaba a pensar que no volvería a ver a Rain ni a …
Edward
Hasta en esos momentos la imagen del General se presentaron rondando en mi mente por lo que una imperceptible sonrisa se plasmaba en mis labios, no podía dar merito que mis pensamientos llegaran a tal punto de recordar a un romano pero creo que en el fondo le estaba agradecida por tratar al menos de salvar mi vida aunque no se viera obligado a ello, sin darme cuenta una lágrima ya corría por mi mejilla… y fue entonces que la voz de ese chico sonó con tal severidad que mis ojos se abrieron de par en par para mirarlo… quería lograr entender que era lo que había cambiado de opinión en su interior para ayudar a una total desconocida, mis ojos eran ya cristalinos cuando escuche todo ese pequeño discurso, sus palabras sonaban con gran veracidad que el hombre quedo impactado pues era castigado hasta con pena de muerte al ofender a los invitados especiales del mismo emperador aunque este no supiera noticias dejando al cargo a Diva como su representante.
Ahora estaba tentada a mirar hacia mis perseguidores pero solo podía seguir abrazándome a él, la manera en como trataba de defenderme era increíble pero mucho más al enterarme que formaba parte de la realeza creyendo que mi suerte no pudo ser mejor en ese instante. El tipo al no querer arriesgarse con semejante título que portaba ese joven frente a sus ojos no tuvo más remedio que soltarme e inclinarse para arrodillarse para mostrar sus disculpas.. sus compañeros hicieron lo mismo dejándome más impactada con la facilidad en la que se sumían por el miedo a que sus mismas vidas corrieran el peligro de ser borradas inmediatamente al ofender a alguien de la nobleza e invitado especial del mismo emperador .
No sabíamos que esta egipcia estaba a sus servicios alteza.. le ruego que me disculpe por esta insurrección de mi parte pidiéndole que este asunto no llegué más lejos… -el enfado del hombre solo crecía por lo que no pudo evitar mirarlo de una forma despectiva .- aunque es difícil ver en estos días que una simple sirvienta se tomé demasiadas confianzas con su amo.
Es verdad lo que decía ya que la cercanía que mantuve solo creaba más sospechas pero no era raro ver que a una joven se le tratara con especial cuidado para considerársele una compañera momentáneamente para disfrutar de un buen tiempo, mi rostro ahora ya no lucia con miedo sino con una tranquilidad total al haber tomado el valor suficiente para mirarlo a los ojos sin que me soltase ese chico .
Por el momento soy la acompañante del príncipe… hasta que mi amo no me releve por otra joven yo juré servir y complacer con mi vida sin importar que me pase… y así será siempre. - a pesar de esa mentira que sonaba tan convincente de mis labios no pude más que sonreírles a esos hombres y tornar mi rostro hacia ese chico tomando su mejilla y peinar un poco su cabello para darle un beso casi en la comisura de mis labios, me abrazaba completamente mientras los observaba .- espero que eso aclare sus dudas.
El hombre solo se levantó dándose la vuelta admitiendo su derrota, me mantuve junto al joven esperando que se fueran antes de poder aclarar el asunto y disculparme como se debía pues gracias a su ayuda no consiguieron lastimarme si eso era lo que tenían planeado para mí .
Edward
Hasta en esos momentos la imagen del General se presentaron rondando en mi mente por lo que una imperceptible sonrisa se plasmaba en mis labios, no podía dar merito que mis pensamientos llegaran a tal punto de recordar a un romano pero creo que en el fondo le estaba agradecida por tratar al menos de salvar mi vida aunque no se viera obligado a ello, sin darme cuenta una lágrima ya corría por mi mejilla… y fue entonces que la voz de ese chico sonó con tal severidad que mis ojos se abrieron de par en par para mirarlo… quería lograr entender que era lo que había cambiado de opinión en su interior para ayudar a una total desconocida, mis ojos eran ya cristalinos cuando escuche todo ese pequeño discurso, sus palabras sonaban con gran veracidad que el hombre quedo impactado pues era castigado hasta con pena de muerte al ofender a los invitados especiales del mismo emperador aunque este no supiera noticias dejando al cargo a Diva como su representante.
Ahora estaba tentada a mirar hacia mis perseguidores pero solo podía seguir abrazándome a él, la manera en como trataba de defenderme era increíble pero mucho más al enterarme que formaba parte de la realeza creyendo que mi suerte no pudo ser mejor en ese instante. El tipo al no querer arriesgarse con semejante título que portaba ese joven frente a sus ojos no tuvo más remedio que soltarme e inclinarse para arrodillarse para mostrar sus disculpas.. sus compañeros hicieron lo mismo dejándome más impactada con la facilidad en la que se sumían por el miedo a que sus mismas vidas corrieran el peligro de ser borradas inmediatamente al ofender a alguien de la nobleza e invitado especial del mismo emperador .
No sabíamos que esta egipcia estaba a sus servicios alteza.. le ruego que me disculpe por esta insurrección de mi parte pidiéndole que este asunto no llegué más lejos… -el enfado del hombre solo crecía por lo que no pudo evitar mirarlo de una forma despectiva .- aunque es difícil ver en estos días que una simple sirvienta se tomé demasiadas confianzas con su amo.
Es verdad lo que decía ya que la cercanía que mantuve solo creaba más sospechas pero no era raro ver que a una joven se le tratara con especial cuidado para considerársele una compañera momentáneamente para disfrutar de un buen tiempo, mi rostro ahora ya no lucia con miedo sino con una tranquilidad total al haber tomado el valor suficiente para mirarlo a los ojos sin que me soltase ese chico .
Por el momento soy la acompañante del príncipe… hasta que mi amo no me releve por otra joven yo juré servir y complacer con mi vida sin importar que me pase… y así será siempre. - a pesar de esa mentira que sonaba tan convincente de mis labios no pude más que sonreírles a esos hombres y tornar mi rostro hacia ese chico tomando su mejilla y peinar un poco su cabello para darle un beso casi en la comisura de mis labios, me abrazaba completamente mientras los observaba .- espero que eso aclare sus dudas.
El hombre solo se levantó dándose la vuelta admitiendo su derrota, me mantuve junto al joven esperando que se fueran antes de poder aclarar el asunto y disculparme como se debía pues gracias a su ayuda no consiguieron lastimarme si eso era lo que tenían planeado para mí .
Seiren- Amazona Dorada
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Re: Calle cercana al coliseo.
Alguien interrumpió mi desconsolado llanto para pedirme zanahorias...¿tanta curiosidad por esa asquerosa hortaliza...o legumbre...o fruta...o o que quiera que fuese aquello....? Le miré perpelejo , me sequé las lagrimas y le tendí la mando, ofrenciendole una, entre llantos le dije:-No ...no es gran cosa...ya veras*snif snif* come todas las que quieras...yo no puedo comer ni una mas...solo...las compré porque...dicen que lo que se come se cria..pero...con todas las que me he comido podria acabar con una tercera pierna en lugar de...eh? Una chica llegó corriendo y se echó encima de aquel tio que me pedia zanahorias, abrí los ojso perplejo.-Oi oi... Luego dijo algo de que le siguieramos la corriente....ambos empezaronun extraño teatrillo hasta que los perseguidores de la chica se fueron...Yo me quedé mirando con cara de aburrimiento como se iban y luego me volví hacia la chica y el chico...-Tsk, hay que joderse! ese ha sido un beso gratuto...hace años que no me besa una mujer...maldita sea, chaval me das envidia, ademas, ¿que es eso de haber matado a yo no se cuantos miles de hombres?! Joder, que te estoy ofreciendo zanahorias, no huevos, oi!Me acerqué un poco a ellos.-En seriooo...que has hecho ...señorita? Al decir lo de ''señorita'' se pudo notar cierto sarcasmo en el aire...
Gintoki- Cantidad de envíos : 9
Re: Calle cercana al coliseo.
Estaba bastante nervioso a decir verdad aunque habia intentado mantenerme serio e imponente delante de esos forzudos luchadores. Las gotas de sudor seguian cayendo por mi lateral, desde la frente hasta pasar por mi mejilla. Aquellos hombres.. se lo comenaban a creer, mi actuacion estaba dando sus frutos, pero.. aun estaban dudando de la credibilidad de mis palabras, ya no solo estaba en juego la vida de esa extraña, sino la mia misma tambien..
Pero aclarar todo tipo de dudas las chica comenzo a agrandar cada vez mas la historia y termino besando en la mejilla al Hispano, muy cerca de su labio... en ese momento un cosquilleo paso por todo su cuerpo a la vez que su rostro se volvia completamente rojo y bajaba la cara haciendo que sus cabellos le taparan algo para que no le vieran tan avergonzado.
Venga.. retirense ya..!
Decia aun con la mirada baja mientras aun tenia a la mujer en mis brazos, nuestros cuerpos ya llevaban tiempo juntos.. y los hombre al fin se retiraban dejandonos en paz de una vez por todas. Levante levemente mis ojos y cuando al fin vi que estaban lejos suspire enormemente soltando a la chica y bajando mis brazos mientras me relajaba..
Pense que nunca se iban a ir....
Mire de reojo a la chica acordandome de ese beso, que aunque habia sido algo inocente y ademas un beso falso, no dejaba de avergonzarme pues una mujer era algo muy superior para mi. En eso que el hombre de cabellos plateados comenzo a hablar, y aunque no logre a entender muy bien a lo que se referia.. me pude fijar que estaba culpando de algo a la morena...
Oye.. crees de verdad que esta chica pudo haber hecho algo? Seguro que estaban abusando de ella...
Pero aclarar todo tipo de dudas las chica comenzo a agrandar cada vez mas la historia y termino besando en la mejilla al Hispano, muy cerca de su labio... en ese momento un cosquilleo paso por todo su cuerpo a la vez que su rostro se volvia completamente rojo y bajaba la cara haciendo que sus cabellos le taparan algo para que no le vieran tan avergonzado.
Venga.. retirense ya..!
Decia aun con la mirada baja mientras aun tenia a la mujer en mis brazos, nuestros cuerpos ya llevaban tiempo juntos.. y los hombre al fin se retiraban dejandonos en paz de una vez por todas. Levante levemente mis ojos y cuando al fin vi que estaban lejos suspire enormemente soltando a la chica y bajando mis brazos mientras me relajaba..
Pense que nunca se iban a ir....
Mire de reojo a la chica acordandome de ese beso, que aunque habia sido algo inocente y ademas un beso falso, no dejaba de avergonzarme pues una mujer era algo muy superior para mi. En eso que el hombre de cabellos plateados comenzo a hablar, y aunque no logre a entender muy bien a lo que se referia.. me pude fijar que estaba culpando de algo a la morena...
Oye.. crees de verdad que esta chica pudo haber hecho algo? Seguro que estaban abusando de ella...
Suzaku- Status :
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Pegasus Resurrection
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Re: Calle cercana al coliseo.
Había pasado un momento hasta sentir como sus brazos se apartaban de mi cuerpo, yo aún no lo soltaba para asegurarme si en verdad se habían ido cuando en esos momentos el chico de cabellos plateados quiso hacer burla de la situación.. frunciendo el ceño levemente dirigí mi mirada para por fin resbalar mis brazos con lentitud por el torso de ese chico, enfadada no pude evitar responder su sarcasmo para burlarme de su actitud.
Yo no le llamaría suerte.. además que si no estuvieras tan ocupado llorando y comiendo tal vez no estarías reclamando como niño lo que no paso .
Di un paso hacia atrás para darle espacio a ese joven que aún me seguía defendiendo, como manera de agradecimiento tomaba el anillo que me había dado Rain… sabía que al final me castigaría si es que pensaba regresar. Tomaba la mano de ese chico para depositar en su palma el anillo y cerrarla lentamente.
No es necesario que me defiendas incluso de él.. quiero que aceptes eso como recompensa por las molestias que te provoque… espero que sea suficiente. Aunque no sabía que siguiera existiendo gente tan irracional todavía por una guerra sin sentido contra Egipto… pero bueno.. creo que no seré la única considerada como algo inferior .
Dicho esto último les di la espalda decidiendo donde perderme ya que aún no me apetecía ir al encuentro del hombre que de seguro seguiría esperando en la carroza a que regresara, antes de poder continuar a dar otros pasos me detuve en seco para voltear y señalar con mi dedo índice mi mejilla cerca de la comisura de mis labios.
Por cierto… una disculpa también por el beso su alteza.
Ahora si podía irme más tranquila, retomando el largo camino de la calle… no dejé de pensar la suerte que tenía pero tampoco imagine que me metería en problemas demasiado rápido, aunque tampoco sabía que me había topado con alguien de alto rango solo por tratar de ayudarme.
Es increíble que existan personas como él en estos días... aunque me abrazo.. estoy segura que pude sentir algo cuando estuve cerca de él.
Extrañada seguí caminando a paso lento cuando el mismo sonido que escuche al salir de la villa del Senador me llamaba en una leve melodía, una rafaga de aire choco contra mi cuerpo para ver en un punto particular en el cielo, mi vista parecía perdida en un sueño deteniendome a ver pero solo parecía que estraba distraída... el viento parecía cantarme.. pero más que un canto era una sensación que me atraía que incluso llegaba a encender algo levemente en mi interior.
Yo no le llamaría suerte.. además que si no estuvieras tan ocupado llorando y comiendo tal vez no estarías reclamando como niño lo que no paso .
Di un paso hacia atrás para darle espacio a ese joven que aún me seguía defendiendo, como manera de agradecimiento tomaba el anillo que me había dado Rain… sabía que al final me castigaría si es que pensaba regresar. Tomaba la mano de ese chico para depositar en su palma el anillo y cerrarla lentamente.
No es necesario que me defiendas incluso de él.. quiero que aceptes eso como recompensa por las molestias que te provoque… espero que sea suficiente. Aunque no sabía que siguiera existiendo gente tan irracional todavía por una guerra sin sentido contra Egipto… pero bueno.. creo que no seré la única considerada como algo inferior .
Dicho esto último les di la espalda decidiendo donde perderme ya que aún no me apetecía ir al encuentro del hombre que de seguro seguiría esperando en la carroza a que regresara, antes de poder continuar a dar otros pasos me detuve en seco para voltear y señalar con mi dedo índice mi mejilla cerca de la comisura de mis labios.
Por cierto… una disculpa también por el beso su alteza.
Ahora si podía irme más tranquila, retomando el largo camino de la calle… no dejé de pensar la suerte que tenía pero tampoco imagine que me metería en problemas demasiado rápido, aunque tampoco sabía que me había topado con alguien de alto rango solo por tratar de ayudarme.
Es increíble que existan personas como él en estos días... aunque me abrazo.. estoy segura que pude sentir algo cuando estuve cerca de él.
Extrañada seguí caminando a paso lento cuando el mismo sonido que escuche al salir de la villa del Senador me llamaba en una leve melodía, una rafaga de aire choco contra mi cuerpo para ver en un punto particular en el cielo, mi vista parecía perdida en un sueño deteniendome a ver pero solo parecía que estraba distraída... el viento parecía cantarme.. pero más que un canto era una sensación que me atraía que incluso llegaba a encender algo levemente en mi interior.
Seiren- Amazona Dorada
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Re: Calle cercana al coliseo.
• Pasaba distraído por las calles cercanas al coliseo, cerca mio vi una situación extraña entre varias personas pero no les presté atención, de todas maneras tenia que cruzar para llegar al otro lado así que me toparía con los sujetos de cualquier manera.
El viento aumentó su fuerza mientras que yo al andar miraba hacia mis costados para cruzar la calle, aunque estaba desolado aquél lugar, aunque no me interesaba nada de lo que estaba pasando por lo que me acababa de ocurrir, desganado me paseaba por al lado de aquellas personas, entonces paré y les pregunté
Oigan, hace mucho tiempo que no me paso por aquí... ¿ Podrían decirme como llegar al coliseo ? se que esta cerca pero no recuerdo con exactitud su ubicación, verán la guerra afecto un poco mi memoria ja ja...
Exclamé con cierta ironía ante mis problemas personales, esperando una respuesta de esas personas aunque de todas formas no me importaba en lo mas mínimo si me contestaban o si me ignoraban, tan solo quería pasar el rato y no tenía nadie con quien hablar.
¿ Y bien ? replique de inmediato apresurando su respuesta debido a mi impaciencia, a primera vista podía parecer un sujeto raro y ansioso pero no me importaba en lo mas mínimo lo que el resto opinara de mi.
El viento aumentó su fuerza mientras que yo al andar miraba hacia mis costados para cruzar la calle, aunque estaba desolado aquél lugar, aunque no me interesaba nada de lo que estaba pasando por lo que me acababa de ocurrir, desganado me paseaba por al lado de aquellas personas, entonces paré y les pregunté
Oigan, hace mucho tiempo que no me paso por aquí... ¿ Podrían decirme como llegar al coliseo ? se que esta cerca pero no recuerdo con exactitud su ubicación, verán la guerra afecto un poco mi memoria ja ja...
Exclamé con cierta ironía ante mis problemas personales, esperando una respuesta de esas personas aunque de todas formas no me importaba en lo mas mínimo si me contestaban o si me ignoraban, tan solo quería pasar el rato y no tenía nadie con quien hablar.
¿ Y bien ? replique de inmediato apresurando su respuesta debido a mi impaciencia, a primera vista podía parecer un sujeto raro y ansioso pero no me importaba en lo mas mínimo lo que el resto opinara de mi.
Genas- Caballeros de Bronce
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Re: Calle cercana al coliseo.
Me había separado lo suficiente de todos ellos cuando algo me decía que me abstuviera a proseguir el camino, volteaba una vez más para ver a otro hombre que se reunía con ellos para hablarles.. solo a esa distancia pude observar como sus labios se movían mientras se dirigía a ellos esperando respuesta.
Ellos dos… se siente algo familiar en ellos que..
Apretaba ligeramente mi mano cuando esa ventisca me rodeó casi como al mismo tiempo de empujarme para volver hasta donde se encontraban, parpadeaba ligeramente para salir de mi ensimismamiento pues de seguro que era extraño el verlos fijamente y además el acercarme sin motivo alguno. Mi mente viajaba sin poder apartar mi vista específicamente de ese grupo.. el ver a una mujer sola por esos rumbos debería llamar la atención demasiado, además que se debía de agregar que por el simple hecho de ser egipcia me tratarían como algo que no era. Entonces el listón que sostenía mis cabellos se desataba en dirección a ellos para que me moviera obligándome a ir tras el pero solo me quedaba parada solo al mirar como caía justo por delante de esos jóvenes llamando de inmediato su atención. Mi largo cabello negro se alborotaba por encima de mis hombros consiguiendo colocarlo hacia mi lado izquierdo y sostenerlo con mi mano.
Ellos dos… se siente algo familiar en ellos que..
Apretaba ligeramente mi mano cuando esa ventisca me rodeó casi como al mismo tiempo de empujarme para volver hasta donde se encontraban, parpadeaba ligeramente para salir de mi ensimismamiento pues de seguro que era extraño el verlos fijamente y además el acercarme sin motivo alguno. Mi mente viajaba sin poder apartar mi vista específicamente de ese grupo.. el ver a una mujer sola por esos rumbos debería llamar la atención demasiado, además que se debía de agregar que por el simple hecho de ser egipcia me tratarían como algo que no era. Entonces el listón que sostenía mis cabellos se desataba en dirección a ellos para que me moviera obligándome a ir tras el pero solo me quedaba parada solo al mirar como caía justo por delante de esos jóvenes llamando de inmediato su atención. Mi largo cabello negro se alborotaba por encima de mis hombros consiguiendo colocarlo hacia mi lado izquierdo y sostenerlo con mi mano.
Última edición por Seiren el Vie Oct 22, 2010 1:02 am, editado 1 vez
Seiren- Amazona Dorada
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Re: Calle cercana al coliseo.
Mientras esperaba una respuesta por parte de alguno de aquellos hombres ahí parados una briza un tanto fuerte pasó entre nosotros, con ella llegó un listón a mis pies, de pronto se detuvo el viento y el accesorio quedo ahí quiero, me incline para recogerlo y al tenerlo en mis manos sentí una sensación muy extraña, como si se tratase de nostalgia o algo parecido, automáticamente volteé hacia atrás y vi una bella mujer con el pelo suelto mirando en dirección hacia nosotros, sus ojos se veían tan confusos.. como si estuviese dudando de algo, y yo me perdía en ellos con tal solo mirarlos sintiendo la sensación que se me hacía tan familiar, ¿ porqué sería ? ¿ a que se debía esa sensación tan confusa en mi ? era demasiado extraño, y hasta juraría no conocer a esa mujer.
Rápidamente caí en la cuenta que tenía en mis manos su listón y ella estaba mirándonos, esperando que se lo devolviéramos, sin perder tiempo me acerqué a ella ignorando a los otros dos tipos ahí parados, aunque les haya hecho una pregunta algo me atraía a esa joven, era algo que estaba por encima de mi voluntad, una fuerza extraña que me obligaba a moverme casi inconscientemente, cuando me quise dar cuenta ya estaba frente a ella, y ya lo único que me quedaba por hacer era devolvérselo, así que la mire a los ojos y tras esbozar una sonrisa se lo dí
.- Creo que esto es tuyo jeje
Exclamé extendiendo mi mano para entregarle el listón que se le había zafado por el viento que arrasó hacía unos minutos.
Rápidamente caí en la cuenta que tenía en mis manos su listón y ella estaba mirándonos, esperando que se lo devolviéramos, sin perder tiempo me acerqué a ella ignorando a los otros dos tipos ahí parados, aunque les haya hecho una pregunta algo me atraía a esa joven, era algo que estaba por encima de mi voluntad, una fuerza extraña que me obligaba a moverme casi inconscientemente, cuando me quise dar cuenta ya estaba frente a ella, y ya lo único que me quedaba por hacer era devolvérselo, así que la mire a los ojos y tras esbozar una sonrisa se lo dí
.- Creo que esto es tuyo jeje
Exclamé extendiendo mi mano para entregarle el listón que se le había zafado por el viento que arrasó hacía unos minutos.
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Re: Calle cercana al coliseo.
Inmóvil no pude dejar de mirarlos, ni siquiera me importaba que mi listón cayera justo frente a esos hombres pero el no dejar de mirarlos ni un instante me causo incomodidad. Observaba tranquilamente como uno de ellos tomaba ese lazo entre su mano para levantarlo, esperaba desde mi sitio viendo cómo se aproximaba y ahora nuestras miradas quedaban fijas tratando de descubrir esa sensación que nos provocaba a ambos pues podía asegurar que no era la única al sentirme de esta forma. Seguía en esa postura firme… mis cejas se alzaban advirtiendo lo extrañada que me encontraba cuando me miraba de esa forma.. poco fue el tiempo para que rompiera el silencio entre ambos extendiendo mi listón y compartir esa sonrisa.
Posaba mi mano alcanzando a rozar su palma justo con la yema de mis dedos sintiendo como una descarga subía por mi espalda y a la vez un intenso calor sobre mi mano con solo rozar su piel, retrocedí mi mano por la sensación a lo que preferí tomarlo de la parte que colgaba y jalarlo para no tocarlo nuevamente.
Gracias.. no era necesario.
Solo pude responder atándome frente a él mi cabello haciendo un pequeño nudo para que no se soltara, no sabía si él sintió lo mismo que yo pero miraba por detrás de él al ver cómo había dejado a esos jóvenes.. aun recordaba que no le di la oportunidad de que me respondiera ninguno de los dos pero también.. acerca de ese príncipe crecían mis dudas respecto a lo que podía percibir.
Supongo que te están esperando.
Posaba mi mano alcanzando a rozar su palma justo con la yema de mis dedos sintiendo como una descarga subía por mi espalda y a la vez un intenso calor sobre mi mano con solo rozar su piel, retrocedí mi mano por la sensación a lo que preferí tomarlo de la parte que colgaba y jalarlo para no tocarlo nuevamente.
Gracias.. no era necesario.
Solo pude responder atándome frente a él mi cabello haciendo un pequeño nudo para que no se soltara, no sabía si él sintió lo mismo que yo pero miraba por detrás de él al ver cómo había dejado a esos jóvenes.. aun recordaba que no le di la oportunidad de que me respondiera ninguno de los dos pero también.. acerca de ese príncipe crecían mis dudas respecto a lo que podía percibir.
Supongo que te están esperando.
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Re: Calle cercana al coliseo.
La muchacha estaba quieta, petrificada mirando hacia donde estábamos parados, cuando reaccionó a la situación en la que nos encontrábamos extendió su mano para tomar el listón pero al rozar nuestros dedos retrocedió rápidamente su mano, por otro lado, en la mía me había generado una sensación de descarga recorrió mi cuerpo, eso era nuevo para mi pues nunca me había pasado algo similar, eso hacía interesarme mas por saber quien era esa mujer, porque sentía que la conocía de algún lado, era un enigma bastante misterioso.
Sin tardar mucho tomó el listón de la parte que colgaba como si quisiera evitar tocarme por alguna razón, quizás ella también había sentido lo mismo que yo, pero eran solo suposiciones, quizás me equivocaba y tan solo le intimidó que le llevase el listón.
Gracias.. no era necesario.
Dijo tras agarrar el listón para luego atarselo en el cabello, aún se veía confusa y pensativa por o que no retire la sonrisa de mi rostro, la seguí observando y al instante me volvió a dirigir la palabra.
Supongo que te están esperando
En realidad no los conozco, tan solo les pregunté como llegar al coliseo ya que hace tiempo que no estoy por aquí pero como no me respondieron pues, da igual... aunque yo no diría que me esperan a mi, mas bien creo que te esperan a ti... pero bueno no te preocupes hice lo que un caballero debe hacer, tan solo fui cortés
Dije mientras me daba la vuelta para volver con aquellos sujetos, luego complete la vuelta y caminé hacia donde estaba antes pero me detuve en el camino y de espaldas a la chica pregunté...
Por cierto ¿ tu sentiste lo mismo... verdad ?
Sin tardar mucho tomó el listón de la parte que colgaba como si quisiera evitar tocarme por alguna razón, quizás ella también había sentido lo mismo que yo, pero eran solo suposiciones, quizás me equivocaba y tan solo le intimidó que le llevase el listón.
Gracias.. no era necesario.
Dijo tras agarrar el listón para luego atarselo en el cabello, aún se veía confusa y pensativa por o que no retire la sonrisa de mi rostro, la seguí observando y al instante me volvió a dirigir la palabra.
Supongo que te están esperando
En realidad no los conozco, tan solo les pregunté como llegar al coliseo ya que hace tiempo que no estoy por aquí pero como no me respondieron pues, da igual... aunque yo no diría que me esperan a mi, mas bien creo que te esperan a ti... pero bueno no te preocupes hice lo que un caballero debe hacer, tan solo fui cortés
Dije mientras me daba la vuelta para volver con aquellos sujetos, luego complete la vuelta y caminé hacia donde estaba antes pero me detuve en el camino y de espaldas a la chica pregunté...
Por cierto ¿ tu sentiste lo mismo... verdad ?
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Re: Calle cercana al coliseo.
Caminaba con lentitud aquel mastodonte por las calles de Roma, pues hacía mucho tiempo ya que no pasaba por ellas y le traía un tanto de nostalgia verlas. Ahí se había criado Aldebarán y los que lo vieron partir hacia una vida en el bosque, jamás podrían decir que lo podrían volver a ver por ahí. Hacía un calor tremendo en aquel lugar y la gente que le rodeaba le daba aun mas calor a su cuerpo dejando a un lado aquella lluvia que había tenido que sufrir en su trayecto hasta la dichosa ciudad.
Se había desviado un tanto de su camino, debido a que viejo maestro había fallecido hacía ya dos años y el ni siquiera se había enterado hasta hoy, lo cual quería decir que no tendría que hacer nada mas en ese lugar; mas que ver como iba aquel orfanato que había levantado con sus propias manos, pero solo verlo porque realmente no quería que lo vieran por ahí o le podrían convencer de que se quedara y el no lo sentía así. Sin contar que al gigante le costaba mucho dar un no como respuesta.
Una presencia le distrajo por un momento, pues era como si algo brotara dentro de él y lo uniera con las personas que lo rodeaba en esos instantes. En realidad no con todas, sino con un par; como si les conociera de toda la vida o los atara el destino, como aquel chico rubio del bosque. Era un presentimiento demasiado fuerte, algo que no debería dejar pasar por alto, pues encontró en sus ojos a una jovencita de cabellos azabaches y a un joven de cabellos azules, eran sin duda alguna los que le llamaban la atención. Solo hasta que sus oídos le quitaran de vista a aquellos dos, para prestar su mirada a otro sitio debido a que alguien corría alborotado escapando con una bolsa en sus manos.
Era un pequeño, de verdaderamente corta edad a lo sumo tendría unos trece años y corría de un vendedor del mercado, pues le estaba corriendo de hacía unas cuadras atrás y aun no lo podían alcanzar. Fue en ese momento que Aldebarán, a pesar de ser enorme y que si se movía podía empujar a mucha gente, desapareció de la vista de quien le pudiera estar viendo; pues eran muchos los que le veían dado que su tamaño era difícil de disimular y apareció frente al joven tomándolo de sus ropajes.
- Eso no se hace pequeño.
Dijo el gigante extendiendo su enorme mano para que el joven asustado pusiera la bolsa en ella. Lo bajó rápidamente, le palmeó la espalda dando a indicio a que corra agachando y susurrándole un par de palabras al oído. Pues le había musitado que revisara sus bolsillos cuando estuviera seguro, debido a que había depositado un par de monedas en ellos, que el se iba a encargar de aquel que le seguía.
El joven salió de la vista de todos y Aldebarán se puso de pie, dándose la vuelta y notando que quien seguía al joven eran montones de soldados. Levantó una ceja, ¿Montones de soldados para seguir a un pequeño ratero que quería comer? No, no lo creía así. Se cruzó de brazos y observó a los ‘pequeños soldados’ a sus ojos, para intentar avanzar pero estos colocaron sus armas hostilmente para evitar su movimiento.
- Bajo las ordenes del General Noah de la Decimotercera Legión, usted señor es buscado en Roma para entablar una entrevista con nuestro general. Espero colabore con ello.
Musitó uno de los soldados mientras que Aldebarán lanzaba la bolsa que contenían un par de frutas al mercader que venía siguiendo al niño, quedándose completamente sorpresivo este. Aquel que tenía la bolsa de frutas, comenzó a caminar en silencio, pues no quería tener ningún problema con la armada así que se retiró. En ese momento quedó Aldebarán solo, había olvidado aquellos dos jóvenes que le atraían por una extraña razón y con voz seria el gigante musitó, mientras se cruzaba de brazos.
- ¿Y se puede saber cual es la razón?
Se había desviado un tanto de su camino, debido a que viejo maestro había fallecido hacía ya dos años y el ni siquiera se había enterado hasta hoy, lo cual quería decir que no tendría que hacer nada mas en ese lugar; mas que ver como iba aquel orfanato que había levantado con sus propias manos, pero solo verlo porque realmente no quería que lo vieran por ahí o le podrían convencer de que se quedara y el no lo sentía así. Sin contar que al gigante le costaba mucho dar un no como respuesta.
Una presencia le distrajo por un momento, pues era como si algo brotara dentro de él y lo uniera con las personas que lo rodeaba en esos instantes. En realidad no con todas, sino con un par; como si les conociera de toda la vida o los atara el destino, como aquel chico rubio del bosque. Era un presentimiento demasiado fuerte, algo que no debería dejar pasar por alto, pues encontró en sus ojos a una jovencita de cabellos azabaches y a un joven de cabellos azules, eran sin duda alguna los que le llamaban la atención. Solo hasta que sus oídos le quitaran de vista a aquellos dos, para prestar su mirada a otro sitio debido a que alguien corría alborotado escapando con una bolsa en sus manos.
Era un pequeño, de verdaderamente corta edad a lo sumo tendría unos trece años y corría de un vendedor del mercado, pues le estaba corriendo de hacía unas cuadras atrás y aun no lo podían alcanzar. Fue en ese momento que Aldebarán, a pesar de ser enorme y que si se movía podía empujar a mucha gente, desapareció de la vista de quien le pudiera estar viendo; pues eran muchos los que le veían dado que su tamaño era difícil de disimular y apareció frente al joven tomándolo de sus ropajes.
- Eso no se hace pequeño.
Dijo el gigante extendiendo su enorme mano para que el joven asustado pusiera la bolsa en ella. Lo bajó rápidamente, le palmeó la espalda dando a indicio a que corra agachando y susurrándole un par de palabras al oído. Pues le había musitado que revisara sus bolsillos cuando estuviera seguro, debido a que había depositado un par de monedas en ellos, que el se iba a encargar de aquel que le seguía.
El joven salió de la vista de todos y Aldebarán se puso de pie, dándose la vuelta y notando que quien seguía al joven eran montones de soldados. Levantó una ceja, ¿Montones de soldados para seguir a un pequeño ratero que quería comer? No, no lo creía así. Se cruzó de brazos y observó a los ‘pequeños soldados’ a sus ojos, para intentar avanzar pero estos colocaron sus armas hostilmente para evitar su movimiento.
- Bajo las ordenes del General Noah de la Decimotercera Legión, usted señor es buscado en Roma para entablar una entrevista con nuestro general. Espero colabore con ello.
Musitó uno de los soldados mientras que Aldebarán lanzaba la bolsa que contenían un par de frutas al mercader que venía siguiendo al niño, quedándose completamente sorpresivo este. Aquel que tenía la bolsa de frutas, comenzó a caminar en silencio, pues no quería tener ningún problema con la armada así que se retiró. En ese momento quedó Aldebarán solo, había olvidado aquellos dos jóvenes que le atraían por una extraña razón y con voz seria el gigante musitó, mientras se cruzaba de brazos.
- ¿Y se puede saber cual es la razón?
Aldebaran- Caballeros Dorados
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Re: Calle cercana al coliseo.
Quería evitar el tema sobre esa inusual sensación debido a un pequeño roce, desviando mi atención notaba con facilidad que era la única mujer que merodeaba por ese sitio.. además de que mis rasgos egipcios me delataban por lo que era. Algo había en él que me hablaba con demasiada familiaridad como para tomarse esa confianza en el primer encuentro aunque no juzgaba su comportamiento puesto que yo me había lanzado hace poco a los brazos de un desconocido y lo peor que pasará a besarlo como si fuera lo más normal del mundo, ligeramente enfadada miraba a ese chico cuando bromeo que era a mí a la que esperaban.. aunque de a poco un leve rubor en mis mejillas parecía formarse. Terminaba ese asunto sacudiendo la cabeza al recapacitar en esa última frase.
Sentirlo?.. a que se refería?.. tal como si esa sensación no fuera mi imaginación convirtiéndose algo real entre nosotros, di un paso en falso para preguntarle pero me detuve al escuchar el barullo que se estaba formando metros atrás. Sin alcanzar a ver nada solo vi como un niño pasaba corriendo a mi lado tropezándose.. caminaba hacia él extendiendo mi mano y ayudarlo a levantarse para que este asustado huyera como si algo lo hubiera aterrado. Desgraciadamente esto había llamado la atención de un par de soldados que vieron con sospecha que una mujer andará por esos lados, como un magnetismo plantaba mi mirada a esa pequeña comitiva donde se hallaba un gran sujeto rodeado por más legionaros.. los otros se separaban del grupo queriendo hacerse cargo de mí por su cuenta.
Hey!! En nombre del César.. no te muevas!! .. egipcia… -muscitaba con tal desagrado marcando una sonrisa más que placentera por encontrar su premio.
Quedaba aterrorizada.. era como si en ese acto viviera el mismo temor de cómo se aproximaban los soldados y disponían de la vida de mi padre solo que ahora me convertía en protagonista de la historia…
Sentirlo?.. a que se refería?.. tal como si esa sensación no fuera mi imaginación convirtiéndose algo real entre nosotros, di un paso en falso para preguntarle pero me detuve al escuchar el barullo que se estaba formando metros atrás. Sin alcanzar a ver nada solo vi como un niño pasaba corriendo a mi lado tropezándose.. caminaba hacia él extendiendo mi mano y ayudarlo a levantarse para que este asustado huyera como si algo lo hubiera aterrado. Desgraciadamente esto había llamado la atención de un par de soldados que vieron con sospecha que una mujer andará por esos lados, como un magnetismo plantaba mi mirada a esa pequeña comitiva donde se hallaba un gran sujeto rodeado por más legionaros.. los otros se separaban del grupo queriendo hacerse cargo de mí por su cuenta.
Hey!! En nombre del César.. no te muevas!! .. egipcia… -muscitaba con tal desagrado marcando una sonrisa más que placentera por encontrar su premio.
Quedaba aterrorizada.. era como si en ese acto viviera el mismo temor de cómo se aproximaban los soldados y disponían de la vida de mi padre solo que ahora me convertía en protagonista de la historia…
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Re: Calle cercana al coliseo.
Me estaba marchando cuando un escándalo se formó de pronto cerca mio, se trataba de un sujeto enorme rodeado de soldados romanos, ésto me llamó la atención, volví a sentir esa especie de nostalgia al ver a aquél sujeto, el mismo sentimiento, la misma sensación que sentí con aquella chica ¿ que me estaba pasando ? sentía como si los conociera de toda la vida pero nunca los había visto antes, era demasiado extraño eso era algo que nunca antes me había pasado.
De inmediato se escuchó una voz amenazadora proveniente de un soldado, cercano a mi posición.
Hey!! En nombre del César.. no te muevas!! .. egipcia
Exclamó con rudeza a aquella muchacha con la que había hablado segundo atrás, la misma a la que le había devuelto el listón...
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, mi mirada sorprendida apuntó directamente a la señorita del listón y tras observarla los recuerdos de la guerra volvían a mi, los recuerdos de cuando era esclavo de la emperatriz, cuando peleamos junto a Orpheo en el ejercito de Edward, volvieron a arder mis cicatrices de azotes en todo mi cuerpo, y una lagrima solitaria de deslizo desde mi lagrimal recorriendo mi mejilla mientras mis ojos aún con la mirada gélida observaban a la chica, aún perdido en mi mundo no podía entender como la palabra egipcia golpearía tanto mi corazón y alteraría de esa manera mis emociones...
Regresé a la normalidad cuando vi que aquél soldado se acercaba a la joven con ansias de atraparla tan solo por el hecho de ser Egipcia, entonces decidí actuar rápidamente, esa muchacha no tenía la culpa de las diferencias entre los países y no tenía porque pagar el precio injusto de algo que no causo tan solo por el capricho de dos naciones y el hambre de poder que éstas tenían.
.- Alto! Grité mirando al soldado que se dio vuelta alterado mirándome.
Esa mujer es mi hermana, no es ninguna egipcia así que déjala en paz ahora mismo o veras lo que te sucede.
Repuse enfadado mirando al soldado, aunque había mentido no podía permitir que nadie sufra mas daño por esta estúpida guerra.
* ¿ Y tu quien mierda eres para decirme lo que tengo que hacer ? no me mientas, esta mujer es Egipcia tan solo mírale la cara.
Respondió el soldado con un tono de voz alterado mientras me miraba a los ojos, a lo que le respondí avanzando hacia el hasta quedarme a su lado y mientras le tocaba el hombro le dije
.- Y tu tienes cara de esclavo y no por eso te doy de azotes... y respondiendo a tu pregunta, mi nombre es Genas, y luché en la guerra por Egipto para el batallón de Edward junto con Orpheo y me atraparon para hacerme esclavo, un año y recién ahora pude escapar, y luego viene un maldito recluta a querer hablarme de esa manera sin saber que YO luche para tu maldito país cuando tu aún ni eras soldado maldito idiota...
Tras mi agresiva respuesta el soldado se alejó de la joven pidiéndole disculpas y fue hacia donde estaban sus compañeros hablando con ese sujeto inmenso.
Me quedé inmóvil en ese lugar, no me hacía bien recordar el pasado, pero yerba mala nunca muere, siempre que desaparecí volví, siempre regresaba y esta vez no era la excepción yo soy Genas y voy a exigir el respeto que me merezco, y voy a encontrar a mis hermanos para descifrar el misterio de la muerte de mis padres.
De inmediato se escuchó una voz amenazadora proveniente de un soldado, cercano a mi posición.
Hey!! En nombre del César.. no te muevas!! .. egipcia
Exclamó con rudeza a aquella muchacha con la que había hablado segundo atrás, la misma a la que le había devuelto el listón...
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, mi mirada sorprendida apuntó directamente a la señorita del listón y tras observarla los recuerdos de la guerra volvían a mi, los recuerdos de cuando era esclavo de la emperatriz, cuando peleamos junto a Orpheo en el ejercito de Edward, volvieron a arder mis cicatrices de azotes en todo mi cuerpo, y una lagrima solitaria de deslizo desde mi lagrimal recorriendo mi mejilla mientras mis ojos aún con la mirada gélida observaban a la chica, aún perdido en mi mundo no podía entender como la palabra egipcia golpearía tanto mi corazón y alteraría de esa manera mis emociones...
Regresé a la normalidad cuando vi que aquél soldado se acercaba a la joven con ansias de atraparla tan solo por el hecho de ser Egipcia, entonces decidí actuar rápidamente, esa muchacha no tenía la culpa de las diferencias entre los países y no tenía porque pagar el precio injusto de algo que no causo tan solo por el capricho de dos naciones y el hambre de poder que éstas tenían.
.- Alto! Grité mirando al soldado que se dio vuelta alterado mirándome.
Esa mujer es mi hermana, no es ninguna egipcia así que déjala en paz ahora mismo o veras lo que te sucede.
Repuse enfadado mirando al soldado, aunque había mentido no podía permitir que nadie sufra mas daño por esta estúpida guerra.
* ¿ Y tu quien mierda eres para decirme lo que tengo que hacer ? no me mientas, esta mujer es Egipcia tan solo mírale la cara.
Respondió el soldado con un tono de voz alterado mientras me miraba a los ojos, a lo que le respondí avanzando hacia el hasta quedarme a su lado y mientras le tocaba el hombro le dije
.- Y tu tienes cara de esclavo y no por eso te doy de azotes... y respondiendo a tu pregunta, mi nombre es Genas, y luché en la guerra por Egipto para el batallón de Edward junto con Orpheo y me atraparon para hacerme esclavo, un año y recién ahora pude escapar, y luego viene un maldito recluta a querer hablarme de esa manera sin saber que YO luche para tu maldito país cuando tu aún ni eras soldado maldito idiota...
Tras mi agresiva respuesta el soldado se alejó de la joven pidiéndole disculpas y fue hacia donde estaban sus compañeros hablando con ese sujeto inmenso.
Me quedé inmóvil en ese lugar, no me hacía bien recordar el pasado, pero yerba mala nunca muere, siempre que desaparecí volví, siempre regresaba y esta vez no era la excepción yo soy Genas y voy a exigir el respeto que me merezco, y voy a encontrar a mis hermanos para descifrar el misterio de la muerte de mis padres.
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Re: Calle cercana al coliseo.
Al parecer esa chica estaba siendo perseguida simplemente por el hecho de ser egipcia, y como no, los orgullosisimos romanos, gente justa y honesta , la perseguian...tsk, y pensar que no dejan de llenarse la boca con palabras bonitas de justicia...aunque no todos eran igual, por suerte un chico consiguió convencer a un pesado soldado para que dejase de molestar a la chica, pero no tardo en venir otro bastardo...este parecia ser bastante arrogante.-En serio, ju ju juuu que cojones pasa aqui? Vamos, seamos razonables, estamos hablando de un egipcio..jaja...perdon, peor aun....si fuese un hombre serviria al menos como esclavo, pero esta chica ..jejejje solo isrve para algo que yo me seee... Lanzó una mirada lasciva a al chica mientras se acercaba a ella-Asquerosa...esgipcia de mierda, incluso unos primates podrian llegar a ser mas civilizados que vosotros, salvaje asquerosa...jejej, estoyseguro de que si te hubiesen criado los primates serias mucho mas util...y noun par de pechos con piernas jejej...esto va por mis compañeros caidos luchando contra egipcio...ZORRA! Levantó la mano y dirigió un puñetazo a la altura de la cara de la chica, en ese momento le paré con la palma de mi mano, sonando una palmada en toda la calle...-TU...que haces?!-No me importa si la han criado primates o peces...Miraba al suelo, ocultando mis ojos detras de mi pelo plateado, cerré la palma de mi mano envolviendo su puño, apretandole fuerte, hasta el punto de que sus dedos crujieron. Luego levanté la mirada y se la clavé en los ojos, con rabia.-Sigue siendo una mujer.-Agh! Imbecil...como te atreves?! Llevó su otra mano a la espada despues de forcejear un poco, pero cuando apenas unos centimetros de la hoja salieron de la funda le solté una patada a la altura del pecho, lanzandolo para atras y dejandolo tirado boca arriba, al golpearle su espada salió volando, la cogí en el aire, y con esta señale al bastardo que tenia ante mis narices.-Cuando señalas a alguien con la espada, significa que estas dispuesto a matarlo incluso si es a costa de tu vida ... tienes dos opciones, enfrentarte a mi como un hombre...o no aceptar esta simple regla y comportarte como lo que eres , un cobarde, asi que ,¿porque no te vas de aqui con tu probablemente diminuto rabo entre las piernas y me ahorras el trabajo?
Gintoki- Cantidad de envíos : 9
Re: Calle cercana al coliseo.
Cuando la cosa parecía haberse calmado un soldado bastante maleducado y prepotente apareció para continuar la agresión, llegó gritándole a la señorita del listón, e insinuó que ella solo serviría para algo, no había falta aclarar que era lo que se proponía aquél soldado, pero cuando éste intentó golpearla otro sujeto detuvo su puño con la palma de la mano y tras ésto presionó al soldado hasta hacerle crujir los huesos, luego de esta acción aquél extraño de cabellos plateados llamó la atención de la milicia, quienes dejaron de molestar al enorme sujeto para perfilarse a atacar al nuevo personaje que había entrado en escena, yo vi venir lo que se avecinaba y para calmar las aguas me paré frente al jefe del grupo y le hable calmadamente para que se retiraran
.- Ustedes no tienen derecho a tratar así a las personas, nosotros no hicimos nada malo y ahora vienen aquí a querer llevarse al mundo por delante, yo fui soldado en la guerra de Egipto y no estoy dispuesto a tolerar tal falta de respeto, señor
Dije indignado debido al comportamiento imprudente de aquellos soldados, pero mientras yo hablaba con ellos el otro seguía discutiendo con el joven de cabello plateado, tras las ultimas palabras de éste el soldado iba a golpear a aquél ciudadano cuyas intenciones no eran mas que proteger a la mujer, entonces lo paré, su brazo se quedo inmóvil luego de que lo tomé por detrás haciendo presión con mis manos en su codo, al instante su líder le dio la orden de alejarse del muchacho y la mujer, y éste obedeciendo a su jefe volvió a rodear a aquél sujeto enorme.
Unos segundos tardaría yo en tomar el mismo accionar que los soldados, levanté a mi perro del cual me había olvidado por completo que estaba al lado mio y seguí rumbo derecho hacia algún lugar esperando toparme con el coliseo.
.- Ustedes no tienen derecho a tratar así a las personas, nosotros no hicimos nada malo y ahora vienen aquí a querer llevarse al mundo por delante, yo fui soldado en la guerra de Egipto y no estoy dispuesto a tolerar tal falta de respeto, señor
Dije indignado debido al comportamiento imprudente de aquellos soldados, pero mientras yo hablaba con ellos el otro seguía discutiendo con el joven de cabello plateado, tras las ultimas palabras de éste el soldado iba a golpear a aquél ciudadano cuyas intenciones no eran mas que proteger a la mujer, entonces lo paré, su brazo se quedo inmóvil luego de que lo tomé por detrás haciendo presión con mis manos en su codo, al instante su líder le dio la orden de alejarse del muchacho y la mujer, y éste obedeciendo a su jefe volvió a rodear a aquél sujeto enorme.
Unos segundos tardaría yo en tomar el mismo accionar que los soldados, levanté a mi perro del cual me había olvidado por completo que estaba al lado mio y seguí rumbo derecho hacia algún lugar esperando toparme con el coliseo.
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Re: Calle cercana al coliseo.
Barullo se formaba mientras intentaban dejar inmóvil al gigante, para luego Aldebarán hacer a un par de soldados a un lado de un manotazo y quedarse frente a los que atacaban; pues a los que estaban agrediendo eran justamente aquellos que el hombre anteriormente había sentido una extraña sensación y tenía que probar por que era.
- Dijeron que venían por mi, así que si quieren hacerlo háganlo pero no toquen a gente inocente… apuntas a los egipcios como si fueran perros y no son así, podremos estar en guerras pero un egipcio sigue siendo una persona y debe ser tratada como tal; así como tu eliges el combate para resolver las cosas hay gente que no piensa que eso esté correcto.
Musitó con severidad el gigante colocándose delante de la joven egipcia. El mismo que quería ser hostil con la egipcia, tomó su espada en contra de Aldebarán para intentar hacerlo a un lado, pues seguía pensando igual. A lo que el gigante el cual con su brazo tenía aun mas alcance que el otro que estaba armado, respondió directamente con un golpe de puño directo a la mejilla del soldado dejándolo inconciente por completo.
Verdaderamente por el no corría la sangre de un asesino, no quería causarle daño a nadie pero si le molestaban el iba a responder de la misma forma que cualquiera que lo haría. Y no solo estaban molestándolo a él, sino que ya estaban abusando de su poder y estaban molestando a la egipcia. Un hombre encaró al gigante y este se quedó cruzado de brazos para ni siquiera responderle a su ofensiva, pues el hombre de la armada se detuvo pensándoselo un momento debido a que Aldebarán no atinaba a defenderse.
- ¿Por qué no te defiendes?
- Porque solo reparto mi justicia contra aquel que no razona. Tú mismo has razonado y has visto que no soy alguien de armas tomar al menos que me busquen. Este hombre que está tirado en el suelo, no define lo que es malo o lo que es bueno, solo sigue la corriente y sigue ordenes de ataque sin siquiera pensar un segundo que alguien puede ser distinto… de ahí a porque no me defiendo solo me deshice del que no razona, ¿Ahora se puede saber porque me buscaban?
- Porque el General Noah nos mandó en su búsqueda, usted es el gigante del bosque.
- ¿Y eso que tiene?
- Pues al General le encantaría tener una entrevista con usted, no sabemos para que; pero definitivamente son ordenes bastante concretas y quiere que le llevemos con él.
- No será necesario; El general Noah está aquí…
- Dijeron que venían por mi, así que si quieren hacerlo háganlo pero no toquen a gente inocente… apuntas a los egipcios como si fueran perros y no son así, podremos estar en guerras pero un egipcio sigue siendo una persona y debe ser tratada como tal; así como tu eliges el combate para resolver las cosas hay gente que no piensa que eso esté correcto.
Musitó con severidad el gigante colocándose delante de la joven egipcia. El mismo que quería ser hostil con la egipcia, tomó su espada en contra de Aldebarán para intentar hacerlo a un lado, pues seguía pensando igual. A lo que el gigante el cual con su brazo tenía aun mas alcance que el otro que estaba armado, respondió directamente con un golpe de puño directo a la mejilla del soldado dejándolo inconciente por completo.
Verdaderamente por el no corría la sangre de un asesino, no quería causarle daño a nadie pero si le molestaban el iba a responder de la misma forma que cualquiera que lo haría. Y no solo estaban molestándolo a él, sino que ya estaban abusando de su poder y estaban molestando a la egipcia. Un hombre encaró al gigante y este se quedó cruzado de brazos para ni siquiera responderle a su ofensiva, pues el hombre de la armada se detuvo pensándoselo un momento debido a que Aldebarán no atinaba a defenderse.
- ¿Por qué no te defiendes?
- Porque solo reparto mi justicia contra aquel que no razona. Tú mismo has razonado y has visto que no soy alguien de armas tomar al menos que me busquen. Este hombre que está tirado en el suelo, no define lo que es malo o lo que es bueno, solo sigue la corriente y sigue ordenes de ataque sin siquiera pensar un segundo que alguien puede ser distinto… de ahí a porque no me defiendo solo me deshice del que no razona, ¿Ahora se puede saber porque me buscaban?
- Porque el General Noah nos mandó en su búsqueda, usted es el gigante del bosque.
- ¿Y eso que tiene?
- Pues al General le encantaría tener una entrevista con usted, no sabemos para que; pero definitivamente son ordenes bastante concretas y quiere que le llevemos con él.
- No será necesario; El general Noah está aquí…
Última edición por Aldebaran el Lun Oct 25, 2010 6:27 am, editado 1 vez
Aldebaran- Caballeros Dorados
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Re: Calle cercana al coliseo.
Los cascos del caballo resonaban por la enlozada calle que daba acceso a una de las entradas del coliseo. Fue ese simple sonido que dejaba en evidencia la llegada del general de la decimotercera en aquel altercado que estaba siendo motivo de un gran interés para los curiosos. En efecto, los hombres de la quinta centuria integrada a la cohorte del retirado tribuno Vatreno mantenían un acordonamiento en torno al gigante que había anunciado la llegada de Noah al sitio. Hombres que solían ser despiadados a la primera provocación y Noah lo entendía a la perfección.
- ¡¿Qué mierdas estás pensando Tiberius?! Te había instruido en la localización del objetivo. - Expresaba gesticulando en dirección del individuo que destacaba entre esa conglomeración de personas que se habían acercado para satisfacer la curiosidad sembrada en ellos. - Y parece que comienzas a recrear algunas costumbres que tuviste en la región germánica. - Él había desmontado de su caballo, y en ese momento, uno de los soldados a cargo del centurión Tiberius salió a su encuentro para encargarse del equino mientras Noah valoraba la situación.
En su camino pudo observar como algunos soldados mostraban signos de lucha con algunos sujetos de aspecto extraño a los que Noah no reparó siquiera en ellos, le eran insignificantes de momento no así a la chica que reconoció de inmediato. Era una de las asistentes al congreso que dictaminaba la suerte de Roma con la alianza entre Egipto. Si bien recordaba, ella era al parecer la sirvienta de la emisaria real de aquel gobierno hasta ahora imbatible.
Reparó en un instante en un soldado caído que era socorrido por dos de sus compañeros los cuales intentaban reanimarlo para integrarlo de nuevo a las filas castrenses. El legado avanzó entonces hacia la ubicación del que sin duda era el punto de sumo interés para la realización de su misión. Comprobaba de viva mano, que los rumores acerca de él eran ciertas y con fundamentos desprovistos de alguna exageración popular como normalmente ocurría.
- Seguramente tú has sido el causante de que aquel hombre de la legión se encuentre abatido. - Moviendo su cabeza hacia el legionario, Noah señalaba el sitio de donde comenzaba a ser arrastrado uno de sus hombres. Aunque no le importaban en lo más mínimo los hechos y las causas de las acciones que originaron tal altercado, si le interesó conocer hasta ese punto que tan portentosa había sido la fuerza de aquel hombre que superaba en estatura al exgeneral Octavius.
Lo examinó un momento comprobando la ausencia de armas en él. Sin duda habría hecho uso de su fuerza física para lograr derrotar a un hombre curtido en tierras tan extremas, mismas que fortalecieron en esos tres largos y angustiosos años lejos de casa la constitución del legionario. - Bah pero que importan los detalles. Lo único importante es que en efecto eres alguien que podría decirse ha generado un cierto interés, motivo por el cual quizá te extrañe este despliegue inusual. - Hizo una pausa mirando al rededor a tantos curiosos.
No era de su agrado tratar este tipo de asuntos en público y menos a la vista de tantas personas curiosas, pero su tiempo era limitado. No tenía por lo tanto, el privilegio de hacer un derroche innecesario, las cosas tenían que agilizarse sobre la marcha. - Bien, basta de tanta mierda, he venido hasta este sitio con una propuesta que quizá pueda interesarte, conocerla, evaluarla y aceptarla dependerá de ti. - Se mostraba indulgente, algo extraño incluso para él. No se trataba de una leva era ante todo una propuesta para ingresar a las filas de la legión a un sujeto como él.
- ¡¿Qué mierdas estás pensando Tiberius?! Te había instruido en la localización del objetivo. - Expresaba gesticulando en dirección del individuo que destacaba entre esa conglomeración de personas que se habían acercado para satisfacer la curiosidad sembrada en ellos. - Y parece que comienzas a recrear algunas costumbres que tuviste en la región germánica. - Él había desmontado de su caballo, y en ese momento, uno de los soldados a cargo del centurión Tiberius salió a su encuentro para encargarse del equino mientras Noah valoraba la situación.
En su camino pudo observar como algunos soldados mostraban signos de lucha con algunos sujetos de aspecto extraño a los que Noah no reparó siquiera en ellos, le eran insignificantes de momento no así a la chica que reconoció de inmediato. Era una de las asistentes al congreso que dictaminaba la suerte de Roma con la alianza entre Egipto. Si bien recordaba, ella era al parecer la sirvienta de la emisaria real de aquel gobierno hasta ahora imbatible.
Reparó en un instante en un soldado caído que era socorrido por dos de sus compañeros los cuales intentaban reanimarlo para integrarlo de nuevo a las filas castrenses. El legado avanzó entonces hacia la ubicación del que sin duda era el punto de sumo interés para la realización de su misión. Comprobaba de viva mano, que los rumores acerca de él eran ciertas y con fundamentos desprovistos de alguna exageración popular como normalmente ocurría.
- Seguramente tú has sido el causante de que aquel hombre de la legión se encuentre abatido. - Moviendo su cabeza hacia el legionario, Noah señalaba el sitio de donde comenzaba a ser arrastrado uno de sus hombres. Aunque no le importaban en lo más mínimo los hechos y las causas de las acciones que originaron tal altercado, si le interesó conocer hasta ese punto que tan portentosa había sido la fuerza de aquel hombre que superaba en estatura al exgeneral Octavius.
Lo examinó un momento comprobando la ausencia de armas en él. Sin duda habría hecho uso de su fuerza física para lograr derrotar a un hombre curtido en tierras tan extremas, mismas que fortalecieron en esos tres largos y angustiosos años lejos de casa la constitución del legionario. - Bah pero que importan los detalles. Lo único importante es que en efecto eres alguien que podría decirse ha generado un cierto interés, motivo por el cual quizá te extrañe este despliegue inusual. - Hizo una pausa mirando al rededor a tantos curiosos.
No era de su agrado tratar este tipo de asuntos en público y menos a la vista de tantas personas curiosas, pero su tiempo era limitado. No tenía por lo tanto, el privilegio de hacer un derroche innecesario, las cosas tenían que agilizarse sobre la marcha. - Bien, basta de tanta mierda, he venido hasta este sitio con una propuesta que quizá pueda interesarte, conocerla, evaluarla y aceptarla dependerá de ti. - Se mostraba indulgente, algo extraño incluso para él. No se trataba de una leva era ante todo una propuesta para ingresar a las filas de la legión a un sujeto como él.
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Re: Calle cercana al coliseo.
Muevete… muevete!!
Solo me quedaba congelada de ver como esos soldados se aproximaban, no encontraba la razón por el cual tenerles tanto terror pero simplemente seguía sin moverme, apretaba los puños de mis manos clavando mis uñas sobre mi piel para reaccionar pero seguía en el mismo estado… era como si en ese momento viera una ilusión detrás de esos hombres como otro grupo se difuminaba como meros fantasmas asesinando a mi padre.. una realidad que había enterrado pero al ver esos hombres desataron ese frágil recuerdo en mi corazón, el hombre que me había entregado el lazo de mi cabello se interponía respondiendo que era su hermana pero pronto cayeron en la cuenta de que era una mentira pues no había ningún parentesco físico que lo comprobara.
El hombre que había realizado la amenaza se retiraba pero sabía que las cosas no terminarían ahí y como lo había pensado… otro sujeto mucho mayor que el otro se interpuso agrediéndome, su puño se aproximaba velozmente por lo que solo cerré los ojos esperando ese golpe en seco encogiendo levemente mis hombros…
Porque no puedes moverte simplemente!!.. dejar de temblar y por lo menos corre!!..
La voz en mi mente se ahogaba por lo que verdaderamente sentía, unas ganas terribles de corromperme en llanto estaban a punto de delatarme cuando un golpe en seco se escuchaba.. reaccionaba abriendo mi mirada lentamente notando ahora al chico de cabellos plateados intervenir… pestañee un par de veces no acreditando la situación que se formaba… porque me defendían a pesar de que no me conocían. Sin duda había llamado demasiado la atención pues otros hombres intervenían para ayudar a su compañero y fue que un gran cuerpo se interpuso retirando a ese sequito de legionarios, sentía la misma sensación recorrer dentro de mi ser.. más que una descarga era algo… que no puede describirse, solamente lo sentía.
Los que trataban de interferir solo causaban la ira por protegerme, avanzaba un paso hacia atrás chocando contra la pared.. ya no habría nada que me dañará pero el temor de que me llevarán y me encerraran era tal que comprendí que esa era la razón de mi mayor temor.
Ser relegada a la oscuridad y frialdad de las celdas de Roma, miraba ahora al final de la calle como los cascos del corcel se aproximaban, era ese mismo hombre que conocí en la reunión del Senado. Un escalofrío embargo todo mi cuerpo pues contra alguien de su poder no podrían hacer nada, preocupada por los que trataron de salvarme quise hacer uso del cargo de Rain pero me abstuve pues eso causaría problemas en el tratado.. solo por salvarme y salvarlos… pero yo no valgo nada. A pesar del alboroto que se había formado por mi culpa el General mostró mucho más interés en ese hombre debido al despliegue de sus habilidades físicas, me mantuve alerta imaginando que podría tratarse de esa propuesta pero cuando quise darme cuenta el chico de cabello azulado se había marchado dejándome a la sombra de ese hombre, deseando zafarme de esa situación lo más pronto posible.
Solo me quedaba congelada de ver como esos soldados se aproximaban, no encontraba la razón por el cual tenerles tanto terror pero simplemente seguía sin moverme, apretaba los puños de mis manos clavando mis uñas sobre mi piel para reaccionar pero seguía en el mismo estado… era como si en ese momento viera una ilusión detrás de esos hombres como otro grupo se difuminaba como meros fantasmas asesinando a mi padre.. una realidad que había enterrado pero al ver esos hombres desataron ese frágil recuerdo en mi corazón, el hombre que me había entregado el lazo de mi cabello se interponía respondiendo que era su hermana pero pronto cayeron en la cuenta de que era una mentira pues no había ningún parentesco físico que lo comprobara.
El hombre que había realizado la amenaza se retiraba pero sabía que las cosas no terminarían ahí y como lo había pensado… otro sujeto mucho mayor que el otro se interpuso agrediéndome, su puño se aproximaba velozmente por lo que solo cerré los ojos esperando ese golpe en seco encogiendo levemente mis hombros…
Porque no puedes moverte simplemente!!.. dejar de temblar y por lo menos corre!!..
La voz en mi mente se ahogaba por lo que verdaderamente sentía, unas ganas terribles de corromperme en llanto estaban a punto de delatarme cuando un golpe en seco se escuchaba.. reaccionaba abriendo mi mirada lentamente notando ahora al chico de cabellos plateados intervenir… pestañee un par de veces no acreditando la situación que se formaba… porque me defendían a pesar de que no me conocían. Sin duda había llamado demasiado la atención pues otros hombres intervenían para ayudar a su compañero y fue que un gran cuerpo se interpuso retirando a ese sequito de legionarios, sentía la misma sensación recorrer dentro de mi ser.. más que una descarga era algo… que no puede describirse, solamente lo sentía.
Los que trataban de interferir solo causaban la ira por protegerme, avanzaba un paso hacia atrás chocando contra la pared.. ya no habría nada que me dañará pero el temor de que me llevarán y me encerraran era tal que comprendí que esa era la razón de mi mayor temor.
Ser relegada a la oscuridad y frialdad de las celdas de Roma, miraba ahora al final de la calle como los cascos del corcel se aproximaban, era ese mismo hombre que conocí en la reunión del Senado. Un escalofrío embargo todo mi cuerpo pues contra alguien de su poder no podrían hacer nada, preocupada por los que trataron de salvarme quise hacer uso del cargo de Rain pero me abstuve pues eso causaría problemas en el tratado.. solo por salvarme y salvarlos… pero yo no valgo nada. A pesar del alboroto que se había formado por mi culpa el General mostró mucho más interés en ese hombre debido al despliegue de sus habilidades físicas, me mantuve alerta imaginando que podría tratarse de esa propuesta pero cuando quise darme cuenta el chico de cabello azulado se había marchado dejándome a la sombra de ese hombre, deseando zafarme de esa situación lo más pronto posible.
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Re: Calle cercana al coliseo.
La chica egipcia le estaba recriminando a aquel que comia zanahorias, que no se quejara si no tuvo su momento de gloria por que lo unico que hizo fue comer de esas frutas anaranjadas mientras que ella y yo nos la teniamos que ver con los gladiadores. Yo tambien le recriminaba que no tratara asi a la mujer que claramente era inocente, o quizas el inocente era al joven hispano que creia en la chica mas que en esos brutos
Ella tomaba mi mano... y sacaba un anillo, como muestra de agradecimiento me lo entragaba, no esperaba nada a cambio pero.. si ese era su presente por ayudarla lo aceptaria encantado. Cerre bien mi mano y la levante acompañado de una sonrisa.
Lo guardare como un tesoro!
Parecia la hora de la despedida, una despedida que se quedaba en incertudumbre en la manera que si iba, señalando con su dedo indice mi mejilla, justamente donde sus labios me habian besado. Eso hizo que a mi mente se viniera la imagen del beso... me quede tan pesativo en ello y mirando mi nuevo anillo que ni me daba cuenta de que otro hombre me estaba hablando.
Mas tarde haria algo con ese anillo, quizas un colgante para colgarselo del cuello ya que no era muy propenso de ponerselo en el dedo, creia que ese tipo de cosas era mas para la gente con monetario, el prefria que fuera un recuerdo llevando en su pecho.
Pero el proximo encuentro con la egipcia no iba a tardar, esta vez llegaron soldados que se lanzaron contra la pobre chica, de nuevo iba a ir en su ayuda pero antes de que hiciera eso al fin reaccionaron las demas personas a su alrededor para protegerla, no dejaban de llegar personas incluso algunas con elegantes uniformes militares.
Asi que aproveche que habia tanta gente y que individualmente yo pasaba desapercibido para tomar la mano de la egipcia acercandome por dentras... la mire y con mi dedo indice hice una señal para que no hablara.
Shh.. tu sigueme, voy a ser un gran heroe! Y ahora voy a sacarte de aquí y llevarte a donde tengas que ir sin que vuelvan a molestarte soldados o gladiadores....
Comence a correr y a llevarme a la egipcia de aquel tumulto. La frase sobre ser un heroe era algo que siempre repetia, ser un heroe de verdad, como cuentan las leyendas griegas, ese era su sueño...
Ella tomaba mi mano... y sacaba un anillo, como muestra de agradecimiento me lo entragaba, no esperaba nada a cambio pero.. si ese era su presente por ayudarla lo aceptaria encantado. Cerre bien mi mano y la levante acompañado de una sonrisa.
Lo guardare como un tesoro!
Parecia la hora de la despedida, una despedida que se quedaba en incertudumbre en la manera que si iba, señalando con su dedo indice mi mejilla, justamente donde sus labios me habian besado. Eso hizo que a mi mente se viniera la imagen del beso... me quede tan pesativo en ello y mirando mi nuevo anillo que ni me daba cuenta de que otro hombre me estaba hablando.
Mas tarde haria algo con ese anillo, quizas un colgante para colgarselo del cuello ya que no era muy propenso de ponerselo en el dedo, creia que ese tipo de cosas era mas para la gente con monetario, el prefria que fuera un recuerdo llevando en su pecho.
Pero el proximo encuentro con la egipcia no iba a tardar, esta vez llegaron soldados que se lanzaron contra la pobre chica, de nuevo iba a ir en su ayuda pero antes de que hiciera eso al fin reaccionaron las demas personas a su alrededor para protegerla, no dejaban de llegar personas incluso algunas con elegantes uniformes militares.
Asi que aproveche que habia tanta gente y que individualmente yo pasaba desapercibido para tomar la mano de la egipcia acercandome por dentras... la mire y con mi dedo indice hice una señal para que no hablara.
Shh.. tu sigueme, voy a ser un gran heroe! Y ahora voy a sacarte de aquí y llevarte a donde tengas que ir sin que vuelvan a molestarte soldados o gladiadores....
Comence a correr y a llevarme a la egipcia de aquel tumulto. La frase sobre ser un heroe era algo que siempre repetia, ser un heroe de verdad, como cuentan las leyendas griegas, ese era su sueño...
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Re: Calle cercana al coliseo.
Aldebarán se había quedado en silencio escuchando hablar al General, mientras que algunos se iban por miedo a ser golpeados por la Legión de la Decimotercera comandada por el mismo que descendía prontamente de su corcel. El notoriamente líder de las tropas retaba a uno por uno, por hacer tanto escándalo ante una simple orden que era contactar a un hombre en mitad de una ciudad lo cual no resultaba muy difícil; sobretodo vislumbrando el tamaño de quien era el objetivo.
Agachó su cabeza un instante, para observar al hombre abatido luego de que Noah se refería a él y algo arrepentido asintió con su cabeza, mientras levantaba sus ojos para fundirlos en el cielo e intentar salir de ese movimiento incomodo de tanto silencio que se formaba en la ciudad, que expectante observaba la situación entre el gigante y el General de una de las Legiones mas poderosas del mundo, prácticamente.
- Sí, pensé que iba a durar un poco más que un golpe de puño, debido a que después de todo era un Legionario, pero ya veo que no era tan fuerte como parecía ser o demostraba con sus rudas palabras al desafiar a una simple dama.
Musitó con severidad Aldebarán alzando su mirada ante el general y observándolo de igual a igual, sin arrepentimiento y sin falta de respeto. La mirada se posaba en Noah atentamente, mirándolo de pies a cabeza mientras éste revisaba al soldado herido para ver si tenía alguna herida y resultaba que no, informando un par de detalles del porque la búsqueda y la tan ansiada entrevista con el gigante.
- Así que yo provoco interés en las huestes de los romanos, ¡Interesante!
Musitó Aldebarán mientras Noah observaba impaciente y con poca gratitud como todo mundo le observaba, de seguro al juzgar por sus ojos no se sentía cómodo hablar eso en mitad de la calle pero no tenía de otra; debido a las palabras rápidas que salían de su boca dirigidas hacia el gigante mientras los soldados observaban expectantes a algún movimiento hostil por parte de ambos para comenzar una lucha. Estaba cruzado de brazos Aldebarán observando a un par de pasos de él a Noah.
- Eres tu el que está impaciente… así que dime cual es tu propuesta y prometo que la evaluaré; aunque viniendo de ti podría imaginarme de que se trata. Pero aun así quiero escucharlo de tus labios, Noah…
Dijo musitando seriamente su nombre, pues lo sabía debido a que los soldados lo habían alabado tanto antes de que se hiciera presente. De seguro era un hombre de temer con armas, algo que Aldebarán jamás tocaría por que no quería ensuciarse las manos. El respeto que tenía ante sus soldados, sin duda alguna era de admiración así que había que ver cual era la propuesta para el gigante que se quedó esperando de brazos cruzados.
Agachó su cabeza un instante, para observar al hombre abatido luego de que Noah se refería a él y algo arrepentido asintió con su cabeza, mientras levantaba sus ojos para fundirlos en el cielo e intentar salir de ese movimiento incomodo de tanto silencio que se formaba en la ciudad, que expectante observaba la situación entre el gigante y el General de una de las Legiones mas poderosas del mundo, prácticamente.
- Sí, pensé que iba a durar un poco más que un golpe de puño, debido a que después de todo era un Legionario, pero ya veo que no era tan fuerte como parecía ser o demostraba con sus rudas palabras al desafiar a una simple dama.
Musitó con severidad Aldebarán alzando su mirada ante el general y observándolo de igual a igual, sin arrepentimiento y sin falta de respeto. La mirada se posaba en Noah atentamente, mirándolo de pies a cabeza mientras éste revisaba al soldado herido para ver si tenía alguna herida y resultaba que no, informando un par de detalles del porque la búsqueda y la tan ansiada entrevista con el gigante.
- Así que yo provoco interés en las huestes de los romanos, ¡Interesante!
Musitó Aldebarán mientras Noah observaba impaciente y con poca gratitud como todo mundo le observaba, de seguro al juzgar por sus ojos no se sentía cómodo hablar eso en mitad de la calle pero no tenía de otra; debido a las palabras rápidas que salían de su boca dirigidas hacia el gigante mientras los soldados observaban expectantes a algún movimiento hostil por parte de ambos para comenzar una lucha. Estaba cruzado de brazos Aldebarán observando a un par de pasos de él a Noah.
- Eres tu el que está impaciente… así que dime cual es tu propuesta y prometo que la evaluaré; aunque viniendo de ti podría imaginarme de que se trata. Pero aun así quiero escucharlo de tus labios, Noah…
Dijo musitando seriamente su nombre, pues lo sabía debido a que los soldados lo habían alabado tanto antes de que se hiciera presente. De seguro era un hombre de temer con armas, algo que Aldebarán jamás tocaría por que no quería ensuciarse las manos. El respeto que tenía ante sus soldados, sin duda alguna era de admiración así que había que ver cual era la propuesta para el gigante que se quedó esperando de brazos cruzados.
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Re: Calle cercana al coliseo.
Aquel gigante que se encontraba ante la mirada de curiosos y de los legionarios mostraba un semblante bastante contrastante de aquel que reflejaba Noah. El primero, tenía una mirada noble, sus facciones estaban desprovistas de hostilidad hacia alguien, daba la impresión de ser bastante ecuánime para las situaciones difíciles. Una mente fría en el más amplio sentido de la palabra, y que, entre los legionarios era menos frecuente. Noah por su parte emitía un brillo maligno, el fulgor de sus orbes recreaba las batallas confrontadas y el extenso número de enemigos aniquilados por él mismo.
La diferencia de estaturas era palpable, aquel sujeto, le sacaba dos cabezas tanto que Noah tenía que alzar su rostro para sostenerle la mirada mientras sujetaba con su diestra la empuñadura de su espada. Aunque él era ambidiestro en el manejo de las armas, generalmente optaba por usar el brazo izquierdo. La mirada experta de Noah comprobaba de manera clara que aquel hombre tenía las cualidades para ser un alto oficial en la milicia romana. No por el hecho de poseer una fuerza extraordinaria, si no por la sensación que daba a pesar de encontrarse en aparente peligro.
Eran desde su formación, que los soldados accedían a ser lideres si poseían aquella cualidad capaz de transmitir a los hombres y por lo tanto, aquel que le miraba de arriba a abajo superaba con creces lo que se requería para formarse rápidamente en un oficial de linea. El general de la decimotercera miró un instante de soslayo, como algunos habitantes eran alejados por las tropas de infantería que ya no acordonaban al intimidarte coloso que mantenía una postura relajada con los brazos cruzados sobre su pecho.
- En realidad no duró gran cosa. Como puedes notar parece que estoy rodeado de incompetentes. - Le dirigió aquellas palabras luego de escucharle de como se había librado con facilidad de uno de los soldados a cargo del centurión Tiberius. - Si no hay nadie que los controle actúan por su propia cuenta, el resultado es el que seguramente te llevó a confrontarlo.
Se mostraba ligeramente molesto, no por el hecho de que mostrara debilidad alguna, era en el ámbito de la indisciplina perpetrada en las calles. Noah detestaba que las tropas actuaran como viles ladrones o violadores. Estaba bien para el campo de batalla y los enemigos, demostrar ante la gloria del ejercito que la decimotercera era de las ordenadas le llenaba de orgullo. Distaba de la duodécima que reclutaba a casi toda la escoria que encontraba, entre ladrones, violadores y homosexuales encabezados por el fallecido Breda, que más daba, era lo que se tenía para esos momentos.
- Pero ya basta de tanta fruslería no te equivocas al decir que estoy impaciente. Tengo una agenda apretada por tantas cosas por hacer, y es por eso que desde que escuché rumores acerca de ti ha nacido cierto interés por tus habilidades. Se reconocer a un guerrero de cualidades experimentadas.
Soltó su espada, no tenía por que mostrarse a la defensiva, se relajó imitando la posición de su interlocutor cruzando sus brazos. El calor del día estaba degradándose ligeramente. Era algo refrescante para Noah que había tenido un día bastante agitado y llevar esa armadura de broce y las protecciones de cuero le estaban cobrando factura. Necesitaría un baño después de todo pero que más daba. No iría a cortejar a una dama noble o pagar por una mujerzuela, ahora sólo se enfocaba en la misión que estaba por efectuarse.
- Y por lo tanto ando en la búsqueda de sujetos con ciertas habilidades para una misión de suma importancia para toda Roma. Los detalles no puedo revelartelos, pero si el hecho de que podrías incorporarte a las filas imperiales de la legión Draco. Tal vez de momento no lo hayas contemplado, pero por tu semblante se ve que eres un sujeto con intereses personales. Vamos que en toda Roma las posibilidades se le abren a los que ingresan en la milicia.
Aquello de reclutar la verdad no era lo suyo. Sus palabras apenas salían sin demostrar su fastidio, pero si no era el en persona para negociar no se sentiría satisfecho. En ocasiones tenía la idea de que si quería algo bien hecho él mismo tendría que hacerlo. Tiberius y sus hombres la habían cagado y en serio, ya no podía darse el lujo de otros.
- No vengo a lavarte el cerebro con tantas mierdas de la patria y la gloria, pero bien puede servir a tus intereses, ideales o lo que siempre tengas en mente. Y para la misión que se viene se necesitan sujetos con el temple que muestras ahora. Pero una cosa te he de revelar, si accedes a unirte a la decimotercera, y acudir en una expedición a tierras lejanas, es posible que nunca más vuelvas a este sitio, si es que no morimos o nos vamos directo al infierno será entonces como empieces a gozar de los privilegios de pertenecer a las huestes militares de Roma.
No dijo más, la propuesta estaba en el aire. Él no lo obligaría a sumarse a la fracción que comandaría en Egipto, le dejaba la decisión al individuo que permanecía impávido sopesando quizá las alternativas que tenía si no accedía a lo propuesto por el general Noah.
La diferencia de estaturas era palpable, aquel sujeto, le sacaba dos cabezas tanto que Noah tenía que alzar su rostro para sostenerle la mirada mientras sujetaba con su diestra la empuñadura de su espada. Aunque él era ambidiestro en el manejo de las armas, generalmente optaba por usar el brazo izquierdo. La mirada experta de Noah comprobaba de manera clara que aquel hombre tenía las cualidades para ser un alto oficial en la milicia romana. No por el hecho de poseer una fuerza extraordinaria, si no por la sensación que daba a pesar de encontrarse en aparente peligro.
Eran desde su formación, que los soldados accedían a ser lideres si poseían aquella cualidad capaz de transmitir a los hombres y por lo tanto, aquel que le miraba de arriba a abajo superaba con creces lo que se requería para formarse rápidamente en un oficial de linea. El general de la decimotercera miró un instante de soslayo, como algunos habitantes eran alejados por las tropas de infantería que ya no acordonaban al intimidarte coloso que mantenía una postura relajada con los brazos cruzados sobre su pecho.
- En realidad no duró gran cosa. Como puedes notar parece que estoy rodeado de incompetentes. - Le dirigió aquellas palabras luego de escucharle de como se había librado con facilidad de uno de los soldados a cargo del centurión Tiberius. - Si no hay nadie que los controle actúan por su propia cuenta, el resultado es el que seguramente te llevó a confrontarlo.
Se mostraba ligeramente molesto, no por el hecho de que mostrara debilidad alguna, era en el ámbito de la indisciplina perpetrada en las calles. Noah detestaba que las tropas actuaran como viles ladrones o violadores. Estaba bien para el campo de batalla y los enemigos, demostrar ante la gloria del ejercito que la decimotercera era de las ordenadas le llenaba de orgullo. Distaba de la duodécima que reclutaba a casi toda la escoria que encontraba, entre ladrones, violadores y homosexuales encabezados por el fallecido Breda, que más daba, era lo que se tenía para esos momentos.
- Pero ya basta de tanta fruslería no te equivocas al decir que estoy impaciente. Tengo una agenda apretada por tantas cosas por hacer, y es por eso que desde que escuché rumores acerca de ti ha nacido cierto interés por tus habilidades. Se reconocer a un guerrero de cualidades experimentadas.
Soltó su espada, no tenía por que mostrarse a la defensiva, se relajó imitando la posición de su interlocutor cruzando sus brazos. El calor del día estaba degradándose ligeramente. Era algo refrescante para Noah que había tenido un día bastante agitado y llevar esa armadura de broce y las protecciones de cuero le estaban cobrando factura. Necesitaría un baño después de todo pero que más daba. No iría a cortejar a una dama noble o pagar por una mujerzuela, ahora sólo se enfocaba en la misión que estaba por efectuarse.
- Y por lo tanto ando en la búsqueda de sujetos con ciertas habilidades para una misión de suma importancia para toda Roma. Los detalles no puedo revelartelos, pero si el hecho de que podrías incorporarte a las filas imperiales de la legión Draco. Tal vez de momento no lo hayas contemplado, pero por tu semblante se ve que eres un sujeto con intereses personales. Vamos que en toda Roma las posibilidades se le abren a los que ingresan en la milicia.
Aquello de reclutar la verdad no era lo suyo. Sus palabras apenas salían sin demostrar su fastidio, pero si no era el en persona para negociar no se sentiría satisfecho. En ocasiones tenía la idea de que si quería algo bien hecho él mismo tendría que hacerlo. Tiberius y sus hombres la habían cagado y en serio, ya no podía darse el lujo de otros.
- No vengo a lavarte el cerebro con tantas mierdas de la patria y la gloria, pero bien puede servir a tus intereses, ideales o lo que siempre tengas en mente. Y para la misión que se viene se necesitan sujetos con el temple que muestras ahora. Pero una cosa te he de revelar, si accedes a unirte a la decimotercera, y acudir en una expedición a tierras lejanas, es posible que nunca más vuelvas a este sitio, si es que no morimos o nos vamos directo al infierno será entonces como empieces a gozar de los privilegios de pertenecer a las huestes militares de Roma.
No dijo más, la propuesta estaba en el aire. Él no lo obligaría a sumarse a la fracción que comandaría en Egipto, le dejaba la decisión al individuo que permanecía impávido sopesando quizá las alternativas que tenía si no accedía a lo propuesto por el general Noah.
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Re: Calle cercana al coliseo.
Aldebarán se quedó en silencio, observando con sus brazos cruzados a la altura del pecho sin expresión alguna que delatara lo que en ese momento cruzaba por su mente; escuchando con atención cada palabra que salía del General que parecía no conocer muy bien lo que era negociar con alguien, pues eso realmente le causaba gracia.
Era una gran propuesta, pertenecer a las Filas que por momento resultaban ser las más poderosas del mundo y formar parte de un ejército, como alguna vez lo fue su padre o lo fue su maestro antes de retirarse y ser un gladiador. La incompetencia de los soldados de Noah era notoria, en realidad no eran incompetentes, sino arrebatados y creían que por formar parte de una de las mejores legiones podrían llevarse el mundo por delante.
- Quizás la severidad en tus tropas, les llevaría a usar mas la disciplina y no serían tan violentos porque sí, como lo fueron recién… aunque no lo dudo me encantaría formar parte de este Imperio, pero no creo que fuera mi destino.
Noah comenzó a halagar las habilidades del gigante, que se notaba un tanto raro al venir aquel aprecio de habilidad por parte de un gran general de alto porte como lo era Noah, quizás un líder y héroe, en todo sentido, del acero. La espada fue soltada por el general y esto fue visto por Aldebarán que se relajó un tanto soltando un pequeño suspiro, sabía que ahora el líder de la decimotercera no venía con cualidades hostiles.
- « ¿Esto es acaso una casualidad o parte de mi destino? Quizás esto me lo enviaste tu maestro como prueba de mi valor, ¿O quizás tu padre?»
Se pensó por momentos el gigante, mientras ajustaba su guantelete de placas pesado y observó a Noah seriamente. Ser como su padre, como su maestro; era realmente algo que le gustaría ser y algo que realmente le entusiasmaba mucho, ser parte de una legión para cumplir su sueño de intentar hacer la paz y no la guerra, aun perteneciendo al ejercito y que Roma sea un mundo mas… libre de combates.
- Gracias, me conmueve que un hombre tan experimentado en batalla como usted halague mis habilidades; debido a que tan solo soy un simple campesino que aprendió a combatir hace un gran tiempo y pensé que estaba un tanto oxidado.
Revaluó la propuesta con un cierto grado de interés, aunque parecía ser que Noah buscaba más que tentarlo por el lado de lo que sería ser un gran soldado y quizás terminar como cualquiera en su ejército, a lo que el gigante con velocidad respondió.
- Tienes razón con aquello de que tengo intereses personales y son bastante altos, realmente la ayuda de la Legión para formar parte de ella me vendría genial. Pero jamás lo haría por dinero o por ser alguien importante, tan solo quiero dejar mi huella en el mundo y que alguien sepa que alguna vez hubo un hombre al cual podría haber sido considerado héroe en estas tierras de gloria y tan grandes que es Roma.
Hizo una pausa Noah, intentando encontrar las palabras correctas pero se ve que por su severidad para retomar la charla no eran las indicadas. Aunque Aldebarán sonrió un tanto mostrando una expresión mas asintiendo a sus palabras que a lo que podría ser una negación al ingreso de aquella Legión. El gigante con velocidad tras las palabras del General de la Legión, musitó una respuesta.
- Tranquilo, no me lavarás la cabeza y por cada palabra que haces, me lo haces pensar aun más. Si tuviste interés en mi, quiere decir que precisas de mis habilidades; y aunque no es de mi interés un gran cargo o algo por el estilo, porque no me interesan las riquezas quiero poner mis condiciones ahora mismo para ver si tu aceptas ahora mi propuesta que quizás sea interesante, conocerla, evaluarla y aceptarla dependerá de ti.
Musitó Aldebarán, dando vuelta la conversación y usando las mismas palabras que antes había usado Noah. El gigante posó su mirada a su izquierda y observó un par de personas y luego a la derecha, haciendo lo mismo; una sonrisa surcó su rostro y se volvió a encontrar con la faz del general una vez mas, asintiendo con su cabeza.
- Veo que tu Legión necesita disciplina y a pesar de que seguro al ser un general, un puesto que es muy codiciado de seguro debes tener debajo de ti una mano derecha que cuide tus espaldas. Sin embargo no intento que desordenes todo tú ejercito por un simple hombre como lo soy yo, pero quiero ir por debajo del puesto del ser que creas conveniente para aplicar disciplina a tus tropas.
Y además, quisiera ser el hombre en caso de que haya un par de negociaciones en un futuro acerca de alguna tregua; porque he visto que no está en tus habilidades llevar la palabra de paz y podrían ahorrarnos muchos hombres una guerra sin sentido a donde quiera que vayamos. Si quieres mis habilidades, serás sabio considerarás que no es un gran precio a pagar y dirás que sí, sino en estos momentos me daré la vuelta y diré adiós volviendo al bosque.
Ahora, ¿Qué me dices, General?
Noah lo podría revertir con violencia la jugada tactica que tenía Aldebarán, y sería contestado de la misma forma; sin embargo la propuesta era bastante digna ya que así habría mas disciplina y mas hombres que obedecieran al General a futuro y no tantos violentos que no servían para nada más que causar barullo.
Era una gran propuesta, pertenecer a las Filas que por momento resultaban ser las más poderosas del mundo y formar parte de un ejército, como alguna vez lo fue su padre o lo fue su maestro antes de retirarse y ser un gladiador. La incompetencia de los soldados de Noah era notoria, en realidad no eran incompetentes, sino arrebatados y creían que por formar parte de una de las mejores legiones podrían llevarse el mundo por delante.
- Quizás la severidad en tus tropas, les llevaría a usar mas la disciplina y no serían tan violentos porque sí, como lo fueron recién… aunque no lo dudo me encantaría formar parte de este Imperio, pero no creo que fuera mi destino.
Noah comenzó a halagar las habilidades del gigante, que se notaba un tanto raro al venir aquel aprecio de habilidad por parte de un gran general de alto porte como lo era Noah, quizás un líder y héroe, en todo sentido, del acero. La espada fue soltada por el general y esto fue visto por Aldebarán que se relajó un tanto soltando un pequeño suspiro, sabía que ahora el líder de la decimotercera no venía con cualidades hostiles.
- « ¿Esto es acaso una casualidad o parte de mi destino? Quizás esto me lo enviaste tu maestro como prueba de mi valor, ¿O quizás tu padre?»
Se pensó por momentos el gigante, mientras ajustaba su guantelete de placas pesado y observó a Noah seriamente. Ser como su padre, como su maestro; era realmente algo que le gustaría ser y algo que realmente le entusiasmaba mucho, ser parte de una legión para cumplir su sueño de intentar hacer la paz y no la guerra, aun perteneciendo al ejercito y que Roma sea un mundo mas… libre de combates.
- Gracias, me conmueve que un hombre tan experimentado en batalla como usted halague mis habilidades; debido a que tan solo soy un simple campesino que aprendió a combatir hace un gran tiempo y pensé que estaba un tanto oxidado.
Revaluó la propuesta con un cierto grado de interés, aunque parecía ser que Noah buscaba más que tentarlo por el lado de lo que sería ser un gran soldado y quizás terminar como cualquiera en su ejército, a lo que el gigante con velocidad respondió.
- Tienes razón con aquello de que tengo intereses personales y son bastante altos, realmente la ayuda de la Legión para formar parte de ella me vendría genial. Pero jamás lo haría por dinero o por ser alguien importante, tan solo quiero dejar mi huella en el mundo y que alguien sepa que alguna vez hubo un hombre al cual podría haber sido considerado héroe en estas tierras de gloria y tan grandes que es Roma.
Hizo una pausa Noah, intentando encontrar las palabras correctas pero se ve que por su severidad para retomar la charla no eran las indicadas. Aunque Aldebarán sonrió un tanto mostrando una expresión mas asintiendo a sus palabras que a lo que podría ser una negación al ingreso de aquella Legión. El gigante con velocidad tras las palabras del General de la Legión, musitó una respuesta.
- Tranquilo, no me lavarás la cabeza y por cada palabra que haces, me lo haces pensar aun más. Si tuviste interés en mi, quiere decir que precisas de mis habilidades; y aunque no es de mi interés un gran cargo o algo por el estilo, porque no me interesan las riquezas quiero poner mis condiciones ahora mismo para ver si tu aceptas ahora mi propuesta que quizás sea interesante, conocerla, evaluarla y aceptarla dependerá de ti.
Musitó Aldebarán, dando vuelta la conversación y usando las mismas palabras que antes había usado Noah. El gigante posó su mirada a su izquierda y observó un par de personas y luego a la derecha, haciendo lo mismo; una sonrisa surcó su rostro y se volvió a encontrar con la faz del general una vez mas, asintiendo con su cabeza.
- Veo que tu Legión necesita disciplina y a pesar de que seguro al ser un general, un puesto que es muy codiciado de seguro debes tener debajo de ti una mano derecha que cuide tus espaldas. Sin embargo no intento que desordenes todo tú ejercito por un simple hombre como lo soy yo, pero quiero ir por debajo del puesto del ser que creas conveniente para aplicar disciplina a tus tropas.
Y además, quisiera ser el hombre en caso de que haya un par de negociaciones en un futuro acerca de alguna tregua; porque he visto que no está en tus habilidades llevar la palabra de paz y podrían ahorrarnos muchos hombres una guerra sin sentido a donde quiera que vayamos. Si quieres mis habilidades, serás sabio considerarás que no es un gran precio a pagar y dirás que sí, sino en estos momentos me daré la vuelta y diré adiós volviendo al bosque.
Ahora, ¿Qué me dices, General?
Noah lo podría revertir con violencia la jugada tactica que tenía Aldebarán, y sería contestado de la misma forma; sin embargo la propuesta era bastante digna ya que así habría mas disciplina y mas hombres que obedecieran al General a futuro y no tantos violentos que no servían para nada más que causar barullo.
Aldebaran- Caballeros Dorados
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